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El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue consultado esta mañana sobre los perfiles que integran las quintetas para elegir a los cuatro nuevos consejeros del INE, a quienes se acusa, de guardar cercanía con Morena y el gobierno federal.

“Pues es que van a cuestionar todo. ¿Qué les contesto? Que quien sea electo para ocupar un cargo de consejero va a ser mejor que los que están”, respondió.

Ocupó el tema para criticar al consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, a quien señaló de haber viajado a Estados Unidos a hacer turismo político conservador, donde sostuvo encuentro con diversos líderes, a quienes tachó de “supuestamente de intelectuales independientes, internacionalistas, preocupados por la democracia, el desarrollo, el medio ambiente. Toda una gran simulación, un grupo de simuladores que no se pronuncian cuando se trata de los daños que causa la oligarquía en el mundo”.

Sobre la cercanía de algunos de los perfiles en las quintetas, López Obrador lo justificó señalando que “más de la mitad de los ciudadanos, para no exagerar, simpatizan con nuestro movimiento”, por lo que dijo que todos tiene posibilidad de participar.

“Si pertenecen, simpatizan con nuestro movimiento, pues no están impedidos si no lo prohíbe la ley, es decir, si en los requisitos no está establecido”, añadió.

Rápidamente dijo que si moralmente es válido, un planteamiento que él mismo ha hecho en otros casos. “Sí, sí es válido, porque tienen derecho, como cualquier otro ciudadano”.

Sobre si eso representaría un riesgo para garantiza la imparcialidad del INE, dijo que no, pues lo importante para el él, es que quienes lleguen al INE sean personas íntegras y honesta, aunque no tengan experiencia en la materia.

“Eso de la experiencia es… Además, se hace un examen, se hace un examen. Y por lo general, miren, de manera muy sincera y con todo respeto, los conservadores son muy hipócritas y muy corruptos. Bueno, fueron los que saquearon el país. ¿Qué más pruebas queremos? Y son los que se resisten a que haya cambios”, añadió.

El mandatario fue cuestionado sobre el perfil de Bertha María Alcalde Luján, a quien se refirió como una “muy buena abogada, joven”, quien apoyó su gobierno en la Secretaría de Seguridad Pública y en la Cofepris.

Y aunque se refirió a su experiencia como abogada, AMLO defendió que sí tiene experiencia electoral.

Eso de la experiencia es muy relativo, lo que se requiere es honestidad, integridad. No, hay unos… Bueno, este que se amparó bajo la máxima de que vivir fuera del presupuesto es vivir en el error, Edmundo Jacobo, 30 años ahí, imagínense cuánta experiencia”, lanzó el mandatario.

“Lo más importante de todo para el servicio público es la honestidad, eso es lo más importante, que la persona, hombre o mujer, sea incorruptible, no que se las sepa, de todas, todas y que sea aun corruptazo, como ha sucedido”, remató.

Circula el libro El Rey del Cash de Elena Chávez, quien fuera pareja del hombre cercano al hoy presidente López Obrador, Cesar Yáñez. El título no deja lugar a dudas. Eso de que el presidente lleva viviendo con $200 pesos en la cartera es un mito. El presidente que ha hecho de su honestidad la bandera de su carrera política resulta que es igual o peor que sus antecesores. Recibe maletas de efectivo como las que vimos mover a René Bejarano desde hace dos décadas y con ellas ha podido financiar su camino que lo llevó a la presidencia en 2018.

Y, sin embargo, el libro que muestra de cuerpo entero a López Obrador no le va a golpear en el ánimo de sus simpatizantes. El fervor a AMLO seguirá intacto. Su teflón, su escudo protector, va a continuar. Y lo hará simplemente por los tiempos en los que vivimos. Tiempos de polarización en donde no importa cuánta información se muestre y se vea respecto a las fallas del presidente que “sacó al PRI de Los Pinos”, sus simpatizantes le perdonaran todo.

¿Por qué? Porque en México, como en otras democracias que están en problemas, estamos tan divididos en tribus, que no importa la información negativa o los efectos perversos de la ineptitud del gobierno, a López Obrador le van a seguir justificando y perdonando prácticamente todo lo que signifique que ‘ellos’ ganen y ‘los otros’ pierdan.

Esto ha generado una política ausente de todo tipo de estándares, persuasión y rendición de cuentas.

Lo mismo ocurre actualmente en Estados Unidos. Por ello, el columnista del New York Times, Ezra Klein, escribió un libro titulado Why We’re Polarized (¿Por qué estamos polarizados?) que terminé de leer asombrada por las similitudes que existen no entre Trump y AMLO, sino entre los simpatizantes y partidarios de ambos.

Por simpatizantes, me refiero a los ciudadanos que respaldan a un presidente que no ha entregado más que malos resultados en seguridad, economía, salud…los temas más importantes para cualquier persona.

Y por partidarios, me refiero a los que trabajan con el presidente, dentro del gobierno y dentro de Morena. Así como los republicanos de más alto rango han optado por validar la falacia de que la elección del 2020 fue fraudulenta y se la robaron a Trump, hay los partidarios de Andrés Manuel López Obrador que validan sus ocurrencias diarias. Desde entregarle poder sin medida al ejército; promover consultas patito; atacar a la autoridad electoral; hasta las grandes tonterías de rifar el avión presidencial o cancelar un aeropuerto para construir otro inviable por el mismo precio elevadísimo.

La combinación de polarización con liderazgos fallidos tiene a la democracia estadounidense en problemas. Lo mismo vemos en el caso de México, con la diferencia de que nuestras instituciones son mucho más endebles a ser tumbadas por quien, todo indica, tiene un escudo protector de cualquier acto reprobable.

Apostilla: Les tomaron la medida. Eso fue lo que ocurrió con los senadores de la oposición en la votación para extender las labores del ejército en tareas de seguridad pública hasta el 2028. El gobierno pudo medir la voluntad de cada uno de los senadores de PAN, PRI, PRD y MC. Al final, los que dieron su brazo a torcer y votaron en favor de la iniciativa del presidente tendrán que considerar que ésta fue la primera de muchas votaciones y que al dar su aval en esta ocasión, no significa que ya los dejarán en paz. Como se dice coloquialmente, midieron el agua a los camotes. Morena, su coordinador en el Senado, Ricardo Monreal, y el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, volverán a presionar en otras votaciones para darle más triunfos a Andrés Manuel López Obrador. Ojalá y los 11 que dieron su brazo a torcer, 9 del PRI y 2 del PRD, lo hayan hecho por un poco más que un plato de lentejas.

Columna completa en El Universal

La titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Raquel Buenrostro, informó este lunes que, a pesar de la pandemia y la guerra en Ucrania,  en México la recaudación superó los niveles previos a la crisis sanitaria e incluso no cayó.

Al intervenir en la conferencia matutina del presidente López Obrador, la titular del SAT indicó que de enero a junio de 2022, la recaudación tributaria neta ascendió a 2 billones 49 mil millones de pesos, lo que implica un incremento de 8.6% en términos reales respecto al mismo periodo de 2018.

Buenostro Sánchez precisó que el SAT, a diferencia de administraciones anteriores, ahora se distingue por ser una institución que se caracteriza por la honestidad.

“La transformación de un nuevo SAT, caracterizada por el valor de la honestidad, las capacidades técnicas, el estricto apego a la ley y el piso parejo, ha demostrado que puede incrementarse la recaudación de manera sostenida y equivalente a una reforma fiscal sin aumentar las contribuciones”, aseveró.

La funcionaria explicó que uno de los temas que el presidente pidió cuidar es la recaudación a grandes contribuyentes, en cuyo tema dijo que, sin considerar a Pemex, aumentó 20.7% en términos reales en el primer semestre de 2022.

Señaló que durante los tres primeros años de la actual administración, la fiscalización a grandes contribuyentes ha recaudado el 86% de lo cobrado en el sexenio anterior, dando como resultado un ingreso de 541 mil 682 millones de pesos.

Sobre la decisión del gobierno federal de subsidiar el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a los combustibles, para mantener sin incrementos el costo de las gasolinas y diésel, a fin de controlar la inflación que afecta a México y el mundo, precisó que el estímulo en el primer semestre de 2022 fue por 114.8 mil millones de pesos.

En ese sentido, apuntó que México presentó una inflación energética de 6.4% en mayo, mientras que en la inflación general, dijo que se ubicó en 7.65% en mayo de 2022, 0.9 puntos porcentuales por debajo de la registrada en Estados Unidos.

En ese sentido, aseguró que los apoyos para contener la inflación en el país ha sido por un monto cercano a los 160,000 millones de pesos.

“El total de los apoyos para combatir la inflación es de 159,000 millones de pesos, es decir, los esfuerzos de este gobierno para evitar que la gente tenga una inflación en su canasta básica es de 160,000 millones de pesos”, declaró la funcionaria.

Sobre la devolución de impuestos, la jefa del SAT detalló que al cierre del 2021 el monto total incrementó 267 mil millones de pesos, 41.4 por ciento respecto a 2018. Al 30 de junio de 2022 se han realizado devoluciones por 44 mil 46 millones de pesos de estímulo complementario en energéticos dirigido a productores e importadores de combustibles.

Finalmente, el presidente reconoció los resultados positivos de la recaudación de impuestos a través del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y sostuvo que las contribuciones permiten financiar obras de infraestructura y los Programas para el Bienestar.

El jefe del Ejecutivo indicó que gracias a la fortaleza de la Hacienda pública, la federación no ha recurrido a préstamos ni registra déficit porque no se gasta más de lo que ingresa a pesar del contexto internacional adverso.

Este jueves, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó los resultados de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2019, que arroja información referente a la satisfacción con servicios públicos básicos y bajo demanda, así como las experiencias en la realización de pagos, trámites, solicitudes de servicios públicos y otro tipo de contactos con autoridades.

En las experiencias relacionadas con la realización de trámites, pagos y solicitudes de servicios públicos, además de otros contactos con servidores públicos realizados personalmente, en 79.3% de los casos los usuarios manifestaron sentirse satisfechos en términos generales.

Durante 2019, la percepción sobre la frecuencia de actos de corrupción en instituciones de gobierno se redujo, al pasar de 91.1% en 2017, a 87% en 2019.

Sin embargo, la tasa de prevalencia de corrupción se incrementó de 14,635 víctimas por cada 100,000 habitantes en 2017, a 15,732 en 2019; al igual que la tasa de incidencia, la cual pasó de 25,541 actos de corrupción por cada 100,000 habitantes en 2017 a 30,456 en 2019.

Por otro lado, el mayor porcentaje en experiencias de corrupción se estimó en el contacto con autoridades de seguridad pública con 59.2% de los casos; seguido de los trámites relacionados con permisos de uso de suelo, demolición o construcción, solicitudes de constancias de libertad de gravamen u otros trámites en el Registro Público de la Propiedad con 25%.

El costo total en 2019 a consecuencia de la corrupción en la realización de trámites o solicitudes de servicios públicos y otros contactos con la autoridad fue de $12,770 millones, equivalente a $3,822 por persona afectada; el mayor costo provino de trámites educativos.

La información dada a conocer por el INEGI sirvió para que la Secretaría de la Función Pública (SFP) asegurara que la percepción de confianza de la población en el Gobierno Federal se duplicó en 2019 con respecto a dos años antes.

“Este cambio es histórico”, expresó la titular de la dependencia, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, quien destacó que de acuerdo con la encuesta, el Gobierno Federal es el más honesto de los tres órdenes de gobierno.

La secretaria Irma Eréndira Sandoval Ballesteros celebró que los datos de la ENCIG “demostraran” que se logró duplicar la población que confía en el gobierno federal, pasando de 25.5% en 2017 a 51.2% en 2019.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) afirmó esta mañana que la honestidad es la característica principal para formar parte de su gobierno, incluso por encima de la experiencia.

“Más que la experiencia, me importa la honestidad. Hay quienes tienen mucha experiencia, están hasta graduados en el extranjero, pero son deshonestos”, expresó en su conferencia de prensa al ser cuestionado sobre el nombramiento de Ángel Carrizales al frente de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA).

López Obrador defendió su decisión de nombrarlo, pese a que fue rechazo en cinco ocasiones por el Senado para cubrir cargos en el sector energético, pues dijo que lo conoce, confía en él, además de que había “pasado la prueba”, sin especificar cuál era.

“Si hablamos en términos cuantitativos, 90 por ciento honestidad y 10 por ciento experiencia. Antes era al revés, 90 por ciento experiencia, buenísismos, además charlatanes, pero eso sí, muy corruptos”, afirmó el mandatario.

La polémica que ha generado la designación de Carrizales en la ASEA, además de sus intentos fallidos de ocupar un cargo, se debe a que es cercano al presidente, pues se desempeñaba como parte de la ayudantía del mandatario.

Incluso el titular de la Semarnat, Víctor Manuel Toledo, se deslindó de dicha elección, al afirmar que al ser un cargo que es decidido directamente por el presidente, fue él quien optó por nombrar a Carrizales en el puesto.

De acuerdo a la más reciente encuesta de El Financiero, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) logró revertir la tendencia de los últimos meses y registró, en septiembre, un ligero aumento en su nivel de aprobación y una disminución en su desaparobación.

El presidente López Obrador registró un nivel de aprobación de 68%, luego de dos meses con 66%; la desaprobación pasó de 32% a 30%.

La encuesta también evalúa otros aspectos del mandatario, tales como honestidad, liderazgo y su capacidad para dar resultados.  En honestidad, la opinión positiva pasó de 58% a 63%; en liderazgo ésta subió de 53% a 60%, mientras que en la capacidad para dar resultados pasó de 43% a 48%.

Sobre la credibilidad que tiene el presidente López Obrador, la encuesta revela que también se registró una variación importante, al pasar de 48% en agosto, a 59% en septiembre.

Respecto a cómo se ha actuado en los principales problemas que aquejan al país, tales como la inseguridad y la economía, también se avanzó, pues la opinión favorable pasó de 37% a 45% en el caso de seguridad pública; la opinión positiva del manejo de la economía pasó de 29% a 35%; en el caso de corrupción se avanzó de 23% a 31%; mientras que la pobreza pasó de 21% a 33%.

El presidente Andrés Manuel López Obrador recibió en Palacio Nacional al Consejo de la Comunicación para su ceremonia de cambio de presidente. Ahí, el Ejecutivo federal destacó que mientras en otras partes del mundo hay inmovilismo y decadencia, en México “estamos saliendo de la crisis.

Aseguró que el país deja atrás un proceso de degradación por el cambio de mentalidad que hay en la sociedad en pro de una cultura de la honestidad y para desterrar flagelos como la corrupción.

AMLO dijo que si bien “no todo ha sido malo, es precisó que, si exaltamos los valores culturales, morales y espirituales, vamos a llevar a cabo el renacimiento de México”.

Ante los presidentes entrante y saliente del Consejo de la Comunicación, José Carlos Azcárraga Andrade y Federico López Otegui, respectivamente, López Obrador celebró la campaña en pro de la honestidad que impulsa este organismo, pues  dijo que si se sigue con dicho  propósito, se va a dejar una buena herencia a las nuevas generaciones.

El presidente se dijo partidario de la creación de conciencia a partir de la información y de la orientación, y señaló que dentro de la nueva etapa de la vida del país está en proceso un camino de mentalidad, pues millones de mexicanos están tomando conciencia, participando en la transformación que requiere el país.

Por su parte, Azcárraga Andrade afirmó que durante su periodo buscará la participación activa de todos los sectores de la sociedad y que sentará las bases para crear la visión 2030 del organismo cúpula, con la finalidad de continuar posicionándolo como una de las instituciones más relevantes del país.

En torno a los ejes estratégicos en los que se enfocará, resaltó el importante papel que juegan las empresas, toda vez que generan nueve de cada 10 empleos en el país.

Reafirmó el compromiso del Consejo para sumar esfuerzos con el gobierno, como en el caso de la Estrategia Nacional contra las Adicciones, y resaltó que para impulsar el crecimiento y el desarrollo del país es necesaria la participación activa de todos los sectores de la sociedad.

CARLOS ELIZONDO MAYER-SERRA

EXCELSIOR

 

 

Los políticos mienten. Imposible ganar una elección sin hacerlo. Tampoco es fácil gobernar con la verdad. En casi toda decisión hay perdedores. Lo más que puede hacer un político es evitar los temas en los que la verdad es demasiado incómoda.

Los políticos conocen lo complicado de su tarea. Pocos se atreven a decir que no mienten. AMLO es uno de ellos. “Yo jamás le voy a mentir al pueblo mexicano”.

AMLO ha logrado construir una impresionante imagen de honestidad y sinceridad. Sin embargo, su comportamiento es inusualmente flexible con la realidad. Cuando ésta no se somete a sus deseos, tiene una respuesta perfecta: “yo tengo otros datos”.

Hay temas en los cuales los datos podrían ser debatibles. Cuando el 7 de junio Bank of America dijo por primera vez que la economía mexicana crecería este año menos de uno por ciento, AMLO replicó “‘a ver, uno por ciento’, yo digo ‘más de dos’, o sea, digo el doble, y está grabado”. En ese entonces podía haber alegado que “sabía” de otros datos; podría, por ejemplo, haber decidido ya la reanudación del aeropuerto de Texcoco, con lo cual la inversión pública se reanimaría, la confianza empresarial regresaría y con ello la inversión privada se reactivaría.

Sin embargo, cuando la semana pasada varias instituciones financieras estimaron un crecimiento cercano a cero para el primer semestre del 2019, como ya lo vimos con el dato publicado ayer, sólo ligeramente mejor a lo esperado, y Bank of America proyectó un crecimiento de 0.5 por ciento para todo el año, AMLO volvió a decir que creceríamos al 2 por ciento. No hay forma que en el segundo semestre crezcamos al 4 por ciento como para compensar el raquítico 0.3 del crecimiento del primero y al promediar lograr el dos prometido por AMLO. En el ínterin descalificó cualquier proyección. En sus palabras: “Es que antes de que se tengan datos se pronostica”, bueno… de eso se trata un pronóstico.

También le pidió al FMI, que igual ajustó sus pronósticos a la baja, que pidiera disculpas por haber causado “un grave daño a los mexicanos” con su defensa del neoliberalismo. Ésta es la estrategia típica de un político. Si no le gusta un dato, mejor hablar de otra cosa.

Cuando AMLO afirma nuevamente que alcanzaremos un crecimiento de 2 por ciento este año, ¿está mal informado o sabe que es una mentira? Lo primero hablaría de un Presidente cercado en un mundo de aduladores, donde saliendo de la mañanera le aplauden para reforzarle la idea de que sí alcanzaremos el crecimiento prometido. Lo segundo, si sabiendo, miente sin recato alguno, hace de sus promesas en otros temas frases sin credibilidad.

AMLO hace con frecuencia afirmaciones fáciles de refutar. Acusó al recién cesado director del Coneval, Gonzalo Hernández Licona, de ganar 220 mil pesos mensuales. Éste le contestó mostrando su recibo de nómina. Su ingreso neto era de 92 mil pesos. Supongo que Hernández Licona no falsificó su recibo. ¿A AMLO le dieron ese dato sobre el supuesto salario de Hernández Licona o simplemente afirmó lo que le dio la gana?

Hoy en día, el problema para un político que va contradiciéndose por la vida es el registro digital de todo lo dicho. Como dice AMLO: “está grabado”. La semana pasada circuló un tuit con un video (http://bit.ly/2KdaTM8) en el que primero se veían sus promesas como Presidente electo de crecer al 4 por ciento, luego, su justificación de que lo que importa no es tanto el crecimiento, sino el desarrollo, para rematar diciendo que “si se tratara de crecer por crecer, podríamos decir, ‘vamos a seguir con las rondas petroleras, porque lo que nos importa es crecer, crecer’, entonces, pues podríamos crecer al 6 por ciento anual, pero, destruimos el territorio, y qué les dejamos a las nuevas generaciones.”

¿Podríamos crecer más, pero no quiere afectar el medio ambiente? Es el mismo Presidente que pretende hacer una refinería en Dos Bocas, un tren en la selva y cancelar las rondas de energía eléctrica sustentable. Difícil de creer. Pero con qué seguridad lo dice.

Durante la visita que realizó al municipio de Juchitán, Oaxaca, el Presidente Electo de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO),  hizo un llamado a las autoridades para que se conduzcan con honestidad y den seguimiento puntual a las labores de reconstrucción.

“Le pido a las autoridades locales, a la presidenta municipal actual y al próximo presidente municipal de Juchitán que estén pendientes (…) pobremente, ganamos con bastante ventaja, pero esa confianza que nos dio la gente nos compromete a no fallar, no vamos a traicionar al pueblo, vamos a cumplir todos los compromisos con los damnificados de los sismos y con los damnificados de la tierra, de siempre, vamos a apoyarlos”, enfatizó el morenista.

Refirió que como parte de los apoyos que llegarán al municipio, habrá asistencia técnica, y asesoría a los que están construyendo, con el fin de que “no haya fraude”.

El tabasqueño explicó que la reconstrucción de viviendas e inmuebles es sólo una de las múltiples acciones que tienen como fin atender a la población más vulnerada desde el inicio de su administración, pues indicó que llegaran a Oaxaca un paquete de múltiples acciones sociales.

“Además del apoyo para hacer las viviendas, mejorar las viviendas, ampliarlas, terminar las obras de interés público, entrando vamos a cumplir los compromisos que hicimos en campaña”, remató López Obrador.

 

El Presidente Electo de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) indicó que a finales de octubre dará a conocer un plan de seguridad que se aplicará a nivel nacional, aunque dijo, en la Ciudad de México los problemas se solucionarán de manera particular con la llegada de Claudia Sheinbaum al gobierno local.

Sostuvo que gracias a la confianza que la gente tiene en la honestidad de Claudia Sheinbaum, se podrá resolver los problemas que aquejan a la capital.

“Los problema tienen que ver mucho con el desempeño de los gobiernos. Si va estar Claudia de jefa de gobierno, yo tengo la seguridad de que se van a resolver los problemas en la Ciudad de México”, detalló AMLO.

Enfatizó que será la ex delegada de Tlalpan quien va a regresar la paz a la capital, y añadió que entre todos los ciudadanos se logrará la paz y la tranquilidad en el país.

Al ser cuestionado sobre si a su parecer los cárteles de la droga tienen presencia en la Ciudad de México, López Obrador dijo que prefería no comentar sobre eso, pero indicó que “eso lo tienen ustedes que preguntar a la Procuraduría, a los que están actualmente (en el gobierno)”.

 

El candidato presidencial de la coalición PRI-PVEM-PANAL, José Antonio Meade, se reunió la tarde de ayer un grupo de jóvenes, a quienes pidió solicitar cerrar filas para construir un país justo y equitativo.

 

El candidato ofreció a los presentes, un gobierno a la medida, con instituciones que permitan que todos los mexicanos cuenten con un piso parejo para cumplir sus sueños.

 

Aseguró que su estrategia para apoyar a los jóvenes cuenta con cinco ejes fundamentales, entre los que destacó la cobertura universal de preparatoria, más becas para que estudien en el extranjero, créditos flexibles a emprendedores y ayuda para que puedan estudiar y trabajar con el modelo dual.

 

 

Adicional esta mañana, a través de su red social, el candidato reiteró el llamado a los mexicanos, a comparar preparación, trayectorias, resultados, honestidad y congruencia de todos los aspirantes presidenciales, pues dijo es fundamental para saber a quién confiarle el rumbo del país.

 

“Lo que está de por medio es el país, no un juego de vencidas”, remató el ex titular de Hacienda.

 

CARLOS ELIZONDO MEYER-SERRA

EXCÉLSIOR

 

 

Tiene razón López Obrador cuando argumenta que en la gran mayoría de los casos no se requiere modificar las leyes existentes. Se necesita gobernar bien. Trabajar más y ser honesto. Así lo defendió en su presentación en la Convención de la Asociación de Bancos de México el pasado viernes en Acapulco.

 

Sin embargo, no basta prometer con echarle ganas. Se requiere una estrategia. Ya vimos cómo la promesa de gobierno empresarial eficaz de Fox, con sus head hunters para reclutar a los mejores, terminó en un gabinete Montessori. También hemos visto cómo el regreso de quienes sí sabían cómo usar el poder nos tienen en la mayor crisis de seguridad de la historia reciente de México y sin poder concluir ni un tren de México a Toluca.

 

Importa por ello entender cuál es la estrategia para tener un gobierno de calidad. ¿Qué ofrece López Obrador para lograrlo? A él. Ése fue el hilo conductor de su presentación en Acapulco, ante los financieros de este país, hábilmente manejada en su segunda parte por una entrevista a cargo de Leonardo Curzio.

 

¿Cuál es su plan contra la corrupción? Su honestidad. En su visión del mundo, la corrupción viene de arriba hacia abajo, si hay honestidad en la cabeza, o sea él, tendremos una administración honesta. Contra la crisis de la inseguridad, ofrece, como ya lo hemos visto en los dos últimos sexenios, el mando único. Cuando en la entrevista Leonardo Curzio lo presionó al respecto, no desarrolló si era necesaria una reforma constitucional y las particularidades de ésta. La respuesta fue sencilla: la Constitución hoy le da al Presidente el mando sobre las Fuerzas Armadas. Lo ejercerá. Se reunirá con las fuerzas federales todos los días a las 6 am para coordinar su trabajo. Lo de la coordinación como llave mágica fue el mantra de la presidencia de Peña Nieto los primeros tres años… lo de levantarse a las 6 am ciertamente no. Para evaluar si los contratos petroleros son lo mejor para el país, López Obrador narró cómo el venir de una familia de comerciantes le enseñó a hacer cuentas. Por ello, él sabrá cómo evaluar qué es lo mejor para el país.

 

El liderazgo importa. Puede ser determinante en un comercio pequeño, pero a nivel nacional se requiere contratar a un buen equipo, saber delegar y tener una estrategia clara para fortalecer las capacidades burocráticas del Estado. Esto es crucial para tener un gobierno de izquierda, cuyo objetivo es intervenir en diversas áreas de la economía.

 

El equipo de colaboradores propuesto por López Obrador, salvo un par de excepciones, es o de plano inexperto, como el propuesto secretario de Sedatu, Román Meyer Falcón, de 34 años, cuya referencia parece ser su padre, Lorenzo Meyer, o experto en otros ámbitos, como la presunta secretaria de Economía, Graciela Márquez, muy buena historiadora, experta en economía del siglo XIX, pero sin antecedentes como funcionaria pública y quien sería responsable de continuar la negociación del TLCAN, o experto en un mundo ya pasado, como el propuesto para secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, de 81 años de edad, cuyo último cargo público fue ser subsecretario en esa secretaría en el sexenio de López Portillo…

 

Contrario a la idea de reclutar a los mejores, les bajará el sueldo a los altos funcionarios. Para un funcionario hoy en retiro y muy bien pensionado, como la exministro Olga Sánchez Cordero, agregar a su pensión de 258 mil pesos más gastos de representación y cinco asistentes con sueldo promedio de 40 mil pesos mensuales, un sueldo de secretario, el que sea, es lo de menos. Sin embargo, para funcionarios sin pensión en áreas de alta responsabilidad, un salario menor puede llevar a la renuncia de los cuadros técnicos de mayor calidad y valor en el mercado de trabajo que le dan cierta coherencia a la administración pública.

 

Para tener un buen gobierno se requiere, además, tenerlo cerca. La idea de descentralizar las secretarías a lo largo de todo el país es muy popular, pero sería operativamente un desastre. Sólo el trasladar las secretarías a sus nuevos hogares (sólo quedarían en la Ciudad de México dos de ellas) sería muy costoso y generaría caos por un largo tiempo. Todo lo contrario a un gobierno eficaz. De cumplirse el traslado, la coordinación entre las entidades sería muy complicada. No sólo el secretario tiene que coordinarse con su jefe y con sus colegas, sino que muchos funcionarios tienen responsabilidades horizontales que requieren reuniones recurrentes. La tecnología no ha resuelto bien la necesidad de las juntas cara a cara.

 

El gran activo de López Obrador es él mismo. Logró crear Morena de la nada y transformarlo en el partido con mayor intención de voto hoy. Si gana la Presidencia, será validado como un líder visionario y donde la terquedad será vista como una más de sus virtudes. Será aún más difícil llevarle la contra de lo que se comenta que fue trabajar con él en el Gobierno de la Ciudad de México. Seguramente pesarán mucho sus hijos, como lo han estado haciendo en la campaña. Prepárense para un gobierno chafa si gana el uno de julio.

 

El precandidato presidencial de Morena-PT-PES, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), volvió a llamar a todos sus seguidores para difundir el mensaje de que todos los señalamientos de que existe una relación entre su proyecto y gobiernos extranjeros, son parte de la guerra sucia que la mafia del poder ha instrumentado en su contra.

 

Al indicar que la guerra sucia se ha intensificado, dijo que aquellos que no quieren que llegue al poder están desatados y lo difaman a través de llamadas telefónicas, diciendo a las personas que si gana entregará el petróleo a los rusos.

 

Aclaró que no tiene nada que ver “con Rusia, ni con Venezuela, ni verdes, ni maduros, esto está hecho en México, este es un movimiento para el pueblo de México, no vamos a permitir la injerencia de ningún gobierno extranjero”.

 

Al recordar que ya no es peje, sino Andresmanuelovich, AMLO subrayó que están desesperados los de la mafia del poder, porque inventan cosas en su contra y nada les funciona. Aseguró que tiene un escudo para todos los ataques que recibe: su honestidad.

 

El talón de Aquiles de Andrés Manuel López Obrador es su honestidad. Se dice diferente. Se dice inmune a la corrupción. Declara que con él ese México corrupto va a quedar atrás. Que, hacia adelante, con él en la presidencia, viene el México de la esperanza.

 

Y sin embargo…

 

…Sin embargo está el caso de su aliado, el PT, y el manejo que el partido-negocio le ha dado al dinero recibido para subsidiar escuelas particulares.

 

Cuando creíamos que los partidos recibían un dineral, nos enteramos que además de las prerrogativas, reciben dinero público para otros propósitos. En el caso del PT, es para los Centros de Desarrollo Infantil, los CENDIS, que son guarderías y preprimarias que son un híbrido público privado. Reciben dinero de los Estados que a su vez es depositado por la federación, además de las colegiaturas que les cobran a los alumnos.

 

CENDIS hay en todos los estados del país excepto en Morelos y Querétaro en donde hay CADIs, Centro Asistencial de Desarrollo Infantil. El PT administra CENDIs en doce Estados: los de Baja California, Sonora, Durango Nayarit, Guanajuato, Colima, Michoacán, Chiapas, Puebla, Aguascalientes, Zacatecas y Nuevo León.

 

Así lo ha venido haciendo por más de una década. Los recursos que reciben los administradores de los CENDIs para su manejo varían dependiendo el acuerdo al que llega el dueño con el gobernador; Secretario de Finanzas y Secretario de Educación de cada Estado.

 

Hoy la PGR está investigando a la esposa del líder del PT, Guadalupe Rodríguez Martínez, porque recibió depósitos del Estado de Nuevo León directamente a su cuenta para el supuesto manejo de los 12 CENDIs del estado.

 

Y la respuesta de AMLO a esta investigación es que se trata de una venganza política del PRI por la alianza del PT con Morena que arrancó desde que el candidato del Edo Mex declinó a favor de Delfina Gómez.

 

 

Columna completa en EL UNIVERSAL

A principios de noviembre pasado, justo antes del día de las elecciones, Barack Obama fue trasladado a través de la noche a las afueras de Charlotte, Carolina del Norte llamado por Hillary Clinton. No era algo traqnuilo ni seguro. Las encuestas, las “analíticas”, permanecieron a favor de Clinton, pero Obama, con el único punto de vista de ser el primer presidente afroamericano, había visto como, noche tras noche, inmensas multitudes aplaudían y gritaban por un demagogo que había lanzado una carrera de negocios contra los negros y sus necesidades, además de una carrera política con una teoría racista de la conspiración conocida como birtherism. Durante su discurso en Charlotte esa noche, Obama advirtió que nadie cambia realmente en la Presidencia; más bien, la oficina “magnifica” quién eres tú. Así que si “acepta el apoyo de los simpatizantes del KKK antes de ser presidente, o si se es un poco lento en negarlo, entonces así serás como presidente”.

El ascenso de Donald Trump no fue la primera señal de que los estadounidenses no habían considerado uniformemente la elección de Obama como un capítulo inspirador en el progreso hacia la igualdad del país. Newt Gingrich, ex presidente de la Cámara de Representantes, lo había calificado como el “Presidente marcado por los alimentos”. En los medios de comunicación de derecha y blanco nacionalistas, Obama era socialista, musulmán, anticristo, fascista liberal , “Quien estaba reuniendo a su propia Juventud Hitlerista. Un tren de alta velocidad desde Las Vegas a Anaheim que formaba parte del paquete de estímulos económicos, y que fue pieza clave para conectar los burdeles de Nevada a los inocentes lugares  de Disneyland. Por naturaleza, era sospechoso. “Simplemente mira el lenguaje corporal, y hay algo que está pasando”, dijo Trump el verano pasado. Mientras tanto, a partir del día de la primera toma de posesión de Obama, el Servicio Secreto presentó una cantidad sin precedentes de amenazas contra el Presidente.

Y así, acelerando hacia otro aeropuerto el pasado noviembre, Obama parecía un hombre cansado que albergaba una semilla ardiente de aprensión. “Hemos visto venir esto”, dijo. “Donald Trump no es un atípico; Es una culminación, una conclusión lógica de la retórica y las tácticas del Partido Republicano durante los últimos diez, quince o veinte años. Lo que me sorprendió fue el grado en que esas tácticas y retórica salieron de control”.

 

Durante medio siglo, de hecho, los líderes de la GOP han alimentado las llamas del resentimiento racial en los Estados Unidos. A través de un cálculo político y una retórica astuta, desde la “estrategia del sur” de Richard Nixon hasta las últimas acusaciones de fraude electoral en los distritos mayoritarios afroamericanos, hacerlo ha valido la pena en las urnas. “No había principios rectores”, dijo Obama. “No había nadie que dijera: ‘No, esto va demasiado lejos, esto no es lo que defendemos'”.

La semana pasada, el mundo observó al sucesor de Obama en la Casa Blanca, sin consolidar y desquiciado, actuando más o menos como Obama había predicho. En 2015, una semana después de que Trump declarara su candidatura, habló a favor de retirar la bandera confederada de la capital de Carolina del Sur: “Pónganla en un museo y déjenla ahí”. Pero la semana pasada, el presidente Trump hizo patente su indulgente simpatía por los neonazis, los miembros de KKK y los supremacistas blancos no afiliados, que marchaban con antorchas, rifles de asalto, clubes y consignas racistas y antisemitas por las calles de Charlottesville, Virginia. Un participante incluso adoptó una táctica de terror parecida a la de ISIS, dirigiendose directamente a una multitud de gente que se manifestaba pacíficamente contra los racistas. Trump había declarado una guerra de la cultura “America First” en su discurso inaugural, y ahora, como sus números en la encuesta cayeron, como perdió una y otra vez en los tribunales y en el Congreso, la investigación de Mueller, profundizó en su miserable historia de negocios.

¿Quién lo habría predicho? Cualquiera, en serio. Hace dos años, el Daily Stormer, el principal sitio de noticias neonazis del país, llamó a los hombres blancos a “votar por primera vez en nuestras vidas por el único hombre que realmente representa nuestros intereses”. Trump nunca rechazó el apoyo de esta corriente. Los invitó, los explotó. Con Stephen Bannon, el nacionalismo blanco ganó bienes raíces de primera clase en el ala oeste de la Casa Blanca. Bannon escribió mucho del discurso inaugural, y fue calificado como “El Gran Manipulador” en una historia de la portada del TIME que golpeó el ego presidencial. Pero Bannon ha estado marginado por meses. El viernes pasado, en la estela de Charlottesville, Trump finalmente lo despidió. Se dirige de nuevo a Breitbart News. Pero él era personal; Su partida no es decisiva. La cultura de esta Casa Blanca era, y sigue siendo, la de Trump.

Cuando Trump fue elegido, hubo quienes consideraron su historia e insistieron en que se trataba de una especie de emergencia nacional, y que normalizar esta Presidencia era una peligrosa ilusión. Al mismo tiempo, hubo quienes, con espíritu de paciencia y cortesía nacional, sostuvieron que Trump era “nuestro Presidente”, y que “se le debe dar una oportunidad”. ¿Ha tenido bastantes oportunidades? Después de su conferencia de prensa en el vestíbulo de Trump Tower el pasado martes, cuando ignoró los intentos escritos de regular sus impulsos y reveló sus verdaderas alianzas, no puede haber duda de quién es. Este es el hecho ineludible: el 9 de noviembre, Estados Unidos eligió a un ser humano deshonesto, inepto, desequilibrado e inmoral como Presidente y Comandante en Jefe. Trump ha demostrado ser inflexible a las apelaciones de decencia, unidad, moderación o hechos. Está dispuesto a poner en peligro la paz civil y el tejido social de su país simplemente para satisfacer su narcisismo y excitar las peores inclinaciones de sus seguidores principales.

 

Esta última indignación ha desalentado un poco al círculo de Trump; los directores de negocios, generales y funcionarios de seguridad, asesores e incluso miembros de la familia han descubierto su desesperación privada. Una de las imágenes más duraderas de la apariencia esquálida de Trump el martes fue la de su jefe de gabinete, John Kelly, que estaba escuchando a él con una mirada de vergüenza. Pero Trump todavía conserva el apoyo de aproximadamente una tercera parte del país, y de la mayoría del electorado republicano. La figura política que Obama consideró como una “conclusión lógica de la retórica y las tácticas del Partido Republicano” aún no ha desaparecido de la base del Partido.

La resistencia más importante a Trump tiene que provenir de la sociedad civil, de instituciones y de individuos que, a pesar de sus diferencias, creen en normas constitucionales y tienen un respeto fundamental por los valores de honestidad, igualdad y justicia. El imperativo es encontrar formas de contrarrestar y disminuir su influencia maligna no sólo en el ámbito abiertamente político, sino también en el social y cultural.

 

 

 

Texto publicado en The New Yorker por David Remnick

Foto: Archivo APO

En una investigación especial del sitio BuzzFeed News México, se detectó una falta de coincidencia entre información declarada por el entonces candidato a la gubernatura del Estado de México, Alfredo del Mazo,  sobre su declaración patrimonial.

 

El su 3de3 como se le conoce a las declaraciones que los políticos han entregado, el documento incluía los datos de una casa comprada de contado en 2016 en la delegación Miguel Hidalgo, en la Ciudad de México, supuestamente por 5.3 millones de pesos.

 

 

Sin embargo el sitio reporta que al acceder al Registro Público de la Propiedad de la gobierno capitalino, la casa de Del Mazo, primo del presidente Enrique Peña Nieto, tuvo en realidad un costo superior a los 31.5 millones de pesos. El inmueble se encuentra ubicado en la colonia Lomas de Chapultepec, muy cerca del Paseo de la Reforma y de la Tercera Sección del Bosque de Chapultepec.

 

La diferencia que se le “pasó” declarar al priísta fue de 26.2 millones de pesos.

 

Durante su campaña a gobernador, Del Mazo declaró que “la presentación de mi (declaración) 3 de 3 atiende a la exigencia de los ciudadanos de transparencia, honestidad y rendición de cuentas, pero también lo hago por convicción, porque tengo una familia que quiero que se sienta orgullosa de mi trabajo y a la que quiero seguir viendo a los ojos”.
 
 
 
Con información de BuzzFeed News México / Foto: Archivo APO