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El gobierno de Nicaragua informó que planteó la suspensión de su relación diplomática con el Vaticano, en una medida que llega tres días después que el Papa Francisco comparara al gobierno de Daniel Ortega con “la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35”.

En un comunicado, la cancillería nicaraguense salió al paso a versiones de prensa que más temprano hablaron de una presunta “ruptura” diplomática con la Santa Sede, en medio de un ambiente de tensiones entre la administración sandinista y la Iglesia católica local.

“Entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de relaciones diplomáticas”, señaló la nota de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores. El comunicado no reveló los motivos de la medida.

Funcionarios del Vaticano, que hablaron bajo condición de anonimato porque no ha habido ningún anuncio oficial, dijeron la noche de ayer que había una solicitud de Nicaragua para cerrar las misiones diplomáticas de cada lado.

Y es que en una entrevista al portal de noticias argentino Infobae, el Papa Francisco cuestionó al gobierno de Ortega, que el mes pasado condenó a 26 años de cárcel al obispo Rolando Álvarez, una de las voces católicas más críticas.

Además, Ortega se ha referido a la Iglesia católica como “una mafia” y “la dictadura perfecta”.

“No me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige (Daniel Ortega). Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio”, dijo el Papa en la entrevista.

“Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera (…) dictaduras comunistas del 17 o hitlerianas del 35. Son un tipo de dictaduras groseras”, agregó el pontífice.

La declaración de Francisco fue celebrada por los opositores a Ortega en Nicaragua, que en los últimos años venían reclamando al Papa una posición más crítica frente al gobierno nicaragüense.

Hace exactamente un año, el gobierno de Managua expulsó al nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag, quien había abogado por la liberación de cientos de opositores presos en 2018 y 2019. La Santa Sede expresó su “sorpresa y dolor” por la medida y dijo que el nuncio fue conminado a “que dejara inmediatamente el país”.

En agosto pasado, la policía nicaragüense impuso un asedio de más de dos semanas en torno a la Curia Episcopal de Matagalpa (norte), manteniendo cautivo al obispo Álvarez junto a tres sacerdotes y cuatro colaboradores, quienes luego fueron arrestados y condenados por supuesta “conspiración”.

El 9 de enero, el gobierno deportó a 222 “presos políticos”, incluyendo los colaboradores de Álvarez, hacia Estados Unidos. El obispo se negó a abordar el avión, tras lo cual fue condenado a 26 años de cárcel y encerrado en la cárcel Modelo, un penal donde están recluidos miles de reos.

El presidente Ortega confirmó lo anterior en un discurso en el que llamó al sacerdote de 53 años “soberbio”, “desquiciado” y “energúmeno”, por negarse a ser desterrado.

El mandatario sandinista ha acusado a los obispos católicos de apoyar a la oposición durante las protestas sociales de 2018, que el gobierno de Managua calificó como “un fallido golpe de Estado” para desestabilizar a Ortega.

Las protestas fueron sofocadas con violencia por la policía y paramilitares afines al gobierno, dejando como consecuencia 355 muertos, más de 2,000 heridos, 1,600 detenidos en distintos momentos y al menos 100,000 exiliados, según organismos de derechos.

Bulgaria pidió este jueves explicaciones a México sobre varios casos en los que turistas búlgaros fueron deportados después de que no se les dejara ingresar a nuestro país y, además, se les negase contactar con su embajada.

El Ministerio de Exteriores de Bulgaria señala que “debido a los frecuentes casos de ciudadanos búlgaros que no son admitidos en México por las autoridades migratorias del aeropuerto de Cancún”, pide a sus nacionales que estudien posponer su viaje hasta que no se esclarezcan los motivos.

El gobierno búlgaro critica además que las autoridades de nuestro país no dieran la posibilidad a los turistas de llamar a su embajada, algo que “viola las normas y los tratados internacionales”.

Recordemos que los ciudadanos de Bulgaria, un país que está en la Unión Europea pero no en el espacio Schengen de libre movimiento, no requieren de visado para entrar en México.

Sobre esta situación alertó la asociación “Futuro del Turismo”, que denunció que en el aeropuerto de Cancún a al menos 27 turistas búlgaros se les confiscaron sus celulares y pasaportes, y después fueron deportados.

Según detalles que han trascendido, los turistas búlgaros pagaron por sus vacaciones en Cancún unos 6,000 euros por persona.

Algunos de los afectados relataron a medios locales que permanecieron en un sótano en condiciones precarias hasta cinco días y no se les permitió contactar a la embajada ni se les dio ninguna explicación sobre el motivo de su detención.

Debido a esta situación, representantes de la embajada búlgara han mantenido varias reuniones con funcionarios mexicanos y han pedido más información para explicar cada caso particular.

El ministro de Exteriores interino, Nikolay Milkov, cree que los turistas búlgaros fueron confundidos con posibles inmigrantes irregulares.

ARTURO SARUKHÁN

EL UNIVERSAL

 

En mi primera columna del año en estas mismas páginas, advertía que la geopolítica regresaba con venganza en 2022 como un factor crucial de las relaciones internacionales del siglo XXI. Después de dos meses de diplomacia intermitente y negociaciones de mala fe por parte del Kremlin, Rusia ahora ha lanzado una invasión -injustificada y premeditada- a gran escala de Ucrania. A pesar de las repetidas advertencias de la Administración Biden en el sentido de que Rusia tenía intenciones reales de invadir, las imágenes de tanques y helicópteros rusos asediando Ucrania han conmocionado al mundo, iniciando una guerra que tendrá extensas consecuencias para Europa y para el orden internacional. Esta agresión militar rusa representa uno de esos momentos que nos obliga a reinterpretar la época en la que vivimos. Lo que algunos historiadores llaman el largo periodo de paz de 30 años que siguió al fin de la Guerra Fría en Europa (con la tendencia a hacer caso omiso -consciente o inconscientemente- de las guerras en la ex Yugoslavia) se ha despeñado. Futuros historiadores mirarán estas últimas décadas, en general, de la misma manera que ven el período de entreguerras de 1918 a 1939: como una oportunidad desperdiciada. Ahora debemos ponderar las consecuencias políticas y económicas de este momento de inflexión en las relaciones internacionales de nuestro tiempo.

Arranco con un apunte geopolítico: estamos frente a una gran escalada cualitativa camino a una potencial Segunda Guerra Fría, en la que cuatro potencias revisionistas -la primera de las cuales además es revanchista (a decir Rusia, más China, Irán y Corea del Norte)- están desafiando el largo dominio global de Estados Unidos y el orden internacional liderado por Occidente, creado después de la Segunda Guerra Mundial, y que conlleva enormes consecuencias que trascienden lo que sucede ahora en Ucrania. En particular, se elevan las posibilidades de que pudiese producirse una guerra entre las principales potencias en la próxima década. El mayor problema estratégico al que se enfrenta Washington en este momento es la potencial convergencia de sus dos principales rivales, China y Rusia, países que no siempre confían el uno del otro pero que, sin embargo, obtienen beneficios simétricos al cuestionar el orden internacional existente. La convergencia sino-rusa les da a ambas potencias más margen de maniobra al magnificar el problema de dos frentes para Washington: ahora se enfrentaría a dos rivales, más cercanos entre ellos y cada vez más asertivos, en dos teatros geográficos distintos y a miles de kilómetros uno del otro, Europa oriental y el Pacífico occidental. A medida que la nueva rivalidad central del sistema internacional entre EE.UU y China continúe escalando, Taiwán también se convertirá cada vez más en un posible foco de tensión, enfrentando a Occidente contra la alianza emergente de potencias revisionistas y revanchistas. Y hay una distinción entre revisionismo y revanchismo. Los revisionistas desean construir un orden internacional que les sea funcional y favorable. Los revanchistas están motivados por la idea del agravio y la venganza. Más que cambiar al mundo, desean cambiar de lugar con los vencedores del último conflicto.

Adicionalmente, varios otros factores jugarán un papel clave en las próximas horas y días. Aquí esbozo solo algunos de ellos.

¿Cuál será el alcance de la operación militar rusa? Si bien las fuerzas rusas penetraron suelo ucraniano desde distintos puntos geográficos, no está del todo claro aún si el propósito es una ocupación permanente o semipermanente de Ucrania o fue concebida como una operación quirúrgica para solo decapitar al gobierno elegido democráticamente en Kiev y forzar la “finlandización” del país.

¿Le saldrá el tiro por la culata a Putin? La invasión con más de 190 mil efectivos rusos se ha topado con resistencia férrea del ejército ucraniano, y su obsesión con la expansión de la OTAN hacia el este de Europa, un factor que sin duda ha pesado en los cálculos del líder ruso desde hace décadas, han generado una unidad a su interior y entre Europa y EE.UU no vista en años, e incluso podrían llevar a peticiones finlandesa y sueca de ingreso a la alianza militar. Países de la OTAN están enviando armas (sobre todo misiles antitanque) a Ucrania y por primera vez en su historia la alianza ha activado y movilizado su brigada de respuesta rápida. Y con su guerra de agresión en Europa, Putin ha enterrado de un golpe la neutralidad sueca y suiza y el pacifismo alemán de la posguerra en un solo fin de semana.

Las importantes sanciones a las que está siendo sujeta Rusia y el impacto económico que conllevan para Moscú, para la oligarquía rusa y eventualmente para la población en general, así como la evidente efectividad de la respuesta armada ucraniana ante el avance de la invasión, ¿llevarán a Putin a errar en un movimiento en el tablero militar? Su decisión de poner a las fuerzas de disuasión nuclear en alerta y la posibilidad de recurrir a la participación bélica de Bielorrusia, para todo efecto ya un Estado satélite de Moscú, son sin duda señales de alarma en ese sentido.

¿Qué sucederá con los mercados energéticos mundiales? Los precios del petróleo y el gas se han disparado a niveles casi récord a medida que la crisis ha empeorado. Putin podría retener exportaciones, elevando aún más los precios de manera artificial, impactando los de por sí ya elevados niveles de inflación en muchas naciones del mundo. A ello se podrían agregar aumentos significativos en los precios mundiales de trigo (por la caída en la producción rusa y ucraniana) y más disrupciones en cadenas globales de suministro.

¿Se enfrentará Europa a una crisis de refugiados? Al momento de escribir esta columna, había ya más de medio millón de refugiados ucranianos huyendo hacia otras naciones europeas. La guerra entre Rusia y Ucrania podría desplazar a millones de personas y detonar oleadas de refugiados a Europa Central. Un movimiento tan masivo de personas, no visto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, podría suponer una catástrofe humanitaria e impactar la política europea tanto o más que la crisis migratoria de 2015 a través de Turquía y el Mediterráneo.

¿Cuáles son las implicaciones políticas internas para Biden? Hasta el momento no ha habido un efecto significativo de la opinión publica aglutinándose en torno al presidente, como suele suceder en otros momento de crisis, en buen parte porque la mayoría de los estadounidenses no perciben que lo que ocurre en Ucrania amenaza a EE.UU. Con niveles muy bajos de aprobación en las encuestas (las últimas levantadas de manera previa a la invasión en el contexto del primer discurso anual del presidente ante el Congreso, anoche), las perspectivas de mayor apoyo de votantes Republicanos son escasas, pero es concebible que Biden pudiese recuperar (por la manera en que ha conducido la relación con Europa y la OTAN, en abierto contraste con su antecesor) parte de la buena voluntad que ha perdido, especialmente entre Demócratas y votantes independientes. Y por lo menos en el Congreso, el debate sobre las sanciones económicas, financieras y comerciales a Rusia ha sido menos partidista. Donde si se prevé un choque frontal entre ambos partidos es en torno a la política energética y de renovables del presidente, en el contexto del impacto que está teniendo el conflicto en el suministro global de petróleo y gas natural.

¿Cuánto tiempo respaldarán los rusos a Putin? Ya antes de la guerra, había signos de oposición social, incluso entre la élite rusa. Más de 150 signatarios (activistas, artistas e intelectuales) firmaron en enero una carta abierta a Putin contra la guerra. Y si bien una encuesta realizada el miércoles previo a la invasión encontró que el 50 por ciento de los rusos cree que es correcto usar la fuerza militar para evitar que Ucrania se una a la OTAN, con solo el 25 por ciento en contra, las manifestaciones del fin de semana en Moscú y San Petersburgo no son nada desdeñables y tampoco está claro si los rusos estarán dispuestos a aceptar una guerra prolongada, con los costos humanos y económicos (profundizados por las sanciones; el lunes el rublo se depreció hasta llegar a un centavo de dólar, la caída mas abrupta de un día en la historia de esa moneda) que ésta encierra.

Finalmente, y más cerca de nuestra geografía, ¿buscará Putin distraer a Washington con bravuconadas de activismo y presencia militar rusas en el continente americano? En la visión del mundo de Putin, las superpotencias tienen derecho a tener “esferas de influencia” alrededor de sus fronteras, por lo que alguna muestra de proyección y presencia militar rusa en las Américas, Venezuela o Cuba, sería una jugada predecible, como lo ha hecho ya antes, enviando alguna fragata o bombardero de largo alcance a la región. No representaría más que un despliegue simbólico en momentos en los que Rusia no tiene la logística militar ni los recursos para sostener fuerzas significativas en el continente. Pero lo que sí es más real es la posible ampliación y profundización de sus actividades de desinformación, propaganda (la prevalencia de narrativas del Kremlin a través de los medios del Estado, RT y Sputnik, es más que evidente en redes sociales mexicanas) e incluso ciber-hackeo en países clave para Washington en la región.

Algunas de las respuestas a estas interrogantes se irán esclareciendo en los próximos días. Otros temas encarnan hojas de ruta por encima del horizonte. Pero sin duda el estallido de la guerra en Ucrania y el réquiem por el orden europeo de la posguerra fría significa, entre muchas otras consecuencias, que debemos ver el deshielo bipolar a través de un nuevo lente: su consecuencia más duradera, trágicamente, puede no ser el optimismo que en su momento inspiró en muchos, incluyendo al interior de la mayoría de los países de Europa del este, sino el daño que le propinó a uno: a Vladimir Putin. En 1993, el ensayista alemán Hans Enzensberger presagió que a la Guerra Fría le seguiría un periodo de caos, violencia y conflicto. Al reflexionar acerca de lo que ocurría en la ex Yugoslavia, describió un mundo con la “inhabilidad de distinguir entre destrucción y auto-destrucción”. En ese mundo, decía él, “ya no hay necesidad de legitimar acciones; la violencia se ha liberado de la ideología.” Enzensberger estaba en lo correcto, pero se adelantó tres décadas.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, denunció este martes que Rusia mantiene una postura “amenazante” contra Ucrania y que todavía es “claramente posible” que invada el país, esto después de que Moscú anunciara la retirada de algunas unidades militares.

Desde La Casa Blanca, Biden dijo que su gobierno todavía no ha verificado el presunto repliegue de unidades rusas de la frontera con Ucrania que anunció este martes el Kremlin. “Nuestros analistas indican (que los militares rusos) siguen en una postura totalmente amenazante, y el hecho es que, ahora mismo, Rusia tiene más de 150,000 soldados alrededor de Ucrania y Bielorrusia”, señaló el mandatario.

Biden aseguró que coincide con el gobierno ruso en que hay que dar a la diplomacia “todas las oportunidades de triunfar”, y que hay “formas reales de hacer frente a las preocupaciones de seguridad” tanto de Rusia como de Ucrania y de Occidente.

“Mientras haya esperanza de una solución diplomática que prevenga el uso de la fuerza y evite un sufrimiento humano increíble, lo seguiremos intentando”, prometió el demócrata.

Sin embargo, subrayó que es “claramente posible” que Rusia invada Ucrania, y dijo que si lo hace, desatará “una guerra elegida, una guerra sin causa ni razón”, que tendrá costos humanos “inmensos” para Ucrania y graves consecuencias “estratégicas” para Moscú.

Reconoció que un ataque ruso a Ucrania tampoco sería “indoloro” para Estados Unidos, porque podría haber “un impacto en los precios de la energía” para los estadounidenses, que ya son altos, por lo que se estaba tratando de “aliviar la presión” en ese mercado.

“El pueblo estadounidense entiende que defender la democracia y la libertad siempre tiene costos”, indicó.

Biden añadió que, si es necesario, Estados Unidos “defenderá cada centímetro del territorio de la OTAN con la fuerza completa del poder estadounidense”, en caso de que haya un ataque contra países que, al contrario que Ucrania, sí formen parte de la Alianza Atlántica.

El mandatario confió en que Rusia “elija la diplomacia”, por “responsabilidad histórica” y por “la estabilidad global”, pero advirtió que Estados Unidos y sus aliados “no dudarán en responder” si Moscú opta por una invasión, algo que el Kremlin asegura que no desea hacer.

El gobierno federal definió este lunes la seguridad, reducir la violencia y limitar el tráfico de armas como las prioridades principales de su diplomacia para 2022.

“Primero queremos reducir la violencia en nuestro país, es la tarea de todos los días”, declaró el canciller Marcelo Ebrard al inaugurar la XXXIII Reunión de Embajadores y Cónsules, e indicó que esta es la principal causa de México, de varias que les ha “encomendado” el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

El canciller encabezó la reunión de este 2022 con los diplomáticos, a la que también asistieron el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval; el secretario de Marina, José Rafael Ojeda, y el comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio.

En el evento, que se realizará de forma híbrida por la pandemia, Ebrard defendió la participación de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en las reuniones diarias del gabinete de seguridad.

“Estamos ahí porque la más alta prioridad para el presidente de la República es reducir la violencia, garantizar la seguridad de las personas y por eso todos los días también nos cuestiona, nos exige, nos demanda la acción de la Cancillería para reducir el tráfico ilícito de armas a nuestro país”, argumentó.

Y es que el país ha registrado los años más violentos de su historia en los primeros dos años de mandato de López Obrador, con 34,690 víctimas de asesinato en 2019 y 34,554 en 2020.

El gobierno federal ha señalado al tráfico de armas desde Estados Unidos como uno de los principales factores. Por ello, el canciller destacó como logro de la SRE la “inédita” demanda que presentó en agosto pasado contra 11 empresas fabricantes de armas en Estados Unidos.

“Hay negligencia, es una acción deliberada para enviar armas, producir armas para un sector, un mercado que desgraciadamente es creciente, que está vinculado a actividades ilícitas y por esa razón México está presentando esa demanda”, denunció.

Ebrard también enunció como prioridad “apoyar la arquitectura multilateral en un mundo en tensiones geopolíticas”. Resaltó un mayor acercamiento con América del Norte, “las muchas expectativas” por la modernización del acuerdo global con la Unión Europea (UE) y “diálogos con muchos países del mundo”.

El titular de la SRE destacó como gran logro de la Cancillería en 2021 la obtención de más de 200 millones de vacunas contra la COVID-19.

Destacó también que México tiene “hoy ese peso, esa consideración (…) en todos los ámbitos, desde el Consejo de Seguridad hasta todos los espacios multilaterales, porque tiene autoridad moral y prestigio político”.

El canciller afirmó que eso se debe en buena medida a quien encabeza el gobierno, que es el presidente López Obrador y la transformación que él está defendiendo. Ebrard se dijo “muy orgulloso de nuestro presidente, de nuestro país y del Servicio Exterior”.

En más de la política exterior para 2022, Ebrard anunció que uno de los objetivos principales es concentrarse en la evolución de la pandemia y sus variantes. Otro de los objetivos es cooperar de manera activa en la recuperación económica de México, por lo que recordó que se lleva a cabo el Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN) con América del Norte, además del acuerdo con la Unión Europea.

El número uno del tenis mundial, Novak Djokovic, amenazado de expulsión de Australia, país que le negó la entrada y anuló su visado, obtuvo un aplazamiento hasta el próximo lunes.

El serbio, retenido por los servicios de inmigración en Melbourne desde su llegada el miércoles con la intención de participar en el Open de Australia, apeló ante la justicia la decisión de las autoridades de negarle la entrada.

En una primera audiencia este jueves, el abogado del Estado, Christopher Tran, aseguró que Australia no prevé proceder a dicha expulsión antes de que se celebre otra audiencia, prevista el lunes.

El viaje de Djokovic ha escalado y ha provocado un incidente diplomático, ya que el presidente serbio Aleksandar Vucic acusó a las autoridades australianas de “maltrato” al número uno del tenis mundial y consideró que existía una “caza política”.

Djokovic había anunciado el martes, feliz, en Instagram que viajaba a Australia. Pero el serbio, opuesto a la vacuna obligatoria y cuyo estatuto de inmunización es desconocido, tuvo problemas desde el primer momento de su llegada a Australia. Las autoridades fronterizas australianas cancelaron el visado de entrada del tenista.

“El señor Djokovic no proporcionó las pruebas adecuadas para cumplir con los requisitos de entrada a Australia y su visa fue cancelada”, anunció en un comunicado la Fuerza Fronteriza de Australia. “Los no ciudadanos que no tengan una visa de entrada válida o cuya visa haya sido cancelada serán retenidos y expulsados de Australia”, se agrega.

Djokovic no aportó evidencia de tener la vacunación completa, o justificación para estar eximido de ella, al aterrizar, dijo el primer ministro conservador, Scott Morrison. “Las reglas son las reglas, especialmente cuando se trata de nuestras fronteras (…) Nadie está por encima de las reglas”, aseguró Morrison en conferencia de prensa.

De ser finalmente deportado, el tenista serbio se quedaría sin la posibilidad de jugar, a partir del 17 de enero, el Open de Australia, donde buscaba su 10º título y batir el récord de 20 Grand Slams que ahora comparte con Roger Federer y Rafael Nadal.

Fue Nadal quien declaró que el tenista serbio debe asumir las consecuencias de no haberse vacunado contra el coronavirus. “Para mí lo único claro es que si te has vacunado, puedes jugar el Open de Australia y en cualquier parte, y en mi opinión el mundo ha sufrido ya bastante como para no seguir las reglas”, explicó Nadal.

El serbio, que en el pasado se mostró renuente a vacunarse contra el COVID-19 y se ha negado repetidamente a confirmar si se inoculó, había obtenido una “derogación médica” para poder participar en el primer Grand Slam de la temporada.

La decisión de autorizar la entrada de Djokovic había provocado indignación en Australia, cuyos residentes han estado sometidos a importantes restricciones, confinamientos y cierres fronterizos durante gran parte de los últimos dos años.

Djokovic expresó su oposición a la vacuna contra el coronavirus en abril de 2020, cuando se planteó que podría ser obligatoria para reanudar los torneos. “Personalmente no soy provacuna”, declaró entonces Djokovic. “No quisiera que alguien me obligue a estar vacunado para poder viajar”.

El presidente Joe Biden, aseguró este martes en su primer discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas que no quiere una nueva Guerra Fría con China.

“No queremos una nueva Guerra Fría o un mundo dividido en bloques rígidos”, dijo el presidente. Advirtió que “con nuestros valores y nuestra fuerza, vamos a defender a nuestros aliados y a nuestros amigos, y nos oponemos a los intentos de países más fuertes de dominar a los más débiles”.

La cita de la diplomacia mundial, que se abrió este martes y que durará una semana, era particularmente esperada este año, tras la suspensión del año pasado debido a la pandemia de COVID-19, que impidió a las delegaciones viajar a Nueva York.

Biden anunció el “regreso” de su país como socio fiable tras cuatro años de gobierno de su predecesor Donald Trump.

Afirmó que durante los últimos ocho meses ha dado prioridad a la reconstrucción de las alianzas de su país, y a la revitalización con sus socios y el reconocimiento de que son esenciales para la seguridad y la prosperidad duradera de Estados Unidos.

El presidente de Estados Unidos también destacó la “lucha” por la democracia en Cuba y Venezuela. Biden aseguró que “el futuro pertenecerá a quienes abrazan la dignidad humana, no a quienes la pisotean”, y condenó “a quienes buscan sofocar a su pueblo con mano de hierro”.

El demócrata también prometió aumentar los esfuerzos internacionales de su país para combatir tanto la pandemia como el cambio climático.

“Buscamos avanzar en la lucha contra el COVID-19 y responsabilizarnos por objetivos específicos en tres desafíos clave: salvar vidas ahora, vacunar al mundo y reconstruir mejor”, dijo.

Para enfrentarse a la pandemia, Biden abogó por la “ciencia y la  voluntad política” y pidió a los países “actuar ahora” para proporcionar vacunas, test diagnósticos, tratamientos y oxígeno para paliar los efectos de la enfermedad. En este contexto, pidió la creación de un mecanismo para “financiar la seguridad sanitaria mundial”, algo que ha considerado fundamental. “Necesitamos un consejo que se ocupe de estas cuestiones, que esté armado para identificar futuras pandemias y  tomar medidas de forma inmediata.

También se comprometió a trabajar con el Congreso estadounidense para “duplicar” la cantidad de ayuda internacional de Estados Unidos a los países menos desarrollados para hacer frente al cambio climático. Según los expertos, el anuncio supone un compromiso de más de 11,000 millones de dólares anuales.

Sobre la lucha contra el terrorismo, Biden indicó que su país no es el mismo que en 2001, por lo que aseguró que Estados Unidos está “mucho mejor equipado” para hacer frente a este grave problema.
Sostuvo que Estados Unidos está “más capacitado” para enfrentarse a este tipo de violencia y ha enumerado aspectos como la creación de alianzas, la financiación del terrorismo, contrarrestar la propaganda o evitar que los terroristas viajen a otros países.
En este sentido, defendió su decisión de que Washington diera por finalizada la guerra más larga de su país, 20 años, en Afganistán, lo que dijo, abre una “nueva era de diplomacia” en la que el país norteamericano tiene previsto “aprovechar” su poder para invertir en las vidas de las personas y renovar y defender la democracia, independientemente de las dificultades.

Otro de los mensajes que llamó la atención fue la del nuevo presidente iraní, Ebrahim Raissi, que se mostró favorable a reanudar las negociaciones para salvar el acuerdo sobre el programa nuclear de su país, que fueron interrumpidas desde su elección en junio.

Por la tribuna de la ONU también desfilaron varios mandatarios latinoamericanos, como el brasileño Jair Bolsonaro, que presentó una imagen idílica de su país “sin corrupción” y con la “credibilidad recuperada” y la mejor política medioambiental. En definitiva, uno de los “mejores países para invertir”, aseguró.

Por su parte, el presidente colombiano, Iván Duque, se mostró escéptico sobre las negociaciones entre el gobierno y la oposición venezolanos en México y pidió una elección presidencial “libre” en Venezuela.

El presidente chino, Xi Jinping, participa en la Asamblea a través de un mensaje pregrabado desde Pekín, lo que ha sido considerado como un duelo a distancia entre las dos superpotencias, China y Estados Unidos.

El Kremlin dijo el viernes que espera que Washington no revele detalles confidenciales de las conversaciones telefónicas sostenidas entre el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, hizo el comentario tras ser consultado respecto a la difusión por parte de la Casa Blanca de una transcripción de la conversación telefónica del 25 de julio entre Trump y su par de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, que desencadenó una tormenta política en Estados Unidos.

Peskov afirmó que no es una práctica diplomática normal dar a conocer detalles confidenciales de tales llamadas y destacó que espera que las deterioradas relaciones con Washington no condujeran a una situación similar respecto a Rusia.

Y es que de acuerdo con Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, Trump habría presionado al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, investigar a Joe Biden, principal contendiente demócrata a La Casa Blanca, y a su hijo Hunter.

En el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se pretenden cerrar las 46 oficinas que ProMéxico tiene en el mundo para atraer inversión al país, porque “no hacen nada” y gastan muchos recursos en labores de promoción. Ese trabajo se asignará a los embajadores que representan a México en ciudades que resultan estratégicas por su importancia para los negocios.

La intención de eliminarlas obedece a la política de austeridad anunciada por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, porque, de acuerdo con su equipo, se destina mucho presupuesto a una estructura que resulta paralela a la diplomática.

De acuerdo con los equipos de transición del actual y del próximo gobierno, ya se analiza el costo exacto que implica ProMéxico para la Federación y la evaluación inicial de la administración entrante es que “no hace nada” y requiere de renta de oficinas, encargados y hasta secretarios particulares.

ProMéxico tiene presencia en centros de negocios como Pekín, Dubái, Shanghái, Singapur, Tokio, Londres, Madrid, Moscú y las principales capitales sudamericanas y caribeñas, así como en 15 ciudades de Estados Unidos, entre ellas Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Miami y San Francisco.

En la próxima administración, de acuerdo con el equipo del Presidente electo, la instrucción será que toda la promoción de negocios esté a cargo de los embajadores, que a su vez tienen en su estructura, en cada sede diplomática, responsables de negocios.

Los colaboradores de López Obrador señalan que sólo en México sucede que hay oficinas encargadas de hacer lo que en todo el mundo es función de la diplomacia.

Luego de que el diario estadounidense The New York Times filtrara la posible renuncia de Roberta Jacobson como embajadora de Estados Unidos en México, fue la hasta ahora diplomática quien confirmó la información a través de sus redes sociales.

 

 

Utilizó su cuenta de Twitter para emitir un breve comunicado en el que confirmó que tras 31 años de servicio para el Gobierno de su país, será en los primeros días de mayo que estará presentando su renuncia.

 

Reconoció que su salida de la embajada se da reconociendo que la relación entre México y Estados Unidos es fuerte y crucial, y confió en que el equipo de su país en México seguirá trabajando para mantenerla en dicho camino.  Afirmó que hasta ahora desconoce quien será su sucesor.

 

Sostuvo que se llevará a México en su alma y corazón y seguirá defendiendo desde cualquier trinchera, que “juntos somos más fuertes”, lo que parece ser un mensaje dirigido al Presidente Donald Trump.

 

Roberta Jacobson, embajadora de Estados Unidos en México, planea renunciar en mayo próximo a su cargo, de acuerdo con un memorando interno que circula entre el personal de la sede diplomática, reportó hoy el diario The New York Times (NYT).

 

En una nota publicada por el diario, destacó que la renuncia de Jacobson será lamentada tanto por funcionarios estadounidenses como mexicanos. Con 31 años de experiencia, Jacobson es una de las pocas y mayores expertas en América Latina que aún pertenecen a la diplomacia de Estados Unidos.

 

“He llegado a la difícil decisión de que es el momento apropiado para avanzar hacia nuevos retos y aventuras” escribió la diplomática en la carta, y añadió que “esta decisión es aún más difícil porque creo de verdad en la importancia de la relación de México y Estados Unidos, que sé que se encuentra en un momento clave”.

 

Al respecto se presume que el gobierno del presidente Donald Trump ya eligió a alguien para llenar la vacante de Jacobson, pero no ha dado a conocer el nombre, según un funcionario estadounidense con conocimiento de la decisión y quien no tiene permitido discutir públicamente el asunto. Sin embargo, algunos medios han filtrado que podría ser Ed Whitacre, ex presidente de la empresa AT&T y ex socio del mexicano Carlos Slim, quien sea nombrado en sustitución de la actual embajadora.

 

Jacobson deja el cargo en un momento muy tenso de las relaciones bilaterales, con la promesa de Trump de que México pagará el muro que planea construir entre los dos países, de eliminar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y de deportar a millones de migrantes mexicanos.

 

Con información de Notimex / Foto: Archivo APO