El grupo de expertos de la ONU encargado de fijar criterios para fiscalizar las promesas verdes de empresas, bancos, ciudades y regiones pidió este martes que se les prohíba autodenominarse cero emisiones netas mientras sigan invirtiendo o construyendo nuevos suministros de combustibles fósiles.

Además, reclaman que a estos actores no estatales se les impongan requisitos regulados para alcanzar la neutralidad en carbono y que se prohíba a los lobbies influir en las políticas ambientales estatales, según el informe presentado en el marco de la cumbre del clima de Egipto, COP27.

“La neutralidad carbono es totalmente incompatible con una inversión sostenida en combustibles fósiles” explicó el informe, encargado por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que pidió acabar con el “engaño tóxico” que suponen esas prácticas.

Los expertos quieren poner así un límite al denominado “lavado verde de imagen” (“greenwashing”) que emplean empresas, ciudades y países.

Según las promesas de descarbonización de los últimos meses, el 90% de la economía global está cubierta por algún tipo de promesa de neutralidad carbón, según la web especializada Net Zero Tracker.

“Es muy fácil anunciar que vas a ser neutral en carbono en 2050. Pero tienes que cumplir, y lo que hemos visto es que no hay suficiente acción”, dijo Catherine McKenna, exministra de Medioambiente y Cambio Climático de Canadá y jefa del panel de expertos.

Según comentó, ahora mismo es “extremadamente difícil” evaluar adecuadamente si las empresas están recortando emisiones, y pidió una mayor transparencia.

El informe hace varias recomendaciones, entre ellas el que los gobiernos apliquen regulación vinculante.

Otra recomendación central del panel es que los planes de neutralidad carbono estén alineados con el ambicioso objetivo del Acuerdo de París de 2015 de limitar el calentamiento global a +1.5 ºC al final del siglo, respecto a la era preindustrial.

Para llegar a ello, los científicos de la ONU estiman que es necesario recortar a la mitad las emisiones mundiales en 2030.

En los últimos años, ha prevalecido la preocupación por el hecho de que muchas empresas no recortan las emisiones siguiendo las recomendaciones científicas, o bien afirman estar compensando su creciente contaminación mediante la compra de “créditos” o el anuncio de planes de reforestación o de desarrollo de energías renovables.

El informe agrega que las promesas a largo plazo deben ser acompañadas de planes precisos, con objetivos cada cinco años.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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