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La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) elevó este jueves su previsión de crecimiento en 2021 para la región del 4.1% estimado en abril pasado al 5.2%.

Esta cifra refleja un rebote desde la profunda contracción de 6.8% registrada en 2020 como consecuencia de los efectos adversos producidos por la pandemia de COVID-19.

“Esta expansión no alcanzará para asegurar un crecimiento sostenido ya que los impactos sociales de la crisis y los problemas estructurales de la región se han agudizado y se prolongarán durante la etapa de recuperación”, alertó el organismo dependiente de Naciones Unidas.

Para 2022, la Cepal proyecta una tasa de crecimiento regional del 2.9%, “lo que implica una desaceleración”, indicó en el documento “La paradoja de la recuperación en América Latina y el Caribe. Crecimiento con persistentes problemas estructurales: desigualdad, pobreza, poca inversión y baja productividad”.

Los países que más van a crecer este año son Panamá (12%), Perú (9.5 ), Chile (8%), República Dominicana (7.1%), Argentina (6.3%), México (5.8%), Colombia (5.4%) y Bolivia (5.1%).

Le seguirían El Salvador (5%), Honduras (5%), Guatemala (4.6%), Brasil (4.5%) Uruguay (4.1%), las islas del Caribe (4.1%), Paraguay (3.8%), Costa Rica (3.2%) y Ecuador (3%).

Mientras que los que tendrán un peor desempeño este año son Cuba (2.2%), Nicaragua (2%), Haití (0.1%) y Venezuela (-4%).

“La tasa de crecimiento actual no es sostenible y existe un riesgo de retorno a trayectorias mediocres, con insuficiente inversión y empleo, y mayor deterioro ambiental”, advirtió el organismo.

La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, urgió a los gobiernos a mantener las políticas de transferencias de emergencia para fortalecer una reactivación que sea sostenible en el tiempo, más justa, igualitaria y amigable con el medio ambiente.

Se apuntó que al 30 de junio, la región acumulaba más de un millón 260 mil 000 muertos a causa del COVID-19 (32% del total mundial), a pesar de que su población representa el 8.4% a nivel global, y presenta grandes brechas en la vacunación respecto a los países desarrollados.

En ese sentido, detallaron que en América Latina y el Caribe (30 países) el porcentaje de la población total con esquema de vacunación completo llega a solo 13.6%, mientras que en la Unión Europea es de 34.9% y en América del Norte 46.3%.

El 2020 no fue un buen año para el comercio exterior en América Latina y el Caribe a raíz de la pandemia del nuevo coronavirus. La región registró los peores índices de comercio desde la crisis económica global de hace algo más de una década, informó este viernes la CEPAL.

En su informe anual “Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe 2020”, el organismo de las Naciones Unidas estimó que las exportaciones regionales cayeron el año pasado un 13%, mientras que las importaciones se redujeron en un 20%, respecto al año anterior.

Sin embargo la contracción de las exportaciones es menor a la proyectada por el organismo en agosto, cuando otro informe de la institución anticipaba una caída del 23%.La CEPAL señaló que “en ese momento aún no se evidenciaba el repunte de la demanda en los principales socios de la región, especialmente China”.

Centroamérica exhibió la menor caída de sus exportaciones, con un 2% debido al comercio de productos esenciales como agroalimentarios y farmacéuticos, que suponen un 25% de las exportaciones de esa zona. América del Sur y México presentaron una contracción similar de un 13% y el Caribe un 16%.

“El COVID está magnificando la debilidad y la caída del comercio de bienes, con excepción de alimentos y medicamentos”, lo que en el primer caso favorece a la región, apuntó durante la presentación del informe la secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena.

La CEPAL se mostró cautelosa en sus proyecciones respecto al comportamiento del comercio regional en 2021. Estima que las exportaciones podrían crecer entre un 10% y un 15%, aunque advierte que la nueva ola de contagios detectada a fines de 2020 y el lento avance de la vacunación podrían afectar dichas perspectivas.

El comercio exterior ha dejado de ser un motor de crecimiento de las economías desde la crisis económica global de 2008 y 2009, recordó Bárcena.

El COVID interrumpió la producción y el consumo en todo el mundo, deprimiendo la demanda global, señaló. “El impacto en América Latina y el Caribe del COVID ha sido una fuerte caída del comercio” que ha profundizado la fragmentación regional, que ya venía de antes, añadió.

Según el informe, la pandemia también ha intensificado tendencias ya presentes en el comercio mundial, como las tensiones comerciales y tecnológicas entre Estados Unidos y China; el debilitamiento de la cooperación multilateral; la digitalización de la producción y del comercio, el proteccionismo y el creciente nacionalismo económico.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) dio a conocer su Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2020, en el cual mejoró levemente sus proyecciones de crecimiento para la región, aunque indicó que cerrará el año con una contracción del 7.7% en 2020.

Dicha contracción significará que la región vivirá su peor crisis en los últimos 120 años, con una tasa de desocupación del 10.7%.

“Si se comparan diferentes indicadores sanitarios, económicos, sociales y de desigualdad, América Latina y el Caribe es la región más golpeada del mundo emergente”, dijo la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena.

La nueva proyección mejora la dada en julio pasado, cuando anticipaba una recesión del 9.1% para la región, así como una tasa de desempleo del 13.5%.

De acuerdo al informe, se señala que los países más afectados son Venezuela con una contracción del 30%, Perú (-12,9 %); Panamá (-11 %); Argentina (-10,5 %); Ecuador (-9 %); El Salvador (-8,6 %); Cuba (-8,5 %); Bolivia (-8 %) y Honduras (-8 %).  En el caso de nuestro país, se proyecta una contracción del 9%.

Con casi 14.2 millones de contagios y más de 475,000 muertos, América Latina y el Caribe fue durante meses uno de los principales focos mundiales de la pandemia y Brasil, México y Argentina algunos de los países más afectados del mundo.

La mayor parte de la región ya se encuentra desconfinada y con sus actividades económicas en marcha, aunque los países temen la llegada de una segunda ola tras las fiestas navideñas que podría obligar a imponer nuevas cuarentenas.

Para 2021, la CEPAL anticipa un rebote del PIB regional del 3.7%, un crecimiento que “sólo permitiría recuperar un 44% de la pérdida de PIB registrada en 2020” y que podría empeorar en función de cómo evolucione el proceso de vacunación, así como las políticas monetarias expansivas y fiscales de los distintos países.

Las consecuencias económicas y sociales de la pandemia han sido exacerbadas por los problemas estructurales que la región arrastra históricamente, y la recuperación del nivel del PIB de antes de la crisis será lenta y se alcanzaría hacia el año 2024, apuntó el organismo en el informe.

“La dinámica del crecimiento en 2021 está sujeta a una alta incertidumbre relacionada con el riesgo de rebrotes de la pandemia, de la agilidad para producir y distribuir las vacunas y de la capacidad para mantener los estímulos fiscales y monetarios para apoyar la demanda agregada y a los sectores productivos”, señaló Alicia Bárcena.

De acuerdo con las proyecciones entregadas por el organismo de las Naciones Unidas, América del Sur se contraería 7.3% en 2020 y crecería 3.7% en 2021; América Central caería 6.5% en el presente período y se expandiría 3.8% el próximo año; mientras que El Caribe anotaría una contracción de 7.9% en 2020 y un crecimiento de 4.2% en 2021.

Recordemos que antes de la pandemia la región registró un crecimiento promedio del 0.3% entre 2014 y 2019, y en 2019 se situó en el 0.1%.

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La recesión causada por la pandemia de coronavirus en 2020 será menos severa de lo previsto, aunque la recuperación va a ser “larga, desigual e incierta”, advirtió este martes la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.

“El panorama es menos nefasto hoy. Estimamos que la evolución en el segundo y tercer trimestre fue mejor a lo esperado, lo que permite una pequeña revisión al alza del pronóstico global para 2020”, dijo Georgieva en un discurso previo a la reunión semestral del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial que comienza la próxima semana, en formato virtual.

El 24 de junio, el FMI publicó una actualización de sus previsiones, en la que estimó una contracción de la economía global de 4.9%, frente a una proyección de una caída del PIB mundial de 3% hecha en abril.

La titular del FMI no adelantó cifras este martes antes de la publicación la próxima semana del informe de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO).

“Menos desastroso no quiere decir que sea alentador”, insistió la directora del FMI en un intercambio con Minouche Shafik, de la London School of Economics (LSE). Para 2021, el FMI sigue proyectando una recuperación “parcial” y “desigual”.

Para Latinoamérica y el Caribe el FMI pronosticó en junio una contracción del PIB de 9.4% en 2020 y las contadas actualizaciones muestran un escenario dispar.

En su discurso, Georgieva indicó que en los lugares donde persista la pandemia “es crítico mantener los salvavidas” para la economía, las empresas y los trabajadores.

Este martes la Organización Mundial del Comercio (OMC) señaló que la caída del comercio mundial será más suave a lo esperado, anticipando una contracción de 9.2%, frente al 12.9% estimada en abril para 2020.

“El comercio mundial muestra signos de recuperarse de una profunda caída inducida por el covid-19, pero los economistas de la OMC advierten que cualquier recuperación podría verse interrumpida por los efectos de la pandemia en curso”, indicó el organismo con sede en Ginebra.

Por su parte la Comisión Económica para América Latina y el Caribe  (CEPAL), advirtió que América Latina y el Caribe vive su peor crisis económica en un siglo, con una contracción estimada de su PIB de -9,1%, por lo que el PIB per cápita a fines del 2020 sería igual al de 2010, es decir, un retroceso de una década con un fuerte aumento en la desigualdad y la pobreza.

Al presentar el informe económico anual, que realiza un balance de las economías de la región en el último año, en especial el impacto sufrido por la crisis de la COVID-19, Alicia Bárcena precisó que los países de la región tendrán que mantener un amplio gasto fiscal y políticas de estímulo para poder superar el fuerte impacto que dejó la pandemia.

La CEPAL destacó que la austeridad fiscal no es una respuesta adecuada para atender los retos que se enfrentan por la crisis sanitaria.

“Los esfuerzos nacionales deberán ir acompañados de una mayor movilización de recursos externos, a través del acceso a fuentes accesibles de financiamiento en condiciones favorables, tanto en los mercados internacionales como por parte de las instituciones financieras internacionales”, señaló Bárcena.

Apuntó que las naciones tendrán que evitar el colapso de sus economías con políticas de estímulos a la demanda agregada, administrar las presiones que genera el choque externo sobre los sistemas cambiarios y monetarios, y gestionar adecuadamente los flujos de capitales para potenciar la efectividad de las políticas fiscal y monetaria.

Profundizar la integración en Latinoamérica es “crucial” para salir de la crisis económica derivada de la pandemia, que llevará al comercio exterior de la región a desplomarse un 23% en 2020, la mayor cifra en una década, alertó este jueves la Cepal.

“El volumen del comercio en la región cae mucho más que el comercio mundial, es algo que tenemos que mirar con alerta. Hay que fortalecer los bloques regionales y rescatar la visión de un mercado latinoamericano integrado”,  indicó la secretaria ejecutiva del organismo dependiente de la ONU, Alicia Bárcena.

Según un nuevo informe, el valor de las exportaciones regionales se contraerá un 23% este año, mientras que el de las importaciones lo hará un 25%, los peores datos en 80 y 40 años, respectivamente.  La mayor contracción de las exportaciones regionales se registrará en las ventas a Estados Unidos (-32%) y a la propia región (-28%), en tanto que los envíos a China caerán solo 4%, de acuerdo con el documento.

Solo cuatro países de la región aumentaron sus exportaciones durante los cinco primeros meses del año (Costa Rica, Honduras, Guatemala y Nicaragua), mientras que las importaciones disminuyeron en toda la región en el mismo periodo.

“Particularmente preocupante resulta la contracción de las importaciones de bienes de capital (-14.5%) y de insumos
intermedios (-13.6%), lo que afectará la tasa de inversión y comprometerá la recuperación”, advirtió la publicación.

Entre enero y mayo de este año, la mayor caída en las exportaciones de bienes fue registrada por la minería y el petróleo (-25.8%), seguido de las manufacturas (-18.5%), mientras que el turismo afectó las exportaciones de servicios, con una caída del 50%, especialmente en el Caribe.

Por su parte, el comercio marítimo de contenedores en la región también sufrió un desplome del 6.1% en los primeros cinco meses de 2020, con marcadas caídas en abril y mayo, así como el movimiento portuario.

El verdadero descalabro se lo llevó en el mismo periodo el tráfico aéreo regional debido al cierre de fronteras: el traslado de pasajeros cayó un histórico 95%, mientras que el de carga lo hizo un 46%, según el estudio.

“En una economía mundial más incierta y más regionalizada es crucial profundizar la integración regional, impulsar cadenas de valor regionales en sectores estratégicos, promover un mercado común digital, reducir la vulnerabilidad ante shocks externos y generar una interlocución más simétrica con Estados Unidos, China y Europa”, aseguró Bárcena.

Además, agregó que la región debe reducir costos mediante una logística eficiente, fluida y segura.

Recordemos que la Cepal estimó en julio pasado que el producto interior bruto regional (PIB) se contraerá este año hasta un 9.1% y que la tasa de desempleo se elevará hasta el 13.5% por la pandemia.

El avance de la pandemia de Covid-19 en América Latina y el Caribe llevará al PIB regional a contraerse un histórico 9.1% en 2020 y elevará la tasa de desempleo hasta el 13.5%, informó este miércoles la Cepal.

El organismo de la ONU con sede en Santiago, que el pasado abril estimó para este año una recesión regional del 5.3%, explicó que si bien hay países como Uruguay o Paraguay que han recuperado cierta normalidad y levantado las medidas de contención, “otros han debido mantenerlas o incluso intensificarlas ante el persistente aumento de nuevos casos diarios de la enfermedad”.

Se trata de la peor contracción de la actividad económica desde que se tienen registros y se traducirá en una caída del PIB per cápita regional hasta niveles del 2010, con un desplome del 9.9%, según el nuevo informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Los países más afectados serán Venezuela con una contracción del 26%, Perú (-13%), Argentina (-10.5%), Brasil (-9.2%), Ecuador (-9%), El Salvador (-8.6%), Nicaragua (-8.3%), Cuba (-8%) y Chile (-7.9%).

En el caso de México, la Cepal proyecta una contracción del 9%, colocándose así entre las economías que mayor caída presentarán.

La nueva previsión es peor que la publicada el pasado 21 de abril, cuando la Comisión estimaba una caída del 6.5%.

Adicional, los indicadores laborales también sufrirán un importante deterioro: la tasa de desempleo se ubicaría en torno al 13.5%, lo que implica un aumento del 2% con respecto a la previsión de abril y del 5.4% comparado con 2019.

El número de desempleados se incrementará así en 18 millones con respecto al año pasado y llegará a las 44.1 millones de personas.

Respecto a la pobreza, el organismo calcula que la tasa aumentará este año hasta el 37.3%, con lo que el número de personas en situación de pobreza pasará de 185.5 millones en 2019 a 230.9 millones este año.

Los mayores incrementos de la tasa de pobreza se producirían en Argentina, Brasil, Ecuador, México y Perú, mientras que la pobreza extrema se incrementará en 28.5 millones este año y tendrá un impacto especial en las mujeres.

Por su parte, BBVA México pronosticó que la economía mexicana se contraerá un 10% en 2020, aunque no descartó que la caída llegue al 12% a causa de la crisis derivada de la pandemia.

“México va a tener una caída profunda, sobre todo por el hecho de que no se estén dando ningún tipo de medidas contracíclicas, que va a hacer que la caída sea más profunda y la recuperación sea más lenta”, consideró el economista jefe de BBVA en México, Carlos Serrano.

El banco estima una recuperación parcial en 2021, con un crecimiento estimado del PIB en un rango de entre el 2% y el 4%, siendo el 3.7% el caso más probable con los datos actuales.

El informe presentado este miércoles contempla que el PIB decrezca un 15.1% en el segundo trimestre de 2020 frente al primero, cuando la economía ya se contrajo un 1.2% en comparación con el trimestre anterior.

BBVA también proyectó que en el país se van a perder 1.37 millones de empleos formales al cierre de 2020, además de que de igual forma, prevén una lenta recuperación.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se lanzó este viernes en contra de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), uno de los pocos organismos internacionales a los que no había atacado.

Tachó este viernes de “pesimista” a la Cepal por pronosticar la pérdida de 500,000 empresas en el país, y la comparó con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Estos de la Cepal, aunque son progresistas, no dejan de tener algo de influencia del FMI. Los embarga también el pesimismo”, declaró  AMLO.

Y es que ayer, la Cepal presentó un informe que refiere que la suspensión de actividades productivas por la pandemia del nuevo coronavirus provocará el cierre de 2.7 millones de empresas formales en Latinoamérica, la mayoría de ellas microempresas, lo que implicará la destrucción de 8,5 millones de empleos.

Según este cálculo de la Cepal, organismo liderado por Alicia Bárcena, México será una de las naciones más afectadas en la región con 500,000 compañías perdidas.

Pero el presidente reiteró que ve las cosas con optimismo y por eso “hay motivos” para demostrar que ya se tocó “fondo” y ahora sigue la “recuperación” de la economía en el país.

Insistió en que, tal como lo dijo en su informe del pasado miércoles, en el primer semestre del año aumentaron las ventas de tiendas de autoservicio en 8% en términos reales. Resaltó que ha “ido disminuyendo” la pérdida de empleos, que las remesas han aumentando, mientras que el peso se sigue apreciando frente al dólar estadounidense.

Recordemos que el mandatario, en un constante choque con organismos internacionales, ha acusado que el FMI es “pesimista”.  Ha dicho que sus “recetas” neoliberales impulsaron la pobreza en el país.

De acuerdo a un informe presentado hoy por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2.7 millones de empresas podrían cerrar en Latinoamérica a causa de la pandemia de Covid-19.

En el caso de México, indicó que podrían cerrar hasta 500 mil empresas. Los cierres en la región implicarían la pérdida de 8.5 millones de empleos formales en la región en los próximos seis meses.

Adicional, la crisis económica y social podría dejar 83.4 millones de personas en la extrema pobreza, 16 millones más que en 2019, lo que incrementaría el hambre en la región, donde se ha precisado que si bien no faltan alimentos, sí hay dificultades para que muchos los compren.

La CEPAL señaló que la crisis golpeará principalmente a sectores productivos con más de un tercio del empleo formal y un cuarto del Producto Interior Bruto (PIB) de la región.

El reporte “Sectores y empresas frente al COVID-19: emergencia y reactivación”, precisa que el golpe a los sectores industriales de mayor dinamismo tecnológico profundizará los problemas estructurales de la región, por lo que llamó a implementar políticas adecuadas para fortalecer esas ramas productivas, entre las que existe una elevada probabilidad de que se genere un cambio estructural regresivo que conduciría a la reprimarización de las economías de la región.

La pandemia ha significado “una caída sincrónica en materia de crecimiento y comercio. Ha habido choques muy fuertes de oferta y demanda, suspensión de cadenas de producción, caída del comercio internacional, contracción de inversiones y suspensión de la actividad productiva interna”, señaló la secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena.

Puso especial énfasis en la gran cantidad de microempresas y pequeñas empresas que serán golpeadas por la crisis sanitaria y económica, principalmente el comercio y la industria hotelera, a causa de las cuarentenas aplicadas para disminuir la propagación del nuevo coronavirus, que a su vez ha cambiado los patrones de consumo y mermado la demanda interna.

El estudio identificó que una mayoría de las empresas de la región ha registrado importantes bajas en sus ingresos y presentan dificultades para mantener sus finanzas, además de dificultades para acceder a financiamiento para capital de trabajo.

La Comisión pidió tener en cuenta que las grandes empresas proveen el 39% del empleo formal y son responsables de más del 90% de las exportaciones, por lo que la reactivación económica debe incluir mejores condiciones de acceso a créditos, recapitalizaciones, y un aumento de la eficiencia, transparencia y regulación de los mercados capitales.

La crisis económica causada por la pandemia del nuevo coronavirus dejará 11.5 millones de nuevos desempleados en el 2020 en América Latina, lo cual incrementará el número total de desempleados a 37.7 millones de personas, estimaron en un informe la CEPAL y la OIT.

La contracción económica en América Latina que CEPAL estima será de un 5.3% este año, la peor desde 1930, y tendrá “efectos negativos” sobre la tasa de desocupación de la región, que pasará de un 8.1% el 2019 a un 11.5% este año, según las proyecciones presentadas por ambos organismos.

“Se proyecta un aumento de la tasa de desocupación de al menos 3.4 puntos porcentuales, lo que equivale a más de 11.5 millones de nuevos desempleados”, indica el informe “Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe. El trabajo en tiempos de pandemia: desafíos frente a la enfermedad por coronavirus (COVID-19)”.

Junto al aumento de la desocupación, ambas organizaciones esperan un marcado deterioro de la calidad del empleo en la región donde la tasa media de trabajos informales ya alcanza al 54%, afectando principalmente a los sectores más vulnerables.

La organización Internacional del Trabajo (OIT) estima la reducción de un 10.3% de las horas de trabajo, lo que afectará a unos 32 millones de personas, esto debido a la crisis sanitaria y las medidas de confinamiento tomadas por los países latinoamericanos.

Las cifras de desempleo afectarán duramente a los más vulnerables de la región, provocando el aumento de la pobreza en 4.4% y la pobreza extrema 2.6% con respecto a 2019.

“Esto implica que la pobreza alcanzaría entonces a 34.7% de la población latinoamericana (214.7 millones de personas) y la pobreza extrema a 13% (83.4 millones de personas)”, alertó la CEPAL.

Ambas instituciones ven un futuro incierto para el mercado laboral regional y estiman una recuperación bastante lenta de los empleos perdidos, que requerirá una profunda formación y educación de los trabajadores en seguridad sanitaria, protocolos de salud y horarios desfasados de ingreso y salida para evitar aglomeraciones y focos de contagio.

La economía de América Latina y el Caribe finalizará el 2019 con un crecimiento casi nulo, de 0.1%, una fuerte desaceleración en comparación con el 1% del año pasado que se da en un contexto de turbulencias sociales y políticas en varios países de la región, informó este jueves la Cepal.

Según el Balance Preliminar 2019 presentado hoy en Santiago de Chile por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la región presenta “una desaceleración generalizada y sincronizada” que se da “en un contexto económico y social extremadamente complejo”, con “presiones por reducir la desigualdad” que “han detonado con una intensidad inusual en algunos países de la región”.

El organismo regional de las Naciones Unidas indicó también que la desaceleración en la demanda interna se acompaña por una baja demanda agregada externa y mercados financieros internacionales más frágiles.

Las proyecciones de crecimiento para 2020, si bien mejoran con respecto a las cifras de 2019, no son muy prometedoras y el crecimiento estimado por la Cepal es de un 1.3% en promedio.

En consecuencia, el período 2014-2020 sería el de menor crecimiento para las economías de América Latina y el Caribe en las últimas siete décadas, según el organismo.

Según el informe, 23 de 33 países de América Latina y el Caribe (18 de 20 en América Latina) presentarán una desaceleración de su crecimiento durante 2019, mientras que 14 naciones anotarán una expansión de 1% o menos al finalizar el año.

Por subregiones, la economía de América del Sur caerá un 0.1% en 2019, mientras que su proyección de crecimiento para 2020 es de 1.3%; El Caribe cerrará el 2019 con un crecimiento del 1.4% y se espera que crezca un 5.6% en 2020; y Centroamérica acabará este año con crecimiento de 2.4% y proyecta un crecimiento de 2.6% para 2020.

El Balance Preliminar expone que en 2019 los países con mejores estimaciones son Dominica (9%), Antigua y Barbuda (6.2%), República Dominicana (4.8%), Guyana (4.5%), Panamá (3.5%), Guatemala (3.3%), Granada (3.3%), Colombia (3.2%), Bolivia (3%) y Saint Kitts y Nevis (3%).

En un nivel inferior de crecimiento se encuentran Honduras (2.9%), San Vicente y las Granadinas (2.5%), Perú (2.3%), El Salvador (2.2%), Belice (2.1%), Suriname (2.1%), Santa Lucía (2%), Costa Rica (1.8%), Jamaica (1.7%), Brasil (1%), Bahamas (0.9%), Chile (0.8%), Cuba (0.5%), Trinidad y Tobago (0.4%), Uruguay (0.3%), Paraguay (0.2%), Barbados (0%) y México (0%).

Del otro lado de la balanza, Venezuela vuelve a repetir un año más como el país con mayores números rojos e incrementa su recesión, pasando de un -19.6% el año pasado a un -25.5% para 2019.

Junto al país petrolero se sitúa, aunque con diferencia notable, Nicaragua, que incrementa su caída hasta llegar a un -5.3%, seguido de Argentina (-3%), Haití (-0,7%) y Ecuador (-0.2%).

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) informó este jueves que la pobreza aumentará hasta el 30.8% de la población en América Latina para el año 2019.

Así lo indicó el organismo en su publicación ‘Panorama Social de América Latina 2019’, en el que además señaló que se proyecta un incremento hasta el 11.5% en cuanto a la pobreza extrema.

“De confirmarse estas estimaciones, en 2019 habría 27 millones más de personas pobres que en 2014; peor aún, de ellas 26 millones se encontrarían en situación de pobreza extrema”, señaló la Cepal al respecto.

Las cifras del informe muestran una tendencia alcista en la región que se registra de forma continuada desde el año 2014, cuando la pobreza y la pobreza extrema llegaron a su mínimo en la última década (27.8% y 7.8%, respectivamente).

Ese crecimiento de la situación se traduce en la región en 191 millones de personas en situación de pobreza y 72 millones en situación de pobreza extrema.

La Cepal advirtió que pese a los avances logrados durante la primera década y media del siglo XXI, desde 2015 se ha
registrado un retroceso. “Esto es muy preocupante y enciende fuertes señales de alerta”.

Actualmente, América Latina registra un índice de 0.465 con países como Argentina, Uruguay y El Salvador con menores desigualdades y Brasil y Colombia con la mayor brecha, por encima de la media regional.

Durante la presentación del informe, la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, aprovechó para indicar que pese al bajo pronóstico de crecimiento económico para 2019 de 0.2%, México no está en recesión, sino que es resultado del cambio de modelo de gobierno, entre otras causas.

“No creemos que México esté en recesión. Dijimos que nuestra proyección es de 0.2%, con este entorno incierto relacionado con la inversión y esperamos que en 2020 haya una recuperación importante del crecimiento, porque habrá sin duda mayores inversiones en infraestructura y consumo de los hogares más pobres”, indicó Bárcena.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) revisó a la baja las proyecciones de crecimiento de la actividad económica de la región para 2019, año en que se espera una expansión promedio de 0,1% en América Latina y el Caribe.

El organismo estimó que en 2020 se continuará con un camino de bajo crecimiento, con una expansión proyectada del PIB de 1.4%, lo que conducirá a la región a cumplir siete años de permanecer con bajo avance.

Ello, dijo, se ha traducido en un deterioro de los niveles de ingreso per cápita promedio, el cual estaría reducido en 4.0% entre 2014 y 2019 y, por tanto, implica una caída promedio anual de 0.8%.

La CEPAL indicó que la desaceleración del ritmo de crecimiento se extiende para la mayoría de las economías de América Latina; para las economías de América del Sur, caerían un 0.2%, la primera caída desde 2016. En 2020 se espera que el crecimiento en esta subregión sea de 1.3% en promedio.

Para las economías de Centroamérica y México, se prevé una tasa de expansión de 0.7% para 2019 y de 1.6% para 2020, valores que implican una reducción respecto de la tasa media de crecimiento observada desde 2014 en esta subregión.

México, específicamente, crecerá 0.2% en 2019, mientras que en 2020 su crecimiento será de 1.3%

Para el Caribe de habla inglesa u holandesa se estima un crecimiento promedio de 1.5% para 2019, y la tasa esperada para 2020 es de 5.7%.

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La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, reconoció al Gobierno de México por impulsar el combate a la pobreza.

Destacó que acabar con los privilegios es una condición necesaria para alcanzar la igualdad.

Bárcena asistió como invitada a la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) con motivo de la inauguración de la Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y el Caribe.

La titular de la Cepal pidió reconocer la “dura” realidad de la región, en la que existe la “urgencia de sacar de la pobreza a 84 millones de latinoamericanos”, principalmente en el Caribe, y dijo coincidir con la frase de López Obrador en que “por el bien de todos, primero los pobres”.

Bárcenas refrendó su respaldo a la política de bienestar social impulsada por el gobierno de López Obrador y los 12 programas que dijo, buscan estimular el consumo en las familias con mayor pobreza, así como apoyar a los jóvenes, adultos mayores y discapacitados.

“Convierten a los beneficiarios en sujetos de derecho (…) sí apoyamos los programas sociales del gobierno de López Obrador”. De manera particular celebró la implementación de ‘Jóvenes Construyendo el Futuro’ y ‘Sembrando Vida’, el cual recordó que también se aplica en Honduras y El Salvador como parte de la estrategia para contener la migración.

Por su parte la Secretaria de Bienestar, María Luisa Albores, destacó la necesidad de compartir experiencia en materia de política social en América Latina y el Caribe para construir países más justos, fronteras más humanas que permitan a sus habitantes tener una vida digna.

La funcionaria mexicana dijo que la región debe superar los retos de la pobreza, la desigualdad, las brechas de desarrollo, la falta de salud y de seguridad social.

En su oportunidad, Luis Felipe López Calva, director regional para América Latina y El Caribe del programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, destacó la importancia de la reunión y dijo que América Latina y el Caribe enfrenta retos comunes como la violencia, la migración, el crecimiento económico y los fenómenos naturales.

La secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, destacó que el gobierno de México puso fin al modelo de desarrollo neoliberal, que ya no tenía destino, al cambiarlo por uno de bienestar.

En el marco de la Conferencia Regional para el Desarrollo Social de América Latina y el Caribe sostuvo que el nuevo modelo aplicado en programas sociales privilegia a las personas, el combate a la discriminación y deja de lado el clientelismo político.

En la sede de la cancillería mexicana y ante representantes de 28 países de la región, Bárcena respaldó la nueva política social emprendida por el gobierno mexicano que, dijo, se realiza sin intermediarios, con transparencia y sin un enfoque asistencialista.

La mexicana sostuvo que estas políticas, aplicadas a través de programas para adultos mayores y jóvenes, entre otros, buscan que las personas, sobre todo las de escasos recursos, se vuelvan motor de la economía.

Al recalcar que la igualdad no está peleada con el crecimiento económico, también valoró el “regreso” de México al territorio de América Latina y el Caribe con programas donde participa la Cepal, sobre todo en Guatemala, Honduras y El Salvador.

En esos países ya dicen: México volvió. México volvió su mirada al sur otra vez, enfatizó la secretaria Ejecutiva de la Cepal.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) informó este miércoles que los flujos de inversión extranjera directa (IED) hacia América Latina y el Caribe aumentaron 13.2% en 2018 con respecto a 2017, al sumar 184,287 millones de dólares.

Indicó que con dicho dato se revierten cinco años de caídas, aunque la cifra alcanzada el año pasado está aún por debajo de los valores registrados durante el ciclo de auge del precio de las materias primas.

Al presentar el documento ‘La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2019’, la Secretaria Ejecutiva del organismo regional de las Naciones Unidas, Alicia Bárcena, afirmó que en 16 países hay un aumento de las entradas con respecto a 2017, mientras que en 15 países hay una disminución.

Detalló que la mayor parte del crecimiento de la IED en 2018 se explica por las mayores inversiones en Brasil con 88,319 millones de dólares, 48% del total regional, y México con 36,871 millones de dólares, 20% del total.

Le siguen, en términos de monto recibido, Argentina con 11.873 millones de dólares, aumento de 3.1% con respecto a 2017; Colombia con 11,352 millones de dólares, una caída de 18%; Panamá con 6.578 millones de dólares, un aumento de 36.3%, y Perú con 6,488 millones de dólares, una caída de 5.4%.

“En un contexto internacional de reducción de los flujos de IED y de fuerte competencia por las inversiones, las políticas nacionales no deberían orientarse a recuperar los montos registrados a inicios de la década, sino a atraer cada vez más IED que contribuya a formar capital de conocimiento y avanzar hacia patrones de producción, energía y consumo sostenibles”, planteó Alicia Bárcena.

Se detalló que en 2018, la IED en Centroamérica creció 9.4% con respecto a 2017 por el impulso de Panamá. En el Caribe, las entradas se redujeron 11.4% debido a menores inversiones en la República Dominicana (-29%), principal receptor en esta subregión.

Con respecto al comportamiento de las empresas transnacionales latinoamericanas, conocidas como translatinas, el documento de la CEPAL informa que la salida de IED desde los países de América Latina disminuyó en 2018 por cuarto año consecutivo y llegó a 37,870 millones de dólares. El 83% de la inversión directa en el exterior procedente de América Latina tuvo su origen en Brasil, Chile, Colombia y México.

La mayor parte del capital que ingresó a la región provino de Europa y de Estados Unidos, principal inversor en México y en Centroamérica. China, en tanto, perdió participación en las fusiones y adquisiciones en América Latina y el Caribe.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) presentó este miércoles su informe anual ‘Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2019’, en que indica que durante 2019 el crecimiento económico de la región mantenga una trayectoria a la baja, debido a un contexto internacional con mayores incertidumbres y complejidades, y a un débil comportamiento de la inversión, las  exportaciones y el consumo.

Según el reporte, la región crecerá este año solo un 0.5%, cifra inferior al 0.9% de 2018. La proyección anterior señalaba un crecimiento de 1.3%.

Indicó que el desempeño es atribuido a los efectos de un debilitamiento sincronizado de la economía global, lo que ha implicado un escenario internacional desfavorable para la región.

Además, mencionó que en el ámbito interno, el bajo crecimiento se debe al poco dinamismo exhibido por la inversión, las exportaciones y a una caída del gasto público y del consumo privado.

A diferencia de años anteriores, en 2019 la desaceleración será generalizada y afectará a 21 de los 33 países de América Latina y el Caribe. En promedio, se espera que América del Sur crezca 0.2%, América Central 2.9% y el Caribe 2.1%.

“La región enfrenta un contexto externo con mayores incertidumbres y complejidades crecientes: menor dinamismo de la actividad económica mundial y del comercio global; mayor volatilidad y fragilidad financiera; cuestionamientos al sistema multilateral y un aumento en las tensiones geopolíticas”, sostuvo la Secretaria Ejecutiva del organismo de las Naciones Unidas, Alicia Bárcena.

De acuerdo con el estudio, el espacio fiscal se ha visto restringido por niveles de ingresos insuficientes para cubrir el gasto, lo que deriva en déficits y en un incremento en el endeudamiento en los últimos años. Además, los efectos de la creciente volatilidad cambiaria y de las mayores depreciaciones limitarían la posibilidad de los bancos centrales de la región para profundizar políticas de estímulo a la demanda agregada, a lo que se suma el hecho de que los condicionantes estructurales acentúan la vulnerabilidad externa y no ayudan a dinamizar el crecimiento.

Según la CEPAL, se requiere expandir el espacio de políticas para hacer frente a la desaceleración y contribuir al crecimiento económico, con medidas tanto en el área fiscal, como en la monetaria y relacionadas con la inversión y la productividad.

Para México, la proyección de crecimiento para 2019 es de 1.0%, 0.7 puntos menor que la proyección anterior.

Bárcena dijo que para nuestra país se tomó en cuenta una desaceleración en la economía que inició a mediados del año pasado, que además está asociada a factores estructurales e históricos, como la situación de Pemex o la merma de la situación fiscal.

Sin embargo, apuntó que la incertidumbre de la política comercial con Estados Unidos y la propia desaceleración del país vecino, “le pega a México”.

“México ha iniciado una profunda transformación de su modelo económico, eso es lo que estamos viendo claramente. Y en ese sentido uno de los cambios estratégicos que está haciendo es en el sector energético, cambiando, reestructurando el modelo de negocios en materia de energía”, apuntó.

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