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La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, llamó este jueves al Reino Unido y a otras naciones a garantizar que sus políticas fiscales se mantengan “coherentes y consistentes”, tras informes de que Londres evalúa más cambios en su controvertido plan presupuestario.

Georgieva dijo que tuvo una reunión “muy constructiva” con el ministro de Finanzas británico, Kwasi Kwarteng, y el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, durante la reunión anual del FMI de esta semana en Washington.

“Discutimos la importancia de la coherencia de las políticas y la comunicación clara para que, en este entorno de inquietud, no haya razones para más nerviosismo”, afirmó.

El Fondo Monetario Internacional ha subrayado a lo largo de las reuniones de ministros y banqueros centrales de esta semana, que es necesario mantener la disciplina fiscal en momentos en que los bancos centrales elevan las tasas de interés para controlar la inflación galopante.

Y es que las críticas a la primera ministra británica, Liz Truss, han crecido dentro de su propia mayoría parlamentaria, donde medios locales reportan que algunos diputados conservadores ya comienzan a barajar nombres para sustituirla apenas un mes después de su llegada al cargo.

Truss lleva 37 días en el poder y cada vez se ve más cuestionada. Los enormes recortes fiscales que prometió a finales de septiembre sin una financiación clara hicieron cundir el pánico en los mercados financieros y fueron recibidos con escepticismo y preocupación por algunos de sus compañeros de partido.

Aunque por ahora mantiene el rumbo, los diputados conservadores le instan en privado a que dé marcha atrás en algunos de los elementos de su paquete económico, principalmente la supresión de un alza prevista en el impuesto de sociedades.

Además, algunos “diputados conservadores están sondeando posibles sustitutos para (el ministro de Finanzas) Kwasi Kwarteng y posiblemente incluso para Liz Truss”, dijo a la BBC Paul Goodman, exdiputado y redactor jefe de ConservativeHome, una web muy influyente entre la derecha británica.

“Se barajan todo tipo de nombres”, añadió, aludiendo a Rishi Sunak, el principal exrival de Truss en la carrera a Downing Street, e incluso a Boris Johnson, el controvertido primer ministro al que ella sustituyó el mes pasado.

Truss, de 47 años, fue nombrada primera ministra el 6 de septiembre tras una campaña de dos meses entre los diputados, primero, y los afiliados, después, del Partido Conservador británico en busca de un sucesor para Boris Johnson.

Es la cuarta líder de la formación conservadora desde 2016.

Volver ahora a “cambiar de líder sería una idea desastrosa desde el punto de vista político y económico”, advirtió el ministro de Relaciones Exteriores, James Cleverly.

En la sesión semanal de preguntas a la primera ministra de ayer, Truss, que fue abucheada por la oposición laborista, descartó recortar el gasto público para financiar sus recortes fiscales, y repitió que contaba con el crecimiento del PIB para sacar al país de la crisis

A pesar de la agitación en los mercados y en el seno de su partido, Downing Street afirma que Truss, que ya dio marcha atrás en una medida clave de su presupuesto, está “centrada únicamente en el objetivo de crecimiento a través de los cambios y reformas previstos”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, admitió la posibilidad de una “ligera” recesión tras las previsiones económicas que dio a conocer el Fondo Monetario Internacional (FMI), en medio del aumento de la inflación y la incertidumbre tras la invasión rusa de Ucrania.

“No creo que haya una recesión”, dijo Biden en entrevista con la CNN. “Si la hay, será una recesión muy ligera. Es decir, bajaremos ligeramente”.

Y es que de acuerdo a su informe de perspectivas económicas globales, publicado ayer, el FMI mantiene en 3.2% su previsión de crecimiento global para este 2022, advirtiendo que los riesgos que ya han ralentizado la evolución económica mundial van a persistir y pueden empeorarla.

Señala que la economía global se frenará más de lo esperando en 2023, un año en el que buena parte del mundo estará en riesgo de recesión o acabará cayendo en ella, según el Fondo Monetario. Rebajó en dos décimas, hasta 2.7%, su previsión de crecimiento para el próximo año.

Para Estados Unidos, el FMI anticipa que este año crecerá 1.6% y en 2023 su desempeño económico se reducirá al 1.0%.

Estados Unidos no sería el único país que enfrenta esta situación. En entrevista con la agencia AFP, el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourincha, indicó que Rusia es ya el único país del G20 en recesión este año y seguirá por el mismo camino en 2023 e incluso después.

“Prevemos una recesión para 2022, ciertamente menos pronunciada que la prevista inicialmente pero que continuará en 2023. Y si miramos más allá, creemos que la tendencia continuará a la baja, no hay una recuperación a la vista para la economía rusa”, indicó el experto.

En el mismo sentido, el gobierno alemán presentó este miércoles sus proyecciones económicas de otoño para 2023, que muestran una inminente recesión en la llamada locomotora europea, derivado del impacto de la crisis energética y la elevada inflación.

Alemania entrará en recesión económica en 2023, cuando su PIB caiga un 0.4%, según las proyecciones del gobierno presentadas este miércoles por el ministro de Economía y vicecanciller, Robert Habeck.

La nueva predicción es una revisión claramente a la baja del pronóstico de primavera, que estimaba un crecimiento del 2.5%, y coincide con los pronósticos de los principales institutos de estudios económicos.

El nuevo dato del gobierno coincide con el pronóstico realizado en su informe conjunto por los cuatro institutos de estudios económicos más importantes de Alemania.

El FMI, por su parte, había estimado que la economía alemana caerá en 2023 un 0.3% después de un crecimiento del 1.5% en este año. El FMI considera que Alemania es el más afectado de los países industrializados por la crisis actual. En verano el Fondo había estimado que Alemania crecería en 2023 un 2.7%.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró ligeramente sus previsiones de crecimiento para América Latina y el Caribe para este año a 3.5%, aunque bajó el pronóstico para 2023 a 1.7%, en un contexto donde persiste una alta inflación y el conflicto armado en Ucrania.

El informe de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO) advierte que los riesgos siguen siendo “inusualmente grandes”. El FMI sostiene que se debe “mantener el rumbo” de la política monetaria para restablecer la estabilidad de precios.

Lo que más le preocupa al organismo crediticio es la persistente inflación, tanto en las economías desarrolladas como en las emergentes.

En el documento se anota que el índice promedio alcanzará 6.6% a nivel global a finales de año, y eso sin contar los precios de los alimentos y de la energía, más volátiles, que se dispararon como consecuencia de la guerra en Ucrania.

Para 2022 la estimación para América Latina y el Caribe es de 3.5% de crecimiento del PIB, es decir un aumento de 0.5 puntos porcentuales en comparación con los pronósticos de julio, mientras que para 2023 es de 1.7% (-0,3 puntos menor), anunció el FMI con motivo de sus reuniones anuales en Washington.

La mejora de la región este año se debe a una actividad más fuerte de lo esperado en la primera mitad de 2022.

Sin embargo el FMI prevé una desaceleración a finales de 2022 y 2023 a medida que “se debilita el crecimiento en países socios, las condiciones financieras se endurecen, y los precios de las materias primas se moderan”.

Brasil y México, primera y segunda economía regionales respectivamente, crecen menos de la media pero salen bien libradas en los pronósticos en comparación con otras naciones emergentes.

Para Brasil, en plena campaña para la segunda vuelta de la elección presidencial programada para el 30 de octubre, el FMI anticipa un crecimiento de 2.8% para 2022 y de 1% en 2023.

La proyección para nuestro país es de 2.1% este año, lo que implica 0.3 puntos porcentuales menos que la estimación previa, y de 1.2% para 2023, que deja la previsión sin cambios.

Para los principales socios comerciales de la región: Estados Unidos, China y Europa, el FMI dibuja un panorama sombrío. Rebaja las previsiones de crecimiento del país norteamericano siete décimas hasta el 1.6% y mantiene el dato del que viene en el 1%.

El crecimiento económico del país disminuiría en los siguientes trimestres, pese al buen resultado de la primera mitad del año, mientras que la inflación se estabilizaría en el segundo semestre para empezar a bajar gradualmente, advirtió este viernes el FMI.

El organismo internacional señaló que entre abril y junio, la economía mexicana creció por debajo de lo estimado, pero hiló su tercer trimestre consecutivo de expansión, recuperándose ligeramente de la desaceleración que registró por la pandemia de coronavirus.

Recordemos que el gobierno revisó a la baja el mes pasado su estimación del crecimiento de la economía, para este año a un 2.4%, pero proyectó que repuntaría a un 3% en el 2023.

“A pesar de los buenos resultados del primer semestre de 2022, se prevé que el crecimiento disminuya en los próximos trimestres”, dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el reporte sobre la visita de su misión en el marco del Artículo IV del Convenio Constitutivo del organismo, de revisión a miembros.

Y es que nuestro país, al igual que el resto de las naciones, enfrenta una inflación elevada tras la pandemia, empujada además por la invasión de Rusia a Ucrania y el aumento en los precios de los combustibles.

La inflación se ubica en su mayor nivel en más de dos décadas y en septiembre el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se situó en un 8.70% a tasa interanual, sin cambios frente a agosto, lo que algunos expertos señalan que llevaría a un nuevo endurecimiento de la política monetaria de parte del Banco de México (Banxico).

Banxico elevó a 9.25% la tasa de interés la semana pasada, destacando que aún persisten fuertes presiones en los precios y retrasó al tercer trimestre de 2024 su fecha estimada de convergencia a la meta de inflación de un 3%.

“El retorno a una inflación baja y estable requerirá probablemente algunos aumentos adicionales de la tasa de interés oficial para finales de año y mantenerse durante algún tiempo”, consideró el FMI.

La misión del FMI afirmó asimismo que México está bien posicionado ante un entorno potencialmente turbulento por su prudencia macroeconómica y manejo fiscal y monetario pero señaló que una política energética más predecible y abierta a la participación privada impulsaría la competitividad y la inversión.

El aumento de la inflación y la desaceleración en Estados Unidos y China llevaron al FMI a rebajar sus perspectivas de crecimiento para la economía mundial para este año y 2023, y a advertir que la situación podría empeorar mucho.

A la “recuperación tentativa” del año pasado tras la recesión de la pandemia, le ha seguido una evolución “cada vez más sombría en 2022 a medida que los riesgos comenzaron a materializarse”, afirmó el Fondo Monetario Internacional, que considera cada vez más probable que se entre en recesión.

Reconoció que varios frentes han afectado a una economía mundial ya debilitada por la pandemia, incluida la guerra en Ucrania, que ha hecho subir los precios de los alimentos y de la energía, lo cual ha llevado a los bancos centrales a subir las tasas de interés, señala el documento Perspectivas de la Economía Mundial (WEO).

El informe WEO recortó la estimación de crecimiento del PIB mundial para 2022 a 3.2%, 0.4 puntos porcentuales menos que el pronóstico de abril.

Los confinamientos por COVID y el empeoramiento de la crisis inmobiliaria han obstaculizado la actividad económica en China, mientras que las agresivas subidas de tipos de interés de la Reserva Federal están ralentizando el crecimiento de Estados Unidos.

El FMI hizo una clara advertencia: las perspectivas de crecimiento “se inclinan abrumadoramente a la baja” y, si los riesgos se materializan, podrían llevar a la economía mundial a una de las peores recesiones del último medio siglo.

Lo que más le preocupa son las consecuencias de la guerra en Ucrania, incluida la posibilidad de que Rusia corte el suministro de gas natural a Europa, así como un nuevo aumento en los precios de alimentos debido al efecto de la contienda bélica en el suministro de cereales, que podría desencadenar hambrunas.

De concretarse el panorama, se frenaría de golpe el crecimiento, reduciéndolo al 2% en 2023, una tasa que solo se ha visto cinco veces desde 1970, alertó el FMI.

El organismo prevé que los precios al consumidor aumenten un 8.3% este año y un 9.5% en las economías de mercados emergentes.

El FMI rebajó las previsiones de crecimiento para la mayoría de los países, incluidos Estados Unidos y China, que perdieron más de un punto porcentual respecto a las previsiones anteriores. Para EUA prevé un crecimiento de solo 2.3%, dado que los consumidores gastan menos y las tasas de interés suben. El informe no descarta que ya haya empezado una recesión, definida por dos trimestres de crecimiento negativo.

Se espera que la economía de China se desacelere drásticamente en 2022, hasta 3.3%, la expansión más baja en más de cuatro décadas exceptuando el período de crisis por la pandemia en 2020.

Sin embargo, hubo algunas excepciones como lo son los casos de Italia, Brasil y México, y aunque pareciera sorprendente, Rusia, que se beneficia del aumento de los precios del petróleo debido a las sanciones occidentales, señala el WEO.

Para Brasil la estimación es de 1.7% (+0.9 puntos porcentuales en comparación con abril), mientas que para nuestro país el FMI indicó que se espera un crecimiento de 2.4%, es decir, 0.4 puntos porcentuales más que su previsión previa.

Pero en 2023, México y Brasil crecerán menos de lo pronosticado hace tan solo tres meses: 1.1% en el caso de Brasil (-0.3 puntos porcentuales) y 1.2% en el caso de nuestro país (-1.3 puntos porcentuales).

Para América Latina y el Caribe en su conjunto el FMI elevó hasta el 3% su perspectiva de crecimiento para este año, una revisión al alza de 0.5 puntos porcentuales “como resultado de una recuperación más fuerte en las grandes economías” como Brasil, México, Colombia y Chile.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) mejoró ligeramente este martes su previsión de crecimiento para América Latina y el Caribe a 2.5% para 2022, en medio de una gran incertidumbre debido a la guerra en Ucrania.

“Se prevé que el crecimiento general de la región se modere a 2.5% durante 2022-23”, una cifra que representa una mejora de 0.1 puntos porcentuales respecto a las previsiones de enero para este año, afirmó el FMI en su últimos pronósticos para 2022.

El organismo hizo hincapié en que la situación internacional variable hace que las previsiones “sean aún más inciertas de lo habitual”.

Para Brasil, la mayor economía regional, el FMI espera un crecimiento de 0.8% en 2022, 0.5 puntos más respecto a las previsiones de enero, y de 1.4% en 2023, 0.2 puntos menos que la cifra anterior, mientras que México, la segunda economía regional, crecería 2.0% este año, 0.8 puntos menos que la previsión anterior, y 2.5% en 2023, también 0.2 puntos menos.

El FMI también revisó a la baja las previsiones para Estados Unidos cuyo crecimiento se redujo hasta el 3.7%, 0.3 puntos menos, teniendo en cuenta “la retirada más rápida de lo esperado del apoyo monetario para contener la inflación y el impacto del menor crecimiento de sus aliados comerciales.

La economía china sufre por la política de tolerancia cero ante la pandemia, que ha provocado numerosos confinamientos, incluso en la capital económica, Shanghái. Esto hará caer el crecimiento al 4.4%, 0.4 puntos menos, en comparación con el 8.1% del año pasado.

Para los países de la zona euro, el deterioro es aún mayor: 2.8%  más de crecimiento frente al 3.9% esperado en enero. El crecimiento de Alemania, que depende de Rusia para el suministro energético, disminuye hasta el 2.1%, el de Francia al 2.9%, el de Italia al 2.3% y el de España al 4.8%.

El PIB de Rusia, que invadió Ucrania el 24 de febrero, se contraerá 8.5%. Y a pesar de las sanciones contra Moscú, la que realmente se derrumba es la economía ucraniana: -35% este año, dada la destrucción masiva de las infraestructuras y la huida de millones de personas de un país que tardará años en recuperarse aunque la guerra se detenga de inmediato, alerta el informe.

América Latina y el Caribe tiene menos vínculos directos con Europa que otras regiones pero aún así se verá afectada por la inflación y el endurecimiento de las políticas monetarias, advirtió el FMI.

Incluso antes de que Rusia invadiera Ucrania, la inflación había aumentado en muchos economías debido al incremento de los precios de las materias primas y los desequilibrios de oferta y demanda provocados por la pandemia.

Algunos bancos centrales de los mercados emergentes, como los de América Latina, “ya estaban bajo presión antes la guerra”, añade el Fondo Monetario.

La escasez de suministros provocada por la guerra “amplificará en gran medida esas presiones, en particular a través de aumentos en el precio de la energía, los metales y los alimentos”, alerta.

“En mercados emergentes y en las economías en desarrollo, los aumentos en los precios de los alimentos y los combustibles podrían subir significativamente el riesgo de disturbios sociales”, advierten los autores del informe.

La directora del FMI, Kristalina Georgieva, advirtió este jueves que la guerra en Ucrania tendrá repercusiones en la recuperación económica mundial.

Tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, Georgieva dijo en Twitter que estaba “profundamente preocupada” y advirtió que esto “agrega un riesgo económico significativo para la región y el mundo”.

“Estamos evaluando las implicaciones y estamos preparados para apoyar a nuestros miembros según se necesite”, agregó.

Y es que el presidente ruso, Vladimir Putin, dio inicio a la invasión de Ucrania este jueves de madrugada, con bombardeos e incursiones terrestres de tropas en varios puntos del país, incluso cerca de la capital, Kiev.

Los ataques ya han causado decenas de muertos en tan solo unas horas y un aluvión de condenas y reacciones internacionales.

Tras el avance ruso, los mercados mundiales acusaron el golpe: las bolsas caían y los precios de las materias primas subían.

En tanto, el presidente del Banco Mundial (BM), David Malpass, señaló que está “profundamente entristecido y horrorizado por los devastadores acontecimientos en Ucrania, que tendrán un impacto económico y social de gran alcance”.

La institución “está preparando opciones para un gran apoyo al pueblo de Ucrania y la región, incluido el apoyo presupuestario inmediato”, tuiteó Malpass.

Hay varias reuniones de emergencia previstas: el G7 se reunió por videoconferencia; los 27 países de la Unión Europea lo harán por la tarde en una cumbre en Bruselas; mientras que la OTAN convocó un encuentro para el viernes.

La Bolsa de Valores de Londres se desplomó al cierre, al ceder un 3.88%, a causa de la ofensiva rusa contra Ucrania.

El índice londinense de las principales empresas, el FTSE-100, que ya comenzó la sesión en terreno negativo, perdía al finalizar la jornada 291.17 puntos hasta 7,207.01 enteros.

Por su parte, el índice intermedio, el FTSE-250, bajaba 587.08 puntos, el 2.82%, hasta situarse en 20,254.44 enteros.

En el mercado del oro, considerado refugio seguro en momento de crisis, la onza de oro al contado subía un 2% hasta situarse en 1,721.85 dólares.

Argentina llegó a un nuevo acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que aliviará la carga de pagos por casi 45,000 millones de dólares que debía encarar entre 2022 y 2023, informó este viernes el presidente Alberto Fernández.

“Quiero anunciarles que el gobierno de Argentina ha llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”, dijo el presidente en un mensaje. “Teníamos una deuda impagable que nos dejaba sin presente ni futuro y ahora tenemos un acuerdo razonable que nos va a permitir crecer y cumplir con nuestras obligaciones a través de nuestro crecimiento”, señaló el mandatario.

El acuerdo alcanzado en la madrugada de hoy alivia la carga de vencimientos de deuda que se concentró sobre este año (unos 19,000 millones de dólares) y el próximo (otros 20,000 millones). Además, había otro pago previsto en 2024 por más de 4,000 millones.

“Este entendimiento prevé sostener la recuperación económica ya iniciada. Prevé que no habrá caída del gasto real y sí un aumento en la inversión de obra pública del gobierno nacional. Tampoco dispone saltos devaluatorios”, añadió Fernández.

En concreto, Argentina se comprometió a reducir su déficit fiscal a 0.9% del Producto Interno Bruto en 2024, con metas de 1.9% en 2023 y de 2.5% en 2022, informó el ministro de Economía, Martín Guzmán, en una rueda de prensa.
El año pasado, con un crecimiento económico de 10%, el déficit fue de 3%.

El acuerdo también prevé un crecimiento en 2022 de 5,000 millones de dólares de las reservas internacionales, que actualmente ascienden a poco más de 38,000 millones.

El gobierno de Fernández comenzó formalmente sus conversaciones con el FMI en agosto de 2020, y ahora el acuerdo debe ser ratificado por el Congreso. Recordemos que en este proceso ha intervenido el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien apenas en recientes días pidió al FMI asumir su responsabilidad en el endeudamiento de Argentina.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó este martes su proyección de crecimiento para Latinoamérica y el Caribe para 2022, con “significativos” recortes para Brasil y México, las dos principales economías de la región.

En 2022, el Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil sólo crecerá 0.3%, y el de México 2.8%; en ambos casos 1.2 puntos porcentuales menos que lo previsto en octubre, en tanto que el PIB regional se expandirá 2.4%, dio a conocer el FMI.

“Tenemos una rebaja significativa tanto para Brasil como para México”, dijo a periodistas la subdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath. Entre los factores que pesan en el recorte mencionó presiones inflacionarias, interrupciones en la cadena de suministro y la variante Ómicron del coronavirus.

Al actualizar sus “Perspectivas de la economía mundial” (WEO), el FMI señaló que en Brasil, “la lucha contra la inflación ha provocado una fuerte respuesta de política monetaria, que pesará sobre la demanda interna”. Y agregó que “una dinámica similar tiene lugar en México, aunque en menor medida”, en alusión a los incrementos de tasas de interés por parte de los bancos centrales de los dos países.

“Además, la rebaja de la previsión de crecimiento de Estados Unidos trae consigo la perspectiva de una demanda externa de México más débil de lo esperado en 2022”, apuntó.

Gopinath destacó que en el caso de México habrá un crecimiento más débil de lo anticipado en los últimos dos trimestres “debido a nuevas interrupciones en el suministro”.

El FMI espera que en 2022 la expansión del PIB de Latinoamérica y el Caribe sea dos puntos porcentuales menor que la del PIB global, revisado a la baja a 4.4% debido principalmente a la desaceleración en Estados Unidos y China; la proyección es 0.5 puntos porcentuales menos que lo estimado anteriormente.

El crecimiento global se desacelerará a 3.8% en 2023, un aumento de 0.2 puntos porcentuales desde el pronóstico anterior emitido en octubre, dijo el FMI, pero añadió que esta alza será en gran medida un reflejo “mecánico” luego de las dificultades actuales que deberían ceder en la segunda mitad de este año.

En general, el organismo proyectó que la pandemia resultará en pérdidas económicas acumuladas de 13.8 billones de dólares hasta 2024, en comparación con el pronóstico anterior de 12.5 billones de dólares.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llamó este viernes al FMI a que le dé “un trato justo a Argentina”, y que asuma “su responsabilidad en el endeudamiento excesivo” del país suramericano y que no quiera ponerles condiciones que van a empobrecer más al pueblo argentino y debilitar por completo al gobierno argentino.

López Obrador señaló que el FMI prestó dinero a la Argentina y le “hicieron agravar la crisis económica y financiera” y ahora “les están imponiendo condiciones completamente injustas”.

Los comentarios llegan cuando se vive una incertidumbre sobre si Argentina logrará cerrar un acuerdo con el FMI antes de marzo próximo se elevó luego de que el Gobierno de Fernández admitiera que mantiene diferencias con el organismo multilateral, ya que pretende comprometerse en un programa que le permita continuar con la reactivación económica y alcanzar el equilibrio fiscal primario en 2027.

Según el acuerdo de 2018, Argentina debería pagar al organismo, entre capital e intereses, 19.020 millones de dólares este año, 19.270 millones en 2023 y 4.856 millones en 2024, unos vencimientos que el Gobierno del peronista Alberto Fernández ya ha dicho que el país, que atraviesa desequilibrios macroeconómicos, no está en condiciones de afrontar.

Al respecto, el presidente argentino, Alberto Fernández, agradeció a López Obrador por “su firme decisión de apoyar la negociación de Argentina” con el FMI, según publicó en su cuenta de Twitter.

“Como bien ha dicho mi querido y respetado presidente de México, el FMI debe asumir la responsabilidad que tuvo al otorgar ese crédito récord al gobierno de Mauricio Macri con el fin de beneficiar a un gobierno en un momento electoral”, afirmó Fernández en sus redes sociales.

El mandatario argentino agregó que como afirma López Obrador, “es necesario que el FMI actúe con honestidad y ética, y no le exija al pueblo argentino mayores esfuerzos a los muchos que ya viene haciendo”.

La deuda mundial alcanzó el año pasado el nivel récord de 226 billones de dólares, equivalente a 256% del PIB del planeta, por efecto de la pandemia, anunció el miércoles el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El alza se ubica así en 28% en un año, la mayor desde la Segunda Guerra Mundial.

“Los créditos asumidos por gobiernos representaron algo más de la mitad de este incremento”, alcanzando un récord (99% del PIB mundial), mientras que “la deuda privada de las empresas no financieras y familias también alcanzó nuevos máximos”, detallaron Vitor Gaspar y Paulo Medas, responsables de asuntos presupuestales del FMI, y Roberto Perrelli, economista del FMI.

La deuda de los gobiernos responde por un 40% de este pasivo total en el mundo, “la parte más elevada desde mediados de los años 1960”, detallan los economistas.

La acumulación de esta deuda pública es la consecuencia directa de dos crisis económicas mayores: la crisis financiera mundial de 2008 y la pandemia de coronavirus.

En 2020 “el fuerte aumento de la deuda se justificó por la necesidad de proteger la vida de las personas, de preservar los empleos y evitar una ola de quiebras”, destacaron los especialistas. “Si los gobiernos no hubieran actuado, las consecuencias sociales y económicas habrían sido devastadoras”, concluyen.

Pero también observan que este nivel de endeudamiento amplifica las vulnerabilidades, en un contexto que se espera menos favorable en el futuro, con subidas de tasas de interés en un marco de fuerte inflación.

“Los niveles elevados de endeudamiento limitan, en la mayoría de los casos, la capacidad de los gobiernos de sostener la reactivación y la capacidad del sector privado de invertir a mediano plazo”, añade el Fondo.

La nueva variante de coronavirus, Ómicron, podría desacelerar la recuperación económica mundial tras la pandemia, alertó la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, este viernes.

“Una nueva variante que puede expandirse rápidamente puede influir en la confianza y en este sentido, probablemente veremos recortes en nuestras proyecciones de octubre sobre crecimiento global”, señaló.

En octubre el FMI revisó a la baja sus previsiones de crecimiento del PIB mundial a 5.9% este año frente a 6% en julio, por problemas en la cadena de suministros y una vacunación desigual. Para 2022, el FMI esperaba un crecimiento de 4.9%.

Desde octubre, el FMI ya había dejado ver que el crecimiento podría ser menos sostenido de lo esperado por causa de los cuellos de botella en las cadenas de producción, lo cual empuja la inflación en todo el mundo.

“Incluso antes de la llegada de esta nueva variante, temíamos que la recuperación, aunque continúa, perdiese algo de impulso”, dijo Georgieva, destacando que la expansión de las dos mayores economías del mundo, Estados Unidos y China, ya se vio frenada por la variante delta.

El FMI publica generalmente revisiones de los pronósticos de octubre en enero.

Ómicron, una versión de coronavirus con muchas mutaciones, fue detectada por primera vez en Sudáfrica el 24 de noviembre y se encuentra en varias decenas de países, entre ellos México, donde hoy se confirmó el primer caso en la Ciudad de México, en un hombre de origen sudafricano, que arribó a nuestro país el 21 de noviembre y, seis días después, presentó sintomatología característica de COVID-19 leve.

La Secretaría de Salud indicó que a persona recibió atención médica en un hospital privado de la Ciudad de México el 29 de noviembre. La prueba de antígeno y RT-PCR resultaron positivo; durante su evaluación en urgencias se encontraba estable con saturación del 95 por ciento. Actualmente, el hombre se encuentra en aislamiento preventivo voluntario.

La economía de América Latina y el Caribe puede tardar más de cinco años en recuperar los niveles previos a la pandemia, que ha aumentado sustancialmente la pobreza y ha dejado una cada vez más precaria la situación de la clase media, advirtió este jueves el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El director interino del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Nigel Chalk, dio a conocer las perspectivas regionales, que situó en 6.3% el crecimiento de la región para este año y en 3% para 2022.

“Creemos que tomará un tiempo, quizá ni siquiera dentro de nuestro horizonte de proyecciones de cinco años para que el Producto Interno Bruto de la región vuelva a donde estaba antes de la pandemia”, afirmó Chalk.

El economista recomendó a los países que se preparen para que esta recuperación no sea un camino lineal y anticipen “un camino largo y sinuoso”.

Y es que recordemos que con la llegada de la pandemia de COVID-19, Latinoamérica vio desplomarse su actividad económica el pasado año con una contracción del 7%, muy superior a la media global, que fue de una caída del 3.1%.

El FMI prevé que el PBI de México crezca un 5.7% en 2021 y un 4.9% en 2022; el de Argentina un 7.5% y 2.5% respectivamente, y el de Brasil un 5.2% y un 1.5%.

Entre los países con más crecimiento para este año aparecen Panamá, con un 12%; Chile, con 11%, y Paraguay, con 10%.

Chalk advirtió, en concreto, del sustancial incremento de la pobreza y la cada vez más precaria situación de la clase media en la región como grandes lastres para el avance económico. Los principales riesgos son el surgimiento de variantes de COVID-19 más “contagiosas y letales”, el endurecimiento de las condiciones financieras globales y “el malestar social” al aproximarse un año con un ocupado calendario electoral.

Se señaló que los progresos económicos dependerán, en gran medida, del ritmo de vacunación. Cerca del 41 % de la población está vacunada en América Latina y el Caribe, pero con grandes disparidades, ya que hay países que todavía no han llegado a inmunizar al 20%, mientras que otros cuentan con más del 70% de su población protegida, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Otra de las grandes amenazas para la región latinoamericana es el aumento de los precios, vinculado a las interrupciones de la cadena de suministro y a los incrementos globales del costo de los bienes, que impulsan al alza los precios al consumidor.

De acuerdo con las estimaciones del FMI, Latinoamérica tendrá una inflación del 9.3% en 2021, lo que significa que será la región con mayor aumento de precios del mundo, y en 2022 se moderará levemente, hasta el 7.8%, una cifra aún elevada.

La economista en jefe del Fondo Monetario Internacional, Gita Gopinath, dejará la institución en enero para volver a su puesto en el Departamento de Economía de la Universidad de Harvard, anunció este martes el FMI.

De manera excepcional, la Universidad de Harvard había extendido un año el permiso de ausencia para servicio público de Gopinath, lo que le permitió desempeñarse como economista en jefe en el FMI durante tres años.

Gopinath dirige el departamento de investigación del FMI, que se encarga del informe trimestral “Perspectivas de la economía mundial” (WEO).

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, dijo que la “contribución” de Gopinath fue “verdaderamente notable”. “Su impacto en el trabajo del FMI ha sido enorme”, agregó.

Gopinath, de 49 años, nació y creció en India, antes de completar sus estudios en Estados Unidos, donde adquirió la ciudadanía estadounidense. Hizo historia como la primera mujer en ocupar el cargo de Economista en Jefe del FMI.

“Nos hemos beneficiado enormemente de su aguda inteligencia y su profundo conocimiento de las finanzas internacionales y la macroeconomía mientras atravesamos la peor crisis económica desde la Gran Depresión”, señaló Georgieva.

Gopinath es coautora del informe “Pandemic Paper” sobre cómo poner fin a la pandemia de COVID-19 fijando objetivos de vacunación a escala mundial, recordó el FMI.

Agregó que también llevó a la formación de un grupo de trabajo con fabricantes de vacunas “para identificar barreras comerciales, cuellos de botella en el suministro, y acelerar la entrega de vacunas a países de ingresos bajos y medio bajos”.

El FMI remató asegurando que la búsqueda del sucesor de Gopinath “comenzará pronto”

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió este martes que la persistencia de la pandemia de COVID-19 y la desigual distribución de vacunas siguen frenando la recuperación económica mundial y siguen afectando las perspectivas para los países en desarrollo.

Así, el organismo ajustó sus previsiones, e indicó que el crecimiento mundial para 2021 se proyecta en 5.9%, frente al 6% estimado en julio pasado, una baja “marginal”, explicó el FMI al presentar su informe trimestral “Perspectivas de la economía mundial” (WEO). Para 2022, el FMI mantuvo su estimación de crecimiento global en 4.9%.

Sine embargo, las nuevas proyecciones muestran grandes retrocesos en algunas naciones, alertó la economista en jefe del FMI, Gita Gopinath, señalando que “las perspectivas para el grupo de países en desarrollo de bajos ingresos se han ensombrecido considerablemente debido al empeoramiento de la dinámica de la pandemia”.

Se indicó que a la ola de infecciones de COVID-19, especialmente por la variante Delta, se suma una tasa de vacunación marcadamente más baja en los países en desarrollo. Alertaron que cerca del 58% de la población en las economías avanzadas ya está completamente inmunizada, en comparación con el 36% en las economías emergentes y menos del 5% en los países pobres.

Las previsiones del FMI llegan en el marco de sus reuniones anuales con el Banco Mundial (BM) esta semana en Washington, Estados Unidos.

El FMI redujo el pronóstico de crecimiento para 2021 para Estados Unidos a 6%, frente al 7% anticipado en julio. Pero lo revisó al alza para 2022, a 5.2%, teniendo en cuenta los esfuerzos en el gasto previstos por el gobierno de Joe Biden.

Por el contrario, el Fondo revisó al alza su previsión de crecimiento para 2021 para la zona euro con anunciar 0.4 puntos más, para quedar en 5%; aunque dicho crecimiento no será homogéneo. El crecimiento para Francia será de 6.3%, mientras que para Alemania se redujo 0.5 puntos para quedar en 3.1%.

China, la segunda potencia económica del mundo y donde comenzó la pandemia a fines de 2019, seguirá impulsando el crecimiento global con un 8%, junto con Estados Unidos e India que crecerá al 9.5%.

Para Latinoamérica y el Caribe, una región muy afectada por la pandemia, el Fondo mejoró su pronóstico de crecimiento para este año aumentándolo en 0.5 puntos para situarse en 6,3%; pero recortó su proyección para Brasil y México, las dos principales economías de la región, estimando una expansión del PIB de 5,2% y 6.2%, respectivamente, en ambos casos un 0.1 puntos porcentuales menos que lo pronosticado anteriormente.

Todas estas previsiones, sin embargo, siguen siendo muy inciertas, sostuvo Gopinath, recordando que se basan en particular en un objetivo de vacunación del 40% de la población mundial para finales de este año y del 70% para el primer semestre de 2022. La experta señaló que es muy claro que “la pandemia no termina en ningún lado hasta que termine en todas partes”.

El repunte económico mundial tras el impacto del COVID-19 se verá obstaculizado este año, en un contexto de subidas de precios, alto endeudamiento y recuperaciones divergentes entre naciones ricas y pobres, advirtió este martes la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.

“Nos enfrentamos a una recuperación mundial que sigue ‘rengueando’ por la pandemia y su impacto. No podemos avanzar adecuadamente. ¡Es como caminar con piedras en los zapatos!”, aseguró Georgieva, al participar virtualmente desde Washington en un foro en la Universidad Bocconi en Milán.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) revelará nuevas previsiones de crecimiento la próxima semana, pero Georgieva alertó que, tras la previsión de 6% de expansión para 2021 anticipada en julio, ahora se espera que el crecimiento “se moderará levemente este año”.

“Las piedras en nuestros zapatos se han vuelto más dolorosas”, afirmó al señalar riesgos y obstáculos más pronunciados, que incluyen una divergencia cada vez mayor entre países ricos y países pobres en las trayectorias de recuperación tras el golpe de la pandemia.

Se proyecta que la producción en las economías avanzadas regrese a las tendencias prepandémicas para el 2022. Pero la mayoría de los países emergentes y en desarrollo tardarán muchos años más en recuperarse, alertó Georgieva.

“Esta recuperación retrasada hará que sea aún más difícil evitar las cicatrices económicas a largo plazo, incluidas las pérdidas de empleo, que afectan especialmente a los jóvenes, las mujeres y los trabajadores informales”, indicó.

El discurso de Georgieva tiene lugar antes de las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial, donde el Fondo dará a conocer su última “Perspectiva de la economía mundial” (WEO).

Desde la última actualización de pronósticos en julio, el conjunto de herramientas del FMI para enfrentar la crisis global por la pandemia se amplió enormemente, con un aumento de 650,000 millones de dólares en reservas de efectivo para los países miembros, conocido como Derechos Especiales de Giro (DEG).

La jefa del FMI destacó que la recuperación global corre el riesgo de desviarse. Dijo que Estados Unidos y China, las dos mayores potencias mundiales, siguen impulsando el crecimiento. Y algunas economías avanzadas, entre ellas las europeas, siguen ganando fuerza.

“Por el contrario, en muchos otros países, el crecimiento continúa empeorando, obstaculizado por un escaso acceso a las vacunas y una respuesta política limitada, especialmente en algunas naciones de bajos ingresos”, explicó Georgieva, y agregó que este fenómeno “se está volviendo más persistente”.

Además, la deuda pública mundial ha alcanzado casi el 100% del Producto Interno Bruto (PIB), según la directora gerente del FMI.

Cerrar brechas requerirá medidas que incluyen aumentar la disponibilidad de la vacuna contra el COVID-19, pero Georgieva sostuvo que se requiere “un mayor impulso” para cumplir con la meta máxima del FMI y el Banco Mundial del 40% de vacunación en todo el mundo para fines de este año y del 70% para fines de 2022.