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Las autoridades reguladoras de Estados Unidos aprobaron este miércoles extender los refuerzos contra el COVID-19 a quienes recibieron la vacuna de Moderna o de Johnson & Johnson, y dijeron que cualquier persona que sea elegible para una dosis adicional puede recibirla de una marca distinta a la que se le administró en un principio.

Las decisiones de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) representan un gran paso para ampliar la campaña de refuerzos en Estados Unidos, la cual comenzó con dosis adicionales de la vacuna de Pfizer el mes pasado.

Sin embargo, antes de que más personas se puedan recibir la dosis adicional, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) consultarán con un panel de expertos mañana jueves antes de concluir las recomendaciones oficiales sobre quién debería recibir refuerzos y cuándo.

Las medidas más recientes ampliarían en decenas de millones el número de estadounidenses elegibles para refuerzos y permitirían formalmente la combinación de vacunas, haciendo que sea más fácil recibir otra dosis, en especial para la gente que sufrió efectos secundarios con una marca en particular pero igualmente desea contar con la protección que se ha demostrado que brindan las vacunas.

Específicamente, la FDA autorizó una tercera inyección de Moderna para adultos mayores y otras personas que corren alto riesgo de contagio de COVID-19 debido a sus problemas de salud, su empleo o las condiciones en las que viven, la cual se administraría seis meses después de su última inyección. Habrá un cambio importante: El refuerzo de Moderna será de la mitad de la dosis utilizada en las dos primeras, basándose en datos de la compañía de que esa cantidad es más que suficiente para incrementar de nuevo la inmunidad.

En cuanto a la vacuna de J&J de una sola dosis, la FDA dijo que todos los que la recibieron, sin importar su edad, deberían aplicarse una segunda dosis al menos dos meses después de la vacunación inicial.

Las decisiones de la FDA difieren debido a que las vacunas se fabrican de manera distinta, y con diferentes calendarios de dosificación, y la inoculación de J&J ha mostrado de manera consistente un menor nivel de efectividad que las vacunas de dos dosis de Moderna y Pfizer.

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha concluido este viernes que existe “un posible vínculo” entre varios casos raros de tromboembolismo venoso (TEV) y la vacuna de la COVID-19 de Janssen, por lo que ha decidido incluir esta afección en el prospecto como un efecto secundario poco común.

El comité de seguridad (PRAC) de la EMA concluyó que existe “una posibilidad razonable” de que los casos raros de TEV estén relacionados con la vacunación con este preparado, por lo que instó a concienciar a los profesionales sanitarios y a las personas que reciben esta vacuna, especialmente aquellos que tienen un mayor riesgo de desarrollar TEV.

Esta afección, distinta al efecto adverso detectado anteriormente de trombosis con síndrome de trombocitopenia, supone la formación de un coágulo de sangre en una vena profunda, generalmente en una pierna, un brazo o una ingle, y puede viajar a los pulmones y causar un bloqueo de suministro de sangre, con posibles consecuencias potencialmente mortales en los pacientes.

El PRAC ha analizado los datos de dos estudios clínicos y revisó los datos recopilados del uso de Janssen en las campañas de vacunación para llegar a su conclusión.

Por otro lado, el PRAC también evaluó los datos disponibles sobre los casos de trombocitopenia inmune (PTI) notificados después de la vacunación con Janssen y AstraZeneca, y también recomendó actualizar el prospecto de ambas vacunas para incluir este trastorno como una reacción adversa “con una frecuencia desconocida”.

Con esta afección, el sistema inmunológico se dirige por error a las células sanguíneas llamadas plaquetas, que son necesarias para la coagulación normal de la sangre, y los niveles muy bajos de plaquetas en sangre pueden estar asociados con hemorragias y graves consecuencias para la salud.

La EMA advierte de que, si una persona tiene antecedentes de PTI, se debe considerar el riesgo de desarrollar niveles bajos de plaquetas antes de la vacunación, y se recomienda el monitoreo de plaquetas después de recibir el preparado con cualquiera de estas vacunas.

La vacuna contra el COVID-19 del laboratorio estadounidense Johnson & Johnson (J&J), es más eficaz cuando se administran dos dosis, según nuevos datos publicados por la empresa el martes.

El fármaco de J&J se diseñó originalmente como una vacuna de dosis única. Pero con una segunda dosis inyectada unos dos meses o 56 días después de la primera, los niveles de anticuerpos observados aumentaron “entre cuatro y seis veces”, según un comunicado de la empresa.

La eficacia de la vacuna contra los casos sintomáticos de la enfermedad al menos 14 días después de la dosis de refuerzo fue del 75%, y del 100% contra los casos graves, según los datos de un ensayo clínico realizado en varios países en personas de 18 años o más.

En Estados Unidos, la eficacia contra los casos sintomáticos, de moderados a graves, fue del 94% con esta dosis de refuerzo.

En comparación, los últimos datos del ensayo clínico original, de una sola dosis, mostraron que la eficacia del fármaco en Estados Unidos contra los casos sintomáticos era del 70%. Según Johnson & Johnson, las variantes del coronavirus reducen la eficacia de la vacuna contra los casos graves.

La empresa dijo que había presentado los datos a la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y que pronto los presentará a otras autoridades reguladoras de todo el mundo.

El gobierno federal informó esta mañana sobre el inicio de la vacunación de toda la población mayor de 18 años en Baja California, donde se utilizará el cargamento de 1.3 millones de vacunas de vacunas de Janssen (J&J) que envió el gobierno de Estados Unidos.

En un inicio, las autoridades habían informado que las vacunas se utilizarían para inmunizar a la población de todos los municipios fronterizos del norte del país, 39 en total, para lograr reabrir la frontera con Estados Unidos, pero finalmente se destinarán únicamente a Baja California.

“Baja California, por instrucción del presidente, es la primera entidad que tendrá la vacunación universal a partir de los 18 años en adelante”, informó la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, al intervenir en al conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

La funcionaria indicó que se inmunizará a toda la población mayor de 18 años en los seis municipios del estado, Tijuana, Mexicali, Tecate, Rosarito, San Quintín y Ensenada, y no solo en los que colindan con la frontera, a diferencia de lo que se había informado en un inicio.

Explicó que la meta es aplicar los 1.3 millones de vacunas de Janssen, que son de una sola dosis, en 10 días, aunque dijo puede concluir antes o después, en los 16 centros de vacunación y con un promedio de unas 140,000 dosis al día.

Recordemos que el pasado martes, aterrizó en México el cargamento de vacunas de Janssen que la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, había prometido a López Obrador. Al respecto, el gobierno anunció entonces que esas vacunas servirían para inmunizar a los 39 municipios fronterizos de los seis estados del norte para poder reabrir cuanto antes la frontera con Estados Unidos, parcialmente cerrada desde marzo de 2020 por la pandemia de COVID-19.

López Obrador explicó esta mañana que una vez que concluya la vacunación en Baja California, seguirá la inmunización en Sonora, Chihuahua, Coahuila y Nuevo León.

El gobierno federal anunció esta semana que está negociando con Estados Unidos un nuevo envío de vacunas Janssen, que serviría para continuar la vacunación en la frontera.

México recibió este martes 1.35 millones de dosis de la vacuna Janssen, del laboratorio Johnson & Johnson, enviadas por el gobierno de Estados Unidos, y que servirán para inmunizar a la población de los municipios fronterizos en el norte del país, con el fin de acelerar la reapertura de la frontera.

El cargamento llegó cerca de las 7:00 hora local al aeropuerto de la ciudad de Toluca, Estado de México, donde fue recibido por el director general para América del Norte, Roberto Velasco, y el encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en México, John S. Creamer.

“Agradecerle al presidente Biden y a la vicepresidenta Kamala Harris por esta donación, este gesto solidario”, expresó el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) quien se enlazó desde Palacio Nacional para atestiguar la llegada de las vacunas.

López Obrador recordó que las vacunas de Janssen, que son de una sola dosis, servirán para vacunar a las personas de entre 18 y 39 años en los 39 municipios mexicanos de la frontera con Estados Unidos. El mandatario aseguró que con el 1.35 millones de dosis no alcanza para vacunar a toda esta población, por lo que están haciendo otra solicitud para que “envíen otra cantidad igual”.

“Es un gran placer estar con ustedes para la llegada de estas vacunas tan importantes para México y Estados Unidos, es una muestra de la solidaridad y la gran relación que tenemos entre nuestros países y nuestros pueblos”, expresó a su vez el representante de la Embajada.

El envío de estas dosis fue una promesa que hizo la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, a López Obrador, en una llamada el pasado 3 de junio, previo a su reunión la semana pasada en Palacio Nacional.

Las ciudades más grandes que recibirán estas vacunas son Tijuana, Ciudad Juárez, Mexicali y Reynosa. Precisamente, ayer llegó a nuestro país el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, quien este martes se reunirá con las autoridades mexicanas para analizar la reapertura de la frontera.

Marcelo Ebrard enfatizó que explicará a Mayorkas el impacto que ha tenido el cierre de la frontera, además de que reiterará el compromiso de México de “hacer un esfuerzo extraordinario de vacunación”. Planteó dos posibilidades de acuerdo, que se relajen las restricciones por ciudades según el avance de inmunización en cada urbe o que se levanten para toda la región al llegar a un porcentaje medio de vacunación.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) decidió liberar para su uso dos tandas de vacunas de Johnson & Johnson fabricadas en la planta de Emergent Biosolutions de Baltimore, aunque ordenó que se tiren muchas más, por no reunir las condiciones para su uso.

La FDA hizo este viernes ese anuncio en un comunicado en el que no compartió cifras específicas, aunque diversos medios estadounidenses sí las aportan: según The New York Times, son 60 millones las dosis que hay que desechar, frente a 10 millones que se salvan y que están autorizadas para su uso.

En su comunicado, la FDA explica por otra parte que de momento no puede autorizar de nuevo la producción de la citada planta del estado de Maryland, pero sigue trabajando con la dirección de la compañía fabricante y con la propia farmacéutica para lograrlo.

Recordemos que en abril pasado, Johnson & Johnson asumió la supervisión de esta planta del fabricante Emergent BioSolutions, donde unas 15 millones de dosis, según datos que entonces publicó The New York Times, de la vacuna de la farmacéutica estadounidense contra la COVID-19 fueron dañadas durante su producción.

Las dos tandas de vacunas liberadas han recibido la autorización para su uso de emergencia en Estados Unidos o en países a los que se exporten.

Estas vacunas tienen ahora además más tiempo de vida útil, porque la FDA confirmó también este viernes lo que ya había anunciad J&J desde ayer, la extensión en seis semanas de la fecha de caducidad de esta vacuna, de forma que su periodo de almacenamiento refrigerado pasa de tres meses a cuatro y medio.

El canciller Marcelo Ebrard informó este viernes que el gobierno federal buscará acordar con Estados Unidos la reapertura total de la frontera común una vez aplique en la zona las vacunas contra el COVID-19 que el gobierno de Joe Biden enviará a nuestro país.

El presidente estadounidense informó ayer que su país compartiría unos 25 millones de biológicos contra el coronavirus a nivel mundial, de los cuales seis millones irían a Canadá, Corea, India y México. En el caso de nuestro país, será un millón de vacunas las que recibirá.

Al intervenir en la conferencia del presidente López Obrador, Ebrard Casaubón explicó que esas vacunas se dedicarán a inmunizar a la población de entre 18 y 40 años de los municipios de la frontera norte.

“El objetivo es que a fines de junio tengamos cubierta esta población y podamos entonces acordar con Estados Unidos que se reabran las actividades o casi todas las actividades entre México y Estados Unidos”, detalló el titular de la SRE.

Recordemos que a raíz de la pandemia, México y Estados Unidos prohibieron el tránsito terrestre para actividades no esenciales en la frontera que comparten.

Y es que esta mañana se indicó que las vacunas de Janssen, filial de Johnson & Johnson, se unirán a 1.9 millones e vacunas adquiridas por cuenta propia, para destinarlas a los 39 municipios fronterizos.

“(El objetivo es) que la vacunación en México avance a grados o a proporciones similares a las que hay en los Estados Unidos, por lo tanto se agilice o acelere la reapertura de las actividades en la frontera entre México y Estados Unidos”, añadió Ebrard.

Aunque el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, había dicho la noche de ayer que las dosis irían a zonas con repunte de casos de COVID-19, así como sitios turísticos como Quintana Roo, el canciller aclaró este viernes que la meta es la frontera norte.

“Pensamos que con esto habría ya todas las condiciones sanitarias para que Estados Unidos pueda acceder a que se reanuden las actividades, sino todas la gran mayoría, y entonces no se mantenga la afectación económica, comercial y personal que ha habido en la zona fronteriza”, argumentó Ebrard.

Estados Unidos enviará a nuestro país un millón de vacunas contra el COVID-19 de la farmacéutica Johnson & Johnson, confirmó este jueves el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

El anuncio se da días antes de la visita de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, a México.

El presidente Joe Biden, anunció desde Washington que su país compartiría unas 25 millones de vacunas contra la enfermedad del coronavirus a nivel mundial, de las cuales seis millones irían a Canadá, México, India y Corea.

“Hablamos con la vicepresidenta Kamala Harris. Tuvo la gentileza de informarnos, antes del anuncio que hicieron en Estados Unidos, la decisión de enviarnos un millón de vacunas Johnson & Johnson de una sola dosis”, señaló López Obrador en su cuenta de Twitter.

Fue el pasado 27 de mayo cuando la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitió la autorización para uso de emergencia de la vacuna Ad26.CoV2.S de Johnson & Johnson, que es de una sola dosis.

México ha recibido hasta ahora 42.3 millones de dosis de las vacunas de las farmacéuticas Pfizer, de Estados Unidos; AstraZeneca, del Reino Unido; Sinovac y CanSino, de China, además de la rusa Sputnik V.

Recordemos que López Obrador ha solicitado en diversas ocasiones el apoyo de Washington en materia de vacunación. EUA accedió a enviarle parte de las dosis de AstraZeneca que no estaba usando. Además, algunos lotes de Pfizer que llegaban a México desde Europa comenzaron a arribar desde el país vecino.

Harris visitará nuestro país el próximo 8 de junio, como parte de un viaje que también incluye una visita a Guatemala, para conversar especialmente sobre el aumento de la migración de centroamericanos a Estados Unidos a través del territorio mexicano, entre otros temas.

Según el plan de Estados Unidos, un primer lote de 25 millones de dosis se repartirán: 7 millones a Asia; especialmente a India, Nepal, Bangladesh, Pakistán, Sri Lanka, Afganistán, Vietnam, Papúa Nueva Guinea y Taiwan. Unos seis millones más irán para América del Sur, Centroamérica y el Caribe incluyendo Brasil, Argentina, Colombia, Costa Rica, Perú, Guatemala y Haití. Cinco millones fueron reservadas para África y se repartirán en coordinación con la Unión Africana.

En su anuncio, el presidente Biden dijo que el remanente de más de 6 millones de dosis de las 25 millones iniciales, será enviado directamente a países que están enfrentando brotes o están en crisis así como a socios y vecinos como Corea del Sur, Canadá y México.

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) dictaminó como procedente la autorización para uso de emergencia de la vacuna contra el COVID-19, solicitada por Janssen-Cilag, S.A. de C.V., filial de la estadounidense Johnson & Johnson (J&J), en nuestro país.

Recordemos que la farmacéutica Janssen-Cilag, S.A. de C.V, presentó a la Cofepris, a través de la Comisión de Autorización Sanitaria, la información de la vacuna con el propósito de que fuera evaluada y dictaminada para obtener autorización para uso de emergencia.

Posteriormente, el Comité de Moléculas Nuevas sesionó el pasado 7 de mayo para analizar el uso de esta vacuna en México, la cual recibió una opinión favorable de manera unánime por parte de las y los expertos que integran dicho Comité.

“Esta autorización de uso de emergencia certifica que la vacuna cumple los requisitos de calidad, seguridad y eficacia necesarios para ser aplicada”, dijo la Cofepris a través de un comunicado.

Al respecto, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, aseguró que “siempre es una buena noticia contar con más autorizaciones de vacunas seguras, de calidad y eficaces”.

El Comité de Moléculas Nuevas (CMN) y Subcomité de Evaluación de Productos Biotecnológicos (SEPB), sesionó este viernes para, entre otros temas, emitir una opinión sobre el uso de la vacuna contra el COVID-19 del laboratorio Janssen-Cilag, S.A. de C.V., filial de Johnson & Johnson (J&j).

La opinión del CMN y del SEPB es el paso previo para que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitario (Cofepris) autorice o no la solicitud de registro sanitario a la vacuna que el laboratorio presentó.

“Cofepris informa que la Vacuna COVID-19 (Ad26.COV2-S [recombinante]) recibió una opinión favorable por unanimidad por parte de las y los expertos para su uso en la inmunización activa para prevenir la COVID-19 causada por SARS-CoV-2 en personas mayores de 18 años”, indicó la Comisión.

Señaló que esta decisión es parte del proceso de aprobación requerido para el cumplimiento de los requisitos de calidad, seguridad y eficacia necesarios al considerar un producto.

Recordemos que el CMN es un órgano auxiliar de consulta y opinión a solicitudes relacionadas con medicamentos y demás insumos para la salud, mientras que el SEPB, que es parte del CMN, es un grupo multidisciplinario de especialistas, responsables de la evaluación previa de la información técnica y científica presentada de medicamentos biotecnológicos innovadores y biocomparables.

La Cofepris aclaró que ambos órganos están integrados por expertas y expertos en su campo y no autorizan o rechazan moléculas; emiten una opinión técnica favorable o no favorable basada en la evidencia presentada, misma que es integrada a su expediente para presentar ante la Comisión de Autorización Sanitaria.

Al 13 de abril de 2021, más de 7.2 millones de personas habían recibido la vacuna de Janssen en los Estados Unidos, país donde ya se aplicaba a gran escala, antes de que la FDA y los CDC ordenaran su suspensión debido a casos reportados que sugerían un vínculo con coágulos sanguíneos inusuales relacionados con plaquetas bajas.

Tras un análisis, el 23 de abril el comité asesor de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos recomendó retomar su uso en la campaña de vacunación, al asegurar que su beneficio es mayor a sus riesgo.

El comité asesor de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) comenzó este viernes la evaluación de la vacuna contra la COVID -19 de Janssen, filial belga de Johnson & Johnson (J&J), después de que se recomendara suspender su administración tras algunos casos de trombosis cerebral.

Tras varias horas de discusión, se indicó que se reanudará la aplicación de las vacunas de Johnson & Johnson.

El panel se pronunció por 10 a 4 a favor de recomendar el levantamiento de la pausa, aunque será la jefa de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky, tomará la decisión final.

“La vacuna COVID-19 de Janssen está recomendada para las personas de 18 años o más en la población estadounidense en virtud de la autorización de uso de emergencia de la FDA”, dijo el grupo convocado por los CDC.

Durante la sesión virtual, el médico Michael Streiff, experto en trombos de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, señaló que, de acuerdo a los datos que maneja, los sueros de J&J y de AstraZeneca provocan coágulos en algunas personas que los reciben.

“Hasta ahora parece que hay una respuesta con trombos cuando se recibe una vacuna con vector adenoviral contra el SARS-Cov-2”, dijo Streiff durante la reunión del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP). El experto destacó que por el momento no está claro el motivo de esa reacción.

Tanto la vacuna de J&J como la de AstraZeneca, que aparentemente ha causado también casos de trombos en Europa, han sido desarrolladas a través de la modificación de un adenovirus, a diferencia de otras como las de Pfizer y Moderna, que han empleado una tecnología basada en ARN mensajero.

Estados Unidos ha concedido autorización para uso de emergencia a las vacunas de Pfizer, Moderna y J&J, mientras que AstraZeneca no ha solicitado aún ese permiso.

Streiff subrayó que si se toman en cuanta los datos de Europa, y en concreto del Reino Unido, la incidencia de ese tipo de coágulos es de entre “un caso por cada 100,000 a uno por cada 250,000 receptores de la vacuna”.

En Estados Unidos, la aplicación de la vacuna de J&J prácticamente se suspendió después de que los CDC y la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA) recomendaran una pausa a raíz de seis casos de trombosis cerebral en seis mujeres menores de 48 años. Sin embargo, hasta este viernes al menos 15 casos han sido confirmados.

Durante la sesión, el médico Tom Shimabukuro, responsable de seguridad de vacunas de los CDC, actualizó los datos y señaló que hasta ahora hay tres fallecidas, y que siete todavía están hospitalizadas, de las que cuatro se encuentran en unidades de cuidados intensivos.

De las 15 pacientes, 13 tienen entre 18 y 49 años, y 12 de ellas desarrollaron trombosis cerebral, aunque muchas presentaron coágulos en otras partes del cuerpo.

El síntoma inicial fue dolor de cabeza, que normalmente comenzó a los seis días de haber sido vacunadas, aunque, conforme pasó el tiempo, las pacientes presentaron náuseas, vómitos, dolor abdominal, debilidad en un lado del cuerpo, dificultades para hablar, pérdida de la consciencia y espasmos, detalló el médico.

Shimabukuro destacó que siete de las mujeres eran obesas, dos tenían hipotiroidismo, dos presentaban tensión alta y otras dos estaban tomando anticonceptivos.

El experto dijo que podría haber casos potenciales en hombres y que actualmente se están estudiando. En concreto, el científico mencionó a un paciente de 25 años que desarrolló un coágulo cuando participó en los ensayos clínicos de la vacuna.

ACIP está compuesto por 15 expertos independientes, y ya se reunió el pasado 14 de abril para abordar el tema, pero decidió posponer la toma de una decisión por una semana para poder examinar los datos más detenidamente y tener tiempo adicional para recabar más información.

El comité de seguridad de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha concluido este martes que el beneficio-riesgo general sigue siendo positivo a la hora de administrar la vacuna contra la COVID-19 de Johnson & Johnson, aunque confirma que se ha observado “un posible vínculo con casos muy raros” de coágulos sanguíneos inusuales relacionados con las plaquetas bajas en sangre, que serían los desencadenantes de los trombos.

Así, al igual que hizo hace dos semanas con la vacuna de AstraZeneca, el comité de seguridad de la EMA (PRAC) concluye que se debe agregar una advertencia a la información del producto para la vacuna Janssen y que estos eventos deberían incluirse como efectos secundarios muy raros de la vacuna.

“COVID-19 está asociado con un riesgo de hospitalización y muerte. La combinación informada de coágulos sanguíneos y plaquetas bajas en sangre es muy rara, y los beneficios generales de la vacuna COVID-19 Vaccine Janssen en la prevención de COVID-19 superan los riesgos de efectos secundarios”, señala la evaluación científica de la EMA, que “respalda el uso seguro y eficaz” de las actuales vacunas.

Para llegar a su conclusión, el Comité tomó en consideración todas las pruebas disponibles actualmente, incluidos ocho informes de los Estados Unidos de casos graves de coágulos sanguíneos inusuales asociados con niveles bajos de plaquetas en la sangre, uno de los cuales tuvo un desenlace fatal.

Al 13 de abril de 2021, más de 7 millones de personas habían recibido la vacuna de Janssen en los Estados Unidos.

En esta ocasión, todos los casos ocurrieron en personas menores de 60 años dentro de las tres semanas posteriores a la vacunación, la mayoría en mujeres. Según la evidencia actualmente disponible, no se han confirmado factores de riesgo específicos. El PRAC señaló que los coágulos de sangre se produjeron principalmente en sitios inusuales, como en las venas del cerebro (trombosis del seno venoso cerebral, CVST) y el abdomen (trombosis de la vena esplácnica) y en las arterias, junto con niveles bajos de plaquetas en sangre y, a veces, sangrado.

Desde la EMA recuerdan que el riesgo de tener este efecto secundario es muy bajo, pero las personas que recibirán la vacuna deben estar al tanto de los síntomas para que puedan recibir tratamiento médico inmediato para ayudar a la recuperación y evitar complicaciones.

Con estas conclusiones en la mano, los países europeos decidirán ahora qué pasos tomar con respecto a Janssen, que era la esperanza de muchos de ellos al ser la única vacuna monodosis disponible en la zona comunitaria y varios Estados habían recibido la semana pasada las primeras dosis, que mantienen almacenadas hasta tomar una decisión tras obtener la opinión de la EMA.

Johnson & Johnson (J&J) se acercó a otros fabricantes de vacunas contra el COVID-19 para unirse en un esfuerzo por estudiar los riesgos de coágulos de sangre, reportó este viernes el diario estadounidense The Wall Street Journal.

AstraZeneca, que había sido afectada durante semanas por preocupaciones similares sobre la coagulación, aceptó, mientras que Pfizer y Moderna declinaron, diciendo que sus vacunas parecían seguras, según el informe.

Recordemos que las agencias federales de salud de Estados Unidos recomendaron el martes pasado suspender el uso de la vacuna de J&J por al menos unos días después de que seis mujeres menores de 50 años desarrollaran coágulos de sangre poco comunes tras vacunarse. Se habló de un séptimo caso aunque no hubo mayor información.

La semana pasada, los reguladores europeos dijeron que estaban estudiando coágulos de sangre raros en cuatro receptores de la inyección de J&J en Estados Unidos, después de lo cual, según el informe de WSJ, la compañía comenzó a comunicarse con otros fabricantes de vacunas.

Pfizer y Moderna rechazaron la invitación porque no vieron la necesidad de duplicar los esfuerzos de agencias y empresas que ya estaban buscando casos de coágulos sanguíneos e investigando la causa, reporta WSJ.

Quienes recibieron las vacunas Pfizer y Moderna no informaron el evento adverso específico, dijeron las compañías.

En más sobre las vacunas contra el COVID-19, este viernes se informó que la fórmula de la china Sinovac registró una efectividad del 67% para prevenir la infección del virus, según un estudio con datos del mundo real realizado por las autoridades chilenas.

El análisis basado en 10.5 millones de personas pertenecientes al sistema público de salud, entre el 2 de febrero y el 1 de abril, midió el efecto de la vacuna luego de 14 días de aplicada la segunda dosis requerida.

“Son resultados que son bastante seguros en el sentido de que probablemente en relación al tamaño del estudio que estamos realizando nos están dando resultados que son confiables”, dijo Rafael Araos, encargado del estudio del Ministerio de Salud.

Además, la vacuna mostró una efectividad de 85% para prevenir el ingreso a hospitalización, un 89% para requerir una cama de cuidados intensivos y de un 80% prevenir muertes por la enfermedad.

La efectividad es la protección que entrega una vacuna en condiciones de la vida real, en contraste con la eficacia que es lo que se evalúa en los estudios clínicos. “Dos semanas después de la primera dosis vemos un efecto que es significativamente menor que el de la segunda dosis pero también va en la dirección positiva”, dijo Araos.

El fin de semana, las autoridades chilenas ya habían salido a defender el uso de la vacuna de Sinovac en medio de dudas sobre su eficacia.

La suspensión en la aplicación de la vacuna contra el COVID-19 de Johnson & Johnson continuará al menos una semana más después de que los miembros de un panel de expertos convocado por el gobierno dijeran este miércoles que necesitaban más tiempo para evaluar su posible relación con un trastorno de la coagulación.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) convocaron una reunión un día después de que las autoridades informaran de seis casos, uno de ellos mortal, de mujeres que desarrollaron coágulos cerebrales junto con un bajo recuento de plaquetas en la sangre, en las dos semanas posteriores a la administración de la vacuna de una sola dosis.

La vacuna se ha administrado a unos 7.2 millones de estadounidenses, y el miércoles se informó a los participantes en la reunión de que se ha identificado un séptimo caso de una mujer de 28 años.

En la reunión de hoy se podría haber decidido si se limitaba la vacuna a algunos subconjuntos de la población, pero la mayoría de los miembros dijeron que aún no se sentían cómodos para tomar esa decisión sin más datos.

“No quiero enviar el mensaje de que hay algo fundamentalmente erróneo en esta vacuna”, dijo Beth Bell, presidenta del grupo de trabajo. “Pero quiero ser capaz de entender y defender la decisión que he tomado basándome en una cantidad razonable de datos”, añadió.

La próxima reunión aún no se ha fijado, pero se espera que sea dentro de una semana o diez días.

La mayoría consideró que, dada la gravedad de los coágulos, que pueden tener consecuencias neurológicas devastadoras incluso sin ser mortales, y dada la abundancia en Estados Unidos de otras vacunas que no tienen el mismo riesgo de seguridad, era necesario realizar más estudios.

Previo a la reunión, la directora de los CDC, Rochelle Walensky, dijo a la prensa que los síntomas son consistentes con los efectos secundarios raros derivados de la vacuna AstraZeneca que se registraron en Europa.

“Quiero compartir con ustedes mi confianza en el sistema que tenemos”, expresó. “Conjuntamente, los CDC y la FDA pudieron identificar estos eventos raros y actuar rápidamente para alertar a los proveedores de atención médica, así como al público”, subrayó.

Se pidió a las personas que recibieron la vacuna J&J a que informen si experimentan síntomas que incluyen dolor de cabeza intenso, dolor abdominal, dolor en las piernas o dificultad para respirar. Mientras tanto, se les ha dicho a los médicos que no traten esos coágulos con la heparina común porque esto podría empeorar la afección.

Un panel médico asesor en Estados Unidos revisa este miércoles los seis casos reportados de un tipo raro de trombos en mujeres que recibieron la vacuna contra el COVID-19 de Johnson & Johnson, un día después de que reguladores federales suspendieran su uso para examinar los eventuales efectos adversos.

Los seis casos, detectados en mujeres entre 18 y 48 años, fueron reportados de entre 7.2 millones de dosis de la vacuna de J&J administradas en Estados Unidos, y según expertos representan un riesgo extremadamente menor de efectos no deseados, en función de la elevada cifra de fallecidos por el coronavirus.

La vacuna de dosis única de J&J ha sido empleada mucho menos en Estados Unidos en comparación con las 185 millones de dosis suministradas de Moderna y Pfizer/BioNTech, que requieren ambas dos inyecciones, pero es considerada como una alternativa clave para expandir la protección contra la enfermedad en poblaciones vulnerables.

Expertos en inmunización de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) revisarán los casos de coágulos sanguíneos y votarán sobre sus recomendaciones para el uso futuro de la vacuna.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), que aprobó el uso de la vacuna en Estados Unidos, revisará el análisis y determinará los próximos pasos.

Ayer, el gobierno del presidente Joe Biden dijo que no esperaba que la pausa en el uso de la vacuna afectara la inmunización, ya que EUA tiene suficientes dosis de las otras dos vacunas para mantener sus objetivos.

A la par, el gobierno francés anunció este miércoles que mantendrá su plan de administrar la vacuna de Johnson & Johnson, a personas mayores de 55 años.

El portavoz gubernamental, Gabriel Attal, indicó en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros que esa vacuna, al igual que la de AstraZeneca, estará reservada para las personas mayores.

Y es que Francia recibió a principios de esta semana una primera entrega de 200,000 dosis de Janssen y estas ya se están empezando a distribuir en centros médicos y farmacéuticos del territorio nacional.

Attal defendió que es un producto que ha recibido el visto bueno de las agencias sanitarias francesa y europea. Al mismo tiempo, dijo comprender las reticencias surgidas entre la población sobre la aplicación de AstraZeneca debido también a la aparición de trombosis vinculadas con ella.

“Ha habido vaivenes en las autorizaciones. Es una vacuna reservada primero para los de menos edad y luego para los de más. Entiendo que los franceses se lo cuestionen, pero nunca hemos transigido en la transparencia de los datos científicos de los que disponemos”, explicó.

En tanto, la Dirección General de Sanidad de Dinamarca suspendió hoy de forma definitiva la vacuna de AstraZeneca, paralizada desde hace un mes, al considerar que hay una conexión probable entre esta y los casos anómalos de trombosis.

El expresidente Donald Trump criticó la decisión del gobierno de Joe Biden de permitir la suspensión de forma cautelar de la vacunación con el fármaco desarrollado por la farmacéutica Johnson & Johnson contra la COVID-19.

El gobierno de Biden “hizo un flaco favor a la gente de todo el mundo” al permitir que los CDC y la FDA hicieran una “pausa” en el uso de la vacuna de Johnson & Johnson, cuyos resultados “han sido extraordinarios”, señaló hoy Trump en un comunicado.

El expresidente republicano aprovechó la pausa cautelar de la aplicación de la vacuna de J&J para levantar sospechas sobre los motivos de la suspensión.

“Tal vez todo esto se hizo por motivos políticos o tal vez sea por amor de la FDA a Pfizer (otra vacuna)”, dijo el exmandatario, y añadió que fue este organismo, “trabajando con Pfizer”, el que “anunció la aprobación de la vacuna dos días después de las elecciones presidenciales de 2020”.

“¡Vuelva a poner la vacuna de Johnson & Johnson en la línea rápidamente. La única forma de derrotar al virus de China es con nuestras excelentes vacunas!”, apuntó.

Y es que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) y la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) recomendaron “una pausa” en el uso de la citada vacuna por “cautela”, después de haberse detectado 6 casos de un tipo de coágulo sanguíneo “raro y grave” entre las más de 6.8 millones de dosis administradas.

El anuncio de la FDA y los CDC significa que todos los canales de salud federales (lugares de vacunación masiva, centros de salud comunitarios y similares) que administraban anteriormente la vacuna de Johnson & Johnson tendrán que detener el proceso por el momento.

La de J&J no ha sido la única vacuna cuya administración se ha suspendido en el mundo, ya que varios países también han detenido el uso del suero de AstraZeneca después de detectar casos de trombos.

Expertos han señalado que la de Johnson & Johnson es como una vacuna tradicional: más fácil de distribuir y de almacenar que las basadas en ARN mensajero, como las de Pfizer y Moderna. Al igual que la de AstraZeneca, usó una tecnología sobre la que los científicos llevan trabajando desde hace décadas: un virus denominado adenovirus.

Los adenovirus son virus comunes que provocan enfermedades como el resfriado o la gripe.

La vacuna de J&J utiliza un adenovirus desactivado que manda instrucciones al cuerpo de la persona vacunada para combatir la COVID-19. Este virus no tiene nada que ver con el coronavirus y no se puede replicar ni causar una infección viral en el vacunado.

La vacuna de J&J toma las instrucciones genéticas del virus para construir proteínas en pico, pero, a diferencia de los preparados de Pfizer y de Moderna, que almacenan esos datos genéticos en ARN monocatenario, es decir, de cadena sencilla, este suero usa ADN bicatenario (de doble cadena).

Los ensayos clínicos dieron un eficacia de la vacuna de J&J del 66% en la prevención de la enfermedad moderada o grave en la Fase 3 de una prueba clínica en EUA y del 85 % en los casos más graves.

Janssen Pharmaceutica, una división de Johnson & Johnson con sede en Bélgica, desarrolló la vacuna en colaboración con el israelí Beth Israel Deaconess Medical Center.