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México registró en agosto pasado un déficit comercial de 1,377 millones de dólares, aunque estuvo acompañado de un aumento de casi el 4% en las exportaciones, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

La cifra es menor al déficit de 5,704 millones de dólares del mismo mes de 2022, aunque mayor al de 881 millones de dólares de julio pasado, según señaló el organismo en su reporte.

De esta manera, México acumuló un déficit comercial de 8,602.1 millones de dólares en los primeros ocho meses de 2023, una reducción interanual de 65.2%.

Tan solo en agosto, las exportaciones totales sumaron 52,359.9 millones de dólares, un monto superior en 3.8% al del mismo mes del año pasado.

Las ventas petroleras decrecieron un 4.6% interanual al situarse en 3,042.4 millones de dólares, mientras que las no petroleras se elevaron un 4.3% hasta los 49,317.5 millones de dólares.

En cuanto a las exportaciones no petroleras, “las dirigidas a Estados Unidos crecieron 5.2% a tasa anual y las canalizadas al resto del mundo retrocedieron 0.1%”, detalló el INEGI.

Por otro lado, las importaciones totalizaron 53,737 millones de dólares en agosto, un 4.3% menos que el mismo mes del pasado año. Las compras petroleras se desplomaron un 37.1% interanual, al ubicarse en 4,773.7 millones de dólares.

En los primeros ocho meses de 2023, las exportaciones de México subieron un 3.8% interanual hasta los 391,878.9 millones de dólares. En cambio, las importaciones de enero a agosto retrocedieron un 0.5% interanual hasta los 400,481 millones de dólares.

La secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, defendió este lunes el proyecto de presupuesto entregado el pasado viernes por el Secretario de Hacienda al Congreso, pese al déficit fiscal que presenta, equivalente al 4.9% del PIB en 2024.

“Ya el secretario de Hacienda presentó cuál es el plan y este plan es un plan responsable de las finanzas públicas y vemos, al contrario, un proyecto que va a ayudar a consolidar los proyectos de la cuarta transformación”, dijo la funcionaria.

Alcalde respondió así a las proyecciones sobre que el presupuesto 2024 México registrará un déficit fiscal equivalente al 4.9% del PIB, en comparación con un 3.3 % estimado este año, y que representa el mayor déficit desde 1988.

En el proyecto, el Gobierno federal aumentó el gasto neto total a 9.02 billones de pesos para 2024, lo que significó un crecimiento real del 7.1%, en comparación con 2023.

De ese presupuesto para el año próximo, poco más del 67.6% se destinará al gasto identificado con el desarrollo social.

Diversas voces han alertado que esto llamada la atención pues el próximo año habrá elecciones presidenciales, además de la renovación de múltiples cargos.

La secretaria de Gobernación afirmó que el presupuesto va dirigido principalmente para tener los recursos necesarios para concluir las obras iniciadas durante esta administración.

“Este proyecto incluye los montos necesarios para concluir precisamente con el proyecto del Tren Maya, vías de comunicaciones y transportes, para el Istmo de Tehuantepec, para el tren interurbano México-Toluca, el tren suburbano al Aeropuerto Felipe Ángeles”, añadió.

También expuso que se están contemplando los recursos necesarios para obras hidráulicas y programas sociales.

“Programas de bienestar que hoy ya son derechos. Estamos hablando no solamente del programa adultos mayores, sino el de becas para estudiantes, Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida, el programa para personas con discapacidad, entre otros”, apuntó la titular de SEGOB.

Además, sostuvo que esto es producto de un manejo “responsable” de finanzas sanas, lo que se ha logrado gracias a dos pilares: cero corrupción y acabar con los privilegios.

“Estos dos pilares es lo que ha permitido que haya fondos suficientes como en el proyecto que se presenta ahora para el desarrollo”, enfatizó la funcionaria al precisar que esta inversión pública se ha hecho sin endeudar al país.

La economía registró un déficit comercial de 26,421.2 millones de dólares en 2022, una cifra 141.5% mayor que el dato también negativo de 10,939 millones de dólares de 2021, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

“Lo anterior se derivó de una disminución del superávit de la balanza de productos no petroleros, que pasó de 13,696 millones de dólares en 2021 a 8,481 millones en 2022, y de un mayor déficit de la balanza de productos petroleros, que pasó de 24,635 millones de dólares en 2021 a 34,902 millones en 2022”, detalló el INEGI en su reporte

Pese al déficit, las exportaciones totales subieron un 16.9% anual hasta los 578,193.4 millones de dólares. En tanto las importaciones crecieron aún más, un 19.6% anual, hasta los 604,614.6 millones de dólares.

Las ventas petroleras en 2022 totalizaron 39,212,.2 millones de dólares, un 34.2% más que en 2021; mientras que las no petroleras cerraron en 538,981.2 millones de dólares, 15.8% más que un año antes.

Las importaciones petroleras representaron 74,114.4 millones de dólares, un aumento anual de 37.6%,  y las compras no petroleras fueron de 530,500.1 millones de dólares, un crecimiento anual de 17.4%.

La balanza comercial se publica un día después de revelarse el crecimiento de 2.1% del PIB de Estados Unidos, a donde van más del 82% de las exportaciones de nuestro país.

Las exportaciones de mercancías a Estados Unidos se elevaron en 16.6% en 2022, mientras que al resto del mundo crecieron 12%, añadió el INEGI.

Solo en diciembre, México tuvo un superávit de 984 millones de dólares, un 63.1% más que el mismo mes del año anterior.

Las exportaciones totales en el último mes de 2022 subieron un 3.4% interanual hasta los 49,323 millones de dólares, mientras que las importaciones se elevaron en 2.6% hasta los 48,339 millones de dólares.

Dentro de las exportaciones de diciembre, las ventas petroleras supusieron 2,844.4 millones de dólares, un alza del 1.5% interanual, y las no petroleras fueron de 46,478.6 millones de dólares, un alza del 3.5%.

En importaciones, las compras petroleras fueron de 5,085.3 millones de dólares, un decremento interanual del 3.8%, y las no petroleras ascendieron a 43,253.8 millones de dólares, un alza del 3.4%.

El segundo año consecutivo de déficit ocurre después de dos años seguidos de un superávit comercial, de 34,013 millones de dólares en 2020 y 5,409 millones de dólares en 2019.

México registró en octubre un déficit comercial de 2,701 millones de dólares, cifra que se compara con el superávit de 6,256 millones de dólares del mismo mes de 2020, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

“El saldo de la balanza comercial de mercancías de México en octubre 2021 fue deficitario por un monto de 2,701 millones de dólares, saldo que se compara con un superávit de 6,256 millones de dólares en octubre 2020”, informó el presidente del INEGI, Julio A. Santaella, en Twitter.

Las exportaciones sumaron en octubre 41,957.1 millones de dólares, un dato idéntico al alcanzado en el mismo periodo del año pasado, precisó el organismo.

Las ventas petroleras subieron un 105.9% interanual y se situaron en 2,771.9 millones de dólares, mientras que las no petroleras cayeron un 3.5% hasta los 39,185.2 millones. “Al interior de las exportaciones no petroleras, las dirigidas a Estados Unidos disminuyeron a una tasa anual de 2,6 % y las canalizadas al resto del mundo lo hicieron en 7,7 %”, añadió el INEGI.

Asimismo, las importaciones totalizaron 44,658.1 millones de dólares, un 25.1% más que la cantidad reportada en el mismo mes del pasado año.

Las compras petroleras crecieron un 72.8% año contra año, al ubicarse en 4,678.4 millones de dólares, mientras que las no petroleras aumentaron un 21.2% al sumar 39,979.7 millones de dólares.

En los primeros diez meses del año, el país acumula un déficit comercial de 11.969,7 millones de dólares.

Recordemos que México tuvo en 2020 un superávit comercial de 34,476,4 millones en un año en el que cayeron tanto las exportaciones como las importaciones por la pandemia de COVID-19. En 2019, el país registró un superávit en la balanza comercial de 5,820.3 millones de dólares, cifra que se contrapuso al déficit en la balanza comercial de 13,618 millones en 2018.

El país registró en julio pasado un déficit comercial de 4,063 millones de dólares, cifra que se compara con el superávit de 5,655 millones de dólares del mismo mes de 2020, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

“El fuerte crecimiento de las importaciones totales de mercancías hizo que estas rebasaran a las exportaciones y resultaran en un déficit comercial de 4,063 millones de dólares en julio 2021. El acumulado del año también pasó a ser deficitario con 2,968.1 millones de dólares”, informó el presidente del Inegi, Julio A. Santaella, en Twitter.

Las exportaciones sumaron en julio 40,887.7 millones de dólares, un 15.2% superior a la alcanzada en el mismo periodo del año pasado, precisó el organismo.

Las ventas petroleras subieron un 104.6% interanual y se situaron en 2,882.8 millones de dólares, mientras que las no petroleras aumentaron un 11.5% hasta los 38,005 millones, detalló.

“Al interior de las exportaciones no petroleras, las dirigidas a Estados Unidos crecieron a una tasa anual de 10.6% y las canalizadas al resto del mundo lo hicieron en 15.6%”, señaló el Inegi.

Asimismo, las importaciones totalizaron 44,950.6 millones de dólares, un 50.6% más que la cantidad reportada en el mismo mes del pasado año.

Las compras petroleras crecieron un 119.7% año contra año, al ubicarse en 4,994.6 millones de dólares, mientras que las no petroleras aumentaron un 44.9% al sumar 39,956.1 millones de dólares.

“Por tipo de bien, se presentaron aumentos mensuales de 0.33% en las importaciones de bienes de consumo, de 5.54% en las de bienes de uso intermedio y de 5.76% en las de bienes de capital”, agregó el organismo en el texto.

En los primeros siete meses del año, el país acumula un déficit comercial de 2,.968.1 millones de dólares.

Recordemos que nuestro país tuvo en 2020 un superávit comercial de 34,476.4 millones en un año en el que cayeron tanto las exportaciones como las importaciones por la pandemia de la COVID-19. En 2019, el país registró un superávit en la balanza comercial de 5,820.3 millones de dólares, cifra que se contrapuso al déficit en la balanza comercial de 13,618 millones en 2018.

El Instituto Nacional Electoral (INE) recordó que inició su ejercicio presupuestal de 2019 con un déficit de 950 millones de pesos (mdp) por el recorte aprobado por la Cámara de Diputados, por lo que pese a medidas de austeridad, tendrá que seguir haciendo más ajustes.

Recordó que, en enero de este año, informó que recortaría programas para absorber 330.8 mdp, por lo que el déficit se redujo a 619.2 mdp.

Reiteró que a inicios de año, el INE solicitó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) una ampliación presupuestal. Sin embargo, hasta el momento la dependencia federal no ha respondido la solicitud.

Subrayó que durante el primer semestre del año consiguió una reducción adicional de 336.8 mdp al déficit presupuestal original con medidas temporales de contención del gasto y la aplicación de ingresos extraordinarios, tales como:

  • Suspensión temporal de contrataciones de más de 600 plazas vacantes por el programa de retiro voluntario y la rotación natural de personal. Esto generó economías por 170.8 mdp.
  • Reorientación de ahorros obtenidos en las licitaciones públicas, donde destacan 90 mdp en la contratación de vehículos arrendados.
  • Uso de 76 mdp de recursos provenientes de intereses generados en cuentas productivas, desincorporación de bienes inútiles, sanciones a proveedores y recuperaciones de seguros.

Sin embargo, pese a las medidas tomadas, aún enfrenta un déficit de 282.4 mdp para la segunda mitad del año. Por ello, el Instituto se verá obligado a realizar recortes adicionales durante dicho periodo, que podrían afectar los siguientes proyectos:

  • Voto de los mexicanos en el extranjero.
  • Operación de órganos de vigilancia del padrón electoral.
  • Actualización del padrón electoral y credencialización.
  • Implementación de la Estrategia Nacional de Cultura Cívica.
  • Implementación del Sistema de Gestión Documental Institucional.
  • Modelo de riesgos de la Unidad Técnica de Fiscalización.

Adelantó que solicitarán a la Cámara de Diputados para el 2020 el presupuesto que requiere para cumplir con sus obligaciones establecidas en la Constitución y la ley; “dichos recursos deberán ser suficientes para garantizar la certeza no sólo de los comicios locales de los estados de Coahuila e Hidalgo, a celebrarse en 2020, sino también para financiar las actividades relacionadas con el inicio del proceso electorales 2020-2021”.

Recordó que las elecciones federales de 2021, en las que se renovará la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, coincidirán con comicios locales en los 32 estados.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó este viernes que la balanza comercial del país presentó un déficit de 2 mil 382 millones de dólares durante el mes de noviembre, cifra inferior al superávit de 408 millones de dólares reportado en el mismo mes del año anterior.

En un comunicado, el organismo indicó que el acumulado de los once primeros meses del año presenta un déficit de 15 mil 541 millones de dólares.

Las exportaciones en el mes de noviembre sumaron un total de 38 mil 554 millones de dólares, un incremento anualizado de 2.8 por ciento; de este número, 36 mil 190 millones corresponde a exportaciones no petroleras y 2 mil 354 a exportaciones petroleras.

“Al interior de las exportaciones no petroleras, las dirigidas a Estados Unidos crecieron 4.3 por ciento a tasa anual, en tanto que las canalizadas al resto del mundo cayeron 0.6 por ciento”, señala el INEGI.

Por el otro lado, las importaciones ascendieron a 40 mil 926 millones de dólares en el décimo primer mes del año, un incremento anual de 10.4 por ciento. “Dicha cifra se originó de tasas de 9 por ciento en las importaciones no petroleras y de 21.7 por ciento en las petroleras”.

JORGE SUÁREZ-VÉLEZ

REFORMA

 

 

 

Finalmente sabemos qué espera Estados Unidos de la renegociación del TLC. No hay sorpresas, pero prevalece la narrativa de reducir el déficit con México, lo que delata el analfabetismo económico y comercial del presidente Trump.

 

Para él todo déficit comercial es igual y denota derrota. No es así. El mayor déficit de EU es con China. Un intercambio de $579 mil millones de dólares produjo un déficit de $347 mil millones. EU compra más de China que viceversa. El desbalance es lógico, la economía del primero es 70% más grande, el PIB per cápita 7 veces mayor, y el gasto en consumo es 70% del PIB en EU y 50% en China. Con México el comercio es similar, $525 mil millones, con un déficit de sólo 63 mil.

 

Pero México sí es socio de EU, China no. Las cadenas de abasto de nuestros países y Canadá están integradas. Un automóvil exportado desde Norteamérica cruza seis veces nuestra frontera norte. Pero el producto es terminado en nuestro país. Eso hace que EU lo “importe”. Sin embargo, 40% de las partes de éste fueron producidas en EU, y probablemente lo exporta una filial de la empresa automotriz estadounidense, por lo que la ganancia se reflejará en el balance contable de ésta, beneficiando otra parte de la balanza de pagos estadounidense.

 

México es la plataforma ideal de Norteamérica para exportarle al mundo el producto terminado, pues tenemos el mayor número de acuerdos comerciales. En EU se habla demasiado del impacto de la mano de obra barata de México en el precio final de un automóvil, por ejemplo, pero es tres veces mayor el beneficio arancelario que nuestra plataforma ofrece. Sin México, EU perdería competitividad internacional para exportar y su déficit global crecería.

 

Si la preocupación de Trump son los déficits comerciales estadounidenses, su peor error fue salirse del TPP. Ese acuerdo hubiera permitido que nuestra muy competitiva región ganara participación en el mercado asiático, una región muy poblada y con creciente poder adquisitivo. Eso hubiera reducido su déficit con Japón (69 mil millones), pero incluso con México, pues las partes de lo que hubiéramos exportado desde México seguirían proviniendo de EU.

 

Trump lleva décadas sin entender de comercio. En los ochenta escribió sobre el déficit con Japón como si afectara su hombría. Los votantes debieron alarmarse de su limitado entender, pues aun rodeándose de gente informada (no lo hizo, pues escucha a Navarro y a Wilbur Ross, epítome del mercantilismo), es difícil articular políticas que le lleven la contra al Presidente.

 

En México pasaría lo mismo si López Obrador llega a Los Pinos. Ni él ni su equipo de analfabetas económicos, como Jalife y Ackerman, entienden las bondades de que México esté integrado a esa gran cadena de abasto. Son proteccionistas. Se ha manifestado a favor de invertir en refinerías, ha dicho que la extracción de petróleo es muy fácil, cree que la solución está en sembrar árboles maderables en el sur, y todo lo resuelve con gasto del gobierno. Nunca ha propuesto una política pública sensata que implique alguna profundidad de análisis. Podría resultar letal cuando México no sólo necesita apuntalar las reformas en temas de energía, telecomunicaciones y educación, sino que urge enfrentar temas críticos: la necesidad de formalizar nuestra economía, de invertir en investigación, de desarrollar políticas que fomenten inclusión y de cerrar la brecha entre las habilidades que la economía del siglo XXI demanda y las que nuestro paupérrimo sistema educativo ofrece, además urge desarrollar un Estado de derecho.

 

Las fallidas políticas públicas de Trump afectarán a millones de estadounidenses. México no puede arriesgarse a un demagogo en el poder.

 

A Gerardo Ruiz Esparza: nuestro “mal rato” empezó hace 5 años con usted al frente de SCT. Muestre un ápice de pundonor renunciando.

 

 
@jorgesuarezv 

 

Sergio Sarmiento

REFORMA

 

 

 

Un problema de los populistas es que no entienden los problemas complejos… o pretenden que no los entienden. Es el caso de Donald Trump con el déficit comercial. El problema para él es muy sencillo. Estados Unidos tiene un déficit comercial y el déficit, por definición, es malo. Sólo puede existir porque los demás países abusan de los estadounidenses.

 

Esta visión no es nueva, se llama mercantilismo. A algunos, como Trump, les parece intuitivamente cierta, pero ha sido rechazada por la mayoría de los especialistas. El comercio exterior no es como las operaciones de una empresa y su propósito no es obtener un superávit. Beneficia a las dos partes, al vendedor y al comprador, porque al vendedor le da un ingreso y al comprador un producto que desea y no puede producir por el mismo precio y calidad. Son muchas y complejas las razones por las que un país registra un déficit o un superávit, y no pueden enmendarse con una simple orden ejecutiva.

 

El déficit comercial de Estados Unidos es el mayor del mundo: 502 mil millones de dólares en 2016. Lo ha sido desde 1975, lo cual señala que es una condición estructural y no circunstancial. Por mucho, el mayor déficit es con China: 447 mil millones de dólares. Le siguen Japón con 69 mil millones, Alemania con 65 mil millones y México con 63 mil millones (thebalance.com). Pero Estados Unidos tuvo en 2015 un déficit comercial con 101 países, casi todos con los que comercia (Stephen S. Roach, Project Syndicate, 25.4.16). La razón es que los estadounidenses tienen una muy baja tasa de ahorro, apenas 2.6 por ciento del ingreso nacional en el cuarto trimestre de 2016 (Roach). En comparación con el PIB, el ahorro de Estados Unidos es de 19 por ciento, contra 22 por ciento de México, 28 de Alemania, 36 de Corea y 49 de China (data.worldbank.org).

 

Para Trump la solución es el proteccionismo. “Debemos proteger nuestras fronteras de los estragos provocados por otros países que hacen nuestros productos, se roban nuestras compañías y destruyen nuestros empleos -afirmó en su discurso inaugural-. La protección llevará a una gran prosperidad y fortaleza”. La verdad, sin embargo, es otra. Mientras no se corrija la falta de ahorro, el proteccionismo no servirá más que para incrementar los precios de los productos que se importan.

 

Este viernes 31 de marzo Trump firmó una de sus características órdenes ejecutivas en que pide una revisión país por país y producto por producto del déficit. “Los empleos y la riqueza han sido arrancados de nuestro país año tras año, década tras década, déficit comercial sobre déficit comercial -dijo-. Miles de fábricas han sido robadas de nuestro país”. Son declaraciones que funcionan políticamente debido a la ignorancia económica. También Hillary Clinton y Bernie Sanders hicieron campaña contra el libre comercio.

 

Estados Unidos, sin embargo, tiene un déficit comercial porque ahorra poco, porque tiene un sistema fiscal que incentiva el gasto y castiga el ahorro. También por su superávit de capital: el país está atrayendo gran cantidad de dinero del exterior. De alguna manera el déficit es producto de la fortaleza económica del país. Querer eliminarlo a través de medidas proteccionistas no ayudará a nadie. Una reducción sostenible sólo puede venir de un aumento del ahorro interno. Si Trump erige barreras, no reducirá el déficit, pero sí puede provocar una guerra comercial y una recesión… no sólo en Estados Unidos sino en todo el mundo.

 

 

 
· ¿NADIE VIO?

 

Ya hay órdenes de aprehensión contra Javier y César Duarte. Pero, ¿por qué nadie se dio cuenta de sus faltas cuando eran gobernadores? De qué nos sirve tener un sistema tan costoso de control del gasto público.

 

 

@SergioSarmiento