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Las dosis infantiles de la vacuna de Pfizer contra el COVID-19 tienen una efectividad de casi un 91% para prevenir el contagio sintomático en niños de cinco a 11 años, según detalles de un estudio de la empresa.

El estudio de la farmacéutica se da a conocer cuando el gobierno estadounidense afina detalles para la vacunación de este grupo poblacional.

Según adelantó La Casa Blanca, la vacunación de los menores podría comenzar a principios de noviembre y los primeros niños estarían totalmente protegidos para Navidad si los reguladores dan luz verde.

Los detalles del estudio de Pfizer fueron publicados en línea. Se espera que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) publique en las próximas horas su evaluación independiente de la seguridad y efectividad de la vacuna.

Los asesores de la FDA debatirán públicamente las pruebas la semana próxima. Si autorizan las vacunas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) tendrán la última palabra sobre quién debe recibirlas.

Las vacunas de Pfizer de máxima fuerza ya están autorizadas para personas mayores de 12 años, pero los pediatras y muchos padres aguardan la inmunización de niños menores de esa edad para prevenir contagios de la agresiva variante Delta y permitir que los niños vayan a la escuela.

Más de 25,000 pediatras y proveedores de atención primaria participarán en la campaña de vacunación.

El gobierno del presidente Joe Biden ha adquirido suficientes dosis pediátricas para los aproximadamente 28 millones de niños de cinco a 11 años que hay en Estados Unidos. Si se aprueba la vacuna, se enviarán inmediatamente 11 millones de dosis a todo el país, junto con agujas del tamaño especial.

Un estudio de Pfizer incluyó a 2,268 niños de esas edades que recibieron dos dosis con tres semanas de diferencia, se tratara de un placebo o de la vacuna. Cada dosis era un tercio de la cantidad inoculada en adolescentes y adultos.

Los investigadores calcularon que la vacuna de dosis baja era casi 91% de efectividad sobre la base de 16 casos de COVID-19 en niños inoculados con el placebo comparado con tres casos en los vacunados. Ninguno de los niños sufrió una enfermedad grave, pero los vacunados exhibieron síntomas mucho más leves que los no vacunados.

Además, los niveles de anticuerpos desarrollados en los niños que recibieron las dosis bajas fueron tan altos como en los adolescentes y adultos que recibieron la vacuna regular.

El gobierno federal insistió este martes en que hay “un signo claro” de descenso de la tercera ola de la epidemia del COVID-19, que afecta a gran parte del país, pese a los récords de contagios diarios que se han alcanzado.

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, indicó que esta semana abre con un 10% menos de contagios, con lo cual el país hilaría tres semanas consecutivas con una reducción semanal inicial.

“Es muy probable que terminemos la semana, este próximo sábado, todavía con una reducción posiblemente alrededor del 5%. Esto ya empezaría a ser un signo más claro de una tendencia de descenso de la tercera ola”, añadió López-Gatell.

Apenas el miércoles pasado, la Secretaría de Salud informó sobre el máximo récord de contagios diarios, con casi 29,000 casos, y superando las 250 mil muertes oficiales.

Como se ha hecho costumbre dentro del gobierno, López-Gatell acusó a los medios de comunicación de “confundir a la ciudadanía” y enviar “mensajes contradictorios”, al argumentar que los indicadores “permiten ver mucha consistencia en esta señal de reducción”.

“En este momento podemos afirmar, con la información, que por tres semanas consecutivas hay un descenso en el número semanal de los casos. Posiblemente ya empiece una tendencia de reducción sostenida”, sostuvo.

Al menos 20 de 32 estados se encuentran en alerta por una ocupación hospitalaria general mayor al 50%, según la Red de Infección Respiratoria Aguda Grave (Red IRAG) del Gobierno. Pero el subsecretario comentó que “también se empieza a reducir la ocupación hospitalaria en varias entidades federativas”, en particular en Ciudad de México, que ha sido el foco rojo de la epidemia en el país.

“La mortalidad también empieza a mostrar signos de reducción. 17 entidades federativas tienen una clara tendencia de reducción de la epidemia a partir de esta semana. Algunas acumulan ya cinco semanas o seis semanas de reducción”, mencionó.

El mensaje del gobierno federal llega a una semana de que se lleve a cabo el regreso a clases presenciales, algo a lo que padres de familias y miembros de la comunidad educativa se oponen ante la falta de protocolos y seguridad para los alumnos.

Cuestionado por las preocupaciones, López-Gatell insistió en que las probabilidades de que un menor de edad tenga que hospitalizarse por COVID-19 son de 0.004 % y que el riesgo de morir “es casi nulo”.

“La situación con menores de edad respecto a COVID, ni en México ni en el mundo ha mostrado que sea una población de especial riesgo”, justificó.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) anunció este jueves que ayudará a la Secretaría de Educación Pública y a los gobiernos locales a implementar protocolos de sanidad y monitorear posibles focos de infección en las aulas para prevenir contagios del virus SARS-CoV-2 entre niñas, niños y adolescentes, en el próximo regreso a clases presenciales.

Fernando Carrera, nuevo representante de la Unicef en México, celebró este jueves el “gesto de valor” del gobierno federal por la decisión de regresar a clases presenciales, que aún genera dudas ya que ocurrirá en plena tercera ola de COVID-19.

“Este gesto que está haciendo el Gobierno de México de promover el retorno a clases es un gesto de valor mundial, en el mundo entero se está celebrando esta decisión”, declaró.

Recordemos que en nuestro país no hay clases presenciales desde marzo de 2020, luego de que se decretara la suspensión ante el estallido de la pandemia en México.

Carrera Castro precisó que mil millones de menores en el mundo ya han retornado a clases presenciales, mientras que 750 millones están por volver; sin embargo aún hay 150 millones que en 18 meses no han regresado a las aulas, 37 millones son estudiantes mexicanos.

“La decisión del Gobierno de México y de ustedes como sociedad de comprometerse a un retorno seguro a las escuelas es, sin duda alguna, un acontecimiento importantísimo para los niños, las niñas de México, pero muy importante para el mundo y quiero destacarlo”, sostuvo Carrera.

Además de que el regreso a clases ocurrirá en la tercera ola de la pandemia, el gobierno federal  también ha levantado críticas por minimizar los contagios en los niños, pues en diversos materiales oficiales ha asegurado que “en el mundo no existe evidencia de epidemia por COVID-19 en menores edad”.

Sin referirse a las polémicas, el representante de Unicef reconoció que “por supuesto que puede haber focos infecciosos”, por lo que eso debe “darse por descontado”.

“La pregunta no es si va a haber, porque ha habido focos infecciosos por todo el territorio nacional, ¿por qué no habría de haberlos en las escuelas y en los colegios? Es algo normal que suceda. La pregunta es ¿cómo los manejamos?”, indicó.

Y es que la pandemia ha provocado la deserción de 5.2 millones de estudiantes, de los que 3 millones son niñas y niños, apuntó Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob).

Para justificar el retorno a las aulas, el funcionario presentó un estudio de la Segob que alerta del incremento de 24% en la violencia familiar y de 12% en suicidios, además de problemas como embarazos adolescentes.

Además, durante la pandemia se registraron 273 mil 661 nacimientos de bebés de madres adolescentes; 4 mil 401 homicidios de menores entre 2018 y 2020.

El representante de Unicef ofreció cooperación con el Gobierno para establecer protocolos sanitarios, monitoreo de los centros educativos, comunicación para información correcta, y recuperar aprendizajes y la salud mental. “Tendremos un desafío dos o tres años más para sacar adelante todo, pero creo que vamos por el camino seguro”, aseveró Carrera.

El gobierno federal insistió este martes que actualmente no existe evidencia científica “publicada, robusta y  consistente” que demuestre que las vacunas pierdan efectividad, y por ende, que sea necesaria la aplicación de dosis de refuerzo de las vacunas contra el COVID-19

Indicó que no hay información de que ninguna vacunas pierde su capacidad protectora contra los desenlaces que busca evitar ante un contagio: la muerte, la hospitalización, la enfermedad grave u otras complicaciones.

Y aunque dijo que que se ha observado en algunas de las vacunas que seis y ocho meses después de haber sido aplicadas los anticuerpos reducen con respecto a la cantidad máxima que se logró a las pocas semanas de la inyección, insistió que eso no es una demostración de que pierdan su efecto.

Al afirmar que al día de hoy no hay información que respalde una tercera dosis o pérdida de eficacia, López-Gatell señaló que estarán atentos a la evidencia científica que mostrara que se redujera la potencia protectora de las vacunas, lo que podría llevar a otra decisión.

En línea con el discurso que ha venido manejando el gobierno federal, López-Gatell aseguró que hay una gran cantidad de información, sobre la necesidad de dosis de refuerzo, que viene de las propias farmacéuticas, de sus áreas de mercadotecnia, cuyos directivos han hecho declaraciones que se sugieren las terceras o segundas dosis para el caso de vacunas de una sola aplicación.

Señaló que en el caso de la vacuna CanSino, una de las que se aplican en nuestro país, la propia representación comercial de la empresa en México anunció que presentaría un expediente técnico para solicitar un cambio en el registro sanitario para una eventual segunda dosis; sin embargo precisó que hasta este momento no ha presentado el expediente técnico, aunque la farmacéutica se ha encargado de publicitar una segunda dosis.

López-Gatell fue cuestionado sobre las vacunas para los jóvenes entre 12 y 18 años del país; se le cuestionó si es necesaria o no vacunación en menores de edad.

El funcionario sostuvo que vacunar a los menores de edad se ampararía en dos propósitos: si fuera una población que tiene un riesgo de desenlaces desafortunados como mortalidad, enfermedad grave, enfermedad complicada o riesgo alto.

Sin embargo, dijo que la información que hay hasta el momento, sugiere que el segmento poblacional de menores de 18 años no tiene riesgos altos de complicarse. Admitió que pueden contagiarse y presentar algunas complicaciones, aunque dijo, no de una magnitud alta.

“Un dato concreto de hoy, al corte de hoy. Menos de 1.6 por ciento de las personas que hoy están hospitalizadas por COVID en México, lo mismo aplica para el caso específico de la Ciudad de México, -que hoy algún periódico sacaba en primera plana información sobre esto- menos del 1.6 por ciento son menores de 18 años. Porque, porque en ese segmento de la población, y eso lo identificamos desde el inicio de la epidemia, afortunadamente no se presentan casos graves con una magnitud como se presentan en las personas adultas intermedias o adultas mayores”, detalló López-Gatell.

La segunda potencial utilidad de vacunar a menores de 18 años es la idea de que se eviten contagios a partir de estas personas, de las adolescentes y niños, especialmente ante el inminente regreso a clases presenciales. En ese sentido, justificó que las vacunas, todas,  no han demostrado tener una capacidad sustantiva para reducir el riesgo de contagio, es decir, la persona vacunada puede seguir contagiando.

Lamentó que este dato se haya querido utilizar como argumento de que sólo si se vacuna a menores de edad se pueden abrir las escuelas. “No tiene sentido esto, sentido científico porque las vacunas, todas las existentes, no reducen la posibilidad de transmisión”.

México y Estados Unidos reanudarán el próximo 9 de septiembre el mecanismo del Diálogo de Alto Nivel Económico (DEAN), en un encuentro en el que se discutirán los planes de cooperación para impulsar el desarrollo en el sur de nuestro país, y en Centroamérica en un esfuerzo por frenar el flujo migratorio.

El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dijo esta mañana que la reunión se realizará en Washington y por el lado de México participarán funcionarios de la Secretaría de Hacienda, Economía y Relaciones Exteriores.

Enfatizó que la reunión estará encabezada por al vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, y una comitiva por definir; mientras que por nuestro país estarán la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier y el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, ya que el titular de la dependencia, Rogelio Ramírez de la O, estará ocupado con la presentación del presupuesto.

Ante la especulación que causó el anuncio, Ebrard aclaró que los presidentes López Obrador y Biden no asisten.

La reactivación del mecanismo del DEAN, que tenía cinco años sin sesionar, fue acordada durante la visita que realizó en junio a la capital la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris y ratificada la semana pasada en la reunión que tuvo la delegación encabezada por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas y el asesor de Seguridad, Jake Sullivan.

Sobre los temas que se abordarán en el encuentro el canciller adelantó que se discutirá la localización de las cadenas de suministro hacia México, los mecanismos de coordinación en situaciones de emergencia, la cooperación internacional para el desarrollo en el sur de México y Centroamérica y la infraestructura fronteriza.

Y es que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha planteado a Washington la necesidad de impulsar planes de desarrollo e inversión en el sur del país así como en Centroamérica para hacer frente al flujo migratorio que ha crecido durante este año en el inicio de la administración de Joe Biden.

Recordemos que el mecanismo del DEAN fue activado en 2013 por los gobiernos de Barack Obama y Enrique Peña Nieto como parte de un acuerdo integral de cooperación para promover el crecimiento económico en ambos países y crear empleos en ambos lados de la frontera.

Sin embargo, con la llegada del presidente Donald Trump, dicho diálogo se suspendió en 2016.

Un padre de familia estadounidense acusado de asesinar a sus dos hijos en nuestro país permanece detenido en California tras declarar a agentes del FBI que tenía que matarlos porque habían sido infectados con ADN de serpiente.

El hombre, de nombre Matthew Taylor Coleman, de 40 años, es seguidor del movimiento QAnon.

El ciudadano estadounidense habría asesinado a su hijo de 2 años y a su bebé de 10 meses el lunes en Rosarito, Baja California, de acuerdo con la denuncia penal federal presentada en el Tribunal de Distrito del Centro de California en Los Ángeles.

El hombre fue acusado de asesinato de ciudadanos estadounidenses en el extranjero ayer por la tarde. La ley estadounidense permite el enjuiciamiento de un asesinato cometido en otro país, siempre que tanto el acusado como la víctima sean ciudadanos estadounidenses y el acusado haya abandonado el país donde se cometió el delito.

Coleman, residente de la ciudad de Santa Bárbara, dijo a los agentes del FBI que mató a sus hijos incrustando un arpón de pesca en el pecho de los niños, según detalla la acusación.

El hombre argumentó que había sido “iluminado por las teorías de conspiración de QAnon e Illuminati” y “creía que estaba salvando al mundo de los monstruos” porque su esposa “poseía ADN de serpiente y se lo había transmitido a sus hijos”, según la denuncia del Departamento de Justicia (DOJ).

Según la investigación, el sábado pasado, la esposa de Coleman se comunicó con la Policía de Santa Bárbara para informar que su esposo había salido con los niños y no sabía a dónde habían ido. Gracias al GPS del teléfono, se pudo determinar que el hombre había estado en Rosarito el domingo por la tarde, mientras que el lunes estaba cerca de San Ysidro, frontera entre Estados Unidos y México.

Agentes del FBI determinaron que había ingresado a Estados Unidos sin los niños. Tras comunicarse con la Policía de Rosarito supieron que la policía habían recuperado esa mañana los cuerpos de dos niños que coincidían con la descripción de sus hijos.

En su declaración, Coleman dijo que no tenía una silla de auto para bebés, por lo que puso a su hija en una caja y así manejo hasta nuestro país. Detalló cómo los asesinó y que trasladó los cuerpos hacia un matorral. La descripción coincide con el reporte de las autoridades de Baja California.

El acusado fue interrogado por los agentes sobre si sabía que lo que hizo estaba mal, a lo que contestó que “él sabía que estaba mal pero que esa era la única manera en que podría salvar el mundo”.

En 2019, el FBI etiquetó a QAnon como potencial amenaza de terrorismo interno tras incidentes como uno registrado en 2018 cuando un hombre cargado de armas y en un vehículo blindado bloqueó el paso en la presa Hoover, en el estado de Nevada, para desvelar “verdades ocultas”.

Un informe del FBI y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) publicado en junio pasado advirtió sobre una acción más violenta por parte de los seguidores de QAnon.

Este viernes, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) insistió en que es necesario regresar a clases presenciales, esto a más de un año de que se suspendieran las actividades en los planteles, por lo que llamó a que todos, padres, madres de familia, maestras, maestros, gobiernos municipales, gobiernos estatales, el gobierno federal, ayuden a concretar un regreso exitoso.

Indicó que lo primero en que se debe de trabajar es en que las escuelas estén en buenas condiciones, ya que llevan mucho tiempo cerradas; para ello, dijo, el gobierno federal está destinando recursos mediante el programa La Escuelas es Nuestra.

Explicó que se entregan los recursos a la sociedad de padres de familia, para que ellos hagan arreglos en las escuelas. Señaló que se trata de una inversión de 21 millones 600 mil pesos.

“Es una tarea que tenemos que cumplir en estos días para regresar a finales del mes, porque ya no podemos seguir con las escuelas cerradas, ya es mucho tiempo y afecta a los niños, a los adolescentes, a todos, la escuela es el segundo hogar”, sostuvo AMLO.

El mandatario fue consultado sobre si serán declaradas las clases presenciales como una actividad esencial, a lo que contestó que sí; “desde luego, supe esencial, es básica, es fundamental”.

En ese sentido, López Obrador insistió en que ya no se puede tener a los niños encerrados o dependiendo por completo del “Nintendo”, lo que calificó como algo muy “tóxico”.

“Yo soy respetuoso de todo, pero es muy enajenante estar recibiendo todo ese bombardeo de información, mucha violencia en los juegos, pero sobre todo están ensimismados y el ser humano no puede vivir así, somos eminentemente sociales, tenemos que convivir con otros y eso es lo que se logra en la escuela. Por eso se aprende, no sólo lo que se imparte como enseñanza, sino lo que se recoge de información, de experiencias de otros compañeritos, compañeritas, de los maestros, de los padres de familia, eso no se puede sustituir la educación presencial”, puntualizó el mandatario.

Y aunque defendió el regreso a clases presenciales, aseguró que será opcional; sostuvo que es será una decisión personal el que algún padre o madre de familia no quiera llevar a sus hijos a la escuela.

Sostuvo que México, junto con Bangladesh, son los dos países del mundo que han mantenido más tiempo cerrada las escuelas, por lo que dijo, es indispensable que se retomen las labores presenciales, pues en caso contrario, podría afectar fuertemente en un futuro.

Sostuvo que estamos a tiempo de recuperar lo que se perdió en el terreno educativo, sobre todo lo que tiene que ver con lo social, con lo sentimental y con lo emotivo, para niños, niñas y jóvenes.

Con el objetivo de investigar efectos secundarios poco comunes, entre ellos inflamación del corazón, a petición de los reguladores estadounidenses, Pfizer y Moderna están ampliando el tamaño de sus estudios clínicos de sus vacunas contra el COVID-19 en niños de entre 5 y 11 años.

Según lo expuesto por el diario The New York Times, que cita a personas conocedoras de los ensayos clínicos, la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de Estados Unidos indicó tanto a Pfizer-BioNTech como a Moderna que el tamaño y el alcance de sus estudios pediátricos inicialmente planteados no son adecuados para la detección de efectos secundarios como la miocarditis y pericarditis.

La información se conoce poco después de que el presidente Joe Biden afirmara en un evento que la aprobación de emergencia de las vacunas contra el COVID para niños se produciría “pronto”, aunque la Casa Blanca no ha dado una fecha específica.

El medio señala que se desconoce si la petición de la ampliación de los ensayos clínicos de la vacuna afectará al calendario previsto para su aprobación.

Anteriormente, miembros de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) consideraron que los beneficios de la vacuna para los mayores de 12 años superan los riesgos, entre ellos problemas de corazón.

La FDA ha solicitado a las compañías que incluyan a 3.000 niños de entre 5 y 11 años en sus ensayos clínicos, el doble del número de pacientes que las farmacéuticas se planteaban, según una fuente que habló en condición de anonimato.

Un portavoz de Moderna, Ray Jordan, confirmó al medio que la compañía pretende expandir sus estudios para aumentar la posibilidad de detectar efectos secundarios poco comunes, y señaló que se espera solicitar una autorización de emergencia a finales de 2021 o principios de 2022.

El ensayo de Moderna comenzó a incluir a pacientes menores de 12 años en marzo, con el objetivo de incorporar a cerca de 6,800 personas de entre 6 meses y 12 años de edad.

Pfizer, por su parte, podría cumplir con los nuevos requisitos de la FDA, y pese a los cambios tiene previsto presentar su solicitud de expansión del uso de su vacuna a finales de septiembre.

En junio, los CDC publicaron datos que mostraban que las dos vacunas podrían haber causado miocarditis y periocarditis en más de 1,200 estadounidenses, entre ellos más de 500 personas menores de 30 años.

Foto: Twitter @CDCespanol

Familiares de niños con cáncer preparan una gran manifestación el próximo sábado que, han anunciado, recorrerá el primer cuadro de la Ciudad de México, y con la que buscan exigir al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) garantizar el abastecimiento de medicamentos oncológicos tras tres años de escasez.

“Lo único que hemos encontrado son descalificaciones de la actual Administración. No vamos a permitir que más niños sigan perdiendo la vida”, dijo la abogada Andrea Rocha, quien representa a 220 padres y madres de niños con cáncer.

Diversas organizaciones como el Movimiento Nacional por la Salud marcharán junto a familiares de niños con cáncer desde el Ángel de la Independencia, ubicado en Paseo de la Reforma, y que planea llegar hasta la plancha del Zócalo capitalino.

A la marcha acudirán padres y madres de diferentes estados como Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Puebla, Guerrero y Chiapas, dijo Rocha.

Los manifestantes llevarán al Palacio Nacional una petición para que el gobierno exhiba los contratos de compras de medicamentos oncológicos y el presupuesto para su adquisición. “Los papás y mamás están cansados de llegar a reuniones con el gobierno y que les muestren gráficas pero los medicamentos no lleguen a las clínicas”, dijo la abogada.

Y es que la crisis por el desabastecimiento de medicamentos oncológicos se agudizó en 2019 tras la llegada al poder de López Obrador, cuyo gobierno modificó los métodos de adquisición de medicamentos para combatir la corrupción y los monopolios farmacéuticos, y además hizo recortes presupuestarios.

López Obrador ha atribuido en varias ocasiones la falta de medicinas para niños con cáncer a un sabotaje de las farmacéuticas y ha culpado a los gestores de los hospitales de que las medicinas no lleguen a los pacientes.

El gobierno anunció el pasado 1 de julio que distribuyó 30,000 unidades de medicamentos oncológicos después de varias manifestaciones de familiares que bloquearon el acceso del aeropuerto capitalino.

Recordemos que el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, acusó a las familias de politizar el desbasto y dijo que la derecha usa el movimiento para promover un “golpe de Estado”.

Foto: Twitter @EsTendenciaHoy

El gobierno de Estados Unidos informó este martes que ha identificado a más de 3,900 menores migrantes separados de sus padres en la frontera con nuestro país durante el tiempo que estuvo vigente la política de “tolerancia cero” del expresidente Donald Trump.

Las autoridades proporcionaron uno de los conteos más detallados en un capítulo de la historia migratoria estadounidense que fue condenado de manera generalizada.

El conteo del grupo de trabajo para la reunificación familiar del gobierno de Joe Biden, señala 3,913 menores separados entre el 1 de julio de 2017 y el final de la presidencia de Trump; esta cifra está muy por debajo de los más de 5,500 identificados por la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) en documentos judiciales, basándose en información gubernamental.

El grupo de trabajo dijo que identificó a “casi todos” los menores que fueron separados con base en esa política, pero que revisará otros 1,723 casos desde julio de 2017, lo que podría elevar el número total de expedientes examinados a 5,636, cifra que podría coincidir con el conteo de la ACLU.

La discrepancia parece radicar principalmente en el fallo de una corte federal en San Diego, que excluyó a 1,723 niños que fueron apartados por otros motivos, como el riesgo de que estuvieran en peligro o de que hubiera dudas sobre paternidad.

Las autoridades también tratarán de determinar si hubo separaciones familiares durante los primeros seis meses de la presidencia de Trump, a partir de enero de 2017, algo que está fuera de la demanda de la ACLU. Esto podría elevar también la cifra final.

De los 3,913 menores, 1,786 han regresado con uno de sus padres, en su mayoría durante la presidencia de Trump; se ha contactado con los padres de otros 1,695, y se desconoce el paradero de 391 más. Muchos de los contactados fueron entregados a otros familiares.

Recordemos que el gobierno de Biden se ha comprometido a reunir a los padres e hijos que siguen separados, pero el ritmo de las reunificaciones ha sido lento y no está claro cuántas se realizarán. Los primeros cuatro progenitores regresaron a Estados Unidos el mes pasado, dentro de lo que el grupo de trabajo identificó como un grupo inicial de 62 personas: 28 de Guatemala, 20 de Honduras, 13 de El Salvador y uno de México. Los funcionarios del gobierno federal dicen que 29 de los 62 han recibido la autorización final para regresar a Estados Unidos, lo que debería ocurrir después de que se hagan los arreglos de viaje.

El reporte proporcionó datos inéditos: cerca del 60% de los menores separados con base en la política migratoria del anterior gobierno eran guatemaltecos (2,270), seguidos de hondureños (1,150), salvadoreños (281), mexicanos (75), brasileños (74) y rumanos (23).

La Patrulla Fronteriza del sector de Yuma, en Arizona, registró el mayor número de separaciones de entre los nueve sectores de la frontera con México, con 1,114 casos. El Rio Grande Valley, en Texas, que atrajo la atención de los medios al tratarse del corredor más empleado para cruces ilegales, fue el segundo punto con 1,025 casos. El Paso, Texas, donde se llevó a cabo un ensayo de la política en 2017 que no se hizo público en su día, fue el tercero con 982 casos.

El responsable de la lucha contra la COVID-19 en Estados Unidos, Anthony Fauci, lamentó este miércoles que la ciudadanía está “malinterpretando” las nuevas pautas para el uso de cubrebocas en personas vacunadas contra la enfermedad.

Indicó que la gente ha “entendido” que la recomendación que hicieran las autoridades sanitarias es que nadie tiene que utilizar mascarillas.

Y es que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos anunciaron hace una semana que las personas completamente vacunadas contra la COVID-19 podían omitir el uso de mascarilla y el distanciamiento físico tanto en interiores como en exteriores.

“Creo que las personas están malinterpretando (…) pensando que (las nuevas pautas) son la retirada del uso obligatorio de la mascarilla para todos”, ha señalado Fauci en declaraciones a Axios, donde ha remarcado que las recomendaciones emitidas recientemente por los CDC de Estados Unidos no son en ese sentido.

“Es una garantía para quienes están vacunados de que pueden sentirse seguros, ya sea en el exterior o en el interior”, defendió el especialista antes de rechazar que esta “malinterpretación” sea culpa suya.

“Las personas las leen (las recomendaciones) rápido, o las escuchan a la mitad (…) Piensan que hemos dicho ‘No necesitan usar mascarilla nunca más’. Eso no es lo que han dicho los CDC”, reiteró Fauci.

La relajación de las pautas para evitar eventuales contagios de COVID-19 en Estados Unidos, el país más golpeado por la pandemia del mundo, tiene lugar en el marco de una mejora de la situación epidemiológica del país norteamericano y un rápido avance de su campaña de inmunización.

Hasta el momento, Estados Unidos ha administrado más de 276 millones de dosis de la vacuna contra la COVID-19, con más de 124 millones de personas con el esquema completo. Las autoridades sanitarias han contabilizado más de 33 millones de contagios, incluidas más de 587,000 víctimas mortales a causa de la enfermedad.

Faci también indicó que el grupo epidemiológico del gobierno federal no cree que pueda tomarse una decisión sobre la vacunación contra el coronavirus a menores de doce años antes de que acabe el año.

Explicó que todavía está en proceso de estudio la posibilidad de vacunar a niños por debajo de los 12 años; especificó que hay dos compañías que están analizando dicha posibilidad por grupos: de 9 a 12 años, de 6 a 9, de 2 a 6 y de 6 meses a 2 años.

Pero advirtió de que no cree que haya “suficiente información” para tomar una decisión al respecto hasta finales de este año o principios del que viene.

El gobierno de Estados Unidos ha decidido extender la vacunación contra la COVID-19 a los adolescentes del país. Ayer los expertos de La Casa Blanca dirigieron sus mensajes a los alumnos de secundaria y a los universitarios para que se inmunicen contra el virus.

“Vacúnense. Es lo más importante que pueden hacer en este momento. Les ayudará a ustedes y al resto a volver a la vida normal antes”, dijo el asesor de la Casa Blanca, Andy Slavitt.

Según los datos que aportaron los expertos, en este momento en el que la incidencia media semanal es más baja que nunca, en los niveles del inicio de la pandemia, los pacientes de la covid-19 tienden ahora a ser jóvenes y una de cada tres hospitalizaciones es de menores de cincuenta años.

La directora de los CDC, Rochelle Walensky, ofreció cifras sobre los niveles de inmunización en adolescentes. Desde que se aprobó la vacunación para los adolescentes de entre 12 y 15 años ha habido 600.000 vacunaciones, y en total se han inmunizado 4,1 millones de entre 12 y 17 años.

Esta mañana, las autoridades de Salud del gobierno federal abordaron el tema de la afectación que la pandemia del COVID-19 ha tenido en los niños y niñas del país.

“Es un tema que desde el principio quedó claro que había que atender en forma sistemática, en forma integral, porque las alteraciones que tiene la niñez producto de un fenómeno como este no han sido tanto en enfermedad directa, es decir, la enfermedad infecciosa, inflamatoria, que causa en los adultos afortunadamente no es tan frecuente”, dijo el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.

El funcionario indicó que si bien es considerablemente infrecuente que la niñez desarrolle síntomas graves de la enfermedad, las alteraciones psicosociales que esta población presenta sí son importantes, debido al confinamiento y las acciones que conlleva, así como a la perturbación de la vida social, además de la pérdida de vidas de familiares directos.

Dijo que el gobierno federal ha desarrollado intervenciones que tienen que ver con la recuperación y la estabilización emocional.

López-Gatell precisó que basados en el monitoreo que se ha hecho desde el inicio de la pandemia, hay cerca de 600 menores de edad que han perdido la vida de manera directa por el COVID-19.

Añadió que la Secretaría de Educación Pública está muy cercana a los profesionales que están atendiendo en la primera línea de contención respecto a los problemas emocionales; señaló que el trabajo coordinado entre la SEP y la SSA es lo que está permitiendo planear adecuadamente la reapertura de escuelas para retomar las clases presenciales.

“Estamos vislumbrando el momento de aperturas de escuelas como un espacio ideal para poder atender las necesidades psicosociales y emocionales de la niñez de manera más directa”, detalló el también responsable de la estrategia nacional contra la pandemia.

Sobre el tema, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) indicó que no debe de haber temor de regresar a clases presenciales.

Aseguró que es necesario retomar las clases, pues no hay nada que sustituya a la escuela, “no es igual la educación a distancia, por radio, por televisión, por internet, que la educación presencial, porque la escuela es el segundo hogar, es un centro de convivencia, de socialización, donde las niñas, los niños, se reencuentran; no es estar enfrente de un televisor, de una pantalla, de una tabla, es estar en un salón de clases con otros y convivir con otras niñas, con otros niños, tener a la maestra, al maestro, eso es fundamental”.

En ese sentido dijo que aunque la posibilidad de una tercera ola de contagios no se descarta, en México se ve remota pues hay una disminución de contagios considerable. Reconoció que esperaban un rebote después de Semana Santa, debido a que se relajó la disciplina, predicción que no se cumplió.

Sobre el tema, el subsecretario de Salud puntualizó que hay 14 semanas consecutivas de reducción en los casos estimados de la enfermedad, defunciones y hospitalizaciones.

En más de temas de salud y la vacunación, el presidente López Obrador celebró este martes que el gobierno de Estados Unidos haya decidido enviar 60 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca a otros países.

“Yo celebro que el presidente (Joe) Biden haya decidido poner a disposición de otros países, sobre todo los que más lo necesitan, 60 millones de dosis de vacunas”, dijo el mandatario desde Palacio Nacional.

López Obrador recordó que Estados Unidos tenía como política producir sus vacunas y utilizarlas nada más para ciudadanos estadounidenses.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) expuso en términos generales el plan que contempla el gobierno federal para reforzar los controles migratorios en la frontera sur del país, con la finalidad de proteger a los menores de edad que llegan a México con el fin de cruzar a Estados Unidos.

“Se acordó reforzar lo que ya se venía haciendo pero ahora dar prioridad a la protección de los niños”, dijo el mandatario al ser cuestionado sobre la reunión que sostuvo ayer con gobernadores y presidentes municipales de estados de la franja fronteriza.

Para llevar a cabo esta estrategia, adelantó, se aumentará la presencia de las Fuerzas Armadas en la región para brindarles protección a los pequeños migrantes, en una estrategia conjunta con los representantes de los estados.

Aunque no dio cifras exactas del despliegue de fuerzas, diciendo que prefería no “dar números”, López Obrador señaló que es necesario dar seguridad a los migrantes que intentan cruzar la frontera en su objetivo para llegar a Estados Unidos.

Parte de esa seguridad es “ordenar el flujo migratorio”, para evitar que las personas pasen por algún problema. “No queremos desgracias, no queremos actuar sin prevenir ante una situación delicada”, dijo AMLO.

Al respecto recordó lo ocurrido en el municipio de Camargo, en Tamaulipas en enero pasado cuando se hallaron 19 cuerpos calcinados en una camioneta en el poblado de Santa Anita; 16 de los cuales eran de origen guatemalteco. “Fue un hecho lamentable” puntualizó y afirmó que “si eso no lo queremos para adultos, mucho menos lo queremos para niños”.

Señaló que se actuará contra los traficantes de personas que operan en la zona, quienes dijo, cobran mucho por cruzar la frontera a las personas y ahora, han llegado a utilizar a los menores.

Indicó que aproximadamente en una semana tendrán listo el plan en el que participarán dependencias como la Secretaría de la Defensa Nacional, la de Marina, la de Seguridad Pública, de Bienestar, de Medio Ambiente, de Salud y el DIF que hará refugios para niños, entre otras.

Recordemos que ayer trascendió que el gobierno federal abrirá 17 campamentos en la frontera sur los cuales serán operados por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de las Familias (DIF), para atender el incremento de migrantes centroamericanos, principalmente menores de edad.

“Entre más podamos contener en el sur, mejor. Sin dejar de atender otros puestos migratorios y tener también refugios y albergues para migrantes y niños” en otros lados, dijo López Obrador, remarcando que la estrategia es “de sur a norte”.

Además, habló sobre el programa ‘Sembrando Vida’ y su expansión hacia países de Centroamérica para crear puestos de trabajo y frenar la migración.

De acuerdo con autoridades migratorias, actualmente se tienen registrados en territorio nacional 5.300 menores migrantes. Sin embargo, cada uno de ellos viene acompañado por al menos cinco personas, lo que significa al menos un total de 24,000 personas que están en México de manera irregular.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo esta mañana que planea visitar la frontera sur para discutir con gobernadores y alcaldes de la región cómo frenar la migración de menores, algo que es una preocupación creciente para Estados Unidos.

Y es que Washington ha pedido a México, Guatemala, Honduras y El Salvador que ayuden a reducir el número de niños migrantes que llegan a la frontera estadounidense con México.

López Obrador dijo que el deseo de proteger esos derechos es el motivo de los esfuerzos de México para frenar el flujo de niños migrantes. “Para cuidar a los niños vamos a reforzar la vigilancia, la protección, el cuidado en nuestra frontera sur porque es defender los derechos humanos”, afirmó.

Informó además que el director de la agencia de protección infantil y familiar de México se mudaría a Tapachula hasta que mejore la situación.

El número de niños migrantes que llegan a la frontera sur de Estados Unidos se ha vuelto un problema creciente para el gobierno de Biden, que continúa regresando a la mayoría de los migrantes a México, pero ha dicho que no lo hará en los casos de menores no acompañados.

Recordemos que a finales de marzo, Biden dijo que la vicepresidenta Kamala Harris estaría a cargo de las gestiones estadounidenses en México y Centroamérica para responder a las causas de la migración.

Al respecto, la vicepresidenta de Estados Unidos adelantó que planea viajar a México y Guatemala con el objetivo de supervisar la respuesta del gobierno estadounidense al aumento de migrantes en la frontera sur, en una encomienda directa del presidente Biden.

Harris dijo a los periodistas que no tiene previsto viajar a la frontera de su país, pero que sí tiene planeado visitar México y Guatemala, aunque no especificó una fecha.

“Tenemos planes para ir a Guatemala tan pronto como sea posible dadas las restricciones debido al COVID-19 y a otras cosas de esta naturaleza”, indicó Harris, quien señaló también que Biden le pidió al secretario de Seguridad Interior (DHS), Alejandro Mayorkas, que se ocupe de la frontera.

“A mí me encomendaron abordar las causas fundamentales” que llevan a la migración, afirmó la vicepresidenta, que este miércoles dirigió una rueda virtual con expertos como parte de su rol para encausar la diplomacia con México y los países del Triángulo Norte de América Central.

Harris insistió en que se tienen que abordar los síntomas del fenómeno, aunque también se tiene que lidiar con las causas de raíz, ya que de otra forma “estamos ante un sistema de perpetuación”.

La vicepresidenta indicó que en la migración desde América Central inciden varios factores como las condiciones climáticas extremas que afectan la actividad agrícola, la violencia, la corrupción y la inseguridad alimentaria, y agregó que con respecto al Triángulo Norte, Estados Unidos tiene la oportunidad de darle a la gente “un poco de esperanza para que se puedan quedar en casa”.

Harris también matizó que lo que el gobierno estadounidense pueda hacer no va a arreglar los problemas “de la noche a la mañana”, pero que su misión consiste en identificar lo que se puede hacer para ayudar con “el desarrollo económico” de la región.

El presidente estadounidense, Joe Biden, descartó este martes visitar “por ahora” la frontera con México, a pesar de la crisis migratoria generada por la llegada masiva de menores y familias indocumentadas en las últimas semanas.

“No por ahora”, respondió Biden a la pregunta de un periodista de si planea visitar próximamente la frontera con México, en un breve intercambio antes de subir al helicóptero presidencial para viajar a Pensilvania.

Y es que La Casa Blanca afronta una creciente presión para responder a la situación de los miles de menores indocumentados que se encuentran en centros de detención de las autoridades fronterizas o en albergues del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).

Según la cadena CBS News, más de 4,200 niños inmigrantes no acompañados permanecían hasta el domingo en instalaciones de detención de corto plazo de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), entre ellas algunas no aptas para albergar menores.

Ante esa situación, Biden envió a comienzos de este mes a una amplia delegación de sus asesores a visitar la frontera en el estado de Texas y ha tomado varias medidas, como la de movilizar durante 90 días a la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) para atender a los menores.

Sin embargo, La Casa Blanca se ha resistido a describir la situación en la frontera con la palabra “crisis”, que sí utiliza en cambio la oposición republicana; la administración federal se empeña en referirse a la situación como un “desafío” y un “gran problema”.

Preguntada este lunes sobre por qué Biden no había anunciado planes de visitar la frontera, su portavoz, Jen Psaki, aseguró que el presidente está centrado en “desarrollar soluciones” a la situación migratoria que no necesariamente pasan por desplazarse allí en persona.

Esa postura le ha generado algunas críticas de la oposición, que señala el hecho de que el mandatario sí esté viajando para promocionar el plan de rescate económico recién aprobado, con una visita este martes a Pensilvania y el viernes a Georgia.

El Gobierno de Biden ha insistido en que su predecesor, el expresidente Donald Trump, “desmanteló” el sistema de asilo de Estados Unidos y que le llevará un tiempo reconstituirlo, mientras intenta lidiar de la mejor forma posible con el número creciente de inmigrantes.

Las declaraciones de Biden coinciden con lo expresado por el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, quien este martes reconoció que el país va camino de recibir este año en la frontera con México a más indocumentados que los que han llegado en las últimas dos décadas.

El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha anticipado que el número de migrantes que intentan llegar desde México se aproxima a alcanzar niveles inéditos en las últimas dos décadas. Mayorkas subrayó el compromiso para respetar los “valores” de Estados Unidos al tiempo que se garantizan cuestiones de seguridad o sanitarias.

“Salvaguardar nuestras fronteras no nos obliga a olvidar la humanidad de quienes las cruzan”, proclamó Biden al firmar su orden ejecutiva sobre inmigración, una frase que Mayorkas retomó este martes para insistir en que la integración es “una de las mejores tradiciones” de Estados Unidos y que todo cabe dentro de un sistema “seguro, legal y ordenado”.

Explicó que los agentes fronterizos están expulsando a “la mayoría” de familias y adultos que intentan entrar en el país de forma ilegal, aunque no a los menores no acompañados. “Nos estamos encontrando con niños de seis y siete años, por ejemplo, que llegan a nuestra frontera sin un adulto. Son niños vulnerables y hemos terminado con la práctica de la anterior Administración de expulsarlos”, añadió.

Un grupo de papás de niños con cáncer presentaron este miércoles una denuncia ante la Fiscalía General de la República contra Rosario Piedra Ibarra, titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), por su omisión e inactividad ante el desabastecimiento de medicamentos oncológicos.

Andrea Rocha, abogada de los familiares, explicó que la denuncia contra la presidenta de la CNDH se debe a que no ha dado ningún pronunciamiento sobre la falta de medicamentos para los niños. Acusó que “la señora no ha hecho su trabajo o emitido ningún lineamiento que pueda apoyar a los niños con cáncer”, apuntó.

Explicó que en este año se han presentado 552 quejas ante el organismo por la falta de medicamentos.

Israel Rivas, vocero de los padres de familia, manifestó que Piedra Ibarra más allá de brindar apoyo para que los pequeños tengan sus medicamentos garantizados, destituyó al primer visitador quien, en su momento, prometió iniciar una queja de oficio ante la secretaria de salud para resolver esta problemática.

Aseguró que en el tema es evidente que no hay voluntad política, “hay abandono”. Añadió que en los últimos dos años, donde se ha vivido una fuerte escasez de medicamentos oncológicos, cerca de 1,600 niños con cáncer en el país han perdido la vida. “A dos años del desabasto, a esto yo lo llamo intencional”, indicó.

Esta es la quinta denuncia que presentan los padres de familia de pequeños con cáncer, una por homicidio, otra por el robo de medicamentos oncológicos, una más por el supuesto desvío de los 500 millones de pesos obtenidos por la rifa simbólica del avión presidencial y una cuarta por la pérdida de la vista de un pequeño debido al desabastecimiento.

Israel Rivas señaló que en próximos días pedirán al gobierno mexicano que los niños con cáncer sean grupo de prioridad para ser vacunados contra el Covid-19, pues considera están en riesgo de infección y muerte.  Señaló que en el plan de vacunación no están contemplados los pequeños con tratamientos oncológicos por lo que aseveró que, de no dar prioridad a sus hijos, tomarán acciones al respecto.

Recordemos que la crisis por el desabastecimiento de medicamentos en el sector salud se agudizó en 2019 debido a los recortes presupuestarios y a los cambios en la forma de comprar las medicinas impuestos por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).