El ministerio israelí de Salud anunció este miércoles que detectó dos casos de contaminación por una variante no identificada del coronavirus, sin gravedad aparente y que combina las subvariantes BA.1 y BA.2, ambas de Ómicron.

“Esta variante no es aún conocida en el mundo y los dos casos fueron descubiertos gracias a una prueba PCR efectuados en el aeropuerto Ben Gurión a la entrada de Israel”, indicó el ministerio.

Añadió que las personas infectadas presentaron síntomas leves como fiebre, dolores de cabeza y musculares, y precisó que no requirieron cuidados médicos especiales.

Según el jefe de la estrategia anticovid del gobierno israelí, Salman Zarka, el fenómeno de las variantes combinadas es bien conocido y “de momento no estamos preocupados” de que la nueva variante pueda conducir “a casos graves”, dijo a la radio militar israelí.

En el contexto de un nuevo aumento de casos en el mundo, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, prevé celebrar una reunión el miércoles con responsables del ministerio de Salud.

La situación sanitaria se ha degradado en varios países debido a la propagación de la subvariante BA.2, particularmente contagiosa, pero que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) no provoca formas más graves del coronavirus que la BA.1.

Sobre el desarrollo de la pandemia, Pfizer y BioNTech presentaron una solicitud a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para que autorice una cuarta dosis de refuerzo de su vacuna contra el coronavirus para personas mayores de 65 años.

La solicitud se basa en dos conjuntos de datos procedentes de Israel y que fueron analizados en un momento en el que la variante Ómicron circulaba ampliamente. Ambos mostraron evidencia de que un refuerzo de ARNm adicional aumenta la inmunogenicidad y reduce las tasas de infecciones confirmadas y enfermedades graves.

En concreto, se realizó un análisis de los registros del Ministerio de Salud de Israel en más de 1.1 millones de adultos de más de 60 años que no tenían antecedentes conocidos de infección por SARS-CoV-2 y que eran elegibles para un refuerzo adicional, la cuarta dosis.

Estos datos mostraron que las tasas de infecciones confirmadas fueron dos veces más bajas y las tasas de enfermedad grave fueron cuatro veces más bajas entre las personas que recibieron una dosis de refuerzo adicional de la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19 administrada, al menos cuatro meses, después de la tercera dosis de refuerzo, en comparación con los que recibieron sólo una dosis de refuerzo.

Además, hubo un aumento de 8 y 10 veces en el número de anticuerpos neutralizantes contra la variante de Ómicron una y dos semanas después de la dosis de refuerzo adicional, respectivamente. El estudio tampoco ha evidenciado nuevos problemas de seguridad en las personas que recibieron una dosis de refuerzo adicional de la vacuna.

Asimismo, según ha señalado la compañía, la evidencia emergente, incluidos los datos de Kaiser Permanente del Sur de California, sugiere que la eficacia contra el COVID-19 sintomático y la enfermedad grave causada por la variante Ómicron disminuye de 3 a 6 meses después recibir la tercera dosis inicial de refuerzo.

Estos primeros estudios indican que una dosis de refuerzo adicional de la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19 administrada al menos 4 meses después de una dosis de refuerzo inicial podría restaurar los títulos de anticuerpos a los niveles máximos posteriores a la tercera dosis.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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