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La suspensión en la aplicación de la vacuna contra el COVID-19 de Johnson & Johnson continuará al menos una semana más después de que los miembros de un panel de expertos convocado por el gobierno dijeran este miércoles que necesitaban más tiempo para evaluar su posible relación con un trastorno de la coagulación.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) convocaron una reunión un día después de que las autoridades informaran de seis casos, uno de ellos mortal, de mujeres que desarrollaron coágulos cerebrales junto con un bajo recuento de plaquetas en la sangre, en las dos semanas posteriores a la administración de la vacuna de una sola dosis.

La vacuna se ha administrado a unos 7.2 millones de estadounidenses, y el miércoles se informó a los participantes en la reunión de que se ha identificado un séptimo caso de una mujer de 28 años.

En la reunión de hoy se podría haber decidido si se limitaba la vacuna a algunos subconjuntos de la población, pero la mayoría de los miembros dijeron que aún no se sentían cómodos para tomar esa decisión sin más datos.

“No quiero enviar el mensaje de que hay algo fundamentalmente erróneo en esta vacuna”, dijo Beth Bell, presidenta del grupo de trabajo. “Pero quiero ser capaz de entender y defender la decisión que he tomado basándome en una cantidad razonable de datos”, añadió.

La próxima reunión aún no se ha fijado, pero se espera que sea dentro de una semana o diez días.

La mayoría consideró que, dada la gravedad de los coágulos, que pueden tener consecuencias neurológicas devastadoras incluso sin ser mortales, y dada la abundancia en Estados Unidos de otras vacunas que no tienen el mismo riesgo de seguridad, era necesario realizar más estudios.

Previo a la reunión, la directora de los CDC, Rochelle Walensky, dijo a la prensa que los síntomas son consistentes con los efectos secundarios raros derivados de la vacuna AstraZeneca que se registraron en Europa.

“Quiero compartir con ustedes mi confianza en el sistema que tenemos”, expresó. “Conjuntamente, los CDC y la FDA pudieron identificar estos eventos raros y actuar rápidamente para alertar a los proveedores de atención médica, así como al público”, subrayó.

Se pidió a las personas que recibieron la vacuna J&J a que informen si experimentan síntomas que incluyen dolor de cabeza intenso, dolor abdominal, dolor en las piernas o dificultad para respirar. Mientras tanto, se les ha dicho a los médicos que no traten esos coágulos con la heparina común porque esto podría empeorar la afección.

Las agencias federales de salud de los Estados Unidos recomendaron este martes suspender el uso de la vacuna contra el COVID-19 de la farmacéutica Johnson & Johnson, luego de que seis personas sufrieran un raro trastorno relacionado con coágulos sanguíneos.

La decisión se produce una semana después de que reguladores europeos dijeron que habían encontrado un posible vínculo entre la vacuna de AstraZeneca y casos de coágulos sanguíneos que han provocado un número reducido de muertes.

La vacuna de dosis única de Johnson & Johnson, y la fórmula de bajo costo de AstraZeneca han sido consideradas como herramientas vitales para combatir la pandemia que ha causado la muerte a más de 3 millones de personas en el mundo.

Sin embargo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) anunciaron que sostendrán una reunión de asesoramiento mañana para revisar los casos vinculados a la vacuna de J&J. La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) estudiará dicho análisis.

Las seis personas que recibieron la vacuna de J&J, y que se encuentran bajo investigación, son mujeres de entre 18 y 48 años y los síntomas se presentaron entre seis y 13 días después de haber sido vacunadas con dicho fármaco.

En estos casos, se detectó un tipo de coágulo sanguíneo llamado trombosis de seno venoso cerebral (CVST) que se sumó a bajos niveles de plaquetas en sangre.

Los CDC y la FDA de Estados Unidos afirmaron que los casos adversos parecen ser extremadamente raros en este momento.

J&J dijo que estaba trabajando de cerca con los reguladores y destacó que no se había establecido una relación causal evidente entre estos episodios y la vacuna contra el COVID-19 fabricada por su unidad Janssen.

Un reporte del New York Times, que citó a funcionarios locales, dijo que una mujer falleció y una segunda en Nebraska está hospitalizada en condición grave, aunque por ahora no hay información oficial y confirmada.

Hasta el ayer 12 de abril, se habían administrado más de 6.8 millones de dosis de la vacuna de Johnson & Johnson en Estados Unidos.

La medida recomendada por autoridades estadounidenses ocurre menos de una semana después de que el regulador europeo de los medicamentos dijera que estaba revisando raros casos de coágulos de sangre en cuatro personas de Estados Unidos que recibieron la vacuna.

La pausa en el uso de la vacuna de J&J “no tendrá un impacto significativo” en inmunización en Estados Unidos, dijo brevemente La Casa Blanca.

La vacuna contra el Covid-19 de la firma Johnson & Johnson, que se administra en una sola dosis, es efectiva contra los cuadros severos de la enfermedad, dijo este miércoles la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).

Esta evaluación se emitió a días de que se reúna una comisión independiente de la FDA para votar la autorización de la vacuna.

El coordinador de respuesta al coronavirus de La Casa Blanca, Jeff Zients, indicó que en caso de que se obtenga, Johnson & Johnson entregará entre tres a cuatro millones de dosis la próxima semana.

La FDA señaló que la vacuna ofrece protección, incluso frente a las cepas sudafricana y brasileña, y que en los ensayos clínicos en Estados Unidos mostró una eficacia contra los casos severos de 85.9%, con una tasa de 81.7% en Sudáfrica y de 87.6% en Brasil.

Si se analizan los datos totales, la vacuna es efectiva en un 85.4% frente a las formas severas de Covid-19, aunque su protección cae al 66.1% frente a los cuadros más moderados de la infección.

Considerado los distintos grupos demográficos, no se encontraron diferencias significativas respecto a edad, raza o en personas que tienen enfermedades subyacentes.

En general la vacuna fue bien tolerada y no hay reportes de reacciones alérgicas severas, como se han registrado en casos raros con las dosis de Pfizer y de Moderna.

El siguiente paso es una reunión este viernes de una comisión independiente de la FDA para analizar los resultados, que permitirán a las autoridades dar la autorización de uso de emergencia de este compuesto.

Si la vacuna de Johnson & Johnson es aprobada se convertiría en la tercera farmacéutica en recibir el visto bueno del regulador estadounidense para su uso en el país, después de de Pfizer/BioNTech y de Moderna.

La FDA estudió de forma independiente los resultados de los ensayos clínicos hechos a 40,000 personas en varios países. “Los análisis sostienen que hay un perfil de seguridad favorable, sin que haya inquietudes específicas sobre la seguridad que puedan impedir que se emita una autorización de uso de emergencia”.

Según La Casa Blanca, Johnson & Johnson tiene como objetivo entregar un total de 20 millones de dosis para finales de marzo.

Hasta ahora 65 millones de personas han recibido al menos una dosis de las vacunas de Pfizer o de Moderna en Estados Unidos, pero a diferencia de esas, la vacuna de Johnson & Johnson tiene la ventaja de que requiere una sola dosis y puede ser almacenada en un refrigerador y no en un congelador.

Hay indicios, en base a datos preliminares, de que la vacuna puede ser efectiva frente a las infecciones asintomáticas.

La vacuna de “J&J” usa un vector viral debilitado para crear inmunidad, en este caso un adenovirus que provoca la gripe común, que fue modificado para que no se pueda replicar y para que lleve consigo una proteína clave del coronavirus. Esta tecnología por vector es la misma utilizada por las vacunas de AstraZeneca-Oxford y por la rusa Sputnik V.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció esta mañana que la vacuna contra el coronavirus desarrollada por la empresa farmacéutica Moderna ha sido “aprobada” y que su distribución comenzará “de inmediato”.

“La vacuna de Moderna ha sido abrumadoramente aprobada. La distribución empezará de inmediato”, ha asegurado Trump, en un mensaje publicado en su cuenta personal de la red social Twitter.

“Europa y otras zonas del mundo golpeadas fuerte por el China Virus, Alemania, Francia, España e Italia, en particular, ¡las vacunas están en camino!”, añadió en un segundo mensaje el republicano.

El anuncio de Trump llega antes de que la Agencia de Medicamentos y Alimentación de Estados Unidos (FDA) haya anunciado su decisión final sobre la vacuna contra el coronavirus desarrollada por Moderna.

Sin embargo, recordemos que la vacuna consiguió la tarde de ayer la recomendación del Comité Asesor de Vacunas y Productos Biológicos, que la respaldó con 20 votos a favor, una abstención y ningún voto en contra.

La aprobación por parte del comité asesor implica que sus miembros han llegado a la conclusión de que la vacuna de Moderna aporta unos beneficios que superan los riesgos para las personas adultas.

Tras el respaldo del comité asesor, la FDA deberá dar su autorización para el uso de emergencia de la vacuna de Moderna en el marco de la lucha contra la pandemia de coronavirus, con lo que podría empezar su distribución a partir de la próxima semana.

La FDA consideró segura y eficaz la vacuna de Moderna, en una síntesis de datos publicada este semana. El análisis confirmó una eficacia media del 94.1%.

El gobierno estadounidense ha encargado 200 millones de dosis de la vacuna de Moderna y 100 millones de la de Pfizer/BioNtech.

El grupo asesor gubernamental recomendó esta tarde la autorización para l uso de una segunda vacuna contra el COVID-19, la de la farmacéutica estadounidense Moderna, lo que podría hacer que en breve sea añadida a la campaña de inoculación en Estados Unidos.

Se prevé que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) siga la recomendación para la vacuna de Moderna, y autorice su uso de emergencia en breve.

Los asesores de la FDA, en una votación de 20 a favor y cero en contra, coincidieron en que los beneficios que proporciona la vacuna son mayores que los riesgos para los mayores de 18 años.

De obtener la autorización, Moderna comenzaría a enviar millones de dosis, destinadas a trabajadores de la salud y residentes de hogares de ancianos, con el fin de apoyar el esfuerzo de vacunación más grande en la historia de Estados Unidos.

La campaña comenzó esta semana con la primera vacuna aprobada en el país, desarrollada por Pfizer y BioNTech. La inoculación de Moderna mostró una protección igualmente fuerte, de hasta 94%, contra el COVID-19 en el estudio en curso de la compañía entre 30,000 personas.

Después de siete horas de debate sobre los detalles técnicos del estudio de la compañía y los planes de seguimiento, casi todos los panelistas respaldaron que la vacuna esté disponible para ayudar a combatir la pandemia. Un miembro del panel se abstuvo.

“La evidencia que se ha estudiado con gran detalle sobre esta vacuna supera con creces cualquiera de los problemas que hemos visto”, dijo la doctora Hayley Gans del Centro Médico de la Universidad de Stanford.

Recordemos que la vacuna de Moderna utiliza la misma tecnología que la de Pfizer-BioNTech. La mayoría de las inoculaciones tradicionales usan virus muertos o debilitados, pero las dos vacunas nuevas utilizan fragmentos del código genético del COVID-19 para entrenar al sistema inmunológico a detectar y combatir el coronavirus. Ambas requieren dos dosis, con varias semanas de diferencia.

Hace unos días se informó de aparentes reacciones alérgicas a la vacuna de Pfizer-BioNTech en dos trabajadores de salud de Alaska. Una persona tuvo una reacción grave, que incluyó dificultad para respirar, y la otra sufrió efectos secundarios menos graves, como mareos.

La FDA no encontró reacciones alérgicas graves en los datos de Moderna, pero sí hizo notar que hubo una tasa ligeramente mayor de efectos secundarios menos graves –sarpullido, urticaria, picazón– entre los participantes que recibieron la vacuna, en comparación con los que recibieron un placebo.

La vacuna de Moderna tiene “un perfil de seguridad favorable y no se han identificado problemas de seguridad específicos que impidan la emisión de una autorización de emergencia”, destaca el análisis que publicó este martes la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA), sobre la vacuna contra el Covid-19.

El documento, de 54 páginas, confirma la eficacia y la seguridad de la vacuna y supone el primer paso para su aprobación, algo que podría producirse esta misma semana, adelantaron los diarios The Washington Post y The New York Times.

Moderna tendrá que conseguir el visto bueno de un comité asesor de la FDA, que se reunirá este jueves y que ya recomendó la aprobación de la vacuna de la farmacéutica estadounidense Pfizer y su socio alemán BioNtech, que comenzó este lunes a distribuirse en diferentes puntos del país.

Así, Estados Unidos podría contar con dos vacunas contra el Covid-19 para finales de esta semana y el lunes podrían comenzar a administrar las primeras dosis fabricadas por Moderna.

Si todo sale conforme la planeación, el gobierno de Estados Unidos enviará durante la próxima semana 6 millones de dosis de Moderna a 3,285 puntos de todo el país, como parte de la Operación Warp Speed, lanzada por La Casa Blanca con la ayuda del Pentágono para facilitar una distribución lo más rápida posible.

A diferencia de Pfizer, Moderna ha mantenido una relación muy estrecha con los encargados de la Operación Warp Speed y ha podido acceder a 2,500 millones de dólares de fondos federales para comprar nuevos materiales, ampliar sus instalaciones y aumentar su plantilla en un 50%.

Otra diferencia con la vacuna de Pfizer, es su capacidad para prevenir casos graves de Covid-19. Datos publicados este martes por la FDA confirman que Moderna tiene suficientes datos para demostrar que su producto es especialmente eficaz en casos severos.

En concreto, en su estudio, 30 voluntarios desarrollaron síntomas graves, pero todos ellos pertenecían al grupo que recibió el placebo y no la vacuna real. En el caso de Pfizer, la FDA no halló pruebas tan concluyentes, ya que 10 de las personas que recibieron el placebo sufrieron síntomas graves y uno de los individuos vacunados también desarrolló el mismo cuadro.

La FDA consideró que esa muestra estadística no era significativa porque era demasiado pequeña y, por tanto, no podían extraerse conclusiones definitivas.

Las dos vacunas, sin embargo, cuentan con varias similitudes: ambas deben ser administradas en dos dosis y la de Moderna tiene una eficacia del 94.1%, mientras que la de Pfizer, del 95%. Además, las dos vacunas usan el ARN mensajero o ARNm, que se introduce en las células humanas para que el propio cuerpo produzca proteínas virales que le sirven para generar los anticuerpos que necesita para defenderse.

En el análisis publicado hoy por la FDA, no se identificó ninguna reacción alérgica seria a la vacuna de Moderna y tampoco lo hizo la semana pasada en el caso de Pfizer.

Otra diferencia entre el suero de Pfizer y el de Moderna es su conservación en frío: la primera necesita temperaturas de entre -60 y -80 grados centígrados, mientras que la segunda requiere solo -20 grados.

El secretario del Departamento de Sanidad de Estados Unidos, Alex Azar, anunció este viernes que la aprobación de la vacuna de Pfizer está “muy cerca” y recibirá el visto bueno “probablemente” en los próximos dos días, de manera que podría comenzar a distribuirse el lunes o martes de la próxima semana.

En una entrevista con la cadena ABC, Azar reveló que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) había comunicado a la estadounidense Pfizer y su socio alemán BioNTech que su vacuna finalmente sí iba a ser autorizada.

“En los próximos dos días probablemente, mientras negociamos con Pfizer para obtener la información que los doctores necesitan para prescribirla adecuadamente, deberíamos ver la autorización de esta primera vacuna. Trabajaremos con Pfizer para transportar esos cargamentos, así que podríamos ver a gente siendo vacunada el lunes o martes de la próxima semana”, detalló Azar.

En concreto, la FDA otorgará a Pfizer lo que se conoce como “autorización de emergencia”, es decir, un permiso extraordinario que servirá para acelerar la distribución de la vacuna contra el Covid-19 mientras se siguen recolectando más datos para autorizarla definitivamente.

La FDA, el ente regulatorio de EUA que se encarga de aprobar los medicamentos, también anunció este viernes que ha comunicado a Pfizer que “rápidamente” le otorgará una “autorización de emergencia” para comenzar a inmunizar a millones de estadounidenses.

Esta decisión se produce después de que ayer un comité compuesto por expertos independientes recomendara a la FDA aprobar de manera urgente la vacuna de Pfizer, que se administra en dos dosis con 21 días de diferencia y tiene una eficacia del 95%.

Si la FDA decide finalmente aprobar la vacuna de Pfizer, EUA se convertirá en el quinto país del mundo en dar el visto bueno, después del Reino Unido, Baréin, Canadá y Arabia Saudí.

Entre la vacuna de Pfizer y la de Moderna, cuya aprobación podría llegar la semana que viene, el Gobierno de Donald Trump tiene previsto distribuir este mismo mes 40 millones de dosis con las que se vacunarán a 20 millones de personas.

Un comité independiente de expertos estadounidenses se reunió este jueves para evaluar si se debe conceder la aprobación de emergencia para la vacuna contra el Covid-19 de Pfizer-BioNTech, y así permitir que Estados Unidos comience con la vacunación masiva.

El comité, convocado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), celebrará una votación no vinculante al final del día, y después de eso la institución reguladora determinará si se debe emitir la autorización.

Los argumentos a favor parecen ser abrumadores: la vacuna ya obtuvo luz verde en Reino Unido y Canadá y los resultados completos de un enorme ensayo clínico se publicaron este jueves en The New England Journal of Medicine, la revista médica más reconocida de Estados Unidos.

La publicación científica estima en un editorial que los resultados confirman un “triunfo” del inmunizante, que presenta 95% de efectividad sin problemas serios de seguridad. “Los resultados del ensayo son lo suficientemente impresionantes como para sostenerse ante cualquier análisis”, indica el editorial.

No obstante, se espera que las dos docenas de miembros con derecho a voto del Comité Consultivo sobre Vacunas y Productos Biológicos (VRBPAC) discutan detenidamente algunas interrogantes sobre la vacuna.

Esto incluye debates sobre si las personas que recibieron placebo durante el ensayo deberían ser vacunadas, lo que llevaría a cuestionar la necesidad de datos más controlados y el pago a los voluntarios.

Si el panel vota a favor, como se espera, la aprobación de la FDA podría llegar en cualquier momento. “Podríamos tener una autorización de emergencia en pocos días y estar administrando dosis de vacunas a nuestros (habitantes) más vulnerables la próxima semana”, dijo el miércoles el secretario de Salud, Alex Azar.

Recordemos que en un ensayo con casi 44,000 personas, hubo dos muertes en el grupo que recibió la vacuna y cuatro en el de placebo, sin evidencia de que se relacionaran con el BNT162b2, el nombre técnico de la sustancia; los efectos secundarios más comunes fueron reacciones en el lugar de la inyección, fatiga y dolor de cabeza.

Aunque ayer, Reino Unido informó que dos trabajadores de la salud desarrollaron importantes reacciones alérgicas a la vacuna, luego que el país lanzó su campaña masiva de vacunación el martes.

Si el panel de Estados Unidos votara a favor de la vacuna, seguramente recomendaría que las personas con predisposición a las reacciones alérgicas pospongan la vacunación por ahora. Y, de acuerdo con la FDA, hubo cuatro personas en el grupo que recibió la vacuna que desarrollaron la parálisis de Bell, una condición de parálisis facial que suele ser temporal. Ninguna de las personas en el grupo del placebo desarrolló este padecimiento.

La FDA ha sido reconocida por su diligencia y transparencia, lo que ha ayudado a restaurar su reputación, que se vio afectada al principio de la pandemia por la percepción de que el presidente Donald Trump se había apoyado en ella para emitir autorizaciones apuradas y cuestionables. Esto incluye a la hidroxicloroquina como tratamiento del Covid-19, que posteriormente fue revocado.

Pfizer anunció este miércoles que los estudios más recientes demuestran que su vacuna contra el coronavirus es efectiva en un 95%, además de que protege a las personas de edad avanzada, las más vulnerables a morir por Covid-19.

El anuncio, una semana después de difundir los primeros resultados prometedores, llega días antes de que la compañía pida a los reguladores estadounidense una aprobación urgente de la vacuna.

Pfizer inicialmente estimó que la vacuna, desarrollada en coordinación con la compañía alemana BioNTech, tenía una eficacia de más del 90% al detectarse 94 infecciones.

Con el anuncio de hoy, la compañía ha acumulado ahora 170 infecciones en su estudio y destacó que sólo ocho de ellas eran en voluntarios que recibieron la vacuna en lugar de un placebo. Una de esas ocho personas se enfermó de gravedad, indicó la empresa.

La firma no ha difundido datos detallados de su estudio, que tampoco ha sido evaluado por expertos independientes.

Pfizer aseguró que la vacuna tiene una eficacia de más de 94% en adultos mayores de 65 años, aunque no queda claro cómo supo la eficacia en adultos mayores si sólo tuvo ocho infecciones entre los vacunados y no ha desglosado los resultados por edad.

Recordemos que días atrás otra compañía farmacéutica, Moderna Inc., anunció que su vacuna tenía una eficacia del 94.5%.

Pfizer afirma que ahora cuenta con los datos necesarios para pedirle aprobación a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).

La empresa no difundió detalles sobre posibles efectos secundarios, pero afirmó que no se había detectado ninguno de consideración. El más común, dijo, fue fatiga después de recibir la segunda dosis, detectándose en un 4% de los participantes.

El estudio abarcó casi 44,000 personas en Estados Unidos y otros cinco países, y continuará por otros dos años. Pfizer y BioNTech calculan que en 2020 producirán unas 50 millones de vacunas y 1,300 millones en 2021.

Foto: Twitter @Pfizer

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos aprobó esta tarde el primer fármaco para tratar el COVID-19.

El Remdesivir es un antiviral que se administra por vía intravenosa a los pacientes graves a causa del virus, y que necesitan ser hospitalizados.

El medicamento, que Gilead Sciences Inc., con sede en California, llama Veklury, redujo el tiempo de recuperación de 15 a 10 días en promedio en un estudio a gran escala dirigido por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos.

Había sido autorizado para su uso en casos de emergencia desde principios de año, y ahora se ha convertido en el primer fármaco en ganar la aprobación completa en Estados Unidos para el tratamiento de COVID-19.

Gilead afirma que que Veklury está aprobado para personas de al menos 12 años de edad y que pesen al menos 40 kilogramos que necesiten ser hospitalizados por su infección de coronavirus.

El fármaco funciona inhibiendo una sustancia que el virus usa para hacer copias de sí mismo.

Otros tratamientos han recibido autorizaciones de utilización de urgencia, que son temporales y otorgadas en base a datos menos completos que una autorización plena, y pueden ser revocadas al final del estado de urgencia sanitario.

Europa y otros países también autorizaron el Remdesivir de forma temporal meses atrás.

El presidente Donald Trump, que enfermó de COVID-19 a comienzos de octubre, recibió este tratamiento durante cinco días, además de que le fueron suministrados otros medicamentos.

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, expresó este martes su esperanza en que se consiga una vacuna contra el COVID-19 a finales de este año, pese a que expertos del propio organismo señalaron que quizá hubiera que esperar a mediados de 2021.

“Necesitamos vacunas y hay esperanzas de que a finales de este año podamos tener una. Invertir en ellas mientras usamos las herramientas que tenemos ya a mano es importante para tener mejores resultados”, señaló Tedros al cierre de la reunión del Comité Ejecutivo de la OMS, formado por expertos de 34 Estados miembros.

El pasado mes, la jefa de científicos de la OMS, Soumya Swaminathan, advirtió de que no se espera que las posibles vacunas contra la COVID-19 estén disponibles para la población general antes de dos años, aunque los primeros grupos de riesgo podrían ser inmunizados a mediados de 2021.

El experto etíope aseguró que “el compromiso político será crucial” en la lucha contra la pandemia e insistió en una solidaridad internacional que “debe empezar con la unidad nacional” frente al coronavirus.

Ayer, el director de emergencias sanitarias de la OMS, Mike Ryan, señaló al inicio de las reuniones del Comité Ejecutivo que alrededor del 10% de la población mundial puede haber contraído el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, aunque muchos de ellos sin mostrar síntomas.

Ello supondría más de 700 millones de personas, frente a los 35 millones de casos confirmados que se han reportado desde enero.

Sobre los esfuerzos por conseguir la vacuna, se informó que La Casa Blanca bloqueó las nuevas pautas de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para llevar al mercado posibles vacunas para COVID-19 que probablemente habrían impedido su aprobación antes de las elecciones del 3 de noviembre.

Lo que estaba pendiente era el requisito de la FDA de que los participantes en ensayos clínicos masivos de vacunas fueran seguidos durante dos meses para garantizar que no hubiera efectos secundarios y que las vacunas brinden una protección duradera.

Ante la medida tomada por La Casa Blanca, los funcionarios de la FDA indicaron que las empresas conocen los estándares y se espera que los cumplan.

Desde hace semanas, el comisionado de la FDA, Stephen Hahn, ha intentado reforzar la confianza del público en la revisión de vacunas que realiza la agencia, y ha prometido que los científicos profesionales, no los políticos, decidirán si las inyecciones son seguras y efectivas para la vacunación masiva.

Las autoridades de Estados Unidos emitieron este lunes una advertencia sobre el uso de gel desinfectante de manos fabricado en México porque contiene grandes cantidades de metanol, o alcohol metílico.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) dijo que el metanol “puede ser tóxico si se absorbe a través de la piel o se ingiere”, y recomendó a los consumidores desechar nueve marcas de geles desinfectantes fabricados por la empresa Eskbiochem SA de CV.

La FDA señaló que una de las marcas contiene 81% de metanol y no alcohol etílico, que es el bebible.

A finales de la semana pasada, la FDA dijo que había contactado a Eskbiochem para “recomendar a la compañía quitar sus productos de gel desinfectante de manos del mercado por los riesgos relacionados con la intoxicación por metanol”, pero que la compañía no lo había hecho.

Las marcas incluyen: All-Clean Hand Sanitizer, CleanCare NoGerm Advanced Hand Sanitizer, The Good Gel Antibacterial Gel Hand Sanitizer y CleanCare No Germ Advanced Hand Sanitizer.

“Si bien todas las personas que usen estos productos en sus manos están en riesgo”, la FDA dijo que los niños que lo ingieran por accidente o un adulto que lo beba como un sustituto del alcohol etílico también corren peligro.

El metanol es un primo tóxico del alcohol etílico que contienen las bebidas alcohólicas habituales, y no puede distinguirse por su olor o sabor. Causa daños en los órganos y en el cerebro, y puede ser mortal. Sus síntomas incluyen dolor en el pecho, náuseas, hiperventilación, ceguera e incluso un estado de coma.