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Los líderes de las democracias más ricas del mundo acordaron el viernes endurecer las sanciones contra Rusia, mientras que un borrador de comunicado que se publicará tras sus conversaciones en la ciudad japonesa de Hiroshima subrayó la necesidad de reducir la dependencia del comercio con China.

Los líderes del Grupo de los Siete (G7), a los que se unirá este fin de semana el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se comprometieron a restringir cualquier exportación a Rusia que pueda ayudarla en su guerra de 15 meses contra Ucrania.

“Esto incluye las exportaciones de maquinaria industrial, herramientas y otras tecnologías que Rusia usa para reconstruir su maquinaria bélica”, afirmaron en una declaración conjunta hecha pública este viernes, en la que añadieron que buscarían medidas para restringir los ingresos por metales y diamantes.

En cuanto a China, a la que las potencias del G7 ven cada vez más como una amenaza para la seguridad económica, debían acordar que su condición de segunda economía mundial significaba que no había otra alternativa que buscar la cooperación.

También reafirmaba la necesidad de paz y estabilidad en el estrecho de Taiwán e instaba a China a presionar a Rusia para que ponga fin a su agresión militar a Ucrania.

Los miembros del G7: Estados Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Canadá e Italia, aprovecharán la reunión de tres días para debatir la estrategia a seguir en un conflicto ucraniano que no da señales de remitir.

Los países del G7 reafirmaron su condena de la agresión rusa y prometieron más apoyo a Ucrania, en términos de ayuda militar y financiera para su economía destrozada por la guerra este año y el próximo.

Zelenski asistirá el domingo, dijeron dos funcionarios implicados en la cumbre del G7, que pidieron no ser mencionados debido a lo delicado del asunto.

Por su parte, Estados Unidos impuso este viernes una nueva batería de sanciones por la guerra en Ucrania que afecta a más de 200 entidades, personas, barcos y aviones que están colaborando con Rusia en su ofensiva.

El secretario de Estado, Antony Blinken, detalló en un comunicado que los nuevos vetos, decididos en el marco de la cumbre del G7 en Hiroshima, Japón, cubren el sector energético, defensivo, minero o tecnológico y a personas que están ayudando a Rusia a aumentar su producción y capacidad energética.

Las acciones forman parte de la última ronda de sanciones y controles a las exportaciones por parte de Estados Unidos y otros países en respuesta a la invasión de Rusia a Ucrania.

Están diseñadas para degradar la base industrial de Rusia y su capacidad para mantener la guerra.

Estados Unidos y una coalición de otros 37 países han impuesto a Rusia controles a la exportación sin precedentes desde su ataque no provocado a Ucrania en febrero de 2022.

En marco de la cumbre, los líderes del G7 expresaron su inquietud por la acumulación de arsenal nuclear “sin diálogo” por parte de China, que dijeron supone “una preocupación para la estabilidad mundial y regional”.

El Grupo de los Siete desveló esa posición en un comunicado conjunto al término de una cena de trabajo a puerta cerrada sobre diplomacia y seguridad, que se celebró en el primer día de la cumbre de mandatarios en Hiroshima.

Hiroshima, la primera ciudad en ser bombardeada con un arma nuclear el 6 de agosto de 1945, es la sede de la 49 reunión del Grupo de los Siete, donde los líderes buscarían mandar un fuerte mensaje por la paz y en contra de las armas nucleares en el contexto de la guerra de Ucrania.

La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, celebró este viernes la decisión del G7 de apostar por poner topes al precio del petróleo ruso, una decisión que dijo, le quitará al presidente Vladímir Putin “ingresos para financiar su brutal” e “ilegal” guerra en Ucrania.

A través de un comunicado, Yellen celebró el deseo del grupo integrado por Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Canadá y Japón, que ayudará a que los precios mundiales de la energía bajen, aseguró.

“El G7 reducirá significativamente la principal fuente de financiación de Rusia para su guerra ilegal, mientras mantiene el suministro a los mercados energéticos mundiales al mantener el flujo de petróleo ruso a precios más bajos”, apuntó la secretaria.

Y es que en una reunión virtual, los ministros de Finanzas del G7 reiteraron este viernes su propósito de reunir los apoyos necesarios para imponer un tope al precio del petróleo ruso.

“Buscamos una coalición amplia para maximizar la efectividad”, dice el documento publicado en la página web del Ministerio de Finanzas alemán, que ejerce la presidencia de turno del grupo de los siete países más industrializados.

Yellen apuntó que espera que “en las próximas semanas” se implemente este límite de precios, que “es una de las herramientas más poderosas que tenemos para luchar contra la inflación y proteger a los trabajadores y las empresas en los Estados Unidos y en todo el mundo de futuros picos de precios causados ​​por interrupciones globales”.

El G7 reiteró su solidaridad con Ucrania y la condena a la agresión rusa y constata que “los costes económicos de la guerra y los consiguientes aumentos de precios los sienten desproporcionadamente los grupos vulnerables en todas las economías y especialmente en aquellos países que ya afrontaban inseguridades alimentarias y desafíos fiscales”.

Asimismo los ministros se mostraron convencidos de que el efecto de las sanciones que ya se han impuesto a Rusia aumentará con el tiempo y aseguraron que seguirán velando por el cumplimiento de estas.

Además, recordaron que en la cumbre de Elmau de junio pasado los líderes del G7 subrayaron que se esforzarían por evitar que Rusia se beneficie de su guerra de agresión y, ahora, en el marco de ese compromiso, proponen que el transporte de petróleo ruso y sus derivados solo se permita a nivel mundial si los productos se venden por debajo de un precio tope.

“El precio tope estará específicamente diseñado para reducir los ingresos rusos y la capacidad de Rusia para financiar su guerra de agresión a la vez que limite el impacto de la guerra en los precios globales de la energía, particularmente para los países de bajos y medianos ingresos”, señala el documento.

Rusia amenazó hoy con suspender el suministro de petróleo y productos derivados del petróleo a los países que decidan limitar el precio del crudo ruso.

“Si imponen restricciones a los precios, simplemente no suministraremos petróleo y productos derivados de petróleo a las empresas o Estados que las imponen, ya que no trabajaremos de manera no competitiva”, dijo el viceprimer ministro Alexander Novak.

Y es que los ministros de Finanzas de los países del G7 (EUA, Alemania, Francia, el Reino Unido, Italia, Canadá y Japón) debatirán mañana la idea de poner un precio límite a las exportaciones de petróleo ruso para evitar que el Kremlin se haga con cuantiosos ingresos a medida que aumenta el precio del barril de crudo.

Novak calificó las propuestas de imponer un tope al precio del petróleo ruso de “completamente absurdas”, y agregó que la medida podría destruir por completo el mercado mundial del crudo.

“La interferencia en los mecanismos de mercado de una industria tan importante como la industria petrolera, que es la más importante en términos de garantizar la seguridad energética de todo el mundo, solo desestabilizará el mercado petrolero”, afirmó el funcionario ruso.

Novak señaló que aquellos consumidores europeos y estadounidenses que ya están pagando altos precios por la energía ahora, serán los primeros que paguen por la medida. “Esto arruinará por completo el mercado”, enfatizó el viceprimer ministro.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski, difundió este lunes un mensaje en video dirigido a la nación, en conmemoración de la derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, y prometió que Ucrania tendrá pronto “dos Días de la Victoria”.

“Nunca olvidaremos lo que hicieron nuestros antepasados en la Segunda Guerra Mundial, donde murieron más de 8 millones de ucranianos. Uno de cada cinco ucranianos no regresó a casa. En total, la guerra cobró al menos 50 millones de vidas”, declaró Zelenski.

El líder ucraniano enfatizó que “pronto habrá dos Días de la Victoria en Ucrania”, antes de aludir a Rusia, que este lunes conmemora su fiesta nacional del Día de la Victoria.

“Y a alguien no le quedará ni uno. Ganamos en ese entonces y ganaremos ahora también”, aseguró, en referencia a la invasión rusa de Ucrania.

Sobre Ucrania, la Comisión Europea intentará entregar una primera opinión en junio sobre el intento de Kiev de convertirse en miembro de la Unión Europea.

El bloque de 27 países ha estado totalmente unido en su apoyo a la resistencia de Ucrania a la invasión de Rusia, al adoptar sanciones económicas sin precedentes contra Moscú desde que inició la guerra en febrero, pero los líderes están divididos en cuanto a qué tan rápido deben movilizarse para aceptar a Kiev como miembro.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo en un mensaje en Twitter que habló hoy con el presidente Zelenski sobre “el apoyo de la UE y el camino europeo de Ucrania. Espero ansiosa recibir respuesta al cuestionario de membresía de la UE”.

Por ahora, Ucrania tiene un “Acuerdo de Asociación” con el bloque, que incluye extensos pactos de libre comercio y ayuda para modernizar la economía de Ucrania.

El intento ucraniano de avanzar rápidamente podría demorar años, ya que se requiere unanimidad entre los miembros actuales para incluir a uno nuevo.

Paralelamente, el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, anunció este lunes que su país dejará paulatinamente de importar petróleo ruso, uniéndose así a las represalias del Grupo de los Siete por la invasión rusa de Ucrania.

Y es que ayer, los mandatarios del G7 se reunieron en teleconferencia y anunciaron su compromiso de prohibir o eliminar gradualmente las importaciones de petróleo ruso, para presionar a Moscú a que ponga fin a su agresión contra Ucrania.

“Es una decisión extremadamente difícil para un país que depende principalmente de las importaciones de energéticos, incluido el petróleo”, dijo Kishida a periodistas. “Pero la unidad del G7 es lo más importante en este momento”, agregó.

Kishida dijo que será un proceso gradual y lento de eliminación de las importaciones de petróleo ruso y que los detalles y el cronograma se decidirán más adelante, ya que el proceso requiere asegurar fuentes de energía alternativas.

Alrededor del 4% de las importaciones de petróleo japonés provienen de Rusia. Japón también ha anunciado la eliminación gradual de las importaciones de carbón ruso.

El G7, que agrupa a las siete principales potencias mundiales, advirtió este jueves a Rusia que seguirá aplicando sanciones hasta que sus tropas abandonen Ucrania y que los responsables de presuntos crímenes de guerra sean procesados.

Los ministros de Relaciones Exteriores del G7 prometieron hoy “mantener y aumentar la presión sobre Rusia al imponer medidas restrictivas adicionales coordinadas para frustrar efectivamente las capacidades rusas para continuar la agresión contra Ucrania”.

Y es que las naciones occidentales ya han impuesto varias rondas de sanciones a Rusia, incluyendo al presidente Vladimir Putin, su familia y asociados, aunque han sido cautelosos en afectar el sector energético del país, por la dependencia que muchos países europeos tienen.

Sin embargo, los ministros del G7 dijeron que están “tomando medidas adicionales para acelerar los planes para reducir nuestra dependencia de la energía rusa, y trabajar juntos para este fin”.

Tras las denuncias esta semana de posibles crímenes de guerra en la ciudad de Bucha, los ministros insisten en que “los responsables de estos actos atroces y atrocidades, incluidos los ataques contra civiles y la destrucción de infraestructura civil, rendirán cuentas y serán procesados”.

También repitieron advertencias sobre el uso de armas químicas, biológicas o nucleares, diciendo que cualquier uso por parte de Rusia de tales armas sería “inaceptable y tendría graves consecuencias”.

En respuesta, Rusia informó que tiene la intención de responder a las sanciones de Estados Unidos contra las hijas del presidente Vladímir Putin como mejor le parezca, advirtió el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.

Ayer, Estados Unidos anunció sanciones a las dos hijas adultas de Putin como parte de un nuevo paquete de medidas contra los sistemas políticos y económicos rusos en represalia por sus presuntos crímenes de guerra en Ucrania.

Peskov dijo en una conferencia telefónica con reporteros que las sanciones “se suman a una línea completamente frenética de varias restricciones” y el hecho de que estas se dirijan a miembros de la familia “habla por sí mismo”. “Esto es algo que es difícil de entender y explicar. Pero, desafortunadamente, tenemos que lidiar con tales oponentes”, añadió Peskov.

Al respecto, el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, aseguró que Moscú se enfrenta a su situación más difícil en tres décadas debido a las sanciones que se le han impuesto, y que dijo, no tienen precedentes; sin embargo indicó que  los intentos extranjeros de aislar a Rusia de la economía mundial fracasarán.

Las sanciones económicas impuestas buscan obligar a Rusia a poner fin a su operación militar en Ucrania y retirar sus fuerzas. Moscú califica sus acciones en Ucrania como una “operación especial” que, según dice, no está destinada a ocupar territorio, sino a destruir las capacidades militares de su vecino y capturar a los que considera como peligrosos nacionalistas.

“Sin duda, la situación actual podría calificarse como la más difícil en tres décadas para Rusia”, dijo Mishustin a la Duma, o Cámara baja del Parlamento. “Este tipo de sanciones no se utilizaron ni siquiera en los tiempos más oscuros de la Guerra Fría”.

El presidente Joe Biden se reúne este jueves con los aliados del G7 para pactar más sanciones contra Rusia por haber invadido Ucrania e informará al pueblo estadounidense de esta crisis que causará una “pérdida catastrófica de vidas”.

En la reunión virtual a puerta cerrada de los líderes del G7 (el Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos) se pactaron más sanciones contra Rusia por haber invadido Ucrania.

Biden informará a los estadounidenses sobre esta crisis que causará una “pérdida catastrófica de vidas” en un mensaje desde La Casa Blanca, esta misma tarde.

Después de la reunión virtual a puerta cerrada que duró una hora y 10 minutos, las potencias occidentales del G7 afirmaron en un comunicado que Rusia desató “una seria amenaza para el orden internacional, basado en reglas”.

Las siete potencias industriales dicen estar “preparadas para actuar” para minimizar las consecuencias en los mercados energéticos mundiales del ataque de Moscú a Ucrania y reiteraron las sanciones a un importante oleoducto de Rusia, país rico en energía.

Antes de la reunión del G7, Biden “convocó una reunión del Consejo de Seguridad Nacional (…) para abordar los últimos acontecimientos en Ucrania”, informó La Casa Blanca.

Durante semanas, mientras Rusia concentraba decenas de miles de tropas y armas en la frontera de Ucrania, Biden ha liderado a la OTAN y otros aliados europeos en su intento de elaborar lo que califica de sanciones “sin precedentes” como medida disuasoria.

Ahora que las negociaciones han fallado, es probable que se centren en golpear duramente a la ya inestable economía de Rusia. “Estados Unidos y sus aliados y socios responderán de manera unida y determinada. El mundo hará que Rusia rinda cuentas”, dijo Biden en sus primeros comentarios ayer por la noche, después de que empezara el ataque a Ucrania.

Biden también habló por teléfono con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, y dijo que había prometido “brindar apoyo y ayuda a Ucrania y al pueblo ucraniano”.

El presidente estadounidense señaló que Zelenski le había pedido que “haga un llamado a los líderes del mundo para que se pronuncien claramente” contra la “flagrante agresión” de Putin.

El martes, después de que Putin anunciara por primera vez que enviaría tropas como “fuerzas de paz” a dos pequeñas áreas ya controladas por separatistas respaldados por Moscú, los países occidentales entraron en acción. El gobierno de Estados Unidos se unió a los aliados europeos para imponer sanciones a dos bancos rusos, la deuda soberana de Moscú y varios oligarcas, entre otras medidas.

El miércoles, cuando las tropas rusas se disponían claramente a atacar, Biden anunció que impondría sanciones al gasoducto de gas natural Nord Stream 2, que une Alemania y Rusia, un país rico en energía. Alemania había anunciado que bloquearía la apertura del oleoducto, que todavía no funciona.

La cumbre del G7 en Cornualles, Inglaterra, comenzó este viernes y ha puesto fin a más de un año sin grandes reuniones globales derivado de la pandemia de la COVID-19.

El primer ministro británico, Boris Johnson, dio la bienvenida a los dirigentes de las democracias más desarrolladas, más la Unión Europea (UE), a quienes felicitó por ver finalmente en persona: “No puedo decir hasta qué punto marca una diferencia”.

Los líderes abordarán desde hoy y hasta el próximo domingo algunos de los problemas más apremiantes del planeta, desde la vacunación contra la COVID hasta el cambio climático.

“Necesitamos aprender de la pandemia, asegurarnos de que no repetimos algunos de los errores que sin duda hemos cometido en los últimos 18 meses”, señaló Johnson ante los dirigentes de Francia, Italia, Alemania, Japón, Canadá y Estados Unidos.

Agregó que los países tampoco pueden permitirse cometer los mismos errores que en la gran recesión de 2008, “cuando la recuperación no fue uniforme por todas las partes de la sociedad”.

Para Johnson, existe el potencial para resurgir “muy fuerte” tras la COVID, además de que apuntó que hay muchas razones para tener optimismo, pero para ello no se deberá volver a caer en los errores de 2008.

Los líderes estarán reunidos en un hotel y un castillo de Cornualles hasta el domingo, con el presidente estadounidense, Joe Biden, en su primer viaje al extranjero desde que asumió el poder, como gran novedad entre los presentes.

En palabras del presidente Joe Biden, esta cumbre marca además el “regreso” de Estados Unidos al multilateralismo, tras los años aislacionistas de Donald Trump.

En la primera sesión plenaria de la reunión del grupo de democracias industrializadas, Johnson resaltó que asegurar la igualdad de oportunidades en la educación debe ser uno de los objetivos calve de la recuperación pospandemia.

El coronavirus ha provocado una “crisis global de la educación sin precedentes” e impidió ir a la escuela a 1,600 millones de niños en todo el mundo en sus peores momentos. Las niñas fueron las más afectadas, dado que la pandemia se sumó a los obstáculos que ya afrontaban antes, incluidos la pobreza, violencia de género y los matrimonios infantiles.

En ese sentido, el Reino Unido anunció hoy una partida de 430 millones de libras para contribuir a la escolarización en todo el mundo, especialmente de las niñas. Los fondos se repartirán entre 90 países de bajos ingresos, en los que viven 1,100 millones de niños, durante los próximos cinco años. Con ellos, el gobierno británico espera formar a 2.2 millones de profesores, construir 78,000 nuevas aulas y adquirir 512 millones de libros de texto.

El presidente Donald Trump continuó este miércoles con sus ataques contra la gestión de China de la crisis del coronavirus al afirmar que la “incompetencia” del país asiático fue lo que provocó una “matanza mundial”.

El mandatario, quien no ha dejado de condenar los efectos del coronavirus en la economía estadounidense, critica diariamente a China, donde el virus fue detectado por primera vez a finales del año pasado.

Trump se refirió en un tuit al informe de “un demente” en China en el que supuestamente se culpa a otros actores por el avance del virus, y exigió que se le explique a este “tonto” que fue la “incompetencia de China y no otra cosa lo que provocó esta matanza mundial”.

Al inicio de la crisis, Trump desestimó los riesgos y dijo en varias ocasiones que China estaba haciéndose cargo de la epidemia, pero a medida que el virus avanzaba cambió su discurso y comenzó a criticar a Pekín diariamente.

En un año electoral en el que el alza del desempleo amenaza sus posibilidades de reelección en los comicios de noviembre, Trump repite desde hace semanas que el duro balance del virus, que ha dejado más 320,000 muertos en el mundo, podría haberse evitado si China hubiera actuado de forma responsable desde que fue detectado en la ciudad de Wuhan.

En sus discursos, Trump también ha amenazado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) con cortar sus contribuciones acusando a la institución de ayudar a China a ocultar el alcance de la epidemia.

Por si no fuera poco, Trump sugirió que la próxima reunión del G7 se celebre de forma presencial, al considerar
que eso sería “una gran señal” de normalización para todos.

“Ahora que el país está ‘transicionando de vuelta hacia la grandeza’ estoy pensando en reprogramar el G7 en la misma fecha o una similar en Washington DC, en el legendario Camp David. Los otros miembros también están empezando a resurgir. Sería una gran señal para todos: normalidad!”, dijo Trump en su cuenta de Twitter.

El propio Trump decidió a finales de marzo cancelar el cónclave de los siete países en persona y sustituirlo por un encuentro por videoconferencia ante el riesgo que suponía la pandemia del coronavirus Covid-19.

El gobierno de Estados Unidos dijo que el G7 apoyó las duras críticas expresadas por el presidente Donald Trump contra la Organización Mundial de la Salud (OMS) por el manejo en la pandemia de Covid-19, instando a una “exhaustiva revisión y reforma” de esa agencia de la ONU.

El tema fue discutido durante una videoconferencia CON los otros líderes del G7, Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Reino Unido, y que tuvo a Trump como anfitrión.

Trump acusa a la OMS de haber ocultado el alcance del brote de coronavirus en China. El martes, anunció que suspendía las aportaciones de Estados Unidos a la agencia, que en 2019 fueron por 400 millones de dólares, el monto mayor de las contribuciones.

Según La Casa Blanca, los otros mandatarios del G7 se mostraron solidarios con la postura de Trump.

“Los líderes reconocieron que los países del G7 contribuyen anualmente con más de 1,000 millones de dólares a la Organización Mundial de la Salud (OMS), y buena parte de la conversación se centró en la falta de transparencia y la mala gestión crónica de la pandemia por parte de la OMS”, informó La Casa Blanca en un comunicado.

“Los líderes instaron a una exhaustiva revisión y proceso de reforma” de la OMS, agregó.

Adicional, los líderes acordaron coordinar el relanzamiento de sus economías una vez que comience a ceder la pandemia de coronavirus con el fin de asegurar “cadenas de abastecimiento confiables” en el futuro.

“Los líderes del G7 instruyeron a sus ministros a trabajar conjuntamente para preparar el relanzamiento de todas las economías del G7 sobre la base de fundamentos que permitan a estas naciones restablecer el crecimiento económico con sistemas de salud fortalecidos y cadenas de abastecimiento confiables”.

Asimismo, se acordó mantener un compromiso para tomar todas las medidas necesarias con el fin de asegurar una fuerte respuesta global y coordinada a esta crisis sanitaria y la calamidad humanitaria y económica, así como lanzar una recuperación sólida y sustentable.

Los líderes de la Unión Europea, que también participaron de la videoconferencia, dijeron en un comunicado que el comercio será crucial “tanto para superar la crisis inmediata como para asegurar una recuperación económica robusta”.

Los ministros de Finanzas y presidentes de los bancos centrales del G7 prometieron este martes “hacer todo lo necesario” para salvaguardar la economía y el empleo ante la crisis provocadas por la pandemia del nuevo coronavirus, Covid-19.

“Haremos todo lo necesario para restaurar la confianza y crecimiento económico y para proteger los empleos, empresas y recuperación del sistema financiero”, dicen un comunicado emitido por los ministros, en el que también afirman estar trabajando en forma conjunta en “paquetes sustanciales y complementarios” para ayudar a las empresas a afrontar la crisis.

Paralelamente a los esfuerzos de los países para extender los servicios de salud, los ministerios de Finanzas del G7 recomendaron desarrollar un apoyo en materia de liquidez y una expansión fiscal para atenuar los impactos económicos negativos asociados a la propagación del coronavirus, añadieron en el comunicado.,

También indicaron su voluntad de apoyar la economía tanto tiempo como sea necesario, en tanto pidieron enfocar “eficazmente” los esfuerzos para respaldar a los ciudadanos y las empresas más vulnerables.

“Nos comprometemos a mantener políticas expansivas tanto tiempo como sea necesario y estamos listos a tomar nuevas medidas, utilizando todos los instrumentos disponibles en función de nuestros mandatos”, añadieron.

El G7, que reúne a Alemania, Canadá, Francia, Estados Unidos, Italia, Japón y Reino Unido, destaca igualmente que la economía mundial está mejor parada que cuando estalló la crisis financiera de 2008.

Los bancos centrales y ministerios de Finanzas señalan asimismo que mantienen contactos “estrechos”, intercambiando información sobre la evolución económica y financiera de la situación, para dar una respuesta coordinada a la pandemia.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió ayer que la recesión que seguirá a la pandemia puede ser peor que la que provocó la crisis financiera de 2008.

La titular del FMI, Kristalina Georgieva, pidió a las economías avanzadas brindar más apoyo a los países de bajos ingresos, que enfrentan una salida masiva de capital, y dijo que el el organismo está “listo para desplegar toda (su) capacidad de préstamo de un billón de dólares”.

En 2009 el PIB mundial se contrajo 0.6%, según datos del FMI. Para las economías más desarrolladas, la caída fue de 3.16%. El FMI espera una reactivación en 2021.

La Unión Europea cerrará todas sus fronteras con el exterior durante 30 días debido al avance del coronavirus, que ha dejado hasta la fecha más de 7,000 muertos en el mundo; para frenar la propagación del Covid-19, los líderes del G-7 prometieron este lunes dar una “respuesta contundente”.

“Todos los viajes entre países no europeos y la Unión Europea quedarán suspendidos durante 30 días”, anunció el presidente francés, Emmanuel Macron. “La pandemia de COVID-19 es una tragedia humana y una crisis sanitaria global, que también plantea grandes riesgos para la economía mundial”, dijeron por su parte los dirigentes del grupo de los siete países industrializados (G7) en un comunicado publicado después de una cumbre extraordinaria por videoconferencia.

El G7 prometió coordinar esfuerzos para retrasar la propagación del virus, incluso mediante medidas adecuadas de gestión de las fronteras.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió este lunes a los países que hagan pruebas “en cada caso sospechoso” de coronavirus. “No se puede apagar un fuego con los ojos vendados”, dijo el director del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Desde el comienzo de la epidemia se contabilizaron más de 175,530 casos de contagio en 145 países o territorios. Europa se ha convertido en el nuevo epicentro de la pandemia, según la OMS, con 61,073 casos, de ellos 2,711 muertos

La explosión del número de casos llevó a los Estados europeos a confinar a sus poblaciones, cerrar fronteras y decretar estrictas cuarentenas.

En Italia, el país más afectado en Europa y que superó los 2,000 muertos de un total de 27,980 contagios, el gobierno pidió una “coordinación europea” en materia de sanidad y economía.

España cerró sus fronteras terrestres; en Alemania entraron en vigor los controles fronterizos y sus habitantes están llamados a “quedarse en casa” y a renunciar a las vacaciones; Suiza decretó el estado de emergencia, Portugal prohibió casi “todas las reuniones públicas y privadas”. El gobierno británico pidió evitar todo contacto y desplazamiento “no esencial”. Rusia también cerró sus fronteras a los extranjeros.

El martes se celebrará una reunión extraordinaria de los 27 dirigentes de la Unión Europea.

Este martes el gobierno de Brasil rechazó  20 millones de euros en fondos de emergencia para combatir los incendios del Amazonas que había ofrecido el presidente francés Emmanuel Macron en nombre de los países del G-7.

El dinero, parte de un plan del G-7 para apagar los incendios y luego proteger la selva tropical, es una amenaza para la soberanía de Brasil, declaró el presidente Jair Bolsonaro a los periodistas. Agregó que Macron tendría que “disculparse por los insultos en mi contra” antes de cualquier discusión sobre la ayuda al Amazonas.

En una respuesta iracunda a un comentario hecho por Bolsonaro en las redes sociales, Macron señaló el lunes que esperaba que “los brasileños pronto tengan un presidente digno de ellos”.

Se refería a un comentario sarcástico hecho por el mandatario brasileño en una publicación de Facebook en la que se burló de la apariencia física de la primera dama francesa, Briggite Macron.

Anteriormente, el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Ernesto Araujo, calificó la iniciativa liderada por Francia en esa región del país sudamericano como “redundante” y acusó a la comunidad internacional de no cumplir con las promesas anteriores de financiamiento para la región acordada con las Naciones Unidas.

El presidente Jair Bolsonaro dijo este martes que Brasil estaría dispuesto a analizar la ayuda ofrecida por el G7 para combatir los incendios en la Amazonía si su homólogo francés Emmanuel Macron “retira los insultos” que hizo contra él.

“Primero el señor Macron debe retirar los insultos que hizo contra mi persona. Primero me llamó mentiroso y después, por informaciones que tuve, (dijo) que nuestra soberanía en la Amazonía es una cuestión abierta”, afirmó Bolsonaro a periodistas que lo cuestionaron sobre el anuncio de su jefe de gabinete, Onyx Lorenzoni, de rechazar la ayuda del G7.

“Para conversar o aceptar cualquier cosa de Francia, que sea con las mejores intenciones posibles, él (Macron) tendrá que retirar esas palabras y a partir de ahí, podemos conversar”, añadió.

Y es que la noche de ayer, Lorenzoni dijo que Brasil rechazaría el fondo de 20 millones de dólares ofrecido por las potencias del G7 durante su cumbre de Biarritz para combatir los incendios en los países amazónicos.

“Agradecemos (la oferta), pero tal vez esos recursos sean más relevantes para reforestar Europa”, dijo Lorenzoni a un blog del portal de noticias G1.

Las tensiones entre Francia y Brasil se vienen incrementando desde que Macron llamó la semana pasada a los líderes de las principales democracias industriales a una discusión de urgencia en la cumbre del G7 sobre los incendios en la Amazonía. Bolsonaro replicó acusándolo de tener una “mentalidad colonialista”.

El intercambio de palabras alcanzó incluso el lado personal con el presidente Bolsonaro riéndose en Facebook de un comentario hecho contra Brigitte Macron, primera dama de Francia.

“Es triste”, respondió Macron. “Espero que rápidamente los brasileños tengan un presidente que se comporte a la altura”, agregó.

Los países del G7 prometieron este lunes una ayuda de emergencia de 20 millones de dólares y el envío de aviones bombarderos, para la Selva Amazónica, que ha sido azotada por grandes incendios en los últimos días.

El acuerdo llegó durante la cumbre en la que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, arremetió contra comentarios “insultantes” de su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro.

“La pérdida del pulmón del planeta es un problema mundial”, declaró Macron al cierre de un encuentro de tres días con los dirigentes de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Italia, Canadá y Japón, en el que los incendios en la Amazonía fueron uno de los temas que centraron los debates.

Macron, anfitrión este año del foro de potencias industrializadas occidentales, anunció un plan en dos etapas, en cuya elaboración participó el presidente de Chile, Sebastián Piñera. El mandatario chileno, que acogerá en diciembre la COP25, fue el único mandatario sudamericano invitado al cónclave en Biarritz.

Además de una ayuda inmediata de 20 millones de euros, que incluye el envió de una flora aérea para combatir las llamas, los mandatarios del G7 decidieron poner en pie un plan de ayuda a mediano plazo destinado a la reforestación que será presentado en la Asamblea General de la ONU a fines de septiembre.

Esta “iniciativa para la Amazonía” requerirá el acuerdo de Brasil y de los otros ocho Estados amazónicos, en relación estrecha con ONG’s y las poblaciones locales.

Además de los 20 millones desbloqueados por los países del G7, Reino Unido prometió 10 millones de libras esterlinas (unos 12 millones de dólares) para restaurar el hábitat de la mayor selva tropical del planeta, donde las llamas han arrasado miles de hectáreas de la Amazonía, un espacio ecológico de 5.5 millones de kilómetros cuadrados.

La cumbre del G7 concluirá esta tarde, con una serie de ruedas de prensa, que incluirán mensajes conjuntos entre Macron y Trump, quien presidirá el próximo G7.

Este domingo, Estados Unidos y Japón alcanzaron un principio de acuerdo comercial que el presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro japonés dijeron esperaban firmar en Nueva York el próximo mes.

Si se finaliza, el acuerdo enfriaría una disputa comercial entre los dos aliados justo en momentos en que escala la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China.

El representante comercial estadounidense Robert Lighthizer dijo que el acuerdo cubría agricultura, aranceles industriales y comercio digital. Los aranceles del sector automotriz continuarían sin cambios.

Trump dijo que Japón había aceptado comprar el exceso de maíz con el que cuentan los productores de Estados Unidos como resultado de la pelea comercial entre Washington y Pekín. Abe se refirió a una potencial adquisición del maíz y dijo que sería manejada por el sector privado.

“Es una transacción muy grande y hemos acordado en principio. Es por miles de millones de dólares. Tremendo para los productores agrícolas”, dijo Trump a los reporteros sobre el acuerdo durante un anuncio junto con Abe en el encuentro del G7 en Francia.

El líder japonés dijo que había trabajo por delante pero expresó optimismo de que se completaría para el momento de la Asamblea General de la ONU el próximo mes.

Lighthizer resaltó que Japón importa productos agrícolas de Estados Unidos por alrededor de 14 mil millones de dólares y dijo que el trato abriría mercados a más de 7 mil millones de dólares en productos.

Este domingo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump negó este versiones de que los líderes del Grupo de los Siete lo recibieron entre tensión en la cumbre en Francia.

“Los líderes se están llevando muy bien”, escribió el mandatario en un tuit la madrugada de este domingo.

Trump está tratando de usar la cumbre para convencer a los demás líderes a tomar medidas contra el letargo de la economía, en medio de temores que podría afectar su reelección.

Sin embargo los demás gobernantes, entre ellos el primer ministro británico Boris Johnson, están tratando de convencer a Trump de dejar su guerra comercial con China y otros países, que ellos consideran la verdadera causa del problema.

“Nuestro País, económicamente, va de maravilla, ¡es la envidia del mundo!”, tuiteó Trump.

Luego, al reunirse con Johnson el domingo, se le preguntó si se arrepentía de algo en cuanto a las relaciones con China.

“Me arrepiento de una cantidad de cosas”, respondió el mandatario, antes de insistir en que “nos llevamos muy bien ahora mismo con China”.

Trump además declaró que confía en que el primer ministro Johnson puede sacar a su país de la Unión Europea.

Cuando se le preguntó a Trump si tenía algún consejo para Johnson, Trump respondió: “Él no necesita consejo, es el hombre adecuado para la tarea”.

Trump y Johnson luego emitieron un comunicado conjunto prometiendo buscar un acuerdo comercial entre sus dos países luego que Gran Bretaña deje la Unión Europea.

Los dos países crearán una comisión conjunta para dirimir temas comerciales, dice la declaración. Johnson se ha quejado de las restricciones que Estados Unidos impone a las importaciones.

Por otra parte, el mandatario estadounidense comentó que “es posible” que invite Rusia a reincorporarse al G7.

Rusia era miembro de lo que entonces se llamaba el Grupo de los Ocho, pero fue expulsada en el 2014 debido a su invasión de Crimea en Ucrania.

Los países europeos insisten en que Rusia primera debe adherirse al Acuerdo de Minsk sobre Ucrania. Trump no mencionó condición alguna para invitar a Rusia.