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Autoridades capitalinas detuvieron la tarde de ayer a Carlos Caro Quintero, identificado como hermano del capo del narcotráfico Rafael Caro Quintero, quien fue aprendido en julio del año pasado.

“Esta tarde compañeros de Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSCCDMX) detuvieron en la alcaldía Miguel Hidalgo a Carlos “N”, integrante de un grupo delincuencial que opera en el norte del país, se le aseguró un vehículo sin placas y un arma de fuego”, dijo en su cuenta de Twitter Omar García Harfuch, titular de la dependencia.

De acuerdo con el Registro Nacional de Detenciones, Carlos Caro fue detenido por la policía de Ciudad de México en la calle Sierra Ventana, en la colonia Lomas de Chapultepec, en una casa en obra negra.

Junto al detenido, fue asegurado un vehículo de lujo sin placas y un arma de fuego, así como 4 cargadores y 33 cartuchos útiles; un paquete con ocho kilos de marihuana y 124 dosis de cocaína, según reportes periodísticos.

Según las autoridades, el presunto delincuente ya se encuentra en la Fiscalía Especializada de Delitos Contra la Salud de la fiscalía capitalina, en espera de que se determine su situación jurídica.

Recordemos que cuenta con antecedentes penales en Jalisco desde el 2019 y Durango en 2022, por los delitos de portación dearma de fuego y por alterar la paz en vía pública.

Recordemos que el fundador del Cartel de Guadalajara, Rafael Caro Quintero, fue uno de los principales capos en la década de 1980 y de los primeros en enviar droga a gran escala a Estados Unidos.

Hasta ahora el único hermano de Rafael del que se sabía estaba involucrado en actividades delictivas era Miguel Ángel Caro Quintero, quien también fue detenido en nuestro país en 2001 y extraditado a Estados Unidos en 2009 donde se declaró culpable de narcotráfico y entregó información sobre el Cartel de Sonora.

Tras cumplir una sentencia de 17 años en prisión en Estados Unidos, Miguel Ángel fue puesto en libertad y regresó a México.

El gobierno de México ya recibió la solicitud formal de Estados Unidos para extraditar a Rafael Caro Quintero, detenido hace un mes, según reveló este martes el presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Cuestionado por la solicitud de extradición de Washington, el mandatario respondió que “sí, claro que sí” la ha recibido.

“Yo creo que sí, Relaciones (Exteriores) debe de tener ya la solicitud y la Fiscalía (General de la República) lo mismo”, señaló.

Sus declaraciones se producen tras cumplirse un mes del arresto de Caro Quintero, el 15 de julio en Sinaloa, con fines de extradición a Estados Unidos, donde la Agencia Antidrogas (DEA) lo considera el capo más buscado.

Pero la extradición se ha retrasado porque Caro Quintero, fundador del Cártel de Guadalajara, ha obtenido amparos para suspender de forma indefinida su traslado a Estados Unidos, donde está acusado del secuestro, tortura y asesinato en 1985 de Enrique “Kiki” Camarena, agente especial de la DEA.

“El señor Caro Quintero ha promovido amparos, entonces su asunto está en la Fiscalía y en el Poder Judicial, por lo que a nosotros corresponde, vamos a fijar nuestra postura con la opinión del secretario de Gobernación (Adán Augusto López) y el secretario de Relaciones Exteriores (Marcelo Ebrard)”, comentó López Obrador.

Fiel a su estilo, López Obrador aprovechó para denunciar la “intromisión alevosa de las agencias del gobierno de Estados Unidos” tras declaraciones anónimas de agentes de la DEA a la prensa nacional e internacional en las que expresaron su desconfianza en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

El presidente también rechazó la información de que hubo cerca de 14 intentos de detener a Caro Quintero desde 2013 entorpecidos por autoridades mexicanas.

López Obrador opinó que los agentes siguen con la misma concepción de “los tiempos” del expresidente Felipe Calderón, cuando Estados Unidos realizó el operativo “Rápido y furioso” para introducir armas al país y rastrear a narcotraficantes.

“Ahora se respeta nuestra soberanía y nosotros le tenemos mucha confianza a las Fuerzas Armadas de México, al Ejército y la Marina, y no aceptamos esos comentarios porque son una falta de respeto a nuestro país, a nuestra soberanía”, manifestó.

Fundador del Cártel de Guadalajara, Caro Quintero fue uno de los principales capos en la década de 1980 y de los primeros en enviar droga a gran escala a Estados Unidos. La DEA otorgaba una recompensa de 20 millones de dólares por su captura, la cifra más elevada ofrecida por el arresto de un fugitivo por parte de la agencia antidrogas.

Las cajas negras del helicóptero que se desplomó durante el operativo de captura de Rafael Caro Quintero, que dejó un saldo de 14 marinos sin vida, serán analizadas en Estados Unidos por la empresa Sikorsky, fabricante de la aeronave.

En entrevista con la agencia The Associated Press (AP), el contralmirante José Orozco, vocero de la Secretaría de Marina, indicó que técnicos de la dependencia viajarán mañana a Estados Unidos para participar en el diagnóstico del siniestro junto a personal de la FGR y expertos de la compañía fabricante.

Orozco dijo que el registro de los dos últimos minutos de vuelo que tienen las llamadas cajas negras será clave a la hora de determinar la causa del desplome.

El envío de las cajas negras, que guardan los registro de las aeronaves, a los fabricantes es algo habitual en este tipo de incidentes. Los primeros datos, aún preliminares, apuntan a que pudo haber problemas con el sistema de alimentación de combustible” aunque se desconoce si se debió a un error humano o falla técnica.

El helicóptero Black Hawk de la Marina se desplomó el 15 de julio en Los Mochis, Sinaloa, horas después de la captura de Caro Quintero con fines de extradición a Estados Unidos, en donde es acusado de delincuencia organizada y del secuestro y asesinato de un agente de la agencia antidrogas estadounidense, la DEA, en 1985.

Según dijo entonces el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la aeronave estaba encargada de dar seguridad a los efectivos que participaron en la detención del capo. La Marina descartó desde el primer momento que  el desplome pudiera deberse a un ataque y siempre lo calificó de “accidente”.

El presidente ordenó una investigación exhaustiva que está a cargo de la Fiscalía General de la República. Esta mañana pidió a la Semar informar sobre el estado de la investigación.

El fiscal de Estados Unidos, Merrick Garland, sostuvo una conversación telefónica con su contraparte mexicana, el Fiscal Alejandro Gertz, para abordar el tema de la extradición de Rafael Caro Quintero, detenido la semana pasada en nuestro país.

De acuerdo con un comunicado del Departamento de Justicia estadounidense, “los dos líderes reafirmaron su compromiso compartido de continuar trabajando al unísono en la extradición de Caro Quintero y se comprometieron a continuar construyendo sobre una colaboración exitosa en investigaciones criminales y enjuiciamientos de delitos transfronterizos”.

Caro Quintero, de 69 años y uno de los líderes del extinto cártel de Guadalajara, es acusado de varios delitos, incluido el secuestro y asesinato del agente de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) “Kiki” Camarena en 1985, debido a lo cual Washington ofrecía 20 millones de dólares por su captura.

La llamada llega luego de que el pasado lunes un juez federal de México frenó la extradición a Estados Unidos del capo conocido como el “Narco de Narcos”, con lo cual la solicitud deberá dirimirse en un juicio.

El narcotraficante fue capturado en 1985 por haber ordenado el asesinato de Camarena y condenado a 40 años de prisión, que cumplía en una cárcel de nuestro país, hasta su liberación en agosto de 2013 por un tecnicismo legal, mismo que el presidente López Obrador ha señalado.

Caro Quintero obtuvo un amparo del tribunal de Jalisco que le dio la libertad al argumentar que debió ser juzgado en el Fuero Común y no en el Federal, ya que ‘Kiki’ Camarena no era un agente consular registrado.

Tras su detención la semana pasada, Quintero fue trasladado al penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México.

El arresto del capo se dio 3 días después de que Andrés Manuel López Obrador se reunió con el presidente Joe Biden en Washington, donde reafirmaron trabajar juntos para abordar los principales problemas de seguridad que afectan a los dos países. Ello levantó la sospecha que el gobierno de México capturó a Caro Quintero por solicitud de Estados Unidos, aunque López Obrador lo ha negado.

Rafael Caro Quintero, fundador del Cártel de Guadalajara, capturado el viernes pasado en Sinaloa, fue informado este fin de semana de su situación jurídica: está detenido provisionalmente con fines de extradición a Estados Unidos por los delitos de delincuencia organizada, asociación delictuosa, secuestro y homicidio de un funcionario estadounidense, el agente de la DEA Enrique Camarena, en 1985.

Con la notificación se inicia el procedimiento legal para lograr su extradición a Estados Unidos, cuyo gobierno lleva 30 años intentando sentarle en el banquillo por la tortura y muerte de Camarena. El secretario de Justicia, Merrick Garland, dijo el viernes que se buscaría la “extradición inmediata”.

Un juez con sede en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México le informó a Caro Quintero que su captura había sido considerada legal y le notificó los cargos en su contra, explicó el funcionario.

El capo, considerado uno de los “padrinos” del narcotráfico mexicano, se encuentra detenido en la prisión de alta seguridad de Almoloya, mejor conocido como El Altiplano, 85 kilómetros al oeste de la capital. En este penal, considerado uno de los de máxima seguridad en el país, Joaquín “El Chapo” Guzmán, fundador del Cártel de Sinaloa, logró fugarse en 2015.

Caro Quintero, de 69 años, era uno de los fugitivos más buscados por el FBI desde que en 2013 fue liberado de una cárcel mexicana por un aparente error judicial después pasar casi tres décadas encarcelado por el asesinato de Camarena y de un piloto mexicano. El FBI ofrecía una recompensa de 20 millones de dólares por su captura.

Fue detenido el viernes en las montañas de su estado natal, Sinaloa, en un operativo de la Marina y la Fiscalía General de la República (FGR).

Catorce marinos que participaban en las labores de resguardo de la operación murieron al desplomarse el helicóptero Black Hawk en que se trasladaban. La Marina dijo que todo apunta a que fue un accidente, cuyas causas aún se investigan.

Caro Quintero tenía otras dos órdenes de captura en México, pero se ejecutó la que era con fines de extradición y que se remonta a 2013. Estados Unidos la interpuso tras su salida de la cárcel, una liberación que, aunque las autoridades en México la revirtieron pronto, provocó la indignación de Washington porque el capo desapareció en un abrir y cerrar de ojos y volvió a sus actividades delictivas.

Ahora el gobierno estadounidense tiene un plazo 60 días naturales para presentar la solicitud formal de extradición y todas las pruebas que considere necesarias, procesos que se hacen a través de la cancillería. Posteriormente el juez que lleva la causa determinará si procede o no.

En ese plazo, los abogados de Caro Quintero pueden presentar los amparos y pruebas que consideren pertinentes para evitar la extradición o para atrasar el proceso, que es lo que habitualmente hacen las defensas de este tipo de detenidos.

Los procesos de extradición suelen ser largos, aunque su agilidad depende mucho de la voluntad política de los países para sacar adelante el tema y de los resquicios legales en los que pueda ampararse el acusado para evitarlo.

En el caso del exlíder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, tardó un año. Actualmente cumple una sentencia de cadena perpetua en Estados Unidos.

Caro Quintero, nacido en la localidad de Badiraguato al igual que Guzmán, fue uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara y, según la DEA, uno de los principales proveedores de heroína, cocaína y marihuana a Estados Unidos en las décadas de 1970 y 1980. Actualmente luchaba por el control de territorios estratégicos para el tráfico de drogas en Sonora, estado fronterizo con Arizona.

En 1984, Caro Quintero culpó a Camarena por una redada en una enorme plantación de marihuana. Al año siguiente, el agente estadounidense fue secuestrado y un mes después se localizó su cuerpo torturado.

Sobre la detención de Caro Quintero, La directora de la Industria Jalisciense de Rehabilitación Social de México, Elizabeth Castro, informó que el ex gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, habría intercedido en 2013 a favor del narcotraficante para lograr su puesta en libertad ante el expresidente Enrique Peña Nieto.

Según Castro, Caro Quintero había solicitado su liberación a Peña Nieto en una carta que le hizo llegar a través de Sandoval. Seis meses después, el narcotraficante salió de la cárcel de Puente Grande en la que se encontraba ingresado.

El entonces gobernador de Jalisco confirmó que había entregado la carta, según informaciones de Milenio. “Señor presidente de la República, Enrique Peña Nieto: Yo, Rafael Caro Quintero, llevo 28 años y no recuerdo cuántos días y meses privado de mi libertad por estos delitos, los cuales ya pagué. Le pido que me dé mí libertad”, señalaba la misiva.

Varios ex altos cargos de la administración de Sandoval han confirmado la existencia de este documento.

El gobierno de Estados Unidos, sin embargo, había emitido una solicitud para que fuera detenido por su supuesta implicación en el asesinato de un agente de la DEA.

En tanto, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, ha asegurado que la detención del narcotraficante Rafael Caro Quintero, fue realizada exclusivamente por autoridades de México y sin la intervención de las fuerzas estadounidenses.

En un comunicado, Salazar ha indicado que si bien la Administración de Control de Drogas (DEA) del gobierno estadounidense participó en las labores de investigación para dar con su paradero y arrestarlo, precisó que la detención la realizaron miembros de la Secretaría de Marina y que en el operativo no participaron fuerzas ni personal de Estados Unidos.

La detención sucede pocos días después del encuentro entre los presidentes López Obrador y Joe Biden en La Casa Blanca. Fue ampliamente celebrada por Washington y según analistas, podría limar las asperezas que habían surgido desde hace más de un año entre la DEA y el gobierno de nuestro país.

Hoy en su conferencia matutina, el presidente confirmó que no hay un estimado del tiempo que podría tomar el proceso de extradición, aunque confirmó que desde este fin de semana se presentaron amparos para evitar su traslado.

“Se va a actuar de manera legal, lo que se decida en el procedimiento, pero vamos a cuidar en que no haya corrupción y cualquier acto contrario a la ley, porque este asunto para los jóvenes tuvo que ver con el que hecho de que todavía no tenía cumplida su sentencia y obtuvo su amparo”, explicó AMLO.

El narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero evitó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se pronuncie sobre su extradición a Estados Unidos, donde lo buscan por el asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar en 1985, informaron este jueves fuentes periodísticas.

Caro Quintero, quien salió de prisión en México en 2013 por un fallo judicial que luego fue revocado y actualmente se encuentra prófugo, presentó una solicitud para que el ministro Luis María Aguilar Morales “se declare impedido para conocer su demanda de garantías”, señaló Milenio.

Aguilar Morales hizo público el proyecto de sentencia donde proponía negarle al narcotraficante la protección de la justicia sobre su extradición a Estados Unidos, que en abril de 2018 le abrió un nuevo proceso criminal como responsable del secuestro, tortura y asesinato del agente de la Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA).

El recurso que el capo mexicano interpuso este 26 de marzo fue admitido a trámite y turnado al ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo. Este ya es el segundo que presenta luego de que en noviembre de 2016 reclamó que el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea se encargara de elaborar el proyecto, destacó el diario mexicano.

Apodado el “narco de narcos”, Caro Quintero fue uno de los fundadores del extinto cártel de Guadalajara y llegó a ser uno de los narcotraficantes mexicanos más peligrosos en la década de 1980.

Tras salir de la prisión en 2013, el capo se unió a las filas del cartel de Sinaloa y estuvo implicado en el tráfico de drogas, actividad que motivó a que el Gobierno de Estados Unidos decidiera la apertura de un nuevo proceso en la corte del distrito este de Nueva York, la misma en la que se juzgó a Joaquín “el Chapo” Guzmán.