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Seis mil cuestionario fueron los que definieron a los tres aspirantes que avanzaron a la tercera etapa del proceso para definir al responsable de la construcción del Frente Amplio por México (FAM).

El Comité Organizador del proceso informó la tarde de ayer que la encuesta de opinión que se levantó, la cual estaba proyectada se realizara del 11 al 16 de agosto, se realizó del 11 al 14, es decir, dos días menos.

En ese tiempo, fueron tres mil cuestionarios en vivienda y tres mil cuestionarios vía telefónica. Y aunque no se reveló la empresa encargada del ejercicio, el Comité indicó que en ninguno de los casos se intersectaron los intervalos de confianza.

Según los resultados difundidos por el Comité Organizador, Xóchitl Gálvez fue la que encabezó la encuesta con un porcentaje del 38.3%, que traducido a votos, equivaldría a 2 mil 298. Le siguió Beatriz Paredes con el 26% o mil 560 votos, y Santiago Creel con el 20.1% o mil 206 votos.

Tras conocerse los resultados, los tres aspirantes reaccionaron en sus redes sociales. La senadora del PAN festejó el primer lugar en las encuestas y los corazones de sus simpatizantes: “¡Amonooos a la siguiente etapa! (…) Gracias a todos por rifados y #Xingones”.

Reconoció la participación de Enrique de la Madrid, a quien le dijo, “serás una pieza clave en el Frente. Necesitamos de tus ideas, experiencia y generosidad para construir el México que merecemos”.

Beatriz Paredes felicito a sus compañeros con quienes recordó, compartirá la nueva etapa del Frente Amplio por México. “Estoy segura que habremos de transitarla en un ambiente de civilidad y de construcción democrática en beneficio de México, y del fortalecimiento del Frente Amplio”.

También se refirió a Enrique de la Madrid, a quien reconoció su participación y talento. Además, dijo compartir sus propuestas. “Abrazo y la reiteración de mi amistad”.

Finalmente, Santiago Creel celebró el haber avanzado a la siguiente y última etapa del proceso del FAM. “Estoy decidido a estar en la primera línea de defensa por México, ahora será la ciudadanía quien decida desde qué posición lo haré. “Sigamos dándole, ¡en el Frente hay proyecto!”, sostuvo.

Así, los dos aspirantes del PAN y una del PRI serán quienes participen en la última etapa del proceso, que inicia mañana con el primero de cinco foros regionales, que se llevará a cabo en Tijuana, Baja California, y en el que se expondrán los proyectos de los tres aspirantes que avancen.

Una vez concluidos los foros regionales, que finalizarán el 26 de agosto en Mérida, Yucatán, se llevará a cabo una nueva encuesta de opinión que equivaldrá al 50% de la calificación para definir al responsable del FAM. El otro 50% se obtendrá de la consulta directa que se levantará el 3 de septiembre, día en que se conocerá al ganador.

Y en más temas del FAM, ayer se informó que el exgobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca aceptó la invitación que recibió por parte de las dirigencias de los tres partidos para encabezar la mesa de expertos del Frente en materia de seguridad.

El Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) en Coahuila y el Estado de México han alcanzado prácticamente el 100%, confirmando la ventaja para Delfina Gómez en el Estado de México, y para Manolo Jiménez en Coahuila.

En el Estado de México, el PREP lleva un avance del 99.9559%; han sido capturadas 20,433 actas de las 20,442 totales.

Los resultados ponen a la candidata de Morena-PT-PVEM a la cabeza, con 52.65% de los votos, equivalentes a 3.26 millones de sufragios. Alejandra del Moral suma el 44.34% del apoyo ciudadano (2.75 millones de votos).

A partir de estos datos del PREP, sabemos que la diferencia entre Delfina Gómez y Alejandra del Moral es de 8.31 puntos porcentuales.

Esta cifra contrasta con lo que en la última semana, antes de que concluyeran las campañas, fue publicado por diversas casas encuestadoras, que daban entre 6 y 18 puntos de ventaja a la extitular de la SEP.

Estas son algunas de las encuestas que se presentaron en los últimos días:

  • El Financiero, publicada el 29 de mayo daba una ventaja de 14 puntos a Delfina Gómez (57% vs 43%).
  • Enkoll (El Universal), publicada el 29 de mayo, daba una ventaja de 18 puntos a Delfina Gómez (59% vs 41%).
  • Massive Caller, publicada el 31 de mayo, daba una ventaja del 6.1 puntos a Delfina Gómez (47.6% vs 41.5%).
  • Reforma, publicada el 31 de mayo, daba una ventaja de 10 puntos a Delfina Gómez (55% vs 45%).
  • Parametria, publicada el 31 de mayo, daba una ventaja de 17 puntos a Delfina Gómez (57% vs 40%).
  • Demoscopia, publicada el 31 de mayo, daba una ventaja de 12.3 puntos a Delfina Gómez (54.8% vs 42.5%).

La ventaja que daban las encuestas, que prácticamente era de dos dígitos a favor de Delfina Gómez, se redujo a 8 puntos.

Al ser cuestionado sobre la selección del senador Armando Guadiana como abanderado para defender los trabajos de Morena en Coahuila, que es la antesala para la candidatura a gobernador, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) defendió la realización de encuestas para definir a quienes competirán en los procesos electorales.

“No me implicó en estos asuntos que tienen que ver con la decisión que está haciendo Morena, que es mi partido pero tengo licencia. Estoy ocupado en cumplir con mi responsabilidad como presidente de México”, dijo en un primer momento.

Sin embargo, dijo que está enterado de los procesos que se llevan a cabo para definir a los candidatos, pues conoce lo que establecen los estatus del partido.

“Yo cuando fui dirigente de Morena, procure que se estableciera en los estatutos la selección de candidatos mediante encuestas, porque tiene ventajas; si se hace bien la encuesta, la gente que es consultada expresa libremente lo que siente, su punto de vista”, defendió el mandatario.

Precisó que cuando se llevan a cabo elecciones de cualquier tipo, con métodos como las convenciones o el voto directo en casillas, se corren muchos riesgos de fraude, de compra de delegados o acarreo de gente. Dijo que esto es parte de la subcultura política de nuestro país, de la a herencia antidemocrática que viene de tiempo atrás.

AMLO afirmó que conoce a quienes se hacen cargo de levantar las encuestas de Morena, refiriéndose a ellos como gente “incorruptible y honesta”; ejercicio que además se acompañan de dos o tres encuestas espejo.

Recordó que Morena ha resuelto todas sus candidaturas a gubernaturas a través de las encuestas, y enfatizó, “no le ha ido mal a Morena, quiere decir que la gente no se equivoca o se equivoca menos que los dirigentes o los que se consideran grandes electores. Hay que tenerle confianza a los ciudadanos”.

Destacó se está contento por las expresiones que ha escuchado sobre los posibles candidatos de Morena a la presidencia de la República.

Dijo que hay mucha gente que dice que aunque está con Claudia (Sheinbaum), han señalado que si gana Marcelo (Ebrard) votarían por él, y viceversa. Mencionó ese caso con quienes apoyan a Adán (Augusto López).

“Lo más importante es el proyecto; y hay quienes dicen, y son los más avanzados, los verdaderos demócratas que están pensando en la transformación, en el pueblo, que dicen ‘yo voy a votar independientemente del candidato por la transformación’, porque lo otro sería votar por el retroceso”.

Le sirvió el tema para cuestionar quién va a votar por la corrupción, por quienes se sienten dueños de México, por quienes desprecian al pueblo, por el racismo, por el clasicismo y la discriminación, esto en referencia a sus adversarios.

“No es el tiempo de los de los conservadores corruptos, ya pasó, tuvieron muchos años, décadas. Arruinaron el país y empobrecieron al pueblo, y a la gente no quiere eso, no quiere más de lo mismo; quiere cambio, que continúe la transformación”, sostuvo el mandatario.

Negó que con la selección del senador Armando Guadiana vaya a haber una ruptura o fracaso de Morena en Coahuila. Dijo que eso es lo que quisieran sus adversarios.

Fue en ese punto donde dijo que aunque se presentara el caso de qué alguien se inconformara y anunciara su salida del partido, no pasaría nada.

“Para tomar una decisión de ruptura se necesita una causa. No se puede ser rebelde sin causa; si no hay elementos o pruebas, sino solamente es porque ‘yo quería y yo soy muy importante y como no me tomaron en cuenta me voy'” estarían cometiendo un error.

Además, señaló que quienes podrían optar por ese camino, podrían ver que les “están tirando un lazo los del bloque conservador”. En ese sentido, les mandó un mensaje: “yo les diría a los que podrían tomar este camino, que son muy pocos, tengan cuidado, porque qué les pueden asegurar en el bloque conservador, si ahí hay anarquía política, no tienen ni programa ni dirigentes. No tienen lo principal: no tiene un pueblo”, remató.

La representación de Morena ante el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), presentó una denuncia en contra del consejero presidente, Lorenzo Córdova, y al coordinador de Comunicación Social, por el uso indebido de recursos públicos, al haber ordenado levantar encuestas que sirvieron de promoción personalizada.

Mario Rafael Llergo, representante de Morena ante el INE, acusó al área de Comunicación Social del Instituto de haber “instruido levantar encuestas para conocer la opinión del pueblo sobre la Reforma Electoral y sobre la imagen del consejero presidente, violando con ello, los principios de transparencia, economía y otros de la función electoral”.

“Por ello, solicitamos al Órgano Interno de Control del INE que investigue y en su caso, determine faltas administrativas graves en contra de Córdova y su coordinador de Comunicación Social”, señaló el morenista.

Y es que Mario Rafael Llergo dio a conocer extractos de los sondeos que el Instituto ha mandado realizar, en abril y septiembre de este año, en los que se observa que se ha medido el conocimiento de la imagen del consejero presidente, Lorenzo Córdova.

“Dice Córdova que sus encuestas son para evaluar su estrategia de comunicación social. Entonces, ¿por qué utilizó recursos públicos para medir si el Pueblo lo conoce o no? ¿Se prepara para el 2024?”, cuestionó el también diputado.

Señaló que, a pesar de que el ejercicio fue para evaluar el trabajo del INE y en el caso del primer levantamiento, para medir la consulta de revocación de mandato, se midió la aprobación del presidente López Obrador.

Lo que destacaron, fue que se consulta si conocen o no a Lorenzo Córdova.

“En democracia, cualquier mexicano puede aspirar legítimamente a un encargo público, pero ¿Por qué se mide con recursos públicos? ¿Estamos ante un vulgar caso de culto a la personalidad o cómo beneficia al Pueblo esta información?” sostuvo Mario Rafael Llergo.

Al conocerse la información, Euripides Flores, representante suplente de Morena ante el INE preguntó en redes sociales si Lorenzo Córdova se alista para encabezar la oposición ahora que termina su gestión como consejero presidente.

La representación de Morena también cuestionó que, en medio de las fuertes críticas que pesan sobre el ocultamiento de las encuestas y la medición de su imagen, el consejero presidente prefiere salir del país a recibir un reconocimiento en Costa Rica.

Rubén Álvarez, coordinador de Comunicación Social del INE, respondió a los señalamientos hechos por Morena, asegurando que el objetivo de los  ejercicios era evaluar la imagen y la percepción de la ciudadanía sobre el Instituto, sus funciones, el cumplimiento de sus objetivos y, a partir de estos estudios, evaluar y definir las estrategias de comunicación y difusión.

Defendió que en ese sentido era importante conocer la forma en que es percibida la persona titular del INE, ya que “quien preside o encabeza una institución es quien tiene a su cargo funciones de representación en diversos espacios institucionales (dentro y fuera del país), de vocería en materia de comunicación (aunque no sea la única) y de toma de decisiones al interior de la institución, entre otras funciones”.

El funcionario sostuvo que con la información que se obtuvo de las encuestas, no se implementó ninguna medida que pudiera implicar, sugerir o evidenciar promoción personalizada. Además, reiteró en que Lorenzo Córdova ha manifestado que no busca “candidatura alguna de elección popular, incluyendo la presidencial, para el 2024″.

Arturo Sarukhán

EL UNIVERSAL

 

La elección intermedia de Estados Unidos en menos de dos semanas es la primera que se celebra a la sombra de una intentona de golpe de Estado en ese país. Será la primera que ocurre a partir de una decisión de la Suprema Corte que no solo evisceró un derecho establecido desde hace medio siglo sino que amenaza con rescindir otros. Y a raíz de que uno de los dos partidos políticos del país se ha dedicado a cuestionar el resultado electoral de 2020, a socavar metódicamente las premisas del derecho al sufragio y de quién cuenta los votos y a suprimir el voto de minorías, será la primera en la cual la verdadera naturaleza de la democracia y gobernanza estadounidenses estarán en juego en las boletas. Los votantes estadounidenses no han enfrentado desde 1860 una decisión con consecuencias tan onerosas como ahora.

Una muy alarmante encuesta de la semana pasada del New York Times/Siena Poll lo refleja de manera palmaria. Los votantes creen abrumadoramente que la democracia estadounidense está bajo amenaza, pero parecen notoriamente apáticos ante ese peligro, y pocos lo identifican como el problema más apremiante de la nación. De hecho, más de un tercio de los votantes independientes y un contingente más pequeño pero relevante de votantes que se identifican como Demócratas dijeron que estaban abiertos a apoyar a candidatos que rechazan la legitimidad de las elecciones de 2020, asignando mayor urgencia a sus preocupaciones sobre la economía que a los temores sobre el destino del sistema político del país.

La encuesta además demuestra que las dudas sobre las elecciones que han infectado como un virus a la política estadounidense desde la contienda de 2020 muestran todos los signos de persistir en el futuro: 28 por ciento de todos los votantes registrados, incluido 41 por ciento de los Republicanos, dijeron que tenían poca o ninguna fe en la validez de las elecciones legislativas este noviembre. La llamada “experiencia americana”, con sus mitos fundacionales y nacionales y sentido de “excepcionalismo”, parecen cegar a muchos estadounidenses ante la creencia de que su democracia está en peligro. En pocas palabras, demasiados aún piensan que “eso no puede pasar aquí”, cuando la verdad es que quizá ya empezó a ocurrir. Y con una potencial recesión en puerta en EE.UU, me recuerda mucho a las condiciones políticas, sociales, económicas e ideológicas -y los pactos faustianos que ésas generaron- en la Alemania de la República de Weimar camino a las elecciones de 1932. Pareciera que es así como muere una democracia: encogiéndose de hombros.

Pero así como lo que está en juego para los estadounidenses con estos comicios es existencial, para México la elección intermedia es también un momento de inflexión potencial. No solo porque, como he apuntado reiteradamente, a diferencia de Las Vegas, lo que sucede en EE.UU no se queda en EE.UU; es por el impacto inmediato que un Congreso, en el cual ciertamente la Cámara de Representantes -y potencialmente, el Senado- estará controlada a partir de enero de 2023 por el Partido Republicano, tendrá para la conducción de la agenda bilateral entre Estados Unidos y nuestro país. De entrada, el fantasma de una nación crecientemente autoritaria y antidemocrática es pésima noticia para la prosperidad, bienestar y seguridad de México y de los mexicanos a ambos lados de la frontera, factores que dependen -como con ningún otro país- de esa relación con nuestro vecino.

Ello es particularmente preocupante porque la panza de un Partido Republicano hoy trágica y crecientemente nativista, xenófobo, extremista, autoritario y anti-democrático, viene preñada de la piñata político-electoral mexicana, que es muy atractiva y que rinde dividendos en las urnas y en la movilización electoral. Si no pregúntenle a Trump y a los gobernadores de Texas y Florida que regurgitan ahora el manual de juego del ex mandatario. Y si algunos de ustedes, como yo, consideran que el parteaguas que significaron los comicios presidenciales de 2016 -cuando por primera vez en la historia moderna de EE.UU México jugó un papel “estelar” en su narrativa electoral- fue un nadir en términos de las percepciones y narrativa públicas acerca de nuestro país en ése, el futuro en el mediano plazo podría ser poco halagüeño.

Pero complicando aún más el cuadro, lo que ocurra en el legislativo tendrá un impacto inmediato y podría sentar el tono de cómo se encare la relación bilateral a ambos lados de la frontera, sobre todo en momentos cuando las dos naciones se encarrilen a elecciones presidenciales simultáneas, como ocurre cada 12 años, en 2024. Hay que subrayarlo sin rodeos: nunca en tiempos modernos, desde ese momento de tensión y recriminación detonado en 1985 por el asesinato de un agente de la DEA en suelo mexicano, había sido tan disfuncional como lo es ahora la relación entre un titular del Ejecutivo mexicano y el Congreso estadounidense. Se dice fácil pero en ninguno de los viajes del Presidente López Obrador a Washington se ha reunido éste con el liderazgo bicameral o con legisladores de ambos partidos; esto nunca había ocurrido en las últimas tres décadas. Y a la ya de por sí deteriorada relación con legisladores Demócratas como resultado de la percepción de que el presidente mexicano apostó por Trump y su reelección, ahora, en los últimos meses, se ha sumado el creciente antagonismo de legisladores Republicanos a raíz de los posicionamientos de López Obrador con respecto a Cuba, Venezuela y Nicaragua, el boicot a la Cumbre de las Américas arropando a esos tres regímenes y sobre todo por los ataques ad hominem a congresistas del GOP, con nombre y apellido.

Hay que recordar que en el sistema estadounidense, el partido que obtiene la mayoría en cualquiera de los dos recintos, Cámara o Senado, ocupa todas las presidencias de los comités y subcomités en el Congreso, y por ende controla y determina la agenda legislativa. Por ejemplo, el Representante Republicano por Texas, Michael McCaul, quien se perfila, con el triunfo y mayoría segura del GOP en la Cámara como el siguiente presidente del Comité de Relaciones Internacionales de ese recinto, ha calificado la estrategia de seguridad pública del presidente mexicano como una amenaza a la seguridad nacional de su país.

Con la creciente inquietud por los resultados de las políticas públicas mexicanas en materia de seguridad; el trasiego de fentanilo (al que los Republicanos ya bautizaron en sus campañas como el “fentanilo mexicano”); las demandas de que Biden canalice los recursos que está otorgando a Ucrania para defenderse de la agresión rusa para confrontar lo que caracterizan como la “verdadera amenaza” a la seguridad de EE.UU, que es la frontera mexicana; los ataques a la permisividad migratoria mexicana y la “invasión” que estamos “facilitando”; las lecturas en torno al hackeo a la Sedena; o con el proceso de consultas entre EE.UU y México en materia energética al amparo del TMEC (muchos de los legisladores Republicanos que asumirán presidencias en los comités y subcomités de la Cámara -y del Senado en caso de que también le arrebaten a los Demócratas la mayoría ahí- son de estados y distritos con fuerte presencia de empresas energéticas fósiles y renovables), la multiplicación de frentes en la agenda bilateral podría volverse exponencial a partir del próximo año.

Y el freno de mano que hoy, a pesar de los cuestionamientos de legisladores Demócratas, le ha puesto la Casa Blanca a su bancada para no hostigar del todo al mandatario mexicano y torpedear la voluntad mexicana de seguir cooperando con la administración en materia de controles migratorios, desaparecería con una mayoría Republicana dispuesta a minar en todo lo posible al Presidente Biden en la antesala de la elección presidencial. Por si fuera poco, la reelección casi segura en noviembre del gobernador de Texas, Gregg Abbott, quien aspira a la nominación de su partido en 2024 si Trump decide no contender -o llegase a encontrarse legalmente imposibilitado de hacerlo- no tendrá tapujo alguno en seguir recurriendo a los gimmicks que ha instrumentado en su interacción con México.

Toda elección conlleva consecuencias. Lo que está en juego para México, más allá de preferencias o sesgos ideológicos que uno u otros podamos tener, o de aquellos que en nuestro país han bebido el Kool Aid naranja del trumpismo, es enorme y obligan al gobierno a recalibrar posturas y, junto con sector privado y sociedad civil, a poner las barbas a remojar.

El presidente López Obrador llega a su Cuarto Informe de gobierno con una popularidad alta, en especial si consideramos los malos resultados de su gobierno. En la encuesta de Demotecnia rumbo al informe, el 67 por ciento de los consultados aprueban al presidente y el 26 por ciento lo desaprueban. Esto a pesar de que el 57 por ciento piensa que la situación de inseguridad está mal y ha venido empeorando mucho y que la mitad de los encuestados considera que la economía se ha deteriorado mucho.

En la encuesta de Demotecnia, en lo que mejor sale calificado el presidente es en el programa de ayuda a adultos mayores con 25 por ciento de los encuestados que responden así. La siguiente respuesta con mayor porcentaje, con el 11, es que NADA de lo que ha hecho el presidente está bien. En casi todas las demás acciones de gobierno tiene 1 por ciento de aprobación: hacer cumplir las leyes; el Tren Maya; el AIFA; gobierno austero; cumplir lo que promete; las reformas que ha implementado.

En la encuesta de Enkoll, el 42 por ciento de los consultados votaría hoy por el o la candidata de Morena a la presidencia para el 2024. En un lejano segundo lugar, está el PAN con el 16 por ciento de las preferencias.

¿Cómo explicar que López Obrador mantenga popularidad y confianza con tan malos resultados? ¿Cómo entender que Morena siga al frente de las preferencias con tantas fallas del gobierno?

Algunos dicen que esto se debe a que es un genio de la comunicación. En mi opinión, más que genio de la comunicación, el presidente habla el idioma del momento. Utiliza el lenguaje de los populistas que exacerban y aprovechan las divisiones y la polarización de la sociedad y generan un círculo virtuoso para su propósito, que es distinto al de los ciudadanos y al del país. Su propósito es acaparar más y más poder.

¿Qué es lo que escuchamos al presidente decir en sus spots rumbo al 4º Informe? En todos recuerda el pasado inmediato como la etapa más negra de México. Busca mantener vigente el pasado neoliberal, con el cual se compara en cada uno de sus spots. Así sea para hablar de que él construye el Tren Maya mientras los del pasado olvidaron la importancia de los trenes.

Exagera o inventa que el AIFA es el mejor aeropuerto de la región Latinoamericana aun cuando de marzo a la fecha no pasa de tener más del 1 por ciento de los pasajeros del país. Habla de un sistema de salud que va a funcionar, aun cuando en los cuatro años que lleva al frente del país no ha hecho más que destruirlo. En materia educativa la catástrofe ya no es silenciosa, como alguna vez la describiera Gilberto Guevara Niebla. Ahora retumba el ruido de la deserción escolar de 3 millones de alumnos de educación básica; de la improvisación en el Plan de Estudios cargado de ideología y el rezago de dos años escolares que el Banco Mundial encuentra hay en México tras la pandemia.

Pero el presidente presume que ni él ni Morena son iguales a los del pasado ¿Por qué? Porque él lo dice y sus simpatizantes le creen. Mientras el presidente se compare con el pasado logra revivir el enojo con la corrupción del PRI y del PAN y así se sale con la suya de no tener que rendir cuentas por su mal desempeño en el presente.

Estos primero cuatro años le han alcanzado al presidente para fallarle a México y aun así mantener su popularidad. Ha sido así porque habla el idioma del momento: el de la división y la polarización.

Columna completa en El Universal

De acuerdo a la más reciente encuesta de Buendía&Márquez, que publica EL UNIVERSAL, Morena se perfila como el partido con mayor respaldo ciudadano de cara a la elección presidencial de 2024.

Morena registra 45% de las preferencias electorales, seguido, por más de 25 puntos detrás, del PAN, que obtiene 19% de las preferencias; el PRI, 17%, y Movimiento Ciudadano con un 8%.

Además de tener el mayor respaldo, Morena se coloca como el partido con mejor imagen entre el electorado: tiene un 61% de opiniones positivas, contra un 28% de malas, lo que le da un balance positivo de 33%. La oposición, liderada por el PAN y el PRI registran casos contrarios: el PAN tiene 46% de opiniones negativas, y 35% de positivas, un balance de -11%; el PRI por su parte tiene 58% de opiniones negativa y apenas 29% positivas, lo que da un balance de -29%.

En el ejercicio, se mida el reconocimiento que tienen los políticos a los que se ha candidateado. Marcelo Ebrard lidera la lista con 68%; le siguen Margarita Zavala con 64%; Luis Donald Colosio con 61%; Claudia Sheinbaum con 53%; Alfredo del Mazo con 52%, y Santiago Creel con 49%.

Sin embargo, al preguntar la opinión que se tiene de cada uno de ellos, las posiciones cambian. Luis Donaldo Colosio es el que mejor balance tiene con 28%; le sigue Sheinbaum con 15%; Ebrard con 12%; y Ricardo Monreal, Adán Augusto López y Mauricio Vila con 1% respectivamente. El resto tiene un balance negativo.

Sobre Luis Donaldo Colosio, se aclara que 62% de quienes reconocen su nombre no tienen noción de su trayectoria política, por lo que el diario señala que es factible que buena parte de su reconocimiento se deba a la homonimia de su nombre con el de su padre, el excandidato presidencial del PRI.

Al preguntar si votarían o no por él o ella, todos los perfiles obtienen una respuesta negativa. Sin embargo, entre quienes sí votarían por ellos, se coloca Ebrard como el que más simpatías genera con 40%: Colosio con 38%; Sheinbaum con 37%; Zavala con 31%, Creel con 22%; Monreal con 21% y Del Mazo con 20%. El resto de los perfiles reciben menos del 20% de menciones.

Al pasar a los careos, Morena mantiene la ventaja, pero esta se mueve en relación a sus posibles contrincantes. Por Morena se midió a Ebrard y Sheinbaum como candidatos; mientras que por la oposición se midió a Margarita Zavala, Santiago Creel y Alfredo del Mazo. En todos los casos, se midió a Luis Donaldo Colosio como una tercera opción, abanderando al MC.

  • ZAVALA 24%
    COLOSIO 19%
    SHEINBAUM 48%
  • ZAVALA 25%
    COLOSIO 17%
    EBRARD 47%
  • CREEL 18%
    COLOSIO 20%
    SHEINBAUM 52%
  • CREEL 17%
    COLOSIO 20%
    EBRARD 50%
  • DEL MAZO 19%
    COLOSIO 21%
    SHEINBAUM 49%
  • DEL MAZO 17%
    COLOSIO 22%
    EBRARD 51%

Con información de El Universal

Parecieran contradictorios los resultados de las encuestas que vemos cuando el sexenio cumple la mitad de su trayecto. Tres años en el poder; muy malos resultados y la popularidad de Andrés Manuel López Obrador está en 60 por ciento. ¿Cómo explicar la diferencia entre lo que dicen las encuestas y la realidad?

En la de Buendía y Laredo publicada esta semana aquí, en El Universal, vemos que lo mejor que ha hecho AMLO de acuerdo con los encuestados son los apoyos para adultos mayores y los programas sociales. En eso mismo coincide la encuesta de Lorena Becerra en Reforma.

También hay más encuestados que dicen que el presidente ha manejado bien la educación, la salud y el combate a la COVID19. ¿Cómo se puede explicar esto cuando en educación transcurrieron 17 meses sin clases presenciales, de total abandono, y el regreso se hizo apresurado y sin estrategia?

¿Cómo hablar de que en salud se han hecho bien las cosas ante la escasez de muchos medicamentos, no solo los oncológicos, aunque en estos es inhumana la desatención? Hay datos del CONEVAL de la disminución en un 38 por ciento en la atención de la salud pública y el aumento en un 26 por ciento de la privada, ósea consultorios y farmacias.

Para quienes estaban inscritos en el Seguro Popular, se los cambiaron por el INSABI que simplemente no ha funcionado y ha dejado a más personas sin seguro para tratarse al momento de enfermar. Según CONEVAL en 2018 había 20 millones de personas sin afiliación a un sistema de salud; ahora hay 35 millones. Muestra clara de que el INSABI ha sido un fracaso.

Y esto ha ocurrido en medio de una pandemia.

Si en 2018 una persona gastaba 2 mil 358 pesos para un servicio de salud, en 2020 el gasto aumentó a 3 mil 299 pesos. Esto es un golpazo del 40 por ciento en la bolsa de los mexicanos. Pero aún así, más personas responden que el presidente ha manejado bien la pandemia que las que contestan que lo ha hecho mal. En la de Reforma es de dejar boquiabierto que un 53 por ciento responde que AMLO ha buscado evitar que aumenten los contagios y muertes por coronavirus frente a un 43 por ciento que opina lo contrario. Para un presidente que se ha negado a lo más elemental, el uso de cubrebocas, estos números son de llamar la atención.

Entonces si las encuestas muestran algo distinto que la realidad hay que pensar que hay una tercera variable: el discurso. Tres años de AMLO como presidente y la gente le cree lo que dice. Le sigue creyendo.

Le creen cuando a pesar de lo mencionado arriba, en uno de sus trece spots AMLO dice: “La atención médica, los medicamentos gratuitos, ya son derechos constitucionales. Son una realidad”.

Y si. Eso dice la constitución, pero la realidad es otra. Imagino que quien llega a buscar su medicamento gratuito y no lo encuentra, busca como pagarlo de su bolsillo o pide prestado y piensa que tuvo mala suerte de no encontrar lo que el presidente dice que ahí esta.

Con tan pobres resultados tener una aprobación del 60 por ciento en promedio está magnífico para López Obrador. Todo indica que lo que dice en las mañaneras y sus mensajes en los spots de cara al informe de hoy se lo creen muchos mexicanos. Al presidente le creen sus otros datos, aun si la realidad reflejada hasta en sus bolsillos, es otra.

 

Columna completa en El Universal

Luego de la decisión del Instituto Nacional Electoral (INE) de retirar las candidaturas de Félix Salgado Macedonio, en Guerrero, y Raúl Morón, en Michoacán, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sugirió realizar una encuesta por teléfono para saber si la gente los quiere como candidatos.

“Hay que esperar a lo que resuelva el Tribunal. Sería muy sencillo, ahora que hay sistemas de call centers, que hoy y mañana, el Tribunal, con una empresa especializada, hiciera una encuesta en Guerrero y le preguntara a todos, a todos: ‘¿Quieres que participe este candidato o no? ¿Se le da la oportunidad de participar, se le acepta el registro o no? ’”, dijo AMLO.

Y es que el presidente López Obrador aseguró que la decisión del INE de volver a imponer la misma sanción (pérdida de la candidatura) por omitir presentar los reportes de fiscalización de los candidatos de Morena es un “atentado contra la democracia”.

Incluso el mandatario apuntó que se estaría ante un hecho inédito, que se enclava en el proceso que se lleva a cabo para lograr una “auténtica democracia”. Cuestionó cómo es posible que se golpee así a la democracia: “no es exagerado lo que dije: es un atentado a la democracia”.

AMLO reiteró su posición de que en la democracia, es el pueblo el que tiene la última palabra, por lo cual dijo que si se le consulta a la ciudadanía, decidirán que los morenistas participen en la contienda. El presiente intento matizar sus dichos al decir que se debe respetar la resolución del Tribunal Electoral para que se les imponga una sanción, pero dijo que debía ser el quitarles el derecho de ser votados y aparecer en la boleta electoral.

López Obrador reiteró sus dichos acerca de que hay un análisis sobre presentar una reforma para renovar el consejo general del INE.

“Si, está en análisis, si conviene a la democracia, lo que dije ayer, se hace, todo lo que sea bueno para el pueblo, y todo lo que sea buen para acabar con la corrupción, para dignificar al gobierno, para que haya democracia y justicia”, dijo en su conferencia de prensa.

Recordemos que ayer, el mandatario dijo que una vez que pasara la elección de junio próximo podría enviar una serie de reformas para reducir el presupuesto al Poder Legislativo, al Poder Judicial y para perfeccionar los organismos electorales.

Sobre los dichos del presidente, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova aseguró que al ser el árbitro del juego, el Instituto no entrará en confrontaciones con ninguno de los actores políticos.

“El INE no se mete con ningún actor político, solo cuida que todos los actores políticos cumplan con lo que dice la ley. Pero es pertinente hacer una reflexión, respecto de esta pregunta. A la democracia la tenemos que cuidar todos, si no la cuidamos todos, la democracia se nos puede ir entre las manos, la democracia es una construcción colectiva, es el producto de las luchas del pueblo de México, en su diversidad política”, dijo Córdova Vianello en un evento con la Coparmex.

El consejero presidente dijo que para quienes no estén conformes con su decisión, existe un camino que seguir, en alusión al Tribunal Electoral. “Que bueno que vayan al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, cualquier ciudadano lo puede hacer, todas las decisiones del INE se pueden impugnar y será el Tribunal quien las convalidará o las modificará”.

Lorenzo Córdova dejó claro que no caerán en la provocación de confrontarse con ningún actor político, ya que el “árbitro no juega, el árbitro no va a patear ningún balón, porque no le toca. Lo que sí va a hacer el árbitro, y le toca, es vigilar la contienda”.

Finalmente, Félix Salgado Macedonio dijo que respetará la decisión que tome el TEPJF respecto a su candidatura.

 

Termina el mensaje por el 2º año de gobierno del presidente López Obrador y me pongo a escribir este texto. Quisiera ser parte de aquellos que ven el vaso lleno. De los que le aplauden y al escucharlo dicen que es el mejor presidente de México. De los que forman parte del 60 por ciento de apoyo a López Obrador en las encuestas de opinión.

Quisiera escuchar y creerle a López Obrador cuando dice que con todo y la pandemia que implicó la pérdida de un millón 117 mil empleos formales, ya se han recuperado 555 mil 600. Me gustaría poder aplaudirle sin recordar que a mediados de año había dicho que para este mes de diciembre se crearían 2 millones de empleos adicionales con todo y el coronavirus.

Sería extraordinario pensar en la cancelación a rajatabla de los fideicomisos como un triunfo en la lucha contra los gastos discrecionales y la corrupción pero, cuando concluye el año y no se ha presentado una sola prueba de malversación o mal uso de estos recursos y en cambio vemos que ahora sí quedan a disposición del gobierno, surge la maldita sospecha que, si AMLO quiere, este dinero servirá para comprar votos y voluntades para las elecciones del 2021.

Dijo el presidente en su discurso que ya es una realidad la atención médica y los medicamentos gratuitos. Como envidio a quienes aplauden este dicho del presidente e ignoran la cantidad de historias dolorosas de padres que han perdido a sus hijos enfermos de cáncer por falta de medicamentos ante un presidente que ha claramente decidido ni verlos ni escucharlos.

Presumió López Obrador que en materia educativa no han faltado libros de texto; se han construido 140 universidades públicas y hay 7 mil 200 becas de posgrado. La gran pregunta es ¿de qué sirve todo esto ante lo poco que se está haciendo para controlar la pandemia en México y que los alumnos puedan regresar a las aulas? ¿Se preocupa el presidente por los efectos en la salud mental y educativa de las clases a distancia? ¿Cree que la televisión y el internet pueden sustituir el contacto con maestros y compañeros?

El presidente habló de otros datos favorables entre los que incluyó el aumento en el flujo de las remesas. “Esos envíos de dinero llegarán a la suma récord de 40 mil millones de dólares, lo cual beneficiará a 10 millones de familias que están recibiendo en promedio 350 dólares mensuales”, dijo el presidente.

¿De verdad ni él ni sus simpatizantes se dan cuenta que esto no es un logro sino un fracaso? Implica que llega dinero a México de quienes prefirieron abandonar el país para poder buscar un mejor presente y futuro que aquí simplemente no encontraron.

También habló del avance en la solución al grave problema de la inseguridad que dejaron los gobiernos anteriores. ¿Cómo escuchar esto y aplaudir? Señor Presidente, ya basta de hablar del pasado ¿Para eso quería llegar a ser el Jefe del Ejecutivo? ¿Para aventar culpas sin asumir responsabilidades?

Bueno y el cierre con broche de oro es escuchar que lo mueve la convicción de justicia y que en su gobierno no hay impunidad para nadie. ¿Cómo aceptar esto sin voltear a ver a Bartlett; Irma Eréndira Sandoval y Pío López Obrador? Sus simpatizantes argumentarán que estos casos palidecen frente a los excesos del pasado. Flaco consuelo para quien quiere de verdad un país en el que impere el Estado de Derecho.

Anhelo vivir en el maravilloso México de AMLO.

Columna completa en El Universal

El demócrata Joe Biden acumula una pequeña ventaja sobre el presidente Donald Trump en Florida, estado clave para reunir el número de votos electorales necesarios para ganar la elección presidencial.

Además, de Florida, donde el demócrata supera al republicano, se registra un empate en Carolina del Norte y Arizona, según sondeos de opinión de Reuters/Ipsos publicados este lunes.

Una semana atrás, las encuestas de Reuters/Ipsos mostraban a Trump y Biden en un empate estadístico en los tres estados.

El ejercicio de Reuters/Ipsos encuestó a posibles votantes en seis estados (Florida, Arizona, Carolina del Norte, Michigan, Wisconsin y Pensilvania) que desempeñarán un papel fundamental a la hora de decidir si Trump gana un segundo mandato o si Biden lo supera.

En el caso de Florida, donde la encuesta se levantó del 27 de octubre al 1 de noviembre, Biden logra sumar el 50% de la preferencia electoral, mientras que Trump se queda con el 46%. Un sondeo anterior había mostrado una ventaja de Biden de 49%-47%, lo que marcaba un empate debido a que la diferencia se encontraba dentro del intervalo de credibilidad de la encuesta.

En Arizona, la preferencia se encontraba 49% a favor de Biden contra un 47% a favor de Trump. Ambos están estadísticamente empatados ya que el margen se encuentra dentro del intervalo de confianza del sondeo. Una encuesta previa mostraba un empate estadístico, con 48% para Biden y 46% para Trump.

En Carolina del Norte, Biden registra un 49% de las preferencias electorales, mientras que Trump capta el 48%. Debido a que la diferencia está dentro del intervalo de confianza del sondeo, la carrera está estadísticamente empatada, como lo estaba la semana anterior, con Biden con un 49% y Trump con un 48%.

En el caso de Michigan, el demócrata obtiene un 52% de los apoyos, contra un 42% de Trump, una diferencia de diez puntos. Biden tenía una ventaja en el anterior ejercicio de 52% vs 43%.

En Wisonsin la diferencia entre ambos candidatos es la misma, diez puntos. Biden tiene 53% y Trump 43%. La semana anterior, Biden tenía una ventaja de 53% vs 44% del magnate. Finalmente, en Pensilvania, Biden reúne el 51% de las preferencias, mientras que Trump se queda con el 44%.

Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente interino de Morena, hizo un llamado a que un cuerpo colegiado revise la metodología y la forma en que se levantaron las encuestas que ordenó el Instituto Nacional Electoral (INE) para definir al nuevo presidente nacional del partido, ya que dijo, cada vez hay más cuestionamientos y dudas sobre su realización.

“Creo que cada vez surgen más cuestionamientos, más dudas, desde los puntos de vista técnico-metodológico y estadístico de lo que sucedió, pero eso lo podemos saber en la medida en que, de manera oficial, el INE pudiera establecer el mecanismo y la autorización para la realización de esta auditoría que prometió que se realizaría. Eso está todavía en manos de los consejeros del Instituto Nacional Electoral”, dijo el morenista.

Ramírez Cuellar acusó al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de haberse convertido en un organismo “muy parcial, que asaltó la institucionalidad del partido”, pues dijo, le quitó a los militantes de Morena el derecho de elegir a sus dirigentes, además de que borró todos los requisitos para ser presidente y secretario general del partido.

Sin embargo, el dirigente reconoció será difícil echar abajo el fallo que señala a Delgado Carrillo como el próximo dirigente nacional de Morena.

A la par de las declaraciones de Ramírez Cuellar, un grupo de académicos de la Universidad Libre de Berlín concluyeron que el proceso de encuestas fue un fraude, producto de la llamada “alquimia política”.

El doctor Raúl Rojas, matemático de la institución alemana que encabezó el grupo de acádémicos que estudiaron los resultados del proceso, explicó que entre las tantas anomalías encontradas que ponen en duda el resultado de la elección destaca el “intervalo de confianza de 2.3% en el sondeo que dio la victoria a Delgado sobre Porfirio Muñoz Ledo”.

Y es que de acuerdo con Rojas, la encuesta realizada no consideró la distribución de la militancia que participó en el proceso, puesto que de los simpatizantes del partido que formaron parte del ejercicio, 56.6% manifestó desconocer cuál era el objetivo real del ejercicio para el que fueron convocados. Destacó además que del total de participantes en el proceso, el 31.1% dijo no haber votado por ninguno de los dos candidatos mencionados.

Para Raúl Rojas los resultados “no cuadran” puesto que el “intervalo de confianza” de la encuesta es un inverosímil 2.3%. “Ahí está el meollo del asunto”, dijo. El experto expuso que se trata de un caso emblemático de “alquimia electoral”, por lo que no descarta que pronto los tribunales electorales del país descalifiquen el proceso interno, y entonces el partido del presidente tenga que iniciar un nuevo ejercicio de selección.

Después de analizar el proceso, el matemático detectó que, incluso, desde Palacio Nacional se dieron instrucciones precisas para que se llevaran a cabo asambleas regionales de Morena para beneficiar a Delgado, quién era el candidato favorito del titular del Poder Ejecutivo.

Dijo que “la alquimia electoral de la tercera encuesta” se orquestó a partir de la decisión tomada en Palacio Nacional, desde donde también se instruyó el ocultamiento de datos reales sobre el resultado de la encuesta y de sus procedimientos.

En realidad, explicó Rojas, “hubo tres candidatos: Delgado, Muñoz Ledo y la abstención, pues resulta que 34.1% de los encuestados no votaron por ninguno de los dos. Poquito más y la abstención gana”, agregó.

El ex mandatario de Estados Unidos Barack Obama encabezó un evento de la campaña de Joe Biden, en el que llamó a los votantes demócratas a no confiarse en las encuestas que colocan a su candidato como favorito, y movilizarse en masa para lograr la victoria del candidato Biden el 3 de noviembre.

“No podemos confiarnos. No me importan los sondeos”, dijo Obama en su primer mitin en apoyo a su compañero en cuando ocupó La Casa Blanca.

Y es que según Biden aventaja a Trump por nueve puntos porcentuales a nivel nacional, según el promedio de encuestas de RealClearPolitics. Obama recordó que en 2016 “hubo un montón de encuestas” favorables a la entonces candidata demócrata Hillary Clinton y “no funcionó porque mucha gente se quedó en su casa, se volvió perezosa y confiada”.

Obama denunció duramente a su sucesor, alegando que Donald Trump ha demostrado ser “incapaz de tomarse el trabajo en serio” en La Casa Blanca. “Esto no es un reality show. Es la realidad”, recriminó el ex mandatario.

“Y hemos tenido que vivir con las consecuencias de que él (Trump) demuestre ser incapaz de tomarse el trabajo en serio”, añadió ante los asistentes al acto en Filadelfia, capital del estratégico estado de Pensilvania.

Más temprano, en una mesa redonda con líderes de la comunidad negra de esa ciudad, Obama criticó el desempeño de Trump ante la pandemia de covid-19.

“La pandemia habría sido difícil para cualquier presidente, no hemos visto algo así en 100 años. Pero el grado de incompetencia y desinformación, el número de personas que podrían no haber muerto si hubiéramos hecho lo básico”, lamentó.

Obama afirmó que los estadounidenses no pueden permitirse otros cuatro años de lo mismo. “Nuestra democracia no va a funcionar si las personas que se suponen son nuestros líderes mienten todos los días y simplemente inventan cosas”, dijo.

Más de 40 millones de ciudadanos ya votaron por correo o en persona, lo que significa cerca del 30% de la participación total de las elecciones de 2016.

Biden y Trump volverán a encontrarse esta noche en el segundo y último debate en Nashville, Tennessee. El primero, realizado a fines de setiembre, se caracterizó por las interrupciones constantes de parte de Trump. El segundo debate no se llevó a cabo debido a la renuencia de Trump de participar en un formato virtual.

De acuerdo a la más reciente encuesta de REFORMA, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llega debilitado a su segundo informe de gobierno; 22 puntos menos que al inicio de su mandato.

56% de los mexicanos aprueban su labor al frente del gobierno federal, mientras que 41% lo desaprueba.

Al calificar el trabajo que AMLO ha hecho en diversos rubros, sólo el tema educativo alcanza una evaluación positiva (43% vs 32%); la atención a la salud (38%), el combate a la corrupción (41%), el combate a la pobreza (42%), la seguridad (43%), la economía (49%) y el combate al crimen organizado (49%) son calificados de forma negativa.

Sobre este último rubro, 60% de los mexicanos consideran que la estragia del gobierno federal contra el narcotráfico y el crimen organizado no está dando resultados.

En cuanto al manejo de la pandemia, principal tema que envuelve el segundo informe de gobierno, el 52% cree que ha sido buena la forma en cómo se ha enfrentado la crisis sanitaria. Un 45% cree que no se le ha dado un buen manejo.

Una opinión divida es la que recibe el trabajo del presidente López Obrador al manejo de la economía. 48% cree que la 4T ha tomado buenas decisiones en el manejo de las finanzas. 43% indica que han sido malas decisiones.

56% de los mexicanos consideran que el gobierno federal debe frenar proyectos como el Tren Maya o la refinería de Dos Bocas, Tabasco, para redirigir esos recursos a enfrentar las crisis sanitarias y económicas que ha provocado la pandemia de coronavirus.

Pese a la relevancia que el presidente ha dado al caso Emilio Lozoya, que asegura servirá para conocer a fondo cómo se actuaba en sexenios pasados, y para recuperar los bienes y recursos desviados, 58% de los mexicanos creen que al final del proceso, no pasará nada; 28% indican que sí habrá encarcelamientos importantes.

Por su parte el diario El País, también publicó una encuesta de cara al informe de gobierno de mañana.

En ella, se indica que el 64.7% de los mexicanos consideran que las políticas de la 4T están sirviendo para reducir la corrupción en el país, frente a un 32% que cree lo contrario.

Sin embargo, 60.6% de los encuestados creen que el gobierno federal no persigue de la misma forma todos los casos de corrupción. Solo el 29.2% consideran que sí lo hacen, sin importar la inclinación política de los acusados.

La encuesta señala que el 45.8% de los consultados creen que la Fiscalía General de la República (FGR) tiene poca o ninguna independencia respecto al caso Emilio Lozoya, frente a un 43% que considera que sí goza de ella.

El 95,5% de los mexicanos están de acuerdo en que los expresidentes deben ser juzgados; el 58.3% de los consultados considera que es necesaria la celebración de la consulta, y en caso de llevarse a cabo, el 74.4% votaría a favor de que los mandatarios sean juzgados.

En el ejercicio de SIMO y el El País, AMLO tiene un 65.7% de aprobación, contra un 34.2% que lo desaprueba.

A diferencia de lo publicado por REFORMA, la encuestra del diario español refiere que cuando se divide la parobación del presidente en temas específicos, además de la corrupción, la economía y la gestión de la pandemia, son los rubros que concentran más valoraciones positivas para la 4T.

Los rubros que son calificados mayormente de forma positiva son: corrupción (42.1%); economía (44.8%); combate a la pobreza (41.4%), y la emergencia COVID-19 (47%). Los rubros que son calificados principalmente de forma negativa son: obras de infraestructura (51.1%); seguridad pública (50.6%), y los feminicidios (50.8%).

Sobre la encuesta de REFORMA, esta mañana el presidente López Obrador aseguró que está “cuchareada”.

“Es que desean, ya me los imagino, su enojo”, dijo el mandatario, argumentando que en las mediciones que han hecho, traen entre el 64% y 65% de aprobación, además de que un 70% apoyaría que se quedara en el poder si hoy fuera la consulta de revocación de mandato.

López Obrador negó que su aprobación haya caído, sobre todo ante el manejo de la pandemia. “Me he mantenido”, dijo, añadiendo que en una encuesta a nivel internacional, que mide la popularidad de todos los mandatarios, él se encuentra en segundo lugar, pues la pandemia solo le ha restado dos puntos.

Incluso dijo, si fuera como REFORMA señala, que tiene una aprobación de 56%, preguntó cuánto es el 56% de los 80 millones de ciudadanos inscritos en el padrón electoral. “45 millones, o sea estoy 14 millones arriba aún con la encuesta de REFORMA”, precisó el mandatario al recordar que en 2018 ganó con 31 millones de votos.

Concluyó agradeciendo al pueblo de México por el apoyo que le dan. “El pueblo, que es mi ángel dela guarda. Gracias, gracias, muchas gracias, no voy a fallarle. Sino fuera por ese respaldo, no sería nada”.

El semanario The Economist ha sacado una página con pronósticos hacia la elección presidencial en Estados Unidos. En ella, el candidato demócrata, Joe Biden, se perfila para ser el ganador del voto popular con un 97 por ciento de probabilidades y del colegio electoral (que es el que realmente importa) con un 89 por ciento de probabilidades.

Si nos asomamos a otras páginas que hacen pronósticos electorales, como RealClearPolitics.com Biden también se perfila para ganar por tener ventaja en todos los estados columpio menos en Georgia, en donde Trump le gana por 1 punto.

FiveThirtyEight también tiene pronósticos de Biden ganando cómodamente a Trump Además, hace un comparativo con índice de aprobación/desaprobación de Trump con todos los presidentes anteriores, desde Harry Truman y ahí se puede ver claramente que al nivel al que se ubica actualmente Trump solo han estado aquellos presidentes que perdieron la reelección (Jimmy Carter y George Bush padre).

Las casas de apuestas también le dan una cómoda ventaja a Biden de 60-40 frente a Trump.

Pero…

Aun con todos estos números favoreciendo a Biden, la elección todavía la podría ganar Trump. Hay que recordar que el sistema electoral de Estados Unidos es una democracia indirecta en la cual no gana quien más votos de la población en general recibe sino quien más votos del colegio electoral logra.

Me da la impresión de que los demócratas han olvidado esto en las últimas elecciones. Hillary Clinton dio por seguro los votos del medio oeste y por ello perdió el Colegio Electoral (306-232), aún habiendo ganado el voto popular por más de 3 millones de votos. Ahora, Trump puede perder el voto popular por cinco millones de votos y aun así ganar la presidencia.

Esto es porque los simpatizantes de Trump, su base electoral, se ubican en estados fundamentales para ganar el colegio electoral: en Florida, Michigan, Pennsylvania y Wisconsin.

Si, se habla de que Estados Unidos es un país muy diverso y que los ataques de Trump a los hispanos; a la comunidad LGBT y a otros segmentos del electorado progresista y diversos van a llegar a cobrarle la factura a Trump. El problema para los demócratas es que esta población más liberal y progresista se ubica en estados como California y Nueva York que son los que ya están en la bolsa de los demócratas. Aquí incluso podríamos sumar a Texas, pero de todas formas, aun si los demócratas ganan Texas, Trump gana la elección si conserva los estados columpio arriba mencionados.

Para ejemplificar lo anterior basta tomar en cuenta que en 2016 Hillary Clinton ganó California con 4.2 millones de votos. Esto fue 1.2 millones de votos más de los 3 millones que recibió Barack Obama en el 2012, pero esos votos adicionales no significaron ni uno solo más del Colegio Electoral para Hillary.

Esta es la razón por la cual Trump ha gobernado para su base electoral sin importarle el resto del país o pensar en unificar a los estadounidenses. Con que Trump conserve su ventaja del 2016 de .2 por ciento en Michigan .7 por ciento en Pennsylvania y .8 por ciento en Wisconsin, ya la hizo para ganar en noviembre.

Para quienes pensamos que Trump debe abandonar La Casa Blanca para que el mundo pueda dejar atrás sus estridencias y desplantes, las encuestas animan pensando que Biden ganará, pero esta elección está lejos de haberse decidido. Los demócratas deberán dar la batalla hasta el final.

Apostilla: Su elección de Kamala Harris como compañera de fórmula fue irse a la segura. Mujer afro-asiática-americana, sin ser extrema izquierda y con experiencia en Washington deben ayudar a Biden hacia adelante.

 

Columna completa en El Universal

De acuerdo a la más reciente encuesta publicada por El FINANCIERO, el nivel de aprobación del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) bajó ocho puntos en mayo, llegando al 60%, cuando en un mes antes se situaba en 68%.

Con el nuevo dato, alcanzó la cifra que registró en marzo 2020. Es el nivel más bajo en la medición que el diario ha hecho desde diciembre 2018.

La probación del presidente contrasta con el 37% de entrevistados que desaprueban la labor que AMLO al frente del país. En el mes previo, abril 2020, la desaprobación fue del 29%, es decir, 8 puntos más.

La caída en la popularidad presidencial se da en el mes en que se han registrado mayor número de contagios y fallecimientos por Covid-19.

Según la encuesta, el 48% de los consultados opina favorablemente de la manera en que el gobierno está abordando el tema de la salud en el país; un 37% desaprueba la dirección que se le está dando.

En cuanto al desempeño de la economía, el 57% opina de manera negativa, mientras que solo el 28% opina favorablemente; en cuanto al empleo, 62% califica como malo el trabajo que hace el gobierno federal, y solo el 22% opina que ha sido bueno.

Sin embargo, la encuesta de EL FINANCIERO no fue la única que se dio a conocer este lunes. EL ECONOMISTA publicó la medición de CONSULTA MITOFSKY.

Para ellos, la aprobación presidencial también se encuentra en el peor nivel desde noviembre 2018, al registrar una opinión positiva del gobierno de 50.1%.

La aprobación del gobierno de la 4T se encuentra tan solo un punto por encima de su desaprobación, que alcanzó un 49.2%.

La aprobación tuvo un ligero repunte, al pasar de 47.8% registrado el mes pasado, cerca de tres puntos más. La desaprobación de su parte, tuvo un ligero descenso al pasar del 52% al 49.2%.