Tag

fentanilo

Browsing

Los agentes de las agencias de Estados Unidos no pueden introducirse en México sin el conocimiento del gobierno federal, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

«Que no puedan introducirse en nuestro territorio sin que nosotros sepamos, como pasaba anteriormente, entraban sin pedir permiso, se metían hasta la cocina e incluso daban ordenes y dirigían operaciones. Eso ya no se permite», comentó el mandatario.

López Obrador dijo que, durante la reunión de ayer con legisladores y otros representantes del gobierno estadounidense en Palacio Nacional, se habló de seguridad y también sobre fentanilo, tema sobre el cual se produjo una polémica en las últimas semanas, ante la presencia en México de esta droga que ha matado a más de 80,000 personas en Estados Unidos el año pasado.

A raíz de esto, legisladores republicanos estadounidenses anunciaron una iniciativa para que las Fuerzas Armadas de su país intervinieran en México. «Quedó claro que eso no lo aceptamos», sentenció López Obrador, aunque, dijo, ese tema no se trató el domingo.

Sobre este tema, el mandatario volvió a cambiar el discurso del gobierno, al volver a señalar que en México no se produce fentanilo, sino que se introduce de Asia y llega al país, pero también llega «de manera directa» a Estados Unidos.

«De manera muy irresponsable culpan a México», lamentó, y dijo que en el país ha habido una incautación de seis toneladas de fentanilo. Cada kilo, dijo, sirve para 1 millón de dosis de la droga.

La insistencia de López Obrador sobre el tema se da a pesar de que la semana pasada reconoció que sí se producía en México fentanilo, además de que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha informado en varias ocasionas haber desmantelado laboratorios en el norte del país.

Estas declaraciones se suman al debate entre los gobiernos de Estados Unidos y México respecto al combate al fentanilo, pues ambos han asegurado que faltan acciones para enfrentar esta problemática y se han acusado mutuamente de no atender la situación debidamente.

La polémica se agudizó tras el secuestro de cuatro estadounidenses en Matamoros, Tamaulipas, de los que dos fueron asesinados.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) manifestó este viernes que, a diferencia de Estados Unidos, el consumo de drogas, especialmente de fentanilo, no está extendido en todo el país y es solo en algunos estados o ciudades.

«Nosotros no tenemos el problema que, lamentablemente, padecen en Estados Unidos. Volvemos a lo mismo: por nuestra cultura y donde tenemos nosotros mayor consumo de drogas es en algunos estados o ciudades, pero no está extendido en el país”, afirmó el mandatario esta mañana.

López Obrador reiteró, como ya lo ha hecho en otras ocasiones, que se deben atender las causas del consumo de drogas no solo los efectos.

“No es: a ver, vamos a decomisar fentanilo. ¡Claro que lo vamos a hacer! Pero lo que nos debe de importar más es que no haya quien consuma fentanilo ni de ninguna droga”, añadió.

Afirmó que la solución no es acabar con las drogas químicas, porque se pueden crear unas nuevas, sino que lo que hay que buscar es que “no haya consumo y algo está sucediendo si crece el consumo”, enfatizó.

Estas declaraciones se dan en medio de las críticas que se han hecho políticos de Estados Unidos respecto al combate al fentanilo, pues ambos países se han señalado de que faltan acciones para enfrentar esta problemática y se han acusado de no atender la situación debidamente.

La polémica se agudizó tras el secuestro de cuatro estadounidenses en Matamoros, Tamaulipas, de los que dos fueron asesinados, y la consecuente propuesta de congresistas republicanos de designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas para que su Ejército pueda combatirlos.

López Obrador ha negado en distintas ocasiones que en México se produzca fentanilo, aunque el pasado jueves afirmó que “sí hay producción” de esta sustancia en el país, pero puntualizó que la materia prima proviene de Asia.

Asimismo, ha dicho que seguirá cooperando para que el fentanilo que el crimen organizado produce en el país no llegue a Estados Unidos, y mantuvo sus reproches al vecino del norte que cargue toda la culpa sobre ellos.

Y es que México y Estados Unidos llevan días buscando esfuerzos conjuntos para detener el tráfico de armas y de fentanilo, pese a que los reclamos en Washington en contra del gobierno de López Obrador aumentan.

En Broojula, Ana Paula Ordorica conversa con Eric Olson, Global Fellow en el Instituto México del Wilson Center, sobre los retos en materia de seguridad entre ambos países.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reconoció este jueves que en México sí se produce fentanilo, pese a que en los últimos días lo había negado, llegando incluso a reclamarle este punto al gobierno estadounidense.

Cuestionado sobre si en México hay laboratorios que producen fentanilo, el mandatario dijo que sí, pero sostuvo que la mayoría de esta droga que llega a Estados Unidos y Canadá no proviene de ellos.

«No es México el país que más introduce fentanilo a Estados Unidos, sostengo que llega más fentanilo de manera directa a Estados Unidos y Canadá que lo que llega a México. Aquí lo que se hace son pastillas, las troquelan», dijo en su mañanera.

Aunque López Obrador admitió que en México «sí hay productores» de esta sustancia, justificó que las autoridades «destruyen laboratorios» de forma constante.

Apenas la semana pasada, el jueves 9 de marzo aseguró que México no producía y consumía fentanilo.

“Aquí nosotros no producimos fentanilo, no tenemos consumo de fentanilo. Y lamentamos mucho lo que está pasando en Estados Unidos, pero ¿por qué ellos no atienden el problema? ¿Por qué no combaten la distribución de fentanilo en Estados Unidos?”, reprochó entones el presidente.

Ese mismo día, autoridades de nuestro país se reunieron con la encargada de La Casa Blanca contra el fentanilo, Elizabeth Sherwood-Randall, para abordar el tráfico de este opioide sintético fabricado en México con químicos de China, que ha causado cientos de miles de muertes por sobredosis en Estados Unidos.

Un día después, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien también estuvo presente en el encuentro, dijo que México sí reconocía que el fentanilo es un problema en el país. «En nuestras conversaciones puedo decir que hay reconocimiento de que el fentanilo es un problema en México», expuso.

Todo ello en medio de la polémica desatada por el secuestro de cuatro estadounidenses en la ciudad fronteriza de Matamoros, Tamaulipas, de los que dos fueron asesinados, y que derivó en la propuesta de congresistas republicanos para designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, lo cual permitiría que su Ejército pueda combatirlos, incluso en nuestro país.

Tras los dimes y diretes, López Obrador incidió esta mañana que México seguirá cooperando para que el fentanilo que el crimen organizado produce en el país no llegue a Estados Unidos, pero reprochó al vecino del norte que cargue toda la culpa a nuestro país.

«No se si ustedes sepan, pero allá no hay carteles, allá (el narcotráfico) es por telepatía. No hay narcotráfico ni laboratorios, no hay mafias allá», dijo de forma irónica, al señalar que el fentanilo también entra directamente a Estados Unidos desde Asia.

Ayer, el mandatario propuso buscar un sustitutivo al fentanilo que se emplea con fines médicos, y aseguró que científicos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) ya trabajan en ello.

El Departamento de Estado de Estados Unidos emitió este miércoles una nueva alerta de viaje para los estadounidenses que planeen pasar las vacaciones en México, los llamados Spring Breakers.

La notificación advierte a los viajeros que tengan mayor precaución, especialmente después del anochecer, en varios destinos turísticos del Caribe mexicano que se han visto afectados por la violencia de los cárteles del narcotráfico.

La alerta les advierte a los ciudadanos estadounidenses «extremar sus precauciones en las zonas céntricas de los lugares más frecuentados durante las vacaciones de primavera, incluyendo Cancún, Playa del Carmen y Tulum, especialmente al anochecer».

El Departamento de Estado señaló también que varios ciudadanos norteamericanos «se han enfermado gravemente o han muerto en México después de consumir drogas sintéticas o píldoras recetadas adulteradas».

Esa advertencia siguió a informes de que algunas farmacias en México ofrecen libremente sedantes y otros medicamentos que en Estados Unidos sólo se pueden vender con receta. Sin embargo, estas pastillas podrían ser falsificadas y contener el letal opioide sintético fentanilo.

La alerta también señaló que «el alcohol no regulado podría estar adulterado», y que «ciudadanos estadounidenses informaron haber perdido el conocimiento o lesionarse después de consumir alcohol que posiblemente estaba adulterado».

Y es que ha habido una serie de actos de violencia a lo largo del Caribe, la joya de la corona del sector turístico de nuestro país.

En 2022, dos canadienses fueron asesinados en Playa del Carmen, aparentemente por deudas entre bandas internacionales de traficantes de drogas y armas.

En 2021, más al sur, en Tulum, dos turistas, una bloguera de viajes de California nacida en la India y una alemana, quedaron atrapadas en un aparente fuego cruzado de narcotraficantes rivales y murieron.

Sobre el caso del fentanilo, que se menciona en la alerta de viaje, el canciller Marcelo Ebrard calificó como una «ingratitud» las críticas que México ha recibido por parte de Estados Unidos por su supuesta falta de cooperación en el combate contra el fentanilo.

Ebrard aseguró que México ha decomisado más que aquel país e incluso ha sufrido 75 bajas de elementos policiacos en esta estrategia.

«Es una ingratitud, por decir lo menos, que algunos representantes populares (de Estados Unidos), que están en campaña, digan que México no hace nada o no hace lo suficiente cuando nosotros incautamos más fentanilo que ellos”, dijo Ebrard durante un breve encuentro con medios tras participar en el STS Forum Latinoamérica y el Caribe.

El funcionario destacó que México ha incautado seis toneladas y media de fentanilo, lo cual ha evitado que esta sustancia llegue al mercado estadounidense.

Es por ello, que el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) anunció que iniciarán 692 reuniones a lo largo y ancho de la Unión Americana para dar a conocer los esfuerzos que se realizan en México.

El titular de la SRE mencionó que este eje de acción se da a la par del interés de México de que el consumo de esta droga no crezca, así como por ser parte de los compromisos alcanzados entre los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden.

Esta mañana, el mandatario mexicano criticó la falta de acciones del gobierno de Estados Unidos en la lucha contra el y dijo que se les hace «fácil culpar a México» por el tráfico de este producto en territorio estadounidense.

Ebrard adelantó que también se lanzará una campaña informativa de forma binacional para alertar sobre el consumo de esta sustancia, así como de otras que utilizan al fentanilo para enganchar a más ciudadanos en ambas naciones.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) insistió en sus criticas sobre lo que él considera la falta de acciones del gobierno de Estados Unidos en la lucha contra el fentanilo.

López Obrador acusó que a los políticos les hace «fácil culpar a México» por el tráfico de este producto en territorio estadounidense.

«Estamos haciendo mucho en México. Ahora los políticos republicanos, y algunos también demócratas, en Estados Unidos que no han hecho nada porque allá se distribuye esta droga y no se sabe de decomisos, ni de detenciones a los que se dedican a su distribución, ni siquiera hay difusión en los medios informativos del daño que causa este fentanilo», reclamó.

López Obrador dijo que en Estados Unidos «se les hace fácil culpar a México», de manera injustificada, «por politiquería, por hipocresía» del tráfico del fentanilo.

AMLO aprovechó para reiterar que se rechaza que el gobierno estadounidense intervenga en territorio mexicano para combatir a los cárteles del narcotráfico.

«Bueno se han atrevido a decir que van a presentar una iniciativa para que el Ejército estadounidense detenga a las bandas mexicanas, violando nuestra soberanía. Eso nunca, jamás lo vamos a permitir”, sostuvo.

Las declaraciones de López Obrador se dan luego de que el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, asegurara que el combate contra el fentanilo y el tráfico ilegal de armas son una prioridad para el gobierno del presidente Joe Biden.

López Obrador también acusó además que los legisladores y autoridades estadounidenses «no están haciendo su trabajo» ya que no están atendiendo las causas que originan esta problemática.

«No hay programas de atención a los jóvenes de EE.UU. ¿Por qué es la adicción? ¿Por qué el joven recurre a las drogas?», cuestionó.

López Obrador agregó que solicitará a médicos y científicos del país analizar la posibilidad de que se pueda sustituir al fentanilo que llega al país con fines médicos, por otros analgésicos para «dejar de usarlo».

«A ver si es posible, porque antes se usaban otros analgésicos y entonces, aunque tenemos el control que no se tenía antes sobre el ingreso del fentanilo con uso médico, de todas formas, al estar prohibido, ya no habría ninguna posibilidad de que pudiese importarse y lo sustituimos por otro analgésico. A ver si esto es viable», reveló.

El compromiso, agregó, será que todo lo que ingrese al país de manera ilegal será combatido.

Finalmente, señaló que si la propuesta avanza, se va a solicitar que en Estados Unidos hagan lo mismo, «que prohíban el fentanilo para usos médicos», remató.

Arturo Sarukhán

EL UNIVERSAL

 

Una serie de diatribas y exabruptos la semana pasada de nueva cuenta subrayan lo que ha sido una de las inconsistencias y contradicciones persistentes a lo largo de este sexenio desde el atril presidencial en Palacio Nacional de la Ciudad de México cuando de política exterior se trata. La presión desde Washington a raíz de la política de seguridad pública mexicana, particularmente por el tráfico de fentanilo y sus precursores a través de nuestro territorio, se ha venido acrecentando desde hace meses. Con ello ha resurgido un debate que se ha dado en coyunturas anteriores -algunas veces motivado con ánimo de apoyar a México (Bush, Obama) y en otras como resultado de la fanfarronería (Trump) o de la politización o diagnóstico equivocado (ahora, con legisladores y ex funcionarios Republicanos)- en torno a si la designación de grupos criminales trasnacionales en México como organizaciones terroristas internacionales (mi columna de 2019 en estas páginas explica el proceso y los inconvenientes de esa medida) movería o no la aguja en su degradación operativa. Ahora, ambos temas han sido turbocargados por el secuestro de cuatro -y asesinato de dos- estadounidenses en Matamoros. En respuesta a esta confluencia de eventos, el Presidente López Obrador mandó al diablo los principios de política exterior en los que, como muletilla, se escuda pero observa a contentillo.

Y es que parece que por fin sí vamos a intervenir abierta y proactivamente en los asuntos internos de Estados Unidos. El que López Obrador exija que funcionarios, legisladores, ONG y medios de comunicación estadounidenses no lo hagan en lo que él considera son temas que solo atañen a México y a los mexicanos es lo de menos. El presidente rápidamente dijo el viernes que hará un llamado a los “40 millones” (sic) mexicanos en EE.UU para que castiguen con su voto a los Republicanos que ahora proponen -de manera descabellada e irresponsable, sin duda alguna- acciones militares unilaterales. El que Trump en 2019 hubiese amagado con hacer lo mismo que sus correligionarios del GOP hoy -designar a grupos criminales como organizaciones terroristas- y que luego ya como expresidente haya fanfarroneado con el uso de la fuerza militar en México y el inquilino de Palacio Nacional no dijese ni pío (bueno, si hasta subrayó en ese momento que el ex mandatario “me cae bien”), no deja de ser una incongruencia más. Pero este episodio de renovado brío intervencionista en la política exterior presidencial requiere de dos apuntes.

Primero, los datos duros y la terca realidad. Hay cerca de 39 millones de mexicanos y méxicoamericanos (ciudadanos estadounidenses que tienen raíces u origen mexicano) en EE.UU. De ese total, 11 millones son nacidos en México, de los cuales 5 millones son indocumentados; es decir, evidentemente no pueden votar ahí. Del restante, no todos ostentan la doble nacionalidad y un buen número de ellos son aún menores de edad. Por ende, estamos hablando de cerca de un universo de aproximadamente 15 millones a lo sumo que podrían votar. Si bien la mayoría lo hacen por el Partido Demócrata, y ello explica ganancias importantes en estados como Arizona, Colorado, Nevada y Georgia, en 2016 y 2020 el número de votantes de origen mexicano votando por el Partido Republicano ha aumentado significativamente (sobre todo entre hombres adultos jóvenes) sobre todo en Florida y el sur de Texas. En esta última zona en particular, cabe destacar que el aumento del voto a favor del GOP -y de Trump- en 2020 está relacionado con los abrazos de López Obrador a Trump en la Casa Blanca en plena campaña electoral ese año y el alcahueteo electoral vía spots que la campaña de reelección de Trump hizo de las declaraciones zalameras del mandatario mexicano.

Los hispanos en general, que se estima que 34.5 millones de ellos fueron elegibles (poco más de la mitad de todos los hispanos en el país, 53 por ciento) para votar en 2020, constituyen un 14.3 por ciento del total de votantes elegibles en Estado Unidos. A nivel nacional, emitieron 16.6 millones de votos en 2020, un aumento del 30.9 por ciento con respecto a las elecciones presidenciales de 2016, y apoyaron a Biden sobre Trump por un margen de casi 3 a 1 en Arizona, California, Colorado, Illinois, Nuevo México, Nevada, Nueva York, Pensilvania y Wisconsin. Los hispanos eligieron a Biden sobre Trump con un margen de 2 a 1 o más en los estados de Texas, Georgia, Washington y Florida. Una cómoda mayoría de votantes de origen hispano, aproximadamente el 61 por ciento, apoyó al presidente Biden, pero hubo un giro de aproximadamente 8 puntos porcentuales hacia Trump, según datos a boca de urna comparando candidatos Demócratas y Republicanos en 2016 y 2020.

Segundo apunte. Particularmente en los temas de seguridad binacional, los episodios de tensión tienden a favorecer posiciones de los extremos en ambos países. Asignar culpas nacionales a los que son sin duda problemas trasnacionales ha sido una posición default -y errónea- a ambos lados de la frontera en momentos distintos de la relación bilateral. Si el problema es común, la solución tiene que ser común, y solo avanzaremos si asumimos una responsabilidad compartida. Pero de por sí Trump evisceró ese principio no escrito de la relación bilateral a largo de su mandato; ahora, los legisladores Republicanos que han abogado por acciones unilaterales -y contrarias al derecho internacional- y López Obrador que declara que el fentanilo no es nuestro problema, lo están profundizando. Esta dinámica en la que nos estamos metiendo no conviene a ninguno de los dos países, pero me temo que estamos desafortunadamente en un contexto así en este momento.

Y con sus declaraciones de que México cabildeará en contra de candidatos Republicanos en las elecciones de 2024, el presidente amenaza con contaminar aún más la agenda bilateral con EE.UU camino a dos procesos electorales presidenciales simultáneos en una y otra nación y en el contexto de la peor relación -desde los ochenta- de un titular del Ejecutivo mexicano con el Congreso estadounidense, un actor central y clave de la agenda con nuestro país. De por sí los Demócratas, cabreados por la manera en la cual López Obrador se posicionó con respecto a Trump, la campaña electoral de 2020, la victoria de Biden y los actos sediciosos del 6 de enero de 2021, tienen una larga lista de tintorería. Ahora con este llamado para hacer campaña contra el GOP, junto con sus ataques ad hominem constantes en contra de legisladores Republicanos y Demócratas por igual que se han venido acumulando, el presidente está haciendo que críticas y cuestionamientos legislativos de ambos partidos sobre México y la relación bilateral crecientemente converjan, de paso colocándonos sobre una pista de patinaje de hielo quebradizo cara a 2024, sobre todo si llegase a imponerse un candidato Republicano.

Al final del día, este nuevo y complejo episodio en la relación con EE.UU pone de relieve una gran paradoja. Para un presidente que afirma como posición de arranque que la mejor política exterior es la política interna, son precisamente las debilidades estructurales internas del país y muchas de las políticas públicas del mandatario mexicano las que se erigen como vulnerabilidades y flancos de presión cara al extranjero, particularmente en una relación tan esencial, asimétrica e interméstica (sí, a pesar de lo que quisiera López Obrador, no hay manera de separar los temas de política interna de cada país del impacto e incidencia que tienen en la agenda bilateral) como la que hay con Estados Unidos.

El combate contra el fentanilo y el tráfico ilegal de armas son una prioridad para el gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó el embajador en México, Ken Salazar.

Sobre el primer tema, Salazar señaló que su país invirtió más de 25,000 millones de dólares en tratamientos para adicciones e interdicción de narcóticos ilícitos.

Mientras que en el segundo, indicó que las autoridades estadounidenses «han incrementado en 300% el decomiso de armas de fuego que, sin estos esfuerzos, habrían llegado a México».

En un comunicado emitido por la embajada de Estados Unidos en México, el diplomático recordó que en la reciente reunión entre Biden y del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se comprometieron para unir esfuerzos contra el tráfico ilegal de fentanilo y armas por el daño que representan para el bienestar de ambas naciones.

«El combate contra el fentanilo es una prioridad para el presidente Biden, en la cual México es un socio crucial», remarcó Salazar.

Expuso que entre las acciones para atender la crisis del fentanilo en Estados Unidos está la propuesta para el año fiscal 2023 que incluye 42,000 millones de dólares para esfuerzos de política de drogas para vencer la epidemia de sobredosis.

Dijo que también está el Plan de Rescate estadounidense en el que invirtieron «5,000 millones de dólares en servicios de adicción y salud mental, incluida una inversión histórica de 30 millones de dólares en reducción de daños».

Salazar recordó que en 2021, el gobierno del presidente Biden destinó más de 93 millones de dólares en el programa Comunidades Libres de Drogas de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas (ONDCP), la cifra más alta para este programa enfocado a jóvenes y familias.

Sobre el tráfico ilegal de armas, dijo que en la Ley Bipartidista de Comunidades Más Seguras «por primera vez, se le tipifica como un delito con sanciones que pueden llegar hasta los 25 años de cárcel», y apuntó que año con año se decomisan en Estados Unidos más de 600,000 armas.

Este lunes, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el canciller Marcelo Ebrard, mantuvieron una conversación telefónica para abordar la cooperación en materia de seguridad, en medio de la tensión entre ambos países por el secuestro y asesinato de dos estadounidenses en Matamoros, Tamaulipas.

Además, comentaron la visita de la semana pasada a México de la encargada de La Casa Blanca para este asunto, Elizabeth Sherwood-Randall, para «interrumpir la cadena de suministro de drogas sintéticas y reducir los riesgos del consumo».

Luego del secuestro de los cuatro estadounidenses, la oposición republicana pidió declarar como organizaciones terroristas a los cárteles mexicanos, lo que permitiría una intervención militar en territorio mexicano. Sin embargo, esta propuesta ha sido descartada por La Casa Blanca.

La sola propuesta causó el enojo del presidente López Obrador, quien ha calificado a los republicanos de «mequetrefes» e «intervencionistas».

Ana Paula Ordorica platica con Eric Olson, Global Fellow en el Instituto México del Wilson Center, sobre los esfuerzos conjuntos de México y Estados Unidos para detener el tráfico de armas y de fentanilo, pese a los reclamos que crecen en Washington en contra del gobierno de López Obrador.

Estados Unidos insistió este viernes en que el fentanilo es un problema «global» y, reiteró que la lucha para hacer frente a esa droga debe ser compartida, esto en medio de la polémica en materia de cooperación en seguridad con México.

«El fentanilo es un problema que no afecta solo a Estados Unidos. Afecta a todos los países. Es una cuestión global», dijo ante la prensa John Kirby, uno de los portavoces de La Casa Blanca.

La declaración del gobierno estadounidense llega después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) señalara ayer que México no fabrica ni consume ese potente opioide sintético.

«Aquí nosotros no producimos fentanilo y nosotros no tenemos consumo de fentanilo. Y lamentamos mucho lo que está pasando en Estados Unidos, ¿pero por qué ellos no atienden el problema, no combaten la distribución de fentanilo en Estados Unido», reclamó el mandatario..

El fentanilo fue uno de los temas destacados de la Cumbre de Líderes de América del Norte que se celebró en enero pasado en Ciudad de México y reunió a López Obrador, al presidente estadounidense, Joe Biden, y al primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

Kirby recalcó este viernes ante la prensa que se va a mantener el trabajo conjunto para frenar el flujo de precursores químicos que se utilizan para hacer fentanilo, para aumentar los decomisos antes de que esa droga llegue a la gente y para garantizar que sus responsables rindan cuentas.

Elizabeth Sherwood-Randall, asesora de La Casa Blanca para Seguridad Nacional, se reunió ayer con contrapartes mexicanas, incluido el presidente López Obrador, con el fentanilo como punto central de la agenda.

López Obrado describió la reunión con la funcionaria estadounidense como «muy buena». «Hablamos de fentanilo, del tráfico de armas y de la decisión del presidente Joe Biden de respetar nuestra soberanía», enfatizó.

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, afirmó este viernes a Estados Unidos que su Gobierno ha combatido el fentanilo como «nadie» tras la visita de la encargada de la Casa Blanca para este asunto, Elizabeth Sherwood-Randall.

Además, el presidente dijo que “en el tiempo que llevamos es cuando más se ha confiscado fentanilo, seis toneladas, y hagan la cuenta, por cada kilo de fentanilo es un millón de dosis, y lo que hemos decomisado son seis toneladas, 60.000 kilos, no lo ha hecho nadie», asegurando así que su gobierno combate el fentanilo como «nadie».

La reunión se produjo en medio de la polémica desatada por el secuestro de cuatro estadounidenses el pasado viernes en Matamoros, Tamaulipas, de los que dos fueron asesinados, además de las propuestas de congresistas del Partido Republicano de declarar la guerra a los cárteles mexicanos y designarlos como organizaciones terroristas.

Al respecto,el presidente volvió a rechazar este viernes las propuestas de los republicanos, recordándoles que «a México se le respeta» y preguntándose «qué se creen estos mequetrefes» al presentar un plan de ese tipo.

«Son tres o cuatro, son varios que están planteando esto, desde luego, vil politiquería, pero tampoco para quedarnos callados y decir ‘no les hagas caso, es solo para quedar bien con los ultra conservadores de Estados Unidos, los antimexicanos de Estados Unidos’, buscan utilizarnos», reclamó el mandatario.

López Obrador informó que el canciller Marcelo Ebrard viajará a Estados Unidos para recabar toda la información sobre las iniciativas, además de que indicó que se trabajará con los consulados mexicanos en territorio estadounidense para que puedan informar a sus compatriotas que viven y trabajan en ese país y responder «de manera directa» a los congresistas republicanos.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró que las autoridades de nuestro país actuaron bien en el caso de los cuatro estadounidenses secuestrados, dos de ellos asesinados, en Matamoros, Tamaulipas, pese a los reclamos de Washington.

«Lo de ayer, o de estos últimos días, de los estadounidenses pues fue muy lamentable que esto sucediera, se actuó bien porque pronto se encontraron a las personas, dos fallecidos, un herido, otro bien y se atendió esta situación de urgencia», dijo el mandatario en su conferencia de prensa.

Ayer, tan pronto se dio a conocer el hallazgo de los ciudadanos estadounidenses, la Casa Blanca calificó de «inaceptable» su secuestro.

El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, consideró «imperante» actuar contra los cárteles, mientras que los congresistas republicanos insistieron en sus reclamos para designar como terroristas a los narcotraficantes de nuestro país, algo que el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, no descartó este martes.

Ante estos hechos, López Obrador respondió que el secuestro de los estadounidenses «para nada» mina la relación con Washington, pero indicó que Estados Unidos también debe asumir su responsabilidad.

“Senadores de Estados Unidos, funcionarios de Estados Unidos, se rasgan las vestiduras, que hace mucho daño el fentanilo. ¡Claro que hace mucho daño! Es una droga adictiva, terrible. Pero, ¿cómo es que llega? ¿Cómo se distribuye allá? Va a servir para darle una sacudida a las agencias, qué están haciendo. Mínimo hay ineficiencia”, reclamó AMLO.

Sobre el caso concreto de los cuatro estadounidenses, por el que hay un detenido aún no identificado como miembro de un cártel, López Obrador criticó que «hicieron también un escándalo sus adversarios», y fiel a su estilo dijo que «no deja de haber politiquería aquí y allá».

El tema también fue abordado en la sección de «Quién es Quién en las Mentiras», donde se cuestionó la versión de medios de Estados Unidos de que los carteles confundieron a los estadounidenses, que ingresaron al país por razones médicas/estéticas, con narcotraficantes haitianos.

«Nosotros tenemos que terminar la investigación para saber con precisión qué sucedió, informar aquí cuál fue la causa. Ya se está haciendo la investigación”, dijo López Obrador.

Aprovechando el tema, López Obrador anunció que mañana jueves recibirá a Elizabeth Sherwood-Randall, la encargada de la estrategia contra el fentanilo de la Casa Blanca.

“Ahora hay cooperación, pero con respeto a nuestra soberanía, y así lo entiendo el presidente (Joe) Biden. Siempre ha sido muy respetuoso», consideró.

En tono de broma, dijo que sus adversarios o los medios no tardarán en decir que la funcionaria estadounidense lo visitará para «regañarlo».

El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, señaló este miércoles que nuestro país podría hacer «mucho más» para combatir el tráfico de fentanilo, droga sintética causante de la mayoría de muertes por sobredosis en su país.

«Nos están ayudando pero podrían hacer mucho más. No tengo ninguna duda sobre esto», declaró el titular del Departamento de Justicia durante una comparecencia ante el Senado estadounidense.

El fentanilo, un opioide sintético 50 veces más potente que la morfina y que se mezcla con otras drogas para potenciar su efecto, se fabrica en México a partir de precursores importados desde China y luego se trafica a Estados Unidos.

Garland consideró que Estados Unidos sufre una «horrible epidemia» de fentanilo, que mató a más de 100,000 estadounidenses el año pasado y que está «provocada» por los cárteles de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

«Los narcotraficantes que fabrican estas pastillas y las distribuyen a Estados Unidos son las personas más horribles que uno se puede imaginar», declaró el funcionario.

El fiscal general dijo que no se opondría a que el Departamento de Estado declare a los cárteles como organizaciones terroristas, aunque señaló que Estados Unidos necesita la colaboración del gobierno de México para combatirlas.

Explicó que el Departamento de Estado tiene que calcular las «consecuencias» que tendría tomar una medida como esta y recordó que tanto el Cártel de Sinaloa como el CJNG ya fueron objeto de otro tipo de sanciones.

Recordemos que el expresidente Donald Trump contempló en su momento la posibilidad de declarar los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, algo a lo que se opone el gobierno de López Obrador, pues  lo considera una violación a su soberanía nacional.

Garland explicó que la agencia estadounidense antidrogas (DEA) decomisó el año pasado suficientes dosis de fentanilo como para «matar a todos los estadounidenses», además de añadir que se está persiguiendo la venta de esta droga en la internet profunda.

Presionado por las preguntas de los senadores, el fiscal general admitió que el récord de muertes registrado el año pasado demuestra que la estrategia contra el fentanilo no está funcionando lo suficiente.

El decomiso de fentanilo en México ha aumentado en más de 1,000% en lo que va de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), comparado con el mismo periodo anterior, informó el gobierno en medio de la presión de Estados Unidos para hacer frente a este problema.

«De fentanilo, es un 1,079% más en comparación con lo que se tenía de aseguramientos en la administración anterior. Así, se hace un total de 6,273 kilogramos de fentanilo, considerando lo que se ha hecho ahorita en este año, que son 168 kilogramos», dijo esta mañana el secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval.

Estas cifras, de diciembre de 2018 a enero de 2022, se comparan con los apenas 532 kilogramos de fentanilo asegurados entre octubre de 2014 y el 30 de noviembre de 2018, cuando terminó el sexenio de Enrique Peña Nieto.

El secretario de la Defensa Nacional reveló esta estadística que dijo, se presentó a las delegaciones de Estados Unidos y Canadá la semana pasada, durante la X Cumbre de Líderes de América del Norte celebrada en la Ciudad de México.

Y es que Washington y Ottawa han intensificado las alertas por el narcotráfico, en particular del fentanilo, una droga sintética elaborada en México con precursores químicos traídos de China.

Adicional, el secretario de la Defensa apuntó un crecimiento de 93% en el decomiso de metanfetaminas en el mismo periodo, con un total de 179,843 kilogramos asegurados en lo que va del sexenio de López Obrador.

Con el total de drogas sintéticas incautadas, la pérdida estimada hacia la delincuencia organizada asciende a 96,200 millones de pesos, según detalló Sandoval.

El secretario de la Defensa adjudicó el hito a las Fuerzas Armadas, al resaltar que la Guardia Nacional, el cuerpo de seguridad creado en el gobierno de López Obrador, ha participado en casi un tercio de los eventos.

“De todos estos resultados, aquí tenemos cada uno de los rubros que se aseguran, la Guardia Nacional en todas sus actividades que realiza lleva el 31% de todo este resultado”, sostuvo.

El mercado de la cocaína y la metanfetamina experimenta un enorme aumento en Europa, impulsado por los niveles récord de tráfico, de acuerdo con un estudio divulgado este viernes, elaborado por Europol y el Observatorio Europeo de Drogas y Adicciones.

Las cantidades de cocaína capturadas en puertos europeos «nunca han sido tan altas como en los últimos cuatro años», dijo Catherine De Bolle, directora ejecutiva de Europol al presentar el resultado de un informe sobre la expansión de tráfico de estupefacientes.

De acuerdo con el estudio, en 2020 se capturaron cantidades de cocaína sin precedentes y el continente «enfrenta una creciente amenaza de un mercado de drogas más diversificado y dinámico».

En lo referido a la cocaína, los estudios apuntan que una parte importante sigue siendo producida en Colombia, Bolivia y Perú, pero que las redes diversifican el uso de puertos del continente latinoamericano y el norte de África en sus intentos de hacer llegar la droga a Europa.

La policía incautó la mayor parte de la cocaína en Bélgica, Holanda y España en 2020, los tres países donde el grueso de la droga se transforma antes de su distribución. Además de la cocaína, la metanfetamina también se tornó un problema creciente.

«En varias ocasiones, toneladas de metanfetaminas producidas en América del Sur han sido capturadas en la Unión Europea. En la mayoría de los casos, provenía de México», explicó De Bolle.

Así, la metanfetamina, la droga estimulante sintética más utilizada en el mundo, desempeña un «papel relativamente menor en el mercado europeo de drogas», según el informe, aunque los datos más recientes sugieren una «amenaza creciente».

La producción en Europa ha tenido históricamente lugar en pequeños laboratorios en la República Checa y países vecinos, pero ahora también se está produciendo en laboratorios a escala industrial en los Países Bajos y Bélgica.

Entre 2010 y 2020, el número de interceptaciones de cargas de metanfetamina en la UE se duplicó, de 3,000 a 6,000. En ese mismo período las cantidades capturadas aumentaron un 477%, para alcanzar las 2.2 toneladas en 2020.

En Bélgica, Francia, Holanda y España, «la competencia entre proveedores de drogas se ha intensificado» lo que ha llevado a un aumento de la violencia, según los informes.

De acuerdo con la jefa de Europol, se verifica «un número cada vez mayor de laboratorios de drogas activos en la UE que producen drogas sintéticas y, en particular, metanfetamina». Es posible verificar un «vínculo directo» entre la UE y México, ya que cárteles mexicanos ya actúan en territorio europeo, agregó.

«Estamos preocupados con el fentanilo. Aún no lo vemos en grandes cantidades en el territorio europeo, pero nos preocupa porque sabemos que esos cárteles mexicanos son responsables de la producción de fentanilo para América del Norte», dijo.

El fentanilo es un narcótico sintético usado en medicina por su capacidad analgésica, ya que es mucho más fuerte que la morfina, y su uso clandestino se ha generalizado en años recientes, especialmente en Estados Unidos y Canadá.

El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel del Sinaloa, son dos de los grupos criminales que ya tienen presencia en Europa.

El fentanilo está al alcance de un click para millones de estadounidenses, incluidos adolescentes, según reveló un informe de la agencia antidrogas de Estados Unidos, la DEA.

En el informe se indica que los traficantes están utilizando las redes sociales para promocionar, vender y distribuir esta droga como si fueran pastillas de medicamentos conocidos porque son aplicaciones muy accesibles, donde pueden operar desde el anonimato y sin que nadie los controle.

Según el gobierno estadounidense, México es el principal abastecedor de esta droga, la más letal y lucrativa que existe hoy en el mercado, y que ha matado a unos 100,000 ciudadanos en un año.

Anne Milgram, titular de la DEA, denunció que «las redes criminales mexicanas están usando la herramienta perfecta para el narcotráfico: las aplicaciones de redes sociales que están disponibles en cada teléfono inteligente». Explicó que las ventajas son muchas: las aplicaciones son fáciles de usar, los traficantes pueden ocultar su identidad y mentir sobre los productos que ofrecen haciéndolos pasar por medicinas, «y más importante, las plataformas permiten que la venta de esas píldoras falsas se haga cada día sin control», explicó la funcionaria.

Según un análisis de la DEA, en operativos con otros cuerpos de seguridad, fueron decomisados más de 680 kilos y más de ocho millones de pastillas que imitaban medicinas reales pero que, en realidad, eran fentanilo. Una sola de esas píldoras puede conllevar la muerte, advirtieron.

Esas operaciones estuvieron directamente relacionadas con 85 sobredosis, 39 de las cuales acabaron en muerte. En 76 de esos casos los traficantes utilizaron redes sociales como Snapchat, Facebook, Facebook Messenger, Instagram, TikTok y YouTube, y en 32 casos se encontraron vínculos directos con los principales cárteles mexicanos que producen y trafican fentanilo, indicó Milgram.

Las dos principales organizaciones criminales que controlan el negocio de esta droga en México son el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).