Millones estadounidenses están llamados a las urnas en las primarias demócratas de este martes, en las que domina Joe Biden frente a Bernie Sanders. Son cuatro estados los que realizan votaciones, aunque uno de ellos, Ohio, canceló de última hora su jornada por temor a la propagación del Covid-19.
During this time when we face an unprecedented public health crisis, to conduct an election tomorrow would force poll workers and voters to place themselves at an unacceptable health risk of contracting coronavirus.
— Governor Mike DeWine (@GovMikeDeWine) March 17, 2020
“Si bien las urnas se cerrarán mañana, el Secretario de Estado @FrankLaRose buscará un remedio a través de los tribunales para extender las opciones de votación para que cada votante que quiera votar tenga esa oportunidad” (en una fecha posterior)”, dijo el gobernador de Ohio, Mike DeWine, ayer por la noche en Twitter.
Las votaciones previstas en otros tres estados, Arizona, Florida e Illinois, se mantuvieron con fuertes medidas de precaución. El lunes, Donald Trump consideró “inútil” aplazar las primarias, aunque dejó la decisión a los estados.
En Florida, las autoridades trasladaron decenas de centros electorales que estaban en casas de ancianos y distribuyeron abundante gel antibacterial en todos centro de votación.
Pero, entre los temores al contagio y el hecho de que dos millones de personas votaron con anticipación, las filas eran practicamente inexistentes.
Un grupo de organizaciones de derechos humanos de Florida exigió a las autoridades estatales que se extienda la posibilidad de votar por mail.
Luisiana, Georgia, Maryland y Kentucky, que debían votar en los próximos días (Luisiana el 4 de abril, Georgia 19 de marzo, Kentucky 19 de mayo y Maryland el 28 de abril) pospusieron sus primarias para mayo y junio. Otros podrían seguir el ejemplo, puesto que las medidas de prevención para evitar el contagio del coronavirus se están reforzando muy rápidamente en todo Estados Unidos.
Biden, que ya ha ganado más delegados, que son los que designan al candidato en la convención partidaria, está a unos veinte puntos por delante de Bernie Sanders en la mayoría de las encuestas nacionales.
NEW: Joe Biden is projected to win the primary in Washington state, according to the AP. The state had been too close to call after last week's vote. https://t.co/bqt7RfUFBN pic.twitter.com/1cAFYNStoj
— NPR (@NPR) March 17, 2020
Además, el exvicepresidente acaba de sumar una victoria en el estado de Washington, que celebró primarias la semana pasada, por un estrecho margen de 37.9% contra 36.4% para Sanders.
La votación de este martes, por lo tanto, podría otorgarle a quien fuera la mano derecha de Barack Obama una ventaja decisiva.
Biden, de 77 años, tuvo un buen desempeño en el debate demócrata del domingo pasado, impidiendo que Sanders, de 78 años, pudiera recuperar la ventaja.
Durante el encuentro, anunció que elegiría a una mujer como candidata a la vicepresidenta, lo que debería reunir suficiente apoyo entre los demócratas que quedaron decepcionados porque un grupo récord y muy diverso de precandidatos terminó decantándose por dos hombres blancos septuagenarios.
While Arizona, Florida and Illinois are still voting today, going to the polls amid the coronavirus outbreak is a personal decision and we respect whichever choice voters make. If you do go to the polls, please see CDC guidance on keeping yourself safe: https://t.co/dS8dW76GwH
— Bernie Sanders (@BernieSanders) March 17, 2020
Después de una serie de fracasos, Sanders, quien se autoproclama socialista democrático, reconoció la semana pasada que había perdido, por el momento, el tema crucial de estas primarias: convencer a los votantes que él es capaz de impedir que Donald Trump logre un segundo mandato.
Todavía muy popular entre los jóvenes, el senador se aferra sin embargo a la contienda y aprovechó el debate para desafiar a Biden en ciertas posiciones de su larga carrera política, con más de 35 años en el Senado y ocho años en la vicepresidencia. Sanders reiteró que si pierde las primarias, apoyará al candidato nominado para desafiar a Trump.
En Florida, en particular, los demócratas de origen cubano tienen dificultades para digerir ciertos comentarios de Bernie Sanders considerados demasiado benevolentes hacia el régimen de los Castro.