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BOMBARDEOS

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Cuando está por cumplirse un mes del inicio de la guerra en Gaza, los líderes de las agencias de la ONU exigieron este lunes un alto el fuego humanitario, mientras las autoridades sanitarias del enclave dijeron que los muertos por los ataques israelíes superaba ya los 10,000, entre ellos más de 4.000 niños.

Israel ha rechazado la creciente presión internacional en favor de un alto el fuego, alegando que primero Hamás debe liberar a los rehenes que capturó durante su asalto a Israel el pasado 7 de octubre.

“Una población entera está asediada y atacada, sin acceso a lo esencial para sobrevivir, bombardeada en sus hogares, refugios, hospitales y lugares de culto. Esto es inaceptable”, dijeron los jefes de la ONU en una declaración conjunta.

“Necesitamos un alto el fuego humanitario inmediato. Ya han pasado 30 días. Ya es suficiente. Esto debe parar ya”, añadieron.

Entre los 18 firmantes se encuentran el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk; el jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y el jefe de ayuda de la ONU, Martin Griffiths.

Israel, que dice que sus fuerzas han rodeado la ciudad de Gaza, se enfrenta a una creciente presión por las muertes de civiles. Una ofensiva diplomática estadounidense en la región pretende evitar una escalada del conflicto.

El ejército israelí defiende que sus ataques alcanzaron “túneles, terroristas, complejos militares, puestos de observación y puestos de lanzamiento de misiles antitanque”.

En tanto, las autoridades fronterizas de Gaza confirmaron que el paso fronterizo de Rafah había reanudado sus operaciones para permitir la entrada en Egipto de personas con pasaportes extranjeros y palestinos gravemente heridos.

Recordemos que la semana pasada se permitió la salida de Gaza hacia Egipto de cientos de extranjeros y heridos, pero desde el 3 de noviembre no se había informado de ninguna salida adicional.

El ministro turco de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, dijo a su par estadounidense, Antony Blinken, en una reunión en Ankara, que era urgente un alto el fuego en Gaza-

Blinken realizó este domingo una visita no anunciada a Cisjordania para reunirse con el Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, quien se sumó a los llamados internacionales en favor de un alto el fuego inmediato.

Blinken reiteró la preocupación de Estados Unidos de que un alto el fuego pueda ayudar a Hamás, mientras que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, descartó por ahora la posibilidad de un alto el fuego.

El director de la CIA estadounidense, William Burns, también tenía previsto visitar Israel este lunes para hablar de la guerra y de inteligencia con las autoridades, informó el New York Times. Burns también hará escala en otros Estados de la región, según un funcionario estadounidense anónimo.

En un comunicado, Hamás pidió al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que forme un comité para visitar los hospitales de Gaza y verificar la “falsa versión” de Israel de que Hamás utiliza los hospitales como emplazamientos.

En tanto, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amirabdollahian, dijo a la televisión estatal que Estados Unidos había enviado un mensaje a Irán en los últimos tres días diciendo que buscaba un alto el fuego en Gaza, pero en la práctica Irán sólo había visto el “apoyo de Estados Unidos al genocidio en Gaza”.

Diversos países de América Latina condenaron en las últimas horas los ataques israelíes contra un campo de refugiados densamente poblado en la Franja de Gaza.

Argentina, donde reside la mayor comunidad judía de Latinoamérica, Perú y México arremetieron contra los ataques israelíes, que según el gobierno de Gaza, territorio controlado por Hamás, causaron la muerte de casi 200 personas.

Los pronunciamientos de los países en la región, se suman a lo que funcionarios de derechos humanos de la ONU han afirmado acerca de que los ataques podrían constituir crímenes de guerra.

Esta semana, Bolivia cortó sus relaciones diplomáticas con Israel por el bombardeo y asedio de Gaza y el creciente número de víctimas civiles, mientras que Colombia y Chile retiraron a sus embajadores en el país.

En tanto, “el Perú condena y condenará la violencia venga de donde venga”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.

Por parte de México, Alicia Buenrostro, encargada de Negocios en la Representación Permanente de México ante Naciones Unidas, que intervino en una sesión especial de emergencia sobre Gaza, pidió a Israel que cese en su reivindicación de los territorios palestinos, abogando por una solución de dos Estados.

“Esto debe parar”, dijo y añadió que México aumentaría su ayuda a los refugiados palestinos.

Si bien la diplomática exigió a Hamas la liberación inmediata y sin condiciones de los rehenes bajo su custodia, entre los que se encuentran dos mexicanos, también subrayó que la respuesta israelí a dichos ataques ha tenido un saldo de más de siete mil personas fallecidas, más de 18,400 heridas, además de daños incalculables a la infraestructura y otros bienes civiles palestinos.

La embajadora hizo un llamado al cese inmediato y duradero de hostilidades en todos los territorios palestinos ocupados, especialmente los ataques en contra de civiles, por todas las partes del conflicto, y reiteró el llamado al establecimiento de un corredor humanitario y a levantar el estado de sitio en el que se encuentra actualmente la población palestina.

Y es que la profundización de la violencia en la Franja de Gaza está causando un número cada vez mayor de víctimas. La población civil, en particular mujeres, niños y ancianos, es la que se ve más afectada por este conflicto.

“Nada justifica la violación del derecho internacional humanitario”, dijo por su parte en un comunicado la Cancillería argentina que instó a Israel a permitir la entrada de ayuda en el territorio ocupado.

En los últimos días, Israel ha rechazado incluso las peticiones de sus aliados más cercanos, entre ellos Estados Unidos, para que se ponga fin a la violencia, y ha prometido destruir a Hamás, que atacó Israel el pasado 7 de octubre.

Según el gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu, más de 1,400 israelíes murieron y cerca de 230 fueron tomados como rehenes en el ataque sorpresa; mientras que el Ministerio de Sanidad de Gaza ha denunciado que al menos 8,796 palestinos, entre ellos 3,648 niños, han muerto por ataques israelíes.

Un ataque ruso destruyó este lunes un edificio residencial en el centro de Ucrania, dejando cinco muertos y decenas de heridos, en un momento en que Rusia intensifica sus bombardeos tras una serie de ataques con drones en su territorio.

Dos misiles rusos golpearon por la mañana la ciudad de Krivói Rog: uno impactó en un edificio de viviendas dejando cinco muertos, incluida una niña de diez años, y al menos 64 heridos, según el responsable de la administración militar de la ciudad, Oleksandr Vilkul.

“Bombardearon edificios residenciales, un edificio universitario, una intersección vial. Lamentablemente, hay muertos y heridos. Puede haber gente bajo los escombros”, dijo en Facebook el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunciando una vez más el “terrorismo ruso”.

En las imágenes difundidas por el mandatario, se podía ver un edificio de viviendas afectado en varios pisos. Otro misil impactó en un centro educativo que según las mismas imágenes, estaba completamente destruido.

El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, anunció que los ataques de Moscú contra infraestructuras militares ucranianas, habían “aumentado considerablemente” en respuesta a los ataques contra territorio ruso ocurridos en los últimos días.

Y es que la península de Crimea, territorio ucraniano anexionado por Rusia en 2014, así como otros territorios rusos, fueron atacados en las últimas semanas con drones; el domingo, un ataque con estos aparatos dañó dos edificios en un barrio de negocios de Moscú, aunque fueron daños menores.

Zelenski se mostró satisfecho el domingo por esos ataques, considerando que la guerra estaba llegando al fin “a Rusia”.

“Progresivamente, la guerra llega al territorio de Rusia, a uno de los centros simbólicos y sus bases militares. Es un proceso inevitable, natural y absolutamente justo”, declaró el mandatario ucraniano.

“Ucrania se está haciendo más fuerte”, agregó el presidente, advirtiendo que su país debía prepararse ante nuevos ataques contra infraestructuras energéticas el próximo invierno.

El ministro ruso de Defensa aseguró por su parte que la contraofensiva ucraniana, iniciada a principios de junio tras meses de preparación, estaba siendo “infructuosa” y que “las armas occidentales no están conduciendo al éxito” de Kiev, sino a “prologar el conflicto”.

El Kremlin consideró este lunes que los drones lanzados contra Moscú era un “acto desesperado” de Ucrania, cuya contraofensiva, según Rusia, es un fracaso.

Por su parte, la viceministra ucraniana de Defensa, Ganna Maliar, contradijo a Moscú calificando de “éxito” la actuación de las tropas ucranianas en el sur del país, donde han logrado recuperar nuevos territorios en los últimos dos meses.

Según Maliar, la contraofensiva en marcha ha permitido “liberar” 12.6 km2 de territorios ocupados, hasta un total de 204.7 km2 desde el inicio de la operación.

El sur de Ucrania sufrió su tercera noche consecutiva de bombardeos rusos que golpearon especialmente al puerto de Odesa, en el mar Negro, nuevo objetivo de Moscú desde que se retiró de un acuerdo de granos clave para la alimentación mundial.

Ucrania acusa a Rusia de atacar de manera específica sus infraestructuras portuarias con el objetivo de impedir cualquier posible reinicio de sus exportaciones de cereales.

Al menos dos civiles murieron en bombardeos en Odesa y Mikolaiv, otro puerto del sur de Ucrania, en la desembocadura del río Bug en el mar Negro, informaron las autoridades locales que difundieron imágenes de edificios en llamas y fachadas destrozadas.

La fuerza aérea ucraniana indicó que Rusia lanzó en total 38 misiles y drones contra las dos ciudades.

“Lamentablemente no es posible interceptar todos los misiles, en particular los misiles supersónicos Kh-22 y Onyx, que son muy difíciles de destruir”, precisó en Telegram Oleg Kiper, gobernador de la región de Odesa.

Estos misiles, que Rusia utiliza muy poco, ya fueron lanzados durante un ataque en la noche del martes contra terminales de granos e infraestructuras portuarias de Odesa y de Chornomorsk, destruyendo silos y 60,000 toneladas de cereales.

El ejército ruso informó hoy que “solo” atacó instalaciones militares en la región de Odesa y cerca de Mikolaiv.

Tras amenazas de parte de Moscú, Ucrania advirtió este jueves que todos los buques que naveguen el mar Negro hacia Rusia y zonas ocupadas por las tropas de Moscú podrán ser considerados “como transporte de mercancías militares con todos los riesgos asociados”.

Y es que recordemos que el inicio de la ofensiva rusa en febrero de 2022 provocó el bloqueo de los puertos ucranianos en el mar Negro hasta que en julio del año pasado se firmó un acuerdo mediado por Turquía y la ONU, que fue prolongado en dos ocasiones.

Sin embargo, el lunes pasado el Kremlin anunció que se retiraba del pacto después de meses quejándose del incumplimiento de una disposición del acuerdo para exportar sus productos agrícolas y fertilizantes.

Los bombardeos rusos han cobrado la vida de al menos 15 personas y obligaron a evacuar los hospitales de la ciudad ucraniana de Jersón, en una ofensiva que en los últimos días dejó sin luz, agua y calefacción a muchas grandes ciudades del país.

Según el presidente ucraniano, Volodimir Zeenski, había aún este viernes por la noche “más de seis millones” de hogares sin electricidad, pese a los esfuerzos de reconexión a la red en momentos en que las temperaturas tocan los cero grados centígrados debido a la llegada del invierno.

Los bombardeos del viernes siguieron destruyendo Jersón, la primera gran ciudad en caer en manos rusas tras la invasión el pasado 24 de febrero, pero recuperada por los ucranianos el 11 de noviembre, en el último gran revés de la ofensiva del presidente ruso, Vladimir Putin.

“Hoy murieron 15 habitantes de la ciudad de Jersón y 35 resultaron heridos, entre ellos un niño, debido a los bombardeos del enemigo”, dijo Galyna Lugova, una funcionaria de la administración militar local. Los “constantes” ataques rusos también obligaron a evacuar hospitales de la ciudad, añadió.

Otro bombardeo ya había causado 11 muertos y casi 50 heridos el jueves por la noche en esta localidad.

Zelenski denunció la estrategia de destruir las infraestructuras energéticas en momento en que las temperaturas han descendido por la llegada del invierno como un “crimen contra la humanidad” y sus aliados occidentales la definieron como “crímenes de guerra”.

Rusia asegura que solo apunta contra infraestructuras militares y acusa a la defensa antiaérea ucraniana de los apagones.

Putin proclamó el viernes que Rusia va a “alcanzar sus objetivos” en Ucrania y denunció a los “enemigos del área informativa” que buscan “depreciar, desacreditar” la operación militar rusa.

El mandatario hizo esas declaraciones al reunirse por primera vez con un grupo de madres de soldados rusos muertos en Ucrania, a quienes les dijo que compartía su “dolor”.

Rusia lanzó este lunes una serie de bombardeos coordinados y mortales contra varias ciudades de Ucrania, incluida la capital, y amenazó con réplicas “severas” en caso de nuevos ataques por parte de Kiev.

Al menos 11 personas murieron y 89 resultaron heridas tras la mayor campaña de ataques en meses, según la policía ucraniana.

Estas agresiones “constituyen otra escalada inaceptable de la guerra”, denunció el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, según su portavoz, Stephane Dujarric.

Los bombardeos se producen en una aparente represalia a la explosión que destruyó parcialmente el sábado pasado el puente que conecta la península de Crimea con Rusia continental, clave para el envío de suministros a las tropas rusas en Ucrania.

Putin acusó a los servicios secretos ucranianos de haber provocado la potente explosión y calificó el incidente de “acto terrorista”.

El tráfico de trenes y autos estuvo interrumpido varias horas después del incidente que dejó tres muertos y que fue atribuido a un camión bomba. El puente había sido apenas inaugurado por Putin en 2018.

El ejército ucraniano afirmó que las fuerzas rusas habían disparado 75 misiles sobre ciudades de todo el país, en una jornada de ataques que incluyó el uso de drones iraníes lanzados desde Bielorrusia.

Recordemos que el último bombardeo contra la capital ucraniana fue en junio pasado.

Dirigiéndose a su Consejo de Seguridad, el presidente ruso Vladimir Putin aseguró que si continuaban los “intentos de ataques terroristas” por parte de Ucrania, las réplicas serán “severas”.

En tanto, el número dos del Consejo de Seguridad, el expresidente Dmitri Medvedev, afirmó que los bombardeos solo eran el “primer episodio” y reclamó el “desmantelamiento total” del poder político ucraniano.

Paralelamente, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, aliado de Putin, acusó a Lituania, Polonia y Ucrania de preparar ataques contra su país y anunció el despliegue de tropas conjuntas con Rusia.

En un discurso a la nación, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo que esta mañana había sido “difícil” y explicó que el objetivo de las fuerzas rusas era el sistema energético y los civiles.

Según el primer ministro ucraniano Denis Chmygal, 11 estructuras importantes fueron dañadas en ocho regiones y en la capital. Por su parte el jefe de la diplomacia ucraniana, Dmytro Kuleba, estimó que Putin está “desesperado a raíz de las derrotas en el campo de batalla”.

Por eso, añadió, usa “el terrorismo de los misiles para intentar cambiar el ritmo de la guerra a su favor”.

Las reacciones a los ataques no se hicieron esperar. Reino Unido calificó los ataques de “inaceptables”; la Unión Europea y Polonia dijeron que se trataba de “crímenes de guerra”; Francia prometió incrementar la ayuda militar a Kiev.

Alemania señaló que la entrega de un primer sistema de defensa antiaérea a Ucrania era inminente. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, condenó los “horribles e indiscriminados” ataques.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó los bombardeos y prometió que el mandatario ruso rendirá cuentas por las “atrocidades” cometidas durante la guerra.

“Estados Unidos condena firmemente los ataques rusos con misiles de hoy en Ucrania, incluida Kiev. Estos ataques mataron e hirieron a civiles, además de destruir infraestructura no militar”, criticó el presidente estadounidense en un comunicado.

Finalmente, todos los países de las Naciones Unidas se reúnen este lunes para debatir una condena a la anexión de regiones ucranianas por parte de Moscú, horas después de los ataques rusos a diversas ciudades de Ucrania.

Con esta resolución, cuya votación se espera no antes del miércoles, las naciones occidentales apuntan a mostrar que la Rusia del presidente Vladimir Putin está aislada en la escena internacional.

Los enfrentamientos se multiplicaron este viernes en el este de Ucrania, donde los separatistas ordenaron evacuar a los civiles hacia Rusia, generando nuevos temores de que el presidente Vladimir Putin esté ultimando los preparativos para invadir el país.

El mandatario ruso admitió una “agravación de la situación” en Donbás, región donde el ejército ucraniano se enfrenta desde hace ocho años a las fuerzas separatistas apoyadas por Moscú.

El retumbar de las bombas se percibía en Stanytsia Luganska, una localidad ucraniana bajo control de las fuerzas gubernamentales cerca de la línea del frente. Anteriormente, esta ciudad ya fue blanco de bombardeos, que alcanzaron una guardería, un ataque que no dejo ningún muerto.

Los dirigentes de las autoproclamadas repúblicas separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk (ambas en el Donbás) ordenaron la evacuación de la región.

Denis Pushilin, el líder de Donetsk, anunció en un video “una salida masiva y centralizada de la población” hacia Rusia. Leonid Passetshnik, al frente de Lugansk, pidió que la población abandonara el territorio “para evitar víctimas civiles”.

Las autoridades ucranianas señalaron 45 violaciones al alto el fuego por parte de los separatistas prorrusos el viernes. Éstos, a su vez, informaron de 27 disparos por parte del ejército ucraniano en las últimas horas.

Este aumento de los combates tiene lugar en plena escalada de tensiones entre Rusia y los países occidentales, que acusan a Moscú de haber desplegado decenas de miles de soldados en la frontera con Ucrania con miras a invadirla.
Rusia niega estos planes y desde el martes anunció una serie de retiradas de sus tropas en la frontera, aunque según Kiev, sigue habiendo más de 150 mil efectivos rusos.

Los países occidentales dudan del repliegue parcial ruso, ilustrado con imágenes de tanques cargados en trenes.

El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, dijo que sigue viendo “más tropas rusas desplazándose” hacia la frontera ucraniana.

En una conversación telefónica con su homólogo ruso, Serguéi Shoigú, Austin instó a “una desescalada, al regreso a sus bases de las fuerzas rusas que rodean Ucrania y a una solución diplomática”, indicó el Pentágono.

Con el mundo tratando de desentrañar las intenciones de Putin, Rusia anunció que el sábado realizaría maniobras de sus “fuerzas estratégicas”, incluyendo disparos de misiles balísticos y de crucero. Según el ministerio ruso de Defensa, los ejercicios están destinados a “probar el nivel de preparación” de las fuerzas involucradas y la “fiabilidad de las armas estratégicas nucleares y no nucleares”.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, garantizó que se trata de “un entrenamiento regular” que ha sido “notificado a diversos países por varias vías”.

Desde Múnich, Alemania, donde se celebra una conferencia anual sobre seguridad y defensa, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que una guerra entre Rusia y Ucrania sería “catastrófica” y subrayó que no debería haber “alternativa a la diplomacia”.

Las violaciones del alto el fuego en el este de Ucrania aumentaron el temor de Occidente a que Rusia esté buscando un “pretexto” para invadir la exrepública soviética. Desde 2014, más de 14,000 personas han muerto en este conflicto y más de 1.5 millones han tenido que abandonar sus hogares.

Los acuerdos de paz firmados en 2015 en Minsk permitieron instaurar un alto el fuego y reducir considerablemente los enfrentamientos. Pero con esta nueva escalada, se teme que Ucrania reaccione violentamente y dé a a Putin una justificación para pasar al ataque.

Israel continuó con los bombardeos a Gaza desde el aire, mientras militantes palestinos siguieron disparando cohetes a través de la frontera a primera hora de este miércoles, echando por tierra las versiones que apuntaban a un alto al fuego.

Dirigentes israelíes afirmaron que seguían adelante con la ofensiva contra Hamás y la Yihad Islámica; un portavoz militar israelí reconoció que, con un arsenal estimado de 12,000 misiles y morteros en Gaza, “todavía tienen suficientes cohetes para disparar”.

Dos trabajadores tailandeses murieron y siete personas resultaron heridas en un ataque con cohetes el martes contra una granja israelí situada en la frontera de Gaza, según la policía. Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, y la Yihad Islámica se atribuyeron la responsabilidad.

También se lanzaron cohetes contra las ciudades de Ashdod, Ashkelon y Beersheba, más al norte, provocando que los residentes tuvieran que buscar refugio.

Los funcionarios médicos de Gaza afirman que han muerto 217 palestinos, entre ellos 63 niños, y más de 1,400 personas han resultado heridos desde que comenzaron los combates el 10 de mayo. Por su parte las autoridades israelíes afirman que 12 personas han muerto en Israel, entre ellas dos niños; con esto serían 229 las víctimas mortales hasta el momento.

Israel dijo que su aviación atacó viviendas pertenecientes a varios militantes de Hamás que se usaban como centros de mando o para almacenar armas. A primera hora del miércoles, la artillería israelí bombardeó objetivos en el sur de la Franja de Gaza.

Desde que comenzó el actual conflicto, casi 450 edificios de la Franja de Gaza han sido destruidos o gravemente dañados, entre ellos seis hospitales y nueve centros de atención de salud primaria, según la agencia humanitaria de las Naciones Unidas. Unos 48,000 de los 52,000 desplazados han acudido a 58 escuelas gestionadas por la ONU.

Israel sostuvo que se han lanzado más de 3,450 cohetes desde Gaza, algunos de los cuales no alcanzaron su objetivo y otros fueron derribados por sus defensas aéreas, conocidas como la Cúpula de Hierro.

Hamás comenzó a lanzar cohetes hace nueve días en represalia por lo que considera abusos israelíes contra los palestinos en Jerusalén durante el mes sagrado musulmán del Ramadán.

Las actuales hostilidades son las más serias entre el grupo militante e Israel en años y, en un cambio frente anteriores conflictos en Gaza, han contribuido a alimentar la violencia callejera en las ciudades israelíes entre judíos y árabes.

Foto: Twitter @PalinfoAr

El número de palestinos muertos a causa de los bombardeos perpetrados por Israel contra la Franja de Gaza desde hace una semana asciende a más de 200, entre ellos 58 niños, según han informado las autoridades del enclave, controlado por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).

El Ministerio de Sanidad gazací ha detallado este lunes que el total de víctimas mortales asciende a 201, incluidos 43 muertos en los bombardeos del domingo contra la calle Al Uehda, mientras que ha indicado que 1,253 personas han resultado heridas en los ataques.

Entre las últimas víctimas figura el alto cargo de Yihad Islámica Husam Abú Harbid, quien ha muerto en un bombardeo contra su vivienda en el noreste de la Franja, según ha informado el Ejército israelí a través de su cuenta en la red social Twitter.

Abú Harbid sería el comandante del grupo en el norte del enclave y está acusado por Israel de ser “responsable directo” de ataques con proyectiles y misiles anticarro lanzados desde el norte de Gaza contra zonas de territorio israelí cercanas a la frontera.

La muerte de Abú Harbid ha sido confirmada por fuentes citadas por la agencia palestina de noticias Maan, que han señalado que su casa en la localidad de Beit Hanun ha sido alcanzada en un bombardeo ejecutado a primera hora del día.

Tras ello, las Brigadas Ezeldín al Qasam, el brazo armado de Hamás, ha anunciado un ataque contra un buque de guerra israelí frente a las costas de Gaza, así como el disparo de proyectiles contra territorio israelí ante la “continua agresión contra el pueblo palestino”.

En respuesta, el Ejército israelí dijo haber impedido un intento de Hamás de llevar a cabo un ataque contra Israel desde el mar y ha agregado que “durante los últimos días” han sido identificados “movimiento sospechosos” por parte de la ‘fuerza naval’ del grupo islamista.

Por otra parte, fuentes citadas por Maan han indicado que entre los muertos en las últimas horas hay tres civiles cuyo vehículo ha sido alcanzado en un ataque aéreo cerca del puerto de Ciudad de Gaza, en medio de una noche de intensos bombardeos por parte de las fuerzas israelíes.

El Ejército israelí ha detallado durante la jornada que en el marco de la operación ‘Guardián de los Muros’ ha alcanzado más de 820 “objetivos terroristas” y ha “neutralizado” a más de 130 “terroristas”.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han denunciado además la muerte de diez ciudadanos israelíes tras el disparo de más de 3,150 cohetes contra el país; el 90% de ellos han sido interceptados por el sistema antiaéreo ‘Cúpula de Hierro’.

En este contexto, los grupos palestinos han continuado disparando proyectiles contra puntos de Israel durante la jornada de este lunes, lo que ha provocado que las alarmas antiaéreas hayan sonado en zonas cercanas a la frontera, sin que por ahora haya informaciones sobre víctimas.

El primer ministro palestino, Mohamad Shtayé, ha reclamado este mismo lunes a la comunidad internacional que actúe para “detener la agresión” por parte de Israel. Al balance de víctimas en Gaza hay que sumar la muerte de más de 20 palestinos a manos de las fuerzas de seguridad israelíes en Cisjordania.

Las tensiones bilaterales aumentaron el pasado 9 de mayo, cuando las fuerzas israelíes irrumpieron nuevamente en la Explanada de las Mezquitas, lugar conocido como Monte del Templo por los judíos, y lanzaron gases lacrimógenos incluso en el interior de la mezquita de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado para los musulmanes.

En respuesta, Hamás lanzó varios proyectiles contra Jerusalén y sus alrededores, tras varias advertencias a Israel sobre la represión policial, lo que llevó a Israel a responder con una campaña de bombardeos contra el enclave, a la que las facciones palestinas han respondido incrementando sus disparo de cohetes.

Foto: Twitter @AmichaiStein1

El número total de palestinos fallecidos en los bombardeos israelíes en los últimos días en Gaza ya llega a 83, anunció este jueves el ministerio de Salud de la Franja, gobernada por el movimiento islamista Hamás.

Entre los fallecidos hay 17 niños y además se contabilizan 487 personas heridas, según las mismas fuentes. Portavoces militares israelíes dijeron que han bombardeado Gaza más de 600 veces desde el lunes y desde la Franja los movimientos armados palestinos han lanzado más de 1.600 cohetes en dirección a Israel.

En una nueva ofensiva aérea contra Gaza, Israel atacó un edificio residencial de seis pisos en la ciudad de Gaza que, según dijo, pertenecía a Hamas, el grupo islamista que controla el enclave palestino.

En los últimos ataques palestinos, un cohete se estrelló contra un edificio cerca de la capital comercial de Israel, Tel Aviv, hiriendo a cinco personas, informó la policía. Las alertas de cohetes se activaron en el sur del país, pero también en Tel Aviv, por primera vez desde el inicio de la escalada el lunes, así como en el norte. Todos los vuelos con destino al aeropuerto internacional de esa ciudad fueron desviados hasta nuevo aviso.

Israel situó tropas de combate a lo largo de la frontera de Gaza y estaba en “varias etapas de preparación de operaciones terrestres”, dijo un portavoz militar, una medida que recuerda incursiones similares durante las guerras Israel-Gaza de 2014 y 2008-2009.

En los combates que se viven dentro de Israel, donde parte del 21% de la minoría árabe está participando en protestas propalestinas violentas, los ataques de judíos contra árabes que cruzan áreas de mezcla étnica empeoraron.

El ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, ordenó este jueves un despliegue “masivo” de fuerzas de seguridad en ciudades donde cohabitan israelíes y palestinos con ciudadanía israelí, para combatir la violencia interna registrada en los últimos días.

Ante el recrudecimiento de la violencia, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunirá de nuevo este viernes, por tercera vez en la semana.

Durante las dos primeras videoconferencias Estados Unidos se opuso a una declaración conjunta para detener los enfrentamientos, al considerarla “contraproductiva” de momento, según diplomáticos.

No obstante, Washington anunció el envío de un emisario a Israel y a los Territorios Palestinos ocupados para exhortar de nuevo a la “desescalada”, mientras que Moscú pidió una reunión del Cuarteto para Oriente Medio (UE, Rusia, EEUU, ONU).

Pese a ello Netanyahu, que habló por teléfono con el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que pretende “seguir” bombardeando para debilitar la “capacidad militar” de Hamás.

El presidente palestino, Mahmud Abas, que se encuentra en Cisjordania, habló con el jefe de la diplomacia estadounidense Antony Blinken para pedirle que haga “cesar los ataques israelíes”.

Por su parte, Blinken hizo saber en un tuit que le había manifestado la “necesidad de poner fin a los ataques con cohetes y reducir las tensiones”.

Las autoridades de la Franja de Gaza, controlada por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han elevado este miércoles a 53 los palestinos muertos por los bombardeos israelíes que se registran desde el pasado lunes, y que han dejado además más de 300 heridos.

El Ministerio de Sanidad gazací ha señalado en su último balance que entre las víctimas mortales hay catorce niños y han agregado que hasta ahora hay 320 heridos, según ha recogido la agencia palestina de noticias Maan, que ha indicado que al menos ocho palestinos han muerto en bombardeos perpetrados durante las últimas horas en varias
zonas de Gaza.

Señalaron que entre las víctimas figuran cuatro jóvenes que se encontraban en una calle de Ciudad de Gaza, así como cuatro agricultores alcanzados por un ataque aéreo en el norte de la Franja, sin que las autoridades israelíes se hayan pronunciado sobre estas informaciones.

Por otra parte, al menos seis israelíes han muerto por el impacto de proyectiles disparados por las facciones palestinas desde Gaza y por un ataque con misil anticarro en el área de Moshav Netiv HaAsara, según las autoridades
israelíes.

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) ha condenado “en los términos más firmes” la muerte el martes de cuatro niños palestinos cerca del campamento de Beit Hanun, en el norte de Gaza, todos ellos miembros de la misma familia.

“Tenían menos de doce años y eran conocidos por la agencia porque iban a escuelas de la UNRWA”, ha señalado la organización en un comunicado, en el que ha trasladado sus condolencias a sus familias y a los miembros de las comunidades “tan cruelmente afectadas por esta última escalada”.

A primera hora de este miércoles, Hamás y Yihad Islámica han asegurado que los ataques con proyectiles contra territorio de Israel continuarán “hasta que el enemigo ponga fin a su agresión”.

La Sala Conjunta que integran los brazos armados de ambas facciones, consideradas como grupos terroristas por Israel, ha señalado que la bautizada como operación ‘Espada de Jerusalén’ continúa” para proteger al pueblo y los lugares sagrados”, en lo que ha descrito como “una batalla sagrada”.

En este contexto, el brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezzeldín al Qassam, han asegurado haber lanzado 15 proyectiles contra el área de Dimona, donde se encuentra en principal reactor nuclear de Israel, así como otros 50 contra la ciudad de Ashdod, una de las más golpeadas por los cohetes disparados.

Estos lanzamientos han provocado nuevamente que se activaran las alarmas aéreas en la zona, así como en las ciudades de Ascalón y Beersheba, sin que por el momento haya informaciones sobre víctimas mortales o heridos por esta nueva batería de proyectiles.

Los disparos han sido efectuados poco después de que el Ejército de Israel y el Shin Bet, la agencia de seguridad del país, indicaran que varias personas cercanas a Mohamed Deif, jefe de las Brigadas de Ezzeldín al Qasam, han muerto en los bombardeos ejecutados.

Según la agencia estatal turca de noticias, Anatolia, Israel habría rechazado la propuesta planteada por Naciones Unidas y Egipto de un alto el fuego con Hamás. Presuntamente, Egipto y Naciones Unidas estarían trabajando para lograr detener los enfrentamientos.

En este sentido, el ministro de Defensa israelí, Benjamin Gantz, ha incidido en que las operaciones continuarán y que el país “no se prepara para un alto el fuego”. “Ahora mismo no hay fecha de finalización para la operación”, ha dicho, según reporta el diario ‘The Times of Israel’.

“Únicamente cuando logremos una calma total podremos hablar sobre calma”, ha sostenido, en el marco de una visita a la ciudad de Ascalón. “No escucharemos discursos moralistas contra nuestro deber de proteger a los ciudadanos de Israel”, ha zanjado Gantz, quien era jefe del Ejército israelí durante la operación ‘Margen Protector’ de 2014.

Los recientes enfrentamientos son los de mayor tamaño desde la operación ‘Margen Protector’, que se saldó con la muerte de 66 soldados y cinco soldados israelíes, así como más de 2.000 palestinos, la mayoría de ellos civiles, según los datos recogidos por Naciones Unidas, y que concluyó con un acuerdo de alto el fuego pactado con la mediación de Egipto.

El Ejército de Israel ha destacado además que ha llevado a cabo un bombardeo contra un equipo de Hamás que se preparaba para lanza un dron contra territorio israelí, así como contra un lanzacohetes controlado por el grupo, considerado como una organización terrorista por las autoridades israelíes.

Asimismo, ha asegurado haber “neutralizado” al jefe de Inteligencia Militar de Hamás, Hasán Kaogi, y a su ‘número dos’, Uail Isa, quien era además jefe del Departamento de Contraespionaje e Inteligencia Militar. “Parece que nuestra información de Inteligencia era mejor”, ha añadido.

Las autoridades de Gaza han detallado durante la jornada que entre los últimos objetivos bombardeados por Israel figuran decenas de edificios gubernamentales, incluidas comisarías, edificios de Interior y Seguridad y otras instalaciones, según la agencia Maan.

Foto: Twitter @agusantonetti

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió este domingo haberse referido a la operación militar junto a sus aliados en Siria con la polémica frase de “Misión cumplida”.

 

 

“La incursión siria se llevó a cabo tan perfectamente, con tanta precisión, que la única forma en que los medios de comunicación falsos pudieron degradarla fue mediante mi uso del término Misión cumplida”, indicó Trump en la red Twitter.

 

La frase hizo evocar de forma inmediata el discurso prematuro de victoria en la guerra de Irak del entonces presidente George W. Bush a bordo del portaaviones USS Abraham Lincoln el 1 de mayo de 2003. Una pancarta que proclamaba “Misión Cumplida” se veía detrás de Bush mientras declaraba el fin de las principales operaciones de combate en Irak, una afirmación desmentida después por los hechos con los años de dura lucha que siguieron al anuncio.

 

Trump resucitó la frase en un tuit el sábado después de las operaciones lanzadas por fuerzas militares estadounidenses, británicas y francesas en respuesta a un presunto ataque químico del régimen sirio que el 7 de abril mató a más de 40 personas en Duma, una ciudad controlada por rebeldes cerca de Damasco.

 

“Sabía que se aprovecharían de esto, pero sentimos que era un término militar tan grandioso, que debía volver a usarse. ¡Úsenlo con frecuencia!”, tuiteó el domingo, esto a pesar de que altos mandos militares de Estados Unidos dijeran el sábado que los ataques aéreos alcanzaron “el corazón” de las instalaciones de armas químicas de Siria, pero que aún iban a ver cómo responderá el gobierno de Bashar al Asad.

 

Con información de AFP / Foto: Archivo APO

El embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoli Antónov, emitió un comunicado en el que aseguró que habrá consecuencias al ataque militar ordenado por el Presidente Donald Trump en contra del régimen sirio.

 

“Hemos advertido que esas acciones no dejarán de tener consecuencias. Toda la responsabilidad por ellas recae en Washington, Londres y París”, escribió Antónov a través del perfil de la Embajada Rusa en Facebook.

 

 

“Se está poniendo en marcha un escenario pre-diseñado”, afirmó el embajador, asegurando que  los peores temores se han hecho realidad y las advertencias de Moscú no han sido escuchadas. “Insultar al presidente de Rusia es inaceptable e inadmisible”, esto al señalar que las reiteradas acusaciones del presidente Donald Trump a Rusia sobre ser el responsable por permitir los ataques químicos en Siria.

 

En el comunicado se señala que “hemos advertido que esas acciones no se van a dejar sin consecuencias” y reclamaron que al ser Estados Unidos el país que posee el mayor arsenal de armas químicas, “no tienen derecho moral a culpar a otros países”.

 

Al menos 15,735 personas, entre ellas 6,609 civiles, han muerto en Siria a causa de los bombardeos de Rusia, aliada del Gobierno de Damasco, iniciados el 30 de septiembre de 2015, según el recuento publicado hoy por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

 

Entre los civiles fallecidos hay al menos 1,642 menores y 1,005 mujeres, desglosó la ONG.

 

Los ataques aéreos rusos también han causado 4,767 bajas en las filas del grupo terrorista Estado Islámico (EI) y 4.359, en grupos rebeldes e islamistas, entre los que figura el Organismo de Liberación del Levante, la alianza de la exfilial siria de Al Qaeda.

 

La intervención de Rusia en el conflicto sirio ha permitido a las fuerzas gubernamentales recuperar el terreno que habían perdido.

 

Actualmente, el Ejército sirio y sus aliados controlan más del 56,87 % de la superficie del país, es decir, más de 105.172 kilómetros cuadrados, frente al 22 % que dominaban a finales de 2015, de acuerdo a los datos del Observatorio.

 

Con información de EFE / Foto: Archivo APO