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La viabilidad de una propuesta respaldada por Estados Unidos para poner fin a casi nueve meses de guerra en Gaza quedó en duda este lunes después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijera que únicamente aceptaría un acuerdo de cese el fuego “parcial” que no pusiera fin a la guerra.

En una entrevista transmitida ayer por la noche a un medio conservador y afín a Netanyahu, el mandatario israelí dijo que estaba “preparado para llegar a un acuerdo parcial, esto no es un secreto, que nos devuelva a algunas de las personas”, en alusión a los aproximadamente 120 rehenes que siguen retenidos en la Franja de Gaza.

“Pero estamos comprometidos con continuar la guerra tras una pausa, para completar el objetivo de eliminar a Hamás. No estoy dispuesto a renunciar a eso”, añadió.

Las palabras de Netanyahu no se diferenciaban mucho de lo que ha dicho en el pasado sobre sus términos para un acuerdo. Pero se producían en un momento sensible en el que Israel y Hamás parecían distanciarse en las negociaciones sobre la propuesta más reciente de cese el fuego, lo que podrían ser otro revés para los mediadores que intentan detener la guerra.

Las declaraciones de Netanyahu eran un gran contraste con los términos generales del plan detallado a finales del mes pasado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que lo presentó como un proyecto israelí, y al que algunos en Israel se referían como “el acuerdo de Netanyahu”.

El plan de tres fases supondría la liberación de los rehenes que quedan a cambio de cientos de palestinos encarcelados por Israel. Pero las disputas y la desconfianza sobre aplicación del acuerdo persisten entre Israel y Hamás.

Hamás ha insistido en que no liberará a los cautivos que quedan a menos que haya un cese al fuego permanente y una retirada completa de las fuerzas israelíes de Gaza. Cuando Biden anunció la nueva propuesta el mes pasado, dijo que incluía ambas cosas.

Pero Netanyahu dice que Israel sigue comprometido con destruir la capacidad militar y de gobierno de Hamás y con asegurarse de que nunca pueda volver a realizar un ataque como el del 7 de octubre.

En la entrevista, Netanyahu dijo que la fase actual de los combates está terminando, lo que sienta las bases para que Israel envíe más tropas a su frontera norte para hacer frente a la milicia libanesa Hezbolá en lo que podría ser un nuevo frente de la guerra. Sin embargo, dijo que eso no significaba que la guerra en Gaza hubiera terminado.

Durante la fase inicial de seis semanas, los dos bandos negociarían un acuerdo sobre la segunda fase, que según Biden incluiría la liberación de todos los rehenes vivos, incluidos soldados varones, y la retirada total israelí de Gaza. El cese al fuego temporal se convertiría en permanente.

Tras la emisión de la entrevista, Hamás dijo que representaban una “confirmación inconfundible de su rechazo” al acuerdo apoyado por Washington, que también fue respaldado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

La milicia palestina dijo que la posición de Netanyahu “contrasta” con lo que según el gobierno estadounidense había aprobado Israel. El grupo dijo que su insistencia de que cualquier acuerdo incluya un cese al fuego permanente y la retirada de todas las fuerzas israelíes de la totalidad de la Franja de Gaza era “una necesidad inevitable para bloquear los intentos de Netanyahu de evasión, engaño y perpetuación de la agresión y la guerra de exterminio contra nuestro pueblo”.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo este mes durante una visita a la región que algunas de las peticiones de Hamás eran “factibles” y otras no, sin entrar en detalles.

Tanto Netanyahu como Hamás tienen incentivos en mantener la devastadora guerra en marcha pese al coste catastrófico sobre los civiles en Gaza y el creciente descontento en Israel tras tantos meses en los que el gobierno no ha logrado su objetivo de recuperar a los cautivos y derrotar a Hamás.

Las familias de los rehenes han ido perdiendo la paciencia con Netanyahu y creen que sus aparentes reparos a avanzar en un acuerdo tienen motivaciones políticas. Un grupo que representa a las familias condenó las declaraciones de Netanyahu, que consideró como un rechazo israelí a la propuesta más reciente de alto el fuego.

Los tanques israelíes alcanzaron este martes el centro de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, el mismo día en que Irlanda, España y Noruega reconocieron el Estado de Palestina y a pesar de las condenas internacionales por un bombardeo contra un campo de refugiados el domingo pasado.

La decisión de los tres países europeos indignó a Israel, que la considera una “recompensa” para Hamás, movimiento islamista que gobierna Gaza desde 2007 y contra el cual Israel libra una guerra desde hace más de siete meses.

Con España, Irlanda y Noruega, el Estado de Palestina pasó a estar reconocido por 145 países de los 193 estados miembros de la ONU, aunque la lista no incluye a la mayoría de las potencias occidentales.

En las últimas horas, la comunidad internacional ha expresado su indignación por un bombardeo israelí el domingo por la noche en el campo de refugiados de Barkasat, a las afueras de Rafah, que mató a 45 personas e hirió a 249, según el Ministerio de Salud de Gaza.

Al respecto, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá este martes con carácter de urgencia a petición de Argelia, miembro no permanente del Consejo.

Pese a estos llamados y repudio, las fuerzas israelíes continuaron este martes con su campaña de bombardeos y de tiros de artillería en el centro y en el oeste de Rafah, una ciudad fronteriza con Egipto, en el marco de una operación terrestre emprendida a principios de mayo.

Los tanques israelíes fueron “desplegados en la rotonda de Al Auda, en el centro de la ciudad de Rafah”, dijo un testigo citado por la agencia AFP. Una fuente de seguridad de Rafah también confirmó haber visto tanques israelíes en el centro de la ciudad.

Según la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), un millón de civiles huyeron de Rafah desde que Israel inició su operación terrestre.

“Esto ocurrió con ningún lugar seguro al que ir y entre bombardeos, escasez de comida y agua”, denunció la UNRWA en X, asegurando que prestar ayuda en esa zona es “casi imposible”.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se refirió al bombardeo del domingo en Rafah como “un accidente trágico” y el Ejército indicó que investigará la muerte de víctimas civiles.

En un primer momento, aseguró que había apuntado contra altos cargos de Hamás con “municiones precisas”.

La Casa Blanca se declaró “impactada” por el ataque y pidió a Israel “tomar todas las precauciones para proteger a civiles”, mientras que China expresó su “fuerte preocupación” frente a las operaciones israelíes en Rafah.

Naciones Unidas reclamó una investigación “completa y transparente” del bombardeo y el secretario general, António Guterres, lo condenó, afirmando que “mató a numerosos civiles inocentes que sólo buscaban refugio de este mortífero conflicto”.

La Media Luna Roja palestina afirma que el lugar bombardeado por Israel había sido designado “como una zona humanitaria”.

El bombardeo se produjo horas después de que Hamás disparara cohetes contra Tel Aviv y otras zonas de Israel, sin causar víctimas, y dos días después de que la Corte Internacional de Justicia, el máximo tribunal de la ONU, ordenara al gobierno de Netanyahu que suspendiera sus operaciones en Rafah.

La guerra estalló el pasado 7 de octubre, cuando comandos islamistas mataron a más de 1,170 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel, además de que secuestraron a 252 personas. Según el Gobierno 121 permanecen secuestradas en Gaza, de las cuales 37 habrían muerto.

En respuesta, Israel prometió “aniquilar” a Hamás y lanzó una ofensiva aérea y terrestre contra Gaza, que ha dejado hasta el momento 36,096 muertos, en su mayoría mujeres y niños, según el Ministerio de Salud gazatí.

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) exigió este viernes a Israel “detener inmediatamente” su ofensiva militar en Rafah, y le ordenó garantizar el acceso sin impedimentos a la Franja de cualquier misión que busque investigar las denuncias por genocidio contra las autoridades israelíes.

En una nueva orden de medidas cautelares en protección de los derechos de los palestinos, protegidos como grupo por la Convención sobre el Genocidio, la CIJ urgió a Israel a “detener inmediatamente su ofensiva militar y cualquier otra acción en la gobernación de Rafah que pueda imponer al grupo palestino en Gaza condiciones de vida que puedan causar su destrucción física total o parcial”.

Además, le ordenó “tomar medidas efectivas para asegurar el acceso sin impedimentos” a toda la Franja de “cualquier comisión de investigación, misión de determinación de hechos u otro organismo investigativo” bajo órdenes de alguno de los órganos competentes de la ONU “para investigar las denuncias de genocidio”.

Asimismo, exigió al Gobierno israelí “mantener abierto” el cruce de Rafah para “la provisión sin obstáculos y a gran escala de los servicios básicos y la asistencia humanitaria urgentemente necesarios” entre la población palestina de Gaza.

Todas estas medidas cautelares fueron votadas por un panel de 15 jueces y aprobadas con 13 votos a favor y dos en contra.

La oposición fue del juez israelí Aharon Barak, nombrado ‘ad hoc’ por Israel para tener representación ante la CIJ, así como de la jueza Julia Sebutinde, de Uganda, que ya ha votado en contra de otras decisiones aprobadas por mayoría en este tribunal en el contexto de la situación en Gaza.

Israel tendrá que presentar en el plazo de un mes un informe con todas las medidas puestas en marcha para cumplir con las órdenes anunciadas hoy por el tribunal.

Además de estas nuevas medidas, la CIJ advirtió a Israel de que debe también poner en marcha las cautelares anunciadas en enero y marzo, lo que incluye evitar que su Ejército cometa actos de genocidio contra los palestinos de Gaza y dejar de “impedir” el acceso de ayuda humanitaria a la Franja.

El máximo tribunal de la ONU también pidió la “liberación inmediata e incondicional” de los rehenes secuestrados por el grupo islamista palestino.

La CIJ “estima que es profundamente inquietante que algunos de estos rehenes sigan cautivos en Gaza y reitera su llamado a favor de su liberación inmediata y condicional”, indicó el tribunal.

Hamás celebró el fallo de la Corte Internacional, pero dijo que Israel debería cesar ofensiva en toda Gaza y no solo en Rafah.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) afirmó este viernes que su Gobierno “hizo todo” para salvar a Orión Hernández, mexicano quien fue rehén de Hamás y cuyo cadáver recuperó el Ejército israelí la madrugada de hoy.

“Hicimos todo para que lo liberaran, para que le salvaran la vida, lamentablemente no se pudo. Esa es la información que puedo darles, ya no hay ninguna persona de México (secuestrada)”, dijo el mandatario en su conferencia matutina.

Sus declaraciones se producen después de que el Ejército de Israel informó que recuperó esta madrugada los cuerpos de otros tres rehenes de Hamás, incluyendo el de Hernández, quien también tiene nacionalidad francesa.

Los otros cuerpos corresponden al brasileño-israelí, Michel Nisenbaum, y el del israelí Hanan Yablonka.

“Sí, tenemos esa información, muy lamentable, uno de los rehenes se encontró muerto, Orión Hernández. Él, se supone, se está sosteniendo que desde los primeros días de la detención, el secuestro, lo asesinaron, perdió la vida”, comentó López Obrador.

Además de Hernández, tras el ataque de Hamás del 7 de octubre, estuvo como rehén la mexicana Ilana Gritzewsky, aunque ella quedó libre en noviembre pasado tras el primer acuerdo de intercambio de prisioneros con Israel.

En ese entonces, el Gobierno federal, indicó que negociaba tanto con Israel como con Hamás la liberación de los connacionales retenidos.

“Su compañera, su amiga, mexicana también, fue liberada, ya está en Mazatlán, pero en su caso (de Hernández) lamentablemente perdió la vida, ese es el informe que recibió ayer la Secretaría de Relaciones Exteriores”, apuntó el presidente.

Esto apunta a que en torno a Orión hubo un error en la comunicación, por no llamar engaño: Hamás nunca informó que el mexicano ya no estaba con vida, o el Gobierno omitió informa sobre la vida de Hernández.

Como bien dijo el presidente, ya no quedan mexicanos rehenes en Israel, pero el Gobierno mantiene contacto con dos ciudadanos que están secuestrados desde noviembre pasado en un barco en el Mar Rojo por el grupo rebelde Huthi de Yemen.

“Tenemos dos, (en) un barco, también secuestrados, tenemos comunicación con ellos, están con vida, están bien, se están haciendo gestiones, pero de los actos de octubre del año pasado eran estos dos mexicanos, esta pareja y ese es el resultado”, expresó López Obrador.

De los 253 secuestrados el 7 de octubre, quedan en Gaza 121 cautivos, unos 40 de ellos muertos, según Israel, mientras que hay otros cuatro rehenes desde hace años, de ellos dos muertos.

Foto: RRSS

El Ejército israelí anunció este viernes haber recuperado los cadáveres de tres rehenes que se encontraban en la Franja de Gaza desde el ataque de Hamás el 7 de octubre, incluidos dos con nacionalidad mexicana y brasileña.

Los cadáveres del franco-mexicano Orión Hernández Radoux, del israelo-brasileño Michel Nisenbaum y del israelí Hanan Yablonka fueron recuperados durante la noche en Jabaliya, en el norte del enclave, indicó en un comunicado el Ejército, que llevó a cabo una operación conjunta con los servicios de inteligencia israelíes.

Los tres murieron durante el ataque en Israel del grupo islamista palestino Hamás el 7 de octubre, que desencadenó la guerra, y fueron trasladados a Gaza, indicó el ejército. Tras los análisis forenses de identificación, se notificó a sus familias, agregó.

Tanto Yablonka, de 42 años, como Hernández Radoux, de 32, estaban durante el ataque en el festival de música Nova, celebrado al aire libre a pocos kilómetros del enclave palestino.

“Junto con el pueblo israelí, mi mujer Sara y yo, inclinamos la cabeza con profundo dolor y abrazamos a las familias en duelo en estos difíciles momentos”, declaró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, bajo una creciente presión interna para conseguir la liberación de los rehenes que permanecen cautivos en Gaza.

Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, expresó en un mensaje en su red social X su “inmensa tristeza” por la muerte de Hernández Radoux. “Francia sigue más comprometida que nunca con la liberación de todos los rehenes”, agregó.

Los tres fallecidos formaban parte de las 124 personas que seguían retenidas en Gaza, de las 252 secuestradas el 7 de octubre. El número de rehenes se eleva ahora a 121, de los cuales 37 fallecieron, según el Ejército israelí.

El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, anunció este lunes que solicitó órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu y tres dirigentes del movimiento palestino Hamás, por presuntos crímenes de guerra y contra la Humanidad.

Tras más de 200 días de guerra entre Israel y Hamás, el fiscal del tribunal con sede en La Haya, indicó en un comunicado que tramitó las órdenes de detención Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, por “matar deliberadamente de hambre a civiles”, “homicidio intencionado” y “exterminio y/o asesinato” en la Franja de Gaza.

Indicó que los crímenes contra la Humanidad mencionados, “forman parte de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil palestina en cumplimiento de la política de una organización. Según nuestras conclusiones, algunos de estos crímenes siguen cometiéndose”, declaró Khan.

El gobierno de Israel, que no forma parte de la CPI, calificó la solicitud del fiscal como una “vergüenza histórica”.

Los cargos contra dirigentes de Hamás, entre ellos Yahya Sinwar, líder del movimiento islamista, incluyen “exterminio”, “violación y otras formas de violencia sexual” y “toma de rehenes como crimen de guerra” en Israel y en Gaza.

La solicitud también afecta a Mohamed Al Masri, más conocido como “al Deif”, jefe de las brigadas Ezedin al Qasam, el brazo militar de Hamás, y a Ismail Haniyeh, líder del buró político del movimiento palestino.

“Afirmamos que los crímenes contra la Humanidad a los que se hace referencia en las solicitudes forman parte de un ataque generalizado y sistemático llevado a cabo por Hamás y otros grupos armados en cumplimiento de la política de una organización”, afirmó el fiscal en la declaración.

La CPI abrió en 2021 una investigación sobre las acciones de Israel y de Hamás y otros grupos armados palestinos, por posibles crímenes de guerra en los Territorios Palestinos.

Khan afirmó que esta investigación ahora “incluye la escalada de hostilidades y violencia desde los ataques que tuvieron lugar el 7 de octubre de 2023”, el asalto de Hamás en territorio israelí que hizo estallar la guerra.

El fiscal ha pedido en varias ocasiones la liberación de todos los rehenes apresados por Hamás el 7 de octubre y llevados a Gaza y ha advertido contra una operación militar israelí en Rafah, en el sur del territorio palestino.

“Todas las guerras tienen reglas y las leyes aplicables a los conflictos armados no pueden interpretarse de modo que queden vacías o carezcan de sentido”, declaró Khan en febrero.

Si el tribunal emite la orden, cualquiera de los 124 Estados miembros de la CPI estaría obligado a detener a Netanyahu si se desplaza a su territorio.

Esto podría complicar algunos viajes de Netanyahu, pero el tribunal internacional no dispone de una fuerza para asegurar el cumplimiento de sus órdenes, por lo que esto depende de sus miembros.

Recordemos que la CPI emitió en marzo de 2023 una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin, acusado de “deportación ilegal” de niños ucranianos, la cual no se ha cumplimentado pero que sí ha afectado sus viajes al extranjero.

Tras la orden de Israel de evacuar la zona oriental de Rafah ha aumentado el temor a una incursión israelí en ese enclave del sur de Gaza, donde 1.4 millones de los desplazados allí hacinados pueden sufrir “atrocidades masivas”, alertó este lunes la ONG Consejo Noruego de Refugiados (NRC).

“La ofensiva militar de Israel en Rafah podría conducir a la fase más mortífera de este conflicto, infligiendo un sufrimiento espantoso a aproximadamente 1,4 millones de civiles desplazados en la zona”, señaló el secretario general de NRC, Jan Egeland, antiguo jefe humanitario de Naciones Unidas, en un comunicado.

Según la ONG, Rafah se ha convertido en el último refugio para cientos de miles de familias gazatíes que han huido de las hostilidades en el norte, por lo que ante una ofensiva militar israelí de este tipo se enfrentan a la amenaza de un desplazamiento prolongado y a la muerte.

Además, advirtió de que Al-Mawasi, la zona humanitaria designada por el ejército israelí para reubicar a los evacuados, “ya está desbordada” y carece de garantías de seguridad, alojamiento o fácil retorno una vez finalizadas las hostilidades.

“El sistema de ayuda está abocado al colapso, dejando a quienes huyen del avance de las fuerzas israelíes vulnerables al hambre y al sufrimiento”, afirmó Egeland.

Hamás advirtió que los preparativos para la ofensiva terrestre de Israel en Rafah dejan de lado el destino de los rehenes cautivos en el territorio y amenazan a cientos de miles de civiles.

El movimiento islamista palestino afirmó en un comunicado que Israel se prepara para lanzar una ofensiva terrestre a gran escala “sin considerar la catástrofe humanitaria en la Franja ni el destino de los prisioneros enemigos en Gaza”, en alusión a los rehenes israelíes.

Al respecto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hablara este lunes con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, luego de que el Gobierno estadounidense fijara postura.

“Hemos dejado clara nuestra opinión al gobierno israelí sobre una invasión terrestre de Rafah de gran alcance y el presidente hablará hoy con el primer ministro”, declaró a la agencia AFP un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.

Benjamin Netanyahu prometió que invadirá Rafah, con o sin tregua con el movimiento islamista palestino Hamás.

Este último insiste en que un cese del fuego debe ser definitivo e Israel mantiene su promesa de aniquilar al movimiento palestino, que el 7 de octubre lanzó un ataque sin precedentes en su territorio que desencadenó la guerra.

Ese día comandos islamistas lanzaron un asalto en el sur de Israel en el que murieron 1,170 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 250, según un balance basado en datos israelíes.

Las autoridades de Israel estiman que, tras un canje de rehenes por presos palestinos en noviembre, 128 personas permanecen cautivas en Gaza y que 35 han muerto hasta ahora.

La ofensiva de represalia lanzada por Israel ha dejado 34,735 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del territorio palestino gobernado por Hamás.

La presidencia de la Autoridad Palestina llamó este lunes a Estados Unidos a impedir la invasión de Rafah por parte del ejército israelí.

“Hacemos un llamamiento a la administración estadounidense para que intervenga para evitar esta masacre, que advertimos tendrá repercusiones peligrosas”, dijo la presidencia palestina, citada por la agencia oficial de noticias palestina Wafa, y aseguró que está multiplicando las discusiones “intensivas” con sus socios internacionales sobre esta cuestión.

La guerra entre Israel y Hamás cumplió este martes 200 días sin señales de desescalada ni de que el movimiento islamista se disponga a liberar a los rehenes que aún tiene en su poder, o de que Israel renuncie a invadir Rafah, sur del territorio palestino.

“Después de 200 días, el enemigo sigue atrapado en las arenas de Gaza. Sin objetivo, sin horizonte, sin la ilusión de la victoria o de la liberación de los prisioneros”, afirmó el portavoz del brazo armado de Hamás, Abu Obeida.

“Mientras un solo centímetro de nuestra tierra siga sometido a la agresión de la ocupación, seguiremos golpeando y resistiendo”, agregó en una declaración difundida por televisión.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró ayer que su “determinación inquebrantable” de conseguir la liberación de los casi 100 rehenes aún retenidos en Gaza.

En las últimas 24 horas, los bombardeos israelíes mataron a 32 palestinos, según el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, gobernada por Hamás, lo que lleva el balance total desde el inicio del conflicto a 34,183 muertos, en su gran mayoría civiles.

El ejército israelí bombardeó la madrugada del martes el centro de la Franja, alcanzando las inmediaciones del campo de refugiados de Bureij y el campo de Nuseirat.

Recordemos que el conflicto se inició el pasado 7 de octubre, con una incursión de milicianos islamistas que mataron a unas 1,170 personas en el sur de Israel y secuestraron a unas 250, según un recuento en base a datos oficiales israelíes.

Qatar, que junto a Egipto y Estados Unidos actúa como mediador para conseguir una tregua y la liberación de los rehenes, afirmó que los representantes de Hamás permanecerán en Doha mientras su presencia sea “útil y positiva” para las avanzar en las negociaciones.

Estas últimas se hallan estancadas y ambas partes se acusan mutuamente de bloquearlas.

En tanto, Netanyahu enfrenta una creciente presión interna para conseguir que los rehenes sean liberados. Ayer por la noche, coincidiendo con el inicio de la Pascua judía, cientos de manifestantes protestaron delante de su domicilio, en el norte de Tel Aviv.

Para derrotar a Hamás, Netanyahu prometió que continuará su ofensiva contra Rafah que, según las autoridades israelíes, es el último gran bastión del movimiento islamista. La comunidad internacional le insta a abstenerse de esa operación, temiendo una catástrofe humanitaria.

Tras más de seis meses de guerra, los casi 2.4 millones de habitantes de Gaza, asediada por las fuerzas israelíes, están en riesgo de hambruna, según la ONU, que exige la llegada de más ayuda humanitaria.

El jefe de inteligencia militar israelí renunció este lunes su cargo tras reconocer que no hizo lo suficiente respecto al ataque de Hamás del pasado 7 de octubre.

Es el primer funcionario de alto rango israelí en dimitir por su papel en la asombrosa incapacidad de anticipar o responder rápidamente al ataque más mortífero en la historia de Israel.

La renuncia del mayor general Aharon Haliva podría abrir camino a más renuncias previstas de miembros de la cúpula de seguridad israelí, en que los milicianos sobrepasaron las defensas fronterizas de Israel, asaltaron poblaciones israelíes sin oposición durante horas y mataron a 1,200 personas, la mayoría civiles, además de llevarse unos 250 rehenes a Gaza.

El suceso desencadenó la guerra contra Hamás que aún continúa en la Franja de Gaza y que ha cobrado miles de vidas civiles en la zona del conflicto.

“La dirección de inteligencia bajo mi mando no estuvo a la altura de la tarea que se nos había confiado. Desde entonces llevo conmigo ese día negro, día tras día, noche tras noche. Llevaré conmigo para siempre el espantoso dolor de la guerra”, escribió Haliva en su carta de renuncia, que fue proporcionada por el ejército.

Haliva explicó que seguirá en el cargo hasta que se cuente con su sustituto.

Añadió que tuvo la intención de renunciar inmediatamente después del 7 de octubre, pero que permaneció en el puesto durante la parte inicial de la guerra y que dimite en un momento en que se aceleraban las investigaciones internas del Ejército.

Su anuncio se produjo al comienzo del Pésaj, una importante festividad judía, y cuando las operaciones militares en la Franja de Gaza se han ralentizado en las últimas semanas ante una posible ofensiva sobre Rafah.

Algunos expertos militares han dicho que dimitir en un momento en que Israel está comprometido en múltiples frentes es irresponsable y podría interpretarse como un signo de debilidad.

Poco después del ataque, Haliva y otros habían dicho públicamente que ellos eran los culpables de no haber evitado el asalto del 7 de octubre.

El líder opositor israelí Yair Lapid celebró la renuncia, que calificó de “justificada y digna”. “Sería apropiado que el primer ministro Netanyahu hiciera lo mismo”, escribió en X.

El ataque de Hamás, ocurrido durante un feriado judío, tomó completamente por sorpresa a Israel y su reconocida estructura de seguridad. La confianza israelí en su Ejército, que muchos consideran como una de las instituciones más fiables del país, se destrozó ante la incursión de Hamás. La renuncia podría ayudar a restaurar parte de esa confianza.

Desde el comienzo de la guerra de la Franja de Gaza, ambos bandos han intercambiado disparos casi a diario a lo largo de la frontera.

Los seis meses de guerra en Gaza, que se cumplirán este domingo, han puesto a la humanidad “al borde de una pérdida absoluta de fe en las normas y los estándares globales”, dijo este viernes el secretario general de la ONU, António Guterres.

Sostuvo que la campaña militar israelí ha traído muerte y destrucción a Gaza y ha destrizado la vida de niños, que día a día mueren por falta de comida y agua.

“Esto es incomprensible y totalmente evitable. Nada puede justificar el castigo colectivo del pueblo palestino”.

Guterres dijo que sería “imperdonable” que no se apliquen las dos únicas resoluciones que el Consejo de Seguridad ha aprobado al respecto: una para pedir acelerar la entrada de ayuda humanitaria; y otra para pedir un alto el fuego inmediato, aprobada en marzo tras varios vetos de Estados Unidos.

Recordó que en su último viaje a la frontera con Gaza, en Rafah, hace diez días, los trabajadores humanitarios le recordaron que el sufrimiento y la destrucción registrados en Gaza “es lo peor que han visto nunca”.

El líder de la ONU volvió a reclamar ese alto el fuego, así como la liberación de los rehenes en manos de Hamás, la protección de la población civil, el libre acceso de los periodistas a Gaza, pues dijo que su ausencia “conduce a la desinformación y las falsas narrativas”; y el respeto por el trabajo de los activistas humanitarios.

Sobre el asesinato de siete trabajadores de World Central Kitchen y el reconocimiento de Israel de que se trató de un error, Guterres fue claro: “El problema no es quién cometió los errores, es el procedimiento militar vigente que permite que esos errores se multipliquen una y otra vez”.

Por vez primera desde que empezó la guerra, Guterres expresó además su grave preocupación por la posibilidad de que el Ejército israelí esté usando la inteligencia artificial (IA) para identificar objetivos de guerra.

“Ninguna parte de las decisiones de vida y muerte que impactan en familias enteras puede delegarse en el frío cálculo de los algoritmos”, expresó el secretario general.

Aunque no lo precisó, se refería a un informe conocido este miércoles de que en los primeros días de la guerra en Gaza, el Ejército israelí dependió casi por completo de un sistema algorítmico que determinó 37,000 palestinos como presuntos milicianos de Hamás, convirtiéndoles tanto a ellos como a sus residencias en objetivos militares.

De acuerdo con una investigación divulgada por el diario israelí Sicha Mekomit, y basada en fuentes de inteligencia, los soldados adoptaron sin cuestionarse las “listas de matar” recomendadas por un sistema de inteligencia artificial, no usado hasta ahora, apodado Lavender.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo el miércoles que la cancelación de una visita prevista a Washington por parte de sus principales colaboradores esta semana tenía como objetivo demostrar a Hamás que Israel no cedería a la creciente presión internacional para detener la guerra en Gaza.

“Fue un mensaje ante todo para Hamás: ‘No apuestes por esta presión, no va a funcionar'”, dijo en comentarios grabados durante una reunión con el senador estadounidense Rick Scott, que está de visita en el país.

Recordemos que EUA se abstuvo esta semana al momento de votar una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU por un alto el fuego en la Franja de Gaza, que salió adelante por primera vez.

En tanto, Hamás rechazó una nueva propuesta de tregua de Israel, diseñada junto con EUA, después de que la resolución del Consejo de Seguridad saliera adelante, gracias a que por primera vez Estados Unidos no la vetó.

Las conversaciones para un acuerdo de tregua en la Franja de Gaza y canje de rehenes por presos palestinos han vuelto a naufragar esta semana después de que Hamás no haya cedido en sus exigencias de un alto el fuego “integral” y retirada de las tropas israelíes.

Hamás comunicó la noche de lunes a los mediadores (EUA, Qatar y Egipto) que mantiene su postura de semanas atrás y no acepta la contrapropuesta presentada el fin de semana por Israel y Estados Unidos.

La Oficina del Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, tildó las demandas de los islamistas de “delirantes” y “extremas”, y ordenó el regreso de su equipo negociador de Doha.

Netanyahu añadió que la negativa de Hamás es “un triste testimonio del daño causado por la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU”.

Sin embargo, un oficial estadounidense indicó luego a medios israelíes que “la respuesta de Hamás no estaba vinculada a los últimos acontecimientos y que fue preparada incluso antes de que tuviera lugar la votación de la ONU”.

La relación entre Joe Biden y Benjamín Netanyahu no ha sido la mejor. Esta se ha complicado con el respaldo de EUA a la primera exigencia de un cese al fuego en la Franja de Gaza del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Maruan Soto Antaki, escritor y analista internacional,  sobre la relación de Estados Unidos e Israel.

 

La Franja de Gaza fue escenario de fuetes combates este lunes, que continuarán incluso en el mes sagrado del Ramadán, salvo si Hamás libera a todos los rehenes, advirtió Israel.

“El mundo debe saberlo, y los dirigentes de Hamás deben saberlo: si para el Ramadán nuestros rehenes no están en casa, los combates continuarán en todas partes, incluida la zona de Rafah”, declaró Benny Gantz, uno de los tres integrantes del gabinete de guerra israelí, en Jerusalén.

“Hamás tiene la opción. Pueden rendirse, liberar a los rehenes y los civiles de Gaza podrán celebrar la fiesta del Ramadán”, añadió el ministro, quien advirtió que podrían entrar en Rafah, en el sur del territorio.

Y es que recordemos que el Ramadán, el mes sagrado de los musulmanes, comienza el próximo 10 de marzo.

Es la primera vez que el gobierno israelí establece un plazo para su asalto contra Rafah, la ciudad donde se refugia la mayoría de los 1.7 millones de palestinos desplazados por la guerra.

Gobiernos extranjeros, que temen una matanza, exhortaron a Israel a evitar atacar Rafah, la última ciudad de la Franja de Gaza que no ha sido invadida por tropas terrestres en la guerra que sima cuatro meses.

Pese a la presión internacional, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insiste en que no atacar Rafah significaría “perder la guerra”. Netanyahu reafirmó ayer su promesa de “terminar el trabajo hasta alcanzar la victoria total” sobre el movimiento islamista, con o sin acuerdo sobre los rehenes.

Gantz agregó que la ofensiva se realizará de manera coordinada con Estados Unidos y Egipto para facilitar la evacuación y “minimizar las bajas civiles hasta donde sea posible”.

En tanto, mediadores internacionales llevan semanas intentando negociar un acuerdo de tregua en El Cairo, aunque Qatar, un mediador clave, expresó el fin de semana su pesimismo sobre la posibilidad de que prospere un acuerdo.

Estados Unidos, aliado principal de Israel, ha presionado por una tregua de seis semanas a cambio de la liberación de 130 rehenes que Israel considera que siguen en Gaza, incluidos 30 que habrían muerto.

El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto discutir esta semana una nueva resolución para exigir un alto el fuego en Gaza, pero Estados Unidos adelantó que lo podría vetar por considerar más conveniente un acuerdo negociado de tregua con un canje de rehenes.

El ministro israelí de Relaciones Exteriores, Israel Katz, declaró este lunes al presidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva “persona non grata” por comparar la actual guerra contra Hamás en Gaza con el Holocausto.

Y es que el dirigente brasileño acusó ayer a Israel de cometer un “genocidio” en Gaza; comparó sus acciones con la campaña de Adolfo Hitler contra los judíos, una declaración que generó fuerte rechazo en Israel.

Netanyahu calificó los comentarios de Lula de “vergonzosos y graves” y su gobierno convocó al embajador de Brasil en Israel, y lo invitó a reunirse con el jefe de la diplomacia en el centro memorial del Holocausto Yad Vashem en Jerusalén.

Israel y Hamás avanzan hacia un acuerdo para lograr un alto el fuego y liberar a los rehenes que permanecen en la Franja de Gaza, según funcionarios con conocimiento directo de las conversaciones.

El diálogo seguía avanzando a pesar de que Israel intensificó su ofensiva sobre Rafah, la ciudad del sur del enclave a dónde han huido 1.4 millones de palestinos desplazados para refugiarse de los combates en otras zonas.

Israel rescató a dos cautivos en la ciudad próxima a la frontera egipcia en una operación que mató a al menos 74 palestinos, según funcionarios de salud locales, y dejó un rastro de destrucción.

Un acuerdo daría a la población en Gaza el respiro que necesitan desesperadamente luego de cinco meses de guerra y dejaría libres a las alrededor de 100 personas que siguen cautivas en el enclave palestino.

Mientras la guerra se recrudece, los esfuerzos mediados por Qatar, Estados Unidos y Egipto para forjar una tregua se han visto obstaculizados por las posiciones totalmente enfrentadas de Hamás e Israel. Israel ha hecho de la destrucción de las capacidades de gobierno y militar de Hamás y de la liberación de los rehenes sus principales objetivos en esta guerra.

Un alto funcionario egipcio apuntó que los mediadores lograron lo que describió como avances “relativamente significativos” en las negociaciones entre Israel y Hamás antes de una reunión que mantendrán hoy en El Cairo representantes de Qatar, Estados Unidos e Israel.

La reunión se centrará en “redactar un borrador final” para un acuerdo de alto el fuego de seis semanas, con garantías de que las partes continuarán negociando para lograr un cese de los combates permanente, añadió el funcionario.

La guerra ha dejado más de 28,000 muertos en Gaza, de los cuales más del 70% son mujeres y menores, según las autoridades de salud locales. Alrededor del 80% de la población está desplazada y más de una cuarta parte de la población no tiene qué comer debido a la grave crisis humanitaria. Autoridades locales reportan al menos 68,000 heridos.

Pese a que las reuniones entre los dos bandos continúan este martes en El Cairo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, prometió que la ofensiva continuará hasta la “victoria total” e insistió en que una fuerte presencia militar en el enclave garantizará la libertad de los rehenes.

Recordemos que a finales del noviembre, se pactó una breve tregua a cambio de la liberación de unas 100 personas. Unos 240 palestinos presos en Israel también quedaron libres como parte del acuerdo. Según Israel, unos 30 rehenes habrían muerto o sido asesinados durante el cautiverio y sus cuerpos continúan en Gaza. Tres de los cautivos fueron abatidos por error por las fuerzas israelíes en diciembre y una soldado fue liberada en una misión de rescate en las primeras semanas de la guerra.

El grupo islamista Hamás afirmó hoy que por cada mil cajas de medicamentos que entren en la Franja de Gaza, una será destinada a los rehenes, esto en relación al acuerdo alcanzado con Israel, con la mediación de Qatar y Francia.

“Por cada caja de medicinas para los prisioneros, mil para nuestro pueblo”, indicó en una publicación en X (antes Twitter) Musa Abu Marzouk, un alto cargo del buró político de Hamás, que vive en Líbano, sobre las condiciones del acuerdo anunciado anoche por Qatar, que incluye también la entrega de alimentos y ayuda humanitaria.

El líder de Hamás agregó que en el envío se incluyen 140 tipos de medicamentos diferentes.

Los medicamentos serán entregados por el Comité Internacional de la Cruz Roja, tanto los destinados a los rehenes como los que van para la población gazatí, que se distribuirán en cuatro hospitales repartidos por toda la Franja, indicó el líder de Hamás.

Este es el primer acuerdo alcanzado entre las partes en conflicto desde una tregua de una semana en noviembre, que permitió la liberación de 105 rehenes por 240 presos palestinos, proceso asistido por la Cruz Roja.

Se estima que quedan dentro de la Franja 136 rehenes, 27 de ellos muertos, y que el 75% de ellos necesita tratamiento médico, por enfermedades crónicas o por estar heridos.

Qatar anunció anoche “el éxito de una mediación qatarí en cooperación con Francia” para un acuerdo entre Israel y Hamás por el que se entregarán medicamentos y otra ayuda humanitaria a los civiles de la Franja de Gaza, “en las zonas más afectadas y vulnerables”, a cambio de que parte de las medicinas lleguen a los rehenes.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, confirmó el acuerdo, agradeció a “todos los que han ayudado en la tarea” e indicó que los fármacos fueron comprados por Francia, “según una lista elaborada en Israel de acuerdo con las necesidades médicas de los rehenes”.

Los más de 100 días de guerra en la Franja han dejado más de 24,400 muertos y 61,000 heridos.

A pesar del acuerdo, Israel intensificó este miércoles sus bombardeos en el sur de la Franja de Gaza, zona en que se espera la entrega de las medicinas para los rehenes israelíes a cambio de ayuda humanitaria para los gazatíes.

Hamás indicó que al menos 81 personas murieron durante la noche en la Franja de Gaza, donde la situación es “catastrófica” según la ONU, en pleno invierno.

Recordemos que la guerra se desencadenó por un ataque sin precedentes de Hamás el 7 de octubre en el sur de Israel, que dejó unos 1,140 muertos del lado israelí, la mayoría de ellos civiles, según un recuento de la agencia AFP basado en datos oficiales israelíes.

La embajadora de Israel en México, Einat Kranz, afirmó que respeta la neutralidad que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha asumido respecto al conflicto que estalló el pasado 7 de octubre con el grupo palestino Hamás.

“Nosotros respetamos la neutralidad. Respetamos la decisión de México de no tomar lados, aunque nos hubiera gustado ver algunos pronunciamientos más fuertes en favor del derecho de Israel de defenderse, de defender a sus ciudadanos y de una condena a los actos (de Hamás)”, expresó la diplomática.

Y es que desde el comienzo de la guerra entre Israel y Hamás, grupos a favor de Palestina y sindicatos han pedido a López Obrador una postura más contundente contra las agresiones del Gobierno de Benjamín Netanyahu ante los más de 24,000 muertos en la Franja de Gaza.

Pero, mientras otros países de la región, como Bolivia, Colombia y Chile, han elevado sus críticas a los bombardeos de Israel, México ha rechazado romper relaciones con el Gobierno israelí al sostener una postura “neutral”.

Kranz reconoció que a Israel le hubiera gustado tener una condena “más contundente” por parte de México hacia Hamás y sus actos, pero reiteró su “respeto a la postura” al exaltar la “amistad” que existe con el Gobierno mexicano.

“Es muy importante destacar que Israel y México son países amigos. Llevamos más de 70 años de relaciones diplomáticas, tenemos valores comunes, tenemos muchísima cooperación en diferentes ámbitos, no siempre pensamos igual, no siempre estamos de acuerdo”, señaló.

La embajadora recordó que permanecen más de 140 personas secuestradas por Hamás en Gaza, entre ellos el mexicano Orión Hernández, pero reconoció que México ha cooperado para gestionar la liberación de los rehenes.

“Está haciendo su parte, no de manera pública, (pero) nos está sacando información, México está trabajando para hacer todo lo posible para que se libere a Orión”, aseveró.

Desde el inicio del conflicto, Hamás mantenía a cientos de rehenes, entre ellos a dos connacionales que México había buscado recuperar, pero hasta ahora sólo la mexicana Ilana Gritzewsky ha sido liberada.

El grupo islamista Hamás anunció este lunes que los rehenes Yossi Sharabi, de 53 años, e Itay Svirsky, de 38, habrían muerto, esto a través de un vídeo propagandístico que publicó ayer domingo.

Difundido en sus canales de Telegram, el grupo muestra a los dos rehenes pidiendo al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que frene la guerra porque “corren peligro”, en una fecha por especificar. Posterior a eso, Noa Argamani, otra rehén de 26 años, relata cómo murieron sus compañeros.

“Me ubicaron en un edificio. Fue bombardeado por un ataque aéreo de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), por un avión de combate F16. Se dispararon tres cohetes. Dos de los cohetes explotaron y el otro no”, explica Argamani.

La joven cuenta que en ese edificio estaban ella, Itay y Yossi, junto con milicianos de las Brigadas al Qasam, el brazo armado de Hamás, que cometió el brutal ataque del 7 de octubre en Israel, con el resultado de más de 1,200 muertos y unos 250 secuestrados.

“Después de que el edificio en el que estábamos fuera alcanzado, todos quedamos enterrados bajo los escombros. Los soldados de Al Qasam me salvaron la vida, y la de Itay. Desafortunadamente, no pudimos salvar la de Yossi”, añade la rehén.

“Después de dos noches, Itay y yo fuimos reubicados en otro lugar. Mientras nos transportaban, Itay fue alcanzado por otro ataque aéreo de las FDI. No sobrevivió”, detalló Noa, cuya liberación por motivos humanitarios ha sido ampliamente solicitada, pues a su madre le han diagnosticado un cáncer terminal.

El Ejército israelí no se ha pronunciado aún sobre la veracidad de la información facilitada en el vídeo propagandístico de Hamás.

Antes del relato de Noa Argamani, el vídeo incluye testimonios de Itay y Yossi, en los que hablan de las difíciles condiciones de cautiverio, sin agua ni comida, y piden a Netanyahu que ponga fin a la guerra, unas declaraciones que podrían haber pronunciado bajo presión.

Quedan dentro de la Franja 136 rehenes, aunque se estima que unos 25 podrían estar muertos, según información de inteligencia recabada por Israel.

En total, 110 secuestrado han sido liberados hasta ahora, 105 de ellos durante un acuerdo de tregua en noviembre; mientras que el Ejército ha recuperado los cuerpos de once rehenes muertos en cautiverio, tres de ellos asesinados por error de las tropas israelíes en combate.

Al cumplirse ayer 100 días de guerra, las familias de los rehenes convocaron una manifestación multitudinaria en Tel Aviv durante 24 horas para reclamar al Gobierno que haga todo lo posible y negocie lo que sea necesario para llevar de vuelta a Israel a todos ellos, mientras que Netanyahu apuesta por mantener la presión militar sobre Hamás como única alternativa.