Plaza Artz Pedregal y Grupo Sordo Madaleno informaron que tras el derrumbe que en el inmueble se decidió contratar al Instituto de Ingeniería de la UNAM, a la firma estadounidense Wiss Janney & Elstner (WJE) y a la empresa Stark + Ortiz S.C., para llevar a cabo peritajes independientes y determinar que pasó el pasado 12 de julio.

A través de un comunicado se informó que tanto el peritaje del Instituto de Ingeniería como el de la empresa WJE y Stark + Ortiz S.C. coincidieron en que la caída del volado se debió a un error de cálculo estructural.

Precisaron que se procedió a realizar una revisión de la geometría, materiales y cargas consideradas en el reporte proporcionado al Instituto (UNAM), y en él se observó que los criterios de revisión considerados en el reporte “son adecuados a la práctica actual de la Ingeniería Estructural y se apegan a lo establecido en las normas de construcción vigentes en la Ciudad de México”.

Añadieron que después de haber realizado un análisis independiente, considerando la información proveída en el reporte (geometría, materiales y cargas), se llegó a la conclusión de que “la capacidad de los elementos estructurales no fue suficiente para soportar la combinación de cargas gravitacionales”.

Por su parte el dictamen de la empresa WJE concluyó que “nuestro análisis indica que los coeficientes de exigencia-capacidad del LRFD¹ (cargas de diseño consideradas divididas entre la capacidad máxima del diseño) para las vigas objeto del mismo exceden el 1.0 para la suma de cargas muertas y vivas. De hecho, los coeficientes de exigencia-capacidad del LRFD exceden el 1.0 tan solo para las cargas muertas. Correspondientemente, los factores de seguridad del ASD² están muy por debajo del 1.67 para la suma de cargas muertas y vivas, y cerca del 1.0 tan solo para las cargas muertas”.

En tanto, la empresa Stark + Ortiz S.C. concluyó que para la combinación de cargas gravitacionales las trabes eran insuficientes para soportar las solicitudes de diseño.

Tras informar sobre las conclusiones de los tres estudios, se precisó que los cálculos estructurales del volado fueron responsabilidad de la empresa Vargas de la Rosa, además de se trata de un diseño único que no se repite en otra parte del complejo.

Sobre los diversos señalamientos que se han hecho sobre la construcción del inmueble, Grupo Sordo Madaleno aseguró que cumplieron cabalmente todos los procedimientos al contratar una supervisión de obra, un corresponsable estructural y un director responsable de obra, tal como lo exige la normatividad de construcción de la Ciudad de México.