Tag

Casa Blanca

Browsing

Donald Trump, favorito para hacerse con la candidatura presidencial republicana, ha dejado claro que, de regresar a la Casa Blanca, su política migratoria irá más allá del famoso muro fronterizo que lo catapultó a la presidencia en 2016.

En sus mítines de campaña, ha adoptado una fuerte retórica antimigratoria, llegando a afirmar que los extranjeros “envenenan” la sangre de Estados Unidos, y ha mencionado planes que van desde deportaciones masivas hasta la construcción de centros gigantes para detener a migrantes indocumentados.

Trump ha prometido repetidamente en sus eventos de campaña que, si regresa a la Presidencia, llevará a cabo la “mayor operación de deportación” en la historia de Estados Unidos.

Para hacerlo, el Gobierno federal pediría ayuda a los reservistas de la Guardia Nacional, detalló Stephen Miller, el principal ideólogo de las propuestas xenófobas de Trump, hace solo tres días durante la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), la gran cita de la derecha estadounidense.

Según Miller, Trump desplegaría a las Fuerzas Armadas en la frontera para negar la entrada a aquellos que necesiten solicitar asilo y deportaría automáticamente al interior de México a quienes intenten cruzar.

Trump ha citado como ejemplo de este tipo de deportaciones la conocida como ‘Operación Wetback’, ejecutada en 1954 por el entonces presidente Dwight D. Eisenhower y que resultó en la deportación de más de un millón de personas, en su mayoría mexicanos.

Para ejecutar esa gigantesca operación, la campaña de Trump ha dejado entrever sus planes para construir grandes centros para detener a los migrantes y después expulsarlos de Estados Unidos.

La idea sería establecer instalaciones “a gran escala” donde los migrantes aguardarían para ser deportados con vuelos de expulsión programados de manera continua, explicó en la conferencia CPAC Stephen Miller, quien previamente asesoró a Trump durante su mandato y que podría volver a la Casa Blanca.

Sin embargo, la legalidad de estos centros podría ser cuestionada en los tribunales, como ya ocurrió con algunos de los planes más radicales de Trump cuando estaba en la Casa Blanca.

Anticipándose a esos desafíos legales, Trump ha prometido invocar una sección de las leyes de extranjería y sedición aprobadas por el Congreso en 1789, que otorgan al presidente un mayor poder para deportar y detener a individuos que no son ciudadanos estadounidenses en tiempos de guerra.

Esa ley fue utilizada durante la Segunda Guerra Mundial por el presidente Franklin D. Roosevelt para establecer centros de internamiento donde fueron detenidos miles de migrantes japoneses y sus descendientes nacidos en Estados Unidos.

La campaña de Trump no ha especificado cuántos migrantes serían objeto de estas políticas. Sin embargo, se estima que actualmente 11 millones de inmigrantes indocumentados viven en Estados Unidos.

Trump tampoco ha descartado la posibilidad de volver a separar a las familias de migrantes que llegan a la frontera, una política que ya implementó durante su tiempo en la Casa Blanca.

Durante una intervención el año pasado en CNN, Trump admitió que la idea de separar familias “suena dura”, pero luego añadió: “Cuando les dices a las familias que si vienen las vamos a separar, ellos no vienen. Y no podemos permitirnos tener más”.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS), encargado de migración, ha reconocido que se separaron a 4,227 niños de sus familias durante la Administración de Trump.

Tras la llegada al poder del presidente Joe Biden, en enero de 2021, se creó un grupo de trabajo para abordar esta cuestión y, según un informe del DHS de noviembre de 2023, ya se han logrado reunir a 3,147 niños con sus padres.

La campaña de reelección de Biden ha levantado la voz sobre las políticas de Trump y las ha calificado de “racistas, antiestadounidenses e ineficaces”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, se reunirán el próximo 10 de abril en la Casa Blanca, en un momento en el que Washington busca fortalecer sus alianzas en el Asia-Pacífico para contrarrestar la influencia de China.

El mandatario homenajeará al primer ministro japonés y a su esposa, Yuko Kishida, con una visita de Estado, un honor que Washington reserva para sus aliados más cercanos y que solo han disfrutado los líderes de Francia, Corea del Sur, la India y Australia desde que el estadounidense llegara a la Casa Blanca en enero de 2021.

El encuentro con Kishida incluirá una cena de Estado, a la que se espera la asistencia de celebridades, como se acostumbra, y que simbolizan la unión de la cultura de Estados Unidos con la del líder invitado.

En un comunicado, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, señaló este jueves que la visita tiene como objetivo destacar “la fuerza” de la relación entre Estados Unidos y Japón, así como el “reciente papel de liderazgo global” del país nipón.

Durante la reunión, ambos líderes abordarán temas cómo el fortalecer los lazos políticos, de seguridad y económicos entre ambas naciones con el objetivo de que su alianza esté preparada para enfrentar “desafíos en constante cambio” y avanzar en la visión compartida de un Indopacífico “libre, abierto, seguro y próspero”.

Aunque el comunicado de la Casa Blanca no menciona a China, la visita se enmarca en los esfuerzos del Gobierno de Biden por fortalecer los lazos con sus principales aliados regionales, Japón y Corea del Sur, como contrapeso al poder del gigante asiático.

La visita de Kishida se produce casi un año después de la visita de Estado del presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, que tuvo lugar el 26 de abril de 2023.

Donald Trump se afianzó este lunes como el gran favorito de los republicanos para las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos con una victoria contundente en las primarias de Iowa, anunciada apenas media hora después del comienzo de la votación.

El magnate de 77 años, sobre el que pesan cuatro imputaciones penales, aventaja por mucho a sus principales rivales: Ron DeSantis y Nikki Haley, según los resultados definitivos.

Con el 100% de los votos escrutados, Trump se alzó con la victoria en los caucus, obteniendo un 51% de los votos, una diferencia de casi 30 puntos respecto al segundo lugar, ocupado por el gobernador de Florida con el 21.2%, seguido por la tercera posición de la exembajadora de EUA ante la ONU, Nikki Haley quien consiguió el 19.1%.

Trump da así un paso más hacia un probable duelo con el presidente demócrata saliente Joe Biden.

“Creo que ha llegado el momento de que todos, de que nuestro país se una (…). Ya sean republicanos, demócratas, liberales o conservadores”, afirmó el expresidente ante sus simpatizantes congregados en medio de un ambiente festivo en Des Moines, capital de este estado del medio-oeste del país.

Sin embargo, pese a su llamado de “unidad”, resumió su programa electoral, en el cual prometió perforar más pozos petroleros y “cerrar la frontera” con México.

Y es que recordemos que la inmigración es uno de los temas que más preocupa a los republicanos y uno de los predilectos de Trump, quien afirma que los migrantes “envenenan la sangre” del país y amenaza con llevar a cabo “la mayor operación interna de expulsión” si regresa a la Casa Blanca.

En un mensaje en la red social X, Biden reconoció que la victoria en Iowa convierte a Trump en el “claro favorito” de los republicanos “en este momento”.

El gobernador de Florida Ron DeSantis, un conservador con posiciones duras sobre la inmigración o el aborto, apostó todo por Iowa, recorriendo en los últimos meses cada uno de los 99 condados. Celebró su buen resultado, agradeciendo a sus simpatizantes por su apoyo cuando “todos estaban en contra”. Los medios de comunicación “escribieron nuestro obituario hace unos meses”, les dijo.

La exembajadora ante la ONU Nikki Haley, la única mujer en la carrera y muy apreciada por los círculos empresariales, quedó tercera con un 19%, pero no se consideró derrotada y pronosticó que le iría mejor en otras primarias.

En cuarto lugar se situó Vivek Ramaswamy con aproximadamente el 7%, aunque anunció que dejaba la contienda, y llamó a votar por Donald Trump.

A pesar de una fuerte nevada, los votantes salieron a los centros de reunión en Iowa para el “caucus” o asamblea electoral.

Después de una oración y el tradicional juramento de lealtad a la bandera estadounidense, los representantes de los candidatos pronunciaron un discurso y después los participantes plasmaron en una hoja de papel su elección, y se colocaron en los espacios dispuestos para cada grupo.

A partir de la próxima semana el calendario de las primarias llevará a los candidatos a New Hampshire. Seguirán en los demás estados hasta junio. En julio, durante la convención nacional se nominará oficialmente al candidato presidencial republicano.

Donald Trump quiere amarrar la nominación antes de que comiencen sus juicios, algunos de los cuales le exponen a penas de cárcel. El republicano vivirá un año fuera de lo común en todos los sentidos, con idas y venidas en los tribunales.

El expresidente Donald Trump adelantó que, si la Justicia certifica que no tiene inmunidad frente a las acusaciones por el asalto al Capitolio de hace tres años, tampoco el actual mandatario, Joe Biden, debería gozar de una protección especial, por lo que ha sugerido que si vuelve a la Casa Blanca tras las elecciones de noviembre promoverá su imputación.

Trump ha confirmado en su red social, Truth Social, que tiene previsto acudir mañana martes a la audiencia que tiene lugar en un tribunal de apelaciones de Washington sobre la cuestión de la inmunidad, algo a lo que considera que “por supuesto” tiene derecho.

Asimismo, ha señalado que se estaba limitando a investigar un posible “fraude electoral” en los comicios de noviembre de 2020: “Era mi obligación hacerlo”.

“Si no me conceden la inmunidad, el corrupto Joe Biden tampoco la tiene”, señaló, aludiendo como potenciales motivos de imputación la “invasión” en la frontera con México, la abrupta salida militar de Afganistán y la presunta malversación de millones de dólares.

“Al utilizar el Departamento de Justicia contra su rival político, Joe ha abierto una caja de Pandora gigante”, ha advertido el magnate, que acumula todo tipo de frentes judiciales pero sigue siendo el favorito en las primarias del Partido Republicano para las próximas elecciones.

La campaña de reelección del presidente Joe Biden abrió una cuenta en Truth Social, la red social de Donald Trump, dirigida al público ultraconservador, para burlarse del republicano.

“Bueno, veamos cómo nos va por aquí. ¡Bienvenidos los conversos!”, escribió la nueva cuenta, llamada @BidenHQ, que solo sigue a la cuenta de Trump y que este martes acumula 15,600 seguidores.

Su mensaje inicial ha recibido en las primeras horas una lluvia de críticas contra el Gobierno y memes que ridiculizan las políticas y la figura de Biden. “Es como un presidente pero para gente estúpida”, señalaba uno.

La nueva cuenta publicó varios videos de rivales de Trump en las primarias republicanas, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, o la exembajadora en la ONU Nikki Halley; que han criticado al expresidente por haber aumentado la deuda del país durante su mandato o por su tibieza ante los ataques de Hamás a Israel.

La campaña de Biden explicó en la red social X que decidieron unirse a la plataforma de Trump porque creyeron que sería “divertido”.

Recordemos que Trump lanzó Truth Social en febrero de 2022 después de haber sido suspendido en Twitter por “incitación a la violencia” derivado del asalto al Capitolio en enero de ese año.

Sin embargo, Elon Musk habilitó el año pasado la cuenta de Trump tras adquirir la red social, aunque el republicano solo la ha utilizado una vez, para publicar en agosto pasado la fotografía policial que le hicieron al ser imputado por presunta interferencia electoral en Georgia.

Trump es el gran favorito en las primarias republicanas de cara a las elecciones de 2024, en las que aspira a volver a competir con Biden, quien buscará su reelección con el Partido Demócrata.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) volvió a criticar el gasto militar de Estados Unidos en Ucrania, insistiendo en que Washington debe destinar más recursos a ayudar a los países latinoamericanos y no al conflicto bélico.

López Obrador lleva tiempo pidiendo a Estados Unidos que dedique más fondos para apoyar el desarrollo económico de Centroamérica y el Caribe y aliviar las presiones migratorias.

Durante su conferencia de rueda de prensa matutina, criticó al Congreso de Estados Unidos por no liberar fondos para la región, y posteriormente hizo referencia a las disputas de la semana pasada sobre un proyecto de ley de financiamiento provisional que eliminó más ayuda estadounidense para Ucrania.

“Ahora estaba viendo que ya no están autorizando el apoyo para la guerra en Ucrania”, señaló. “Pero cuánto han destinado a la guerra en Ucrania, 30 ó 50 mil millones de dólares para la guerra, que es lo más irracional que puede haber, y dañino”.

El mandatario ha optado por mantener una postura neutral/ambigua sobre la guerra. Ha criticado la ayuda militar occidental a Kiev, se ha negado a sumarse a las sanciones a Rusia, aunque ha propuesto conversaciones de paz para poner fin al conflicto entre Rusia y Ucrania.

Sobre el tema, este lunes la Casa Blanca reafirmó que la ayuda estadounidense a Ucrania se mantendrá “el tiempo necesario”, pese a que la ley que el sábado pasado amplió la financiación de la Administración para asuntos clave durante 45 días no incluyó un aumento de ese apoyo.

“Ese compromiso va a continuar. Vamos a seguir ayudando a Ucrania el tiempo necesario”, dijo en su rueda de prensa la portavoz presidencial, Karine Jean-Pierre.

La resolución que evitó un cierre temporal de la Administración estadounidense a partir de la medianoche del sábado por falta de fondos dejó fuera la ayuda a Ucrania solicitada por el presidente, Joe Biden, que se elevaba a 24,000 millones de dólares.

El Senado había rebajado esos fondos a los 6,000 millones, aunque en su aprobación final, por 88 votos a favor y 9 en contra, esa prórroga no incluyó tampoco esa financiación.

Se espera ahora que la Cámara de Representantes someta a votación un proyecto de ley aparte con la ayuda a ese país para afrontar la invasión rusa.

La portavoz recalcó que hay apoyo bipartidista en el Congreso para continuar la financiación a Ucrania y subrayó que eso es lo que se espera desde la Casa Blanca.

El veto a la ayuda a Ucrania en la resolución aprobada el sábado partió del ala más dura del Partido Republicano, que considera que se está entregando un cheque en blanco a ese país sin comprobar el uso que se da a esos fondos.

La revisión del flujo migratorio y la colaboración para enfrentar el tráfico del fentanilo, fueron los temas que México y Estados Unidos trataron en la reunión de ayer con la asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

“Fue muy buena la reunión, con la responsable de seguridad de la Casa Blanca, principal asesora en esta materia del presidente Biden”, dijo el mandatario.

López Obrador indicó que el primer tema que se abordó fue el migratorio. Destacó que se planteó que por primer vez en muchos años, el gobierno de Estados Unidos abrió una vía para que los migrantes puedan solicitar su entrada a EUA , mediante una vía legal. Se refirió a los permisos que la administración Biden dará a alrededor de 400 centroamericanos.

AMLO se refirió a la entrega de estos permisos como un “proceso ordenado, muy bueno, pues se evitar el riesgo que significa atravesar México para llegar a Estados Unidos”, un planteamiento que ya había hecho, pues recordemos que el presidente ha reconocido los peligros que los migrantes enfrentan en nuestro país, tales como secuestros o agresiones por parte de grupos del narcotráfico.

Destacó que ha bajado el flujo migratorio a partir de las medidas implementadas por el gobierno de Estados Unidos, aunque reconoció que repunte que se vivió a inicios de mayo cuando finalizó el Título 42.

Otro planteamiento que se hizo en la reunión de ayer, fue el de invertir más en Centroamérica y el Caribe, en las comunidades más pobres. Indicó que México invierte 150 millones de dólares, por lo que se planteó que EUA “mínimo hagan la misma inversión”.

Insistió en que señalar que en lugares donde se invierte mediante programas de apoyo como Sembrando Vida o Jóvenes Construyendo el Futuro, baja el flujo migratorio, pues la gente opta por quedarse en sus lugares de origen.

Sobre el tema del fentanilo, indicó que se repasó todo lo que se está haciendo para combatir este problema, como la vigilancia y control de los puertos, el desmantelamiento de laboratorios y el demociso de droga.

AMLO dijo que el propósito es que se tenga información y que no se utilice el tema con propósitos politiqueros, como está sucediendo en Estados Unidos, donde senadores republicanos han culpado a México de ser los responsables de este problema.

“No queremos culpar a nadie, no se gana nada con la confrontación, más cuando está de por medio un asunto humanitario”, recordando que están perdiendo la vida 100 mil personas al año en EUA a causa del fentanilo.

En ese sentido, López Obrador dijo que lo que también se planteó ayer con la asesora de seguridad de la Casa Blanca, es no permitir que se asocie la delincuencia con la autoridad. Recordó que antes eran las organizaciones del narcotráfico las que manejaban la seguridad pública del país al someter a funcionarios federales.

AMLO recordó que con la reunión de ayer, suman tres ocasiones en que se encuentra con la asesora de la Casa Blanca.

La visita previa de la funcionaria estadounidense fue el pasado 8 de mayo, en la que abordaron el tráfico de drogas, armas y migrantes, además de la cooperación para el desarrollo.

En ese sentido, adelantó que ayer se acordó una nueva reunión, en un mes, para dar seguimiento a los trabajos que se tienen. Indicó que se llevará a cabo en Canadá, y en su representación acudirá el canciller Marcelo Ebrard y la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez.

“En muy buenos términos, muy buena reunión, muy constructiva”, finalizó el presidente.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) confirmó que se reunirá esta tarde con Elizabeth Sherwood-Randall, asesora de Seguridad Nacional del mandatario estadounidense Joe Biden y considerada la principal estratega de la Casa Blanca contra el fentanilo.

A pregunta expresa sobre si estaba pactada esta reunión, el mandatario mexicano respondió que “sí, sí, sí, a las 6 de la tarde”, sin dar mayores detalles.

Recordemos que apenas el pasado 8 de mayo, López Obrador recibió a Sherwood-Randall y una comitiva del gobierno de Estados Unidos en Palacio Nacional para abordar temas sobre tráfico de drogas, armas y migrantes, además de cooperación para el desarrollo.

Será la tercera vez que Sherwood-Randall visita México en menos de tres meses, ya que el pasado 9 de marzo acudió al país para discutir la estrategia conjunta contra el fentanilo, droga sintética que la Agencia Antidrogas de EUA, la DEA, sostiene que se fabrica en México con químicos de China.

La polémica por el tráfico de esta sustancia ha crecido en los últimos meses entre México y Estados Unidos, a la que el pasado fin de semana se sumó China, país que negó que los precursores químicos de fentanilo vengan de su país y, además, expresó su apoyo a México en la defensa de su “soberanía y dignidad”.

La controversia incluso ha llevado a que el partido republicano de Estados Unidos proponga declarar la guerra a los cárteles mexicanos y designarlos como “organizaciones terroristas”, lo que implicaría que las Fuerzas Armadas estadounidenses pudieran intervenir en nuestro país para hacer frente a los grupos delincuenciales.

La reunión también se da unas semanas después de que el gobierno estadounidense terminara con el Título 42, una medida que adoptó el expresidente Donald Trump y después mantuvo el presidente Biden, que le permitía expulsar a migrantes con el argumento de la pandemia de COVID-19.

Ducha medida fue reemplazada con el Título 8, una norma que históricamente ha regido la migración en Estados Unidos y que incluye deportaciones y medidas de detención del flujo migratorio menos flexibles.

La Secretaria de Prensa de la Casa Blanca Karine Jean-Pierre rechazó en conferencia de prensa las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en las que acusaba a Estados Unidos de destruir el gasoducto Nord Stream y de intentar “arruinar” la candidatura de Donald Trump de cara a las elecciones presidenciales de 2024.

Al ser consultada sobre estas dos aseveraciones, la funcionaria contestó: “claramente los dos primeros no son ciertos. Así que quiero dejar registro de ello”.

Las declaraciones de AMLO surgieron en un intento por minimizar lo expuesto por el Departamento de Estado en su informe anual sobre Derechos Humanos.

López Obrador ha señalado que el problema de consumo de fentanilo es un problema estadounidense, y no mexicano, lo que Jean-Pierre negó y por el contrario, dijo que se trata de un “problema global”.

“El tráfico de drogas ilícitas está causando daños en la sociedad, muertes innecesarias y sufrimiento, y no solo aquí, también en México”, sostuvo la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca.

Sobre otro de los señalamientos de AMLO, la portavoz del gobierno estadounidense indicó que es mentira que el gobierno de Estados Unidos haya autorizado un ataque de 2022 a los gasoductos Nord Stream.

Por su parte, el viceportavoz del Departamento de Estado estadounidense, Vedant Patel, respondió al mandatario mexicano, que tachó a la dependencia “mentirosa” y lo acusó de creerse el “gobierno del mundo”, diciendo que su país no intenta ocultar sus problemas internos “bajo la alfombra”.

Finalmente, Jean-Pierre aseguró que Estados Unidos ve en México un “socio vital” y confió en seguir mejorando las relaciones entre ambos países, aunque fue clara en apuntar que “se corregirá” cuando lo expuesto no sea cierto.

Recordó que el presidente Joe Biden visitó nuestro país a inicios de año para reunirse con López Obrador y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

“Fue una cumbre muy buena, con buenas conversaciones bilaterales cuando tuvieron la oportunidad durante la cumbre, por lo que vamos a intentar y continuar haciendo crecer esa relación”, aseguró Jean-Pierre.

Estados Unidos insistió este viernes en que el fentanilo es un problema “global” y, reiteró que la lucha para hacer frente a esa droga debe ser compartida, esto en medio de la polémica en materia de cooperación en seguridad con México.

“El fentanilo es un problema que no afecta solo a Estados Unidos. Afecta a todos los países. Es una cuestión global”, dijo ante la prensa John Kirby, uno de los portavoces de La Casa Blanca.

La declaración del gobierno estadounidense llega después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) señalara ayer que México no fabrica ni consume ese potente opioide sintético.

“Aquí nosotros no producimos fentanilo y nosotros no tenemos consumo de fentanilo. Y lamentamos mucho lo que está pasando en Estados Unidos, ¿pero por qué ellos no atienden el problema, no combaten la distribución de fentanilo en Estados Unido”, reclamó el mandatario..

El fentanilo fue uno de los temas destacados de la Cumbre de Líderes de América del Norte que se celebró en enero pasado en Ciudad de México y reunió a López Obrador, al presidente estadounidense, Joe Biden, y al primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

Kirby recalcó este viernes ante la prensa que se va a mantener el trabajo conjunto para frenar el flujo de precursores químicos que se utilizan para hacer fentanilo, para aumentar los decomisos antes de que esa droga llegue a la gente y para garantizar que sus responsables rindan cuentas.

Elizabeth Sherwood-Randall, asesora de La Casa Blanca para Seguridad Nacional, se reunió ayer con contrapartes mexicanas, incluido el presidente López Obrador, con el fentanilo como punto central de la agenda.

López Obrado describió la reunión con la funcionaria estadounidense como “muy buena”. “Hablamos de fentanilo, del tráfico de armas y de la decisión del presidente Joe Biden de respetar nuestra soberanía”, enfatizó.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, afirmó este viernes a Estados Unidos que su Gobierno ha combatido el fentanilo como “nadie” tras la visita de la encargada de la Casa Blanca para este asunto, Elizabeth Sherwood-Randall.

Además, el presidente dijo que “en el tiempo que llevamos es cuando más se ha confiscado fentanilo, seis toneladas, y hagan la cuenta, por cada kilo de fentanilo es un millón de dosis, y lo que hemos decomisado son seis toneladas, 60.000 kilos, no lo ha hecho nadie”, asegurando así que su gobierno combate el fentanilo como “nadie”.

La reunión se produjo en medio de la polémica desatada por el secuestro de cuatro estadounidenses el pasado viernes en Matamoros, Tamaulipas, de los que dos fueron asesinados, además de las propuestas de congresistas del Partido Republicano de declarar la guerra a los cárteles mexicanos y designarlos como organizaciones terroristas.

Al respecto,el presidente volvió a rechazar este viernes las propuestas de los republicanos, recordándoles que “a México se le respeta” y preguntándose “qué se creen estos mequetrefes” al presentar un plan de ese tipo.

“Son tres o cuatro, son varios que están planteando esto, desde luego, vil politiquería, pero tampoco para quedarnos callados y decir ‘no les hagas caso, es solo para quedar bien con los ultra conservadores de Estados Unidos, los antimexicanos de Estados Unidos’, buscan utilizarnos”, reclamó el mandatario.

López Obrador informó que el canciller Marcelo Ebrard viajará a Estados Unidos para recabar toda la información sobre las iniciativas, además de que indicó que se trabajará con los consulados mexicanos en territorio estadounidense para que puedan informar a sus compatriotas que viven y trabajan en ese país y responder “de manera directa” a los congresistas republicanos.

La Casa Blanca calificó este lunes de “inaceptable” el secuestro de cuatro estadounidenses el pasado viernes en Matamoros, y aseguró que está trabajando con las autoridades de nuestro país para que los responsables rindan cuentas ante la justicia.

“Estamos pendientes del ataque y secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses en Matamoros, México. Este tipo de ataques son inaceptables”, manifestó en una rueda de prensa la portavoz de La Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.

La portavoz explicó que el presidente Joe Biden ha sido informado del secuestro de los cuatro estadounidenses en Tamaulipas, uno de los estados más violentos del país.

Además, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, se reunió este lunes en el Palacio Nacional con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

La portavoz rechazó ofrecer detalles sobre ese encuentro, pero destacó que Estados Unidos ve a México como “un aliado cercano” con el que mantiene una “importante” relación que quiere potenciar.

En otra conferencia de prensa, el portavoz de la diplomacia estadounidense, Ned Price, recordó que el Departamento de Estado recomienda no viajar bajo ninguna circunstancia a Tamaulipas. “Pedimos a los estadounidenses que sigan este consejo”, agregó Price.

Junto con Tamaulipas, Guerrero, Michoacán y Sinaloa están catalogados con el nivel 4 de alerta por el Departamento de Estado, el más peligroso para los ciudadanos de Estados Unidos.

Y es que según la información facilitada por el FBI, las cuatro personas secuestradas cruzaron el pasado viernes a Matamoros en un vehículo con matrícula de Carolina del Norte y, poco después, unos hombres armados los asaltaron y los subieron a la fuerza en una camioneta tipo pick-up.

Según un funcionario cercano a la investigación citado por CNN, las autoridades creen que el grupo de estadounidenses agredido y secuestrado fue atacado por error y no estaba en México con fines criminales.

En el incidente también murió un ciudadano mexicano, explicó en un comunicado la Embajada de Estados Unidos en México.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este viernes el nombramiento de Jeff Zients como nuevo jefe de su gabinete, en sustitución de Ron Klain.

Zients fue el coordinador del equipo de respuesta a la pandemia de COVID-19 de La Casa Blanca en la primera parte del gobierno de Biden, cuando la Administración puso en marcha la campaña de vacunación masiva para la ciudadanía estadounidense.

En un comunicado, el mandatario estadounidense agradeció el trabajo de Klain, su compañero desde la Universidad, y destacó que ha logrado conformar el equipo “más diverso y de mayor talento en la historia de La Casa Blanca”.

Ron Klain es uno de los más antiguos asesores de Biden, con quien ha trabajado desde finales de la década de 1980, fue su jefe de gabinete en sus primeros años como vicepresidente en el Gobierno de Obama y coordinó la respuesta al ébola en la Casa Blanca en 2014.

De su nuevo jefe de Gabinete, subrayó su trabajo en diferentes responsabilidades y dijo que Zients ha lidiado con algunos de los problemas “más duros” a los que se ha enfrentado el Ejecutivo.

El nombramiento de Zients, que hace unos días habían adelantado algunos medios de comunicación, llega en un momento delicado para Biden.

A Biden le quedan dos años en el cargo, tras las elecciones de medio término, de noviembre pasado, en las que los demócratas perdieron la mayoría en la Cámara de Representantes aunque mantuvieron la del Senado, y con asuntos complicados sobre la mesa como la aparición de documentos clasificados en la residencia del presidente en Delaware.

El mandatario tiene aún que decidir si se presenta a la reelección. Aunque ha señalado en más de una ocasión que ese es su deseo, no ha llegado a confirmarlo.

El nuevo jefe de gabinete de La Casa Blanca fue el director del Consejo Económico Nacional y de la Oficina presupuestaria en la Administración de Barack Obama.

La próxima semana se celebrará en la Casa Blanca un acto de traspaso con la presencia del jefe de gabinete saliente y del nuevo responsable en el cargo.

La Casa Blanca sigue sin confirmar si el presidente estadounidense, Joe Biden, visitará nuestro país en enero próximo, para participar en la Cumbre de Líderes de Norteamérica, conocida popularmente como la de los “tres amigos”.

En conferencia de prensa, John Kirby, uno de los portavoces de La Casa Blanca, se negó a confirmar si Biden asistirá a la cita, tal como lo revelara el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pero dijo que el presidente “está deseando” mantener ese encuentro con su homólogo mexicano y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

Recordemos que el pasado viernes, López Obrador anunció que la cumbre se celebrará en enero, en vez de diciembre como estaba inicialmente previsto, y aseguró que contará con la asistencia de Biden y Trudeau. Dio como fecha tentativa el 9 y 10 de enero.

Pese a que Ña Casa Blanca se ha negado a dar detalles, López Obrador reveló algunos pormenores de la visita, como por ejemplo que el avión de Biden aterrizará en el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), construido y recién inaugurado por el gobierno de López Obrador y que ha causado polémica por su lejanía con el centro de Ciudad de México.

La última Cumbre de Líderes de América del Norte se produjo en noviembre de 2021 en Washington y uno de los principales temas fue el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Esta cumbre trilateral solía celebrarse de manera anual, pero no se llevó a cabo durante los cuatro años del gobierno de Donald Trump.

Al respecto, el canciller Marcelo Ebrard, quien participó en la reunión preparatoria de la Cumbre de Líderes de América del Norte, dijo que México y Estados Unidos acordaron continuar avanzando en temas de seguridad alimentaria.

Ebrard dijo a medios que se está preparando la cumbre “va a ser en enero y estamos tratando de tener claro en cada uno de los campos más importantes como puede ser el de agricultura”.

Recordó que este sector “es muy importante, son todas las exportaciones e importaciones de México, (estamos viendo) cuáles son las decisiones o los puntos en los que nos tenemos que poner de acuerdo”.

Contó que el presidente López Obrador les pidió trabajar con el equipo de Estados Unidos “en este como en otros temas y que estemos listos antes de la cumbre, que se va a llevar a cabo, para presentar las opciones o soluciones que haya que presentar”.

La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, nombró este jueves como su nueva secretaria de Prensa a Vanessa Valdivia, experta en comunicación política e hija de inmigrantes de México y Nicaragua.

“La Oficina de la primera dama anunció hoy que Vanessa Valdivia se unirá a su equipo de comunicación como asistente del presidente (Joe Biden) y secretaria de Prensa de la primera dama”, informó en un comunicado La Casa Blanca.

Con más de una década de trayectoria en comunicación política, Valdivia ha ejercido hasta ahora como portavoz del senador demócrata por California Alex Padilla, en el cargo desde enero de 2021.

También trabajó en la campaña presidencial de Hillary Clinton en 2016, así como en el equipo de prensa del senador por Nuevo México Martin Heinrich y del senador por Míchigan Gary Peters.

Vanessa Valdivia es originaria de California e hija de inmigrantes de México y de Nicaragua, detalló La Casa Blanca.

“El conocimiento y experiencia de Vanessa en comunicación estratégica, así como su compromiso con el servicio público, la convierten en una gran incorporación para nuestro equipo”, dijo Elizabeth Alexander, directora de Comunicación de la primera dama.

Jill Biden fue objeto de polémica el pasado julio al mencionar los tacos y las bodegas para alabar la diversidad y la herencia latina en Estados Unidos, palabras por las que se tuvo que disculpar.

En un discurso en San Antonio, Texas, dijo que la diversidad de la comunidad latina es “tan distintiva como las bodegas del Bronx, tan hermosa como las flores de Miami y tan única como las tacos del desayuno”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio positivo a COVID-19, según confirmó la secretaria de prensa de La Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, quien precisó que el mandatario presenta “síntomas leves” y que comenzó a tomar Paxlovid, un antiviral que atenúa los síntomas.

Jean-Pierre agregó que Biden “se aislará en La Casa Blanca y continuará ejerciendo todas sus funciones en ese lapso”.

Biden es el segundo mandatario de Estados Unidos en funciones que contrae el virus, además de que evidencia la persistencia del virus, altamente contagioso, a medida que nuevas variantes desafían los esfuerzos para retomar la normalidad después de dos años y medio de pandemia.

El presidente estadounidense “ha estado en comunicación con el personal de La Casa Blanca por teléfono esta mañana, y participará en las reuniones planeadas (…) desde la residencia”, agregó la secretaria de prensa. Así lo ha constatado el propio presidente en sus redes sociales.

Biden, de 79 años, está completamente vacunado. Poco antes de asumir el cargo, recibió dos dosis de la vacuna de Pfizer contra el coronavirus, así como un refuerzo en septiembre y una dosis adicional el pasado 30 de marzo.

Hasta ahora la capacidad de Biden para evitar contagiarse parecía desafiar las probabilidades, incluso con los procedimientos de prueba establecidos para quienes se esperaba que estuvieran en contacto cercano con él.

Oleadas anteriores alcanzaron a una buena parte de la clase política de Washington e infectaron a la vicepresidenta Kamala Harris, a miembros del gabinete, a personal de La Casa Blanca y a legisladores. Biden había intensificado sus viajes y había reanudado la celebración de grandes eventos en espacios cerrados, donde no todos eran sometidos a pruebas diagnósticas.

En los últimos meses, los principales funcionarios de La Casa Blanca habían contemplado la posibilidad de que el presidente contrajera COVID en esta nueva ola.

Respecto al tratamiento que tiene Biden, se ha demostrado que cuando se administra dentro de los cinco días posteriores a la aparición de los síntomas, el Paxlovid reduce en un 90% las hospitalizaciones y muertes entre las personas con mayor probabilidad de contraer una enfermedad grave.

Paxlovid es producido por la farmacéutica Pfizer, la primera vacuna en ser aprobada en el mundo.

Cuando el predecesor de Biden, el presidente Donald Trump, contrajo la enfermedad en octubre de 2020, era un momento muy diferente. No había vacunas disponibles y las opciones de tratamiento eran limitadas y menos avanzadas. Después de ser diagnosticado con COVID-19 en la Casa Blanca, Trump recibió un tratamiento experimental con anticuerpos y esteroides después de que sus niveles de oxígeno en sangre cayeron a niveles peligrosamente bajos.

Recordemos que fue hospitalizado en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed durante tres días.

Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se reunieron esta mañana en La Casa Blanca, donde hablaron, entre otros temas, de migración, la mejora de las infraestructuras fronterizas y los derechos laborales de los migrantes.

“Mi Administración está liderando el camino para crear oportunidades de trabajo a través de vías legales”, dijo Biden recordando que el pasado año se registró un récord en el número de visas emitidas para trabajadores mexicanos.

El presidente Biden se refirió a la crisis migratoria como un “desafío hemisférico” compartido, y destacó las inversiones históricas que su gobierno ha hecho en infraestructuras para la frontera con México, pues dijo, “nuestras naciones comparten lazos estrechos”. Señaló que dichas inversiones ascienden a 3,400 millones de dólares.

La reunión en la Casa Blanca se produce un mes después de que López Obrador se negara a asistir a la Cumbre de las Américas, organizada por Washington en Los Ángeles, en protesta a la decisión de Biden de excluir a los gobiernos de izquierda de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Pese a dicha situación, que diversos analistas calificaron como un desaire y anticipaban un roce entre los mandatario, Biden dijo que “a pesar de los titulares exagerados que a veces vemos, tú y yo tenemos una relación sólida y productiva”.

El demócrata también resaltó que se ha progresado en la lucha contra el tráfico de drogas, habiendo desplegado 1,300 efectivos, llevando a cabo más de 1,000 operaciones y más de 3,000 arrestos.

Por su parte, López Obrador destacó que es “indispensable” la regularización de los migrantes, que “trabajan honradamente y contribuyen al desarrollo de esta gran nación”.

“Sé que sus adversarios, los conservadores, van a pegar el grito en el cielo, pero sin un programa atrevido de desarrollo y bienestar no será posible resolver el problema” migratorio, dijo el tabasqueño.

López Obrador afirmó que había espacio para intensificar las relaciones bilaterales bajo el acuerdo comercial de Norteamérica, el T-MEC sugiriendo que algunos aranceles podrían suspenderse, aunque no especificó cuáles.

El mandatario mexicano explicó que algunos estadounidenses están viajando a su país para comprar gasolina en medio de los altos precios en Estados Unidos, y se comprometió a garantizar el doble de suministro para satisfacer esa demanda. Además mencionó que México ofrece más de mil kilómetros de gasoductos para transportar gas de Texas a Nuevo México, Arizona y California.

En este sentido, explicó que las circunstancias actuales impulsan el estrechamiento de los “lazos de amistad y cooperación”, especialmente por ser “tiempos difíciles”.

Entre las propuestas que hizo. mencionó el iniciar un plan de inversión pública y privada para producir bienes que fortalezcan los mercados y se eviten importaciones de otras regiones o continentes.

“En nuestro país seguiremos produciendo petróleo mientras se concreta la transición energética, se establecerán con inversionistas estadounidenses plantas de licuefacción de gas, de fertilizantes  y se continuará impulsado la creación de parques solares en Sonora y otros estados fronterizos con el respaldo de termoeléctricas y el tendido de líneas de transmisión, para producir energía y exportar a Estados vencimos de Estados Unidos como Texas, Nuevo México, Arizona y California”, dijo López Obrador.

Fue en ese punto donde dijo López Obrador aseguró que en las últimas tres décadas se aceptó “de manera cómoda” que China fuera la fabrica del mundo con la falsa idea de que en la globalización no era necesaria la autosuficiencia alimentaria, energética y de otros bienes. A dicho comentario, Biden reaccionó y lo negó.

“No quiere decir que no tengamos problemas porque si los tenemos y nosotros, yo creo que trabajando con usted vamos a poder solucionar los problemas de ambos. Y en realidad el tema de China de ser la fábrica del mundo no es así, nosotros producimos más productos agrícolas”, replicó Biden.

Debido al extenso mensaje que López Obrador ofreció, que iba a compañado por su traducción ya que el mandatario no habla inglés, provocó que en un punto el morenista dijera: ya voy a acabar, lo que provocó las risas de los presentes.

López Obrador se reunió más temprano con la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, la persona a la que Biden ha encargado los esfuerzos para abordar las causas fundamentales de la migración en Centroamérica, incluida la pobreza, la violencia y el cambio climático.