El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, expresó este martes la preocupación de la Alianza por que Rusia pueda orquestar una operación falsa que incluya la utilización de armas químicas en Ucrania, a la que ha acusado previamente de albergar ese tipo de armamento.

“Estamos preocupados por que Moscú pueda montar una operación de falsa bandera que posiblemente incluya armas químicas”, indicó Stoltenberg en una rueda de prensa previa a la reunión de ministros aliados de Defensa del miércoles, al tiempo que alertó de las “absurdas denuncias” de Moscú sobre “laboratorios bioquímicos y armas químicas en Ucrania”.

Preguntado si este escenario provocaría la intervención de la OTAN en el conflicto ucraniano, el político noruego ha rehuido esta opción limitándose a decir que Rusia “pagará un alto precio” si emplea este tipo de armas. “No voy a especular sobre una respuesta militar de la OTAN”, subrayó.

Sobre la OTAN, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenskyy, dijo este martes que su país tiene que aceptar que no se convertirá en un miembro de la OTAN, una de las principales razones usadas por Rusia para justificar su invasión.

“Ucrania no es un miembro de la OTAN. Lo entendemos. Durante años hemos escuchado que las puertas estaban abiertas, pero también hemos escuchado que no podríamos unirnos. Esa es la verdad y hay que reconocerla”, dijo el presidente en una videoconferencia con responsables militares.

Por su parte la Asociación Nuclear Mundial (WNA) urgió la necesidad de un acuerdo entre Rusia y Ucrania para que las centrales nucleares, así como otras instalaciones críticas afectadas por la guerra “salgan fuera de este conflicto bélico inventado por los rusos”.

La directora general de la WNA, Sama Bilbao, señaló que al día de hoy, la situación de los 15 reactores nucleares que operan en Ucrania es estable, dentro de lo que significa estar en guerra, y explicó que en temas de seguridad todas las plantas hacen varias veces al año test con participación de servicios locales, regionales y nacionales para tener siempre un plan de emergencia listo.

Las centrales nucleares en Europa, en el peor de los escenarios posibles, están diseñadas para “aguantar el ataque e impacto de un misil”, dependiendo de la magnitud explosiva, señaló Salma Bilbao.

Y es que se informó que militares rusos controlan las centrales nucleares de Chernóbil y Zaporiyia junto con guardias y personal ucranianos.

Alexey Polishchuk, director del Segundo Departamento del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia,  dijo además que las dos centrales habían vuelto a operar con normalidad, y que los niveles de radiación eran también normales, “lo cual está confirmado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA)”.

Mientras las preocupaciones por los efectos secundarios de la guerra crecen, las tropas rusas mantienen e intensifican sus  ataques, y ahora alcanzaron un vecindario residencial en Kiev y provocan un gran incendio y una frenética operación de rescate en un edificio de departamentos de 15 pisos. Al menos una persona falleció y otras siguen atrapadas en el interior.

El Ejército ucraniano explicó en un comunicado que los ataques eran de artillería y que alcanzaron el distrito de Svyatoshynskyi, en el oeste de la capital ucraniana, cerca del suburbio de Irpín, que ha sido testigo de algunas de las peores batallas de la guerra.

Las fuerzas rusas han intensificado también los ataques nocturnos sobre los suburbios occidentales de Irpín, Hostomel y Bucha, dijo el máximo responsable de la región de Kiev, Oleksiy Kuleba, en la televisión ucraniana.

Por otra parte, las tropas de Moscú han reanudado sus esfuerzos para tomar la importante ciudad portuaria de Mariúpol, en el sur, y lanzaron nuevos ataques de artillería sobre el centro de Járkiv, en el este, explicó el Estado Mayor del Ejército ucraniano en Facebook.

También se informó que la mujer que irrumpió en medio del informativo de una televisora rusa pro-Kremlin con una pancarta contra la guerra en Ucrania podría ser condenada a hasta 15 años de cárcel, dijo su abogado el martes.

“Calculo que mi cliente, Marina Ovsiannikova, corre el riesgo de ser objeto de un juicio penal y no administrativo, en virtud de una nueva ley que prevé hasta 15 años de cárcel”, dijo Daniil Berman. “Hay muchas posibilidades de que las autoridades decidan dar ejemplo para que otros detractores se callen”, agregó.

Ovsiannikova es empleada de la televisión Pervy Kanal, muy cercana al poder ruso. El lunes por la noche irrumpió en medio del informativo y se situó detrás de la presentadora con una pancarta en la que se leía: “No a la guerra, no crean la propaganda. Aquí les están mintiendo”.

Y es que las autoridades rusas aprobaron hace unos días una ley que castiga con hasta 15 años de cárcel la publicación de “informaciones calumniosas” sobre el ejército ruso. Marina Ovsiannikova, madre de dos niños pequeños, podría verse incluida en esta ley, según su abogado.

Al respecto, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció que ofrecerá asilo a la periodista.

Macron aseguró la puesta en marcha de contactos diplomáticos para dotar de algún tipo de “protección” a Ovsiannikova, poco después de que el Kremlin describiese como “vandalismo” la protesta que llevo a cabo la periodista ante las cámaras del Canal 1.

Moscú también informó este martes que había incluido al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, al secretario de Estado, Antony Blinken, y a otros funcionarios de alto rango de Washington en una “lista de exclusión” que les prohíbe entrar en el país.

Sus nombres, junto con el del secretario de Defensa, Lloyd Austin, el jefe de la CIA, William Burns, el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, y otros, fueron incluidos en una lista de 13 personas a las que se les prohibió la entrada a Rusia en respuesta a las sanciones impuestas por Washington a funcionarios rusos.

La ex secretaria de Estado Hillary Clinton también aparece en la lista.

Pero el Ministerio de Asuntos Exteriores dijo que mantenía relaciones oficiales con Washington y que, si era necesario, se aseguraría de que los contactos de alto nivel con las personas de la lista pudieran tener lugar.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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