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Los Juegos Olímpicos de París mostraron “la verdadera cara de Francia”, afirmó este lunes el presidente francés, Emmanuel Macron, delante de numerosos profesionales movilizados para el evento que fue “un éxito de seguridad, de organización y también un éxito en lo deportivo y en cuanto a público”.

“Vivimos dos semanas en un país con el sentimiento de que el aire era más ligero (…). No queremos que la vida vuelva a la normalidad”, añadió el jefe del Estado, admitiendo que sentía “nostalgia” durante una recepción en los jardines del Palacio del Elíseo, donde mantuvo una reunión con los voluntarios de los Juegos Olímpicos, cargos locales, policías, militares, gendarmes y bomberos.

“Podemos ser a la vez creativos y rigurosos al igual que podemos estar a la misma vez locos y bien organizados”, declaró el presidente francés acompañado de personalidades de primera línea política, como el primer ministro Gabriel Attal o el presidente del comité organizador de los Juegos Tony Estanguet.

“Este espíritu de los Juegos Olímpicos demuestra una cosa muy simple (…) que cuando estamos unidos, somos imbatibles” subrayó Macron que afronta una situación de bloqueo político tras su decisión de disolver la Asamblea Nacional antes de los Juegos.

“Ya no hay más pruebas que seguir ni el entusiasmo de cada mañana” lamentó Macrón quien destacó el gran papel de los deportistas franceses, que quedaron quintos en el medallero.

Las victorias de Jennifer Valente en el ciclismo en pista, y de la selección femenina en baloncesto, permitieron a Estados Unidos acabar a la cabeza del medallero de los Juegos Olímpicos de París 2024, pese a terminar empatado con China en 40 oros.

Las delegaciones estadounidense y china mantuvieron hasta el último día una pugna cerrada por el primer lugar del medallero de los Juegos de París 2024, logrado finalmente por los norteamericanos gracias a la calidad de las otras medallas.

Estados Unidos concluyó los Juegos con 40 oros, 44 platas y 42 bronces, en tanto que China, que en esta última jornada incluso fue por delante, presentó un balance final de 40-27-24 y que repitió segunda posición por segunda edición consecutiva.

Pekín 2008 sigue siendo la única edición en la que el conjunto asiático adelantó al país de las barras y estrellas.

En Broojula, Ana Paula Ordorica y Georgina González, comentarista deportiva, platican sobre el cierre de los Juegos Olímpicos; la participación de la comitiva mexicana en París 2024 y lo que la competencia deja a los franceses.

Los Juegos Olímpicos comenzaron oficialmente este viernes con una extravagante ceremonia inaugural en el corazón de París, horas después de que un ataque de sabotaje contra la red ferroviaria de alta velocidad TGV, que provocó el caos en los desplazamientos por toda Francia.

Más de 10,500 atletas competirán durante los próximos días en los Juegos Olímpicos, 100 años después de la última edición celebrada en París.

Si bien los Juegos Olímpicos fueron inaugurados este viernes, la justa deportiva comenzó el miércoles pasado, con las primeras competencias. Las primeras de las 329 medallas de oro se entregarán mañana mismo.

La ceremonia de apertura, comenzó a las 19:30 hora local. Fue la primera vez que una ceremonia inaugural se celebró fuera de un estadio. Duró cerca de 4 horas.

La ceremonia contó con las participaciones de diversos artistas internacionales entre ellos Lady Gaga y Celine Dion, quien cerró la ceremonia con una interpretación desde la Torre Eiffel.

Finalmente, se conoció la ubicación del pebetero olímpico, que para sorpresa de muchos, fue un globo aerostático suspendido en los jardines de Tullerías.

Una procesión de barcazas movió a cerca de 7,000 atletas a lo largo del río Sena, pasando por los monumentos más famosos de París, mientras más de 300,000 espectadores observaron el desfile desde las orillas. En total fue una ruta de 6 kilómetros sobre el río Sena.

El clima no dio tregua. Meteo-France, el servicio meteorológico francés, pronosticó “fuertes lluvias” para la tarde del viernes justo cuando iniciaba la ceremonia de apertura; pero el espectáculo siguió según lo planeado.

Todo esto sucedió en medio de un fuerte dispositivo de seguridad; Unos 45,000 policías y miles de soldados fueron desplegados en una enorme operación de seguridad en París para el espectáculo inaugural, dejando los recursos de seguridad en otros lugares al límite.

Decenas de líderes mundiales se dieron cita en París para la ceremonia inaugural, mismos que fueron recibidos por el presidente Manuel Macron previo a la inauguración.

Y es que desde los últimos Juegos, han estallado guerras en Ucrania y Gaza, lo que ha proporcionado un tenso telón de fondo internacional.

Francia se encuentra en su nivel más alto de seguridad, aunque los funcionarios han dicho en repetidas ocasiones que no hay ninguna amenaza específica para la ceremonia de apertura o los Juegos.

Debido a la guerra en Gaza, los atletas israelíes están siendo escoltados por unidades tácticas de élite hacia y desde los eventos y reciben protección las 24 horas del día durante los Juegos Olímpicos, según las autoridades. Se ha barrido el cauce del Sena en busca de bombas y se cerrará el espacio aéreo de París.

Para los Juegos en general, aviones de vigilancia por radar y drones Reaper sobrevolaron los lugares sensibles y aviones de combate Mirage 2000 estuvieron preparados para interceptar aeronaves que se desvíen del espacio aéreo restringido.

Macron, que ganó un segundo mandato hace dos años, esperaba que los Juegos Olímpicos cimentaran su legado. Pero su apuesta fallida por unas elecciones legislativas anticipadas le ha debilitado y ensombrece su momento en la escena internacional.

La ceremonia de clausura tendrá lugar el próximo 11 de agosto.

Foto: X @juegosolimpicos

Llegado al poder hace poco más de seis meses como el primer ministro más joven de la historia de Francia, Gabriel Attal no ha podido enderezar el incierto rumbo del macronismo, y luego de haberlo intentado tras las elecciones legislativas, este martes volvió a presentar su renuncia al cargo.

A diferencia de lo ocurrido la semana pasada, el presidente francés, Emmanuel Macron, aceptó la dimisión de Attal, aunque seguirá en funciones “de forma provisional” mientras se forma un nuevo Ejecutivo.

Ni su aura de ‘niño maravilla’ ni su elevada popularidad como ministro de Educación han podido evitar la caída de la mayoría presidencial en las elecciones pasadas, en la que el bloque macronista, ganador hace dos años, quedó en segundo lugar.

La inesperada convocatoria electoral anunciada por Macron el 9 de junio tras la derrota en las elecciones europeas llegó en el peor momento para el campo oficialista, más aún en una campaña corta en la que tanto la ultraderecha como la izquierda tenían el viento a favor.

De 250 diputados y una mayoría relativa, el macronismo pasó a 163 y al segundo lugar tras la alianza de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP).

Attal llegó a la jefatura del Gobierno el pasado 9 de enero, con solo 34 años, en la culminación de una meteórica carrera tras ser sucesivamente portavoz del partido macronista, secretario de Estado de Educación, portavoz del Ejecutivo, ministro de Hacienda y luego de Educación.

Macron le encomendó el puesto para intentar dar un aire renovado y un impulso a su segundo mandato que no terminaba de despegar, sobre todo tras imponer la reforma de las pensiones a pesar de la enorme impopularidad de la medida en todo el país.

Sin embargo, el índice de aprobación del 49% que tenía en enero cayó a un 41% en junio, un descenso contagiado del de Macron, que con un 26% estaba en su nivel más bajo desde que llegó al Elíseo en 2017.

Diputado en las legislativas de 2017, ese año entró Attal al Ejecutivo como secretario de Estado de Educación y Juventud, con 29 años, una edad a la que nadie antes había entrado en un Gobierno.

Esas responsabilidades pronto se le quedaron pequeñas y tres años más tarde dio el salto a la portavocía del Gobierno, donde se convirtió en un rostro familiar de los franceses.

Su aspecto algo frágil fue cobrando estatura y peso político y con solo 33 años se hizo cargo del estratégico Ministerio de Hacienda, que apenas ocupó catorce meses antes de afrontar el reto de Educación, donde su lucha contra el acoso escolar, que él mismo confesó haber sufrido, apuntaló su popularidad en apenas medio año.

Macron buscó en él su capacidad de trabajo, su versatilidad para afrontar diferentes frentes y, sobre todo, la empatía con la sociedad, aunque a veces se le ha reprochado su procedencia de una familia acomodada del medio cinematográfico.

Su padre, Yves, de origen judío tunecino y fallecido en 2015 tras un fulminante cáncer, fue productor en Francia de, entre otros, Pedro Almodóvar. Su madre, Marie de Couriss, descendiente de una familia cristiana ortodoxa griega de la ciudad ucraniana de Odesa, también trabajó en una productora de cine.

Además de haber sido el primer ministro más joven del país, Attal se convirtió también en el primero abiertamente homosexual.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) celebró este lunes las victorias de los partidos de izquierda en las pasadas elecciones de Francia y Reino Unido, pues aseguró que Europa estaba ya “muy empolvada” y “muy rancia” por el conservadurismo.

“La verdad, me da mucho gusto por Europa, que ya estaba muy empolvada, muy rancia, con ese conservadurismo galopante y ahora es como un despertar de Europa y lo celebro bastante, celebro mucho. Y más en el caso de Francia por todo esto que está sucediendo”, apuntó el mandatario.

AMLO se refirió a la victoria de la coalición en la que está el líder de la izquierda radical de Francia, Jean-Luc Mélenchon, tras el triunfo del Nuevo Frente Popular en las elecciones legislativas francesas.

La izquierda francesa protagonizó un vuelco electoral al quedar en cabeza de las legislativas, por delante del bloque del presidente, Emmanuel Macron, lo que relegó a la favorita, la ultraderecha de Marine Le Pen, al tercer lugar.

Al respecto, López Obrador aprovechó para felicitar “a los dirigentes y al pueblo francés por lo que sucedió”.

Afirmó que hace poco, en una entrevista, auguró que la derecha y el conservadurismo “no tienen futuro” ya que los pueblos del mundo “son humanistas y son progresistas”.

“Cuando crece la derecha es porque la izquierda anda mal, sobre todo en su capacidad de dirección en sus cuadros dirigentes, pero los pueblos en todo el mundo están a favor de la fraternidad y de la libertad y de la igualdad, aprovechando que estamos hablando de Francia y en todo el mundo y ayer se demostró”, añadió.

Destacó que “había riesgo de que la derecha dominara el parlamento francés”, por lo que elogió la “estrategia de unidad de todas las fuerzas de izquierda de Francia”. Reconoció el liderazgo de Mélenchon, a quien consideró un “amigo, un gran dirigente”.

“Lo conocí hace como 10 años. Él es ahora el dirigente de este agrupamiento de la izquierda que obtuvo mayoría”, expresó.

Asimismo, se refirió al triunfo del Partido Laborista en Reino Unido, liderado por Keir Starmer, que el pasado jueves logró una aplastante mayoría absoluta de dos tercios del Parlamento.

“Además hay un margen muy amplio, nunca los laboristas habían tenido una ventaja así desde el siglo XIX”, expresó. No obstante, citó las críticas del exlíder del Partido Laborista británico y su amigo, Jeremy Corbyn.

“Ahora que triunfa el partido Laborista, es un partido en el que (Corbyn) militó como dirigente, como candidato independiente le gana a su partido en su región y sale electo como parlamentario y estaba yo leyendo que él está contento con el triunfo, pero considera que hay mucha moderación con el ministro que triunfó”, señaló.

Ayer, la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, felicitó al líder de la izquierda radical de Francia, Jean-Luc Mélenchon, tras la victoria del Nuevo Frente Popular.

“Felicitamos la jornada democrática en Francia y la victoria del Nuevo Frente Popular. La organización, la unidad y la esperanza vencieron el miedo. Felicidades @JLMelenchon”, escribió Sheinbaum en sus redes sociales.

Con los 577 escaños de la Cámara ya asignados, el Nuevo Frente Popular de socialistas, comunistas, ecologistas y la más radical La Francia Insumisa (LFI) quedó en primer lugar con 182 escaños, más otros 13 independientes de izquierda, según los datos oficiales del Ministerio del Interior.

El bloque macronista, formado por tres partidos, perdió su mayoría al quedarse en 168 diputados, con una caída apreciable respecto a los 250 que tenía, pero mucho menos pronunciada de lo que proyectaba la primera vuelta.

El tercer puesto fue para la ultraderechista Agrupación Nacional (RN), que partía como gran favorita tras su victoria en la primera vuelta y los pronósticos de los sondeos publicados hasta el viernes, pero que se quedó finalmente en 143 escaños.

El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió este lunes a su primer ministro, Gabriel Attal, que permanezca en el cargo por ahora, en espera de lo que serán las negociaciones para formar un nuevo Gobierno tras el sorpresivo avance de la izquierda en las elecciones que resultaron en un parlamento sin consenso.

El izquierdista Nuevo Frente Popular (NFP) surgió como la fuerza dominante en la Asamblea Nacional después de las elecciones de ayer domingo, frustrando el intento de Marine Le Pen de llevar a la extrema derecha al poder.

Sin embargo, sin que ningún grupo asegurara una mayoría funcional, el resultado anunció un período de volatilidad política justo antes de los Juegos Olímpicos de París, y generó incertidumbre entre los inversores sobre quién dirigirá la segunda mayor economía de la zona euro.

“No va a ser sencillo, no, no va a ser fácil, y no, no va a ser cómodo”, dijo la líder del Partido Verde, Marine Tondelier, a la radio France Inter. “Va a tomar un poco de tiempo”. La gama de posibilidades incluye que el NFP forme un Gobierno minoritario o la improvisación de una difícil coalición de partidos que casi no tienen puntos en común.

Gabriel Attal, un político centrista y estrecho aliado de Macron, presentó su dimisión pero el jefe de Estado la rechazó. “El presidente ha pedido a Gabriel Attal que siga siendo primer ministro por el momento para garantizar la estabilidad del país”, dijo la oficina de Macron en un comunicado.

Un parlamento fragmentado hará difícil para cualquiera impulsar una agenda interna y probablemente debilitará el papel de Francia en la Unión Europea y más allá.

Recordemos que la izquierda obtuvo 182 escaños en las elecciones de ayer, mientras que la alianza centrista de Macron se quedó con 168. El Reagrupamiento Nacional (RN) de Le Pen y sus aliados de extrema derecha finalizaron con 143 espacios, según datos del Ministerio del Interior citados por el diario Le Monde.

Si bien hay recuentos que manejan cifras ligeramente diferentes, y los números finales dependerán en parte de que los parlamentarios independientes se unan a diferentes grupos.

El ministro del Interior, Gerald Darmanin, fue visto entrando al palacio presidencial del Elíseo poco después de Attal, sugiriendo que el presidente estaba sondeando las opiniones de sus aliados sobre qué hacer a continuación.

En tanto, los líderes de los partidos que componen el NFP se reunieron ayer y hoy para discutir quién debería reemplazar a Attal y qué estrategia debería adoptar la alianza, dijo una fuente del Partido Comunista, uno de sus miembros más pequeños.

El NFP, reunido apresuradamente para estas elecciones en un intento de unificar el voto de izquierda contra la extrema derecha, no tiene un líder único y no dijo antes de las elecciones quién sería su elección para primer ministro.

Tondelier, una de las figuras del NFP consideradas candidatos potenciales para el puesto, dijo en la radio France Inter que podría ser alguien del partido de extrema izquierda Francia Insumisa, los Verdes o los Socialistas, los tres partidos más grandes de la alianza.

El líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Melenchon, una de las figuras más divisivas en la política francesa, descartó explícitamente cualquier acuerdo con los centristas de Macron.

Su aliado, Manuel Bompard, parecía intransigente. “El presidente debe nombrar primer ministro a alguien del Nuevo Frente Popular para implementar el programa del NFP, todo el programa y nada más que el programa”, dijo en la televisión France 2.

Sin embargo, hay pocas posibilidades de que cualquiera de las propuestas clave del bloque de izquierda, que incluyen aumentar el salario mínimo, revertir la reforma de las pensiones de Macron y limitar los precios de productos clave, sea aprobada en votación parlamentaria sin algún tipo de acuerdo con legisladores externos al bloque.

El programa del NFP, que de implementarse probablemente afectaría aún más las ya sobrecargadas finanzas públicas de Francia, fue visto negativamente por los mercados financieros antes de las elecciones. El inesperado éxito electoral del bloque podría plantear dudas sobre Francia como destino de inversión.

Parece poco probable que Macron pueda volver a impulsar la política, aunque ya había impulsado gran parte de su agenda, incluido el aumento de la edad de jubilación que provocó protestas y un divisivo proyecto de ley de inmigración.

Para el RN de Le Pen, el resultado fue una gran decepción tras semanas en que los sondeos proyectaban sistemáticamente que ganaría cómodamente, aunque sin mayoría absoluta.

Las alianzas de izquierda y centrista cooperaron después de la primera ronda de votación de la semana pasada, sacando a decenas de candidatos de contiendas a tres bandas para evitar dividir el voto anti-RN.

El líder de RN, Jordan Bardella, protegido de Le Pen, calificó la cooperación entre las fuerzas anti-RN de “alianza vergonzosa” que, según él, paralizaría Francia.

Le Pen, que todo indica será candidata de su partido para las elecciones presidenciales de 2027, afirmó que la votación del domingo, en la que el RN aumentó su porcentaje de votos en comparación con elecciones anteriores, había sembrado las semillas para una futura victoria. “Nuestra victoria sólo se ha retrasado”, afirmó.

Bajo el título en español “No pasarán”, un colectivo de unos veinte conocidos cantantes de rap franceses grabaron una polémica canción de protesta contra la extrema derecha, que encabeza las preferencias electorales rumbo a la segunda vuelta de las elecciones legislativas.

El partido Agrupación Nacional (RN) de Marine le Pen y Jordan Bardella podría obtener la mayoría absoluta, si se mantiene las tendencias de lo registrado el domingo pasado en la primera vuelta.

Figuras del rap en francés como Fianso o Akhenaton denuncian esa situación política con alusiones directas y controvertidas. “Jordan t’es mort!” (“¡Jordan estás muerto”!) gritan los cantantes en uno de los estribillos de la canción, que dura casi 10 minutos. “On vote contre les porcs (Votamos contra los cerdos)” añade otro rapero en la canción.

La obra fue lanzada en redes sociales ayer por la noche. Su videoclip mezcla imágenes de protestas callejeras, violencia policial, peleas, robos o fragmentos de eventos políticos.

Con versos en rima, los autores no solamente critican a la extrema derecha, sino que aluden a los masones, a los que acusan de dirigir el mundo, o a los “illuminati”, una supuesta secta secreta a menudo mencionada por grupos conspiracionistas.

“Espero que la fiscalía tome medidas contra esta abyección”, reaccionó Marine Le Pen en un mensaje en la red X.

El lema “No pasarán” es el título de una canción antifascista lanzada durante el asedio de las tropas rebeldes del general Francisco Franco contra Madrid durante la Guerra Civil española.

Todo esto sucede cuando al menos 200 candidatos a diputado que se clasificaron a la segunda vuelta de las elecciones legislativas retiraron su candidatura, en su mayoría para intentar impedir una mayoría absoluta de la extrema derecha.

Ante este escenario, la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) y la alianza de centroderecha del presidente Emmanuel Macron reactivaron el llamado “frente republicano”, consistente a aislar a la extrema derecha e impedir su victoria en cada circunscripción.

Los rivales de RN retiraron, salvo excepciones, a sus candidatos que se clasificaron en tercera posición en cada circunscripción para aumentar las opciones del otro candidato “republicano” en un duelo en segunda vuelta contra uno ultraderechista.

El candidato ultraderechista a primer ministro, Jordan Bardella, denunció “alianzas de deshonor” y pidió a los electores una mayoría absoluta “frente a la amenaza existencial para la nación francesa” que representa a su juicio la coalición de izquierdas.

La alianza de centroderecha del presidente Emmanuel Macron y la coalición de izquierdas inician este lunes una semana de campaña decisiva en Francia para evitar la llegada de un nuevo gobierno de extrema derecha en la Unión Europea.

El partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen y sus aliados obtuvieron más del 33% de votos en la primera vuelta de las elecciones legislativas celebradas este domingo.

Agrupación Nacional puede obtener la mayoría simple, e incluso absoluta, de los 577 diputados de la Asamblea Nacional (cámara baja) tras el balotaje (segunda vuelta) previsto para este 7 de julio, allanando el camino a un gobierno ultraderechista.

“La extrema derecha está a las puertas del poder”, “ningún voto debe ir a RN”, advirtió el domingo por la noche el primer ministro, Gabriel Attal.

Francia escoge a sus diputados en circunscripciones uninominales, con un sistema mayoritario a dos vueltas. Al balotaje pueden acceder en cada circunscripción dos, tres o más candidatos.

Con un RN en posición de fuerza, la presión se recrudeció sobre sus rivales para que se retiren en caso de balotajes con tres candidatos y aumentar así las opciones del mejor posicionado contra un rival ultraderechista.

“Tras la conmoción, hacer frente unidos”, llamaba este lunes en portada el diario de izquierda Libération, junto a una imagen en blanco y negro del candidato de extrema derecha a primer ministro, Jordan Bardella, de 28 años.

Los partidos franceses han aplicado tradicionalmente la política del “cordón sanitario” para aislar al partido heredero del Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen, conocido por sus comentarios racistas y antisemitas.

Macron, cuyo bloque de centroderecha terminó tercero con solo 20% de votos, llamó a una alianza “amplia” contra la extrema derecha durante la segunda vuelta, pero sin aclarar si apoyarán a candidatos de izquierda radical.

Con este panorama, la llegada al poder de la extrema derecha, por primera vez desde la Liberación de Francia de la ocupación de la Alemania nazi en 1945, sumaría un nuevo país en la UE gobernado por esta tendencia, como Italia.

Toda Europa tiene los ojos puestos en Francia. El jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, afirmó que mantiene la “esperanza en la movilización de la izquierda francesa”. En Reino Unido, que el jueves celebra elecciones legislativas, el jefe del partido laborista Kei Starmer, estimó que la “lección” que saca de los comicios franceses es que se debe “responder a las preocupaciones cotidianas” de los electores.

Rusia dijo que sigue “muy de cerca las elecciones en Francia”. La victoria de la ultraderecha podría debilitar la política de Macron de apoyo a Ucrania, frente a Rusia. Aunque el partido de Le Pen, cuyos detractores la consideran cercana a la Rusia de Vladimir Putin, asegura que apoya a Kiev y que quiere evitar una escalada con Moscú.

Recordemos que Macron, cuyo mandato termina en 2027, adelantó la jornada electoral a raíz de la victoria de RN en los comicios europeos en Francia y ahora se arriesga a compartir el poder con un gobierno de otro color político, a menos de un mes de los Juegos Olímpicos de París.

“Necesitamos una mayoría absoluta” para poder gobernar, dijo Le Pen el domingo en su feudo de Hénin-Beaumont, en el norte. Si no logran la mayoría absoluta, Francia podría vivir un período de bloqueo institucional con tres bloques en el Parlamento: izquierda, centroderecha y extrema derecha, y sin posibilidad de convocar nuevos comicios hasta dentro de un año.

Por ello, RN mantiene una aproximación a Los Republicanos (LR), el partido de la derecha clásica francesa, para tratar de ampliar su base y poder disponer de una mayoría con la que formar Gobierno tras las legislativas.

El ultraderechista Agrupación Nacional (RN) mantiene sin cambios su ventaja sobre el Frente Popular de izquierda y el bloque macronista de cara a las primera vuelta de las elecciones legislativas francesas del próximo domingo, según el último sondeo divulgado esta semana.

El RN tiene un 36% de la intención de voto, la misma cifra que en la última muestra de Ifop, mientras que el Frente Popular continúa en el 28.5% y el bloque macronista sigue en el 21%. El partido conservador Los Republicanos baja ligeramente medio punto porcentual para situarse en el 6%.

El sondeo, realizado para Le Figaro, el canal LCI y Sud Radio, realiza una proyección de 220 a 260 escaños para RN y sus aliados, frente a los 289 necesarios para lograr la mayoría absoluta en la Asamblea General.

El Frente Popular tendría de 180 a 210 diputados y el bloque macronista entre 75 y 110, lo que de confirmarse supondría una dura caída desde los 250 que logró hace dos años.

El conservador LR lograría de 23 a 50 diputados, mientras que la Cámara tendría de 5 a 9 independientes de izquierda.

Actualmente, los macronistas tienen una mayoría relativa de 250 diputados, la ultraderecha tiene 88, la izquierda 149, y el LR 61. También hay 22 regionalistas de distintos territorios y 7 no inscritos.

Un 66% de los consultados señalan su intención de ir a votar en la primera vuela. Como comparación, en la primera vuelta de 2022 la participación fue únicamente del 47.51%.

Además, un 82% de los que dicen que irán a votar están seguros de su elección, mientras que un 18% todavía podrían cambiar de opinión.

El presidente Emmanuel Macron llamó a unirse a todos quienes digan “no a los extremos” de cara a las elecciones legislativas francesas, que adelantó tras la victoria de la ultraderecha en las elecciones europeas en Francia.

“Las cosas son sencillas. Hoy tenemos alianzas contra natura en los dos extremos” del espectro político, dijo el mandatario, tres días después del inesperado adelanto electoral, para finales de junio.

Macron se refería a la propuesta del presidente del partido conservador Los Republicanos (LR), Éric Ciotti, de aliarse con el ultraderechista Agrupación Nacional (RN), una posibilidad que rechazó la mayoría de responsables de su formación y que condujo a la exclusión de Ciotti de la formación.

Pero Macron también aludía al acuerdo de socialistas, comunistas, ecologistas y La Francia Insumisa (LFI, izquierda radical) de crear un “nuevo frente popular”, pese a que su anterior alianza Nupes se rompiera por los desacuerdos entre el ala socialdemócrata y la radical.

“Llegado el momento, antes o después de las elecciones, deseo que se unan los hombres y mujeres de buena voluntad que habrán sido capaces de decir no a los extremos”, declaró Macron, llamando a su alianza centrista a conversar con otros partidos.

Macron llegó al poder en 2017 desde el centro atrayendo a los descontentos con la tradicional alternancia entre socialistas y conservadores, y ya durante su reelección en 2022 se presentó como la alternativa a los “extremos”.

El oficialismo quiere atraer especialmente a los descontentos en el Partido Socialista con formar un frente unido con LFI, formación que Macron calificó de “antisemita” y “antiparlamentaria”, y a los conservadores de LR que rechazan el “pacto con el diablo” de la extrema derecha.

Respecto al RN de la ultraderechista Marine Le Pen, criticó su “ambigüedad” con la Rusia de Vladimir Putin y aseguró que quieren “abandonar la OTAN”.

Sobre su decisión de convocar elecciones, que los observadores consideran una “apuesta arriesgada”, Macron explicó que se trata de un “movimiento de aclaración” política para “evitar dar las llaves del poder a la extrema derecha” en 2027.

Admitió su “responsabilidad” en el fracaso de su alianza en las europeas, que atribuyó a que su gobierno no aportó las “respuestas” suficientes a las “inquietudes” de los ciudadanos.

Las elecciones legislativas adelantadas, que contemplan una segunda vuelta, tendrán lugar el 30 de junio y 7 de julio respectivamente.

El adelanto electoral no afecta a Macron, que continuará como presidente hasta 2027, pero lo pone en riesgo de que durante el final de su segundo y último mandato tenga que compartir el poder con un gobierno de otro color político.

Los herederos de Diego Maradona lograron frenar la subasta del Balón de Oro que el astro del fútbol argentino recibió tras la Copa Mundial de 1986 luego que un tribunal francés ordenó este miércoles que el trofeo quedara bajo embargo judicial.

El tribunal de apelaciones de Versalles revirtió una decisión judicial emitida la semana pasada que permitía seguir con la subasta pese al rechazo de los herederos de Maradona.

Para el tribunal de apelaciones, existe una disputa genuina sobre el auténtico dueño del Balón de Oro que Maradona obtuvo tras ser proclamado como el mejor jugador del torneo de 1986.

A la espera de una resolución sobre los méritos del caso, el tribunal ordenó el embargo judicial para evitar el riesgo que el trofeo desaparezca otra vez, pues estuvo desaparecido durante décadas.

Gilles Moreu, el abogado que representa a los cinco hijos de Maradona, informó que procederá a presentar un recurso para que un tribunal revise los méritos del caso y decida quién es el dueño del trofeo. La justicia francesa abrió una investigación el mes pasado tras recibir una querella sobre un supuesto robo.

El trofeo del Balón de Oro, al mejor jugador del Mundial, estuvo extraviado durante décadas en medio de circunstancias que nunca han sido aclaradas, y recientemente apareció. La familia de Maradona asegura que el trofeo fue robado y que el dueño actual no tiene la facultad para venderlo.

Aguttes (casa de subastas) indicó que el trofeo reapareció en 2016 como parte de un lote que adquirió un coleccionista privado en París.

El actual propietario y Aguttes aseguran que cuando el individuo adquirió el trofeo, no sabía que el mismo había sido hurtado.

Maradona recibió el premio en una ceremonia en el cabaret del Lido en los Campos Elíseos en 1986. Posteriormente desapareció, lo que generó todo tipo de rumores. Algunos aseguraron que lo perdió jugando al póker o que lo vendió para pagar sus deudas. Otros aseveraron que Maradona lo guardó de forma segura en un banco en Nápoles y fue robado por una banda de mafiosos de la región en 1989, cuando jugaba en la liga italiana.

Los presidentes de Francia y China, Emmanuel Macron y Xi Jinping, llamaron este lunes a una tregua olímpica en todos los conflictos durante los próximos Juegos de París, que también permita avanzar en la búsqueda de soluciones.

Ambos mandatarios señalaron esta postura durante una declaración conjunta a la prensa tras una reunión bilateral en el Elíseo, en la que discutieron cuestiones internacionales globales y asuntos comerciales a nivel bilateral.

“Pensamos que una tregua olímpica para todos los escenarios de guerra puede ser una ocasión para trabajar en soluciones duraderas dentro del respeto completo al Derecho Internacional”, señaló Macron, mientras que Xi se expresó en términos similares.

En la parte internacional, ambos presidentes divergieron más sobre la guerra de Ucrania que sobre el conflicto en Oriente Medio, y coincidieron en que el mundo afronta un momento “crítico” para el que hace falta mayor coordinación internacional.

Sobre Ucrania, Macron agradeció a Xi “el compromiso de las autoridades chinas” manifestado en otras ocasiones “de no vender armas a Moscú y a controlar estrictamente las exportaciones de tecnologías de doble uso”.

El presidente francés recalcó “el impacto de este conflicto sobre la seguridad europea” y el objetivo de Francia y otros países de “apoyar a Ucrania todo el tiempo que sea necesario”, aunque recalcó que “no estamos en guerra con Rusia ni con el pueblo ruso, ni buscamos sustituir al régimen ruso”.

Xi señaló la oposición de Pekín “a que se utilice esta crisis para centrar la responsabilidad” sobre Rusia y para “lanzar una nueva Guerra Fría”, y urgió a la celebración de una conferencia internacional que sea “reconocida por Rusia y Ucrania” para reanudad el diálogo.

“Apoyamos la construcción de una arquitectura de seguridad europea duradera y equitativa”, añadió el líder chino.

Ambos dirigentes apoyaron el final de las hostilidades en Oriente Medio, donde según Macron “compartimos las mismas preocupaciones y los mismos objetivos”.

Sin embargo, Xi fue más allá al pedir que la comunidad internacional “actúe” para instaurar “inmediatamente” un alto el fuego en Gaza, además de “apoyar la admisión de Palestina en la ONU como miembro de pleno derecho”, así como “relanzar la solución de los dos Estados”.

Los dos presidentes firmaron una serie de acuerdos comerciales y de cooperación, incluyendo en educación y cultura.

Francia vivió este lunes un día histórico al incluir la garantía del aborto en su Constitución, convirtiéndose en el primer país del mundo en dotarse de este tipo de salvaguarda para proteger la interrupción del embarazo.

“Histórico”, “victoria”, “orgullo”, fueron algunos de los adjetivos que emplearon la gran mayoría de líderes de grupos políticos en la sesión extraordinaria del Congreso del Parlamento, que reunió el Palacio de Versalles a la Asamblea Nacional y al Senado para aprobar formalmente la reforma constitucional.

Al final 780 parlamentarios votaron a favor de la reforma constitucional y solo 72 lo hicieron en contra, logrando una votación por encima de los tres quintos requeridos para sacar adelante la primera modificación de la Carta Magna desde 2008.

El cambio aprobado incluye la expresión en el artículo 34 de que la Constitución francesa, señalará que “la ley determinará la forma en que se reconoce la libertad garantizada de las mujeres a recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo”.

“Su cuerpo les pertenece y nadie puede disponer de él en su lugar”, sostuvo el primer ministro, Gabriel Attal, en la intervención que abrió la sesión.

Ausente del Congreso, por la imposibilidad del presidente de influir en el Legislativo, Emmanuel Macron reaccionó a través de la red social X, donde expresó el “orgullo francés” y el “mensaje universal” que lanza el país.

Además, anunció que promulgará la ley el próximo viernes, coincidiendo con la jornada internacional de los derechos de la mujer, y lo hará, por vez primera, en una ceremonia pública que tendrá lugar frente al Ministerio de Justicia.

Macron, decidió lanzar esta reforma constitucional después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos derogó en junio de 2022 el reconocimiento federal al derecho al aborto, dejando su autorización en manos de cada estado.

Por ello, muchas de las intervenciones de este lunes señalaron ese fallo judicial, igual que otras restricciones al aborto ya aprobadas o en proyecto, como en Polonia, Hungría o en Argentina del presidente Javier Milei, como un recordatorio de que los derechos pueden perderse.

La nota discordante la puso la líder ultraderechista Marine Le Pen, quien aseguró, en unas declaraciones al llegar al Palacio de Versalles, que el peligro contra el aborto “no existe”.

“Vamos a votar esta constitucionalización porque no nos supone ningún problema, pero de ahí a hablar de día histórico no. Es un día instrumentalizado por Emmanuel Macron para su propia gloria”, afirmó la líder del segundo mayor grupo de la Asamblea Nacional.

La reunión del Congreso y la votación, la primera para una reforma constitucional en casi 16 años, estuvo llena de elementos simbólicos.

Fue la primera presidida por una mujer, la presidenta de la Asamblea, Yaël Braun-Pivet, y tuvo lugar a casi cincuenta años de la aprobación de la ley de interrupción del embarazo, que lleva el nombre de la entonces ministra de Sanidad, Simone Veil.

Precisamente el primer ministro llegó a Versalles acompañado por el hijo de Veil, Jean, que asistió invitado a la sesión, en la que hubo un aplauso de homenaje a la figura política de su madre, que tras sobrevivir a Auschwitz fue ministra en varias ocasiones y llegó a presidir el Parlamento Europeo.

La garantía del aborto en una Constitución nacional solo tiene un precedente histórico, en 1974 en la desaparecida Yugoslavia, aunque esa garantía se extinguió con el final de ese país.

El Parlamento francés adoptó definitivamente este jueves la nueva ley que regulará la actividad de los “influencers” de internet e impedirá la promoción comercial de ciertos productos y prácticas.

La propuesta de ley había recibido la noche de ayer el respaldo final de la Asamblea nacional (Cámara baja) antes de pasar hoy al Senado. En esa segunda instancia legislativa, la medida obtuvo el voto positivo de los 342 senadores presentes.

La iniciativa, que salió de los diputados Arthur Delaporte (del opositor Partido Socialista) y Stéphane Vojetta (del bloque macronista Renaissance), dará a la profesión una definición legal e impedirá promover ciertas prácticas o productos considerados peligrosos o fraudulentos.

Entre ellos figuran la cirugía estética y las prácticas médicas no contrastadas científicamente, las suscripciones a apuestas deportivas o los productos que contengan nicotina.

Además, habrá una restricción seria a la promoción de productos financieros o criptomonedas. El alcohol, por el momento, no estará comprendido entre las prohibiciones.

Los influentes de las redes sociales que no respeten la norma podrán ser condenados hasta a seis meses de prisión y 300,000 euros de multa, según se señala en el texto.

La ley también contempla otros aspectos de la actividad de estos usuarios de internet, como la necesidad de que haya contratos a partir de ciertas cantidades de dinero por sus servicios o la necesidad de tener un representante legal dentro de la Unión Europea para aquellos que operan desde fuera.

El proyecto de ley busca poner fin a los excesos de los últimos años, con influentes que promueven en redes sociales desde productos financieros complejos (en algunos casos, con acusaciones de fraude) a remedios para curar el cáncer sin respaldo científico.

Expertos han señalado que este podría sentar un precedente internacional, y que más países podrían seguir los pasos de Francia.

Los sindicatos de trabajadores en Francia convocaron una “gran movilización popular” para el 1 de mayo, esto luego de que el Consejo Constitucional francés validó este viernes el retraso de la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años, la principal medida de la reforma de las pensiones aprobada por el gobierno del presidente Emmanuel Macron.

La secretaria general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Sophie Binet, dijo que la concentración debe ser un momento “histórico” para frenar la reforma. Pidió al presidente Macron que “vuelva al sentido común” y retorne la ley a la Asamblea Nacional para que los diputados la puedan debatir y votar”, ya que se aprobó sin un voto en esa cámara.

Recordemos que el gobierno activó un artículo constitucional que le permitía avanzar con la reforma sin someterla en la Asamblea.

La sindicalista advirtió de que, si la reforma se promulga, “ninguna organización sindical irá a reunirse con el presidente para tratar otra cosa que no sea esta reforma”, y acusó a Macron de “gobernar el país contra su pueblo”.

Los ocho principales sindicatos del país se reunirán el próximo lunes para estudiar nuevas medidas de protesta, después de doce jornadas de huelgas y movilizaciones a nivel nacional desde el mes de enero.

Y es que este viernes, el Consejo Constitucional francés validó este viernes el retraso de la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años. Además, el organismo rechazó la solicitud de que la reforma de las pensiones sea sometida a un referéndum de iniciativa ciudadana, según anunció en un comunicado.

Sin embargo, invalidó seis artículos de la ley, especialmente dos relativos al fomento de la contratación de trabajadores mayores de 55 años en las grandes empresas, al considerar que no tenían lugar en una ley de financiación de la Seguridad Social.

Una fuente del organismo explicó a la prensa que, al validar el aumento a 64 años, sus nueve miembros tuvieron en cuenta “que el legislador busca la supervivencia del sistema por repartición, teniendo en cuenta además el aumento de la esperanza de vida”.

También indicó que las deliberación se extendieron durante 16 horas seguidas, pero rechazó decir si la decisión fue o no por unanimidad.

La fuente anunció que el Consejo Constitucional estudiará el próximo 3 de mayo una nueva solicitud de referéndum de iniciativa ciudadana, pero con una cuestión diferente a la planteada hasta ahora.

La nueva petición incluye esta vez una disposición que propone un nuevo impuesto relacionado con el mantenimiento del sistema de pensiones que sí que supondría “un cambio del estado de derecho” admisible por el Consejo.

En todo caso, el gobierno tiene la intención de promulgar la ley este mismo fin de semana, según dijeron fuentes oficiales a medios locales, tras un veredicto que generó reacciones contrapuestas en la clase política francesa.

La primera ministra, Élisabeth Borne, señaló que, con su decisión, el Consejo Constitucional considera que “tanto en el fondo como en el procedimiento”, la reforma está de acuerdo con la Constitución.

En reacción, la presidenta del grupo de La Francia Insumisa en la Asamblea Nacional, Mathilde Panot, dijo que la decisión del Consejo Constitucional supone un “precedente peligroso”, porque el Gobierno podría seguir utilizando la figura legal de un presupuesto rectificativo para “hacer aprobar reformas importantes”.

Por su parte la líder ultraderechista, Marine Le Pen, advirtió por su parte de que la entrada en vigor de “esta reforma brutal e injusta” va a marcar “la ruptura definitiva entre el pueblo francés y Emmanuel Macron”.

El presidente Emmanuel Macron aseguró este miércoles que quiere ver en vigor su impopular reforma de las pensiones “para finales de año” y calificó de “sediciosos” a los manifestantes que endurecieron las protestas desde su adopción por decreto.

“Esta reforma es necesaria. No me hace feliz. Hubiera preferido no hacerla”, aseguró el mandatario francés en una entrevista en las principales cadenas de televisión, la privada TF1 y la pública France 2, asumiendo la “impopularidad” de la medida.

Francia vive un contexto social muy tenso con una ola de protestas marcadas por la violencia desde la semana pasada.

Sus declaraciones son “un desprecio para las millones de personas que manifiestan”, dijo Philippe Martinez, líder del sindicato CGT. Macron “ha echado más brasas a un asador bien prendido”, estimó por su parte el jefe del Partido Socialista, Olivier Faure.

El gobierno enfrenta desde enero un fuerte rechazo a su plan de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y de adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años, y no 42, para cobrar una pensión completa.

Pero la tensión explotó el jueves cuando Macron y su primera ministra Élisabeth Borne anunciaron su adopción por decreto, ya que temían perder la votación en la Asamblea Nacional, incluso con el apoyo de la oposición de derecha.

Desde ese día, París y otras ciudades registran cada noche protestas, en las que manifestantes, en su mayoría jóvenes, queman contenedores y otros elementos.

“No toleraremos ningún desbordamiento”, advirtió Macron que calificó de “sediciosos” a estos manifestantes y los comparó con quienes asaltaron el Capitolio en Estados Unidos en 2021 y las instituciones en Brasil en enero.

“Somos una gran nación y un viejo pueblo que vota a sus responsables y les da legitimidad. Los sindicatos tienen la suya y cuando se manifiestan los respeto, es un derecho protegido por la Constitución”, aseguró Macron en una de sus entrevista.

“Pero cuando hay grupos que utilizan la violencia extrema para atacar a representantes democráticos, cuando usan la violencia sin reglas porque no están contentos, eso no es democracia”, agregó.

En una reunión con los legisladores oficialistas, el mandatario ya había advertido que la “muchedumbre” y los “disturbios” no tenían “legitimidad” sobre los representantes del pueblo, unas declaraciones criticadas incluso por sus aliados.

Las fuerzas de seguridad se encuentran no obstante en el punto de mira por los cientos de detenciones practicadas desde el jueves pasado, que en la gran mayoría de los casos saldan con una liberación sin cargos, y por los métodos usados para controlar las protestas.

Amnistía Internacional alertó este miércoles del “uso excesivo de la fuerza de forma generalizada” y de “las detenciones arbitrarias”, preocupaciones ya expresadas por la oposición de izquierdas, abogados, magistrados e incluso la defensora del pueblo.

Más allá de la reforma, Emmanuel Macron se juega poder aplicar el programa de su segundo mandato, por lo que su entrevista fue muy seguida para conocer sus intenciones y ver si admite algún error, como esperan los analistas.

El jefe de Estado reconoció que su único error fue “no conseguir convencer” sobre la reforma.

Macron fue reelegido hace casi un año, contra su rival ultraderechista Marine Le Pen, con un programa reformista y liberal.

La Asamblea Nacional francesa rechazó este lunes las dos mociones de censura presentadas en el marco de la aprobación por decreto de la reforma de las pensiones que impulsa el gobierno del presidente Emmanuel Macron, aunque el resultado augura un debilitamiento de la primera ministra, Élisabeth Borne.

El rechazo de las dos mociones implica la aprobación de la reforma de las pensiones, lo que desde la semana pasada ha llevado a las calles a cientos de miles de franceses.

La primera moción, presentada por grupo LIOT, Libertad, Independientes, Ultramar y Territorios, fue rechazado por solo nueve votos de diferencia: 287 votos en contra y 278 a favor, mientras que la segunda, la de la formación ultraderechista Unión Nacional que lidera Marine Le Pen, contó sólo con 94 votos a favor.

Sin embargo, en la votación de la primera moción, 19 de los 61 diputados de Los Republicanos han apoyado la salida del gobierno, lo que despierta las dudas sobre el futuro político de Borne.

La dirigencia de Los Republicanos había dado la orden de apoyar al gobierno a pesar de que no forma parte de la coalición que lidera Macron, por lo que estos diputados “rompieron” la disciplina de voto.

Tras la votación, Borne ha destacado en Twitter que “estamos llegando al final del camino democrático de esta reforma esencial para nuestro país”.

Ambas mociones fueron presentadas el viernes, después de que el gobierno de Elisabeth Borne recurriese al artículo 49.3 de la Constitución, que permite aprobar una iniciativa legislativa sin votación en el Parlamento, lo que abrió la puerta a la presentación de dichos instrumentos contra el Ejecutivo.

Para el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, tras el rechazo de estas mociones de censura es necesario una “censura popular” al gobierno en “cualquier lugar y en cualquier circunstancia”.

“El Gobierno ya está muerto. Solo han faltado nueve votos para tumbar al gobierno y su reforma”, ha declarado por su parte la diputada de La Francia Insumisa Mathilde Panot. “La primera ministra (Elisabeth
Borne) obviamente debe dimitir”, añadió.

En tanto, la líder ultraderechista Marine Le Pen ha emplazado a Macron a que “presente otro gobierno a los franceses”. “La crisis no se resolverá si no lo hace”, afirmó en declaraciones a BFMTV.

Durante la votación han continuado las protestas y movilizaciones que desde hace once semanas sacuden a la sociedad francesa con una manifestación en la plaza Vauban del distrito 7 de París, cerca de la Asamblea Nacional.

La manifestación ha sido convocada por la Federación Sur del Ferrocarril. Otra protesta convocada por Los Patriotas está prevista en la plaza del Santo Sulpicio.

Ayer, las autoridades anunciaron nuevas restricciones a las protestas y, al igual que lo sucedido el sábado, está prohibido manifestarse en la plaza de la Concordia y en las inmediaciones de los Campos Elíseos parisinos.