Las autoridades rusas denunciaron ante Naciones Unidas sus sospechas de que Ucrania prepara un “montaje” de fosas comunes en la ciudad de Ragovka, cerca de la capital, Kiev.

El enviado adjunto de Moscú ante la ONU, Dimitri Polianski, ha reiterado las acusaciones de Rusia a Ucrania por su supuesta autoría del ataque sobre la estación de tren de Kramatorsk del pasado viernes, que dejó cerca de 40 personas sin vida.

En este sentido, dijo que aunque que aquella “provocación” falló, las autoridades ucranianas “tratan de tener en cuenta sus errores y de trabajar de forma más limpia”.

“Se están esforzando mucho. En los últimos días hemos pasado información a la ONU sobre las próximas provocaciones que estarían preparando”, ha añadido Polianski en alusión a las supuestas fosas comunes de Ragovka.

Por otro lado, informó que periodistas de medios occidentales habrían presuntamente llegado a la ciudad de Kremina antes de un supuesto ataque de falsa bandera por parte del Ejército ucraniano.

Por otro lado, Polianski acusó a las autoridades ucranianas de haber estado maltratando y adoctrinando a la población desde hace al menos ocho años. “Es triste que Ucrania se haya hundido en la crueldad desenfrenada y ciega sin ir a la zaga de Estado Islámico”, dijo.

En este contexto, el enviado adjunto ante Naciones Unidas justificó que la “operación militar” en territorio ucraniano “no tenía alternativa” y es “necesaria” no solo para el “futuro de Ucrania”, si no, según él, para “la seguridad de Rusia y todos sus demás vecinos”.

Paralelamente, el alcalde de Mariúpol declaró este lunes que más de 10,000 civiles han muerto en esa ciudad desde que Rusia invadió al país a finales de febrero pasado.

El alcalde añadió que las fuerzas rusas han llevado crematorios móviles para incinerar los restos humanos y se niegan a permitir corredores humanitarios a la ciudad, en un intento por encubrir las matanzas.

Horas antes, Rusia aseguró haber destruido sistemas de defensa antiaérea ucranianos en un aparente intento de conseguir la superioridad aérea y privar a Ucrania de armas que Kiev considera cruciales para hacer frente a una inminente ofensiva rusa desde el este.

Rusia aseveró que usó misiles crucero para destruir cuatro plataformas antiaéreas S-300 en las afueras de Dnipro.

Indicó que Ucrania recibió los sistemas antiaéreos de un país europeo al que no nombró. La semana pasada, Eslovaquia le dio a Ucrania sistemas S-300 de diseño soviético, pero niega que hayan sido alcanzados. Previamente Rusia reportó dos bombardeos contra sistemas similares en otros dos lugares.

La ofensiva inicial de Rusia se estancó en varios frentes ante la firme resistencia de los ucranianos, que les impidieron a los rusos tomar la capital y otras ciudades. La falta de superioridad aérea ha impedido a los rusos cobijar desde el aire a sus tropas en tierra, limitando su avance y probablemente haciéndolas blanco fácil de los ucranianos.

Ante su fracaso en tomar gran parte de Ucrania, Rusia ha recurrido al bombardeo aéreo de centros urbanos, el ejemplo de ello fue lo sucedido en Bucha. La guerra ha reducido a escombros a ciudades enteras, ha matado a miles de personas y ha dejado a Rusia política y económicamente aislada.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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