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Lula da Silva

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Los principales gobiernos mundiales, entre ellos China, Rusia, Estados Unidos, la India y México, así como instituciones internacionales, han cerrado filas en torno al presidente brasileño, Lula da Silva, contra los radicales seguidores de Jair Bolsonaro que ayer tomaron las principales sedes de poder.

Ayer domingo, partidarios del expresidente ultraconservador, Jair Bolsonaro, invadieron las sedes del Parlamento, la Presidencia y el Tribunal Supremo en Brasilia y llamaron a la intervención militar para sacar del poder a Lula da Silva, lo que sería un golpe de Estado.

Otros radicales han acamparon en los últimos dos meses en las puertas de los cuarteles militares de varias ciudades para exigir una “intervención” militar que impidiese la toma de posesión de Lula, que tuvo lugar el pasado 1 de enero.

Ante esta situación, diversos líderes mundiales reaccionaron y se posicionaron.

El Kremlin condenó este lunes de una forma rotunda las acciones de “los instigadores de los desórdenes en Brasil” y reiteró su apoyo al presidente Da Silva. “Moscú condena rotundamente las acciones de los instigadores de los desórdenes en Brasil”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.

Agregó que Rusia apoya “las acciones para restaurar el orden y la legalidad” en el país latinoamericano.

Por su parte, China expresó hoy que apoya “las medidas tomadas” por el gobierno brasileño para “restaurar el orden y la estabilidad” tras el asalto a las sedes institucionales de miles de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro.

“China apoya las medidas tomadas por el gobierno brasileño para restaurar el orden y la estabilidad. Creemos que bajo el liderazgo del presidente Lula Brasil mantendrá la estabilidad nacional y la armonía social”, dijo este lunes el portavoz de Exteriores Wang Wenbin en rueda de prensa.

En tanto, el primer ministro de la India, Narendra Modi, condenó también el asalto violento de los bolsonaristas y mostró su apoyo a Lula y su gobierno.

“Profundamente preocupado por las noticias de disturbios y vandalismo contra las instituciones estatales en Brasilia. Las tradiciones democráticas deben ser respetadas por todos”, expresó el mandatario indio.

Los máximos responsables de las instituciones europeas condenaron este lunes con firmeza el asalto al Congreso, el Tribunal Supremo y el Palacio Presidencial de Brasil, que consideraron un “ataque a la democracia”, y reiteraron su apoyo al presidente brasileño.

El asalto a las más altas instituciones federales de Brasil “es una gran preocupación para todos nosotros, defensores de la democracia”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a través de su cuenta oficial en Twitter.

Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, condenó también “con firmeza” el “asalto a las instituciones democráticas en Brasil” y expresó su “pleno apoyo” a Lula da Silva, “elegido democráticamente por millones de brasileños a través de unas elecciones justas y libres”, dijo en un tuit.

La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, se expresó en los mismos términos.

La primera ministra italiana y líder de la ultraderechista Fratelli d’Italia, Giorgia Meloni, calificó este lunes de “inaceptable e incompatible con cualquier forma de disidencia democrática” la invasión de las principales sedes institucionales en Brasilia.

“Lo que está pasando en Brasil no puede dejarnos indiferentes. Las imágenes de la irrupción en los cargos institucionales son inaceptables e incompatibles con cualquier forma de disidencia democrática”, dijo la mandataria ultraderechista.

Y el gran partido de la extrema derecha francesa, Agrupación Nacional(RN), condenó el asalto a las instituciones en Brasilia, que ilustra “el resultado de una democracia malsana” con bloques polarizados que se consideran enemigos.

“Ahí tenemos el resultado de una democracia malsana en la que hay dos campos que no se consideran adversarios políticos, sino enemigos”, señaló el presidente de la Agrupación Nacional, Jordan Bardella.

Estas autoridades se unen a otros países que desde ayer se manifestaron al respecto, tales como Estados Unidos, cuyo presidente, Joe Biden, afirmó que la voluntad del pueblo de Brasil no debe ser socavada y dijo que desea “seguir trabajando” con Lula.

“Condeno el asalto a la democracia y la transferencia de poder pacífica en Brasil”, indicó en su cuenta de Twitter el mandatario.

Además de Biden, diferentes gobiernos latinoamericanos y organismos multilaterales, como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Alianza Bolivariana para Los Pueblos de Nuestra América (Alba) se pronunciaron al respecto.

“La Presidencia Pro Tempore de la Celac manifiesta su respaldo al Gobierno de @LulaOficial, elegido por el pueblo de Brasil, y rechaza las acciones violentas contra las instituciones democráticas brasileñas”, señaló en su cuenta de Twitter la Celac, que agrupa a 33 países de América Latina y el Caribe.

Mientras que desde la Alba, su secretario general, Félix Plasencia, manifestó su apoyo al presidente brasileño y rechazó el intento de los golpistas, a los que calificó de “neofacistas”.

El presidente de Argetina, Alberto Fernández, expreso a través de Twiter su “repudio” a los ataques de los bolsonaristas radicales y manifestó su “incondicional apoyo y el del pueblo argentino” a Lula ante el “intento de golpe de Estado”.

En esa misma línea, el presidente de Chile, Gabriel Boric, salió a respaldar a Lula, y calificó el intento de golpe de los ultraconservadores como un “cobarde y vil ataque a la democracia”.

“Impresentable ataque a los tres poderes del Estado Brasilero por parte de bolsonaristas”, añadió a través de redes sociales.

A su vez, la Cancillería española brindó su “apoyo incondicional” a Lula, “elegido democráticamente por el pueblo brasileño”.

Por su parte, el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, condenó el “intolerable” e “inaceptable” asalto a las instituciones democráticas en Brasilia.

Por su parte, su homólogo colombiano, Gustavo Petro, cercano ideológicamente a Lula, pidió una reunión urgente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para atender el intento de “golpe” en Brasil.

“Toda mi solidaridad a Lula y al pueblo del Brasil. El fascismo decide dar un golpe. Las derechas no han podido mantener el pacto de la no violencia. Es hora urgente de una reunión de la OEA, si quiere seguir viva como institución y aplicar la Carta Democrática”, dijo Petro en un mensaje publicado en Twitter.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, no solo condenó los ataques, sino que señaló como presunta responsable del intento de golpe a “la cúpula del poder oligárquico” de Brasil.

Manifestó que Lula “no está solo”, porque cuenta con “el apoyo de las fuerzas progresistas de su país, de México, del continente americano y del mundo”.

En su conferencia de hoy, AMLO reiteró su respaldo a su homólogo brasileño y a la democracia del país. “(Nos pronunciamos) en rechazo a la actitud irresponsable, antidemocrática en Brasil y a favor del presidente Lula, esa es nuestra postura”, dijo al ser cuestionado sobre el tema.

Destacó las coincidencias en las posturas del mandatario de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quienes esta semana se reúnen en nuestro país para la X Cumbre de Líderes de América del Norte.

“Coincidimos en esto, vamos a continuar apoyando al presidente Lula, que fue electo democráticamente, lo apoyan las fuerzas progresistas de Brasil, de México, del continente americano”, añadió.

López Obrador dijo es “muy satisfactorio” que la solidaridad hacia el presidente Lula no sea nada más de países de América Latina y el Caribe, sino que también el apoyo a la democracia en Brasil, al presidente Lula, también incluya a Canadá, a Estados Unidos y a países de todo el mundo.

“Es un consenso de los países del continente americano, eso es muy bueno, porque independientemente de las posturas políticas partidistas, se tiene que defender la democracia, se tiene que respetar la voluntad del pueblo, remató López Obrador.

Otro de los mandatarios progresistas de Latinoamérica, el boliviano Luis Arce, condenó el “asalto” de “grupos antidemocráticos” a las sedes de los tres poderes del Estado brasileños. Dina Boluarte en Perú, condenó “enérgicamente” el asalto a las sedes de los poderes en Brasil, así como de “cualquier intento de desconocer” la legitimidad de las elecciones presidenciales de octubre pasado en las que Lula venció a Bolsonaro.

El Gobierno de Nicolás Maduro indicó que desde Venezuela ven con “estupor y preocupación” los actos violentos emprendidos por “grupos fascistas y de extrema derecha”, que, a su parecer, fueron “aupados por sus líderes dentro y fuera del país”

Otros mandatario que se manifestaron fueron los de Honduras, Panamá, Ecuador y Uruguay.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) expresó esta mañana su simpatía por la toma de posesión del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, al destacar que entre los gobiernos de ambos países, existen “coincidencias”.

“Estamos muy contentos con la llegada del presidente Lula, fue todo un acontecimiento porque es el regreso de un proyecto popular no oligárquico”, expresó el mandatario al ser consultado sobre el tema durante su conferencia de prensa matutina.

López Obrador, quien no asistió a la ceremonia de investidura del mandatario brasileño, ayer domingo 1 de enero, resaltó que fue representado por su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, quien recibió el mensaje de la intención de Lula de visitar nuestro país próximamente.

“Ella le transmitió que siempre va a ser bienvenido a nuestro país, que el pueblo de México y Brasil son hermanos, somos hermanos y ahora con muchas coincidencias del gobierno de Brasil porque ese gobierno va a luchar por la igualdad, la justicia, también en situaciones complejas”, asegurando que Lula tiene “mucho oficio político” que le ayudará a enfrentar estas situaciones.

López Obrador dijo que Lula “es un hombre muy experimentado, va a tener una oposición beligerante ya desde ayer le pusieron la banda representantes del pueblo de Brasil yo creo que es más simbólico, mucho más representativo porque el señor Bolsonaro decidió viajar en la víspera a Estados Unidos”, criticó.

Y es que recordemos que el líder brasileño, de 77 años, que ya gobernó entre 2003 y 2010, regresó a la Presidencia tras derrotar en unas ajustadas elecciones a Bolsonaro, quien no ha reconocido su derrota y abandonó Brasil hace dos días, rumbo a Estados Unidos, para evitar tener que entregar a Lula la banda presidencial, como manda el protocolo.

AMLO recordó que el ahora presidente brasileño enfrentó “una embestida muy fuerte” que lo llevó “injustamente” a la cárcel pero resistió y salió de prisión para volver a gobernar Brasil.

“Lo logró, como él mismo lo expresó ayer, a pesar de que utilizaron muchísimo dinero para evitar que triunfara y lo logró con el apoyo del pueblo de Brasil”, apuntó AMLO..

La toma de posesión contó con un fuerte respaldo internacional, con delegaciones de 68 países, incluyendo 20 jefes de Estado o de Gobierno, así como un significativo apoyo popular, con cerca de 300,000 personas que se reunieron en el centro de Brasilia,

El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció este viernes los primeros cinco nombres de su próximo gabinete, confirmando lo que se venía especulando en las últimas semanas, que el exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad será ministro de Hacienda, mientras que José Múcio Monteiro liderará  el ministerio de Defensa.

“He tomado la decisión de presentar algunos de los ministros y la semana que viene presentaré algunos más. El domingo vamos a reunirnos para ver la cantidad de ministerios y secretarías que vamos a crear”, señaló Lula, quien tenía previsto en un primer momento hacer el primer anuncio el próximo lunes.

Y es que recordemos que será el próximo 12 de diciembre cuando reciba las credenciales de su triunfo de manos del Tribunal Superior Electoral (TSE).

“(Elegí) al compañero Fernando Haddad como Ministro de Hacienda”, afirmó Lula durante una rueda de prensa en Brasilia.

Haddad, que fue ministro de Educación, alcalde de Sao Paulo y candidato a la Presidencia por del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula en 2018, es visto con recelo por el mercado, que teme un aumento excesivo del gasto público bajo su gestión.

Sucederá a Paulo Guedes, que estaba al frente de Economía, un “superministerio” que el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro creó al fusionar las carteras de Hacienda, Planificación e Industria.

Además de los ya previstos Haddad y Múcio, Lula ha nombrado al exgobernador de Bahía, Rui Costa dos Santos, para dirigir Casa Civil, posición que equivaldría a  un jefe de gabinete; a Flávio Dino para el Ministerio de Justicia; y a Mauro Vieira para Asuntos Exteriores.

Fue el nombramiento de Vieira el que también causó polémica, ya que volverá a dirigir la diplomacia de Brasil en el futuro gobierno, después de ejercer dicho cargo entre 2015 y 2016, en los dos últimos años de Dilma Rousseff.

Diplomático de carrera y con una amplia experiencia en comercio exterior, Vieira ha ocupado los cargos más importantes en las legaciones de Brasil en el exterior: fue embajador en Estados Unidos (2010-2015), en Argentina (2004-2010) y representante permanente de Brasil ante la ONU (2016-2019).

También fue jefe de la misión brasileña ante la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), con sede en Montevideo, y, entre otras embajadas, ocupó cargos en la de México, con lo que acumula un profundo conocimiento de la región.

Foto: Ricardo Stuckert vía Twitter @LulaOficial

El jefe de la autoridad electoral de Brasil rechazó la solicitud del presidente Jair Bolsonaro y su partido político de que anularan los sufragios emitidos en la mayoría de las máquinas de votación electrónica, lo que cambiaría el resultado de los comicios del pasado 30 de octubre.

Alexandre de Moraes había emitido un fallo previo que planteaba implícitamente que el Partido Liberal, al que pertenece Bolsonaro, podría salir perdiendo con la impugnación que presentó.

De Moraes había condicionado el análisis de la petición a que los inconformes presentaran un nuevo informe que incluyera los resultados de la primera vuelta electoral, realizada el 2 de octubre, en la que el Partido Liberal ganó más escaños en ambas cámaras legislativas que cualquier otro partido, y les dio un plazo de 24 horas.

Horas antes de que venciera el plazo, el presidente del Partido Liberal, Valdemar Costa, y el abogado Marcelo de Bessa, dijeron en conferencia de prensa que no presentarían ningún nuevo informe.

“La absoluta mala fe de la extraña e ilícita petición del demandante… quedó demostrada, tanto por la negativa a enmendar la petición inicial como por la total ausencia de evidencia alguna de irregularidades y la existencia de una narrativa totalmente fraudulenta de los hechos”, escribió De Moraes en su fallo.

Sin embargo, no solo fue un rechazo a la petición hecha, sino que también ordenó la suspensión de los fondos federales para la coalición del Partido Liberal hasta que se pague una multa de 23 millones de reales, cerca de 4.3 millones de dólares, por emprender un litigio de “mala fe”.

El martes pasado, De Bessa presentó una solicitud de 33 páginas a nombre de Bolsonaro y de Costa en la que se mencionaba un error de software en la mayoría de las máquinas en Brasil, que apuntaba que carecían de números de identificación individuales en sus registros internos.

De Bessa dijo que eso daría a Bolsonaro el 51% de los votos válidos restantes, con lo cual el triunfo sería de él y no de Lula da Silva.

En su fallo, De Moraes señaló que la impugnación de la votación parecía dirigida a alentar movimientos antidemocráticos de protesta y crear desórdenes, y ordenó que se investigue a Costa y al consultor contratado para que efectuara la evaluación.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, (AMLO) indicó esta mañana que está “feliz, feliz” por el triunfo de Luiz Inácio Lula Da Silva en Brasil, y dijo admirar el sistema electoral de ese país, del cual dijo, México debería aprender lo bueno.

“(El triunfo de Lula) me tiene muy contento, estoy feliz, feliz, feliz”, apuntó el mandatario durante su rueda de prensa matutina desde el Palacio Nacional.

López Obrador celebró el triunfo del político brasileño en las elecciones presidenciales de ayer, y destacó la “lección” que deja el funcionamiento del instituto electoral de Brasil.

“La elección de ayer fue muy aleccionadora, es la lección de la elección, yo creo que la lección de la elección es el buen funcionamiento del instituto electoral en Brasil”, indicó.

Afirmó que a pesar de que Brasil tiene unos 148 millones de electores y es mucho más grande en territorio, los resultados de la elección se tuvieron en poco tiempo.

“Lo increíble es que a las 2 horas después de cerradas las casillas ya tenían el 90% de los votos contados, a las 2 horas. Es como si pensáramos que se cierran las casillas en México a las 6 y a las 8 ya tenemos el 90% del resultado. Aquí hay que esperar hasta las 11 el preliminar”, criticó.

Señaló que esto se debe al voto electrónico, que espera pueda implementarse pronto en México. “Sí hay que analizar cómo le hacen, creo que hay voto electrónico, sí debe haber voto electrónico y voto directo”, añadió.

El mandatario exaltó que el pueblo brasileño está “muy consciente” de que les va a ir bien.

“El pueblo brasileño está muy consciente, bendito pueblo, porque les va a ir muy bien, va a haber igualdad, humanismo, estoy muy contento y además fueron un ejemplo los brasileños, porque también hasta el presidente Bolsonaro guardó silencio, se encerró, no le hace (que no haya reconocido), pero se quedó callado, entonces vamos a seguir adelante”, dijo.

López Obrador aprovechó para señalar que el escritor peruano Mario Vargas Llosa, “todo lo que toca lo sala”, en referencia al apoyo que el autor ha mostrado a políticos de derecha y que han perdido las recientes elecciones en América Latina.

Recordemos que AMLO ha mostrado siempre su sintonía con Lula, a quien llamó una “bendición” y “alternativa” para Brasil en julio pasado.

Además, el morenista aprovechó para reprochar “respetuosamente” que ayer por la mañana, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, había expresado en Twitter que Lula era “un peligro para Brasil” y había llamado a votar por Jair Bolsonaro.

Tal como se anticipada y vaticinaban las encuestas, Luiz Inácio Lula da Silva se impuso por un escaso margen al presidente Jair Bolsonaro en la segunda vuelta de la elección presidencial de Brasil, con lo que marca el regreso de la izquiersa al país.

Bolsonaro se convirtió en el primer presidente en ejercicio que pierde una elección, mientras Lula ha prometido revocar su legado, incluidas las políticas a favor de las armas y la débil protección de la selva amazónica.

Lula, que presentó la contienda como una batalla por la democracia después de que su rival hizo afirmaciones infundadas de que el sistema electoral se prestaba al fraude, dijo que las elecciones eran una señal de que los brasileños “quieren más y no menos democracia”, en un discurso de victoria en el que celebró lo que llamó su “resurrección”.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) declaró a Lula como próximo presidente, con el 50.9% de los votos frente al 49.1% de Bolsonaro.

La toma de posesión de Lula está prevista para el 1 de enero, mientras ha prometido que en esta periodo de transición, unirá a un país profundamente dividido.

El resultado en la nación más grande de América Latina significa que la izquierda gobernará todas las economías importantes de la región después de una serie de éxitos electorales desde México hasta Argentina en los últimos años.

Recordemos que Lula formó parte de la llamada ‘marea rosa’, con la que llegaron al poder líderes como Evo Morales en Bolivia, Michelle Bachelet en Chile, Rafael Correa en Ecuador y Hugo Chávez en Venezuela.
Luego llegó la crisis financiera mundial que azotó a América Latina, región dependiente de las exportaciones, lo que desencadenó en un cambio reactivo hacia la derecha.
Pero esos gobiernos no afrontaron eficientemente la situación, agravada por una pandemia que puso de manifiesto la desigualdad en el acceso a la salud y la educación.

Pese a que el presidente Bolsonaro se ha mantenido en completo silencio, las felicitaciones a Lula llegaron de diversos líderes extranjeros, como el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, su par de Rusia, Vladimir Putin, el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente francés, Emmanuel Macron.

De la región, los presidentes Andrés Manuel López Obrador (México), Nicolás Maduro (Venezuela), Alberto Fernández (Argentina), Miguel Díaz-Canel (Cuba), Gabriel Boric (Chile), Xiomara Castro (Honduras), Mario Abdo (Paraguay), Luis Abinader (República Dominicana), Alejandro Giammattei (Guatemala), Luis Lacalle Pou (Uruguay), Pedro Castillo (Perú), Guillermo Lasso (Ecuador), entre otros, se sumaron a las felicitaciones.

Analistas anticipan que los mercados financieros podrían vivir una semana volátil, con los inversores calibrando las especulaciones sobre la conformación del  gabinete de Lula y el riesgo de que Bolsonaro no reconozca los resultados e incluso los impugne.

Los observadores electorales internacionales dijeron que las elecciones del domingo se llevaron a cabo de forma eficiente. Una delegación de México, encabezada por el INE, acompañó la contienda.

El candidato presidencial en Brasil, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, aumentó ligeramente la ventaja sobre su adversario de extrema derecha, el actual mandatario Jair Bolsonaro, esto a días de la segunda vuelta electoral del domingo.

Lula lidera la intención de voto con un 52% frente al 46.2% de Bolsonaro, según el sondeo de AtlasIntel dado a conocer este lunes, ampliando la brecha que mostraba la encuesta anterior de hace dos semanas.

La encuesta se completó antes de un incidente con disparos el domingo que involucró a Roberto Jefferson, un partidario de Bolsonaro.

La encuesta también se conoce cuando el presidente Jair Bolsonaro afirmara que su adversario “no respeta la propiedad privada”.

El mandatario visitó un campamento de campesinos cuyos integrantes dicen haber pertenecido en el pasado al Movimiento Sin Tierra (MST), vinculado históricamente a la izquierda y a Lula.

“Los felicito por poder haberse liberado de esa ideología nefasta llamada comunismo”, declaró Bolsonaro ante cientos de campesinos, a los que animó a votar por su candidatura el próximo domingo para que “la izquierda quede definitivamente en el pasado”.

El líder de la ultraderecha reiteró su discurso en favor de los “valores tradicionales” e insistió en que Lula “no cree en la familia y quiere liberar las drogas”, una propuesta que no ha sido siquiera barajada por el candidato progresista, que gobernó entre 2003 y 2010.

Recordemos que Lula ganó la primera vuelta del pasado 2 de octubre con un 48.4% de los votos, frente al 43.2% que obtuvo Bolsonaro, resultado que llevó la definición de los comicios a una segunda vuelta, que será celebrada el próximo domingo.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reiteró esta mañana su felicitación a Luis Inácio Lula Da Silva por su triunfo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil que se llevaron a cabo ayer domingo.

“Felicitar a todos los brasileños, nuestros hermanos, porque fue una jornada democrática, ejemplar. Ya quedó atrás el tiempo aciago de los golpes de Estado, de tomar el poder por la fuerza, ya en Brasil y toda América es la vía democrática la que predomina”, expresó el mandatario.

López Obrador mencionó que Brasil fue un ejemplo de cómo se deben llevar a cabo las elecciones, sin que haya quejas o acusaciones de fraude como, dijo, ocurrió en México durante muchos años.-

“En ese sentido fue un ejemplo la elección en Brasil, en el terreno de lo democrático. Ustedes no escuchan ninguna queja, no se menciona la palabra fraude, se van dando los resultados apenas van cerrando las mesas todo es transparente”, destacó AMLO.

Lula da Silva, candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), deberá enfrentar al actual presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, en una segunda vuelta electoral el próximo 30 de octubre, al no alcanzar superar el 50% de los votos.

Y es que con el 99.99% de los votos contabilizados, Lula da Silva se impuso con el 48.43% (57.25 millones de votos) frente al 43.2% (51.07 millones de votos) de Bolsonaro.

“Felicité ayer a quien ganó la primera vuelta, Lula obtuvo alrededor del 48% de los votos, el presidente Bolsonaro el 43%”, recordó López Obrador.

Sus declaraciones llegan a pesar de que López Obrador ha señala que en distintas ocasiones que no le gusta opinar sobre asuntos internos de otros países. Sin embargo, desde la semana pasada ha dejado en claro “su sintonía” con Lula, por quien reafirmó su simpatía y a quien llamó una “bendición” y “alternativa” para Brasil.

Ayer, López Obrador, felicitó a Lula da Silva a través de sus redes sociales.

“Felicidades, hermano y compañero Lula. El pueblo de Brasil demostró una vez más su vocación democrática y, en especial, su inclinación por la igualdad y la justicia”, escribió López Obrador en sus redes sociales.

Recordemos que el expresidente brasileño visitó México apenas en marzo pasado, cuando se reunió con López Obrador, quien en 2021 celebró la anulación de las penas de cárcel que pesaban contra él, tras haber recibido condenas que sumaban casi 26 años de cárcel por corrupción en 2017.

Jair Bolsonaro y Luis Inácio Lula da Silva se medirán este domingo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, en las que el izquierdista es favorito, según los sondeos que el mandatario ultraderechista se empeña en rechazar.

A dos días de la disputa más polarizada en décadas en la mayor economía de América Latina, el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva mantiene una ventaja de 14 puntos sobre el actual presidente, abriendo la posibilidad de que le pueda vencer en la primera vuelta.

Según la última encuesta del Instituto Datafolha, Lula, un exobrero metalúrgico de 76 años que cofundó el Partido de los Trabajadores y lideró el país entre 2003 y 2010, tiene el 48% de las intenciones de voto frente al 34% de Bolsonaro.

El exmandatario parece encaminado a llegar al poder por tercera vez. La duda parece ser más bien si lo logrará en la primera vuelta: necesita superar el 50% de los votos válidos. Por eso, en los últimos días, Lula ha intentado atraer el voto útil de seguidores del centroizquierdista Ciro Gomes (6%) y la centrista Simone Tebet (5%) que quieran evitar una segunda vuelta el 30 de octubre.

En la campaña, Lula se ha hecho del apoyo de celebridades como los músicos Caetano Veloso y Anitta, y se ha rodeado de figuras inesperadas, como el exjuez del Supremo Tribunal Federal Joaquim Barbosa, que lideró el juicio del escándalo de compra de votos en el Congreso que marcó el primer gobierno de Lula. Bolsonaro, en cambio, obtuvo el jueves el apoyo explícito de la estrella del fútbol, Neymar.

Excapitán del Ejército y exdiputado de 67 años, Bolsonaro, ha centrado su estrategia en la exaltación de las armas, los valores morales y los ataques a su adversario. Es respaldado por influyentes sectores como el evangélico, empresarial y agropecuario.

Lula, que dejó la presidencia con una aprobación superior al 80%  ha visto golpeada su imagen por el escándalo de corrupción “Lava Jato”, ligado a una red de sobornos en la petrolera Petrobras, asegura que volverá al poder para “arreglar el país” y cita los logros sociales de sus gobiernos, sin aclarar su futuro programa.

Lula da Silva dijo este viernes que teme una transición “tumultuosa” en caso de que derrote a Jair Bolsonaro.

“La gente del PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña) hacía política, cuando ganaba festejaba, y cuando perdía, permitía que festejase quien ganaba. No es ése el comportamiento de Bolsonaro, él puede intentar crear cualquier tumulto durante la transición”, dijo Lula, durante una rueda de prensa en Rio de Janeiro.

En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Cecilia Soto, analista, exembajadora de México en Brasil, sobre la situación de Brasil y cuáles son los retos que enfrentan los ciudadanos de ese país ante la elección del próximo domingo.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reafirmó este viernes su “simpatía” por Luiz Inácio Lula da Silva, exmandatario brasileño que busca volver a encabezar el gobierno de su país, enfrentándose el próximo 2 de octubre al actual gobernante, Jair Bolsonaro.

“Es público, notorio, nuestra simpatía en Brasil por Lula, pero no puedo decir más. No puedo”, declaró en su rueda de prensa matutina cuestionado por el tema.

El mandatario ha manifestado con anterioridad sus coincidencias con Lula, a quien llamó una “bendición” y “alternativa” para Brasil apenas en julio pasado.

Además, recordemos que el expresidente brasileño visitó nuestro país en marzo, cuando se reunió con López Obrador, quien en 2021 celebró la anulación de las penas de cárcel que pesaban contra el exmandatario, quien recibió condenas que sumaban casi 26 años de cárcel por corrupción en 2017.

A pesar de ello, López Obrador aseguró que hay buenas relaciones con Bolsonaro, ultraderechista que busca la reelección tras dirigir el país desde 2019.

“Lo cierto es que el presidente Bolsonaro ha sido respetuoso de nosotros, nunca ha hecho un cuestionamiento a México ni nosotros hemos hecho un cuestionamiento a su gobierno”, intentó matizar el mandatario mexicano.

López Obrador consideró que Brasil “es un país extraordinario con un pueblo bueno, trabajador, alegre, lleno de valores, creativo, excepcional, desde luego en la música, en el deporte, es un pueblo hermano”.

“Destacó que entre todos sus atributos, el pueblo de Brasil es “muy democrático, pues recordó, han padecido dictaduras y han salido adelante. “Yo deseo que el pueblo de Brasil decida libremente”, concluyó.

Las declaraciones de López Obrador se dan pese a que por mucho tiempo ha dicho que él ni su gobierno interferirían en asuntos internos de otros países, como lo son las elecciones.  Ha defendido la política exterior basada en el no intervencionismo y autodeterminación de los pueblos.

El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, favorito rumbo a la elección presidencial de Brasil, manifestó su confianza en ser elegido jefe de Estado sin necesidad de disputar una segunda vuelta.

El candidato por el progresista Partido de los Trabajadores (PT) se refirió a la posibilidad de ser elegido presidente el próximo 2 de octubre sin necesidad de ir a una segunda vuelta el 30 de octubre, para lo que necesitaría obtener más de la mitad de los votos válidos en la primera jornada.

“No tengo por qué tener vergüenza de intentar ganar en la primera vuelta. ¿Si el que tiene el 5% (de la intención de voto en los sondeos) sueña en alcanzar el 40%, por qué quien tiene más del 40% no puede soñar en tener otro poquito y ganar en la primera vuelta?”, dijo Lula en un mensaje en sus redes sociales.

El exlíder sindical lidera todas las encuestas de intención de voto con cerca del 44% y una ventaja de 12 puntos sobre su principal rival, el actual presidente Jair Bolsonaro, líder de la ultraderecha, que aspira a ser reelegido y al que los sondeos le atribuyen cerca del 32%.

El mensaje de Lula fue interpretado como un llamado a los seguidores de Ciro Gomes, el tercero en los sondeos (7%), tercer candidato más votado en las presidenciales de 2018, aspirante por el Partido Democrático Laborista (PDT) y cuya candidatura impidió que el expresidente obtuviera el apoyo de todas las fuerzas progresistas importantes en Brasil.

“Dicen que cuando soñamos juntos podemos hacer realidad los sueños. Estoy convencido de que si seguimos trabajando como lo venimos haciendo, podemos ganar en la primera vuelta”, agregó el exmandatario.

Hasta hace dos semanas, las encuestas indicaban que el líder progresista tenía una intención de voto superior a la de todos los demás candidatos juntos, es decir, que tendría más de la mitad de los votos útiles (descontados blancos y nulos), lo que le garantizaría ser elegido sin necesidad de segunda vuelta.

Pero las encuestas divulgadas desde la semana pasada muestran que, con el crecimiento de los candidatos de la tercera vía, entre los cuales está Ciro Gomes, Lula ya no tiene una intención de voto superior a la de los demás candidatos y difícilmente conseguiría más de la mitad de los votos útiles.

Según un sondeo divulgado el lunes por el instituto Ipec, mientras que Lula tiene el 44% de la intención de voto, los demás candidatos juntos suman cerca del 46% .

Foto: Twitter @ricardostuckert vía @LulaOficial

Iniciaron las campañas presidenciales en Brasil, en la que ha sido considerada como una disputa de electoral de alto voltaje, con el ultraderechista Jair Bolsonaro y el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva como protagonistas de la contienda más polarizada en décadas.

El presidente Bolsonaro encabezó un mitin en la misma esquina en la que fue apuñalado en la campaña de 2018, en Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais: “La ciudad donde renací”, dijo al inicio de su discurso cargado de declaraciones patrióticas y alusiones a Dios y a la Biblia.

Bolsonaro reiteró su promesa de luchar contra la inflación de dos dígitos, el aborto, las drogas y defender la “propiedad privada”, advirtiendo de una “amenaza comunista” en Brasil si pierde los comicios.

Su esposa, Michelle Bolsonaro, suscitó igual o incluso más entusiasmo. “Ella es la persona más importante aquí”, dijo el mandatario sobre la primera dama, una ferviente evangélica que cobró protagonismo en la precampaña.

Por su parte, Lula encabezó un acto también cargado de simbolismo en una fábrica automotora en Sao Bernardo do Campo, región metropolitana de Sao Paulo donde se forjó como líder sindical en los años 1970.

El expresidente, de 76 años, líder de las encuestas, recuperó sus derechos políticos en 2021 tras la anulación de sus condenas en la trama anticorrupción “Lava Jato”-

La consultora IPEC indicó ayer que Lula reúne 44% de las intenciones de voto en la primera vuelta que está programada para el 2 de octubre, frente a un 32% de Bolsonaro, según su última encuesta. El Instituto Datafolha colocó el mes pasado a Lula con 47% y a Bolsonaro con 29%, lo que muestra que la ventaja del izquierdista se ha recortado.

Bolsonaro ha definido la campaña como una batalla entre el “bien y el mal”, asegurando que la vuelta de Lula al poder podría significar la instalación del “comunismo” en Brasil.

Lula promete restaurar los logros sociales para las clases más vulnerables que caracterizaron su gobierno, a la vez que ataca duramente a Bolsonaro por las 680,000 muertes en Brasil durante la pandemia.

La principal preocupación de los brasileños, según las encuestas, es la situación económica, marcada en los últimos años por altos niveles de desempleo y una inflación que ha restado popularidad a Bolsonaro.

Además del pedido explícito de votos en actos públicos, a partir de este martes queda permitida la propaganda por internet, donde especialmente Bolsonaro cuenta con millones de seguidores en redes sociales.

Más de 156 millones de brasileños están habilitados para votar el 2 de octubre, primera vuelta de unas elecciones en las que también se disputan cargos de diputados, senadores y gobernadores de los 26 estados del país.

En otro de los eventos que ha tenido, el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró este jueves que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) “es un regalo para México”, por lo que dijo priorizará las relaciones entre ambos países si llega a la Presidencia de su país en las próximas elecciones.

“Pienso que López Obrador es un regalo que este país ha recibido. Un hombre como López Obrador no nace todos los días y menos llega a alcanzar la Presidencia de la República. Y pueden estar seguros de que va a ser muy atacado”, dijo Lula al acudir al Senado.

Lula participó en una reunión con senadores de Morena, el PT y el Partido Encuentro Social (PES), quienes lo recibieron entre vítores de “¡presidente, presidente!”.

El brasileño reconoció que “si tuviera buen juicio, buena cabeza, no sería otra vez candidato” a la Presidencia de Brasil en las elecciones de octubre, en las que competirá contra el presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, pero ha advertido un retroceso en el bienestar social.

“Ahora todo eso se ha destruido, por eso estoy convencido de que tengo que volver a ser candidato y quiero decir a ustedes que nuestra relación con México será una relación altamente prioritaria. Yo tuve buena relación con México”, sostuvo Lula.

López Obrador y Lula se reunieron ayer en el Palacio Nacional, donde conversaron por horas sobre la integración latinoamericana, según reveló el presidente mexicano en su conferencia de este jueves.

El expresidente brasileño destacó que el gobierno de la llamada Cuarta Transformación está aplicando políticas sociales y combatiendo la pobreza como lo hizo él en la nación suramericana, y advirtió que eso traerá “ataques” contra López Obrador y su partido.

“La élite mexicana no va a querer una política de bienestar social. Así como no estuvo contenta en Brasil, en Argentina, que la gente progresara, como en ningún país del mundo”, indicó.

Lula se mostró convencido de que es posible recuperar Brasil, para que las personas vuelvan al empleo y “a tener sus tres comidas diarias”. “Yo ya lo hice una vez y por eso yo pongo mi disponibilidad para ser candidato a presidente de la República. No sé si voy a vencer las elecciones, todo indica que sí”, remató.

El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva confirmó este miércoles, durante una visita a México y luego de reunirse con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que volverá a competir por la presidencia de su país, en octubre próximo.

“Pensamos disputar las nuevas elecciones en Brasil”, afirmó el exmandatario durante su participación en la segunda Asamblea de Legisladores de Morena, partido fundado por López Obrador, y que se llevó a cabo en la Ciudad de México.

El líder del Partido de los Trabajadores (PT) despejó así la incógnita sobre su candidatura para convertirse por tercera ocasión en presidente de su país.

El símbolo de la izquierda latinoamericana afirmó ante legisladores de los partidos Morena, del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM), que mantiene la energía de cuando comenzó en la vida política y consideró que América Latina necesita una nueva gobernanza tal como, según él, ha sucedido en México.

“Puedo decirles que hoy vine a México para aprender con ustedes, (para aprender) cómo es posible que con mucha disposición y tenacidad cambie la historia de un país”, indicó. Dijo que lo que Morena está haciendo en tan poco tiempo de gobierno es “de una grandeza extraordinaria que tal vez lleve cierto tiempo para que todos entiendan que está sucediendo una revolución política”.

Da Silva exaltó las similitudes que tiene el gobierno del presidente López Obrador, con los ideales de su partido, como la atención a las causas pobres y el trabajo para el pueblo. Aseguró que de ganar las elecciones en octubre próximo “no vamos a abdicar patrimonio que fue adquirido por el pueblo”.

Indicó que su partido puede tener plena seguridad de que es un partido hermano del mexicano Morena.

Da Silva destacó que tras la reunión con AMLO, asumió el compromiso de venir a México “para consolidar la más grande relación política que se dará en 2023”.

Y afirmó que al igual que López Obrador busca que respete a su pueblo, “a nuestra soberanía, a nuestra cultura y respeto para que podamos decidir qué podemos hacer”.

Exaltó que busca culminar el proyecto que inició hace casi 20 años al frente de su país. “En 13 años hicimos lo que la elite brasileña no logró hacer en un siglo de inclusión social”, puntualizó.

Su visita a México se produce mientras Brasil se prepara para celebrar en octubre las elecciones presidenciales, en las que se espera que Lula y el actual presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, sean los principales contendientes.

La intención de voto de Da Silva se fortaleció desde que recuperó sus derechos políticos en marzo del 2020, luego de que un juez del Supremo Tribunal Federal brasileño anulara todas sus condenas y posibilitara su participación en la carrera por el poder.

El exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ha recuperado sus derechos políticos, luego de que la Corte Suprema de su país anuló cuatro juicios que pesaban contra él en tribunales de Curitiba por un conflicto de competencias y decidió que las causas deberán reiniciarse en otros juzgados, con lo que dejó sin efecto las penas de casi 26 años de cárcel que pesaban en su contra.

Así, Lula da Silva se convierte en potencial candidato presidencial para 2022, con algunos sondeos que lo sitúan como favorito frente al actual gobernante, Jair Bolsonaro.

“Se trata de otra decisión de la Corte Suprema que restablece la seguridad jurídica y la credibilidad del sistema de justicia del país”, declaró este viernes el abogado Cristiano Zanin, jefe de la defensa del exmandatario; el fallo también le devuelve a Lula su derecho a aspirar a cargos electivos.

En ese mismo sentido se pronunciaron todos los partidos del arco progresista, que en algunos casos llegaron a insinuar que Lula será candidato presidencial en 2022.

El más claro fue el gobernador del estado de Maranhao, Flavio Dino, quien era mencionado hasta ahora como posible candidato presidencial para 2022 por el Partido Comunista do Brasil (PCdoB); después de la sentencia dijo que, si le fuera propuesto, “sería un honor aspirar a la vicepresidencia” en una fórmula encabezada por Lula.

El exmandatario no termina de aclarar nada en ese sentido, pero sí empieza a dar algunas pistas sobre sus intenciones.

“Yo estoy vivo, entero, tengo una energía de 30 años y estoy listo para la pelea. Si es necesario para derrotar a un fascista como Jair Bolsonaro, seré candidato a presidente”, reiteró Lula a la emisora argentina C5N tras conocerse el fallo del Supremo.

Lula no tenía previsto pronunciarse este viernes sobre el fallo, pero hizo un guiño a sus seguidores en las redes sociales y cambió su foto de perfil por una en la que aparece perfectamente peinado, con un sobrio traje y una corbata con los colores de la bandera de Brasil que solía usar mientras estuvo en el poder.

Aunque Lula tampoco ha hecho referencia a eso, algunos sondeos ya consideran su posible candidatura de cara a las elecciones previstas para el 2 de octubre de 2022 y hasta lo sitúan como claro favorito frente a Bolsonaro, cuya popularidad está en caída en parte por su errática gestión de la pandemia de COVID-19.

La encuesta de la firma PoderData publicada esta semana dice que, en una primera vuelta, Lula se impondría con un 34% frente al 31% que obtendría Bolsonaro. Pero en la segunda vuelta, el antiguo dirigente sindical llegaría al 52% y el líder de la ultraderecha se quedaría en un 34%.

“Este escenario es un fotografía del momento, cuando el país enfrenta el peor impacto de la pandemia de coronavirus y hay una gran incertidumbre sobre la recuperación de la economía”, analizó PoderData.

Bolsonaro, acorralado por críticas a su gestión de una pandemia que ya deja más de 365.000 muertos en el país y que será objeto de una investigación parlamentaria promovida por la oposición, acusó el golpe y alertó a los brasileños sobre Lula y la corrupción que, en su opinión, encarna el líder progresista.

“Si Lula vuelve, por el voto directo, el voto auditable, todo bien”, dijo Bolsonaro, pero pidió a los brasileños que “piensen cómo será el futuro de Brasil con el tipo de gente que él va a traer para dentro de la Presidencia”.