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La Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) aprobó este jueves el registro sanitario para las vacunas contra el COVID, Pfizer y Moderna, con lo que ya podrán comercializarse en México.

“La dictaminación simultánea para expedir registro sanitario a vacunas contra covid-19, permitiendo su comercialización en México, sienta precedente hacia una regulación enfocada en garantizar el acceso sin beneficiar a ningún usuario en particular, y eliminando cualquier necesidad de intermediario o gestor”, indicó la Cofepris en un comunicado.

Fue el pasado 28 de noviembre cuando el órgano regulador informó que se retrasaba la aprobación pues, según argumentó, las farmacéuticas habían pedido más tiempo para solventar la información técnica faltante para obtener el registro sanitario.

A pesar de ello, la Cofepris señaló que este proceso regulatorio, “pionero en el mundo”, se logró en tiempo récord “después del riguroso análisis técnico del personal especializado de esta autoridad sanitaria y de la evaluación del desempeño clínico de las vacunas de estos biológicos en las sesiones del Comité de Moléculas Nuevas (CMN), que por primera vez fueron públicas”.

Refirió que, de manera transparente y oportuna, un equipo multidisciplinario de personal federal determinó que los biológicos de Pfizer y Moderna cumplieron los requisitos de calidad, seguridad y eficacia, en los expedientes presentados ante esta comisión federal.

Asimismo, dijo que la aprobación simultánea de registro sanitario para las vacunas, sienta precedente hacia una regulación enfocada en garantizar el acceso “sin beneficiar a ningún usuario en particular, y eliminando cualquier necesidad de intermediario o gestor”.

La Comisión exhortó a la población a no hacer uso indiscriminado de ninguna vacuna contra COVID, y recordó que debe considerarse el riesgo-beneficio de cada aplicación. Reiteró que la aplicación de vacunas fuera de la Política Nacional de Vacunación “deberá ser bajo estricta recomendación médica”.

“El suministro de estos biológicos debe ser bajo vigilancia médica y no se deberá aplicar de manera indiscriminada, ya que pueden representar riesgos para la salud”.

La aprobación llega cuando el Gobierno federal lleva a cabo la campaña nacional de vacunación, donde busca aplicar 35.2 millones de vacunas contra la influenza y 19.4 millones contra COVID enfermedad para la que usará la vacuna Abdala, hecha en Cuba, y la Sputnik, de Rusia.

Sin embargo, hay que recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha avalado el uso de ninguno de estos fármacos como refuerzo contra el virus del SARS-CoV-2.

Aunque estas vacunas son gratuitas, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) había prometido que las personas que lo quisieran podrían comprar las de otras farmacéuticas, como Pfizer y Moderna, pero habría que esperar la aprobación de uso comercial de la Cofepris, algo que ahora ya ocurrió.

La vacuna contra la COVID-19 actualizada de Moderna podría estar comercializándose en México a finales de este 2023, estimó este lunes Rolando Pajón, director médico de la farmacéutica para América Latina.

“Quisiéramos poder estar en México antes de que se acabe el año con nuestra vacuna ya mejorada para que no seamos en México los últimos en la región en tener acceso a la vacuna más actualizada que tenemos contra la COVID-19”, dijo Pajón en entrevista con la agencia Efe.

Apenas en septiembre pasado, la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA) aprobó el uso de la vacuna de Moderna, que es efectiva para variantes más contagiosas como la ómicron XBB.1.5.

“A principios de esta semana completamos ese proceso (en México). Entonces estamos muy contentos porque ese es el primer paso, es como llegar y tocar el timbre a la casa”, señaló. El registro se hizo a través de su socio comercial Asofarma México.

De acuerdo con Pajón, los ensayos clínicos han confirmado que la vacuna aumenta de 8.7 a 11 veces los anticuerpos neutralizantes contra las nuevas variantes circulantes.

El directivo lamentó que la aprobación regulatoria en México todavía no se haya acelerado. “Nuestro principal enemigo de pronto deja de ser el virus y de pronto deja de ser la enfermedad como tal porque ya cuando tienes una medicina en la mano que sabes que funciona entonces tu enemigo es el tiempo”, insistió.

Pero destacó como “gran avance” que el Gobierno haya abierto la puerta para que las empresas privadas vendan las vacunas contra la COVID-19.

“Nosotros estamos listos para proveerlas porque pensamos que la población mexicana se merece tener acceso a la mejor vacuna que existe en este momento en el mercado contra las cepas que están circulando en este momento. Nosotros estamos dispuestos a suministrarlas en cuanto esté aprobadas”, enfatizó.

Aunque el Gobierno de México no compró vacunas de Moderna, la farmacéutica donó casi tres millones de dosis en enero de 2022 que sirvieron para proteger a población clave, como maestros y personas en condición vulnerable de salud.

Sin embargo, Moderna no es la única farmacéutica que espera comercializar en breve su vacuna en nuestro país. La Cofepris indicó que ha recibido cuatro solicitudes de empresas farmacéuticas para obtener el registro sanitario destinado a la comercialización de vacunas contra COVID-19.

Recordó que fue el pasado 22 de septiembre cuando se emitió la convocatoria para la obtención del registro sanitario.

  • Comirnaty de Pfizer S.A. de C.V.
  • Vaxzevria de AstraZeneca S.A. de C.V.
  • Spikevax de ModernaTx, Inc.
  • Spikevax bivalente de ModernaTx. Inc.

En ese sentido, la Cofepris indicó este lunes recibirá a dos de las farmacéuticas, y mañana a Asofarma quien presentó los registros para las dos vacunas de Moderna. Será el Comité de Moléculas Nuevas (CMN) quien se reúna con los representantes de las empresas.

“Estas sesiones estarán centradas principalmente en la evaluación del desempeño clínico de las vacunas y serán públicas a través de las redes sociales de esta autoridad sanitaria”, detalló la Cofepris.

Recordemos que el CMN es la instancia de consulta que emite la opinión técnica sobre la seguridad, calidad y eficacia de diferentes insumos para la salud. Sin embargo, como se ha aclarado en ocasiones previas, las opiniones del Comité no son vinculantes para la autorización final.

Hasta ahora, el Gobierno mexicano ha dicho que usará más de 9 millones de dosis de las vacunas de Rusia, Sputnik, y de Cuba, Abdala, en su estrategia de refuerzo contra la covid-19, una campaña de vacunación que inició este lunes.

Las autoridades sanitarias de Estados Unidos aprobaron este miércoles la nueva versión de las vacunas anticovid de Pfizer y Moderna para la variante Ómicron.

Esta autorización sería el primer paso para iniciar a la brevedad una nueva campaña de inmunización en el país, que se prevé pueda iniciar la próxima semana.

Las dos vacunas actualizadas fueron autorizadas para una dosis de refuerzo, a partir de los 12 años la de Pfizer y a partir de los 18 la de Moderna, según indicó la agencia de medicamentos estadounidense, la FDA.

Los refuerzos de las nuevas vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech estarían adaptadas ya a la variante Ómicron y sus subvariantes BA.4/BA.5, que son las que actualmente dominan en Estados Unidos y el mundo, incluido México.

La dosis de refuerzo se podrá administrar a todos aquellos que lleven más de dos meses con la vacuna o el refuerzo anterior.

Recordemos que el gobierno de Estados Unidos ha comprado 175 millones de dosis de las vacunas de refuerzo con el fin de evitar los peores efectos de un posible aumento de nuevas infecciones, a medida que las escuelas reabren tras el verano y las personas pasan más tiempo en interiores por las bajas temperaturas.

En junio, la FDA pidió a los fabricantes de vacunas que adaptaran las inyecciones a las dos subvariantes responsables del aumento más reciente de infecciones en todo el mundo.

El panel asesor de vacunas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) tiene previsto reunirse mañana jueves para emitir recomendaciones sobre el uso de refuerzos rediseñados que su directora Rochelle Walensky tendrá en cuenta antes de tomar una decisión final.

La empresa estadounidense de biotecnología Moderna anunció este viernes que presentará una demanda contra Pfizer y BioNTech por infracción de patente sobre su vacuna de ARN mensajero contra COVID-19.

“Moderna está convencida de que la vacuna Comirnaty Covid-19 de Pfizer y BioNTech infringe las patentes presentadas por Moderna entre 2010 y 2016, que cubren la tecnología fundamental de ARN mensajero de Moderna”, dijo la compañía en un comunicado.

La demanda por infracción de patente fue presentada en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos del Distrito de Massachusetts y en el Tribunal Regional de Düsseldorf en Alemania.

Moderna y Pfizer/BioNTech fueron las primeras empresas del sector en fabricar vacunas contra el coronavirus, muy poco después del inicio de la pandemia, gracias a la tecnología de ARN mensajero, que permite ordenar a las células humanas fabricar proteínas presentes en el virus para acostumbrar al sistema inmunitario a reconocerlo y neutralizarlo.

Hasta entonces, las vacunas se basaban en formas debilitadas o inactivadas del virus para entrenar el cuerpo a defenderse, y el desarrollo de remedios, así como los ensayos clínicos para verificar su seguridad.

El uso de la tecnología de ARN mensajero en las vacunas de Moderna y Pfizer/BioNTech, entre las más aplicadas en el mundo, fue la culminación de cuatro décadas de investigación que ha superado numerosos obstáculos.

“Esta tecnología innovadora fue crucial para el desarrollo de la propia vacuna de ARN mensajero de Moderna, Spikevax. Pfizer y BioNTech copiaron esta tecnología, sin el permiso de Moderna, para fabricar Comirnaty”, acusó Moderna.

Añaden que cuando surgió la enfermedad (COVID-19), ni Pfizer ni BioNTech tenían el nivel de experiencia de Moderna en el desarrollo de vacunas de ARNm para enfermedades infecciosas.

De acuerdo con su compromiso con el acceso global equitativo, en octubre de 2020, Moderna se comprometió a no hacer cumplir sus patentes relacionadas con COVID-19 mientras continuara la pandemia, por lo que en marzo de 2022, Moderna actualizó su compromiso, aclarando que, si bien nunca haría cumplir sus patentes para ninguna vacuna COVID-19 utilizada en los 92 países de ingresos bajos y medianos, esperaba que compañías como Pfizer y BioNTech respetaran sus derechos de propiedad intelectual.

La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de Estados Unidos dio ‘luz verde’ este viernes a la vacunación contra COVID-19 a menores de hasta cinco años.

El organismo ha autorizado la vacuna de Pfizer para los menores de entre seis meses y cuatro años, mientras que a los niños de hasta cinco años se les inocularán dosis de Moderna.

Con este paso, prácticamente la totalidad de la población estadounidense tendrá la posibilidad de acceder a la vacuna contra el nuevo coronavirus.

Ahora las dosis podrán comenzar a distribuirse entre los estados y otras jurisdicciones que solicitaron por adelantado lotes de vacunas, aunque ahora los expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) debatirán sobre la conveniencia de recomendar la vacunación en niños pequeños.

Asesores de los CDC se reunirán este viernes y sábado, con lo que se espera que la presidenta del organismo, Rochelle Walensky, firme una recomendación favorable durante el fin de semana, adelantó el portal estadounidense The Hill.

Las autoridades sanitarias estadounidenses han alertado en anteriores ocasiones de que los niños pequeños también corren el riesgo de enfermar de COVID-19, pese a que este sea menor que en adultos.

Según la FDA, al menos 442 niños menores de cinco años han muerto a causa del virus desde el inicio de la pandemia, una cifra notablemente superior que la de otras muchas enfermedades prevenibles mediante vacunación.

Estados Unidos ha registrado cerca de 86 millones de contagios de coronavirus y ha sufrido el deceso de más de un millón de ciudadanos a causa del virus.

La Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de Estados Unidos autorizó este viernes las dosis de refuerzo de las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna contra la COVID-19 para todos los adultos del país.

La autorización para uso de emergencia de esta tercera dosis en la población mayor de 18 años solo necesita ahora la luz verde de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) para que estén disponibles de manera general.

Hasta ahora, las autoridades sanitarias de Estados Unidos habían aprobado el uso de esta tercera dosis para las personas mayores de 65 años, así como los adultos con problemas médicos o elevado riesgo de contraer la enfermedad.

Recordemos que el panel independiente que asesora a la FDA inicialmente votó en contra de tener refuerzos disponibles para todos, exigiendo criterios más estrechos para su suministro.

En su momento, Pfizer dijo que la eficacia de la vacuna contra la enfermedad sintomática se restauró al 95.6% cuando se administró un refuerzo en el marco de una prueba en la que participaron 10,000 personas mayores de 16 años.

Para reforzar sus argumentos, la farmacéutica puso el ejemplo de Israel, que luchó contra la aparición de la variante Delta con una campaña de refuerzo a nivel nacional.

Además, esta semana las autoridades sanitarias de Reino Unido publicaron un informe sobre personas mayores de 50 años que refiere la eficacia de la vacuna después de un refuerzo aumentó más allá del nivel de protección en las dos primeras dosis en su punto máximo.

Si bien las personas que se infectan mientras están completamente vacunadas tienen muchas menos probabilidades de enfermarse lo suficiente como para ir de gravedad al hospital o morir, nuevos datos de Minnesota muestran que “las muertes entre los vacunados no son cero”.

Actualmente, son de alrededor de uno por cada 100,000 por semana, en comparación con alrededor de 14 por cada 100,000 entre los no vacunados. Las personas con mayor riesgo de morir por COVID-19 después de la vacunación son las personas de edad avanzada e inmunodeprimidas, como las personas con cáncer o trasplantes de órganos.

Las autoridades sanitarias estadounidenses recuerdan que actualmente, la gran mayoría de los casos hospitalizados y las muertes son de personas no vacunadas.

La semana pasada, el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, condenó el hecho de que los países ricos están suministrando diariamente seis veces más dosis de vacunas que las dosis primarias aplicadas en los países de bajos ingresos.

“Sería realmente lamentable si hacemos todo este arduo trabajo de vacunación y luego nos encontramos retrocediendo una vez más, debido a una variante emergente en alguna otra parte del mundo”, sentenció Gounder.

Las autoridades reguladoras de Estados Unidos aprobaron este miércoles extender los refuerzos contra el COVID-19 a quienes recibieron la vacuna de Moderna o de Johnson & Johnson, y dijeron que cualquier persona que sea elegible para una dosis adicional puede recibirla de una marca distinta a la que se le administró en un principio.

Las decisiones de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) representan un gran paso para ampliar la campaña de refuerzos en Estados Unidos, la cual comenzó con dosis adicionales de la vacuna de Pfizer el mes pasado.

Sin embargo, antes de que más personas se puedan recibir la dosis adicional, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) consultarán con un panel de expertos mañana jueves antes de concluir las recomendaciones oficiales sobre quién debería recibir refuerzos y cuándo.

Las medidas más recientes ampliarían en decenas de millones el número de estadounidenses elegibles para refuerzos y permitirían formalmente la combinación de vacunas, haciendo que sea más fácil recibir otra dosis, en especial para la gente que sufrió efectos secundarios con una marca en particular pero igualmente desea contar con la protección que se ha demostrado que brindan las vacunas.

Específicamente, la FDA autorizó una tercera inyección de Moderna para adultos mayores y otras personas que corren alto riesgo de contagio de COVID-19 debido a sus problemas de salud, su empleo o las condiciones en las que viven, la cual se administraría seis meses después de su última inyección. Habrá un cambio importante: El refuerzo de Moderna será de la mitad de la dosis utilizada en las dos primeras, basándose en datos de la compañía de que esa cantidad es más que suficiente para incrementar de nuevo la inmunidad.

En cuanto a la vacuna de J&J de una sola dosis, la FDA dijo que todos los que la recibieron, sin importar su edad, deberían aplicarse una segunda dosis al menos dos meses después de la vacunación inicial.

Las decisiones de la FDA difieren debido a que las vacunas se fabrican de manera distinta, y con diferentes calendarios de dosificación, y la inoculación de J&J ha mostrado de manera consistente un menor nivel de efectividad que las vacunas de dos dosis de Moderna y Pfizer.

Un grupo de expertos recomendó este jueves una tercera inyección de la vacuna contra el COVID-19 de Moderna en Estados Unidos para determinadas poblaciones, un mes después de tomar la misma decisión respecto al inmunizante de Pfizer.

La opinión del comité dee la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) no es vinculante, pero es inusual que la agencia no la siga.

Tras una jornada de discusiones, los expertos acordaron autorizar la administración de una dosis de refuerzo de Moderna a tres categorías de personas: los mayores de 65 años, los que tienen alto riesgo de desarrollar una forma grave de la enfermedad, así como aquellos cuyo trabajo o situación implique una exposición “frecuente” al virus.

Esta última categoría incluye a trabajadores de supermercados, trabajadores de la salud, presos y personas sin hogar. Se tomaron las mismas definiciones para la aprobación de la tercera dosis de Pfizer.

Este refuerzo puede administrarse a partir de seis meses después de la segunda inyección de la vacuna Moderna; la dosis es de 50 microgramos, la mitad de lo que contienen las dos primeras inyecciones.

En su presentación ante el comité, una representante de Moderna argumentó que la dosis de refuerzo ayudaría a combatir la variante Delta en un momento en que la vacuna es cada vez menos eficaz contra las infecciones y los casos leves de la enfermedad, aunque sigue siendo eficaz contra los casos graves.

El comité se reunirá de nuevo mañana con el fin de emitir una opinión a la FDA sobre la conveniencia de una dosis de refuerzo de la vacuna de Johnson & Johnson.

También se debatirán los resultados de un estudio publicado esta semana en el que se analiza la posibilidad de utilizar, para la dosis de refuerzo, una vacuna diferente a las de la serie inicial de inyecciones. Esto es algo que no está permitido actualmente en Estados Unidos.

El estudio sugiere que las personas que recibieron la vacuna de Johnson & Johnson podrían beneficiarse de recibir una dosis de refuerzo de una vacuna de una tecnología diferente, como las de ARN mensajero.

Si la FDA autoriza oficialmente las dosis de refuerzo de ambas vacunas, un comité de expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) tendrá que emitir su propio dictamen la próxima semana, en una reunión prevista para el miércoles y el jueves.

El primer cargamento con 1.75 millones de vacunas de Moderna donadas por Estados Unidos llegaron este martes a nuestro país, con las que el gobierno busca acelerar la vacunación contra el COVID-19 en medio de la tercera ola de la pandemia.

“A las 8:34 hora local arribó al aeropuerto internacional de Toluca, Estado de México, el embarque con vacunas Moderna en el vuelo FX53, proveniente de Memphis, Tennessee, que corresponden a la primera entrega de la donación por parte del Gobierno de los Estados Unidos a nuestro país”, informó la Secretaría de Salud.

El donativo se anunció el pasado 10 de agosto tras una llamada entre la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, y el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) quien informó que Washington enviaría hasta 8.5 millones de dosis.

En total, Estados Unidos donará a México 3 millones de dosis de Moderna, cuyo segundo lote llegará dentro de un mes, y 4.6 millones de vacunas de AstraZeneca que arribarán las primeras semanas de septiembre, puntualizó este martes el canciller Marcelo Ebrard.

“Se acordó que Estados Unidos donaría a México vacunas, así como también México lo está haciendo con otros países”, indicó el secretario de Relaciones Exteriores al intervenir en la conferencia del presidente en Palacio Nacional.

Los fármacos llegan mientras en el país se vive la tercera ola de contagios de COVID-19, que la semana pasada superó los 250,000 muertos oficiales, además de registrar un récord histórico de contagios diarios, con casi 29,000 el miércoles 18 de agosto.

Hasta ahora, México ha pagado 30,000 millones de pesos a las farmacéuticas por las vacunas que ha recibido, apuntó el presidente López Obrador.

Por su parte el canciller Marcelo Ebrard destacó la variedad de vacunas en México, al incluir hasta ahora fármacos de las estadounidenses Pfizer y Johnson & Johnson, la rusa Sputnik V, la británica AstraZeneca y las china CanSino y Sinovac.

“Con la llegada de Moderna tendríamos ya, en aplicación en México, siete vacunas, que es uno de los portafolios más amplios del mundo”, puntualizó el secretario.

Los donativos de Estados Unidos también se han hecho con la expectativa de reabrir la frontera común, que está cerrada a viajes no esenciales desde marzo de 2020 por la pandemia, pero Ebrard admitió este martes que tomará más tiempo de lo previsto.

“El factor principal sí fue el incremento en los contagios, en ambos países, y eso también afectó a Canadá, entonces se tomó una decisión que tiene que ver con la frontera de manera homogénea”, sostuvo.

Estados Unidos enviará el próximo fin de semana a nuestro país 1.75 millones de vacunas contra el COVID-19 de la farmacéutica Moderna, que forma parte de las dosis que ofreció a México la vicepresidenta Kamala Harris.

“Nos acaba de informar el Gobierno de Estados Unidos que el fin de semana llegan 1,750,000 dosis de la vacuna Moderna ofrecidas por la vicepresidenta Harris al presidente López Obrador”, anunció el canciller Marcelo Ebrard, a través de su cuenta en Twitter.

El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) añadió que otro cargamento con la misma cantidad de vacunas de Moderna llegará en un mes. Aprovechó para expresar la “sincera gratitud” del gobierno mexicano al gobierno del presidente Joe Biden.

El anuncio coincide con la autorización que la Cofepris concedió para uso de emergencia a vacuna de la estadounidense Moderna, luego de que el pasado lunes recibiera una opinión favorable de los expertos, además de que cumpliera los requisitos de calidad necesarios.

La semana pasada, durante una llamada que sostuvieron, Harris prometió a López Obrador el envío de 3.5 millones de dosis de Moderna y hasta 5 millones de dosis de AstraZeneca. Dicho ofrecimiento se da en medio de una cooperación entre ambos países para que México avance en la vacunación contra el COVID-19, con el objetivo de poder reabrir cuanto antes la frontera común, cerrada a los viajes no esenciales desde marzo de 2020.

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), informó este miércoles que se determinó procedente la autorización para uso de emergencia de la vacuna contra el COVID-19 de Moderna, con la denominación distintiva SPIKEVAX.

Recordó que el Comité de Moléculas Nuevas (CMN) sesionó el pasado lunes para analizar el uso de esta vacuna, la cual recibió una opinión favorable de manera unánime por parte de las y los expertos.

Así, después de integrar la opinión del CMN, la solicitud de autorización para uso de emergencia fue presentada a la Comisión de Autorización Sanitaria, donde dictaminadores especializados realizaron una revisión de los expedientes, certificando que el biológico cumple los requisitos de calidad, seguridad y eficacia necesarios para ser aplicado.

Por ello se dictaminó procedente la autorización para uso de emergencia de esta vacuna, a la que corresponden millones de dosis que Estados Unidos compartirá con México.

La Cofepris recordó que la vacuna de Moderna ha sido autorizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y más de 65 agencias de regulación sanitaria en el mundo.

Recordemos que la Cofepris ha emitido autorizaciones para uso de emergencia a ocho vacunas contra el COVID-19: Pfizer-BioNTech; AstraZeneca; CanSino Biologics; Sputnik V; Sinovac; Covaxin; Janssen (J&J), y ahora Moderna.

El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, celebró la autorización, destacando que con ello México cuenta con ocho vacunas aprobadas, “todas seguras, de calidad y eficaces”. Señaló que pronto se integrará esta vacuna al Plan Nacional de Vacunación.

El Comité de Moléculas Nuevas (CMN), y el Subcomité de Evaluación de Productos Biotecnológicos (SEPB), emitieron este lunes una opinión favorable unánime sobre la vacuna COVID-19 (ARNm-1273) de Moderna, con la indicación para uso de emergencia para la prevención de la enfermedad COVID-19 en personas de 18 años en adelante.

La vacuna, desarrollada en Estados Unidos, recibió esta primera opinión unánime favorable lo cual representa un avance en el proceso de aprobación necesario para el cumplimiento de los requisitos de calidad, seguridad y eficacia, indispensables al considerar un producto.

El siguiente paso, detalló la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), consiste en la autorización para el uso de emergencia.

Recordemos que el comité y subcomité son órganos auxiliares de consulta y son parte de esta comisión reguladora; emiten opiniones no vinculantes sobre medicamentos y demás insumos para la salud, por lo que este paso no representa todavía una autorización para uso.

La opinión técnica favorable o no favorable es emitida basándose en la evidencia científica y médica presentada, y es integrada por los laboratorios a sus expedientes.

La Comisión de Autorización Sanitaria queda pendiente de la solicitud de uso de emergencia de la vacuna.

Al respecto, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, indicó que dicho visto bueno permitirá utilizar las dosis que el gobierno de Estados Unidos enviará a nuestro país, y las cuales permitirán acelerar el Plan Nacional de Vacunación contra el COVID-19.

Y aunque no representó una autorización como tal, se prevé que esta no tenga ningún problema y se conceda en los próximos días. El canciller Marcelo Ebrard dijo que el visto bueno era una “buenísima noticia, ya la podemos traer a México. Bien!”

La farmacéutica estadounidense Moderna dijo este jueves que será necesaria una tercera dosis de su vacuna contra la COVID-19 antes de final de año, debido al probable incremento de contagios provocado por la variante Delta.

En una presentación para inversores relacionada con sus resultados trimestrales, Moderna develó sus últimos datos y estrategia respecto a la tercera dosis de refuerzo, sobre la que está estudiando la cantidad de producto más efectiva.

“Creemos que un refuerzo (dosis 3) probablemente será necesario este otoño, particularmente debido a Delta”, señaló la empresa, que ha obtenido datos prometedores de protección con una dosis de 50 microgramos y espera los de otra dosis de 100.

Moderna opinó que “la fuerza de infección incrementada resultante de Delta”, la “fatiga” por las acciones de prevención y los “efectos estacionales”, como pasar más tiempo en interiores, “llevarán a un aumento de infecciones irruptivas en personas vacunadas”.

Según el documento, la firma tiene expectativas de que la eficacia del 93% contra infecciones de COVID-19 que se ha comprobado después de la pauta de dos dosis empiece a “decaer” a partir de los seis meses “y eventualmente impacte” esos resultados.

“Dada esta intersección, creemos que una tercera dosis de refuerzo probablemente será necesaria antes del invierno”, insistió.

Moderna tiene aún en estudio esa tercera dosis de refuerzo, que fue ofrecida con una cantidad de producto de 50 microgramos a un grupo de pacientes seis meses después de recibir la segunda dosis. Según los primeros datos publicados hoy, los niveles de anticuerpos neutralizadores de COVID-19 “habían disminuido de forma significativa antes del refuerzo pasados unos seis meses” en los pacientes.

La tercera dosis “potenció” sus niveles de anticuerpos hasta superar la eficacia obtenida en el ensayo clínico original de la vacuna, y además de forma “similar” entre diferentes grupos de edad, especialmente en adultos mayores de 65 años.

Recordemos que a finales del mes pasado, Pfizer informó que la efectividad de su vacuna de dos dosis disminuye ligeramente con el tiempo, aunque enfatizó que aún así ofrecía una protección sólida y duradera contra las complicaciones graves.

Ante dicho panorama, la compañía sugirió una tercera dosis de su fármaco, que dijo, podría mejorar la inmunidad.

La farmacéutica anunció que solicitará la autorización de los reguladores en Estados Unidos para concretar la posible tercera dosis.

La información dada a conocer sobre un reciente estudio en el que se basa Pfizer para hablar de la tecera dosis, sugiere que los niveles de anticuerpos contra la variante Delta en personas de 18 a 55 años que reciben una tercera dosis de vacuna son más de cinco veces mayores que después de una segunda dosis.

Con el objetivo de investigar efectos secundarios poco comunes, entre ellos inflamación del corazón, a petición de los reguladores estadounidenses, Pfizer y Moderna están ampliando el tamaño de sus estudios clínicos de sus vacunas contra el COVID-19 en niños de entre 5 y 11 años.

Según lo expuesto por el diario The New York Times, que cita a personas conocedoras de los ensayos clínicos, la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de Estados Unidos indicó tanto a Pfizer-BioNTech como a Moderna que el tamaño y el alcance de sus estudios pediátricos inicialmente planteados no son adecuados para la detección de efectos secundarios como la miocarditis y pericarditis.

La información se conoce poco después de que el presidente Joe Biden afirmara en un evento que la aprobación de emergencia de las vacunas contra el COVID para niños se produciría “pronto”, aunque la Casa Blanca no ha dado una fecha específica.

El medio señala que se desconoce si la petición de la ampliación de los ensayos clínicos de la vacuna afectará al calendario previsto para su aprobación.

Anteriormente, miembros de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) consideraron que los beneficios de la vacuna para los mayores de 12 años superan los riesgos, entre ellos problemas de corazón.

La FDA ha solicitado a las compañías que incluyan a 3.000 niños de entre 5 y 11 años en sus ensayos clínicos, el doble del número de pacientes que las farmacéuticas se planteaban, según una fuente que habló en condición de anonimato.

Un portavoz de Moderna, Ray Jordan, confirmó al medio que la compañía pretende expandir sus estudios para aumentar la posibilidad de detectar efectos secundarios poco comunes, y señaló que se espera solicitar una autorización de emergencia a finales de 2021 o principios de 2022.

El ensayo de Moderna comenzó a incluir a pacientes menores de 12 años en marzo, con el objetivo de incorporar a cerca de 6,800 personas de entre 6 meses y 12 años de edad.

Pfizer, por su parte, podría cumplir con los nuevos requisitos de la FDA, y pese a los cambios tiene previsto presentar su solicitud de expansión del uso de su vacuna a finales de septiembre.

En junio, los CDC publicaron datos que mostraban que las dos vacunas podrían haber causado miocarditis y periocarditis en más de 1,200 estadounidenses, entre ellos más de 500 personas menores de 30 años.

Foto: Twitter @CDCespanol

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) confirmó este viernes un “posible vínculo” entre las vacunas contra el COVID-19 basadas en ARNm, Pfizer/BioNTech y Moderna, y varios casos muy raros de miocarditis y pericarditis desarrollados tras la vacunación, por lo que los incluirá como efectos secundarios en su prospecto.

El comité de seguridad (PRAC) de la EMA concluyó, durante su reunión esta semana para analizar la información disponible compartida por los médicos europeos, que los casos detectados de miocarditis y pericarditis desarrollados por algunas personas vacunadas con Pfizer o Moderna podrían ser un efecto secundario del fármaco.

Estos dos síntomas se incluirán a partir de ahora en la información del producto, junto a una advertencia para alertar a los profesionales de la salud y a los pacientes que reciben estas vacunas, y vigilen este efecto adverso inusual.

La miocarditis es una inflamación del músculo cardíaco, y pericarditis una inflamación de la membrana alrededor del corazón, y los síntomas de estas afecciones inflamatorias pueden variar, aunque a menudo incluyen dificultades para respirar, latidos cardíacos fuertes que pueden ser irregulares (palpitaciones) y dolor de pecho.

La EMA también indicó que este viernes que “no confirma ni descarta de momento” un posible vínculo entre la vacuna de AstraZeneca y el síndrome de Guillain-Barré (GBS), pero pidió estar alerta a los signos para un diagnóstico y tratamiento temprano.

El PRAC ya ha evaluado toda la evidencia disponible, lo que incluye información científica y un número no confirmado de casos notificados a través de la base de datos Eudravigilance por países del Espacio Económico Europeo (EEA), que incluye los 27 de la UE, además de Islandia, Liechtenstein y Noruega.

“Pero en esta etapa los datos disponibles no confirman ni descartan una posible asociación con la vacuna”, lamentó.

El síndrome de Guillain-Barré es un trastorno poco común del sistema inmunológico que causa inflamación de los nervios y puede provocar dolor, entumecimiento, debilidad muscular y dificultad para caminar.

Finalmente, la EMA desaconsejó el uso de la vacuna Janssen, de Johnson & Johnson, en personas que hayan tenido previamente el síndrome de extravasación capilar (SCLS), tras el registro de tres casos en pacientes que desarrollaron esta afección tras la vacunación.

El PRAC examinó tres casos de síndrome de extravasación capilar en personas que habían sido vacunadas con Janssen y que se produjeron dentro de los dos días posteriores a la vacunación: uno de los afectados tenía historial clínico con este síndrome y dos de ellos fallecieron después.

La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha recibido informes sobre once casos de trombosis con trombocitopenia tras la vacunación con Pfizer y dos tras el uso de Moderna en el Espacio Económico Europeo (EEE), integrado por la UE, Noruega, Islandia y Liechtenstein..

De acuerdo a una fuente que habló con la agencia Efe,  si bien se han informado algunos casos de coagulación de sangre con un nivel bajo de plaquetas, cuando se observan en el contexto de la exposición de las personas a las vacunadas, estas cifras son “extremadamente bajas y no generan preocupación” como para iniciar una investigación específica del riesgo de desarrollar trombos con estos dos preparados.

No obstante, añadió la fuente, la EMA está monitoreando de cerca los casos notificados después del uso de las vacunas de la COVID-19 Comirnaty (nombre comercial de la vacuna de Pfizer/BioNTech) y de la Moderna, aunque considera en este momento que “no hay señales de alarma” sobre el riesgo de coagulación sanguínea con estas vacunas.

En el caso de Pfizer, se han notificado hasta el pasado 13 de abril un total de once casos de trombosis con trombocitopenia en el Espacio Económico Europeo, donde se han administrado alrededor de 60 millones de dosis de esta vacuna.

Mientras tanto, se han inyectado más de 5 millones de dosis de Moderna y solo se han notificado dos casos de trombosis con trombocitopenia.

A modo de comparación, con Vaxzevria, nombre comercial de la vacuna de AstraZeneca, se habían notificado 142 casos de trombosis con trombocitopenia en el EEE hasta el 13 de abril y se habían administrado más de 17 millones de dosis.

A nivel mundial, ascienden a más de 300 los casos registrados por la red europea de procesamiento de datos sobre reacciones adversas de medicamentos en el EEE, en los que los vacunados contra la COVID-19 desarrollaron coagulación sanguínea y un nivel bajo de plaquetas, lo que, incluyendo los casos europeos, divide la cifra total entre 25 casos registrados con Pfizer y 5 con Moderna, además de los 287 con AstraZeneca y 8 con Janssen.

“La EMA y los Estados miembros de la UE continuarán monitoreando y evaluando cualquier información nueva, incluidos los informes sobre presuntos efectos secundarios, relacionada con todas las vacunas del COVID-19, y tomarán medidas cuando sea necesario para proteger la salud pública”, advirtió la agencia, que, de momento, mantiene su respaldo científico a la seguridad de todas las vacunas autorizadas en territorio comunitario.

Recordemos que el comité de seguridad (PRAC) de la EMA, con sede en Ámsterdam, tuvo que abrir dos investigaciones separadas sobre el riesgo de coagulación sanguínea con las vacunas de AstraZeneca y Janssen, y concluyó que existe un “posible vínculo” entre varios casos notificados de tromboembolismos y la vacunación con estos preparados, y decidió añadir una anotación de este posible efecto secundario inusual en el prospecto de las vacunas.