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La Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos mantuvo sin cambios su tasa de interés en el rango actual del 5.25% y 5.50%.

El presidente del banco central, Jerome Powell, dijo que la política monetaria se ajustará según corresponda en función de si surgen riesgos que puedan impedir el objetivo de colocar la inflación en el 2%.

“Realmente queremos ver evidencia convincente de que hemos alcanzado el nivel apropiado (de aumentos). (…) Hemos visto avances y lo agradecemos. Pero, ya saben, necesitamos ver más avances antes de estar dispuestos a concluir las subidas”, dijo en una conferencia de prensa.

Minutos antes, el Comité Federal de Mercado abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), el órgano de la Fed encargado de decidir si se suben o no los tipos, había anunciado que los mantiene en la tasa actual.

En todas sus reuniones desde que comenzó la racha de aumentos en marzo de 2022, los integrantes del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) han decidido subirlos, salvo en junio pasado, cuando acordaron una pausa. En julio, sin embargo, volvieron a aumentarlos.

Para 2024, la Fed espera que la tasa se ubique en 5.1% frente a 4.6% que estimaba en junio pasado.

También ajustó su previsión de crecimiento del PIB de los Estados Unidos para 2023 a 2.1% frente al 1% previsto en junio, ya que la economía avanza “a un ritmo sólido”, según un comunicado emitido al término de su reunión de política monetaria que inició ayer.

“Seguiremos tomando nuestras decisiones según la totalidad de la información entrante y sus implicaciones para las perspectivas de la actividad económica y la inflación. (…) Restaurar la estabilidad de los precios es esencial para sentar las bases para lograr el máximo empleo y precios estables a largo plazo”, recalcó Powell.

La Reserva Federal abrió la puerta a un nuevo incremento a finales de año. Las próximas reuniones de la Fed al respecto tendrán lugar el 31 de octubre y 1 de noviembre y el 12 y 13 de diciembre.

La tasa de inflación en Estados Unidos aumentó cinco décimas en agosto,para ubicarse en 3.7%, confirmó este miércoles la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos.

Es el segundo mes consecutivo que repuntan los precios a nivel interanual, tras una racha de más de un año a la baja. En términos mensuales, los precios de consumo subieron seis décimas con respecto a julio.

La tasa anual de la inflación subyacente, que mide los precios sin contar la energía ni los alimentos, y que es uno de los indicadores en los que más se fija la Fed para tomar sus decisiones, bajó cuatro décimas y se colocó en agosto en 4.3%. Sin embargo, mensualmente la inflación subyacente subió tres décimas en agosto.

En ese sentido, analistas alertaron que el dato de la inflación será un dato clave para la próxima decisión de la Reserva Federal (Fed) de seguir subiendo las tasas de interés o poner una pausa.

En términos mensuales, la gasolina es el componente del índice que más contribuyó al aumento de precios, con un aumento del 10.6%, aunque en términos interanuales bajó al 3.3%

También contribuyó al aumento mensual el avance continuo de los precios de la vivienda, que aumentaron tres décimas, acumulando un alza interanual del 7.3%. Suman 40 meses en tendencia ascendente.

En tanto, el precio de los alimentos subió dos décimas en agosto y acumula un aumento interanual del 4.3%.

Hasta julio, la inflación estadounidense había bajado en términos interanuales durante 12 meses consecutivos desde que en junio de 2022 batiera su récord de los últimos 40 años al colocarse en 9.1%, como consecuencia de la interrupción de la cadena de suministro por la guerra de Rusia contra Ucrania y los últimos efectos de la pandemia.

Para tratar de controlar los precios, la Reserva Federal comenzó en marzo del año pasado a subir las tasas de interés y tras 11 aumentos hoy se sitúan en un rango de entre el 5.25% y el 5.5%, su máximo nivel desde 2001.

Según el presidente de la Fed, Jerome Powell, todavía tomará tiempo ver los efectos de la política monetaria del banco central, especialmente sobre la inflación, que todavía tardará meses en volver al rango objetivo que es del 2%.

Tras doce meses consecutivos de caídas, la tasa de inflación en Estados Unidos subió dos décimas en julio y se situó en 3.2%, informó la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).

El aumento de dos décimas en términos interanuales se conoce después de que en junio el indicador se situara en 3%, su nivel más bajo desde antes de la pandemia.

La tasa anual de la inflación subyacente, que mide el aumento de precios sin contar la energía o los alimentos, y que es uno de los indicadores en los que más se fija la Fed para tomar sus decisiones de política monetaria, bajó ligeramente, una décima, y se ubicó en julio en 4.7%.

Fue este último dato el que resaltó el presidente Joe Biden, quien dijo que la inflación subyacente está en su nivel más bajo desde septiembre de 2021 y destacó que la tasa general de inflación ha caído dos tercios desde el pasado verano.

“Los datos publicados hoy muestran que nuestra economía permanece fuerte”, apuntó Biden en un comunicado en el que también destacó que el desempleo sigue bajo y los salarios del trabajador medio son más altos que antes de la pandemia.

Hasta julio, la inflación estadounidense había bajado durante 12 meses consecutivos, desde que en junio de 2022 batiera su récord de los últimos 40 años al colocarse en el 9.1%, como consecuencia de la interrupción de la cadena de suministro por la guerra de Rusia contra Ucrania y los últimos efectos de la pandemia.

Para tratar de controlar los precios, la Reserva Federal comenzó en marzo del año pasado a subir las tasad de interés, que hoy se sitúan en un rango entre el 5.25% y el 5.50%, su máximo nivel desde 2001.

En el último anuncio dela Fed, hecho hace dos semanas, su presidente Jerome Powell consideró que todavía “tomará tiempo” para ver los efectos de la política monetaria, “especialmente sobre la inflación”, que todavía tardará meses en volver al rango objetivo del 2%.

En este contexto, la BLS señaló que los precios de la energía han caído en un año el 12.5%, mientras que los alimentos subieron en ese tiempo el 4.9%.

El encarecimiento de los precios relativos a la vivienda, que subieron cuatro décimas en julio y acumulan un aumento interanual del 7.7%, fue el que más contribuyó al alza mensual de todos los precios y representó más del 90% de dicho aumento.

En términos mensuales, los precios de los alimentos subieron un 0.2% en julio, y los de la energía un 0. % y la inflación subyacente se elevó dos décimas.

La tasa de inflación en Estados Unidos cayó en junio al registrar un 3%, colocándose en su nivel más bajo desde antes de la pandemia y completando así un año de disminuciones continuas, según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).

La inflación estadounidense ha bajado durante 12 meses consecutivos desde que en junio de 2022 batiera su récord de los últimos 40 años al colocarse en 9.1%.

Los aumentos de las tasas de interés aprobadas desde entonces por la Reserva Federal, así como el abaratamiento de la energía, han permitido que la tasa de inflación en Estados Unidos se sitúe ahora en niveles previos a la pandemia y en su índice más bajo en dos años.

Precisamente, los precios de la energía han caído en un año el 16.7% según la BLS, mientras que los alimentos subieron en ese tiempo un 5.7%.

La tasa anual de la inflación subyacente, que mide el aumento de precios sin contar la energía o los alimentos, se colocó en 4.8%.

En términos mensuales, en junio los precios de consumo subieron dos décimas con respecto a mayo; los precios de la energía subieron seis décimas y los de los alimentos solo una décima. El aumento en subyacente fue de solo dos décimas, la menor desde agosto de 2021.

El dato de la inflación será uno de los elementos que tomará en cuenta la Reserva Federal (Fed), que en dos semanas inicia una nueva reunión de su Comité de Mercado Abierto para decidir sobre las tasas de interés.

Aunque en su reunión anterior no se subieron las tasas, el presidente de la Fed, Jerome Powell, advirtió de que en esta próxima ocasión se preveía un nuevo aumento para evitar el sobrecalentamiento de la economía.

El presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, reconoció este miércoles que, tras la pausa que hubo en junio, durante los próximos meses es probable que sigan aumentando las tasas de interés.

Indicó que “casi todos” los participantes del Comité Federal de Mercado Abierto, el órgano de la Fed que decide las subidas de tipos, creen que será “apropiado aumentar las tasas de interés un poco más para fin de año”.

Powell compareció ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes estadounidense.

Señaló que la Fed continuará tomando sus decisiones “reunión por reunión”, basándose en “la totalidad de los datos entrantes y sus implicaciones para las perspectivas de actividad económica e inflación, así como el balance de riesgos”.

Reconoció que las “presiones inflacionarias” siguen siendo altas, además de que dijo que el proceso de lograr que la inflación vuelva a bajar al 2 % “tiene un largo camino por recorrer”.

La comparecencia se llevó a cabo una semana después de que el pasado 14 de junio la Fed decidiera dejar sin cambios las tasas de interés, que se mantienen en un rango entre el 5% y el 5.25 %, el nivel más alto desde mediados de 2007.

“Seguimos comprometidos a reducir la inflación a nuestra meta del 2 % y a mantener bien ancladas las expectativas de inflación a largo plazo. Es probable que la reducción de la inflación requiera un período de crecimiento por debajo de la tendencia y cierta relajación de las condiciones del mercado laboral”, remató Powell.

La próxima reunión de la Fed tendrá lugar el 25 y 26 de julio y antes de fin de año los miembros del comité celebrarán otras tres reuniones: septiembre, octubre y diciembre.

La Reserva Federal estadounidense (Fed) mantuvo sin cambios este miércoles sus tasas de interés de referencia, que se ubican en un rango entre el 5% y el 5.25%, lo que confirma la primera pausa de su ajuste monetario desde marzo de 2022.

Esta decisión unánime del Comité de Política Monetaria (FOMC) debe permitir “evaluar las informaciones (económicas) adicionales y sus implicancias para la política monetaria”, detalló el banco central en un comunicado.

La Fed aumentó a 1% su proyección de crecimiento de la mayor economía mundial en 2023, y rebajó ligeramente a 3.2% su pronóstico de inflación.

El FOMC adelantó que prevé nuevos aumentos de aquí a fin de año, e incluso uno de sus miembros señaló que se espera una tasa de interés de referencia entre el 6% y el 6.25% a fin de año. Esta previsión no cayó bien en Wall Street.

La inflación se moderó fuertemente en mayo en Estados Unidos a un mínimo en más de dos años, dato que se conoció ayer cuando la Fed inició su encuentro.

Los precios al consumo aumentaron 4% a 12 meses frente al 4.9% de abril, según el IPC publicado por el Departamento de Trabajo. En junio de 2022, la inflación estaba en un máximo en 40 años, en 9.1%.

La Fed llevaba diez subidas consecutivas de sus tasas de interés. El banco central busca desde hace más de un año detener la escalada de precios. Para eso dispone de una herramienta eficaz pero de efecto retardado, que es el aumento de las tasas.

Este mecanismo encarece el crédito para consumo e inversión, y baja así la presión sobre los precios en la economía. Recordemos que la Fed tiene un objetivo de inflación de 2% anual, considerado sano para la economía.

La tasa interanual de inflación en Estados Unidos volvió a bajar en abril, por décimo mes consecutivo, y se situó en el 4.9%, una décima menos que en marzo, según los datos publicados este miércoles por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).

La ligera baja se produce tras la caída de un punto en marzo respecto a febrero, que fue el descenso más fuerte desde que el indicador comenzó a disminuir en julio de 2022. El 4.9% actual es la cifra más baja desde mayo de 2021.

En términos mensuales, sin embargo, los precios continúan su tendencia al alza y subieron cuatro décimas.

Estos datos serán definitorios para la que la Reserva Federal (Fed) decida, en su próxima reunión, si seguir subiendo las tasas de interés o hacer una pausa, como algunos analistas han señalado.

El índice de vivienda fue el que más contribuyó al aumento mensual de los precios, con un aumento de cuatro décimas. Interanualmente, acumula un alza del 8.1% respecto a abril de 2022.

También subieron considerablemente los automóviles y camiones usados, el 4.4%, aunque acumulan una caída interanual del 6.6%, y la gasolina, el 3%, con una caída interanual del 12.2%. El total de la energía aumentó el 0.6% en abril y acumula una caída del 5.1% interanual.

El índice de alimentos se mantuvo sin cambios en abril y en términos interanuales acumula un aumento del 7.7%.

La inflación subyacente, que mide la subida de los precios de consumo menos los de los alimentos y la energía, los más volátiles, subió cuatro décimas en abril y situó su tasa interanual en el 5.6%.

Los datos de la inflación se conocen en un momento clave, en el que se analiza de cerca si los constantes aumentos en las tasas de interés llevadas a cabo por la Fed están teniendo el deseado efecto de contención de los precios.

Desde que alcanzara su pico del 9.1% en junio del 2022, la inflación ha ido bajando, como consecuencia de los aumentos que buscan enfriar la economía.

La última, el décimo aumento, tuvo lugar la pasada semana y fue de 25 puntos base, por lo que la tasa de interés se sitúa actualmente en un rango de entre el 5 y el 5.25%.

La próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed tendrá lugar los próximos 15 y 16 de junio.

La tasa anual de inflación en Estados Unidos mantiene su tendencia a la baja, por noveno mes consecutivo, luego de ubicarse en 5%, en marzo, un punto por debajo de lo registrado un mes antes.

Según los datos publicados este miércoles por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), se trata de la caída más fuerte desde que el indicador comenzó a bajar en julio de 2022 y, según recuerda el organismo, la tasa de inflación del 5% es la más baja desde mayo de 2021.

Sin embargo, en términos mensuales, los precios de consumo subieron en marzo una décima, aunque el aumento fue menor respecto a las cuatro décimas que escalaron en febrero.

El índice de vivienda fue el que más contribuyó al aumento mensual de los precios, con una subida de seis décimas. Interanualmente, acumula un alza del 8.2% con respecto a marzo de 2022. Por el contrario, los precios de la energía bajaron mensualmente un 3.5% y, a nivel interanual, han caído el 6.4%, detalló la BLS.

Por su parte el índice de alimentos se mantuvo sin cambios en marzo, pero en términos interanuales acumula un aumento del 8.5%.

La inflación subyacente, que mide la subida de los precios de consumo menos los de los alimentos y la energía, que son los más volátiles, aumentó cuatro décimas en marzo y situó su tasa interanual en 5.6%.

Tras conocerse el reporte, el presidente Joe Biden valoró positivamente los datos y consideró que reflejan el “continuo progreso” que ha hecho su gobierno en la lucha contra la inflación. “Mi Administración sigue luchando para reducir los costes para las familias”, subrayó Biden.

Los datos de la inflación se conocen en un momento clave, en el que se analiza de cerca si las constantes subidas de tipos de interés llevadas a cabo por la Fed están teniendo el deseado efecto de contención de los precios.

Apenas el pasado 22 de marzo el regulador anunció el noveno aumento consecutivo, de 25 puntos base, ubicándose en un rango de entre el 4.75% y el 5%.

El regulador adelantó que “puede ser adecuado un cierto endurecimiento adicional” de su política monetaria para lograr su objetivo de inflación, aunque subrayó que seguirá vigilando las repercusiones que pueda tener.

La próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) del organismo tendrá lugar los próximos 1 y 2 de mayo.

La inflación a 12 meses se moderó en febrero en Estados Unidos para ubicarse en 5%, frente a 5.3% de enero, según el índice PCE publicado este viernes por el Departamento de Comercio norteamericano.

Este índice, el más seguido por la Reserva Federa (Fed)l, muestra que en la medición mes a mes el alza de precios también se moderó, a 0.3%, mejor que el 0.4% que esperaban los analistas.

La inflación subyacente, que excluye los precios de alimentos y energía, sigue la misma tendencia, para colocarse en 4.7% en 12 meses, también por debajo de lo esperado.

El índice PCE es el preferido por la Fed para considerar el aumento de precios, que espera llevar a 2% en un año, para lo cual ha subido repetidamente sus tasas de interés de referencia como forma de encarecer el crédito y desalentar así el consumo y la inversión.

El dato se conoce después de que la Fed diera a conocer la semana pasado su decisión de aumentar la tasa de interés en 0.25 puntos, para situarse así en un rango entre el 4.75% y el 5%.

Se trató del noveno aumento en un año que la Fed acuerda con el objetivo de combatir la inflación.

Sin embargo, analistas apuntan a que es menor que el anticipado por la propia Fed, que había hablado de acelerar el ritmo de las subidas cuando todavía no había estallado la crisis bancaria.

El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed, que tomó la decisión tras una reunión de dos días, aseguró que el sistema bancario de Estados Unidos es “sano y resistente”.

“Es probable que los acontecimientos recientes resulten en condiciones crediticias más estrictas para los hogares y empresas, y que pesen en la actividad económica, la contratación y la inflación. El alcance de estos efectos es incierto. El comité sigue muy atento a los riesgos de la inflación”, dijo en su comunicado la Fed.

También adelantó que puede ser adecuado un cierto endurecimiento adicional de su política monetaria para lograr su objetivo de inflación, aunque subrayó que seguirá vigilando las repercusiones que pueda tener; es decir, anticipó que los aumentos podrían seguir en los próximos meses.

La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos dio a conocer este miércoles su decisión de aumentar la tasa de interés en 0.25 puntos, para situarse así en un rango entre el 4.75% y el 5%.

Se trata del noveno aumento en un año que la Fed acuerda con el objetivo de combatir la inflación.

Sin embargo, analistas apuntan a que es menor que el anticipado por la propia Fed, que había hablado de acelerar el ritmo de las subidas cuando todavía no había estallado la crisis bancaria.

El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed, que tomó la decisión tras una reunión de dos días, aseguró que el sistema bancario de Estados Unidos es “sano y resistente”.

“Es probable que los acontecimientos recientes resulten en condiciones crediticias más estrictas para los hogares y empresas, y que pesen en la actividad económica, la contratación y la inflación. El alcance de estos efectos es incierto. El comité sigue muy atento a los riesgos de la inflación”, dijo en su comunicado la Fed.

También adelantó que puede ser adecuado un cierto endurecimiento adicional de su política monetaria para lograr su objetivo de inflación, aunque subrayó que seguirá vigilando las repercusiones que pueda tener; es decir, anticipó que los aumentos podrían seguir en los próximos meses.

Luego del anuncio oficial, el presidente del banco central estadounidense, Jerome Powell, ofreció una conferencia de prensa en la que intentó tranquilizar a los depositantes, consumidores y empresas sobre la solidez del sistema bancario, tras la serie de medidas que junto a otros reguladores han tomado en las últimas dos semanas.

“Estas acciones demuestran que todos los ahorros de los depositantes en el sistema bancario están seguros”, dijo Powell.

El jefe de la Fed dijo que los funcionarios “están dispuestos a utilizar todas nuestras herramientas según sea necesario para mantenerlo seguro y sólido.”

Recordemos que para tratar de controlar la inflación, la Fed inició en marzo de 2022 los aumentos con un tímido 0.25. En mayo elevó la tasa en 50 puntos y en junio ya comenzó una racha de aumentos de 0.75 enteros, antes de bajar el ritmo a 0.50 en diciembre y reducirlos aún más, a 0.25 en febrero.

Previo a la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank, cuya situación financiera empeoró por la política monetaria del organismo, la pregunta que se hacían los expertos era si la Fed optaría por un aumento de 0.25 o 0.50 puntos.

Incluso se había especulado con la posibilidad de que el banco central pausara los aumentos.

La inflación en Estados Unidos todavía está muy por encima de su objetivo del 2%. En febrero, la inflación se situó en 6% interanual, su tasa más baja desde septiembre de 2021, tras bajar cuatro décimas respecto a enero.

El peso se apreciaba esta mañana por tercera sesión consecutiva, mientras crece la expectativa sobre el anuncio de política monetaria que la Reserva Federal (Fed) estadounidense dará a conocer este miércoles.

La moneda cotizaba en 18.5231 por dólar, con una ganancia del 0.34% frente al precio de referencia de Reuters del martes, acumulando un retorno del 1.91% en las últimas tres jornadas.

Y es que la Reserva Federal dará a conocer hoy su decisión de política monetaria, que según analistas apunta a un nuevo aumento en la tasa de interés de un cuarto de punto.

La mayoría de los pronósticos dan por hecho el alza en la tasa, que sería el noveno aumento consecutivo que la Fed lleva a cabo ante la alta inflación que persiste en el mundo.

Sin embargo, algunas voces hablan de que el banco central estadounidense podría detener el ciclo de alzas ante las preocupaciones que hay sobre el sector bancario, luego del colapso del Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank.

Sin embargo, la secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, dijo que en general, la situación de la banca estadounidense se ha comenzado a estabilizar y, en un intento por brindar tranquilidad a los inversores, aseguró que rescates adicionales podrían estar justificados si nuevas quiebras en bancos más pequeños ponen en peligro la estabilidad financiera.

La decisión que tome este miércoles la Fed, podrá influir en nuestro país, ya que la Junta de Gobierno del Banco de México anunciará su decisión de política monetaria la próxima semana, en donde se espera que la tasa interés pueda aumentarse en un cuarto de punto.

Además, del anuncio de la Fed, la atención en México también está puesta en el dato que se conocerá mañana sobre la inflación de la primera quincena de marzo, consideradas clave para la próxima decisión de Banco de México (Banxico) que se conocerá la próxima semana.

La inflación en Estados Unidos a tasa anual mantiene su tendencia a la baja por séptimo mes consecutivo, y se situó en 6.4% en enero, una décima abajo de lo registrado en diciembre, según los datos revelados este martes por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).

Desde que alcanzó su pico en junio (9.1%) de 2022, la inflación en Estados Unidos se ha relajado hasta el actual 6.4%.

Sin embargo, en términos mensuales los precios de consumo subieron medio punto, en un momento en el que se analiza si los aumentos a las tasas de interés de la Reserva Federal (Fed) tiene los efectos deseados.

El índice de vivienda fue el que más contribuyó al aumento mensual de los precios, pues subió siete décimas con respecto a diciembre y acumula un aumento interanual del 7.9%.

El precio de los alimentos aumentó medio punto y subió a 10.1% anual, mientras que la energía creció 2% a nivel mensual y 8.7% a nivel interanual.

La inflación subyacente, que mide el aumento de los precios de consumo eliminando los de los alimentos y la energía, los más volátiles, subió 0.4% en enero y situó su tasa interanual en 5.6%, la cifra más baja desde diciembre de 2021, señala la BLS.

Según recuerda el organismo, la tasa de inflación de 6.4% es la más baja desde octubre de 2021.

El pasado 1 de febrero, la Fed aplicó su último aumento a las tasas de interés, que fue la octava desde marzo del año pasado; un alza de 0.25 puntos, que confirmó una ralentización en los aumentos.

Con esta alza, menor que las decisiones previas, los tasas se situaron en un rango de entre el 4.5% y el 4.75%, la cifra más alta desde septiembre de 2007.

Sin embargo, el presidente de Fed, Jerome Powell, insistió en un evento público la semana pasada en que será necesario seguir elevando las tasas de interés durante un tiempo ya que el proceso de “desinflación” solo acaba de comenzar y “tiene un largo camino a seguir”.

El Banco Central Europeo (BCE) aumentó este jueves las tasas de interés, en medio punto porcentual, y reiteró su intención de seguir haciendo frente a la inflación adelantado que aplicará el mismo incremento en marzo próximo.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde ya había anunciado en diciembre este aumento de 0.50 puntos porcentuales, que se confirmó esta mañana, pero la institución sorprendió anunciando que volverá a hacer lo mismo en marzo.

Las tasas de interés de la institución subieron así a un rango de entre el 2.5% y el 3.25%, la más alta desde noviembre de 2008.

Los “escenarios actuales”, sobre todo sobre la inflación, llevan a pensar que no ha llegado el momento de ralentizar el ciclo de aumentos, precisó Lagarde en conferencia de prensa.

El BCE se enfrenta a un aumento masivpo de precios provocada por la guerra rusa en Ucrania, que le llevó a lanzar en julio una serie de aumentos de tasas sin precedentes y que pone fin a casi una década de dinero barato.

A diferencia de la Fed en Estados Unidos, la institución con sede en Fráncfort cree que aún no es el momento de ralentizar su endurecimiento monetario.

En Estados Unidos, la Reserva Federal subió ayer su principal tasa de interés por octava vez consecutiva, solo que lo hizo en 0.25 puntos porcentuales, pero ralentizó el ritmo en comparación con los aumentos anteriores.

Por su parte, el Banco de Inglaterra (BoE) también subió este jueves su tasa de interés oficial en 0.5 puntos porcentuales, hasta el 4%, su nivel más alto desde 2008, con el fin de contrarrestar la inflación superior al 10% que hay en el Reino Unido.

Mientras que en Estados Unidos la inflación alcanzó su punto máximo en junio de 2022, en la eurozona la evolución ha sido mucho más lenta y los precios no alcanzaron su pico hasta octubre, con un 10.6%.

En enero, la inflación de la zona euro cayó por tercer mes consecutivo, hasta el 8.5%, más de lo que esperaban los economistas, gracias a la disminución de los precios de la energía. Pero se mantiene muy por encima del objetivo del banco central del 2% a medio plazo.

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) anunció esta tarde el octavo aumento consecutivo en su tasa de interés, que en esta ocasión fue de 25 puntos base.

Con esta alza, menor que las decisiones previas, el rango de la tasa de interés se ubica entre 4.5% y 4.75%, la cifra más alta desde septiembre de 2007.

“Los aumentos continuos serán apropiados para lograr una postura de política monetaria que sea lo suficientemente restrictiva para devolver la inflación al 2%”, apuntó el banco central estadounidense en un comunicado en el que reconoce que esta tasa “ha disminuido un poco, pero sigue siendo elevada”.

Para determinar el alcance de los aumentos futuros, añadió la Fed, se tendrá en cuenta el endurecimiento acumulado de la política monetaria, el tiempo que tarda en verse el impacto de dicha política en la economía y la inflación, y la evolución económica y financiera.

La decisión fue anunciada tras los dos días de reunión que han mantenido los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed (FOMC), que votaron unánimemente.

Y es que recordemos que para tratar de poner hacer frente a la alta inflación, la Fed inició en marzo de 2022 aumentos a su tasa de interés. Primero el aumento fue de un cuarto de punto, pero para mayo se elevó en 50 puntos. En junio comenzó una racha de aumentos de 75 puntos, antes de volver a bajar a 50 en diciembre pasado.

Desde que alcanzó su pico en junio (9.1%), la inflación ha venido a la baja hasta el 6.5% en que se encuentra actualmente. En diciembre bajó por sexto mes consecutivo, un dato que según los analistas es señal de que los aumentos anteriores están comenzando a hacer efecto en la economía estadounidense.

Sin embargo, desde la Fed han seguido insistiendo en que no pararán hasta que se llegue a una política monetaria que sea suficientemente restrictiva para volver a una inflación del 2%.

La tasa interanual de inflación en Estados Unidos se moderó en diciembre pasado, por sexto mes consecutivo, y se situó en 6.5%, seis décimas por debajo de lo registrado en noviembre, según los datos publicados este jueves por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).

En términos mensuales los precios de consumo bajaron una décima, en un momento en el que se observa de cerca si los aumentos en las tasas de interés de la Reserva Federal (Fed) tienen efecto en la contención de los precios en Estados Unidos.

El índice de la gasolina fue el que más contribuyó a la disminución mensual de los precios, pues cayó mensualmente un 9.4%, mientras que el índice de alimentos aumentó un 0.3% durante el último mes del año y los de la vivienda crecieron un 0.2%.

Según la BLS, la tasa de inflación del 6.5% es la más baja desde octubre de 2021. La inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y los alimentos, se situó en 5.7% en su tasa interanual.

Los datos de la inflación, en línea con lo esperado por los analistas, se conocen en un momento en el que todos los ojos están puestos en si los aumentos a las tasas de interés llevados a cabo por la Fed están teniendo el efecto esperado de contención de los precios.

Recordemos que fue en diciembre pasado cuando se produjo el último aumento, la séptima consecutiva desde marzo. Cabe destacar que el último aumento fue de 50 puntos base, luego de cuatro alzas consecutivas de 75.

La Fed ha dejado claro que los aumentos serán necesarios durante algún tiempo más. El objetivo de la institución es llevar la inflación a un nivel del 2%.

El siguiente incremento lo decidirán los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed en su próxima reunión, que tendrá lugar los próximos 31 de enero y 1 de febrero.

Tras conocerse el dato de la inflación, el presidente Joe Biden dijo que la inflación va claramente “en la dirección correcta” aunque reconoció que aún queda “trabajo por hacer”.

Con este dato, parece quedar lejos la cifra alcanzada en junio del año pasado, cuando la inflación tocó su máximo desde 1981, 9.1% interanual.

La Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) anunció este miércoles un aumento de medio punto a la tasa de interés, la cual se situará ahora en un rango entre el 4.25% y el 4.5%.

En un nuevo intento para contener la inflación, la Fed optó por un séptimo aumento consecutivo en la tasa de referencia, desde marzo pasado que comenzó a ejercerlos, aunque en esta ocasión el aumento fue más ligero que los últimos cuatro, que fueron de 0.75 puntos.

En su comunicado, el Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed anticipó además que nuevos aumento “serán apropiados” en un futuro para seguir ayudando a contener los precios y devolver la tasa de inflación a su rango objetivo que es del 2%.

Para decidir el ritmo que tendrán los futuros aumentos, el comité tendrá en cuenta los efectos que esta política restrictiva estén teniendo sobre la actividad económica y la inflación.

En cualquier caso, la Fed enfatizó que la creación de empleo sigue siendo robusta y la tasa de desempleo sigue estando baja, además de que ve un crecimiento modesto tanto del gasto como de la actividad.

También considera que la inflación permanece elevada como reflejo de los desequilibrios aún relacionados con la pandemia y la cadena de suministro, así como por los aumentos en los precios de los alimentos y la energía por las “presiones” procedentes del extranjero.

“El comité estará preparado para ajustar su política monetaria para que sea acorde con los riesgos que puedan surgir y que puedan impedir los objetivos” de este organismo, añadió el comunicado.

Recordemos que la tasa interanual de inflación en Estados Unidos se mantiene a la baja; en noviembre se situó en el 7.1%, seis décimas por debajo al registro de octubre, según los datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).

Cuando en noviembre pasado, la Fed anunció su cuarta subida consecutiva de 0,75 puntos, Jerome Powell consideró que todavía quedaba margen para devolver la inflación a su objetivo sin provocar una recesión.