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México creó 264,959 empleos formales en el primer trimestre del año, a pesar de haber perdido 465 puestos en marzo,  informó este viernes el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

El instituto atribuyó la caída del empleo formal en marzo al “efecto estacional de la Semana Santa”.

Con estos datos, el IMSS registra un total de 22 millones 289 mil 345 empleos formales, un aumento anual del 2.3%.

El dato del primer trimestre del año contrasta con las 384,882 plazas que desaparecieron en diciembre, lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) atribuyó a un fenómeno coyuntural en el que las empresas despiden a sus trabajadores para evitar que acumulen años de antigüedad y cobren los bonos de fin de año.

El IMSS destacó que los sectores económicos con el mayor crecimiento anual en puestos de trabajo formales fueron transportes y comunicaciones, con 6.3%; la construcción, con 4.5%, y el comercio, con 3.3%.

Por estados destacan Quintana Roo, Hidalgo y Chiapas con aumentos anuales por encima del 5%.

El instituto también resaltó un incremento anual nominal del 9.9% en el salario promedio, que alcanzó 577.2 pesos diarios en marzo.

Este aumento, aseveró, es “el tercero más alto registrado de los últimos 22 años considerando solo marzos y, desde enero de 2019, el salario base de cotización mantiene aumentos anuales nominales iguales o superiores al 6%”.

El informe del IMSS también muestra el registro de más de 1.07 millones de patrones o empleadores, un aumento anual del 0.4%.

La institución cerró 2023 con la creación neta de más de 650,000 empleos formales, con un máximo histórico de 22.4 millones de trabajadores inscritos en noviembre.

La economía perdió 2,168 empleos formales en julio pasado, con lo que rompió con la racha positiva de nuevas plazas creadas mes con mes en lo que va del año, informó este lunes el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Con esta cifra, se acumuló un saldo neto de 512,243 empleos creados este año, con lo que el IMSS suma un total de 21millones 885 mil 139 de afiliados, lo que representa un aumento interanual del 3.8% aunque un retroceso mensual de 0.01%.

Con el dato negativo, se perdió una tendencia alcista en la que había creado más de 514,000 trabajos formales en la primera mitad de 2023, su segundo aumento más alto desde que hay registros.

El IMSS destacó que los sectores económicos con el mayor crecimiento anual en puestos de trabajo formales hasta julio fueron los de construcción, con 10%; transportes y comunicaciones, con 5.4%, y comercio, con 4.5%.

Por estados destacan Baja California Sur, Quintana Roo y Tabasco con aumentos anuales por encima del 8%.

El Instituto también resaltó un incremento anual nominal del 10.6% en el salario promedio, que alcanzó los 536.8 pesos diarios.

Este incremento es “el segundo más alto registrado de los últimos 22 años considerando solo julios y, desde enero de 2019, el salario base de cotización mantiene aumentos anuales nominales iguales o superiores al 6%”, según el reporte del IMSS.

El Instituto también reportó más de 1.07 millones de patrones, lo que representa un aumento anual de 0.8%.

Recordemos que el IMSS cerró 2022 con la creación de más de 750,000 empleos formales, el tercer mayor incremento anual desde que hay registro.

Los datos muestran una recuperación del empleo en México tras la pandemia de COVID-19, cuando había 20.6 millones de trabajadores formales registrados en el IMSS en febrero de 2020, pero perdió casi 1.19 millones de puestos entre marzo y julio de 2020, que no recuperó hasta noviembre de 2021.

En febrero pasado se crearon 175,874 empleos formales, con lo que suman 287,573 plazas generadas en el primer bimestre del año, según informó este martes el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Con estos datos, el IMSS registra un total de 21 millones 660 mil 469 empleos formales, lo que representa un avance mensual del 0.8% y uno anual de 3.4%.

El instituto afirmó que, mes contra mes, es “el segundo mayor aumento desde que se tenga registro considerando solo los meses de febrero”.

Recordemos que el IMSS cerró 2022 con la creación de más de 750,000 empleos formales, el tercer mayor incremento anual desde que hay registro.

Las cifras muestran una recuperación del empleo en México tras la pandemia de COVID, pues tenía 20.6 millones de trabajadores formales registrados en el IMSS en febrero de 2020, pero perdió casi 1.19 millones de puestos entre marzo y julio de 2020 que no recuperó hasta noviembre de 2021.

Aunque el IMSS es el principal indicador del trabajo formal en México, analistas advierten que presenta un retrato parcial porque en el país casi 55% de la fuerza laboral es informal, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El IMSS destacó que los sectores económicos con el mayor crecimiento anual en puestos de trabajo formales son el de transportes y comunicaciones con 5.7%, la construcción con 5.6% y el de servicios para empresas con 4.4%.

Por estado, destacan Tabasco, Baja California Sur y Quintana Roo con aumentos anuales por arriba del 8.5%.

El instituto también resaltó un incremento anual nominal del 11.2% en el salario promedio, que alcanzó los 523.2 pesos diarios, el aumento más alto registrado de los últimos 20 años considerando cualquier mes.

Esto es el incremento “más alto registrado de los últimos veinte años considerando solo febreros y, desde enero de 2019, el salario base de cotización mantiene aumentos anuales nominales iguales o superiores al 6,0%”, destacó el IMSS.

El organismo también reportó más de 1.06 millones de patrones, lo que representa un aumento anual de 1%.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que al 31 de diciembre de 2019, se tuvo registro de 20,421,442 (veinte millones cuatrocientos veintiún mil cuatrocientos cuarenta y dos) puestos de trabajo.

Indicó que de dichas plazas, el 86% son permanentes y el 14% eventuales. Precisó que en los últimos años, estos porcentajes se han mantenido relativamente constantes.

Sin embargo, reconoció que “como todos los cierres de año y debido a factores estacionales, se registra una caída de 382,210 puestos, equivalente a una tasa mensual de -1.8%”.
Señaló que dicha disminución es similar a la reportada en los diciembres desde que se tiene registro, con una tasa promedio de -1.8%.
Resaltó que pese a la caída reportada, la creación de empleo en 2019 fue de 342,077 puestos, equivalente a una tasa anual de 1.7%, de los cuales, el 95.4% corresponde a empleos permanentes.
Detalló que el crecimiento anual registrado fue impulsado por el sector de comunicaciones y transportes con 5.6%, comercio con 2.4% y servicios para empresas con 2.4%.
En ese sentido enfatizó que los estados con mayor incremento anual de afiliación son Nayarit, Campeche y Querétaro con porcentajes superiores a 5%.
Finalmente indicó que al 31 de diciembre de 2019, se tuvieron registrados ante el Instituto 1,001,793 (un millón mil setecientos noventa y tres) patrones, equivalente a un crecimiento anual de 2.4%.

En una historia de portada en esta revista de hace casi una década, Dean Barnett (fallecido) elogió a “la generación del 11-S” y ofreció la esperanza de contribuir más a la nación que sus padres :

 

En la década de 1960, la historia llamó a los Baby Boomers. No contestaron el teléfono.

Frente a un conflicto que definía la generación, la guerra fría, los boomers -los que en cualquier caso llegaron a ser emblemáticos de su generación- tomaron el camino opuesto de sus padres durante la Segunda Guerra Mundial. Tristemente, los excesos de Woodstock se convirtieron en la cara de la respuesta de los Boomers a su momento de desafío. Las protestas de la guerra donde los jóvenes agitados se burlaban de los soldados estadounidenses .

Pocos de los líderes de esa generación se unieron a los militares. La mayoría calculó cómo podían evitar el servicio militar, y su actitud sobrevivió a lo largo del resto del siglo. En los años 70, 80 y 90, el servicio militar no se recibió a la mayoría de los jóvenes como una opción, y mucho menos un deber.

Pero ahora, una vez más, la historia está llamando. Afortunadamente, la generación actual parece recordar más a sus abuelos que a sus padres.

 

Bueno, en la última década, la historia ha tomado su camino astuto y difícil. La esperanza de que la generación del 11-S llegara al rescate del país resultó ser errónea. Los jóvenes se sintieron atraídos por Barack Obama como candidato, y permanecieron lealmente fieles a él como presidente. Pero cada generación tiene derecho a un error.

 

Y luego en 2014 una serie de jóvenes candidatos de la generación del 11-S, en su mayoría republicanos, fueron elegidos para cargos. Algunos habían servido en el ejército y otros no, pero parecían manifestar, de varias maneras, una especie de seriedad e impresión de la clase que Dean Barnett había visto en algunos de sus compañeros. Y con Hillary Clinton como el favorito candidato demócrata, ¿y qué mejor regresión que los Clinton de todo lo que estaba mal con los boomers?, parecía que el Partido Republicano, por el contrario, podría convertirse en un gran nuevo partido; el vehículo de una generación poseída de una ética de autogobierno y responsabilidad.

 

Luego vino Donald Trump. Resultó que el asalto de los baby boomers al bienestar de la nación aún no se había gastado. De hecho, los boomers habían reservado lo peor para el final.

 

Ahora, un nuevo estudio de Pew Research Center sugiere que casi una cuarta parte de las personas entre 18 y 30 años que a finales de 2015 identificaron como republicanos o que se inclinaban republicanos, han cambiado de opinión y abandonado el bando. El partido republicano, a pesar de todos sus problemas, hace unos años parecía estar a punto de ser conducido por un grupo de hombres y mujeres más jóvenes y más impresionantes. En cambio, ahora tiene a Donald Trump al frente, y los jóvenes están decidiendo que el partido no es para ellos.

 

¿Qué se puede hacer? El Presidente Trump no va a ninguna parte en el futuro cercano. Pero quizás se le puede impedir definir el republicanismo, y por lo mismo, el conservadurismo.

 

Porque hay una gran diferencia entre un partido republicano que se permite convertirse en una filial de la Organización Trump y un partido con líderes que se oponen a Trump o al menos aparte de él. Hay una gran diferencia entre un partido que abraza un futuro de Trumpiano y uno que define su propio futuro. Hay una gran diferencia entre un partido de resentimiento y un partido de reforma, uno que parece estar entre una fiesta infantil y una fiesta juvenil.

 

Texto publicado en The Weekly Standard, por William Kristol

Foto: Archivo APO