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La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) pidió este miércoles a los mexicanos que viven en Texas acercarse a los consulados y “conocer sus derechos” ante los fallos “contradictorios” sobre la ley SB4 de ese estado, que permitiría a las autoridades estatales detener y expulsar a migrantes indocumentados.

“Aconsejamos a personas mexicanas en Texas acercarse a los 11 consulados mexicanos y conocer sus derechos ante actos antiinmigrantes, discriminatorios o de corte racial. ¡No están sol@s!”, escribió la canciller Alicia Bárcena, en su cuenta de X.

La ley SB4, una de las medidas antiinmigrantes más drásticas en la historia de Estados Unidos, convertiría en delito menor el que un extranjero ingrese o intente ingresar a Texas desde otro país de forma irregular, además de facultar a las fuerzas estatales de realizar arrestos migratorios.

Su aplicación desató caos este martes, cuando la Suprema Corte de Estados Unidos primero permitió aplicar la ley antes de escuchar argumentos de fondo, aunque más tarde, cerca de la media noche, el tribunal de apelaciones del Quinto Circuito suspendió su entrada en vigor.

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) avisó tras el fallo de la Suprema Corte de Estados Unidos que México no aceptaría a migrantes deportados por el Gobierno de Texas.

En el mismo sentido se posicionó esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Al anunciar que la cancillería podría responder por la vía diplomática, calificó la SB4 como “draconiana”, “deshumanizada” e “injusta”.

“Además es violatorio del derecho internacional, no puede uno tener una legislación que corresponde al fuero federal”, dijo AMLO al subrayar que los estados en México y Estados Unidos no pueden tomar medidas en política exterior que corresponden al fuero federal.

López Obrador señaló que si Texas comienza a deportar a migrantes al otro lado de la frontera, el gobierno mexicano no se va a quedar “de brazos cruzados” y habrá una “respuesta”; matizó que el asunto no está todavía definido en las instancias judiciales de la nación vecina.

Las tensiones entre México y el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, han crecido desde el año pasado ante las crecientes medidas antiinmigrantes del estado fronterizo, como las boyas y alambre de púas que colocó en el Río Bravo para disuadir a los migrantes de cruzar.

Apenas el 20 de febrero, el presidente López Obrador tachó de “politiquería” el campamento militar que Abbott pretende construir junto al río. El mandatario ha adjudicado los actos de Texas a que este año coinciden las elecciones presidenciales de México y Estados Unidos.

En su intento por salvar un acuerdo fronterizo en el Congreso que también desbloquearía dinero para Ucrania, el presidente estadounidense Joe Biden reiteró este fin de semana que estaría dispuesto a cerrar la frontera entre Estados Unidos y México si los legisladores sólo le enviaran un proyecto de ley para firmar.

Biden dijo en un acto político en Carolina del Sur que cerraría la frontera “ahora mismo” si el Congreso aprobaba el acuerdo propuesto.

El marco no ha sido acordado formalmente por demócratas y republicanos en el Senado y enfrentaría un futuro incierto en la Cámara de Representantes, controlada por el Partido Republicano.

“Un proyecto de ley bipartidista sería bueno para Estados Unidos, ayudaría a arreglar nuestro deteriorado sistema de inmigración y permitiría un acceso rápido a quienes merecen estar aquí, y el Congreso tiene que conseguirlo”, indicó Biden.

“También me daría a mí, como presidente, la autoridad de emergencia para cerrar la frontera hasta que pudiera volver a estar bajo control. Si ese proyecto fuera ley hoy, cerraría la frontera ahora mismo y la arreglaría rápidamente”.

El acuerdo que se está negociando en el Congreso requeriría que Estados Unidos cierre la frontera si aproximadamente 5,000 inmigrantes cruzan sin autorización legal en un día determinado. Esto no parece nada improbable. El año pasado, algunos totales de un día superaron los 10.000.

Esto llega cuando el expresidente y actual aspirante a la nominación republicana, Donald Trump, lleva semanas presionando a los republicanos para que pongan fin a las negociaciones. Se resiste a dar una victoria a Biden en un asunto que fue el motor de la exitosa campaña del republicano en 2016 y que quiere utilizar en su intento de volver a la Casa Blanca.

Los negociadores parecían estar acercándose a un acuerdo, pero empezó a complicarse después de que las presiones de Trump a los legisladores conservadores se hicieran cada vez más fuertes.

En una carta difundida el sábado en respuesta a los comentarios de Biden, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, republicano por Luisiana, insistió en que Biden no necesita la acción del Congreso para cerrar la frontera y le pidió que “tome medidas ejecutivas de inmediato para revertir la catástrofe que él ha creado”.

La inmigración sigue siendo una de las principales preocupaciones para los votantes en las elecciones de 2024. Una encuesta de AP-NORC a principios de este mes reveló que quienes expresaban preocupaciones sobre la inmigración aumentaron al 35% desde el 27% del año pasado. La mayoría de los republicanos, el 55%, considera que el gobierno debe centrarse en la inmigración en 2024, al tiempo que el 22% de los demócratas catalogaron la inmigración como una prioridad. Eso representa un aumento del 45% y el 14%, respectivamente, respecto a diciembre de 2022.

Los arrestos por cruces no autorizados en la frontera con nuestro país alcanzaron un máximo histórico en diciembre desde que se publicaron las cifras mensuales. La Patrulla Fronteriza contabilizó 249,785 arrestos en la frontera con México en diciembre, un 31% más que los 191,112 de noviembre y un 13% más que los 222,018 de diciembre de 2022, el máximo histórico anterior.

Tres economistas basados en Estados Unidos ganaron el Nobel de Economía de 2021 por su investigación pionera en el impacto del salario mínimo, la inmigración y la educación en el mercado laboral, y por crear el marco científico para sacar conclusiones de estudios similares que no pueden emplear una metodología tradicional.

El experto de origen canadiense David Card, de la Universidad de California en Berkeley, recibió la mitad del premio. La otra mitad la compartían Joshua Angrist, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, y Guido Imbens, de 58 años y nacido en Holanda, que trabaja en la Universidad de Stanford.

Los tres han “transformado por completo la labor empírica en las ciencias económicas”, indicó la Academia Sueca de Ciencias.

Card trabajó en una investigación sobre restaurantes en Nueva Jersey y el este de Pensilvania para medir los efectos de aumentar el salario mínimo. Él y su fallecido compañero Alan Krueger descubrieron que un aumento en el salario mínimo por hora no afectaba al empleo, lo que desafiaba la creencia tradicional de que subir el salario mínimo reduciría las contrataciones.

El trabajo de Card también desafío otra idea común, que los inmigrantes hacen bajar los salarios de los trabajadores nacidos en el país que recibía. Descubrió que los ingresos de los empleados locales podían beneficiarse de la nueva inmigración, y eran los inmigrantes llegados antes los que corrían el riesgo de verse afectados de forma negativa.

Angrist e Imbens obtuvieron la mitad de su premio por resolver los detalles metodológicos que permiten a los economistas sacar conclusiones sólidas sobre causa y efecto cuando no pueden hacer estudios de acuerdo a estrictos métodos científicos.

A diferencia de otros premios Nobel, el galardón de economía no se introdujo en el testamento de Alfred Nobel, sino por el banco central sueco en su memoria en 1968. El primer ganador se anunció al año siguiente. Es el último premio anunciado cada año.

La semana pasada se entregó el Nobel de la Paz de 2021 a los periodistas Maria Ressa, de Filipinas, y Dmitry Muratov, de Rusia, por su lucha por la libertad de expresión en países donde los periodistas han enfrentado ataques persistentes, acoso e incluso asesinato. El Nobel de Literatura fue para el escritor tanzano Abdulrazak Gurnah, afincado en Gran Bretaña y reconocido por su “inflexible y compasiva penetración de los efectos del colonialismo y el destino del refugiado en el abismo entre culturas y continentes”.

El galardón de Medicina fue para los estadounidenses David Julius y Ardem Patapoutian por sus descubrimientos sobre cómo el cuerpo humano percibe la temperatura y el tacto. Tres científicos ganaron el premio de Física por una labor que encontró el orden en el aparente desorden y ayudó a explicar y predecir las complejas fuerzas de la naturaleza, lo que incluyó expandir nuestra comprensión del cambio climático.

Benjamin List y David W.C. MacMillan ganaron el premio de química por encontrar una forma más sencilla y menos contaminante de construir moléculas para producir compuestos como medicinas y pesticidas.

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, llegó este viernes a la ciudad de El Paso, Texas, en la frontera con México, para evaluar los efectos de la migración irregular procedente mayoritariamente de Honduras, El Salvador y Guatemala.

En su primera visita a la zona fronteriza como vicepresidenta, Harris se desplazó a un centro de detención de inmigrantes de la Patrulla Fronteriza, donde tiene previsto conocer a algunos de los indocumentados que se encuentran allí, previo a sus reuniones con activistas, abogados y varias ONG’s.

“Estoy contenta de estar aquí. Siempre fue mi plan venir aquí, y creo que vamos a tener un día bueno y productivo”, dijo Harris en declaraciones a la prensa en la entrada del centro.

Cuestionado por qué le parecía importante visitar ahora la frontera, la vicepresidenta recordó que ya había estado en la zona limítrofe “muchas veces”, en el tramo correspondiente a California, el estado al que representó en el Senado durante cuatro años.

Afirmó que su visita de hace dos semanas a México y Guatemala estuvo centrada en “hacer frente a las causas” que generan la migración irregular, mientras que ahora su viaje a la frontera tiene como objetivo “observar los efectos de lo que hemos visto que ocurre en Centroamérica”.

“La realidad es que tenemos que lidiar con las causas y tenemos que lidiar con los efectos”, puntualizó la demócrata.

Las instalaciones que visitó Harris, conocidas como Central Processing Center (CPC), cuentan con más de 9,000 metros cuadrados en los que se detiene a aquellos inmigrantes que acaban de cruzar irregularmente la frontera, antes de trasladarlos a otros centros.

Al finalizar el viaje, la vicepresidenta comparecerá ante la prensa junto al secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Alejandro Mayorkas, así como el senador Dick Durbin y la legisladora Veronica Escobar, dos de los demócratas más activos en el Congreso en temas de migración.

La visita de Harris a la frontera llega tras haber recibido numerosas críticas de la oposición republicana por no haberse desplazado a la zona limítrofe previamente, y días antes de que el expresidente Donald Trump viaje también a la frontera acompañado del gobernador de Texas, Greg Abbott.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) afirmó este viernes que “pronto” se dará la reapertura de la frontera terrestre entre México y Estados Unidos, cerrada desde el comienzo de la pandemia para la mayoría de actividades.

El mandatario fue cuestionado sobre la reciente alerta de viajes emitida por Estados Unidos que advertía de no viajar a México por la delincuencia existente en alguna regiones, así como por la situación de la pandemia en nuestro país.

“Hay muy buen ambiente en las relaciones con Estados Unidos”, respondió López Obrador, quien reiteró que la próxima semana hablará con la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, sobre el fenómeno migratorio.

Fue en ese punto donde adelantó que la “apertura de las fronteras se va a dar pronto, completa”. Dijo que del lado estadounidense hay también la demanda de que se normalicen ya las relaciones y los intercambios completos. “No vemos que se prolongue mucho. Vamos a llegar pronto a un acuerdo”.

Recordemos que el 21 de marzo de 2020, México y Estados Unidos acordaron cerrar su frontera para viajes no esenciales, es decir, aquellos con fines recreativos o turísticos. El pasado 18 de marzo, coincidiendo con una nueva ola migratoria, México anunció que restringiría su tránsito terrestre también en su frontera sur, alegando que se debía frenar la propagación del coronavirus.

El pasado 20 de abril, el gobierno del presidente Joe Biden extendió una vez más, hasta el 21 de mayo, las restricciones de los viajes no esenciales por las fronteras con México y Canadá, como parte de las medidas para contener la pandemia de la covid-19.

En el marco de lo expuesto por el presidente López Obrador, se informó que el número de menores no acompañados detenidos por el servicio de Aduanas y Fronteras de Estados Unidos en la frontera con México ha descendido casi un 84% desde el mes anterior, además de que ha descendido el tiempo de detención de los menores.

De acuerdo con estimaciones de La Casa Blanca compartidas con la cadena CNN, actualmente hay 954 menores bajo
custodia respecto a los 5,767 que se registraron en marzo pasado y el tiempo medio de retención es de 28 horas frente a los aproximadamente cinco días del mes anterior.

En marzo, la Patrulla Fronteriza detuvo a 18,663 menores no acompañados en la frontera entre Estados Unidos y México, según los datos de la agencia; unas cifras sin precedentes en las dos últimas administraciones de Trump y Barack Obama.

Entre los motivos de este repunte se encuentran la devastación que dejaron dos grandes huracanes que azotaron América Central el año pasado, la pandemia y la percepción de que las restricciones de entrada se han relajado bajo la Administración Biden.

La Casa Blanca todavía tiene que lidiar con un número cada vez mayor de niños bajo custodia de Servicios Sociales: más de 22,276 al 27 de abril, de acuerdo con el organismo federal estadounidense.

La posibilidad o no de convertirse en una “carga pública” como beneficiario de ayudas gubernamentales es desde este lunes un requisito que deberán cumplir los inmigrantes que soliciten un visado a Estados Unidos o deseen obtener su tarjeta de residencia permanente, conocida como “green card”.

Después de meses de un intenso proceso judicial y en pleno año de elecciones, la Administración del presidente Donald Trump empezará a aplicar la norma de “carga pública”, que puede darle un vuelco al sistema de migración actual hacia uno basado en criterios como ingresos, edad o la capacitación del inmigrante.

La medida entró en vigor en todo el país en tanto siguen en proceso las apelaciones pendientes y después de que el viernes pasado el Tribunal Supremo levantara una exclusión que estaba vigente para Illinois.

El Supremo había dejado antes sin efecto fallos judiciales en contra de esta normativa emitidos por tribunales de los estados de Nueva York, California, Washington y Maryland.

La norma no se aplicará a quienes soliciten la ciudadanía ni se será retroactiva. También excluye a refugiados, asilados, a personas con amparos migratorios como el Estatus de Protección Temporal (TPS) o a quienes posean cierto tipo de visados que se conceden a víctimas de violaciones de derechos humanos, entre otros.

Si bien la Ley de Inmigración y Nacionalidad de 1952 establece que un extranjero que solicite un visado o el ajuste de estatus migratorio “es inadmisible” en caso de que un oficial consular o un fiscal considere que puede convertirse en carga pública, los expertos advierten que la vuelta de tuerca que ha dado la Administración de Trump puede cambiar el sistema de migración del país.

A la luz de la nueva reglamentación, un inmigrante legal será definido como “carga pública” si recibe “uno o más beneficios públicos” durante más de 12 meses en un periodo de 3 años. Pero este concepto también se tendrá en cuenta para determinar quiénes podrían llegar a necesitar en el futuro algún tipo de asistencia.

Para determinar si una persona puede obtener la residencia permanente, extender su estadía o ser admitida en el país, se tendrán en cuenta aspectos como la edad, lo que puede excluir a menores o ancianos, salud, estatus familiar, activos, recursos, situación financiera, educación y capacitación.

La firma Boundless explica en su web que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) planea imponer requisitos financieros no solo al patrocinador sino también al solicitante, al que se le puede llegar a pedir un nivel de ingreso familiar o el equivalente en activos por encima de lo establecido hasta ahora.

Esta “prueba de riqueza”, anticipa Reichlin-Melnick, puede resultar en la llegada de “más personas de países de Europa y menos de Centroamérica, de África y otros que tienen más pobreza”.

El gobierno británico reveló este miércoles su nuevo sistema de inmigración por puntos, que fue inmediatamente criticado por la oposición y analistas, que lo ven como un peligro para sectores como la salud o la industria alimentaria.

Para obtener un visado de trabajo a partir del año próximo, una vez finalizado el periodo de transición del Brexit, será necesario demostrar competencias específicas, hablar inglés y contar con una oferta de trabajo con un salario mínimo anual de 20,480 libras (unos 24,600 euros), excluyendo así a los trabajadores poco cualificados o mal pagados.

La ministra del Interior del gobierno de Boris Johnson, Priti Patel, calificó estas reformas como “firmes y justas”, y declaró que este sistema facilitará la obtención de visas a los trabajadores altamente cualificados.

“Nuestra economía ya no dependerá de la mano de obra barata proveniente de Europa, sino que se concentrará más en la inversión en tecnología y automatización”, destacó en el documento que detalla las medidas, y solicita a los empleadores “adaptarse” a éstas.

Este plan requiere a cada trabajador extranjero acumular un mínimo de 70 puntos para obtener un permiso de trabajo, a medida que cumple determinados requisitos, que han generado serias inquietudes en los sectores profesionales que dependen de trabajadores poco cualificados o mal pagados.

Una funcionaria responsable en el principal sindicato del sector público, Christina McAnea, señaló que estas medidas “causarán un desastre absoluto en el sector de la salud”, puesto que no se dispondrá de personal suficiente en el Reino Unido.

En cuanto al sector agroalimentario, la presidenta del Sindicato Nacional de agricultores, Minette Batters, aseguró que la “automatización aún no es una opción viable (…) por lo que generará graves consecuencias para el sector”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reveló este jueves su plan de reforma migratoria, el cual aumentará significativamente la cuota de trabajadores calificados en caso de ser aprobado por el Congreso.

“El cambio más grande que hacemos es aumentar la proporción de inmigrantes altamente calificados del 12% al 57%, y nos gustaría ver si incluso podemos aumentarlo”, dijo Trump. “Esto nos pondrá en línea con otros países y nos hará competitivos a nivel mundial”.

El magnate dijo que las nuevas medidas serán “la envidia del mundo”, pues enfatizó, se priorizará a los solicitantes calificados, además de que propone una alternativa al actual modelo de asilo abusado por “demandas frívolas”.

“De ser adoptado, nuestro plan transformará el sistema de inmigración de Estados Unidos en el orgullo de nuestra nación y la envidia del mundo moderno”, añadió el mandatario.

Señaló que se revisará el sistema de migración para favorecer a los solicitantes jóvenes, educados y angloparlantes con ofertas de trabajo en lugar de personas con vínculos familiares con estadounidenses.

El republicano lamentó que el actual proceso de inmigración legal en su país sea disfuncional. Subrayó que su gobierno quiere aumentar la seguridad en la frontera y reducir las solicitudes de asilo.

El plan pretende disminuir del 66% al 33% la tasa de quienes logran ese estatus por lazos familiares, una de las formas que Trump tanto ha criticado. También busca reducir del 22% actual al 10% el volumen de personas que obtienen el permiso de residencia permanente, conocido como la “tarjeta verde”, por razones humanitarias o de promoción de la diversidad.

Por su parte, los demócratas han reaccionado de forma muy crítica contra la reforma del sistema migratorio de Estados Unidos propuesta por Trump, pues acusan que es un plan que no ven “serio” y del que aseguran que no tiene oportunidades de implementarse.

“Muerta”, “poco seria”, “sin oportunidades”, son algunos de los calificativos que los legisladores y otros cargos públicos del Partido Demócrata han dado a la reforma ideada por el mandatario.

“Es realmente una palabra condescendiente. ¿Están diciendo que la familia no tiene mérito?”, preguntó la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en una rueda de prensa. “¿Están diciendo que la mayoría de las personas que han venido a Estados Unidos en la historia de nuestro país carecen de mérito porque no tienen un título en ingeniería?” cuestionó Pelosi.

Otra de las críticas hechas al plan de Trump es que no da una solución a los indocumentados que llegaron de niños al país, conocidos como “soñadores”, acogidos a un programa para evitar ser deportados, ni a los 11 millones de inmigrantes sin papeles que viven en el país clandestinamente.

La intención del presidente Donald Trump de elegir a Stephen Miller para dirigir los temas de inmigración podría desencadenar un posible conflicto político con una de las personas más influyentes de La Casa Blanca, su yerno, Jared Kushner.

Y es que ante el reto que Trump quiere librar para asegurar la frontera sur, encomendó a Kushner desarrollar nuevas ideas sobre la reforma migratoria ante los malos resultados de la propuesta inicial del marco legal de inmigración.

Kushner, quien está casado con la hija de Trump, Ivanka, se habría convertido en la apuesta del mandatario para idear un plan que arreglara el sistema de inmigración.

“El reloj está marcando todas estas cosas”, dijo un ex funcionario de Trump que se mantiene en contacto con fuentes dentro de La Casa Blanca. “No hay manera de que Stephen pueda continuar presionando una política restrictiva de la derecha y muy dura, y que Jared esté presionando una política del centro, ligeramente a la izquierda, y algo no entre en conflicto”.

La tensión se produce cuando el presidente purga a sus principales funcionarios de seguridad nacional y promete adoptar un enfoque más estricto en la frontera con México, de cara a la campaña de 2020.

“Tenemos las peores leyes de cualquier país en cualquier parte del mundo, ya sea captura y liberación o cualquiera de ellas”, dijo Trump el martes. “Quiero decir, podría nombrar, podría sentarme aquí y nombrarlos, pero si se libró de la captura y liberación, la migración en cadena, la lotería de visas, tiene que arreglar la situación de asilo; es ridículo. Tienes gente entrando, reclamando asilo “.

Se espera que el equipo de Kushner desarrolle una nueva propuesta sobre la reforma de inmigración, debido a que Trump estaba claramente frustrado con la propuesta de inmigración legal original y sintió firmemente que el enfoque de la administración debía estar en la seguridad fronteriza, según dos fuentes familiarizadas con las discusiones .

“Él (Trump) se frustró. Está muy frustrado por la crisis fronteriza. Y sintió que lo que llegaba a su escritorio no era lo suficientemente bueno y no era lo que quería hacer. Él está muy molesto por esta crisis fronteriza y vio que necesitaba dar una dirección más clara. La idea es que van a armar algo que pueda convertirse en un tema para que la administración avance hacia la reelección “, revelaron las fuentes.

Otra fuente familiarizada con la reunión dijo que el nuevo plan está más en línea con “la agenda pro trabajador de Trump”.

La Casa Blanca rechazó la idea de cualquier diferencia de enfoques entre Miller y Kushner.

“El presidente Trump desea establecer una política de inmigración que esté diseñada para resolver la crisis humanitaria en nuestra frontera, evitar el ingreso ilegal a nuestro país y proteger al pueblo estadounidense. No hay divergencias entre el equipo del presidente mientras trabajan para implementar esa agenda”, dijo un vocero de la administración Trump.

En menos de una semana, la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, renunció a su cargo y se retiró la nominación de Ron Vitiello para dirigir el Servicio de Inmigración y Aduanas.

Un asesor del Departamento de Seguridad Nacional dijo que cualquier reducción en la inmigración no se puede hacer a la inmigración ilegal, por lo que probablemente se haría a la inmigración legal.

“Sin duda, representa un golpe para uno de los principales objetivos legislativos de Jared, que esperaba usar la reforma migratoria para mejorar su relación personal con algunos de los principales directores ejecutivos y líderes tecnológicos de los Estados Unidos, y ahora sabe que esas personas no van a ser testigos de ser capaz de sacar algo de esta administración “.

Aquellos que conocen a Miller dicen que no deben subestimar a unos de los asesores principales de Trump, ya que él es más estratégico de lo que se piensa. Afirman que no pondrá en peligro su posición con el presidente debido a una disputa con Kushner, quien como miembro de la familia presidencial es considerado como intocable.

El reciente ascenso de Miller en las decisiones de inmigración se ve como un retorno a los temas centrales que hicieron que Trump sea elegido.

Trump ganó la nominación del Partido Republicano y la presidencia en 2016 haciendo campaña con la promesa de acabar con la inmigración, construir un muro fronterizo y terminar con el programa de la era de Obama que ofrecía a los llamados Dreamers permisos de trabajo temporales y renovables.

 

Texto original publicado en Miami Herald por Franco Ordoñez

Un inmigrante mexicano que había sido deportado e ingresó de nuevo este lunes a Estados Unidos murió en un centro médico de El Paso, Texas, tras ser llevado por las autoridades migratorias que lo detuvieron ese mismo día.

De acuerdo a lo informado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), el hombre de 40 años que ha sido identificado como René Pablo Pérez Gordillo, originario de Veracruz, murió en el Centro Médico Las Palmas en El Paso, tras presentar síntomas similares a la gripe, insuficiencia hepática e insuficiencia renal.

Los agentes migratorios lo habían detenido cerca del Puente de las Américas, en El Paso, por reingreso ilegal. Fue evaluado médicamente en las instalaciones de procesamiento de la Patrulla Fronteriza cerca del Puerto de Entrada Paso del Norte.

Según la CBP, que ha iniciado una investigación del caso, el personal médico del hospital brindó atención de emergencia, pero “desafortunadamente” murió. La oficina señaló que su compromiso es “garantizar el tratamiento seguro, humano y digno de quienes se encuentran bajo el cuidado de nuestra custodia”.

La agencia señaló que han sido notificados la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional y el Gobierno de México.

Han sido varios los inmigrantes indocumentados muertos en el último año en custodia de las autoridades migratorias, entre ellos tres niños guatemaltecos. Jakelin Caal Maquín, de 7 años, el pasado 8 de diciembre, y Felipe Gómez Alonzo, de 8, la pasada Nochebuena. En mayo de 2018 murió Mariee, de 21 meses, al parecer por no recibir el tratamiento médico adecuado en un centro de detención para inmigrantes en Texas.

El pasado 2 de febrero un mexicano que había sido detenido por CBP murió en un centro médico de McAllen, Texas, tras padecer una cirrosis hepática e insuficiencia cardíaca congestiva. En mayo de 2018, Roxana Hernández, una hondureña transgénero que estaba bajo custodia del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en Nuevo México, murió a consecuencia de una neumonía.

 

Tal como estaba anunciado, el presidente Donald Trump ofreció un mensaje en el que insistió en que se debe poner freno a la entrada de miles de inmigrantes ilegales que llegan a territorio estadounidense; y reiteró que Estados Unidos recibe a los migrantes que entran de manera legal y que contribuyen al progreso de la Unión Americana.

Dijo que por la frontera sur ingresan drogas como la heroína, cocaína y las metanfetaminas. Calificó dicho problema como una epidemia, pues refirió que el 90% de la heroína que entra a Estados Unidos entra por la frontera sur. Acusó que dicha situación ha causado más muertes que el número de soldados que perdieron la vida en Vietnam.

Tal como lo ha manejado desde tiempo atrás, acusó que por la frontera con México también ingresan criminales que han llevado a cabo 100 mil ataques violentos y 400 mil asesinatos, lastimado a miles de estadounidenses.

Trump hizo referencia a “una crisis humanitaria” que lastima el corazón y el alma de la Unión Americana. “Estoy decidido a poner fin a este fenómeno”, por lo que detalló que su administración ha presentado al Congreso una propuesta para poner alto a la operación de los coyotes y narcotraficante.

Indicó que dicha propuesta incluye un monto de recursos que se necesitan para velar por la seguridad del pueblo estadounidense, una seguridad que afirmó nunca se ha tenido el país. Añadió que dentro de la propuesta se incluye tecnología para detección de drogas; más agentes; más jueces migratorios, y el equipo que permita atender las peticiones de asilo.

Fue en este punto cuando se refirió a los 5,700 millones de dolares que solicita para construir el muro fronterizo, el cual dijo es un “elemento vital para la seguridad nacional”; la llamó una “medida de sentido común” que se pagará por sí mismo considerando el freno que se pondrá al tráfico de drogas, el cual asciende a 500 mil millones de dólares al año.

Insistió en que otra forma en que se financiará el muro, de manera indirecta, es mediante el acuerdo comercial que recientemente se firmó con México y Canadá, el T-MEC.

Lamentó que los demócratas quieran que se reabra el gobierno mientras se discute el presupuesto, por lo que los invitó a superar el “juego político”. “No quieren financiar la seguridad fronteriza de esta gran nación”.

Ante las descalificaciones que se han hecho a su propuesta del muro fronterizo, acusándolo de ser un proyecto inmoral, preguntó por qué políticos poderosos, de fama, construyen bardas alrededor de sus mansiones; dijo que era “por amor a su familia, no por odio a los de afuera”. Subrayó que lo inmoral es que los políticos se nieguen a actuar en bien de la ciudadanía.

Invitó al Congreso a que apruebe un presupuesto que ponga fin a la crisis que vive el país, e invitó al pueblo a presionar a sus legisladores a que “velen por la seguridad fronteriza”.

Se espera que en breve los demócratas Nancy Pelosi y Chuck Schumer ofrezcan una respuesta al mensaje del presidente Donald Trump. La réplica llegaría desde el Capitolio.

 

El presidente estadounidense Donald Trump culpó a los demócratas por la incapacidad del Congreso para extender protecciones para jóvenes inmigrantes otorgadas por un programa que él ha tratado de eliminar.

 

Trump escribió en Twitter el lunes: “Es el 5 de marzo y los demócratas no hacen nada sobre el DACA”. Agregó: “¡Estamos listos para un acuerdo!”.

Trump anunció el año pasado que iba a eliminar el programa de la era de Obama que protege de deportación a inmigrantes traídos ilegalmente a Estados Unidos de niños, pero le pidió al Congreso que encontrase una solución legislativa en seis meses.

Trump había insistido en que cualquier solución para salvar el programa incluyera financiamiento para un muro en la frontera con México y una reforma del sistema de inmigración. Los demócratas y algunos republicanos rechazaron esas demandas.

La vocera de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders culpó a ambos partidos por el fracaso y dijo: “Es terrible que el Congreso no haya conseguido actuar”.

 

Con información de AP / Foto. Archivo APO

El Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump envió esta mañana un mensaje al Senado, en el que les solicitó aprobar un proyecto de inmigración basado en las prioridades que él ha establecido.

Trump agradeció al senador republicano Chuck Grassley, de Iowa, por presentar un proyecto similar al marco que impulsa la Casa Blanca. “Al buscar una reforma migratoria responsable, el Presidente instó a los senadores a votar por el proyecto de ley Grassley y oponerse a cualquier legislación que viole los “cuatro pilares” del marco y que, por lo tanto, no brinde seguridad, protección y prosperidad al pueblo estadounidense”, indicó la Casa Blanca.

 

Esos “cuatro pilares” son: una solución duradera para DACA, levantar un muro con México, acabar con la “lotería de visados para la diversidad”, que asigna aleatoriamente hasta 50.000 visados a extranjeros, y terminar con el actual sistema de reagrupación familiar, conocido por sus detractores como “migración en cadena”.

 

El presidente también pidió a los legisladores que se opongan a cualquier “enfoque de corto plazo tipo ‘Curita'”.

 

Con información de Agencias / Foto: Archivo APO

El ex presidente de Estados Unidos George W. Bush acusó este jueves a Rusia de entrometerse en la elección presidencial de su país en 2016 y describió al mandatario ruso, Vladimir Putin, como un “estratega brillante”.

 

Entrevistado en el marco de una conferencia empresarial en la capital de Emiratos Árabes Unidos, dijo que había evidencia clara de que los rusos se habían inmiscuido en los comicios, pero que si eso había afectado el resultado de la elección era otra cuestión.

 

“Pero se entrometieron y eso es peligroso para la democracia”, dijo Bush, quien agregó que Rusia hizo lo mismo durante la Guerra Fría y que era experto en intentar manipular las opiniones en Estados Unidos y Europa. “Putin es un estratega brillante que tiene la capacidad de detectar la debilidad y explotarla”, agregó.

 

En una aparente crítica a las políticas de inmigración del presidente estadounidense, Donald Trump, Bush llamó a realizar cambios en las políticas migratorias, al destacar que era importante reconocer que Estados Unidos tenía una historia de recibir inmigrantes sin importar su religión o procedencia.

 

“Nuestro sistema está roto, pero tenemos que arreglarlo. Yo lo intenté, pero sin éxito”, dijo Bush sin nombrar a Trump. “Es importante para nuestra economía y para nuestra alma que el sistema migratorio funcione bien”, agregó.

 

Sobre México, Bush dijo: “La veo como una relación vital para nuestra economía y para nuestra estabilidad. Tenemos que reforzar nuestras fronteras y aplicar nuestras leyes”.

 

Con información de Reuters / Foto. Twitter

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró hoy el acuerdo alcanzado en el  Senado para reabrir la Administración federal en las próximas horas, pero advirtió de que solo llegará a un pacto sobre inmigración con el Congreso si lo que le proponen los legisladores “es bueno para el país”.

 

“Me alegro de que los demócratas en el Congreso hayan recobrado el sentido y ahora estén dispuestos a financiar nuestro gran Ejército, patrulla fronteriza, servicios de emergencia y seguros médicos para niños vulnerables”, dijo Trump en un comunicado leído por su portavoz, Sarah Huckabee Sanders, en conferencia de prensa.

 

“Como siempre he dicho, una vez que la Administración esté financiada, mi Gobierno trabajará para resolver el problema de la muy injusta inmigración ilegal. Alcanzaremos un pacto a largo plazo sobre inmigración si, y solo si, es bueno para el país”, añadió el presidente.

 

Las declaraciones del mandatario estadounidense llegan luego de que esta mañana el Senado votara a favor de avanzar una propuesta presupuestaria para reabrir la Administración federal en las próximas horas, después de que la falta de acuerdo entre demócratas y republicanos provocara la extinción de los fondos en la medianoche del viernes pasado.

 

Trump confía en firmar el proyecto de ley esta misma tarde, una vez que se produzca el voto final en el Senado y la Cámara de Representantes, según explicó su portavoz.

 

Con información de EFE / Foto. Twitter