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Evo Morales

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El expresidente de Bolivia y quien disputa el liderazgo del oficialismo con el presidente Luis Arce, Evo Morales, dijo que la elección de Claudia Sheinbaum como presidenta en México es “una esperanza para América Latina” y “para todas las mujeres” de la región.

El exgobernante boliviano aseguró que “México con AMLO (Andrés Manuel López Obrador) ha demostrado que tiene mucho futuro y esperanza y que mira más al sur que al norte”.

Sin embargo, dijo en tono de reclamo que a diferencia de lo que él quiere para Bolivia, México “es más un país humanista, progresista, que anti-imperialista”.

“A Claudia (Sheinbaum) la conocí durante el golpe de Estado, es humilde con mucho conocimiento” e indicó que esta seguro que seguiría la línea de gobierno de AMLO.

Las relaciones entre Bolivia y México se fortalecieron durante la crisis política de 2019 en el país andino.

El 12 de noviembre de 2019, Jeanine Áñez, asumió el mando interino del país como segunda vicepresidenta del Senado, dos días después de la renuncia del entonces presidente Evo Morales y de todos los funcionarios en línea de sucesión presidencial.

Morales se refugió en Argentina, mientras que muchos de sus funcionarios, incluyendo al presidente boliviano, Luis Arce, encontraron asilo en la casa del embajador de México en Bolivia, y algunos consiguieron un salvoconducto hacia tierras mexicanas.

Arce y Morales se han manifestado agradecidos en numerosas ocasiones con el Gobierno de nuestro país y han recalcado su cercanía ideológica, siendo Bolivia uno de los países que con más fuerza condenaron el asalto en abril de la embajada mexicana en Quito, cuando policías ecuatorianos irrumpieron la sede diplomática para capturar al expresidente Jorge Glas, acusado de actos de corrupción.

El expresidente de Bolivia y líder del partido oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, acusó este jueves al Ministerio de Gobierno boliviano de “agredir violentamente y perseguir” a sus simpatizantes.

El exmandatario se refirió al encuentro de organizaciones políticas convocado ayer por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que estuvo precedido por enfrentamientos entre los seguidores de Morales y afines al presidente de Bolivia, Luis Arce, ambos grupos conformados por integrantes del MAS.

“¿Cuál es la tarea del Ministerio de Gobierno?, cuidar a su pueblo, pero ahora hay que cuidarse del Ministerio de Gobierno”, afirmó Morales en una conferencia de prensa en la ciudad de La Paz.

El exgobernante dijo que servidores públicos salieron con tomates, petardos y “bazucas” para agredir a sus seguidores, que aseguró sumaban más de 3,500 personas.

Más tarde, a través de una publicación en X, denunció que “no hay un solo detenido” por las agresiones que sufrieron sus simpatizantes.

Además, recordó que en mayo de este año vio un helicóptero que sobrevolaba su vivienda, en la región central del Trópico de Cochabamba, región que es su bastión político y sindical, y dijo que se trataba de gente del Gobierno de Arce. “En el Trópico hay una persecución permanente”, añadió.

La reunión de las organizaciones políticas culminó con la decisión unánime de pedir a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) que las elecciones primarias presidenciales se suspendan, para dar prioridad a los comicios judiciales que debieron celebrarse en 2023, algo con lo que Morales no estuvo de acuerdo.

Recordemos que Arce y Morales están distanciados desde finales de 2021; sus diferencias se profundizaron el año pasado por la realización de un congreso nacional de MAS en el que, en ausencia del mandatario y de sus sectores leales, el expresidente se ratificó como líder del MAS y fue nombrado “candidato único” para las elecciones de 2025.

Evo Morales acusó al actual mandatario de su país, Luis Arce, de engañar al pueblo boliviano, al orquestar un “autogolpe” esta semana con el fin de ganar puntos políticos entre el electorado en medio de las disputas que mantienen al interior del partido de gobierno, y de cara a las elecciones del próximo año.

“Lucho (Luis Arce) faltó el respeto a la verdad, nos engañó, mintió, no sólo al pueblo boliviano sino al mundo entero”, indicó el exgobernante en su programa dominical difundido por la radio Kausachun Coca. Horas antes hizo esta acusación en sus redes sociales.

En un principio, Morales estuvo entre las voces más poderosas del país andino que dijeron que aproximadamente 200 miembros del Ejército que marcharon hacia el Palacio de Gobierno de Bolivia junto con vehículos blindados el miércoles habían intentado un “golpe de Estado”.

Morales planteó una “defensa irrestricta de la democracia en la región” y la “condena a todo intento de quebrantarla”, pero el domingo se sumó a otros que creen que el propio Arce orquestó un “autogolpe” para ganarse la simpatía de los bolivianos en un momento en que su popularidad es extremadamente baja.

Más tarde, el expresidente en su cuenta de X pidió una investigación completa e independiente que demuestre la verdad de lo ocurrido. Posteriormente se disculpó con la comunidad internacional por la “alarma generada”.

“Frente a esa realidad, debo pedir disculpas a la comunidad internacional por la alarma generada y agradecer por su solidaridad con nuestro país. Es importante que una investigación completa e independiente demuestre la verdad de este hecho”, señaló en redes sociales.
La movilización de los militares el miércoles sumió al país en en caos político por varias horas, hasta que la cúpula militar fue destituida y reemplazada por nuevos mandos nombrados por el mandatario boliviano.

El sábado, el general Juan José Zúñiga, el exjefe militar que encabezó el fallido intento de golpe de Estado, dijo que “en algún momento se sabrá la verdad” sobre los hechos, esto cuando era trasladado a un penal de alta seguridad en las afueras de La Paz. En total la policía detuvo a 21 personas en relación a lo sucedido.

La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, cuestionó a Morales y le acusó de “pretender distorsionar la historia”. “No se equivoque con la historia… al unirse hoy al discurso y a las declaraciones de un golpista (en referencia de Zúñiga) y a la derecha fascista… No se sume a ser un títere, marioneta y un instrumento del imperialismo que pretende saquear en nuestro país”, agregó.

Poco antes, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, dijo en una entrevista en el canal estatal que “según Evo, si no hay muertos, no hay golpe de Estado”.

Más tarde el presidente Arce le contestó: “Evo Morales, ¡no te equivoques una vez más! Claramente lo que ocurrió el 26 de junio fue un Golpe Militar Fallido en Bolivia”.

Morales tiene un fuerte apoyo de los cocaleros en el centro de Bolivia y de sindicatos campesinos. Arce recibió el apoyo de su entorno, pero también críticas desde la oposición, que cuestiona el posible golpe fallido.

Las disputas entre los dos líderes del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) se agudizaron después de que Morales anunció su intención de postularse a las elecciones de 2025, en las que Arce podría buscar un segundo mandato. Inclusive, los analistas señalan que el gobernante ya está en campaña.

En una reciente entrevista con la agencia The Associated Press (AP), Arce reconoció que tiene “diferencias con el compañero Evo (Morales)”, a quien dijo que llamó el mismo miércoles para advertirle que se pusiera a buen recaudo.

“Nuestras diferencias tienen que ver sobre quiénes son dueños del instrumento político (MAS). Para nosotros son las organizaciones sociales, para Evo él es el dueño y por eso sus ataques” al Gobierno, señaló Arce.

Evo Morales añadió este lunes que le “advertimos de todas las formas posibles sobre la conducta del Gral. Zúñiga” a Arce, en referencia al alzamiento armado.

Morales también agregó esta jornada: “expresamos nuestra molestia cuando se forzó su ascenso a General pese a que, por bajas calificaciones, se encontraba en el puesto 48 de 65 en su promoción; aun así, decidió ascenderlo desmereciendo la carrera militar”, en referencia al nuevo mando militar.

“Zúñiga amenazó públicamente con detenerme si participaba en las elecciones y el Gobierno guardó silencio, lo empoderó y lo sostuvo porque servía para atacarnos”, acusó Morales. Y terminó su mensaje al presidente: “confíe más en el pueblo y menos en aduladores, sólo así existirá unidad”.

En los últimos meses, Morales ha llamado a Arce “el peor presidente de la historia del país”, mientras que el presidente calificó a Morales como “su principal opositor”.

El expresidente Evo Morales ingresó este lunes a su país vía terrestre a través de la frontera con Argentina, país donde se encontraba exiliado, a casi un año después de su renuncia al poder.

“No dudaba que iba a volver, no sabía que iba a ser tan pronto”, declaró Morales desde La Quiaca, ubicada en la provincia argentina de Jujuy, minutos antes de cruzar a suelo boliviano, acompañado por el presidente argentino, Alberto Fernández.

El líder indígena encabezará una caravana que recorrerá 1,100 km desde la ciudad de Villazón hasta la zona cocalera de Cochabamba, donde forjó su carrera política.

El viaje, que culminará el próximo miércoles, está cargado de simbolismo: el exmandatario de izquierda regresa a su país un día después de la investidura de su delfín político Luis Arce y horas antes de que se cumpla un año del día en que renunció a la presidencia de Bolivia.

Recordemos que Morales renunció a la presidencia el 10 de noviembre de 2019 tras perder el apoyo de las fuerzas armadas. Al día siguiente, viajó a nuestro país, donde fue recibido por el canciller Marcelo Ebrard luego de que un avión de las Fuerzas Armadas mexicanas lo sacara de su país. Semanas después, en diciembre, se refugió en Argentina.

En un contexto agravado por la pandemia del coronavirus, muchos quieren que se repita el “milagro económico” del mandato de Morales, cuando Arce era ministro de Economía: alto crecimiento y reducción de la pobreza (del 60% al 37.2%).

Varios analistas advierten que el retorno de Morales horas después de la asunción de Arce al poder puede opacar el futuro y acciones de su gobierno. El expresidente ha repetido que no se dedicará a la política.

La justicia boliviana anuló la orden de detención contra el exmandatario Evo Morales por supuestos delitos de terrorismo, una semana después de la elección, donde Luis Arce, quien ha sido calificado como el “delfín” de Morales se impuso, informó este lunes el juez Jorge Quino.

La orden de arresto contra el exmandatario exiliado en Argentina fue levantada porque “se vulneraron sus derechos, básicamente el derecho a la defensa debido a que no se citó debidamente al expresidente”, dijo Quino, presidente del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz.

El Tribunal Constitucional debe revisar en los próximos días el fallo, dictado por el juez Román Castro, pero parece improbable que lo anule.

La fiscalía había imputado a Morales el 6 de julio por supuestos delitos de terrorismo y su financiamiento, y solicitó una vez más su detención preventiva.

Una primera orden de arresto por sedición y terrorismo había sido dictada en diciembre contra Morales, luego de que renunciara a la presidencia el 10 de noviembre de 2019 en medio de una convulsión social y acusaciones de fraude electoral.

La fiscalía había abierto además otra carpeta contra Morales por supuesto fraude en las elecciones de octubre de 2019, en las que ganó la reelección a un cuarto mandato, y que luego fueron anuladas tras denuncias de irregularidades. No hubo avances en este caso en la justicia.

El exmandatario indígena y su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), habían rechazado todos los cargos y afirmado que tenían motivaciones políticas. Tras el comicio, Morales dijo que “tarde o temprano” retornaría a Bolivia.

El juez que falló en favor de Morales es el mismo que también anuló este fin de semana una orden de arresto contra su exministro de Justicia, Héctor Arce, quien también era investigado por el supuesto fraude en las elecciones del año pasado y estaba refugiado en la embajada de México desde hace once meses, cuando dimitió Morales.

La fiscalía había intentado a inicios del año que la Interpol emitiera una orden de arresto internacional contra Morales, pero el organismo lo rechazó por considerar que se trataba de asuntos políticos, no criminales.

Además, el 4 de septiembre, el gobierno de Bolivia contactó a la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya para denunciar a Morales por supuestos crímenes de “lesa humanidad” por los bloqueos de rutas de agosto. Sin embargo, esta acción pareció ser meramente mediática en busca de réditos electorales, pues un Estado puede pedir a la CPI que examine si es procedente que intervenga en determinado caso. Además, la Corte interviene solo cuando ha fracasado el sistema penal nacional.

Al respecto, el expresidente adelantó este lunes que podría regresar a su país el próximo 11 de noviembre, aunque ha  expresado cautela y ha manifestado que la fecha “está en debate  todavía” y “no está decidido”.

Según Morales, varias organizaciones bolivianas le han expresado su petición de que vuelva al país latinoamericano, después de renunciar a su cargo de presidente en noviembre del año pasado.  “Las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba están evaluando  nuestro pedido de que vuelva el 11 de noviembre”, ha manifestado en una entrevista concedida a la agencia de noticias rusa Sputnik.

Que Morales regrese a Bolivia el 11 de noviembre implica que se  perderá la toma de posesión del presidente electo del país, Luis Arce, que está prevista para el 8 de ese mes.

“Me alegra mucho que haya una enorme preocupación y ocupación por que  retorne”, expresó Morales, admitiendo que, en relación a su vuelta, “hay  diversas opiniones de autoridades, de movimientos sociales y de las autoridades electas”.

El virtual ganador de las elecciones presidenciales en Bolivia, Luis Arce, ha tratado de marcar su distancia con Evo Morales, ante los señalamientos de que será el ex presidente quien ejerza el control y conducción del país.

“Si quiere ayudarnos, será muy bienvenido, pero no significa que estará en el Gobierno. Será mi gobierno”, declaró Arce.

Aun sin resultados oficiales, las proyecciones apuntan a que Arce devolverá el poder político para el Movimiento al Socialismo (MAS), un año después de que Morales tuviese que dimitir por las dudas sobre la transparencia de las elecciones.

El también ex ministro de Economía ha subrayado en una entrevista con la cadena británica BBC que los comicios del domingo demuestran “de manera muy clara” que el MAS es “mayoría” en Bolivia y que, por tanto, en las elecciones de 2019 no hubo ningún fraude, sino que la derecha política fraguó un golpe de Estado.

Sin embargo dijo, está dispuesto a “tender puentes” con todos los actores de la sociedad. Arce ha rehusado aclarar cuándo podría regresar Morales a Bolivia, a pesar de que él mismo se comprometió a facilitar su vuelta si lograba la Presidencia, y ha defendido en cambio, una “renovación”, dentro del MAS.

A nivel de políticas, Arce ha prometido pasar página al “modelo neoliberal” implantado en el último año, bajo la batuta de la presidenta interina, Jeanine Áñez, y ha prometido regresar al modelo que está “más del lado social”, ya que considera que la pandemia de coronavirus ha hecho más evidente “que la economía no está yendo bien”.

Arce, artífice de las políticas económicas en la última etapa de Morales en el poder, ha defendido también la capacidad del MAS para combatir la corrupción, alegando que, a diferencia del actual Ejecutivo, en el anterior quienes cometían alguna irregularidad sí rendían cuentas ante la Justicia.

El ex presidente Carlos Mesa reconoció el lunes su derrota en las elecciones presidenciales en Bolivia antes de que se conozcan los resultados oficiales. Anticipó que ayudará a la gobernabilidad del próximo mandatario.

Quiero “reconocer que hubo un triunfador… con una distancia entre el primero y segundo que será difícil que se modifique en los cómputos oficiales”, dijo el líder centrista a quien los conteos no oficiales dan un segundo lugar sin opción a una eventual segunda vuelta.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se sumó al reconocimiento de la victoria de Arce pese a no haber datos oficiales.

“El gobierno de México felicita al pueblo boliviano y extiende sus congratulaciones a Luis Arce… por su triunfo en primera vuelta”, dijo en un comunicado oficial. A través de la cancillería reconoció que la jornada electoral en Bolivia se desarrolló de forma pacífica.

“El Gobierno de México expresa sus mejores deseos al próximo presidente boliviano, al tiempo que le manifiesta su deseo de apoyarle a tener un desempeño exitoso y con ello honrar los históricos vínculos de amistad y fraternidad entre ambos pueblos”, añadió la 4T.

AMLO, en sus redes sociales, enfatizó que un grave conflicto se resolvió por la vía pacífica y democrática, en referencia a las elecciones. Felicitó especialmente a organizaciones sociales, pueblos originarios y al ex presidente  Evo Morales.

En tanto, el embajador adjunto de Rusia en las Naciones Unidas, Dmitry Polyanskiy , publicó en Twitter: “A pesar de todos los esfuerzos por robar la voluntad del pueblo, Bolivia gana. ¡Viva Bolivia!”.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, se unió a las felicitaciones al Movimiento al Socialismo (MAS), quien dijo, ha recuperado en las urnas, “el poder que le fue usurpado por la oligarquía, con la complicidad de la OEA y la guía imperial”.

Díaz-Canel añadió que Cuba comparte alegría por el triunfo de Luis Arce, el candidato del MAS a la Presidencia del país andino.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, también felicitó en su cuenta de Twitter a los candidatos del MAS Luis Arce y David Choquehuanca, y resaltó la “histórica y trascendental victoria que retornará justicia y bienestar al hermano pueblo boliviano”.

El Frente Guasu, la mayor fuerza de izquierda de Paraguay, transmitió este lunes sus felicitaciones al MAS-IPSP ante “los cómputos preliminares que dan cuenta de un rotundo triunfo de la fórmula presidencial” de Luis Arce y David Choquehuanca en las elecciones presidenciales del pasado domingo en Bolivia.

El gobierno de Nicolás Maduro también celebró este lunes la “contundente” victoria de Luis Arce. Maduro “felicita al hermano pueblo boliviano por el amplio e inobjetable triunfo del Movimiento al Socialismo (MAS)” y a Arce “por la contundente victoria alcanzada en las elecciones presidenciales”, señaló el ministerio de Relaciones Exteriores del gobierno venezolano.

“La masiva participación electoral refuerza la legitimidad del proceso y otorga un claro mensaje de rechazo popular al golpe de Estado fascista ejecutado hace un año”, agrega el documento difundido por el canciller Jorge Arreaza.

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, y su vicepresidenta Cristina Kirchner felicitaron a Arce. “La victoria del @BOmereceMAS en Bolivia no solo es una buena noticia para quienes defendemos la democracia en América Latina; es, además, un acto de justicia ante la agresión que sufrió el pueblo boliviano. ¡Felicitaciones, @LuchoXBolivia!”, escribió en su cuenta Twitter el mandatario argentino.

Uno de los mensajes que más llamaron la atención, fue el del secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien felicitó a Arce por su virtual triunfo.

“El pueblo de Bolivia se ha expresado en las urnas. Felicitamos a Luis Arce y David Choquehuanca deseando éxito en sus labores futuras”, dijo Almagro en su cuenta en Twitter. “Estoy seguro que desde la democracia sabrán forjar un futuro brillante para su país. Un reconocimiento al pueblo boliviano”, agregó, junto a una foto de ambos dirigentes celebrando el domingo los resultados preliminares.

Desde su exilio en Buenos Aires, Evo Morales dijo que “tarde o temprano” regresará a Bolivia y que está en contacto con Arce. “Vamos a sacar adelante a Bolivia, vamos a enfrentar la crisis económica”, declaró en rueda de prensa.

Morales declaró que el próximo gobierno de Bolivia mantendrá relaciones diplomáticas con todos los países, incluido Estados Unidos, mientras éste respete “la dignidad y la soberanía” de su país.

Y aunque anunció sus planes de regresar a Bolivia, advirtió que no tiene pensado asumir un puesto en el próximo gobierno que encabezará Luis Arce, a quien calificó como “uno de los mejores economistas de América latina” y un hombre “con mucha cualidad humana, muy solidario, muy honesto”.

Estado Unidos también felicitó este lunes al candidato a Arce, asegurando que está deseando trabajar con él para promover la prosperidad económica, los derechos humanos y la libertad de prensa.

“Felicitamos al presidente electo de Bolivia, Luis Arce, y al vicepresidente electo, David Choquehuanca, y felicitamos al pueblo boliviano por su voto pacífico. Esperamos trabajar con el Gobierno recién elegido para promover la prosperidad económica, los derechos humanos y la libertad de prensa”, dijo en Twitter el encargado de Latinoamérica en el Departamento de Estado estadounidense, Michael Kozak.

Luis Arce, el candidato respaldado por el ex mandatario Evo Morales, se impuso este domingo en las elecciones presidenciales de Bolivia por una diferencia suficiente para evitar una segunda vuelta con su principal rival, el conservador Carlos Mesa, según encuesta a pie de urna difundido por medios locales.

El Movimiento Al Socialismo (MAS) de Arce habría obtenido el 52.4% de los votos frente al 31.5% de Comunidad Ciudadana (CC), el partido de Mesa, de acuerdo con el conteo rápido de la encuestadora Ciesmori para medios privados de Bolivia.

“Hemos recuperado la democracia y, sobretodo, los bolivianos hemos recuperado la esperanza”, dijo Arce en una breve conferencia de prensa en La Paz en la madrugada del lunes.

Pese a los temores de disturbios por la profunda polarización de la sociedad boliviana, la votación se realizó en un clima tenso pero sin violencia. Este lunes, La Paz, sede del Gobierno, amaneció en tranquilidad.

Las elecciones, que se postergaron varias veces este año por la pandemia del coronavirus, fueron la reedición de los comicios de octubre de 2019, anulados por acusaciones de fraude contra Morales, quien ganó y pretendía extender su mandato hasta 2025.

Morales debió dejar el país y asilarse en Argentina, mientras que la conservadora Jeanine Añez, quien amagó con presentarse como candidata presidencial, asumió el Gobierno provisional.

“Vamos a trabajar para todos los bolivianos, vamos a construir un Gobierno de unidad nacional, vamos a construir la unidad de nuestro país”, añadió el candidato del MAS.

Arce fue ministro de Economía durante 12 años en el Gobierno de Morales y su destacado trabajo lo llevó a ser considerado por algunos como el padre del llamado “milagro económico” boliviano.

Para ganar definitivamente la elección presidencial, un candidato necesita por lo menos el 40% de los votos y una diferencia de al menos 10 puntos porcentuales sobre su inmediato rival.

“Aún no tenemos cómputo oficial, pero por los datos con los que contamos, el Sr. Arce y el Sr. Choquehuanca han ganado la elección. Felicito a los ganadores y les pido gobernar pensando en Bolivia y en la democracia”, escribió la presidenta Añez en su cuenta en Twitter.

El Tribunal Electoral debe anunciar el resultado oficial en un plazo máximo de siete días. Con el 16% de las actas computadas, el escrutinio oficial mostraba el lunes a Mesa con el 44% de los votos y a Arce con el 34.6%.

Por su parte el ex presidente Evo Morales, afirmó a través de sus redes sociales que la voluntad del pueblo se había vuelto a imponer. “Se ha producido una victoria contundente del MAS-IPSP. Nuestro movimiento político tendrá la mayoría en las dos cámaras. Hemos vuelto millones, ahora vamos a devolver la dignidad y la libertad al pueblo”.

El ministro de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, declaró este  lunes que el ex presidente Evo Morales no regresa al país para enterrar a su hermana, que murió el domingo de coronavirus, por “cobardía”, respondiendo así al líder indígena, que reprochó a las autoridades no haberse podido despedir de ella.

“Es un cobarde porque trata de victimizarse ante el mundo. Nadie lo  está persiguiendo, lo único que persigue a Evo Morales es su  conciencia”, dijo el funcionario en entrevista con Radio Panamericana.

Murillo insistió en que su Morales no regresa a Bolivia es por “cobardía”, ya que no hay ninguna orden que le impida regresar a su país, donde tiene abiertos varios procesos penales, algunos por terrorismo.

Evo Morales informó este domingo que su hermana, Esther, quien desde el pasado 9 de agosto se encontraba en la unidad de cuidados  intensivos de un hospital de Oruro por coronavirus, había fallecido.

El exmandatario dijo que consideraba a Esther como “una madre”. “Cuando de  dirigente me detenían y confinaban ella me defendía y reclamaba por mi libertad. Me acompañó en los momentos más duros sin importar  represalias”, relató en Twitter.

Así, Morales denunció que, a pesar de que su hermana  “nunca ocupó cargos públicos”, durante la crisis desatada con las  elecciones generales del pasado 20 de octubre “quemaron su casa y la  persiguieron”.

Además, se quejó de que no pudo despedirse de ella al estar exiliado en Argentina. “Por qué tanto odio, racismo y persecución política que  me impiden ver, por última vez, a mi única hermana (…). La historia  juzgará”, sentenció.

Bolivia ha superado en las últimas horas los 100,000 casos de  coronavirus, incluidas más de 4,000 muertes, sin que todavía haya  llegado al pico de la curva de contagios, según señala el propio gobierno, que inicialmente declaró una cuarentena nacional pero que en mayo ordenó la reapertura para mitigar el impacto económico de la  pandemia.

El argentino Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz 1980, propuso al expresidente de Bolivia Evo Morales para que el Comité Nobel de Noruega le otorgue este año igual distinción, informó el dirigente humanitario en su página web.

En su carta al Comité, Pérez Esquivel dijo que proponía el premio para “un líder social, primer presidente indígena de América Latina, que logró implementar programas exitosos de lucha contra la pobreza, contra la desigualdad y por la paz”.

Resaltó que el modelo de país con igualdad, justicia social y soberanía que lideró Evo debe ser reconocido internacionalmente.

Pérez Esquivel fue distinguido hace 40 años por su labor en favor de los derechos civiles y por la defensa de la vida frente a los crímenes cometidos durante la última dictadura argentina (1976-1983).

“Evo también es un símbolo de resistencia contra la nueva Operación Cóndor (en referencia a la coordinación represiva en Sudamérica en los años de la década de 1970) que hoy realiza golpes militares, mediáticos y judiciales para proscribir partidos políticos y candidatos que logran alta intención de voto porque implementan políticas soberanas a favor del pueblo”, subrayó el dirigente laureado.

Recordemos que Morales renunció a la presidencia de su país el 10 de noviembre bajo presión de las fuerzas armadas y en medio de una revuelta de civiles y policías, tras denunciarse fraude en unos comicios en los que obtenía su reelección.

Frente a las nuevas elecciones convocadas para el 3 de mayo, Morales se postulaba como senador, pero su candidatura fue rechazada por el Tribunal Supremo Electoral.

El comité del Nobel noruego acepta todas las propuestas antes de la fecha límite que fue el 31 de enero pasado, presentadas por alguno de los miles de individuos con capacidad de lanzar una candidatura. Entre esas personas habilitadas para ello están los parlamentarios y ministros de todos los países, exgaladornados, algunos profesores universitarios o miembros actuales o pasados del comité.

El expresidente de Bolivia Evo Morales calificó este viernes como “otro error jurídico y un atentado a la democracia” su inhabilitación como candidato a senador, decisión tomada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de su país la noche de ayer.

El TSE argumentó que el exmandatario no acreditó debidamente su residencia permanente en el país para buscar el cargo de senador por Cochabamba, su bastión político.

“En octubre pasado, ganamos en primera vuelta las elecciones, el verdadero fraude fue el informe de la Organización de Estados Americanos (OEA)… luego vino el golpe de estado y un Gobierno Interino”, dijo Morales en conferencia de prensa desde Argentina.

En otra parte de su argumentación, afirmó que este impedimento es una instrucción estadounidense al gobierno de “facto” de la autoproclamada presidenta interina, Jeanine Áñez, para impedirle también acercarse a la frontera con Bolivia.

Agregó que tras ser impedido para ser candidato a la presidencia de su país, ahora fue inhabilitado por el TSE; acusó que el gobierno de Áñez sigue sin respetar “la ley electoral”.

Previamente en su cuenta de Twitter afirmó que el objetivo final de esta decisión es la “proscripción de su partido político, el Movimiento al Socialismo (MAS), que se presentará a las elecciones con Luis Arce, como candidato a la presidencia boliviana.

Los abogados argentinos que llevan su caso afirmaron que Morales no está fuera de su país por su voluntad, sino porque su vida estaba en riesgo, por lo que le aconsejaron acudir a todas las instancias internacionales para proteger sus derechos.

“Pueden hacer lo que quieran conmigo, pero no destruyan al pueblo, la democracia ni la economía boliviana”, dijo Morales esta mañana.

Al respecto, el MAS, partido del expresidente anunció “el inicio de proceso penal ordinario contra los vocales del Tribunal, por la inhabilitación de Morales.

El grupo argumentó que dicha “acción política buscó “proscribir la participación“ de Evo Morales y Diego Pary, como candidatos del partido a para ser senadores de Cochabamba y Potosí, respectivamente.

Luis Fernando Camacho, ha ofrecido este martes renunciar a su candidatura presidencial a las elecciones del 3 de marzo en Bolivia para pactar una de consenso entre todos los opositores al ex presidente Evo Morales con el objetivo de que ni él ni su partido, el MAS, vuelvan al poder.

“Hemos puesto nuestra candidatura en blanco, la vamos a poner las veces que sea necesaria por Bolivia, pero sentémonos y hagamos una sola candidatura”, ha dicho Camacho, en declaraciones a la prensa tras hacer oficial su oferta.

Camacho había avanzado horas antes en redes sociales que solicitaría al Comité Cívico de Santa Cruz que “convoque a los candidatos presidenciales para tomar acciones urgentes”. “Si seguimos así, Evo vuelve”, dijo.

El líder cívico ha enviado esta carta ratificando su compromiso de “poner en blanco” su candidatura presidencial, que ya hizo pública el pasado 1 de febrero, “por la unidad real y por el bien de Bolivia”.

“Quiero reafirmar mi total compromiso con la lucha del pueblo por su libertad y su democracia y por ello estoy dispuesto, como siempre, a entregar todo mi esfuerzo y sacrificio en la defensa de estos sagrados principios”, ha aseverado en la carta publicada.

Camacho ha solicitado formalmente la reunión entre todos los candidatos presidenciales que enfrentan a Morales y a el MAS con la intención de llegar a un acuerdo de modo que haya un solo candidato opositor, y pelee por el Palacio Quemado.

En opinión de Camacho, “la posibilidad de que el Movimiento al Socialismo vuelva a ser Gobierno y de que el tirano de Evo Morales retorne al poder, que se apodere de la Asamblea Nacional, hecha por tierra el luto y sacrificio de todo el pueblo boliviano”. “No lo  podemos permitir”, remató.

Recordemos que actualmente hay alrededor de una decena de candidatos presidenciales, entre los que destacan el ex ministro de Economía Luis Arce, por el MAS, y, del otro lado, Áñez, Camacho y los ex presidentes Carlos Mesa y Jorge ‘Tuto’ Quiroga.

El Gobierno interino de Bolivia sospecha que Evo Morales se trasladó a Cuba a pedido del Ejecutivo de Argentina, al estarle causando “problemas” por sus declaraciones políticas durante su estancia en Buenos Aires.

“Aparentemente le habían pedido que deje el país”, comentó este martes el ministro interino de Gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, al ser preguntado por los periodistas en La Paz.

Murillo aseguró que aparentemente les estaba generando demasiados problemas por el tipo de declaraciones que estaba haciendo durante su estancia en Argentina, donde llegó el pasado diciembre tras haber estado desde primeros días de noviembre en México.

El ministro interino expresó las dudas del Gobierno transitorio de Bolivia sobre si Morales viajó a Cuba como dice por motivos de salud o por una cuestión “política” con el Ejecutivo argentino.

El Gobierno interino de Jeanine Áñez manifestó en diciembre su malestar ante el de Alberto Fernández al asegurar que el expresidente boliviano no podía hacer declaraciones políticas sobre Bolivia si había solicitado refugio en Argentina, porque incumpliría tratados internacionales sobre esta materia.

Evo Morales ejerce de jefe de campaña de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), para las elecciones del 3 de mayo en Bolivia, a las que presentó además una candidatura a senador, pendiente aún de que la autorice el órgano electoral del país.

Morales anunció el pasado 10 de diciembre su renuncia, denunciando un golpe de Estado para derrocarlo, y al día siguiente salió hacia México, donde estuvo asilado antes de ir a Argentina. Cuba confirmó este pasado lunes la llegada del expresidente boliviano “por motivos de salud”, donde fue recibido a su llegada por el viceministro cubano de Exteriores, Rogelio Sierra.

El Ejecutivo transitorio de Áñez suspendió el mes pasado sus relaciones con Cuba tras acusar de hostilidad al Gobierno cubano, que denuncia que Morales sufrió un golpe de Estado.

El expresidente había sido declarado vencedor para un cuarto mandato seguido en los comicios del pasado octubre en Bolivia, que luego fueron anulados tras denuncias de supuesto fraude a su favor e informes de organismos internacionales sobre irregularidades.

La candidatura de Evo Morales a senador para las elecciones de mayo en Bolivia ha quedado pendiente de revisión por parte del órgano electoral, en espera de que esta entidad aclare si una de las causas por la que le observa es porque reside fuera del país.

El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia tiene previsto entregar este lunes a los delegados de cada una de las ocho candidaturas que concurren a los comicios del 3 de mayo la lista de observaciones, con un plazo de tres días para subsanarlas.

Morales figura el frente de la lista al Senado boliviano por el Movimiento al Socialismo (MAS) en la región central de Cochabamba, en una candidatura sobre la que el órgano electoral observa que faltan certificados originales como los de nacimiento y del padrón electoral.

Además le señala que falta una declaración ante notario de que cumple requisitos como los de no estar inmerso en casos que le inhabiliten como candidato, de acreditar que conoce dos idiomas oficiales del país y de que reside de forma permanente en Bolivia.

El expresidente siembre votaba en la región de Cochabamba, aunque la residencia presidencial está en La Paz, pero el pasado 10 de noviembre anunció su renuncia, denunciando un golpe de Estado para derrocarlo, y al día siguiente salió hacia México, para luego trasladarse a Argentina en diciembre.

Este lunes partió de madrugada desde Buenos Aires a Cuba por motivos de salud y tiene previsto regresar el próximo fin de semana a Argentina, según su oficina de prensa.

En Bolivia se debate si al llevar este tiempo fuera del país cumple el requisito establecido en la Constitución de residir deforma permanente al menos desde dos años antes de presentarse como candidato, ya que existen interpretaciones de que esa residencia puede ser intermitente.

Evo Morales denunció que los abogados a los que apoderó en Buenos Aires para representarle en Bolivia son víctimas de una persecución política para obstaculizar su candidatura.

Su apoderada Patricia Hermosa, que tenía documentos para la candidatura, fue enviada a prisión preventiva y el también apoderado Wilfredo Chávez denunció obstáculos para presentarlos ante el tribunal electoral, como un supuesto intento de detenerlo también.

El candidato del MAS a presidente en las elecciones de mayo, el exministro Luis Arce, también tiene la misma observación sobre requisitos como el apartado relativo a la residencia, pues al igual que Morales estuvo primero en México y luego en Argentina.

Arce recibió una citación a declarar en un caso de supuesta corrupción cuando era ministro de Economía al poco de salir del avión cuando regresó el mes pasado a Bolivia.

El exministro de Exteriores Diego Pary es otro de los candidatos del MAS observados, en su caso en la lista como primer senador por la región andina de Potosí.

El presidente del tribunal electoral, Salvador Romero, tiene prevista esta tarde una comparecencia ante los medios en La Paz, aunque la práctica del órgano que preside es no pronunciase sobre candidaturas concretas sino sobre el proceso en general.

A las elecciones se presentan ocho candidaturas a presidente, vicepresidente, diputados y senadores, entre ellas las de la presidenta interina del país, Jeanine Áñez, los exmandatarios Carlos Mesa y Jorge Quiroga, el exlíder cívico Luis Fernando Camacho y el pastor presbiteriano de origen coreano Chi Hyun Chung.

El legislador boliviano Tomás Monasterio solicitó hoy al gobierno de Estados Unidos que investigue internacionalmente al expresidente Evo Morales por el delito de narcotráfico.

Por medio de una carta que el diputado boliviano, integrante del partido Unidad Democrática (UD), entregó directamente en la embajada de Estados Unidos en esta capital, se pidió la investigación por parte de la agencia antinarcóticos estadounidense (DEA) a Morales por el delito de narcotráfico, publicó el diario Página Siete.

“Hemos venido a solicitar de manera formal la apertura de una investigación internacional por el delito de narcotráfico contra el expresidente Evo Morales Ayma”, declaró Monasterio a la prensa en las afueras de la misión diplomática estadounidense.

Afirmó que existen antecedentes de sobra para poder entender de que hay fuertes indicios de que Bolivia en los últimos 14 años vivió un narcoestado. “Un narcoestado que fue manejado, protegido en un alto grado de complicidad por las altas esferas del poder político del MAS (Movimiento Al Socialismo)”.

El legislador señaló que no ha pedido el retorno de la DEA (Administración para el Control de Drogas​) al país, sino una investigación a Morales.

En la carta, Monasterio recordó el reciente hallazgo de las autoridades mexicanas de al menos una tonelda de droga en un avión en el que los pilotos eran bolivianos. También destacó que en lo que va de 2020 se han destruido 36 fábricas clandestinas de pasta base en la región de Chapare.

“Creo que hoy ha llegado el tiempo de hacer justicia en Bolivia. Es por eso que hoy nos estamos apersonando para que se pueda llevar adelante una investigación internacional por el delito de narcotráfico y complicidad en contra de Evo Morales y su entorno”, enfatizó Monasterio.

En 2008 la DEA fue expulsada de Bolivia por el gobierno del expresidente Evo Morales. Ese mismo año el exmandatario expulsó al entonces embajador estadounidense Philip Golberg, lo que marcó la ruptura de las relaciones entre Bolivia y Estados Unidos.

Luego de la renuncia de Morales a la presidencia, el 10 de noviembre de 2019, el gobierno interino de Jeanine Áñez reinició las relaciones diplomáticas con Washington y Walter Serrante tomó posesión como nuevo representante diplomático de Estados Unidos en Bolivia.

La campaña para las nuevas elecciones generales arranca este lunes en Bolivia, liderada en los sondeos por el partido de Evo Morales, quien aspira a conseguir un escaño en el Senado que le permita volver desde su exilio en Argentina.

Los partidos y alianzas tienen plazo hasta este lunes para inscribir a sus candidatos a presidente, vicepresidente, senadores (36) diputados (120) ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE); seis han anunciado que competirán en los comicios del 3 de mayo.

A partir “de ese momento, el cierre del registro de postulantes, se abre la posibilidad de que los candidatos y alianzas políticas puedan comenzar a acercarse a la ciudadanía y ganar más adhesiones”, afirmó el presidente del TSE, Salvador Romero.

El TSE tiene el desafío de organizar unos comicios transparentes luego de la anulación de la votación del pasado 20 octubre, en la que Morales había ganado un cuarto mandato consecutivo, pero fue anulada por denuncias de fraude.

Los siete magistrados del TSE que supervisaron esos comicios están detenidos, luego de un informe de auditoría de una misión de la OEA que encontró irregularidades en favor del entonces presidente izquierdista, lo que condujo a su renuncia el pasado 10 de noviembre.

Morales, quien gobernó casi 14 años, enfrenta una orden de detención bajo cargos de “sedición y terrorismo”. De ganar un escaño conseguiría inmunidad, lo que le permitiría regresar a Bolivia desde Argentina, a donde llegó el 13 de diciembre después de asilarse en nuestro país.

El exmandatario indígena no puede postularse a la presidencia, por lo que su Movimiento al Socialismo (MAS) llevará de abanderado al exministro de Economía y artífice del despegue económico boliviano, Luis Arce, quien encabeza las encuestas de intención de voto con 26%.

También decidieron postularse la actual presidenta transitoria de derecha Jeanine Áñez; el exmandatario de centro Carlos Mesa, y el líder cívico de derecha de la rica región oriental de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, quien lideró las protestas que condujeron a la caída de Morales.

También anunciaron su decisión de postularse el pastor evangélico de origen coreano Chi Hyun Chung y el expresidente conservador Jorge Quiroga (2001-2002).

Al igual que en las elecciones anuladas, los adversarios de Morales no han sido capaces de unirse en torno a un candidato único, por lo que han sido blanco de fuertes críticas.

Los cinco rivales de Morales sostuvieron una reunión el sábado para intentar unirse y llevar un abanderado común, pero la cita terminó sin acuerdo para evitar la fragmentación de sus votos que favorece la aspiración del MAS de volver al poder.

Esos cinco candidatos pareciera que están en un “concurso de ególatras”, dijo el activista y rector de la principal universidad de Bolivia, Waldo Albarracín.

Una encuesta de la firma Mercados y Muestras, difundida la semana pasada, coloca a Mesa y Camacho empatados en el segundo lugar con 17%. Les siguen Áñez con 12%, Chi con 6% y Quiroga con 3%.

Una previsible segunda vuelta está prevista para el 14 de junio y el nuevo gobierno y el nuevo Congreso deben asumir a fines de junio o en julio.

Desde Argentina, donde instaló su cuartel general, Morales conducirá al MAS a las primeras elecciones en 18 años en que él no es su candidato presidencial.

El exgobernante de 60 años anunció su decisión de postularse al Senado por su bastión de Cochabamba, la región central donde inició su carrera sindical y política, y ha denunciado que funcionarios del gobierno provisional intentan impedir que formalice su candidatura.