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Rishi Sunak se convirtió oficialmente hoy en el nuevo primer ministro de Reino Unido, después de reunirse con el rey Carlos III, en el palacio de Buckingham, donde el monarca le pidió formar gobierno tras la renuncia de Liz Truss.

Sunak, ex ministro británico de Hacienda, ganó ayer la carrera por el liderazgo del Partido Conservador, lo que le abrió las puertas del número 10 de Downing Street.

Sunak, de 42 años, es la primera persona de origen indio y el más joven de la historia política moderna en ostentar el cargo de primer ministro de Reino Unido.

Pese a haber hecho historia desde ayer, el nuevo premier británico hereda una economía al borde de la recesión, con una crisis energética, una crisis en el costo de la vida y una inflación disparada que hacen difícil cualquier tipo de ajuste sencillo.

Los intentos de Truss de aplicar recortes fiscales con cargo a deuda para estimular el crecimiento económico fracasaron en dar la vuelta a la situación.

En su discurso de despedida, Truss defendió su “plan de crecimiento”, añadiendo: “Necesitamos estar unidos para enfrentar todos los desafíos que tenemos por delante”. “Simplemente no podemos darnos el lujo de ser un país de bajo crecimiento donde el gobierno absorbe una parte cada vez mayor de nuestra riqueza nacional. Necesitamos aprovechar la libertad del ‘brexit’ para hacer las cosas de manera diferente”, afirmó.

 

En su primer discurso ya en el cargo, Sunak prometió corregir los “errores” que agravaron la crisis económica, advirtiendo que se requerirán “decisiones difíciles”.

“He sido elegido como líder de mi partido y su primer ministro en parte para solucionarlos y ese trabajo comienza inmediatamente”, dijo el primer ministro frente a la puerta del número 10 de Downing Street.

Prometió poner “la estabilidad y la confianza económicas en el centro del programa de este gobierno”, pero advirtió que para ello “habrá que tomar decisiones difíciles”, haciendo temer próximos recortes presupuestarios y subidas de impuestos.

Su llegada al poder pareció tranquilizar a unos mercados convulsos desde hace semanas: la libra se disparó un 1.18% frente al dólar.

El nuevo jefe de gobierno debe nombrar este mismo martes a su equipo. El ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, designado hace 11 días, podría conservar la cartera.

En el plano internacional, Sunak prometió seguir apoyando a Ucrania contra la invasión rusa, una “guerra terrible que debe llevarse a cabo con éxito hasta su conclusión”.

Un 62% de los votantes británicos, en un país de 67 millones de habitantes, quiere que se convoquen legislativas anticipadas antes de fin de año, según una encuesta de Ipsos.

Las próximas elecciones están previstas en enero de 2025 a más tardar. El opositor Partido Laborista tiene una enorme ventaja en los sondeos pero no puede forzar por sí solo un adelanto y es improbable que logre el apoyo de unos rebeldes conservadores que verían peligrar sus escaños.

Sunak aseguró ayer que su bancada que no adelantará los comicios. Y este martes defendió que “el mandato obtenido por el partido en 2019 no es la propiedad privada de un único individuo”, en referencia a Johnson. “Es un mandato que nos pertenece y nos une”, afirmó, prometiendo cumplir aquel programa electoral.

Liz Truss se convirtió este lunes como nueva líder del Partido Conservador británico, con lo que se convertirá en la próxima primera ministra en reemplazo de Boris Johnson.

Dos meses después de la dimisión de Johnson, orillado por múltiples escándalos, la formación gubernamental anunció que sus más de 172,000 afiliados eligieron a la hasta ahora ministra de Relaciones Exteriores para dirigir la formación y tomar las riendas del país.

La jefa de diplomacia, de 47 años, se impuso por 81,326 votos contra 60,399 al ex ministro de Finanzas Rishi Sunak.

Truss se convertirá en la tercera primera ministra del país, después de las también conservadoras Margaret Thatcher y Theresa May.

“Es un honor”, afirmó Truss visiblemente emocionada en un discurso en que el que reconoció la labor de Johnson a la cabeza del país desde 2019, llevando el Brexit a buen puerto, superando la pandemia y plantando cara al presidente ruso Vladimir Putin por su invasión de Ucrania.

Ante la división interna agravada por esta elección, Johnson llamó por su parte al Partido Conservador a la unidad con Truss. “Ahora es el momento de que todos los conservadores la apoyen al 100%”, tuiteó.

Johnson también aprovechó para expresar su “orgullo” por haber liderado el partido, destacando que bajo su mando la formación logró “la mayor mayoría en décadas” en la Cámara de los Comunes. Mencionó aciertos como el Brexit, la campaña de vacunación contra la COVID-19 y la entrega a Ucrania del “apoyo vital” que ha necesitado para hacer frente a la agresión rusa.

Por su parte, la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, reconoció que tiene “profundas” discrepancias políticas con Truss, pero espera mantener con ella una “buena relación de trabajo”. Como tareas urgentes, le ha exhortado a congelar la factura eléctrica, repartir ayudas y aumentar la financiación de servicios públicos, sin aludir a las reivindicaciones independentistas.

Y es que el país está acusando los efectos de una inflación de 10%, su mayor nivel en 40 años, alimentada por una escalada de precios de la energía inducida por la invasión rusa de Ucrania y el uso del gas como arma política.

“Me ocuparé de la crisis energética y de las facturas de los ciudadanos, pero también de los problemas a largo plazo que tenemos en el suministro de energía”, prometió Truss este lunes en un breve discurso tras anunciarse su victoria.

Según varios medios británicos, está contemplando congelar los precios de la energía.

Reiterando sus compromisos de campaña, Truss prometió presentar “un plan audaz para reducir los impuestos y hacer crecer la economía” británica, que se encuentra al borde de la recesión. Ayer había anunciado que presentaría dicho plan “en un mes”.

Y aunque ya fue electa y anunciada, el cambio de primer ministro no se producirá hasta mañana martes, cuando Johnson pronunciará su discurso de despedida en Downing Street.

Acto seguido viajará a Balmoral, residencia de verano de Isabel II en Escocia, 800 km al norte de Londres, para presentar su renuncia formal a la reina, que entonces nombrará oficialmente a Truss como su sucesora.

Hay que tomar en cuanta que por primera vez en sus 70 años de reinado, Isabel II, de 96 años, no viajará a Londres para esta ceremonia, debido a sus problemas de movilidad.

Truss, nueva jefa de gobierno, regresará a la capital para pronunciar su primer discurso ante la famosa puerta negra del número 10 de Downing Street y formar gobierno.

El miércoles prevé presidir su primer consejo de ministros y enfrentarse en el Parlamento al líder de la oposición, Keir Starmer, quien tras felicitarla aseguró que Truss “no está de parte de la gente trabajadora”.

Finalmente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, felicitaron a la nueva líder conservadora británica, y confiaron en una relación “constructiva” entre dos bloques que comparten “retos” e “intereses”.

“La UE y el Reino Unido son socios. Enfrentamos muchos retos juntos, desde el cambio climático hasta la invasión rusa de Ucrania. Espero una relación constructiva en respeto total de nuestros acuerdos”, escribió Von der Leyen en su cuenta de Twitter.

Por su parte, Metsola aseguró que “la UE y el Reino Unido son aliados y amigos naturales”, con los mismos intereses, y dijo que la Eurocámara “siempre acompañará” al pueblo británico.

“Las democracias deben permanecer unidas al hacer frente a la autocracia y agresión”, incidió la presidenta del Parlamento.

El ganador de las primarias del Partido Conservador británico, que sucederá a Boris Johnson como primer ministro del Reino Unido, se conocerá en una ceremonia el 5 de septiembre, según indicó este lunes el presidente de la formación, Andrew Stephenson.

Está previsto que la titular de Exteriores, Liz Truss, o bien su rival en las primarias, el exministro de Economía Rishi Sunak, tome formalmente posesión de la jefatura de Gobierno el 6 de septiembre, mientras que el día 7 debatirá por primera vez en la Cámara de los Comunes con el jefe de la oposición, el laborista Keir Starmer.

En una carta dirigida a los parlamentarios “tories”, Stephenson indicó que la localización exacta de la ceremonia en la que se anunciará el nombre del siguiente primer ministro se notificará a los asistentes con 48 horas de antelación y les animó a asistir el 31 de agosto en Londres al último acto de campaña de los dos aspirantes.

En 2019, cuando Johnson superó a su rival Jeremy Hunt para hacerse con el liderazgo de los conservadores, el evento se llevó a cabo en el centro de convenciones Queen Eliabeth II, frente al palacio de Westminster.

Según las encuestas, Truss cuenta con una ventaja abrumadora para ser la próxima líder “tory” y heredar el despacho oficial de Downing Street.

Sunak, por su parte, pareció descartar hoy en una entrevista que aspire a figurar entre los ministros que nombrará su rival en caso de que se confirme su victoria.

Cuestionado por la BBC por si evaluaría la posibilidad de formar parte de un gabinete comandado por Truss, el exministro rió y respondió: “No estoy centrado en eso y, francamente, dudo que Liz lo esté”.

En sus últimas dos semanas como jefe del Ejecutivo, Johnson, que acaba de regresar de unas vacaciones en Grecia, repartirá su tiempo entre la residencia campestre de Chequers y Downing Street, afirmó este lunes su portavoz oficial.

Su trabajo estará centrado en continuar organizando el apoyo a Ucrania en la guerra contra Rusia y las medidas contra el incremento del coste de la vida, agregó ese portavoz.

El exsecretario de Finanzas, Rishi Sunak, y la secretaria de Relaciones Exteriores, Liz Truss, se convirtieron este miércoles en los dos candidatos finales a convertirse en el próximo primer ministro británico, lo que da inicio a la última etapa de la contienda para sustituir a Boris Johnson.

Sunak ha liderado todas las rondas de la votación entre los legisladores conservadores, pero es Truss quien parece tener hasta ahora la ventaja entre los cerca de 200,000 miembros del partido gobernante, los que finalmente elegirán al ganador.

La recta final de la contienda durará semanas y enfrentará a Sunak, un antiguo banquero de Goldman Sachs que ha elevado la presión fiscal hasta el nivel más alto desde la década de 1950, con Truss, una conversa al Brexit que ha prometido recortar los impuestos y la regulación.

Quien triunfe cuando se anuncie el resultado el próximo 5 de septiembre heredará dificultades para Gran Bretaña que no se han visto en décadas. La inflación va camino de alcanzar el 11% anual, el crecimiento se está estancando, las huelgas van en aumento y la libra está cerca de mínimos históricos frente al dólar.

Bajo el mandato de Johnson, y con la ayuda de Truss, Gran Bretaña adoptó una línea dura contra Bruselas en sus negociaciones posBrexit en torno a Irlanda del Norte, lo que provocó acciones legales de la Unión Europea y puso en riesgo los futuros lazos comerciales.

Recordemos que fueron 11 candidatos los que se presentaron originalmente, pero en una quinta y última votación de los legisladores conservadores, la ministra de comercio junior Penny Mordaunt fue eliminada.

En la última ronda Sunak obtuvo 137 de los 357 votos, frente a los 113 de Truss y los 105 de Mordaunt.

Los sondeos indican que Truss ganaría a Sunak en la contienda entre los militantes del partido, pero todo podría cambiar cuando los dos finalistas inicien semanas de campaña electoral por todo el país.

Truss dio las gracias a sus partidarios. “Estoy preparada para dar el golpe desde el primer día”, dijo en Twitter. Sunak, también en Twitter, publicó: “Agradecido de que mis colegas hayan depositado hoy su confianza en mí. Trabajaré día y noche para llevar nuestro mensaje por todo el país”.

La contienda para sustituir a Boris Johnson como primer ministro británico alcanzó este martes un final imprevisible, al quedar tres aspirantes, incluidas dos mujeres, tratando de quedar entre los dos finalistas para cuando voten los miembros del Partido Conservador.

Después de la cuarta ronda de votación por parte de los legisladores del partido, quedó eliminada la exministra de Igualdad, Kemi Badenoch, una legisladora poco conocida previamente que se ha convertido en una estrella en ascenso del ala derecha del partido.

Tras la salida de Badenoch, queda el exjefe del Tesoro Rishi Sunak, el favorito de muchos; la secretaria de Relaciones Exteriores, Liz Truss; y la ministra de Comercio, Penny Mordaunt. Ahora los tres candidatos cabildearán entre los partidarios de Badenoch antes de la votación de eliminación final prevista para mañana.

La terna busca suceder a Johnson, quien renunció como líder del partido después de que crecientes escándalos éticos que provocaron renuncias masivas en su gobierno.

Dos finalistas irán a una segunda vuelta de votación entre los 180,000 miembros del Partido Conservador, y el ganador se anunciará el 5 de septiembre.

En la ronda de hoy, Sunak obtuvo 118 votos, dos menos que el número que le garantizaría ser uno de los dos candidatos que podrán elegir los miembros conservadores. Mordaunt recibió 92 votos, Truss 86 y Badenoch 59.

Los aspirantes que quedan en pie también estaban buscando convencer a los partidarios de Tom Tugendhat, un legislador influyente que fue eliminado de la contienda el lunes.

Tanto Mordaunt como Badenoch tuitearon elogios para Tugendhat después de la votación del lunes. Truss prometió aumentar el gasto militar del 2% al 3% del Producto Interno Bruto (PIB), un tema clave para Tugendhat, un exsoldado que preside la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes.

La contienda interna ha expuesto divisiones profundas en el Partido Conservador al final del reinado de Johnson, empañado por los escándalos. Los opositores han criticado a Sunak por aumentar los impuestos pese al daño económico que trajeron la pandemia y la guerra en Ucrania.

Sunak ha respondido que sus rivales están vendiendo “cuentos de hadas” económicos.

En una contienda donde cada voto cuenta, el electorado de 358 legisladores conservadores se redujo el martes a 357. Tobias Ellwood, un crítico de Johnson que apoya a Mordaunt, fue suspendido del grupo del partido en el Parlamento por no votar el lunes en una moción de confianza.

El exsecretario de Finanzas británico, Rishi Sunak, dijo este viernes que se presentará como candidato a sustituir a Boris Johnson, después de que contribuyó a una serie de acontecimientos que llevaron la caída del primer ministro.

Johnson anunció ayer que dejaría el cargo de primer ministro tras un desontento generalizado en el Partido Conservador, desencadenada por el último de una serie de escándalos que han socavado fatalmente la confianza pública.

La inminente salida de Johnson ha añadido incertidumbre política a una mezcla ya difícil de inflación al alza, desaceleración del crecimiento y malestar industrial, en medio de la guerra en Ucrania y la continua lucha de Reino Unido por adaptarse a la vida después del Brexit.

“Alguien tiene que aprovechar este momento y tomar las decisiones correctas. Por eso me presento para ser el próximo líder del Partido Conservador y su primer ministro”, dijo Sunak en un video de campaña publicado en Twitter.

Sunak y el secretario de Salud, Sajid Javid, dejaron el gabinete el martes pasado, con pocos minutos de diferencia, poniendo en marcha una cadena de dimisiones, cerca de 50 en total, que llevaron a la decisión de Johnson de renunciar.

Las reglas y el cronograma de la contienda para reemplazar a Johnson serán establecidos la próxima semana por un comité del partido.

El presupuesto elaborado por Sunak el año pasado puso a Reino Unido rumbo a su mayor carga fiscal desde la década de 1950, lo que, según sus críticos, socavó su pretensión de favorecer la reducción de impuestos.

Durante la pandemia del COVID-19, Sunak destinó unos 400,000 millones de libras a ayuda económica, evitando un gran salto en el desempleo, pero dejando que el endeudamiento público aumentara hasta un récord en tiempos de paz, con una caída histórica del PIB.

La popularidad de Sunak entre los legisladores conservadores se vio mermada después de que subió los impuestos a las nóminas de pago en abril para financiar un mayor gasto en salud y asistencia social, y después de que anunció planes para elevar fuertemente el impuesto de sociedades en 2023.

Sunak dijo en su carta de dimisión que quedó claro que su enfoque de la economía había sido demasiado diferente al de Johnson, luego de que ambos intentaron ponerse de acuerdo sobre los próximos pasos para el país. Sunak siguió refiriéndose al tema en el video de anuncio de su candidatura.

“Las decisiones que tomemos hoy determinarán si la próxima generación de británicos tendrá también la oportunidad de un futuro mejor”, dijo. “¿Afrontamos este momento con honestidad, seriedad y determinación? ¿O nos contamos cuentos de hadas reconfortantes que pueden hacernos sentir mejor en el momento, pero que dejarán a nuestros hijos en peor situación mañana?”.

Otro dato que se ha recordado es que Sunak votó a favor de abandonar la Unión Europea en 2016.

Sunak no es el único que ha levantado la mano para suceder a Johnson. El diputado conservador Tom Tugendhat, presidente de la comisión parlamentaria de Relaciones Exteriores, y la Fiscal General, Suella Braveman, ya anunciaron sus candidaturas.

Un sondeo del gabinete YouGov realizado entre votantes conservadores señaló al ministro de Defensa, Ben Wallace, y a la secretaria de Estado de Comercio Internacional, Penny Mordaunt, entre los favoritos. Sin embargo, ninguno de ellos oficializó su participación en la carrera por convertirse en el próximo inquilino de Downing Street.

Una de las figuras del Partido Conservador, el ex primer ministro John Major, elevó inmediatamente la voz contra la “insostenible” permanencia de Johnson en el cargo, sugiriendo que el vice primer ministro Dominic Raab actúe como jefe de gobierno interino.

Pero el portavoz de Downing Street descartó esta posibilidad, asegurando a los periodistas que Johnson “sigue siendo primer ministro hasta que haya un nuevo líder del partido y el trabajo del gobierno continuará mientras eso ocurra”.

Si los conservadores no expulsan inmediatamente a Johnson, la principal fuerza de la oposición lanzará una moción de censura contra el Ejecutivo, amenazó la número dos del Partido Laborista, Angela Rayner.

El Partido Laborista se vio legitimado el viernes cuando la policía anunció que tanto Rayner como su número uno, Keir Starmer, fueron exonerados en una investigación sobre si habían infringido las reglas anticovid con una cena de trabajo durante una campaña electoral en abril de 2021.

Ahora, ¿qué sigue para Reino Unido?, Ana Paula Ordorica aborda el tema en Broojula, junto a Julián Ventura, analista internacional, ex subsecretario de relaciones exteriores.

El primer ministro británico, Boris Johnson, presentó este jueves su dimisión, afirmando que es “claramente la voluntad” de su Partido Conservador que debe separarse del cargo.

Su renuncia al frente del Partido Conservador fue inmediata, pero planea continuar en el puesto de jefe de gobierno mientras se elige a la nueva dirección.

Dijo que ha designado un nuevo gabinete luego de una gran cantidad de renuncias, mientras muchos reclaman su salida inmediata del gobierno.

Expertos aseguran que se trata de una derrota humillante para Johnson, quien logró sacar a Gran Bretaña de la Unión Europea y a quien se atribuye el mérito de haber realizado una de las campañas de vacunación masiva contra el COVID-19 más eficaces del mundo.

El escándalo más reciente que reforzó las críticas y señalamiento a su liderazgo, hizo que cerca de medio centenar de legisladores abandonaran el gobierno.

En la puerta de su residencia de 10 Downing Street, Johnson dijo que estaba “enormemente orgulloso de los logros de este gobierno”, desde el Brexit hasta guiar el país a través de la pandemia y liderar la respuesta de Occidente a la invasión rusa de Ucrania, pero reconoció que “en política, nadie es ni remotamente indispensable”.

Johnson había dicho hasta ayer, en actitud desafiante ante el Parlamento, que tenía un “mandato colosal” de los votantes y que su intención era seguir adelante con las tareas de gobierno.

Sin embargo, esta mañana tuvo que reconocer la derrota tras la renuncia de dos miembros más del gabinete y la exhortación pública de uno de sus aliados más estrechos, el jefe del Tesoro, Nadhim Zahawi, a que dimitiera por el bien del país.

La elección interna de nuevo líder del Partido Conservador, que además será el próximo primer ministro, probablemente tendrá lugar durante los próximos meses. Y es que con la renuncia de Johnson, no se da paso a una elección general. El Partido deberá llevar a cabo un proceso entre sus filas, para  definir quién será su próximo líder, y con ello se convierta en el próximo primer ministro.

Recordemos que Johnson, quien gobernó Gran Bretaña durante el Brexit y la pandemia de COVID-19, obtuvo una victoria electoral por amplio margen en 2019, pero el líder, conocido por responder a sus detractores con grandilocuencia y bravuconería, también recibía críticas frecuentes por estar dispuesto a torcer y a veces violar las reglas con tal de conseguir sus objetivos.

Johnson, de 58 años, se mantuvo en el poder durante casi tres años a pesar de las denuncias de mantener relaciones demasiado estrechas con los donantes del partido, proteger a sus seguidores denunciados por abusivos y corrupción y engañar al Parlamento acerca de las fiestas en las oficinas del gobierno que violaban las normas de la cuarentena por la pandemia.

Las revelaciones recientes de que Johnson estaba al tanto de las acusaciones de abuso sexual contra un legislador conservador cuando lo nombró a un alto cargo en el gobierno fue la gota que derramó el vaso y que condujo a su renuncia.

El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, aseguró este miércoles que no piensa dimitir a pesar de la cascada de dimisiones en su gobierno y el aumento de las críticas a su gestión en las filas del Partido Conservador, lo que se use a las presiones que venía arrastrando desde el “partygate”.

Johnson, que ha comparecido ante la Cámara de los Comunes, ha resaltado que tiene “un mandato colosal” derivado de las elecciones de 2019 y dijo que “seguirá en marcha”.

Y es que 18 ‘tories’ han presentado su dimisión en el Gobierno, mientras que varios más han retirado su apoyo al primer ministro.

“El trabajo de primer ministro en circunstancias difíciles, cuando se le da un mandato colosal, es seguir en marcha, y es lo que voy a hacer”, dijo Johnson, que ha defendido además que la crisis interna no está afectando a la acción del Ejecutivo y ha resaltado que continúa con un “programa activo y energético” de  medidas.

También se informó este miércoles que, Michael Gove, uno de los ministros más importantes del gobierno británico, le dijo al primer ministro Boris Johnson que debe dimitir, según informó el subdirector del área política del Daily Mail.

Gove torpedeó la candidatura al liderazgo de Johnson en 2016, antes de aceptar trabajar en su gobierno cuando se convirtió en primer ministro en 2019.

Por su parte, el líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, ha denunciado que los ‘tories’ se han convertido “en un partido corrupto que defiende lo indefendible”, al tiempo que ha criticado a los ministros que han dimitido por no haberlo hecho antes y demostrar que carecen de “algo de integridad”.

El ministro de Sanidad, Said Javid, que presentó su dimisión, ha arremetido duramente contra el primer ministro y señaló que “recorrer la cuerda floja entre la lealtad y la integridad” se ha convertido en algo imposible durante los últimos meses.

“En algún momento tenemos que llegar a la conclusión de que es suficiente. Creo que ese momento es ahora”, añadió.

Las renuncias se han dado debido a los cambios de versión sobre el polémico nombramiento de un alto cargo del grupo conservador en la Cámara de los Comunes. Downing Street inicialmente sostuvo que Johnson no conocía las acusaciones de acoso sexual contra uno de los encargados de mantener la disciplina de voto en la bancada ‘tory’, Chris Pincher, pero el ‘premier’ terminó reconociendo que sabía de los comportamientos del diputado y lamentó su nombramiento.

De hecho, Johnson reiteró este miércoles sus disculpas y defendió que actuó inmediatamente en cuanto recibió las informaciones relativas a Pincher. “Lamento mucho que el miembro por Tamworth continuara en el cargo después de que se presentara la queja contra él ante el Ministerio de Exteriores”, subrayó.

Johnson ha pedido perdón en reiteradas ocasiones durante estos últimos meses por las sucesivas polémicas en que se ha visto envuelto, pero se ha negado a ceder a las voces que, tanto desde dentro de su partido como desde la oposición, le piden que dimita.

Teóricamente, está protegido hasta junio de 2023 frente a una nueva moción de censura de sus propios compañeros, aunque algunos ‘tories’ abogan por cambiar las normas para que no sea necesario esperar un año entre votaciones.

Twitter acusó al partido conservador del primer ministro Boris Johnson de “engañar” a los británicos, al presentar durante el debate electoral de ayer una de sus cuentas en la red social como si fuera una cuenta de verificación de información.

Mientras Johnson y su opositor laborista Jeremy Corbyn se enfrentaban en su primer debate televisivo, la cuenta de Twitter del servicio de prensa de los Tories, @CCHQPress, cambió su nombre a “FactcheckUK”.

Twitter, que recientemente dejó de aceptar la publicidad política en todo el mundo, lanzó una advertencia contra el Partido Conservador anunciando que tomaría medidas en caso de nuevos intentos de “engañar a la gente” durante la campaña en el Reino Unido.

La cuenta en cuestión tiene la marca azul que significa que está verificada y es una garantía de confianza.

“Twitter se compromete para que pueda celebrarse un debate sano durante la campaña electoral británica. A nivel internacional tenemos normas que prohíben conductas engañosas, incluso con cuentas certificadas”, dijo un portavoz de la red social.

“Todo nuevo intento de engañar a la gente modificando información certificada, tal como se hizo durante el debate sobre las elecciones en el Reino Unido, conllevará sanciones”, añadió.

El portavoz del partido demócrata liberal Tom Brake denunció una maniobra “que salió directamente del manual de Donald Trump o de Vladimir Putin”. Indicó que los votantes saben que no pueden “creer una palabra de lo que Boris Johnson o los conservadores dicen”, añadió.

Por su parte el diputado laborista David Lammy consideró que este asunto pone de relieve el “desprecio” del partido conservador y del gobierno “por la verdad”.

El ministro de Asuntos Exteriores Dominic Raab respondió afirmando que se trataba de que el partido refutara, en tiempo real, las “tonterías” proferidas, según él, por Jeremy Corbyn. Quien haya visto la controvertida cuenta de Twitter “más de una fracción de segundo no puede ser engañado”, afirmó en la BBC.

El ex alcalde de Londres, Boris Johnson, y el ministro británico de Exteriores, Jeremy Hunt, serán quienes disputarán en julio próximo el liderazgo del Partido Conservador y la jefatura del gobierno del Reino Unido.

Y es que este jueves, ambos superaron la primera fase de las primarias del partido.

Johnson, claro favorito en las encuestas, recibió el respaldo de 160 de los 313 diputados conservadores, por delante de Hunt, que obtuvo 77 apoyos, mientras el ministro de Medioambiente, Michael Gove, quedó eliminado en esta ronda.

Recordemos que, en la tercera ronda realizada ayer, Johnson, obtuvo el apoyo de 143 de los 313 diputados.

Los otros contendientes que quedaron en el camino, fueron el ministro de Medio Ambiente, Michael Gove y el ministro del Interior, Sajid Javid.

Ahora que ya se conocen los dos “tories” que buscarán la posición que deja Theresa May, a partir del sábado emprenderán una campaña que los llevará por todo el país para presentar sus programas a los 160,000 miembros del partido, quienes tendrán la última palabra durante una votación programa para finales de julio.

Llevar a cabo la salida de la Unión Europea (UE), el famoso Brexit, será la prioridad del nuevo jefe de gobierno.

Foto: Twitter

Cuatro aspirantes siguen adelante en el proceso de primarias para suceder a Theresa May al frente del Partido Conservador y del gobierno británico, después de que el ministro de Desarrollo Internacional, Rory Stewart, quedara eliminado este miércoles.

En la tercera votación del proceso para elegir al nuevo líder, el ex alcalde de Londres, Boris Johnson, que defiende abandonar la Unión Europea (UE) el 31 de octubre con o sin acuerdo, volvió a ser el candidato con mayor respaldo, al sumar 143 de los 313 votos emitidos.

Mañana jueves se celebrarán nuevas rondas de votaciones, hasta que tan solo queden dos aspirantes, que se someterán entonces a una elección entre los afiliados de la formación británica, cuyo ganador se conocerá a finales de julio.

Los tres “tories” que se tendrán que enfrentar a Johnson son:

  • El ministro de Exteriores, Jeremy Hunt, quien se adjudicó 54 votos en apoyo.
  • El ministro para el Medio Ambiente, Michael Gove, que logró 51.
  • El ministro del Interior, Sajid Javid, que obtuvo 38.

De acuerdo a la prensa y especialistas locales, Johnson tiene prácticamente el puesto asegurado en la consulta final que se llevará a cabo entre los 160,000 miembros del partido.

El ex alcalde de Londres, que este miércoles cumple 55 años, aprovechó su cuenta de Twitter para dar las gracias por el apoyo recibido, e insistió en que aún hay mucho trabajo por hacer.

Durante el congreso anual del Partido Conservador, la primer ministra de Reino Unido, Theresa May, se robó los reflectores aunque no por el mensaje que ofreció sobre el Brexit, sino por el baile que ejecutó del tema ‘Dancing Queen’ de ABBA.

Cuando fue anunciada, May apareció en el escenario con la icónica canción de fondo, por lo que no dudó en bailar mientras se dirigía al pódium. Los presentes la ovacionaron inmediatamente, lo que ocasionó que el momento llegara a las redes sociales donde también ha causado múltiples reacciones.

Luego del baile, su discurso sobre el Brexit quedó en segundo plano, aunque la líder aseguró que no habrá un segundo referéndum como algunas voces lo han sugerido.

“Reino Unido no teme salir sin acuerdo si tenemos que hacerlo (…) Pero tenemos que ser sinceros sobre esto. Salir sin un acuerdo, introducir aranceles y costosos controles en la frontera, sería un mal resultado para Reino Unido y para la Unión Europea”, refirió May.

 

Dos de los vicepresidentes del Partido Conservador británico, Ben Bradley y Maria Caulfield, presentaron hoy su dimisión en desacuerdo con la política adoptada por la primera ministra, Theresa May, de cara al Brexit.

Los dos vicepresidentes de los “tories” se unen así, aunque con puestos de menor responsabilidad, a la ronda de dimisiones que el pasado domingo inició el ministro para el Brexit, David Davis.

Horas después presentó también su renuncia el titular de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, ambos por los mismos motivos de discrepancia con May respecto al Brexit.

Caulfield escribió hoy en su carta de renuncia que no puede apoyar “la dirección que están tomando las negociaciones del ‘brexit” porque, bajo su punto de vista, no se están aprovechando “todas las oportunidades” que la salida de la Unión Europea (UE) brinda al Reino Unido.

Para la hasta ahora vicepresidenta conservadora, la política adoptada por May será “mala para el país y mala para el partido” y traerá como consecuencia que el líder laborista, Jeremy Corbyn, acabará siendo primer ministro.

En la misma línea se pronunció Bradley, quien a su juicio, el acuerdo adoptado el pasado viernes en Chequers, en el que se propone la eventual creación de un mercado común de bienes con la UE con cierta armonización normativa y aduanera, ha “dañado” las oportunidades que el Brexit como tal pudo haberle dejado a Reino Unido.

“Estamos dando a Corbyn las llaves del número 10 de Downing Street”, aseguró el político.

 

Con información de EFE / Foto: Archivo APO