Ayer por la tarde, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, reapareció en las conferencias vespertinas de Palacio Nacional, tras ausentarse por 19 días después de haber dado positivo a COVID-19.

“Aquí está la prueba de vida que usted pedía ayer, aquí estoy afortunadamente recuperado y en buenas condiciones”, dijo el funcionario a un periodista que un día antes cuestionó la ausencia del encargado de la estrategia nacional contra la pandemia.

Sin embargo, rápidamente fue cuestionado sobre las fotografías que minutos antes de que hiciera su reaparición, circularon por las redes sociales, donde se le podía ver caminando por las inmediaciones de Parque México junto a su pareja sentimental, sin usar cubrebocas, pese a haber informado que había dado positivo a la prueba que se realizó, lo cual provocaba que aún fuera contagioso.

“No me queda claro cuál es el planteamiento de la pregunta, pero supongo que hace referencia a la lamentable realidad de tener en México medios de comunicación, sobre todo los medios corporativos que durante toda la epidemia (…) han buscado sacar de alguna manera notoriedad, supongo que por razones algunos casos de lucro, seguramente es más lucrativo sacar noticias que pudieran generar escándalo y entonces esto les aumentará las cuotas de las tarifas de publicidad y otras fuentes de ingresos”, cuestionó el subsecretario.

Aprovechó para lanzarse contra los medios de comunicación, acusándolos de tener agendas políticas y agendas de grupos de interés económico. Dijo que ahora se dedican a atacar al gobierno pues en la presente administración han sufrido pérdida de privilegios a los que estaban acostumbrados.

“Sigo yo esperanzado en que algún momento estas personas, estos grupos, que son dueños de los medios de comunicación, corporativos, los jefes editoriales, los columnistas, que viven de esta parte del morbo, de la especulación, de la intriga, y que tienen un nivel extraordinariamente bajo en términos de calidad técnica, de calidad periodística, no tienen fuentes, usan rumores, ojalá que en algún momento suban el nivel, no tengo demasiada esperanza a estas alturas”, relató.

Incluso señaló que  afortunadamente, pocas personas en el país se dejan engañar con las publicaciones que hoy en día realizan los medios. Atribuyó la filtración de sus fotografías a la prensa amarillista, pero no habló de la razón que lo llevó a exponerse, y a exponer a las personas que estuvieron cerca de él, de esa manera.

Se limitó a explicó que los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) acababan de emitir un documento donde actualizan las recomendaciones respecto al seguimiento de las personas que han tenido COVID-19. Dijo que dicho documento es semejante a uno que se publicó en México, y que ahora se analiza para hacer la actualización correspondiente en el del país.

Detalló que en dicho documento se comenta que en general, a 10 días del inicio de los síntomas, las personas que tienen COVID leve y COVID moderado tienen una resolución completa respecto a la carga viral. La carga viral dijo, es la cantidad relativa de virus activo que se encuentran en la vía respiratoria y que puede en un momento dado ser expelidos a partir de gotas, gotículas y aerosoles como material contagiante.

Precisó que personas con COVID grave, que requirieron hospitalización porque tuvieron un daño pulmonar avanzando, pueden tardar varios días más en dejar de seguir expeliendo material contagiante, siendo que en algunos casos toma hasta tres o cuatro semanas.

Añadió que en términos generales se recomienda que las personas ya no se sigan haciendo pruebas, porque el hacerse pruebas puede llevar a la detección de cantidades de virus que ya son irrelevantes respecto a la capacidad contagiante, pero que todavía aparecen en una prueba tan sensible como la PCR.

“En mi caso la carga viral todavía es contagiante, entonces por esa razón y dado que tengo una ocupación pública de alto contacto con las personas funcionarias del gobierno federal es importante que yo verifique que yo no soy contagiante y en este momento sí soy contagiante, pero la regla general es: no es indispensable en personas con COVID leve y moderado seguir haciendo pruebas, y en general a los 10 días ya se considera que la probabilidad de que sean contagiantes es sumamente baja”, explicó.

Cuestionado sobre el tratamiento que siguió y cómo fue su evolución, el colaborador del presidente López Obrador dijo que era importante no confundirse entre lo público y lo privado. Dijo que todas las personas, incluido él, tienen derecho a la confidencialidad y derecho a reservar su información privada.

“Evidentemente, nuestro estado de salud, las condiciones en las que fuimos tratados son parte de esa vida privada, esto aplicó en mi caso, aplicó en el caso del presidente cuando él estuvo enfermo y lo estuvimos comentando. Al ser figuras públicas, al ser funcionarias y funcionarios públicos, comentamos sobre lo que atañe a nuestra vida pública y lo que es de interés público, pero somos muy enfáticos en la importancia de reservar y preservar el derecho a la confidencialidad”, esgrimió el funcionario.

Justificó que si él comentara sobre los aspectos que son particulares a su situación de salud, sus condiciones biológicas, su tratamiento, su tiempo de recuperación, estaría haciendo un grave daño al transferir una idea como si su propia experiencia pudiera ser generalizada de manera directa a cualquier otra persona; por ello dijo, se abstendrá absolutamente de hacer referencias particulares a su condición o mi tratamiento.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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