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Petróleos Mexicanos (Pemex) es el principal riesgo fiscal que enfrentará el Gobierno federal en los próximos años, advirtió este martes Carlos Capistrán, economista en jefe para México y Canadá en Bank of America (BofA).

“Efectivamente, Pemex es un riesgo y probablemente el riesgo fiscal número uno que tiene la presente Administración y que va a enfrentar la siguiente Administración”, explicó Capistrán en una conferencia virtual.

Capistrán consideró que el Gobierno federal corre el riesgo de que su déficit sea aún mayor con el esfuerzo que realiza por rescatar a la petrolera, que recordemos, es la más endeudada del mundo. Recordó que el presupuesto aprobado por el Congreso para 2024 muestra un deterioro fiscal significativo, con el mayor déficit fiscal que ha tenido el país en 30 años.

En este sentido, el economista de BofA insistió en que el riesgo se agrava con los apoyos fiscales a Pemex, que van desde la reducción de los impuestos hasta los apoyos directos contemplados en el presupuesto.

Capistrán mencionó que antes Pemex y el Gobierno contaban con el mismo grado de inversión de las calificadoras globales y ahora Pemex ha perdido este nivel, por lo que los estímulos fiscales a la petrolera estatal vulneran las finanzas públicas de México y su calificación crediticia.

En ese sentido, la agencia calificadora Moody’s rebajó la nota de riesgo crediticio Pemex a B3 desde B1, lo que coloca a la petrolera a un solo nivel de caer en lo que se denomina especulación de alto riesgo.

La semana pasada, Moody’s redujo la Evaluación Crediticia Base a ca desde caa3, lo que indica que sería muy probable que la empresa caiga en default sin el respaldo del Estado mexicano.

De acuerdo a lo señalado por la agencia en su más reciente decisión, la nueva evaluación se deriva de la falta de liquidez que enfrenta la empresa, a un mayor costo del capital y a los vencimientos de deuda en el corto plazo.

Moody’s apuntó que Pemex enfrentará mayores riesgos de negocio al continuar ampliando su capacidad de refinación y al tratar de incrementar su producción. Y es que la petrolera ha venido registrando fuertes pérdidas por la baja en los precios del crudo, así como por los distintos accidentes en sus instalaciones y plataformas.

Para darnos una idea de la crisis, Moody’s recordó que la producción de crudo ha caído en los últimos años, al pasar de un promedio de 3.4 millones de barriles diarios en 2004 a 1.9 millones al cierre de 2023.

La calificadora Standard & Poor’s (S&P) ratificó la calificación crediticia de México en ‘BBB’, con perspectiva estable, al descartar afectaciones por los comicios del próximo 2 de junio, y en un entorno de tendencias adversas a nivel global.

“Este horizonte incluye el período previo a las elecciones nacionales de junio, el período de transición presidencial y el inicio de la próxima administración”, destacó la agencia en su más reciente reporte.

La entidad indicó que espera que se mantenga “un manejo macroeconómico cauteloso, incluida una política monetaria prudente y un retorno a déficits fiscales bajos” en los dos próximos años, justo de cara a las elecciones más grandes de México, el periodo de transición presidencial y el inicio de la próxima Administración.

Descartó posibles iniciativas políticas que puedan afectar el ambiente de negocios o la tendencia de crecimiento económico de largo plazo para el país.

Esto, en la antesala de la presentación del último paquete de reformas del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) donde ha delineado cambios en materia de pensiones, salarios mínimos, energía, seguridad, el poder judicial y órganos autónomos, entre otras.

En contraste, previó que la próxima administración del Gobierno deberá aprovechar las oportunidades de inversión desatadas por la relocalización de empresas extranjeras, fenómeno conocido como ‘nearshoring’.

Por su parte, anticipó como un riesgo a la baja el alto nivel de déficit que sostiene el Gobierno, lo que podría conducir a un margen de endeudamiento más pronunciado, a pesar de tres años consecutivos reduciendo su nivel de deuda con respecto a su producto interno bruto (PIB).

Hasta ahora, agencias como Moody’s y Fitch Ratings también han mantenido la perspectiva estable para la calificación soberana de México, con niveles de ‘Baa2’ y ‘BBB-0’, respectivamente.

Sobre la decisión de la calificadora, la Secretaría de Hacienda dijo que la ratificación de la calificación soberana permitirá al país continuar con un acceso favorable a los mercados nacionales e internacionales.

“La Secretaría de Hacienda y Crédito Público mantiene su compromiso por mantener la estabilidad en las finanzas, así como en la deuda pública”, dijo la dependencia a través de un comunidado.

México recuperará la Categoría 1 en seguridad área por parte de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) tras dos años de haberla perdido, según reveló esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

“Una buena noticia, ayer de manera no oficial, porque van a hacer el trámite la semana que viene, ya le informaron a la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena. Habló con ella el secretario de Transporte del Gobierno de Estados Unidos (Pete Buttigieg) para informarle que han decidido ya entregar a México la Categoría 1″, dijo el mandatario en su conferencia de prensa matutina.

Recordemos que fue en mayo de 2021 cuando la FAA degradó a Categoría 2 la calificación de seguridad aérea de nuestro país, al señalar que no se cumplía con los estándares de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), una clasificación que comparte con países como Pakistán, Tailandia, Ghana, Malasia y Bangladesh.

El cambio de categoría impide, hasta ahora, abrir nuevos servicios y rutas a Estados Unidos, mientras que a las empresas estadounidenses les prohíbe compartir asientos con vuelos operados por empresas mexicanas, lo que afectaba la competitividad de México.

Y aunque la medida afecta al Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM), también golpeaba duramente al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), obra insignia del gobierno de López Obrador, quien ha venido impulsando a la nueva terminal aérea y con la decisión de la FAA no ha podido sumar más rutas internacionales.

En ese sentido, AMLO busca recobrar la categoría para impulsar al AIFA, que solo transportó 912,415 pasajeros nacionales e internacionales en 2022, un 62% por debajo de la meta de 2.4 millones del Plan Maestro de Desarrollo.

“Entonces es buena noticia, que lo van a formalizar la semana próxima, le agradecemos mucho al secretario de Transporte de Estados Unidos, le agradecemos mucho al presidente (Joe) Biden”, comentó López Obrador.

La recuperación de la categoría ocurriría tras la visita de Buttigieg en junio pasado a nuestro país, cuando acudió visitó el AIFA.

“Se cumplieron todos los requisitos y por eso ya deciden regresar a México, en el caso del aeropuerto, a que tenga esa categoría. Esto es también un signo, una señal, de que son muy buenas las relaciones”, remató López Obrador.

La agencia Fitch rebajó este viernes la calificación crediticia de Pemex de “BB-” hasta “B+” con perspectiva negativa, lo que representa más dificultades financieras para la petrolera más endeudada del mundo, pues la nueva calificación es considerada en un grado altamente especulativo de inversión.

La calificadora justificó su decisión por el “persistente desempeño operativo débil” que ha resultado en la caída de los puntajes relevantes de los criterios de medioambiente, sociedad y gobernanza (ESG) de la empresa del Estado.

La caída del grado crediticio de Pemex “limitará sus fuentes de financiamiento de bancos, inversionistas y proveedores”, advirtió la agencia.

La nueva calificación crediticia coloca a Pemex a dos peldaños de los llamados bonos “basura”.

“La rebaja de estos puntajes relevantes refleja el impacto social y ambiental asociado con los múltiples accidentes de Pemex en sus instalaciones desde febrero de 2023, lo que ha resultado en muertos y heridos dentro de sus empleados, y en daños a su infraestructura crucial”, apuntó Fitch en su comunicado.

La reducción de la calificación ocurre una semana después de un accidente que dejó dos muertos en una plataforma de Pemex en Campeche, en el sureste del país.

La última vez que una de las grandes calificadoras internacionales disminuyó el grado crediticio de Pemex fue en julio de 2022, cuando Moody’s la rebajó de “Ba3” a “B1” con perspectiva estable días después de bajar la calificación del crédito soberano de México a “Baa2”.

Las calificadoras han coincidido en las dificultades de Pemex para solventar su deuda, que alcanzó los 107,728 millones de dólares en 2022, según su reporte financiero.

Fitch aclaró que la perspectiva negativa obedece a las “preocupaciones” sobre la habilidad del Gobierno de México y su voluntad para mejorar la liquidez de la compañía y su estructura de capital dentro de los próximos dos años sin concesiones de sus acreedores.

Pemex, agregó la agencia, enfrenta vencimientos de bonos por un total de 4,600 millones de dólares en 2023 y por 10.900 millones de dólares en 2024. “El refinanciamiento de este deuda expondrá a la compañía a mayores gastos por intereses que presionarían más su flujo de efectivo”, indicó.

Los retos financieros de Pemex ocurren pese a la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de “rescatar” a la empresa del Estado, a la que ha ofrecido recursos de la Secretaría de Hacienda.

Recordemos que la empresa reportó una ganancia neta de 1,187 millones de dólares en todo 2022, un resultado positivo que rompió con 9 años consecutivos de pérdidas.

La agencia Moody’s bajo la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex), de Ba3 a B1, y mejoró su perspectiva a “estable” desde “negativa”, ante sus altos vencimientos de deuda y la necesidad de financiamiento externo.

Con esto, la nota crediticia de Pemex se mantiene en un grado especulativo de inversión o lo que es conocido como bono basura.

La semana pasada, la calificadora sorprendió al reducir la nota de México de Baa1 a Baa2 argumentando que las tendencias económicas y fiscales “seguirán mermando” el perfil crediticio del país, lo que también influyó en la baja de Pemex.

La revisión de las calificaciones de Pemex “fue motivada por la rebaja de la calificación de México, dada la importancia crítica de la solidez financiera del gobierno y el apoyo en la evaluación del perfil crediticio de la petrolera debido a su alto riesgo de liquidez”, señaló la calificadora en un comunicado.

La agencia también consideró los altos vencimientos de deuda de Pemex para el periodo 2022-2024, su necesidad de un financiamiento externo y el limitado acceso de la petrolera a los mercados de capital debido a un alto riesgo crediticio intrínseco.

La calificadora también advierte que la empresa no podrá aumentar su producción y reservas petroleras debido a la falta de recursos para invertir en exploración e infraestructura.

Y es que la petrolera mantiene una pesada deuda financiera que al cierre de 2021 ascendía a 108,000 millones de dólares.

Pemex debe incrementar sus inversiones para revertir un prolongado declive de su producción petrolera, que cayó de un promedio de 3.4 millones de barriles diarios en 2004 a los 1.7 millones actuales.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha buscado aliviar las finanzas de la principal empresa estatal, a la que considera un baluarte de la soberanía nacional. Ha destinado una fuerte suma de recursos para apuntalar a la petrolera, por lo que ha recibido diversas criticas de “echar dinero a un barril sin fondo”.

La calificadora Moody’s sorprendió este viernes al revisar a la baja la nota soberana de México a “Baa2” desde “Baa1” argumentado tendencias económicas y fiscales que prevé seguirán mermando de manera gradual, pero persistente, el perfil crediticio del país.

La agencia modificó también la perspectiva a “estable” desde “negativa” y explicó que el cambio refleja su expectativa de que, en ausencia de choques imprevistos y a pesar de crecientes presiones económicas y fiscales, el perfil crediticio de México seguirá alineado con el de soberanos con la misma calificación.

“Moody’s espera que la actividad económica continúe siendo afectada por débiles perspectivas de inversión y rigideces estructurales, factores que impedirán revertir el impacto que la pandemia tuvo sobre la actividad económica”, dijo en un comunicado la agencia.

Señaló que el gobierno ha mantenido políticas fiscales “relativamente prudentes”, lo que ha permitido limitar el deterioro en los indicadores de deuda.

Sin embargo, destacó que la fortaleza fiscal de México se verá afectada “de una manera cada vez más manifiesta” por mayor rigidez del gasto público asociada al apoyo del gobierno a las empresas estatales como Pemex, y alertó sobre el estado de los fondos de estabilización fiscal.

“Prácticamente se han agotado”, dijo. “En conjunto, estos elementos restringirán la capacidad de las autoridades para responder a choques durante los próximos años”, subrayó Moody’s, a la vez que estimó que los apoyos gubernamentales a Pemex se mantendrán entre el 1% y 1.5% del PIB anual.

En una respuesta casi inmediata, la Secretaría de Hacienda de México dijo en un comunicado que pese a la baja de la calificación, la deuda mantiene una posición “robusta” ante los mercados internacionales y tiene ” amortiguadores financieros” suficientes para enfrentar escenarios de riesgo global.

El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, apuntó que Moody’s era la calificadora que tenía a México en un nivel de calificación más alto, y señaló que con la decisión anunciada hoy, el país aún se mantiene dos grados arriba del nivel de inversión en la escala de esta agencia.

“Para ponerlos en perspectiva, Fitch nos tiene un nivel arriba y S&P dos niveles arriba”, dijo el funcionario.

Añadió que de las 7 agencias que han evaluado a México, 6 ratificaron su calificación y 7 mantienen una perspectiva estable en la nota. “México está entre los principales países emergentes con grado de inversión”, finalizó.

Moody’s finalizó señalando que espera que el PIB de México se expanda un 2% en promedio entre 2022 y 2024, con lo que la economía volverá a los niveles previos a la pandemia en 2023.

La decisión de Moody’s llega luego de que esta misma semana, Standard and Poor’s (S&P) revisó la perspectiva de la nota crediticia soberana de México a “estable” desde “negativa”, citando políticas fiscales y monetarias más cautelosas y confirmó su calificación soberana de largo plazo en moneda extranjera de “BBB”.

La agencia Fitch Ratings ratificó esta martes en “BBB-” la calificación crediticia de México, con perspectiva “estable”, citando un marco de política macroeconómica prudente, así como finanzas externas estables y sólidas.

Sin embargo, Fitch advirtió de “un débil crecimiento” económico de 2% para 2022, con lo que aún no se estaría alcanzando el nivel prepandemia.

“La calificación está constreñida por débil gobernanza, débil crecimiento a largo plazo, la continua intervención política que afecta los prospectos de inversión, y la potencial carga de Pemex”, indicó Fitch en su informe.

Al inicio de la pandemia y la crisis internacional de los precios del petróleo, en marzo y abril de 2020, las tres grandes calificadoras internacionales, Standard & Poor’s, Fitch y Moody’s, bajaron la calificación crediticia de México. Pero desde entonces las han mantenido en el mismo nivel: Moody’s en Baa1, Fitch en BBB- y S&P en BBB, hasta ahora.

“La calificación de México está apoyada por un marco prudente de política macroeconómica, finanzas externas robustas y estables, y un porcentaje de deuda/PIB que se proyecta que permanezca estable”, añadió Fitch.

La calificadora enfatizó el “débil” crecimiento de la economía mexicana, que creció 4.8% en 2021, por debajo de la expectativa del gobierno, que esperaba un repunte del 6% tras el desplome histórico de 8.2% de 2020. Ahora Fitch pronosticó que el crecimiento se “ralentizará” a 2% en 2022 y permanecerá en ese nivel en 2023.

Aunque la agencia destacó el crecimiento anual de 1.6% del PIB en el primer trimestre de 2022, también consideró que la inversión privada todavía está por debajo de su potencial por las “intervenciones políticas”, en particular en el sector eléctrico.

Como riesgos, Fitch enunció las disrupciones en precios y en cadenas de valor por la invasión de Rusia en Ucrania, los confinamientos en China por la COVID-19 y la inflación anual de cerca de 7.7%, la tasa más alta en más de dos décadas.

La agencia Standard & Poors (S&P) confirmó para México las calificaciones crediticias soberanas de largo plazo en moneda extranjera en “BBB” y en moneda local de “BBB+”, aunque las mantuvo con perspectiva negativa al tiempo que pronosticó un crecimiento económico de 5.8% para 2021.

En un comunicado, la agencia dijo que la perspectiva negativa indica “la posibilidad de una baja de calificación durante el próximo año” debido a un perfil fiscal potencialmente más débil.

Esto, dadas las presiones de los pasivos contingentes relacionados “con la magnitud del potencial apoyo extraordinario a las empresas propiedad del gobierno, Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el contexto de una base tributaria no petrolera comparativamente baja y menos espacio fiscal”, y también debido a la incertidumbre en el entorno empresarial que mantendría un débil crecimiento.

S&P indicó que las calificaciones de México se basan en las fortalezas y debilidades de su democracia, la cual ha generado estabilidad política y cambios regulares de gobierno en las últimas dos décadas.

Por otra parte, la firma señaló que México está listo para cerrar 2021 con un repunte del Producto Interno Bruto (PIB) de 5.8%, lo que deja una brecha de producto aún considerable saliendo de la recesión ocasionada por la pandemia “en una economía que ha tenido un historial de bajo crecimiento del PIB”.

La firma consideró que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en la segunda mitad de su mandato continuará con una gestión macroeconómica cautelosa que ha limitado el aumento de la deuda y de los déficits.

Tras conocer la postura de S&P, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) de México emitió un comunicado en el que expuso que S&P destacó la prudencia en el manejo de las finanzas públicas durante la pandemia que fomentó la estabilidad macroeconómica y financiera, lo que permitió que los indicadores económicos del país tuvieran mejores resultados que otras economías similares.

Además, la dependencia dijo que la agencia indicó que para los siguientes años en México se proyectan un manejo responsable de las finanzas y la deuda públicas, que permitirá mantener déficits fiscales moderados y una deuda estable.

Dijo que S&P mencionó en su comunicado que esperan que el avance y fortalecimiento del diálogo entre México, Estados Unidos y Canadá fortalezca las cadenas de suministro y los vínculos transfronterizos en el marco del T-MEC, impulsen la inversión y mejoren el ambiente de negocios en México.

El día de hoy la agencia calificadora Fitch Ratings ratificó la calificación crediticia para la deuda soberana de México en BBB- con perspectiva estable.

“La calificación de México está respaldada por un marco de política macroeconómica prudente, finanzas externas estables y sólidas, y deuda pública/PIB estable proyectada en niveles por debajo de la mediana de ‘BBB'”, indicó la agencia en un comunicado.

La calificadora señaló que el avance logrado en el programa de vacunación mitiga los riesgos asociados al desarrollo de la pandemia. Recordemos que el gobierno federal asegura que al día de hoy, el 84% de la población adulta en el país ya ha recibido al menos una dosis de las vacunas. Fitch resalta que solo el 58% de la población ha recibido una dosis, mientras que el 47% está completamente vacunada.

La agencia resaltó que las finanzas públicas de México continúan mostrando un mejor desempeño que economías similares, registrando una relación deuda pública/PIB muy por debajo de la mediana de países con la misma calificación. Asimismo, destaca que los ingresos tributarios se han fortalecido, destacando la recaudación del IVA dada la sólida recuperación económica presentada en el país.

Fitch Ratings también destacó que, si bien el paquete económico 2022 no vislumbra aumentos en impuestos, existen medidas para incentivar a los pequeños contribuyentes para incorporarse a la formalidad, lo que incrementará la base tributaria.

Sin embargo, advirtió que la calificación se ve restringida por una gobernanza débil, un crecimiento moderado a largo plazo, una intervención política continua que afecta las perspectivas de inversión y las implicaciones para las finanzas del gobierno federal de su estrategia de aliviar la carga tributaria de Pemex.

En su comunicado, también enfatiza el mayor gasto en salud e inversión como prioridades del gobierno federal durante 2022, lo que refleja su compromiso de seguir atendiendo las necesidades creadas por la pandemia, mientras sienta las bases para lograr un crecimiento económico más inclusivo en los próximos años.

De forma similar, el informe resalta el manejo de la deuda por parte del gobierno federal, lo que ha permitido mejorar el perfil de vencimientos de la deuda con un alto porcentaje de denominación en moneda local, lo que reduce el impacto de riesgos externos. Sobre el mediano plazo, la agencia considera que la postura de política fiscal es consistente con una trayectoria estable de la deuda pública.

“Esta ratificación ayuda a preservar el acceso favorable para el sector público y privado a los mercados financieros internacionales y nacionales”, destacó la Secretaría de Hacienda.

Fitch espera un crecimiento del PIB real del 5.9% en 2021 y del 2.8% en 2022. En cuanto a la inflación, recordó que aumentó hasta 2021 y alcanzó el 6.2% en octubre de 2021. La agencia cree que estos efectos son transitorios, pero los precios más altos están alimentando las expectativas de inflación a corto plazo. 

La agencia calificadora también menciona el tema de las recientes elecciones, donde recordó que Morena perdió  la mayoría de dos tercios, lo que disminuye la capacidad del presidente López Obrador para aprobar cualquier reforma constitucional, incluida la reforma eléctrica.

En ese sentido, en caso de aprobarse, Fitch espera que la reforma dé lugar a una inversión insuficiente en el sector eléctrico y precios no competitivos de la electricidad y que debilite la calidad regulatoria de México. Anota que la reforma probablemente también resultaría en mayores necesidades de inversión por parte de CFE y mayores costos de generación, lo que podría aumentar la presión sobre las finanzas públicas y de CFE.

La agencia Moody’s bajó la calificación de riesgo de las obligaciones senior no garantizadas de Deer Park Refining Limited Partnership, a Baa3 desde Baa2, y colocó las notas en revisión para rebajarlas, luego de que se anunciara que Pemex compraría la totalidad de sus acciones.

Una subsidiaria de Royal Dutch Shell acordó vender su 50% en la refinería ubicada en Texas a Pemex en 596 millones de dólares, para convertirse la estatal en la dueña absoluta de la instalación. Se espera que la transacción se cierre en el cuarto trimestre de este año.

“La rebaja de las calificaciones senior no garantizadas de Deer Park a Baa3 refleja la expectativa de Moody’s de que la recuperación total en las ganancias de la compañía y el perfil de apalancamiento se extenderá más allá de 2021”, dijo Moody’s en un comunicado la noche de ayer.

La calificadora espera que Deer Park administre proactivamente sus requisitos de liquidez y refinanciamiento en 2021, incluido el de una línea de crédito renovable a corto plazo de 130 millones de dólares con vencimiento en julio de 2021 con los ingresos de los préstamos de los socios.

La agencia también explicó que la revisión a la baja de las calificaciones de Baa3 “refleja aún más la expectativa de Moody’s de que luego de la venta, las calificaciones de Deer Park serán impulsadas principalmente por su dinámica crediticia independiente y el perfil de deuda mucho más débil de Pemex”.

Recordemos que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo que se recuperaría en dos o tres años la inversión realizada para hacerse del control de la refinería Deer Park.

La evaluación crediticia independiente de Deer Park está limitada por su configuración de refinería única que, según el comunicado, Moody’s no considera acorde con la calificación de grado de inversión, a pesar de la alta complejidad, la escala significativa y alto nivel de flexibilidad en las materias primas.

La agencia calificadora Moody’s ratificó este jueves la calificación crediticia para la deuda mexicana en Baa1, con perspectiva negativa.

La Secretaría de Hacienda aseguró que la decisión está en línea con las ratificaciones de Fitch y S&P emitidas a finales del año pasado. Puntualizó que así las tres agencias calificadoras han reconocido el robusto historial de efectividad de las políticas macroeconómicas.

En su comunicado, Moody’s subraya que espera que la fortaleza fiscal de nuestro país continúe siendo una característica positiva de su perfil crediticio, y que la carga de deuda permanezca por debajo de la mediana de sus pares.

La agencia resalta la solidez de los ingresos públicos derivados de la optimización del marco tributario existente, la reducción en el gasto de operación y el uso de medidas financieras para apoyar a Pemex, como elementos que permitieron contener el déficit y la deuda en 2020.

La calificadora remarca, como un factor relevante de su decisión, su expectativa de que la economía recupere, una vez superada la pandemia de COVID-19, su tendencia de crecimiento de largo plazo. Asimismo, enfatiza el efecto positivo que tendrá el T-MEC en el desarrollo de cadenas de producción integradas al interior de la región de Norteamérica, lo cual beneficiará a México.

Sin embargo, Moody’s menciona como riesgo la posibilidad de que Pemex requiera mayores apoyos que los que la agencia ya descuenta. También señala riesgos a la baja para el crecimiento en los próximos años, particularmente por posible debilidad en la inversión privada. En ese sentido la SHCP recordó las diversas iniciativas estratégicas que se han trabajado en conjunto con el sector privado desde el inicio de la administración, como la aprobación del T-MEC, la reforma laboral en 2019, la reforma de pensiones en 2020 y, recientemente, la reforma a la regulación del outsourcing.

En más, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, dijo que no pareciera haber indicios de que las recientes alzas en la inflación sean permanentes, esto durante la presentación virtual de un informe trimestral de finanzas públicas.

Añadió que las finanzas públicas de México podrían manejar tasas de interés más altas, mientras el país enfrenta mayor presión sobre los precios que han llevado a la inflación significativamente por encima de la tasa objetivo del banco central.

En la primera mitad de abril, el índice de precios al consumidor se aceleró a su mayor nivel en más de tres años a un 6.05% a tasa anual, impulsada por incrementos en los precios de los combustibles.

“Hay espacio para soportar, si los hubiese, aumentos en las tasas de interés sin presionar las finanzas públicas”, dijo por su parte Iván Villarreal, jefe de planificación económica de Hacienda.

Petróleos Mexicanos (Pemex) informó este martes que a partir del 4 de marzo de 2021, la empresa calificadora Fitch Ratings dejará de prestarle sus servicios de calificación de valores tanto a nivel local como global.

Así, Pemex da por terminado el Contrato de Calificación de Valores vigente entre PEMEX y Fitch México S.A. de C.V.

La compañía indicó que dicha decisión se toma debido a la optimización en la contratación de servicios de calificación de valores adoptada anteriormente, para hacer frente al complejo contexto económico actual.

“Esta decisión no representa ningún obstáculo o riesgo para futuras emisiones de valores de PEMEX, ya sea en el mercado nacional o internacional, toda vez que la empresa seguirá contando con los servicios de calificaciones crediticias necesarios que exige el marco regulatorio nacional e internacional para la emisión de valores, proporcionando con ello certidumbre a los inversionistas”, esgrimió Petróleos Mexicanos.

El especialista Luis Gonzali indicó que era Fitch Ratings la calificadora que peor tenía calificado a Pemex, por lo que con su decisión, “de un plumazo, mejoran su perfil crediticio”.

No descartó que en el futuro PEMEX finalice también su contrato con otra de las calificadoras más importantes, Moody’s, para así evitar supervisiones externas.

Por su parte el periodista especializado en energía y negocios, Édgar Sígler, coincidió con Gonzali al señalar que si bien todas las calificadoras tienen diferentes escalas, Fitch Ratings  es la que más baja calificación le ponía a  PEMEX según su propia escala.

La calificadora Standard & Poor’s (S&P) ratificó este jueves la calificación crediticia para la deuda mexicana en moneda extranjera en BBB y en moneda local en BBB+.

La acción de la agencia sirvió a la Secretaría de Hacienda para recordar que dicha calificación posiciona a nuestro país en categoría de grado de inversión.

La dependencia indicó que S&P destacó en su comunicado que México cuenta con una sólida posición externa y un manejo cauteloso de la política fiscal y monetaria, por lo cual esperan que la deuda se mantenga estable a partir del próximo año.

S&P también mencionó que a la par de contener el déficit fiscal, el gobierno federal continúa llevando a cabo una ambiciosa agenda social, económica y política, a pesar de la pandemia. Todo esto sin dejar de priorizar la estabilidad macroeconómica y financiera.

La agencia enfatizó que anticipa que el compromiso del gobierno federal con la responsabilidad fiscal permita estabilizar la deuda a partir del próximo año, y destacó que un historial de políticas macroeconómicas prudentes ha contribuido a preservar la confianza de inversionistas y a tener un amplio acceso a mercados globales de capital, incluso en la compleja coyuntura económica actual.

La decisión de S&P Global se suma a la ratificación de la calificación crediticia del país anunciada por la calificadora Fitch Ratings en noviembre pasado. “Ambas agencias han reconocido las políticas macroeconómicas prudentes y la solidez institucional del país”, destacó Hacienda.

Sobre lo expresado por S&P, que mencionó que un factor clave para fortalecer el crecimiento es tener una inversión privada más robusta, Hacienda indicó que el gobierno federal está trabajando con el sector privado de manera proactiva para reactivar la inversión. Recordó que en las últimas semanas se han presentado dos paquetes de proyectos de infraestructura equivalentes al 2.3% del PIB.

La agencia Fitch Ratings informó este miércoles que mantuvo la calificación de México en BBB- con una perspectiva estable, pese a las especulaciones que había sobre la economía mexicana, aunado a la crisis financiera que trajo la pandemia de Covid-19.

Fitch indicó que su decisión es respaldada por un marco de política macroeconómica consistente, y finanzas externas relativamente estables y robustas.

La agencia calificadora agregó que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) mantendrá una postura fiscal estricta y probablemente implementará una reforma tributaria en 2022.

Así, la calificación crediticia de México se mantiene estable en la categoría de grado de inversión.

Ficht destacó que “el marco de políticas de México sigue siendo una fortaleza” y que en su evaluación abonó a la calificación “el historial de políticas macroeconómicas prudentes, creíbles y consistentes”, lo que refleja una sólida capacidad y flexibilidad institucionales.

Al respecto, la Secretaría de Hacienda indicó que “en este sentido, el sector público y privado de México continúan teniendo acceso a condiciones favorables en los mercados internacionales, especialmente en la coyuntura económica actual”.

La dependencia resaltó que de acuerdo a la agencia, en 2020 México registrará uno de los menores déficits entre los países con calificación crediticia “BBB”, lo que respalda la perspectiva estable.

“El gobierno de México mantiene su compromiso con políticas y marcos institucionales de políticas sólidos, respaldados por una gobernanza y transparencia efectivas y guiados bajo el principio de no corrupción. Esto permitirá que el país siga manteniéndose resiliente ante el desafiante contexto económico mundial”, indicó la secretaría que dirige Arturo Herrera.

La agencia S&P rebajó este jueves la calificación crediticia de México en moneda extranjera a largo plazo a “BBB” desde “BBB+”, y mantuvo su perspectiva negativa, lo que refleja la posibilidad de que haya nuevas bajas a la nota soberana durante los siguientes meses.

La modificación de hoy, así como las que se posiblemente se produzcan en los próximos meses, se dan en el marco de la crisis sanitaria que golpea al mundo por el nuevo coronavirus, Covid-19.

Con esta modificación, la deuda de México queda a dos escalones de la categoría considerada como “basura” por los mercados, en tanto la calificación de crédito soberano en moneda local a largo plazo también fue rebajada a ‘BBB+’ desde ‘A-‘”, según un comunicado.

“Esperamos un golpe pronunciado en la economía mexicana luego de los shocks combinados de COVID-19, en México y Estados Unidos, su principal socio comercial, y de los precios mundiales más bajos del petróleo”, dijo la calificadora en un comunicado emitido este jueves.

S&P prevé que estos choques, aunque temporales, empeorarán la ya débil tendencia en la dinámica de crecimiento del PIBlocal para 2020-2023 que reflejan, en parte, la baja confianza del sector privado y la escasa dinámica de inversión.

Recordemos que la economía mexicana decreció un 0.1% durante 2019, su primer declive en una década, golpeada por la menor inversión de las empresas en el primer año de gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Esta debilidad, aunada a los riesgos por la propagación del virus y la dramática caída de los precios de crudo, llevó al Banco de México (Banxico) a recortar su pronóstico para el crecimiento de la economía a un rango de entre 0.5% y 1.5%, aunque varias firmas de análisis ya están anticipando caídas de hasta 4.5%.

Este jueves la agencia de calificadora, Moody’s recortó el pronóstico de crecimiento económico de México a 0.5 por ciento para este año, cifra por debajo de su estimación preliminar de 1.2 por ciento, argumentando la contracción de las inversiones como principal motivo de esta revisión.

“Esta menor expectativa de crecimiento se debe principalmente a una fuerte contracción en las inversiones brutas de capital fijo que comenzó en agosto de 2018, que es poco probable que se recupere. Creemos que la disminución de las inversiones refleja una menor confianza de los inversores en la dirección de la política gubernamental y las condiciones comerciales generales”, indicó.

El ajuste de la calificadora se da luego de que el miércoles el Banco de México recortó su pronóstico de crecimiento para la economía de México a un rango de 0.2- 0.7 ciento desde 0.8 – 1.8 por ciento.

Esta revisión se trató de la quinta actualización a la baja que el Banco Central hace de su estimado para el PIB de este año, desde que lo diera a conocer en noviembre de 2017. En su informe trimestral de esa ocasión, el Banxico pronosticó una tasa de expansión de entre 2.2 y 3.2 por ciento.

Los primeros recortes a la previsión de crecimiento en el presente Gobierno se dieron este año: el 28 de febrero, el Banco Central redujo el pronóstico a un rango de 1.1-2.1 por ciento desde el 1.7-2.7 por ciento y el 29 de mayo Banxico decidió bajar la cifra a un rango de 0.8-1.8 por ciento.