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El presidente Joe Biden convirtió su discurso del Estado de la Unión de la noche de ayer en un desafiante mensaje para su reelección y arremetió contra Donald Trump, que todo apunta será de nueva cuenta su rival, por promover el resentimiento, la revancha y las represalias y poner en riesgo las libertades dentro y fuera del país.

Aprovechando el momento político, Biden lanzó múltiples ataques contra su predecesor, sin mencionar a Trump por su nombre. Utilizó el término 13 veces en total.

Según analistas, Biden hizo un manejo de su voz, alzando la voz repetidamente, para tratar de acallar la preocupación de los votantes acerca de su edad y de su capacidad, al tiempo que reforzaba el contraste con su más que probable rival en la boleta en noviembre.

El tono duro de Biden supuso una brusca ruptura con sus apariciones diarias, a menudo monótonas, y buscaba disipar las dudas acerca de si el mandatario, de 81 años, el de más edad que ha tenido nunca el país, sigue teniendo la fuerza y capacidad para ocupar el cargo.

Durante sus 68 minutos en el estrado de la Cámara de Representantes, Biden criticó a los republicanos por sus políticas migratorias y fiscales, entre otras; bromeó con sus colegas demócratas, lo que hizo ver confiado y seguro.

“Sé que no lo parece, pero llevó un tiempo en esto”, ironizó Biden. “Y cuando se llega a mi edad, ciertas cosas se vuelven más claras que nunca”.

Tras señalar que nació durante la Segunda Guerra Mundial y que llegó a la edad de implicarse en política durante la agitación de la década de 1960, declaró: “Mi vida me ha enseñado a creer en la libertad y la democracia. Un futuro basado en los valores fundamentales que han definido a Estados Unidos: honestidad, decencia, dignidad, igualdad. Respetar a todo el mundo. Darle a todos una oportunidad justa. No dar refugio al odio. Ahora bien, otras personas de mi edad ven una historia diferente: una historia estadounidense de resentimiento, venganza y represalias. Yo no soy así”.

El presidente vinculó los elogios de Trump a quienes asaltaron en Capitolio en un intento por revertir el resultado de los comicios de hace cuatro años, con las amenazas a la democracia en el extranjero.

“La libertad y la democracia están siendo atacadas tanto aquí como en el extranjero al mismo tiempo”, apuntó mientras pedía al Congreso que respalde los esfuerzos de Ucrania para defenderse de la invasión de Rusia, que cumplió dos años. “La historia está observando”.

Biden se refirió directamente a la insurrección del 6 de enero de 2021 en el Capitolio federal y llamó la atención a quienes le han restado importancia.

“Mi predecesor, y algunos de los aquí presentes, intentan enterrar la verdad sobre el 6 de enero. Yo no haré eso”, dijo Biden. “Este es un momento para hablar con la verdad y enterrar las mentiras. Aquí les tengo una verdad simple. No puedes amar a tu país sólo cuando ganas”.

El mandatario anunció además que las fuerzas armadas de su país desplegarán un puerto temporal frente a la costa de Gaza para facilitar la llegada de ayuda humanitaria en plena ofensiva israelí contra el grupo insurgente Hamás.

Biden insistió en pedir al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que cambie la manera en que lleva a cabo la guerra, incluyendo la entrada de ayuda humanitaria y las medidas para proteger a los trabajadores humanitarios en la zona.

El presidente destacó sus logros en infraestructura y manufactura, y presionó al Congreso para que apruebe más ayuda para Ucrania, normas migratorias más estrictas y precios más bajos para los medicamentos. También trató de recordar a los votantes la situación que heredó cuando asumió el cargo en 2021, en medio de una pandemia y con una economía en contracción.

Uno de los momentos más tensos de su discurso fue al hablar sobre inmigración, cuando Biden mencionaba el apoyo de grupos conservadores a una iniciativa bipartidista en materia fronteriza que los republicanos rechazaron el mes pasado.

Algunos de los asistentes parecieron gritarle, a lo que el mandatario les respondió: “Sé que saben leer”.

Mientras la representante Marjorie Taylor Greene, quien vestía prendas alusivas de Trump seguía gritándole a Biden, el presidente sostuvo en alto un botón blanco que un republicano de Georgia le había entregado momentos antes y que llevaba el nombre de Laken Riley, quien, de acuerdo con las autoridades, fue asesinada por un migrante venezolano que ingresó sin autorización al país en septiembre de 2022.

Biden parecía ansioso de enfrentarse a sus críticos. “Di su nombre”, le gritó Greene al presidente.

“Laken Riley”, replicó Biden, “una joven inocente que fue asesinada por un ilegal”. Expresó sus condolencias a su familia, y dijo que su corazón estaba con ellos. Esto generó algunas discrepancias entre los demócratas, quien evitan la palabra ilegal para referirse a los inmigrantes.

El acceso al aborto y a los tratamientos de fertilidad fue otro elemento clave de la intervención de Biden, especialmente tras la polémica sentencia de la Corte Suprema de Alabama que ha puesto fin al acceso a los tratamientos de fecundación in vitro en el estado.

“A mis amigos al otro lado de la cámara, no hagan esperar más a las familias”, apuntó dirigiéndose a Latorya Beasley, una invitada de la primera dama, Jill Biden, cuyo tratamiento fue cancelado tras el fallo judicial en Alabama. “¡Garanticen el derecho a la fecundación in vitro en todo el país!”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tratará este jueves captar la simpatía de los votantes para las elecciones presidenciales de noviembre próximo durante el tradicional discurso del estado de la Unión ante el Congreso, que millones de estadounidenses siguen con lupa.

“Me han elegido para hacer el trabajo, construir una economía que funcione para los trabajadores y mejorar la vida de las familias”, escribió Biden en X. “Les informaré sobre nuestro progreso y les trazaré el camino a seguir”, dijo el presidente.

Biden hará un repaso de su política de inversión en infraestructuras y el derecho al aborto, así como sus esfuerzos por reducir el precio de los medicamentos y de la deuda estudiantil.

Tradicionalmente, el discurso, que el año pasado superó los 70 minutos, también se centra en política exterior. El demócrata seguramente mencionará la ayuda a Ucrania, bloqueada por los republicanos de la Cámara de Representantes.

Y la crisis migratoria en la frontera con México, uno de los temas que más preocupa a los estadounidenses.

Su rival, el candidato republicano Donald Trump, no tendrá el escenario solemne del Capitolio ni la atención de millones de espectadores, pero prometió “corregir” el discurso en directo. El expresidente republicano llamó ayer a debatir “en cualquier lugar y en cualquier momento” a Biden.

Las encuestas demuestran que los estadounidenses preferirían otro duelo, pero hace meses que intuyen lo que les depara el destino: un nuevo enfrentamiento entre Joe Biden y Donald Trump.

Biden tiene 81 años y un nivel de popularidad bajo. Su contrincante y predecesor, 77, y arrastra cuatro inculpaciones penales además de poner en duda su derrota en 2020.

Ambos ganaron por amplio margen durante el “supermartes”, una jornada en la que 15 estados celebraron primarias el mismo día. Esto les garantiza prácticamente la nominación en las convenciones republicana y demócrata.

El presidente quiere convencer de que él es el baluarte de la democracia estadounidense y el garante de la prosperidad económica.

El discurso sobre el estado de la Unión rara vez tiene repercusiones, pero en esta ocasión “podría ser un punto de inflexión” para Biden.

Estados Unidos estará atento a la más mínima señal de cansancio y a cualquier problema de elocución, una crítica constante al mandatario.

La Casa Blanca recibe cada año invitados que encarnan prioridades políticas. En esta ocasión junto a la primera dama Jill Biden se sentará la texana Kate Cox, quien tuvo que salir de su estado para abortar tras enterarse de que el feto era inviable.

Biden también invitó a Yulia Navalnaya, viuda del opositor ruso Alexéi Navalni muerto en prisión el mes pasado, y a Olena Zelenska, esposa del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Sin embargo ninguna de ellas asistirá al discurso, dijo la Casa Blanca, sin dar explicaciones.

El presidente de Argentina, Javier Milei, y el magnate y empresario de origen sudafricano Elon Musk reiteraron este jueves su mutua admiración en redes sociales con motivo de la intervención de ayer del mandatario en el Foro Económico Mundial (WEF).

Milei agradeció (“thank you very much…!!!”) a Musk por destacar que el discurso del argentino había sido una “buena explicación de lo que hace que los países sean más o menos prósperos”, en mensajes cruzados en la red social X.

El empresario había compartido en su mensaje un video del discurso de Milei en Davos, en el que había advertido que “Occidente está en peligro” por el avance del colectivismo al afirmar que el “socialismo es siempre y en todo lugar un fenómeno empobrecedor”.

El presidente de Argentina también llamó “héroes” a los empresarios que escuchaban su intervención y afirmó que el “Estado no es la solución”, sino que “el Estado es el problema mismo”.

“Ustedes son los creadores del período de prosperidad más grande que hemos vivido”, dijo el mandatario a los empresarios, después de llamarlos “benefactores sociales”, por lo que les recomendó que “no cedan al avance del Estado” y que “no se dejen amedrentar ni por la casta política ni por los parásitos que viven del Estado”.

La buena relación entre el presidente argentino, que asumió el poder el 10 de diciembre pasado, y el fundador y directivo de SpaceX y Tesla no es nueva.

Musk había manifestado su apoyo al economista ultraliberal tras ganar las elecciones (“Argentina se prepara para la prosperidad”) y agregó en otro mensaje que creía que “es una tendencia” el inicio de la debacle para la izquierda en otras partes del mundo, a raíz de su victoria.

Ambos mantuvieron una conversación telefónica, luego de que el empresario había difundido un video de una entrevista televisiva en la que el argentino criticaba la idea de justicia social y elogiaba el liberalismo.

La afinidad entre ambos se dejó ver por primera vez durante la campaña electoral, cuando uno de los periodistas de cabecera de Musk, el expresentador estrella de la cadena estadounidense Fox News, Tucker Carlson, entrevistó a Milei en su nuevo programa de entrevistas para X.

Milei ha reaccionado en redes sociales a los diferentes mensajes de felicitación que recibió por su discurso. Pero, ¿qué fue lo que dijo? En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Carlos Mota, periodista que se encuentra en Davos en la cobertura del WEF, de lo sucedido ayer con el mandatario argentino.

X (Twitter) demandó a un grupo sin fines de lucro en un tribunal de Estados Unidos por haber elaborado un informe en el que afirma que el discurso de odio ha venido en aumento en la plataforma.

X, propiedad de Elon Musk, acusó al Centro para Contrarrestar el Odio Digital (CCDH) de generar estudios “erróneos” que le han costado a la firma tecnológica decenas de millones de dólares, según una copia de la demanda.

Sin embargo, la base legal descrita en la demanda presentada en San Francisco era que la organización violaba los términos de servicio de X en la forma en que accedía a los datos para sus informes.

El director ejecutivo de CCDH, Imran Ahmed, sostuvo este martes que la medida legal de Musk es un esfuerzo por silenciar a los críticos que proviene “directamente del libro de jugadas autoritarias”.

Ahmed apoyó la investigación del grupo y dijo que muestra que el odio y la desinformación se están “propagando como un reguero de pólvora” en la empresa de Musk.

La demanda del multimillonario pide a un tribunal que otorgue a X una indemnización económica no especificada y que ordene al CCDH que detenga la forma en que ha estado obteniendo datos para sus informes.

La demanda acusa al CCDH y a su casa matriz en Reino Unido de ser “organizaciones activistas que se hacen pasar por agencias de investigación”.

Recordemos que Musk compró Twitter por 44,000 millones de dólares en octubre pasado; desde entonces, el negocio publicitario de la plataforma se derrumbó debido a que los especialistas en marketing rechazaron su estilo de gestión y los despidos masivos en la empresa, que destruyeron la moderación de contenido.

En respuesta, el empresario pasó a construir una base de suscriptores y un modelo de pago en busca de nuevos ingresos.

Muchos usuarios y anunciantes han respondido negativamente a las nuevas tarifas de la red social por servicios que antes eran gratuitos, a sus cambios en la moderación del contenido y al regreso de cuentas de extrema derecha previamente prohibidas.

El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, pidió al presidente dejar de proteger al exdirector de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), Ignacio Ovalle, para que pueda ser detenido y enjuiciado.

El líder de la oposición acusó a López Obrador de no combatir la corrupción y, por el contrario, haber propiciado que florezca y se ramifique con mayor fuerza, como ocurrió en Segalmex, organismo creado bajo su mandato y el cual ha representado la burla más grande a los mexicanos.

“A López Obrador nunca le ha interesado combatir la corrupción, todo ha sido una farsa, les mintió a los mexicanos, les mintió a sus simpatizantes y le mintió al pueblo bueno, que creyó en sus falsas promesas”, acusó Cortés Mendoza.

Segalmex, dijo, es la dependencia federal que en 4 años ha presentado mayores irregularidades, 22 por la Secretaría de la Función Pública; 15 carpetas de investigación abiertas y desvíos e irregularidades por más de 15 mil millones de pesos.

Lo que significa que de 2019 a 2021 se han desviado o malversado cada día 18,804,656 pesos, cada hora 783,527 pesos y cada minuto 13,058 pesos.

Además, acusó que el gobierno prometió alcanzar la autosuficiencia alimentaria en 2021, pero en lugar de eso la importación de granos aumentó a 17 mil 700 millones de dólares en 2022, una cifra sin precedente histórico.

El panista señaló que solamente en Segalmex, los desvíos y fraudes superan por mucho al escándalo de corrupción más notable del sexenio pasado, la Estafa Maestra.

El Presidente nacional del PAN lamentó que el Presidente de la República con total cinismo solape a funcionarios corruptos como Ovalle, al cual defendió la semana pasada simplemente porque tiene una buena opinión de él al considerarlo “un hombre honesto”, pues fue su jefe cuando López Obrador era director del Instituto Nacional Indigenista en Tabasco.

Marko Cortés exigió que no quede impune el desvío millonario y la red de corrupción en Segalmex, y demandó que metan a la cárcel a los implicados, comenzando por el exdirector de la dependencia, que hoy goza de la protección presidencial y de impunidad en Segob.

“Una vez más queda en evidencia que el discurso anticorrupción del gobierno es puro cuento. Mientras más tiempo transcurre de este gobierno se siguen acumulando sus escándalos de corrupción y no hay un sólo sentenciado”, concluyó Marko Cortés.

En Broojula, Ana Paula Ordorica conversa con  Fernanda Avendaño, coordinadora anticorrupción del IMCO, sobre la corrupción millonaria en Segalmex, que ha implica desfalcos del doble del monto de la famosa Estafa Maestra, y ha derivado en 22 órdenes de aprehensión.

El presidente Joe Biden ofreció la noche de ayer su discurso anual sobre el Estado de la Unión, el primero que se da con un gobierno dividido, pues la Cámara Baja está bajo control republicano.

Biden comenzó su mensaje hablando del tema económico; recordó que hace dos años, la economía de los Estados Unidos se encontraba en un punto delicado, luego de la pandemia de COVID-19 que afectó todos los sectores.

Sobre la pandemia, afirmó que el COVID ya no controla la vida de los estadounidenses, y reiteró que en breve se declarara fin a la emergencia de salud pública que se decretó;

Sin mencionar al expresidente Donald Trump, Biden hizo referencia a las amenazas contra la democracia, la cual señaló, hoy permanece intacta.

Destacó que los últimos años, demócratas y republicanos han trabajado juntos en diferentes temas, como en el respaldo y defensa de Europa, esto en referencia a la guerra en Ucrania. También mencionó la aprobación de la ley de infraestructura. Resumió que ha firmado más de 300 leyes bipartidistas desde que asumió la presidencia.

Al retomar el tema económico, Biden sostuvo que desde que llegó al poder, se ha asegurado de que la economía funcione para todos los estadounidenses, especialmente de las clases medias que quedaron olvidadas en los últimos años.

“Mi plan económico es invertir en lugares y personas que han sido olvidados”, que “se han quedado atrás o han sido tratadas como si fueran invisibles”, sostuvo.

Destacó que una tasa de desempleo récord, en los niveles más bajos e los últimos 50 años; el mayor crecimiento en generación de empleos en los últimos 40 años. También mencionó el tema de la inflación, que dijo, está bajando, tanto en energéticos como en alimentos.

Hizo mención especial a los esfuerzos que su gobierno ha hecho para asegurar que todas las comunidades tengan acceso a Internet.

En el tema de la salud, recordó que el gobierno está asumiendo una gran cantidad de intereses para reducir los costos de la atención médica, especialmente contra padecimientos como el cáncer o la diabetes.

Indicó que se ha apostado al medicare, para que negocie los precios de los medicamentos. Precisó que reducir los costos de los medicamentos no solo ahorra dinero a las personas, sino que reduce el déficit federal. Sobre los costos a los medicamentos, lanzó una advertencia a los republicanos.

Biden abordó otros temas  como la crisis climática; las energía limpia; la respuesta a incendios o inundaciones; el impuesto del 15% a las empresas multimillonarias; educación, y los problemas de salud mental.

Reconoció que la pandemia provocó el aumento de la violencia. Ante ello, propuso capacitar a las fuerzas del orden público, con el fin de garantizar la protección de todos los ciudadanos. Recordó la aprobación de la ley de seguridad de armas, que implementó requisitos que “mantengan las armas” fuera del alcance de las personas que representan un peligro para la sociedad.

En el tema de inmigración, Biden afirmó que su gobierno trabaja todos los días para asegurar la frontera, mediante el arresto de traficantes de personas e incautando drogas que llegan a las calles de su país, tales como el fentanilo.

En ese sentido, volvió a abogar por la reforma migratoria que propuso al Congreso.

Finalmente, habló sobre los riesgos internacionales que Estados Unidos enfrenta: la guerra en Ucrania y la amenaza que China representa a su país.

“No se equivoquen al respecto: como dejamos claro la semana pasada, si China amenaza nuestra soberanía, actuaremos para proteger nuestro país. Y lo hicimos”, dijo refiriéndose al derribo de un globo chino que Washington aseguró que servía para espiar.

 

En respuesta a su mensaje, los republicanos acusaron al presidente Biden de desinteresarse de la “dura realidad” a la que se enfrenta la ciudadanía y lamentaron que su Administración esté “secuestrada” por la izquierda radical.

“La Administración de Biden parece más interesada en fantasías ‘woke’ (políticamente correctas) que en la dura realidad que los estadounidenses afrontan cada día”, dijo la gobernadora de Arkansas, Sarah Huckabee Sanders, en su réplica al discurso sobre el Estado de la Unión.

Para la republicana, “la mayoría de estadounidenses solo quieren vivir sus vidas en paz y libertad, pero estamos bajo ataque en una guerra cultural de izquierdas que no empezamos y nunca quisimos librar”.

Sanders, exportavoz de La Casa Blanca durante el mandato de Donald Trump, subrayó que su partido cree en un país donde las familias “prosperan en comunidades seguras, el trabajo abunda y los salarios aumentan”.

“Su administración está completamente secuestrada por la izquierda radical. La línea divisoria en Estados Unidos ya no está entre derecha o izquierda, sino entre normalidad y locura. Es el momento de una nueva generación de liderazgo republicano”, sostuvo.

Sanders, de 40 años, fue elegida gobernadora en las elecciones de medio término de noviembre. Hija del exgobernador de Arkansas Mike Huckabee, fue la primera mujer en llegar a la gobernación en su estado y la persona más joven de todo el país en ocupar ese cargo.

El congresista Juan Ciscomani, representante de Arizona, originario de México y elegido también en esos comicios, se encargó a su vez de dar la réplica a Biden en español.

“Hoy estamos en un punto crítico en la historia de nuestra nación. Ahora, más que nunca, necesitamos luchar agresivamente por los valores que han hecho posible el sueño americano para tantos. Pero, como podemos ver, el presidente Biden y su administración continúan impulsando políticas que lastiman a nuestras familias”, acusó.

El republicano, que emigró de niño con su familia a Estados Unidos, subrayó que el país necesita un gobierno que rinda cuentas a sus ciudadanos.

“No uno con líderes que siempre tengan excusas y se enfoquen más en criticar al otro lado y al otro partido que en buscar soluciones reales. Podemos hacerlo mejor. Debemos hacerlo mejor. Por eso es importante seguir luchando por nuestro país y mis colegas republicanos y yo nos comprometemos a proteger y fortalecer el sueño americano para todos”, añadió.

En su crítica a Biden le reprochó además una falta de liderazgo, alegando que “sigue sin ejercerlo al no presentar ningún remedio viable”.

Sin embargo la sorpresa la dio el expresidente Trump. “No estoy de acuerdo con él en la mayoría de sus políticas, pero expresó en palabras lo que sentía y terminó la noche mucho más fuerte de lo que comenzó. Denle crédito por eso”, escribió Trump en su plataforma Truth Social.

Convencer a Estados Unidos de que él es el arquitecto de la recuperación económica y el garante de su éxito futuro:

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, quien evalúa buscar la reelección en 2024, pronuncia esta noche su discurso anual del Estado dela Unión, que según diversos especialistas, en esta ocasión tiene mucho en juego.

El discurso del estado de la Unión, programado para las 21:00 locales, es la larga alocución anual mediante la cual, desde hace décadas, en enero o febrero cada presidente estadounidense describe sus logros y revela sus planes ante el Congreso.

La Constitución exige al inquilino de la Casa Blanca informar a los legisladores “de vez en cuando”. Esta obligación se ha convertido en un gran ritual de la vida política estadounidense.

A sus 80 años, el mandatario demócrata tendrá mucho que hacer para convencer a sus compatriotas de que él es su mejor opción, ahora y potencialmente para las elecciones presidenciales de 2024, frente a su antecesor republicano Donald Trump, quien ya está en campaña.

Ante un Congreso en el que una de las cámaras, la de representantes, está ahora en manos de la oposición republicana, el “principal mensaje (será) que todavía tenemos que avanzar, pero que la gente se tiene que sentir optimista”, dijo ayer el principal asesor económico de Biden, Brian Deese.

El presidente tiene las cifras a su favor: un crecimiento robusto, un riesgo de recesión a la baja; un desempleo bajo y una inflación que se desacelera tras haber golpeado duramente a los hogares el año pasado.

Sin embargo, Biden se enfrenta al hecho de que las estadísticas no se reflejan en el sentir ciudadano: a pesar de las enormes inversiones y reformas votadas por Biden, el 62% de los estadounidenses cree que “no ha hecho mucho” o “casi nada” desde que asumió en enero de 2021, según una encuesta del Washington Post/ABC.

Incluso en el terreno demócrata no muestra entusiasmo por una nueva campaña de Biden. La misma encuesta revela que el 58% de los votantes demócratas quiere a otro candidato.

A medida que se acerca el primer aniversario de la invasión rusa en Ucrania, se espera que Biden dedique buena parte de su mensaje a elogiar el papel de liderazgo de Estados Unidos en la respuesta occidental a Rusia y, más ampliamente, su visión de “líder del mundo libre” frente a las autocracias.

En particular frente a China, a la que Estados Unidos acusa de haber enviado un globo espía sobre su territorio, finalmente derribado el sábado pasado.

Más allá de la economía y la geopolítica, Biden también buscará, como es costumbre, abarcar un amplio abanico de temas.

La lista de invitados de la Casa Blanca, publicada el martes, da una idea. Estarán presentes los padres de Tyre Nichols, un joven negro víctima de la violencia policial en Memphis; la embajadora de Ucrania; el cantante y activista Bono; personas que han superado el cáncer; una pareja de lesbianas; el padre de una víctima de una sobredosis de fentanilo, por mencionar a algunos.

El discurso del Estado de la Unión es un gran escaparate. En 2022 de Biden atrajo a más de 38 millones de espectadores, que no se comparta con lo que el Super Bowl de ese año reunió: 112 millones de espectadores. Sin embargo, no hay evento anual en el calendario político que se le acerque.

El presidente Joe Biden dará el discurso del Estado de la Unión el próximo 7 de febrero, tras recibir este viernes, como marca el protocolo, la invitación del líder de la mayoría en la Cámara Baja, el republicano Kevin McCarthy.

La portavoz de La Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, informó en su conferencia de prensa diaria de que el mandatario aceptó la invitación de McCarthy de ofrecer el discurso en dicha fecha.

En su carta, el presidente de la Cámara de Representantes recordó que este año se ha inaugurado un nuevo Congreso, esto tras las elecciones de medio término llevadas a cabo en noviembre pasado, en las que los republicanos recuperaron el control de dicho poder.

“Este año trae un nuevo Congreso, y con ello, la responsabilidad de trabajar por una economía que sea fuerte, que sea segura, por un futuro que se construya sobre la libertad y por un gobierno que rinda cuentas”, dijo McCarthy.

Aseguró que el pueblo estadounidense les ha mandado a Washington para “dar una nueva dirección al país, para hallar los puntos en común y debatir sus prioridades”.

Con ese fin, agregó en la carta, invitó a Biden a pronunciar el discurso el 7 de febrero en una sesión conjunta de las dos cámaras del Congreso para que pueda cumplir con su deber constitucional de informar sobre el estado de la nación y “de los esfuerzos para abordar las prioridades del pueblo estadounidense”.

Recordemos que el discurso del Estado de la Unión es una de las ceremonias más importantes de la política estadounidense.

Según marca la tradición, el presidente se dirige a las dos cámaras del Congreso reunidas en el mismo hemiciclo, junto a los miembros del Tribunal Supremo, para establecer cuáles son sus prioridades para el año entrante y pedir la colaboración del Legislativo.

Rishi Sunak se convirtió oficialmente hoy en el nuevo primer ministro de Reino Unido, después de reunirse con el rey Carlos III, en el palacio de Buckingham, donde el monarca le pidió formar gobierno tras la renuncia de Liz Truss.

Sunak, ex ministro británico de Hacienda, ganó ayer la carrera por el liderazgo del Partido Conservador, lo que le abrió las puertas del número 10 de Downing Street.

Sunak, de 42 años, es la primera persona de origen indio y el más joven de la historia política moderna en ostentar el cargo de primer ministro de Reino Unido.

Pese a haber hecho historia desde ayer, el nuevo premier británico hereda una economía al borde de la recesión, con una crisis energética, una crisis en el costo de la vida y una inflación disparada que hacen difícil cualquier tipo de ajuste sencillo.

Los intentos de Truss de aplicar recortes fiscales con cargo a deuda para estimular el crecimiento económico fracasaron en dar la vuelta a la situación.

En su discurso de despedida, Truss defendió su “plan de crecimiento”, añadiendo: “Necesitamos estar unidos para enfrentar todos los desafíos que tenemos por delante”. “Simplemente no podemos darnos el lujo de ser un país de bajo crecimiento donde el gobierno absorbe una parte cada vez mayor de nuestra riqueza nacional. Necesitamos aprovechar la libertad del ‘brexit’ para hacer las cosas de manera diferente”, afirmó.

 

En su primer discurso ya en el cargo, Sunak prometió corregir los “errores” que agravaron la crisis económica, advirtiendo que se requerirán “decisiones difíciles”.

“He sido elegido como líder de mi partido y su primer ministro en parte para solucionarlos y ese trabajo comienza inmediatamente”, dijo el primer ministro frente a la puerta del número 10 de Downing Street.

Prometió poner “la estabilidad y la confianza económicas en el centro del programa de este gobierno”, pero advirtió que para ello “habrá que tomar decisiones difíciles”, haciendo temer próximos recortes presupuestarios y subidas de impuestos.

Su llegada al poder pareció tranquilizar a unos mercados convulsos desde hace semanas: la libra se disparó un 1.18% frente al dólar.

El nuevo jefe de gobierno debe nombrar este mismo martes a su equipo. El ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, designado hace 11 días, podría conservar la cartera.

En el plano internacional, Sunak prometió seguir apoyando a Ucrania contra la invasión rusa, una “guerra terrible que debe llevarse a cabo con éxito hasta su conclusión”.

Un 62% de los votantes británicos, en un país de 67 millones de habitantes, quiere que se convoquen legislativas anticipadas antes de fin de año, según una encuesta de Ipsos.

Las próximas elecciones están previstas en enero de 2025 a más tardar. El opositor Partido Laborista tiene una enorme ventaja en los sondeos pero no puede forzar por sí solo un adelanto y es improbable que logre el apoyo de unos rebeldes conservadores que verían peligrar sus escaños.

Sunak aseguró ayer que su bancada que no adelantará los comicios. Y este martes defendió que “el mandato obtenido por el partido en 2019 no es la propiedad privada de un único individuo”, en referencia a Johnson. “Es un mandato que nos pertenece y nos une”, afirmó, prometiendo cumplir aquel programa electoral.

Nunca había sonado tan bien que alguien dijera que va a hablar sobre la paz mundial. Pero eso fue lo que dijo que hará el presidente Andrés Manuel López Obrador en su discurso del 16 de septiembre. Y que siempre ya no hablará sobre lo que él considera es la soberanía amenazada por Estados Unidos con el llamado a consultas en el marco del TMEC por la política energética del gobierno mexicano.

Finalmente vemos una transformación positiva en el presidente que autodenomina su gobierno como el de la Cuarta Transformación.

La expectativa sobre lo que diría el presidente el 16 de septiembre era que apelaría a el segmento de su base electoral que aplaude todo lo que signifique ser anti-Yankee para encender los ánimos nacionalistas. Lo haría sin tomar en cuenta que esto pondría en peligro uno de los pilares que ha sostenido a la economía mexicana por casi tres décadas: el TLCAN, hoy TMEC, la gran herramienta de desarrollo económico de México.

Estados Unidos es la palanca que ha permitido a México desarrollarse y es la apuesta correcta para pensar en el desarrollo futuro del país. Si esto era cierto en 1994, cuando se firmó el TLCAN – antecesor del TMEC – lo es más cierto ahora que la lógica con la que se mueve el mundo ha dado un giro de 180 grados.

Hasta antes de la invasión Rusa a Ucrania, la lógica del mundo sobreponía la economía sobre la rivalidad geopolítica. La pregunta que se hacían los países en su toma de decisiones era ¿en dónde es más barato y eficiente producir? Poco importaba si esas inversiones se iban a países en los que se violaban los derechos humanos o no se respetaban las libertades. Por ello dinero estadounidense se fue a China, por ejemplo. Ahora la lógica ha cambiado. La geopolítica se antepone a la economía. Las nuevas preguntas que se hacen los gobiernos son ¿en dónde es más seguro producir o comprar? ¿Debemos comerciar con países que consideramos una amenaza?

Por ello el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, declaró que hoy la libertad es más importante que el libre comercio. Y es la razón por la cual estamos viendo a Europa desvincularse de los energéticos rusos a pesar del dolor de cabeza económico que implica. Vaya, hasta se ha decidido que en aras de generar conciencia sobre la importancia de ahorrar luz, Paris – La Ciudad de la Luces -, apague la Torre Eiffel una hora antes cada noche.

Los conceptos de ‘friendshoring’ y ‘nearshoring’ son la gran oportunidad para nuestro país. Si antes era claro que la apuesta de México debía ser con Estados Unidos, ahora esto es aún más importante. Pretender incendiar los ánimos nacionalistas de algunos segmentos de la población mexicana era la apuesta más absurda y riesgosa que podría haber tomado el presidente López Obrador.

Las ganancias políticas habrían sido una victoria pírrica ante un México que, desvinculado de la economía estadounidense estaría en peores condiciones de las que estamos ahora. Si bien nos va, si nos ponemos las pilas y nos vinculamos a la economía estadounidense, tendremos un sexenio de crecimiento cero.

Qué bueno que imperó la sensatez. Hemos visto una buena transformación en el presidente López Obrador.

Columna completa en El Universal

México cayó de posición en un índice sobre la capacidad para combatir la corrupción, que indica que los intentos del gobierno mexicano de interferir en asuntos legislativos y judiciales han mermado la transparencia y la rendición de cuentas en el país.

El Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción (CCC), presentado anualmente por el Consejo de las Américas y que clasifica a 15 países de América Latina según la eficacia con la que pueden combatir la corrupción, reveló que México siguió en su trayectoria descendente desde 2019 y este año cayó del puesto 11 al 12, tan sólo por delante de Guatemala, Bolivia y Venezuela.

El reporte señala que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha criticado al Poder Judicial y a instituciones autónomas como el Instituto Nacional Electoral (INE). Además apunta que el mandatario ha declarado que planea eliminar la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción, “lo cual afectaría los esfuerzos institucionales para combatir la corrupción”.

Por otro lado, los organismos anticorrupción en México han sido usados, según algunos observadores, para obtener beneficios personales o cuentan con nombramientos basados en motivos políticos, según el informe.

“Hay este discurso anticorrupción (de López Obrador) que es positivo. El problema es cuando este discurso no se traduce en las herramientas, los mecanismos y en el presupuesto para combatir la corrupción”, dijo Alejandra Soto, de Control Risks, una consultora especializada en riesgos globales que realiza el índice junto al Consejo de las Américas. “Este discurso cotidiano en contra de los otros poderes, y a favor de la agenda presidencial, sin debate alguno, se traduce en un desgaste de contrapesos democráticos”, añadió.

El índice, que se presenta por cuarta vez, tiene en cuenta variables como la independencia de las instituciones judiciales o los recursos disponibles para combatir los delitos cometidos por empresarios o funcionarios de gobierno.

Los países con los puestos más altos en el índice son Uruguay y Costa Rica, en donde se consideran más propenso a ver a los actores corruptos procesados.

El reporte destacó que en México las fuerzas armadas, que no están sujetas al mismo escrutinio que los organismos civiles, “participan cada vez más en importantes proyectos de infraestructura”. También asegura que en el último año López Obrador escaló sus críticas hacia organizaciones de la sociedad civil y la prensa en medio de revelaciones de supuestos conflictos de intereses y corrupción que involucran a familiares suyos y aliados políticos.

“En México se están debilitando algunos componentes para combatir la corrupción de manera institucional y de manera integral”, opinó Soto, quien apuntó que un 80% de los contratos del gobierno federal son por adjudicación directa en lugar de por licitación, que identificaría más fácilmente la corrupción.

También se alerta que el Congreso está por debatir una propuesta presidencial para poner a la Secretaría de la Función Pública (SFP), una institución clave en la lucha contra la corrupción, a cargo de las contrataciones públicas y la supervisión de gasto público, lo cual tendría consecuencias negativas ya que la SFP se auditaría a sí misma en lugar de que los organismos autónomos supervisen el gasto público.

Tras Uruguay y Costa Rica en los puestos más altos del índice están Chile, Perú, República Dominicana, Argentina, Panamá, Colombia y Ecuador.

El presidente Joe Biden pronuncia esta noche su primer discurso sobre el Estado de la Unión, con la atención puesta en la inflación, uno de los temas que más preocupa a los estadounidenses, y en la guerra en Ucrania, lo que conlleva un enfriamiento en las relaciones con Rusia.

El discurso anual ante la sesión plenaria del Congreso llega en un momento difícil para el demócrata. Tras catorce meses en el cargo, los índices de confianza entre la opinión pública se sitúan en torno al 40%. Según el último sondeo publicado por la cadena ABC y el diario The Washington Post, el 55% de los estadounidenses desaprueban el trabajo de Biden y sólo el 37% lo aprueba.

Una encuesta de NPR señala que más de la mitad del país considera que el primer año de Biden fue un fracaso.

Además, se pronostica que los republicanos, muchos todavía bajo la influencia de Donald Trump, tomen el control del Congreso en las elecciones de medio mandato que se celebrarán en noviembre próximo.

Sobre el conflicto armado en Ucrania, Biden abordará su papel en unir a Occidente en apoyo a este país frente a Rusia de su homólogo Vladimir Putin. Su portavoz, Jen Psaki, dijo a los periodistas que hablará sobre sus esfuerzos para “unir al mundo” y la importancia de Estados Unidos como líder “que defiende los valores”.

Al respecto, se informó que la embajadora de Ucrania en Estados Unidos, Oskana Markarova, será invitada especial en el discurso del Estado de la Unión.

Otro de los temas que se tocarán será la pandemia. Se tiene previsto que Biden señale que el país se encamina hacia un futuro post-pandemia lleno de optimismo.

Su discurso llega en un momento de fuerte caída de los contagios y solo unos días después de que los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) relajaran las recomendaciones de uso de mascarilla para la mayoría de los estadounidenses.

Otros de los invitados especiales de Biden son: Frances Haugen, la mujer que filtró el año pasado los documentos en los que Facebook admitía que sus redes sociales potencian la desinformación y dañan la salud mental de los jóvenes, y el director ejecutivo de Intel, Pat Gelsinger. Una enfermera que atiende pacientes de COVID-19; un trabajador de la industria siderúrgica; un adolescente activista sobre la diabetes; un miembro de la comunidad indígena Saginaw Chippewa; a la viuda de un veterano de guerra y a una madre de dos hijas que estudia una carrera.

El presidente  Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llegó la noche de ayer a Nueva York, Estados Unidos, para acudir esta mañana a la sede de las Naciones Unidas, con el fin de participar en la asamblea del Consejo de Seguridad.

Pese a que el debate en el que participará se titular “Mantenimiento de la paz y la seguridad: exclusión, desigualdad y conflictos”, el mandatario planea abordar los peligros de la corrupción.

“Nunca se había acumulado tanto dinero en tan pocas manos, nunca se había padecido de tanta desigualdad, por eso se requiere un cambio mundial, y ese va a ser mi tema,” dijo López Obrador ayer.

El mandatario da su discurso ante el Consejo de Seguridad, después de haberse reunido con el Secretario General de la ONU, António Guterres.

La Representación Permanente de México ante la ONU, que encabeza el embajador Juan Ramón de la Fuente, destacó que el gobierno de México, quien ocupa la presidencia del Consejo de Seguridad durante este mes, considera que el Estado de derecho es clave para romper el círculo vicioso de las deficiencias en materia de paz y desarrollo, y señala que el Consejo de Seguridad no ha logrado abordar las causas estructurales de los tipos de violencia que pueden convertirse en amenaza para la paz y la seguridad.

“Por ello, es esencial que las acciones del Consejo tengan en cuenta sistemáticamente el vínculo entre los conflictos y sus factores agravantes, como la pobreza y la desigualdad, que a menudo se pasan por alto. Esto también debe considerarse una prioridad desde la perspectiva de la labor de prevención de la ONU y la necesidad de mejorar la coordinación de sus principales órganos para evitar que los conflictos estallen, se repitan, se prolonguen o se extiendan”, precisa la Representación en un documento que circuló.

Precisa que estos problemas (pobreza y desigualdad) conducen a la ruptura del tejido social, lo que, a su vez, da lugar a la pobreza estructural, lo que se manifiesta en altos niveles de corrupción, falta de oportunidades de empleo, violaciones a los derechos y delitos como el lavado de dinero, entre otros.

Recordemos que es el segundo viaje al extranjero de López Obrador, en los casi tres años que lleva en el poder. El primero fue a Washington en julio del 2020 para reunirse con el expresidente estadounidense Donald Trump.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró este miércoles que existen condiciones “inmejorables” para suscribir junto a Estados Unidos un buen convenio para enfrentar el fenómeno migratorio con desarrollo, bienestar y empleo, especialmente en países de Centroamérica.

“Hay condiciones inmejorables como para suscribir un buen convenio para el desarrollo de América Latina y el Caribe y en particular con los países de Centroamérica”, dijo durante su conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional.

Al ser cuestionado sobre la carta que envió hace unos días a su homólogo, Joe Biden, en la que pidió apoyo para afrontar la crisis migratoria en la región, López Obrador afirmó que tiene esperanza en que el mandatario estadounidense acepte su propuesta.

“Tengo esperanza. Yo veo que el presidente Biden es sensible y tiene interés en atender el problema de fondo”, aseguró.

Señaló que el nuevo embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, ha mostrado también interés en el tema e incluso se trasladó a la frontera sur para ver cómo puede ayudar a convencer en Estados Unidos para que se apliquen estas acciones.

También reconoció el trabajo que encomendó Biden a la vicepresidenta, Kamala Harris, y dijo que ya no quiere que existan medidas represivas para afrontar la migración. “Ya basta de querer arreglar un problema social con medidas coercitivas. Nosotros no queremos helicópteros artillados. Lo que queremos es que la gente tenga recursos”, afirmó.

El presidente afirmó que de aceptar la propuesta, el gobierno de nuestro país podría asesorar sobre cómo implementar los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, con los cuales se crearían 240,000 empleos en seis meses, en Guatemala, Honduras y El Salvador.

Y aunque confió en que la administración del presidente Biden atienda este problema, le invitó a pasar del “discurso” a la “acción” para resolver la crisis migratoria que afecta a los dos países.

“Ya basta de discurso, ya hace falta la acción”, dijo el mandatario al recordar que Washington ofreció 4,000 millones de dólares para invertir en los países donde se origina la migración indocumentada.

“Había el compromiso de que iban a invertir 4,000 millones, 2,000 para Centroamérica y 2,000 para México. No ha llegado nada, nada”, se quejó López Obrador.

Y es que decenas de miles de migrantes, en su mayoría haitianos, han arribado desde hace varias semanas a Tapachula, Chiapas, y en Ciudad Acuña, Coahuila, con la intención de buscar refugio en Estados Unidos; sin embargo, desde el fin de semana, miles de haitianos comenzaron a ser deportados por las autoridades estadounidenses, lo que ha aumentando la presión a los gobiernos.

El presidente Joe Biden, aseguró este martes en su primer discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas que no quiere una nueva Guerra Fría con China.

“No queremos una nueva Guerra Fría o un mundo dividido en bloques rígidos”, dijo el presidente. Advirtió que “con nuestros valores y nuestra fuerza, vamos a defender a nuestros aliados y a nuestros amigos, y nos oponemos a los intentos de países más fuertes de dominar a los más débiles”.

La cita de la diplomacia mundial, que se abrió este martes y que durará una semana, era particularmente esperada este año, tras la suspensión del año pasado debido a la pandemia de COVID-19, que impidió a las delegaciones viajar a Nueva York.

Biden anunció el “regreso” de su país como socio fiable tras cuatro años de gobierno de su predecesor Donald Trump.

Afirmó que durante los últimos ocho meses ha dado prioridad a la reconstrucción de las alianzas de su país, y a la revitalización con sus socios y el reconocimiento de que son esenciales para la seguridad y la prosperidad duradera de Estados Unidos.

El presidente de Estados Unidos también destacó la “lucha” por la democracia en Cuba y Venezuela. Biden aseguró que “el futuro pertenecerá a quienes abrazan la dignidad humana, no a quienes la pisotean”, y condenó “a quienes buscan sofocar a su pueblo con mano de hierro”.

El demócrata también prometió aumentar los esfuerzos internacionales de su país para combatir tanto la pandemia como el cambio climático.

“Buscamos avanzar en la lucha contra el COVID-19 y responsabilizarnos por objetivos específicos en tres desafíos clave: salvar vidas ahora, vacunar al mundo y reconstruir mejor”, dijo.

Para enfrentarse a la pandemia, Biden abogó por la “ciencia y la  voluntad política” y pidió a los países “actuar ahora” para proporcionar vacunas, test diagnósticos, tratamientos y oxígeno para paliar los efectos de la enfermedad. En este contexto, pidió la creación de un mecanismo para “financiar la seguridad sanitaria mundial”, algo que ha considerado fundamental. “Necesitamos un consejo que se ocupe de estas cuestiones, que esté armado para identificar futuras pandemias y  tomar medidas de forma inmediata.

También se comprometió a trabajar con el Congreso estadounidense para “duplicar” la cantidad de ayuda internacional de Estados Unidos a los países menos desarrollados para hacer frente al cambio climático. Según los expertos, el anuncio supone un compromiso de más de 11,000 millones de dólares anuales.

Sobre la lucha contra el terrorismo, Biden indicó que su país no es el mismo que en 2001, por lo que aseguró que Estados Unidos está “mucho mejor equipado” para hacer frente a este grave problema.
Sostuvo que Estados Unidos está “más capacitado” para enfrentarse a este tipo de violencia y ha enumerado aspectos como la creación de alianzas, la financiación del terrorismo, contrarrestar la propaganda o evitar que los terroristas viajen a otros países.
En este sentido, defendió su decisión de que Washington diera por finalizada la guerra más larga de su país, 20 años, en Afganistán, lo que dijo, abre una “nueva era de diplomacia” en la que el país norteamericano tiene previsto “aprovechar” su poder para invertir en las vidas de las personas y renovar y defender la democracia, independientemente de las dificultades.

Otro de los mensajes que llamó la atención fue la del nuevo presidente iraní, Ebrahim Raissi, que se mostró favorable a reanudar las negociaciones para salvar el acuerdo sobre el programa nuclear de su país, que fueron interrumpidas desde su elección en junio.

Por la tribuna de la ONU también desfilaron varios mandatarios latinoamericanos, como el brasileño Jair Bolsonaro, que presentó una imagen idílica de su país “sin corrupción” y con la “credibilidad recuperada” y la mejor política medioambiental. En definitiva, uno de los “mejores países para invertir”, aseguró.

Por su parte, el presidente colombiano, Iván Duque, se mostró escéptico sobre las negociaciones entre el gobierno y la oposición venezolanos en México y pidió una elección presidencial “libre” en Venezuela.

El presidente chino, Xi Jinping, participa en la Asamblea a través de un mensaje pregrabado desde Pekín, lo que ha sido considerado como un duelo a distancia entre las dos superpotencias, China y Estados Unidos.

La Misión de Visitantes Extranjeros (MVE) de la Organización de los Estados Americanos (OEA) para las elecciones federales y locales del próximo 6 de junio en nuestro país, comenzarán a arribar este miércoles a México.

Desde el 10 de mayo, la jefatura de la Misión, que encabeza el argentino Santiago Canton, mantuvieron una serie de reuniones virtuales para recibir información y escuchar diversas opiniones acerca del contexto en que se lleva a cabo la campaña electoral y los preparativos para los comicios.

Las reuniones que sostuvieron fueron con representantes del gobierno federal, el presidente, consejeras y consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), el Magistrado Presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el Fiscal de Delitos Electorales (FEDE) y los dirigentes de los partidos políticos nacionales.

Con el fin de garantizar que la Misión pueda realizar su trabajo con todas las garantías de independencia y autonomía, la OEA informó que suscribió dos acuerdos: uno con el INE mediante el cual se establece, entre otros asuntos, el acceso a todas las instancias del proceso, así como a la información relativa a las mismas. El otro fue el que firmó con el gobierno federal que otorga las inmunidades y privilegios para los visitantes extranjeros de la OEA.

Y aunque destacó las facilidades brindadas, la Misión manifestó su preocupación por los incidentes de violencia que se han presentado en distintas partes del país en el contexto de la contienda electoral, y lamentó la pérdida de vidas humanas.

“La Misión hace un llamado a todos los sectores políticos a erradicar el discurso violento y la retórica agresiva como recursos de contienda política. La violencia no tiene lugar en la democracia”, dijo la OEA.

Al recordar que desde el año 2009 ha acompañado los procesos electorales en México, precisó que ha sido testigo del trabajo serio y profesional que realizan las autoridades electorales, lo que ha permitido a nuestro país experimentar transiciones políticas exitosas, gracias al respeto de la voluntad ciudadana.

Destacó que en la recta final del proceso electoral, a casi dos semanas de la jornada electoral, es importante que todos los actores políticos y sociales se conduzcan con responsabilidad y canalicen sus reclamos, en particular de los relacionados con posibles irregularidades, de manera institucional a través de los conductos establecidos por la legislación.