La pandemia de la COVID-19 hizo retroceder la Inversión Extranjera Directa (IED) en América Latina a niveles no vistos en la última década al provocar una caída del 34.7% en el flujo de capital el año pasado, el mayor descenso desde el que se registró en 2009, durante la Gran Recesión.
Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2021 https://t.co/nGmjnVUryn
— CEPAL (@cepal_onu) August 5, 2021
“Las entradas desde el extranjero fueron las menores desde 2010, una gran caída que da continuidad a una tendencia a la baja que comenzó en 2013”, dijo este jueves la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena.
La región recibió 105,480 millones de dólares de trasnacionales el año pasado, lo que implica una caída interanual de 56,000 millones de dólares y un retroceso que va en sintonía con el promedio mundial, que experimentó una caída de la IED del 35%, según datos del organismo dependiente de la ONU.
El escenario de crisis sanitaria y de incertidumbre económica generada por la COVID-19, agregó Bárcena, hizo caer la inversión extranjera en todos los países de la región excepto en cinco: Bahamas, Barbados, Ecuador, Paraguay y México.
“Además, la participación de la IED en el PIB fue únicamente del 2.5% en 2020, frente al promedio de la década anterior, del 3.5%”, enfatizó el organismo.
Y es que con 41.1 millones de infectados y 1.38 millones de muertos por COVID-19, América Latina y el Caribe es una de las regiones más afectadas del mundo por la crisis sanitaria en términos económicos.
La pandemia, que provocó un caída del 6.8% del PIB regional en 2020, la mayor recesión en 120 años, disminuyó un 21% las adquisiciones y fusiones transfronterizas, que totalizaron 26,000 millones de dólares, una cifra levemente superior a la de 2009, agregó la Cepal.
Brasil, el país que más capital extranjero recibió, perdió en 2020 un 35.4% de sus entradas, aproximándose de forma inédita al segundo país de la lista, México, que aumentó sus flujos en un 6.6%
En Suramérica en su conjunto, la IED se redujo en un 40.4%, siendo los países más afectados Bolivia con una caída del 406%, Perú con 87% y Uruguay con 53%.
En tanto, los países que conforman el Caribe cayeron un -25.5% en promedio, aunque la zona más afectada fue Centroamérica, con un descenso de la inversión en todas sus naciones y una caída en promedio del 89.4%.
Con estas cifras, alertó Bárcena, “la IED no va a ser un motor de recuperación en la región a menos que haya una mayor decisión en materia de las políticas que garanticen su reactivación”.