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La guerra entre Israel y Hamás cumplió este martes 200 días sin señales de desescalada ni de que el movimiento islamista se disponga a liberar a los rehenes que aún tiene en su poder, o de que Israel renuncie a invadir Rafah, sur del territorio palestino.

“Después de 200 días, el enemigo sigue atrapado en las arenas de Gaza. Sin objetivo, sin horizonte, sin la ilusión de la victoria o de la liberación de los prisioneros”, afirmó el portavoz del brazo armado de Hamás, Abu Obeida.

“Mientras un solo centímetro de nuestra tierra siga sometido a la agresión de la ocupación, seguiremos golpeando y resistiendo”, agregó en una declaración difundida por televisión.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró ayer que su “determinación inquebrantable” de conseguir la liberación de los casi 100 rehenes aún retenidos en Gaza.

En las últimas 24 horas, los bombardeos israelíes mataron a 32 palestinos, según el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, gobernada por Hamás, lo que lleva el balance total desde el inicio del conflicto a 34,183 muertos, en su gran mayoría civiles.

El ejército israelí bombardeó la madrugada del martes el centro de la Franja, alcanzando las inmediaciones del campo de refugiados de Bureij y el campo de Nuseirat.

Recordemos que el conflicto se inició el pasado 7 de octubre, con una incursión de milicianos islamistas que mataron a unas 1,170 personas en el sur de Israel y secuestraron a unas 250, según un recuento en base a datos oficiales israelíes.

Qatar, que junto a Egipto y Estados Unidos actúa como mediador para conseguir una tregua y la liberación de los rehenes, afirmó que los representantes de Hamás permanecerán en Doha mientras su presencia sea “útil y positiva” para las avanzar en las negociaciones.

Estas últimas se hallan estancadas y ambas partes se acusan mutuamente de bloquearlas.

En tanto, Netanyahu enfrenta una creciente presión interna para conseguir que los rehenes sean liberados. Ayer por la noche, coincidiendo con el inicio de la Pascua judía, cientos de manifestantes protestaron delante de su domicilio, en el norte de Tel Aviv.

Para derrotar a Hamás, Netanyahu prometió que continuará su ofensiva contra Rafah que, según las autoridades israelíes, es el último gran bastión del movimiento islamista. La comunidad internacional le insta a abstenerse de esa operación, temiendo una catástrofe humanitaria.

Tras más de seis meses de guerra, los casi 2.4 millones de habitantes de Gaza, asediada por las fuerzas israelíes, están en riesgo de hambruna, según la ONU, que exige la llegada de más ayuda humanitaria.

El jefe de inteligencia militar israelí renunció este lunes su cargo tras reconocer que no hizo lo suficiente respecto al ataque de Hamás del pasado 7 de octubre.

Es el primer funcionario de alto rango israelí en dimitir por su papel en la asombrosa incapacidad de anticipar o responder rápidamente al ataque más mortífero en la historia de Israel.

La renuncia del mayor general Aharon Haliva podría abrir camino a más renuncias previstas de miembros de la cúpula de seguridad israelí, en que los milicianos sobrepasaron las defensas fronterizas de Israel, asaltaron poblaciones israelíes sin oposición durante horas y mataron a 1,200 personas, la mayoría civiles, además de llevarse unos 250 rehenes a Gaza.

El suceso desencadenó la guerra contra Hamás que aún continúa en la Franja de Gaza y que ha cobrado miles de vidas civiles en la zona del conflicto.

“La dirección de inteligencia bajo mi mando no estuvo a la altura de la tarea que se nos había confiado. Desde entonces llevo conmigo ese día negro, día tras día, noche tras noche. Llevaré conmigo para siempre el espantoso dolor de la guerra”, escribió Haliva en su carta de renuncia, que fue proporcionada por el ejército.

Haliva explicó que seguirá en el cargo hasta que se cuente con su sustituto.

Añadió que tuvo la intención de renunciar inmediatamente después del 7 de octubre, pero que permaneció en el puesto durante la parte inicial de la guerra y que dimite en un momento en que se aceleraban las investigaciones internas del Ejército.

Su anuncio se produjo al comienzo del Pésaj, una importante festividad judía, y cuando las operaciones militares en la Franja de Gaza se han ralentizado en las últimas semanas ante una posible ofensiva sobre Rafah.

Algunos expertos militares han dicho que dimitir en un momento en que Israel está comprometido en múltiples frentes es irresponsable y podría interpretarse como un signo de debilidad.

Poco después del ataque, Haliva y otros habían dicho públicamente que ellos eran los culpables de no haber evitado el asalto del 7 de octubre.

El líder opositor israelí Yair Lapid celebró la renuncia, que calificó de “justificada y digna”. “Sería apropiado que el primer ministro Netanyahu hiciera lo mismo”, escribió en X.

El ataque de Hamás, ocurrido durante un feriado judío, tomó completamente por sorpresa a Israel y su reconocida estructura de seguridad. La confianza israelí en su Ejército, que muchos consideran como una de las instituciones más fiables del país, se destrozó ante la incursión de Hamás. La renuncia podría ayudar a restaurar parte de esa confianza.

Desde el comienzo de la guerra de la Franja de Gaza, ambos bandos han intercambiado disparos casi a diario a lo largo de la frontera.

Los seis meses de guerra en Gaza, que se cumplirán este domingo, han puesto a la humanidad “al borde de una pérdida absoluta de fe en las normas y los estándares globales”, dijo este viernes el secretario general de la ONU, António Guterres.

Sostuvo que la campaña militar israelí ha traído muerte y destrucción a Gaza y ha destrizado la vida de niños, que día a día mueren por falta de comida y agua.

“Esto es incomprensible y totalmente evitable. Nada puede justificar el castigo colectivo del pueblo palestino”.

Guterres dijo que sería “imperdonable” que no se apliquen las dos únicas resoluciones que el Consejo de Seguridad ha aprobado al respecto: una para pedir acelerar la entrada de ayuda humanitaria; y otra para pedir un alto el fuego inmediato, aprobada en marzo tras varios vetos de Estados Unidos.

Recordó que en su último viaje a la frontera con Gaza, en Rafah, hace diez días, los trabajadores humanitarios le recordaron que el sufrimiento y la destrucción registrados en Gaza “es lo peor que han visto nunca”.

El líder de la ONU volvió a reclamar ese alto el fuego, así como la liberación de los rehenes en manos de Hamás, la protección de la población civil, el libre acceso de los periodistas a Gaza, pues dijo que su ausencia “conduce a la desinformación y las falsas narrativas”; y el respeto por el trabajo de los activistas humanitarios.

Sobre el asesinato de siete trabajadores de World Central Kitchen y el reconocimiento de Israel de que se trató de un error, Guterres fue claro: “El problema no es quién cometió los errores, es el procedimiento militar vigente que permite que esos errores se multipliquen una y otra vez”.

Por vez primera desde que empezó la guerra, Guterres expresó además su grave preocupación por la posibilidad de que el Ejército israelí esté usando la inteligencia artificial (IA) para identificar objetivos de guerra.

“Ninguna parte de las decisiones de vida y muerte que impactan en familias enteras puede delegarse en el frío cálculo de los algoritmos”, expresó el secretario general.

Aunque no lo precisó, se refería a un informe conocido este miércoles de que en los primeros días de la guerra en Gaza, el Ejército israelí dependió casi por completo de un sistema algorítmico que determinó 37,000 palestinos como presuntos milicianos de Hamás, convirtiéndoles tanto a ellos como a sus residencias en objetivos militares.

De acuerdo con una investigación divulgada por el diario israelí Sicha Mekomit, y basada en fuentes de inteligencia, los soldados adoptaron sin cuestionarse las “listas de matar” recomendadas por un sistema de inteligencia artificial, no usado hasta ahora, apodado Lavender.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo el miércoles que la cancelación de una visita prevista a Washington por parte de sus principales colaboradores esta semana tenía como objetivo demostrar a Hamás que Israel no cedería a la creciente presión internacional para detener la guerra en Gaza.

“Fue un mensaje ante todo para Hamás: ‘No apuestes por esta presión, no va a funcionar'”, dijo en comentarios grabados durante una reunión con el senador estadounidense Rick Scott, que está de visita en el país.

Recordemos que EUA se abstuvo esta semana al momento de votar una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU por un alto el fuego en la Franja de Gaza, que salió adelante por primera vez.

En tanto, Hamás rechazó una nueva propuesta de tregua de Israel, diseñada junto con EUA, después de que la resolución del Consejo de Seguridad saliera adelante, gracias a que por primera vez Estados Unidos no la vetó.

Las conversaciones para un acuerdo de tregua en la Franja de Gaza y canje de rehenes por presos palestinos han vuelto a naufragar esta semana después de que Hamás no haya cedido en sus exigencias de un alto el fuego “integral” y retirada de las tropas israelíes.

Hamás comunicó la noche de lunes a los mediadores (EUA, Qatar y Egipto) que mantiene su postura de semanas atrás y no acepta la contrapropuesta presentada el fin de semana por Israel y Estados Unidos.

La Oficina del Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, tildó las demandas de los islamistas de “delirantes” y “extremas”, y ordenó el regreso de su equipo negociador de Doha.

Netanyahu añadió que la negativa de Hamás es “un triste testimonio del daño causado por la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU”.

Sin embargo, un oficial estadounidense indicó luego a medios israelíes que “la respuesta de Hamás no estaba vinculada a los últimos acontecimientos y que fue preparada incluso antes de que tuviera lugar la votación de la ONU”.

La relación entre Joe Biden y Benjamín Netanyahu no ha sido la mejor. Esta se ha complicado con el respaldo de EUA a la primera exigencia de un cese al fuego en la Franja de Gaza del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Maruan Soto Antaki, escritor y analista internacional,  sobre la relación de Estados Unidos e Israel.

 

La Franja de Gaza fue escenario de fuetes combates este lunes, que continuarán incluso en el mes sagrado del Ramadán, salvo si Hamás libera a todos los rehenes, advirtió Israel.

“El mundo debe saberlo, y los dirigentes de Hamás deben saberlo: si para el Ramadán nuestros rehenes no están en casa, los combates continuarán en todas partes, incluida la zona de Rafah”, declaró Benny Gantz, uno de los tres integrantes del gabinete de guerra israelí, en Jerusalén.

“Hamás tiene la opción. Pueden rendirse, liberar a los rehenes y los civiles de Gaza podrán celebrar la fiesta del Ramadán”, añadió el ministro, quien advirtió que podrían entrar en Rafah, en el sur del territorio.

Y es que recordemos que el Ramadán, el mes sagrado de los musulmanes, comienza el próximo 10 de marzo.

Es la primera vez que el gobierno israelí establece un plazo para su asalto contra Rafah, la ciudad donde se refugia la mayoría de los 1.7 millones de palestinos desplazados por la guerra.

Gobiernos extranjeros, que temen una matanza, exhortaron a Israel a evitar atacar Rafah, la última ciudad de la Franja de Gaza que no ha sido invadida por tropas terrestres en la guerra que sima cuatro meses.

Pese a la presión internacional, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insiste en que no atacar Rafah significaría “perder la guerra”. Netanyahu reafirmó ayer su promesa de “terminar el trabajo hasta alcanzar la victoria total” sobre el movimiento islamista, con o sin acuerdo sobre los rehenes.

Gantz agregó que la ofensiva se realizará de manera coordinada con Estados Unidos y Egipto para facilitar la evacuación y “minimizar las bajas civiles hasta donde sea posible”.

En tanto, mediadores internacionales llevan semanas intentando negociar un acuerdo de tregua en El Cairo, aunque Qatar, un mediador clave, expresó el fin de semana su pesimismo sobre la posibilidad de que prospere un acuerdo.

Estados Unidos, aliado principal de Israel, ha presionado por una tregua de seis semanas a cambio de la liberación de 130 rehenes que Israel considera que siguen en Gaza, incluidos 30 que habrían muerto.

El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto discutir esta semana una nueva resolución para exigir un alto el fuego en Gaza, pero Estados Unidos adelantó que lo podría vetar por considerar más conveniente un acuerdo negociado de tregua con un canje de rehenes.

El ministro israelí de Relaciones Exteriores, Israel Katz, declaró este lunes al presidente brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva “persona non grata” por comparar la actual guerra contra Hamás en Gaza con el Holocausto.

Y es que el dirigente brasileño acusó ayer a Israel de cometer un “genocidio” en Gaza; comparó sus acciones con la campaña de Adolfo Hitler contra los judíos, una declaración que generó fuerte rechazo en Israel.

Netanyahu calificó los comentarios de Lula de “vergonzosos y graves” y su gobierno convocó al embajador de Brasil en Israel, y lo invitó a reunirse con el jefe de la diplomacia en el centro memorial del Holocausto Yad Vashem en Jerusalén.

Israel y Hamás avanzan hacia un acuerdo para lograr un alto el fuego y liberar a los rehenes que permanecen en la Franja de Gaza, según funcionarios con conocimiento directo de las conversaciones.

El diálogo seguía avanzando a pesar de que Israel intensificó su ofensiva sobre Rafah, la ciudad del sur del enclave a dónde han huido 1.4 millones de palestinos desplazados para refugiarse de los combates en otras zonas.

Israel rescató a dos cautivos en la ciudad próxima a la frontera egipcia en una operación que mató a al menos 74 palestinos, según funcionarios de salud locales, y dejó un rastro de destrucción.

Un acuerdo daría a la población en Gaza el respiro que necesitan desesperadamente luego de cinco meses de guerra y dejaría libres a las alrededor de 100 personas que siguen cautivas en el enclave palestino.

Mientras la guerra se recrudece, los esfuerzos mediados por Qatar, Estados Unidos y Egipto para forjar una tregua se han visto obstaculizados por las posiciones totalmente enfrentadas de Hamás e Israel. Israel ha hecho de la destrucción de las capacidades de gobierno y militar de Hamás y de la liberación de los rehenes sus principales objetivos en esta guerra.

Un alto funcionario egipcio apuntó que los mediadores lograron lo que describió como avances “relativamente significativos” en las negociaciones entre Israel y Hamás antes de una reunión que mantendrán hoy en El Cairo representantes de Qatar, Estados Unidos e Israel.

La reunión se centrará en “redactar un borrador final” para un acuerdo de alto el fuego de seis semanas, con garantías de que las partes continuarán negociando para lograr un cese de los combates permanente, añadió el funcionario.

La guerra ha dejado más de 28,000 muertos en Gaza, de los cuales más del 70% son mujeres y menores, según las autoridades de salud locales. Alrededor del 80% de la población está desplazada y más de una cuarta parte de la población no tiene qué comer debido a la grave crisis humanitaria. Autoridades locales reportan al menos 68,000 heridos.

Pese a que las reuniones entre los dos bandos continúan este martes en El Cairo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, prometió que la ofensiva continuará hasta la “victoria total” e insistió en que una fuerte presencia militar en el enclave garantizará la libertad de los rehenes.

Recordemos que a finales del noviembre, se pactó una breve tregua a cambio de la liberación de unas 100 personas. Unos 240 palestinos presos en Israel también quedaron libres como parte del acuerdo. Según Israel, unos 30 rehenes habrían muerto o sido asesinados durante el cautiverio y sus cuerpos continúan en Gaza. Tres de los cautivos fueron abatidos por error por las fuerzas israelíes en diciembre y una soldado fue liberada en una misión de rescate en las primeras semanas de la guerra.

El grupo islamista Hamás afirmó hoy que por cada mil cajas de medicamentos que entren en la Franja de Gaza, una será destinada a los rehenes, esto en relación al acuerdo alcanzado con Israel, con la mediación de Qatar y Francia.

“Por cada caja de medicinas para los prisioneros, mil para nuestro pueblo”, indicó en una publicación en X (antes Twitter) Musa Abu Marzouk, un alto cargo del buró político de Hamás, que vive en Líbano, sobre las condiciones del acuerdo anunciado anoche por Qatar, que incluye también la entrega de alimentos y ayuda humanitaria.

El líder de Hamás agregó que en el envío se incluyen 140 tipos de medicamentos diferentes.

Los medicamentos serán entregados por el Comité Internacional de la Cruz Roja, tanto los destinados a los rehenes como los que van para la población gazatí, que se distribuirán en cuatro hospitales repartidos por toda la Franja, indicó el líder de Hamás.

Este es el primer acuerdo alcanzado entre las partes en conflicto desde una tregua de una semana en noviembre, que permitió la liberación de 105 rehenes por 240 presos palestinos, proceso asistido por la Cruz Roja.

Se estima que quedan dentro de la Franja 136 rehenes, 27 de ellos muertos, y que el 75% de ellos necesita tratamiento médico, por enfermedades crónicas o por estar heridos.

Qatar anunció anoche “el éxito de una mediación qatarí en cooperación con Francia” para un acuerdo entre Israel y Hamás por el que se entregarán medicamentos y otra ayuda humanitaria a los civiles de la Franja de Gaza, “en las zonas más afectadas y vulnerables”, a cambio de que parte de las medicinas lleguen a los rehenes.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, confirmó el acuerdo, agradeció a “todos los que han ayudado en la tarea” e indicó que los fármacos fueron comprados por Francia, “según una lista elaborada en Israel de acuerdo con las necesidades médicas de los rehenes”.

Los más de 100 días de guerra en la Franja han dejado más de 24,400 muertos y 61,000 heridos.

A pesar del acuerdo, Israel intensificó este miércoles sus bombardeos en el sur de la Franja de Gaza, zona en que se espera la entrega de las medicinas para los rehenes israelíes a cambio de ayuda humanitaria para los gazatíes.

Hamás indicó que al menos 81 personas murieron durante la noche en la Franja de Gaza, donde la situación es “catastrófica” según la ONU, en pleno invierno.

Recordemos que la guerra se desencadenó por un ataque sin precedentes de Hamás el 7 de octubre en el sur de Israel, que dejó unos 1,140 muertos del lado israelí, la mayoría de ellos civiles, según un recuento de la agencia AFP basado en datos oficiales israelíes.

La embajadora de Israel en México, Einat Kranz, afirmó que respeta la neutralidad que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha asumido respecto al conflicto que estalló el pasado 7 de octubre con el grupo palestino Hamás.

“Nosotros respetamos la neutralidad. Respetamos la decisión de México de no tomar lados, aunque nos hubiera gustado ver algunos pronunciamientos más fuertes en favor del derecho de Israel de defenderse, de defender a sus ciudadanos y de una condena a los actos (de Hamás)”, expresó la diplomática.

Y es que desde el comienzo de la guerra entre Israel y Hamás, grupos a favor de Palestina y sindicatos han pedido a López Obrador una postura más contundente contra las agresiones del Gobierno de Benjamín Netanyahu ante los más de 24,000 muertos en la Franja de Gaza.

Pero, mientras otros países de la región, como Bolivia, Colombia y Chile, han elevado sus críticas a los bombardeos de Israel, México ha rechazado romper relaciones con el Gobierno israelí al sostener una postura “neutral”.

Kranz reconoció que a Israel le hubiera gustado tener una condena “más contundente” por parte de México hacia Hamás y sus actos, pero reiteró su “respeto a la postura” al exaltar la “amistad” que existe con el Gobierno mexicano.

“Es muy importante destacar que Israel y México son países amigos. Llevamos más de 70 años de relaciones diplomáticas, tenemos valores comunes, tenemos muchísima cooperación en diferentes ámbitos, no siempre pensamos igual, no siempre estamos de acuerdo”, señaló.

La embajadora recordó que permanecen más de 140 personas secuestradas por Hamás en Gaza, entre ellos el mexicano Orión Hernández, pero reconoció que México ha cooperado para gestionar la liberación de los rehenes.

“Está haciendo su parte, no de manera pública, (pero) nos está sacando información, México está trabajando para hacer todo lo posible para que se libere a Orión”, aseveró.

Desde el inicio del conflicto, Hamás mantenía a cientos de rehenes, entre ellos a dos connacionales que México había buscado recuperar, pero hasta ahora sólo la mexicana Ilana Gritzewsky ha sido liberada.

El grupo islamista Hamás anunció este lunes que los rehenes Yossi Sharabi, de 53 años, e Itay Svirsky, de 38, habrían muerto, esto a través de un vídeo propagandístico que publicó ayer domingo.

Difundido en sus canales de Telegram, el grupo muestra a los dos rehenes pidiendo al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que frene la guerra porque “corren peligro”, en una fecha por especificar. Posterior a eso, Noa Argamani, otra rehén de 26 años, relata cómo murieron sus compañeros.

“Me ubicaron en un edificio. Fue bombardeado por un ataque aéreo de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), por un avión de combate F16. Se dispararon tres cohetes. Dos de los cohetes explotaron y el otro no”, explica Argamani.

La joven cuenta que en ese edificio estaban ella, Itay y Yossi, junto con milicianos de las Brigadas al Qasam, el brazo armado de Hamás, que cometió el brutal ataque del 7 de octubre en Israel, con el resultado de más de 1,200 muertos y unos 250 secuestrados.

“Después de que el edificio en el que estábamos fuera alcanzado, todos quedamos enterrados bajo los escombros. Los soldados de Al Qasam me salvaron la vida, y la de Itay. Desafortunadamente, no pudimos salvar la de Yossi”, añade la rehén.

“Después de dos noches, Itay y yo fuimos reubicados en otro lugar. Mientras nos transportaban, Itay fue alcanzado por otro ataque aéreo de las FDI. No sobrevivió”, detalló Noa, cuya liberación por motivos humanitarios ha sido ampliamente solicitada, pues a su madre le han diagnosticado un cáncer terminal.

El Ejército israelí no se ha pronunciado aún sobre la veracidad de la información facilitada en el vídeo propagandístico de Hamás.

Antes del relato de Noa Argamani, el vídeo incluye testimonios de Itay y Yossi, en los que hablan de las difíciles condiciones de cautiverio, sin agua ni comida, y piden a Netanyahu que ponga fin a la guerra, unas declaraciones que podrían haber pronunciado bajo presión.

Quedan dentro de la Franja 136 rehenes, aunque se estima que unos 25 podrían estar muertos, según información de inteligencia recabada por Israel.

En total, 110 secuestrado han sido liberados hasta ahora, 105 de ellos durante un acuerdo de tregua en noviembre; mientras que el Ejército ha recuperado los cuerpos de once rehenes muertos en cautiverio, tres de ellos asesinados por error de las tropas israelíes en combate.

Al cumplirse ayer 100 días de guerra, las familias de los rehenes convocaron una manifestación multitudinaria en Tel Aviv durante 24 horas para reclamar al Gobierno que haga todo lo posible y negocie lo que sea necesario para llevar de vuelta a Israel a todos ellos, mientras que Netanyahu apuesta por mantener la presión militar sobre Hamás como única alternativa.

La guerra de Israel en Gaza, la situación humanitaria y el futuro de la Franja son los temas de la gira que el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, inició este viernes por nueve países de la región, empezando por Turquía, a donde llegará esta noche.

“Regreso a la región para involucrarme en diplomacia adicional por la situación en Gaza. Seguiré insistiendo en la protección de la vida de los civiles y trabajaré intensamente con otros para conseguir la liberación de los rehenes y garantizar la entrega continua de ayuda humanitaria a Gaza”, resumió Blinken sus objetivos en un mensaje de X.

El viaje empezó ayer, jueves, según su oficina, aunque debido a la diferencia horaria entre Washington y Estambul, y un vuelo de unos 11 horas de duración, Blinken llegará a Turquía esta noche, cerca de las 19:00 hora local.

La primera reunión tendrá lugar mañana, sábado, con el ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, según ha confirmado Ankara, y se prevé que Blinken también sea recibido por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Con sus interlocutores turcos, Blinken debatirá “los pasos finales para que Turquía ratifique el acceso de Suecia a la OTAN”, aclaró ayer el portavoz de la Secretaría de Estado, Matthew Miller, en Washington.

Erdogan ha insistido en los últimos meses en que esa ratificación, que se votará en el Parlamento a partir del próximo 16 de enero, cuando termine el receso de invierno, está directamente relacionada con la venta de cazas F-16 a Turquía, bloqueada por el Congreso estadounidense.

Desde Estambul, Blinken volará a Creta, donde se reunirá, aún mañana, con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, con el que conversará de la guerra de Ucrania, según adelantó Miller.

Las siguientes paradas serán Jordania, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Israel, Cisjordania y Egipto, donde Blinken multiplicará sus esfuerzos de mediación en un momento en el que su departamento ha reconocido abiertamente “desacuerdos” con Israel.

Blinken reiterará en Israel la postura estadounidense de que “la población palestina no debe ser expulsada a la fuerza de Gaza” y que “Gaza es tierra palestina y seguirá siendo tierra palestina, sin que Hamás controle su futuro y sin grupos terroristas que amenacen Israel”.

Intentará mediar para facilitar la liberación de los rehenes israelíes aún en manos de Hamás y el envío continuo de ayuda a Gaza para evitar un desastre humanitario.

Una de las escalas es Qatar, el país que mejores relaciones mantiene con Hamás, la milicia islamista que domina Gaza, por lo que puede facilitar un acuerdo sobre los rehenes.

El secretario de Estado deberá buscar un consenso entre Israel y sus vecinos sobre cómo gestionar la Franja una vez que se dé por terminada la guerra.

El Gobierno israelí ha dejado entrever que no desea gestionar el territorio, ni permitirá que Hamás recupere el poder, ni tampoco entregará el mando a la Autoridad Palestina, por lo que una fuerza multinacional sería la opción más razonable.

Para ello, Blinken intentará poner las bases, según avanzó Miller, para una paz regional con “pasos tangibles hacia el establecimiento de un Estado palestino al lado de Israel, en paz y seguridad”.

Deberá convencer al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que en los últimos años ha desechado colaborar con la Autoridad Palestina para este futuro y ha propuesto “vivir siempre por la espada”, sin vislumbrar un fin del conflicto.

Unas 125 personas murieron y otras 318 resultaron heridas en las últimas 24 horas por ataques israelíes en Gaza, según informó el Ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por Hamás.

“Las fuerzas de ocupación israelíes cometieron 13 masacres contra familias, cobrándose la vida de 125 personas y dejando 318 heridos”, señaló la autoridad.

Así, en el día 90 de guerra entre Israel y el grupo islamista, la cifra total de palestinos muertos en Gaza se eleva a más de 22,438, mientras que los heridos desde el inicio de la ofensiva israelí el pasado 7 de octubre ascienden a 57,614.

Sanidad agregó que el 70% de las víctimas mortales son mujeres y niños.

Todo esto se produce mientras el Ejército israelí sigue con sus operaciones por toda la Franja, focalizadas en parte en el área de Jan Yunis en el sur, y mientras hay más de un millón de desplazados que se acumulan en la ciudad de Rafah, zona más meridional de Gaza.

Según informó hoy un portavoz militar, fuerzas israelíes atacaron a milicianos que lanzaban misiles antitanque recientemente, entre otros ataques.

Por otro lado, aviones militares atacaron “una estructura militar de Hamás que estaba siendo usada por un operativo terrorista antitanque del batallón de Deir Balah”, en el centro de la Franja, así como “dos estructuras de las que huyeron los terroristas y en las que se encontraban numerosas armas”.

Asimismo, el Ejército también actuó en el campo de refugiados de Al Bureij, en el centro de Gaza, donde “localizó lanzadores de cohetes de largo alcance en la zona”.

Los ataques también siguieron produciéndose desde el mar, después de que las tropas navales del Ejército “continuaron operando a lo largo de la costa de Gaza” como apoyo a las tropas terrestres, atacando también un grupo de milicianos que preparaba una emboscada contra soldados.

El líder del brazo político del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Ismail Haniye, aseguró este martes que el ataque ocurrido en Líbano en el que ha fallecido su ‘número dos’, Salé al Aruri, es un “acto terrorista”, aunque afirmó que hace a la milicia palestina “más fuerte y decidida que nunca”.

“Todos estos asesinatos y ataques nos harán más fuertes y decididos que nunca. Esta es la historia de la resistencia y de nuestro movimiento. Siempre nos volvemos más fuertes y más decididos”, manifestó Haniye durante un discurso recogido por la cadena de noticias Al Jazeera.

El líder político de Hamás ha tachado de “asesinato cobarde” y “acto de terrorismo” el ataque que se ha saldado con la muerte de Al Aruri y otras cinco personas, y que ha atribuido a las Fuerzas de Defensa de Israel, pese a que las autoridades israelíes han rechazado manifestarse al respecto.

En esta línea, el líder del brazo político de Hamás ha denunciado que el ataque también representa “una violación de la soberanía libanesa”, así como “una ampliación del alcance de la agresión israelí” contra la población palestina, y ha advertido de que Israel “es responsable de cualquier repercusión”.

Y es que al menos siete personas han muerto y varias más han resultado heridas después de un ataque con dron sobre unas oficinas de Hamás situadas en Mushrifiyá, en los suburbios al sur de la capital libanesa. Haniye ha confirmado que entre las víctimas se encuentra no solo Al Aruri, sino otros seis miembros de la milicia palestina.

Según ha detallado el líder político de Hamás, los fallecidos son Samir Findi y Azzam al Aqra, ambos comandantes de las Brigadas de Ezzeldín al Qassam, brazo armado Hamás; y los milicianos Mahmud Zaki
Shahin, Mohamed Bashasha, Mohamed al Rayes y Mohamed Hamud.

“La sangre de Al Aruri y sus hermanos se mezcló con la sangre de nuestro pueblo”, añadió.

Al Aruri residía en Líbano desde 2018, y en 2010 fue liberado tras pasar doce años en cárceles israelíes. Era considerado el ‘número dos’ del brazo político de Hamás y uno de los comandantes de las Brigadas
Al Qassam.

Se le atribuye la responsabilidad de varios ataques contra Israel desde suelo libanés y se le señala como uno de los principales intermediarios en la liberación de rehenes tomados el pasado 7 de octubre.

Israel da por muertos a veinte de los 132 secuestrados que siguen en Gaza, después de haber recuperado los cuerpos de otros ocho.

El portavoz del Gobierno de Israel, Eylon Levy, aseguró este viernes que el grupo islamista Hamás “tiene actualmente los cuerpos de veinte rehenes (…), sabemos que han sido asesinados en cautividad”.

En rueda de prensa, Levy prefirió no pronunciarse sobre posibles negociaciones para liberar a los cautivos, para reafirmar la voluntad firme de Israel de intentar sacarlos vivos de la Franja de Gaza lo antes posible.

Los últimos cuerpos de rehenes recuperados por Israel corresponden a dos militares, un sargento y un soldado, y a un civil, con doble nacionalidad israelí y francesa según apuntó el portavoz.

Con la recuperación de los tres cuerpos, quedan 132 rehenes en Gaza en manos de Hamás y otras milicias, 20 de ellos ya fallecidos según Levy.

Entre los secuestrados figuran 121 israelíes, ocho tailandeses, un nepalí, un tanzano y un franco-mexicano, según datos de la Oficina del Primer Ministro de Israel.

Los rehenes que desde el ataque de Hamás a Israel el pasado 7 de octubre siguen en el enclave palestino son 113 hombres y 19 mujeres, entre ellos dos menores y diez mayores de 75 años.

Hasta ahora fueron liberados 118 secuestrados, 86 israelíes, 24 de otras nacionalidades y los ocho fallecidos, cuyos cuerpos han sido rescatados por las fuerzas israelíes durante su ofensiva en el Franja palestina.

La mayoría de los rehenes fueron liberados durante la semana de tregua que comenzó el pasado 24 de noviembre, cuando Hamás entregó 105 secuestrados, 81 israelíes y 24 extranjeros, de ellos 23 tailandeses y un filipino.

Semanas antes el grupo ya había liberado a cuatro mujeres y el Ejército israelí rescató a una soldado cautiva cuando comenzó la incursión terrestre en el enclave palestino.

Qatar, Egipto y Estados Unidos mediaron la tregua que duró siete días, del 24 al 30 de noviembre, y que incluyó la liberación de los rehenes de Hamás a cambio de 240 palestinos presos en cárceles israelíes.

El consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, llegó este jueves a Israel para reunirse con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en un momento de desacuerdo entre ambos países sobre la guerra en Gaza.

Jake Sullivan, que aterrizó en la ciudad israelí de Tel Aviv, tiene también previsto reunirse con el presidente de Israel, Isaac Herzog, y con miembros del gabinete de guerra como el ministro de Defensa, Yoav Gallant.

A su llegada, Sullivan se reunió en Tel Aviv con el consejero de Seguridad Nacional israelí, Tzachi Hanegbi, según informó la Embajada de Estados Unidos en el país.

El viaje se produce después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmara que Israel está perdiendo apoyos por sus acciones en la Franja, con miles de víctimas civiles, y le recomendara a Netanyahu que cambie de Gobierno, del que forman parte partidos ultaderechistas contrarios al diálogo con los palestinos y la solución de dos Estados.

Netanyahu ha reconocido que “hay desacuerdo” con Estados Unidos, su principal aliado, sobre “el día después de Hamás” en la Franja de Gaza.

Israel rechaza la propuesta de Estados Unidos para que la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna partes reducidas de Cisjordania ocupada, tome tras la guerra el control de Gaza, ahora en manos del grupo islamista Hamás.

Biden ha mostrado desde el principio su apoyo inquebrantable a Israel para eliminar a Hamás y se opone a un alto el fuego, porque considera que sería utilizado por el grupo islamista para rearmarse y atacar de nuevo.

La Asamblea General de la ONU adoptó el martes por amplia mayoría una resolución por un alto el fuego humanitario en la Franja, días después de que Estados Unidos vetara una propuesta de resolución del Consejo de Seguridad en el mismo sentido.

La Liga Árabe y la Organización para la Cooperación Islámica consideran que esto refleja “el evidente aislamiento de Israel” frente al mundo.

En medio de todo esto, el conflicto que inició Hamas al atacar Israel el pasado 7 de octubre, esta haciendo notorio otro problema: la libertad de expresión se enfrenta con la barrera del antisemitismo y del antiislamismo.

En Broojula, Ana Paula Ordorica platica platica con Gabriel Guerra Castellanos, internacionalista, analizan el tema.

Aviones de combate israelíes atacaron objetivos en la Franja de Gaza eSTE viernes, poco después de que finalizara la tregua que se había alcanzado, lo que dio pie a que la guerra con Hamás se reanudaba con toda su fuerza.

En Israel se activaron las sirenas antiaéreas en tres granjas comunitarias próximas a Gaza, lo que sugiere que los insurgentes habrían reanudado también sus ataques, aunque no se reportaron incidentes.

La reanudación de las hostilidades avivó la preocupación por la suerte de los palestinos en el pequeño territorio costero, así como por los cerca de 140 rehenes que siguen retenidos tras la liberación de más de un centenar durante la tregua que comenzó el viernes pasado.

Qatar, que ha ejercido de mediador junto a Egipto, dijo que sus negociadores seguían tratando de alcanzar un acuerdo para reactivar el cese al fuego. El Ministerio de Exteriores indicó que el papel de Israel en la reanudación de los combates “complica los esfuerzos de mediación y agrava la catástrofe humanitaria”.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, se reunió previamente con funcionarios israelíes, a quienes pidió que hagan más para proteger a la población civil palestina en su campaña para destruir a Hamás.

La campaña con la que Israel respondió a la letal incursión de Hamás en el sur de su territorio el 7 de octubre, ha cobrado la vida de miles de palestinos, desplazó a la mayoría de los 2.3 millones de habitantes de la Franja y causó una crisis humanitaria.

Tampoco estaba claro hasta qué punto atenderá el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, las peticiones de Washington, su principal aliado. La oficina del mandatario dijo el viernes que el país “está comprometido a alcanzar los objetivos de la guerra: liberar a los rehenes, eliminar a Hamás y garantizar que Gaza no vuelva a suponer nunca más una amenaza para los residentes de Israel”.

Solo unas horas después de la reanudación de los combates, el Ministerio de Salud gazatí, controlado por Hamás, reportó 32 fallecidos más y docenas de heridos.

Hamás culpó a Israel del final de la tregua tras rechazar todas las ofertas presentadas por el grupo insurgente durante la noche para entregar más rehenes y cadáveres.

El anuncio de Israel sobre la reanudación de su ofensiva se produjo apenas 30 minutos después de que terminara el alto el fuego, que entró en vigor el pasado 24 de noviembre, a primera hora de la mañana.

Durante la semana de pausa en los combates, Hamás y otros grupos insurgentes del enclave liberaron a más de 100 rehenes, en su mayoría israelíes, a cambio de la salida de 240 palestinos de cárceles en Israel.
Casi todos los que han recuperado la libertad son mujeres y menores de edad, pero el hecho de que queden pocos rehenes de estos grupos entre los cautivos en Gaza ha complicado un acuerdo para una posible ampliación.

También se espera que Hamás, que gobierna el sitiado territorio desde hace 16 años, pida un precio más alto por los demás cautivos, especialmente en el caso de los soldados israelíes. Se calcula que en Gaza quedarían 140 rehenes.

La entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza a través del cruce de Rafah, que une el enclave palestino con Egipto, se vio paralizada este viernes ante la reanudación de las operaciones militares de Israel tras expirar la tregua, según informó la televisión estatal egipcia Al Qahera News.

“El movimiento de los camiones se ha detenido” en el paso de Rafah, el único cruce por donde ha entrado ayuda humanitaria a Gaza desde el inicio de la guerra el pasado 7 de octubre, y por donde han ingresado al enclave unos 200 vehículos a diario durante los siete días que duró la tregua,señaló el medio.

Según la Media Luna Roja Palestina, la principal organización que se encarga de distribuir la ayuda que llega desde Egipto a Gaza, durante los primeros seis días de tregua ingresaron al enclave unos 1,132 camiones, una media de unos 188 por día.

Israel confirmó que diez rehenes israelíes y dos tailandeses fueron liberados por el grupo islamista Hamás y trasladados a territorio israelí, en el quinto día del acuerdo de intercambio de rehenes por presos en paralelo a un alto el fuego temporal.

“De acuerdo con información proporcionada por la Cruz Roja, doce rehenes, incluyendo diez israelíes y dos extranjeros, están de camino a territorio israelí”, informó el Ejército israelí en un comunicado.

La Oficina del Primer Ministro israelí precisó que los dos rehenes extranjeros son ciudadanos tailandeses y que los israelíes son todas mujeres.

Los militares agregaron poco después que los rehenes habían sido entregados en Gaza a la Cruz Roja, que los llevó primero a Egipto y luego los entregó a las tropas israelíes.

Tras una revisión médica inicial, los rehenes liberados están siendo trasladados ahora a hospitales israelíes, donde se reencontrarán con sus familiares.

En base al acuerdo con Hamás, está previsto que Israel proceda ahora con la liberación de un grupo de 30 prisioneros palestinos. Los prisioneros liberados hoy serán 15 mujeres y 15 menores, según informó Hamás en un comunicado.

Un colectivo de familiares de rehenes identificó a dos de las rehenes liberadas como dos mujeres con doble ciudadanía argentina-israelí: Ofelia Roitman, de 77 años, y Gabriela Leimberg, de 59.

Desde el viernes, Hamás ha liberado a 60 rehenes israelíes como parte del acuerdo, además de otros 21 extranjeros, uno de ellos con doble ciudadanía ruso-israelí.

Por su parte Israel ha excarcelado a 150 presos palestinos, todos mujeres y niños, y se espera que entre hoy y mañana libere a 60 más.

El acuerdo fue mediado por Egipto, Qatar y Estados Unidos, que este martes continuaron las gestiones para prorrogar la tregua por algunos días más.