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Prigozhin

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El presidente ruso, Vladimir Putin, sugirió este jueves que el desplome aéreo en el que murió el jefe del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, fue causado por la detonación de granadas de mano en el interior de la aeronave, y no por un ataque con misiles.

El avión privado Embraer en el que Prigozhin viajaba a San Petersburgo se desplomó el pasado 23 de agosto al norte de Moscú, causando la muerte de las 10 personas que iban a bordo, entre ellas otros dos altos cargos de Wagner, los cuatro guardaespaldas de Prigozhin y una tripulación de tres personas.

Putin sugirió que el avión fue volado desde dentro, compartiendo así lo que el jefe del comité de investigación ruso le había informado hace unos días.

“Se encontraron fragmentos de granadas de mano en los cuerpos de los fallecidos en el accidente”, dijo Putin en una reunión del Club de Debate Valdai en la localidad turística de Sochi, en el mar Negro.

“No hubo impacto externo en el avión, eso es un hecho establecido”, dijo Putin, desmintiendo los señalamientos de funcionarios estadounidenses, que apuntaban que lo sucedido pudo haberse tratado de un derribo.

Putin no dio más detalles sobre cómo pudieron detonarse una o varias granadas a bordo, pero dijo que creía que los investigadores se equivocaban al no haber realizado pruebas de alcohol y drogas a los cadáveres de los fallecidos en el accidente, dado que en el pasado se habían encontrado cantidades de cocaína en la oficina de Wagner en San Petersburgo.

Los investigadores a cargo de lo ocurrido aún no han informado públicamente sobre la causa del desplome.

Recordemos que el motín de Prigozhin supuso el mayor desafío al Gobierno de Putin desde que el exespía del KGB llegó al poder en 1999. Los diplomáticos occidentales afirman que puso de manifiesto las tensiones que sufre Rusia por la guerra de Ucrania.

Rusia es actualmente “invencible”, al igual que lo fue durante la Segunda Guerra Mundial, afirmó este viernes el presidente ruso, Vladimir Putin, en un encuentro con adolescentes al inicio del año escolar.

“Entendí por qué ganamos la Gran Guerra Patria: es imposible vencer un pueblo con esa mentalidad. Éramos absolutamente invencibles y, hoy en día, lo seguimos siendo”, declaró Putin, según afirmaciones transmitidas en televisión.

El presidente ruso suele establecer paralelos entre la guerra contra la Alemania nazi y la actual ofensiva rusa en Ucrania, que empezó en febrero de 2022.

Las declaraciones de Putin se dan de forma paralela a que se difundiera una encuesta que señala que el 20% de los rusos cree que la muerte del jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, ocurrida la semana pasada, se debe a una “venganza” de las autoridades rusas por la rebelión fallida que encabezó el 23 y 24 de junio pasado.

La muestra, realizada por Levada, el principal centro sociológico independiente de Rusia, indica que el 26% de los encuestados opina que la muerte de Prigozhin se debió a un “trágico accidente”. Un 16% está convencidos de que el dueño de Wagner sigue vivo y que el incidente fue “un montaje”.

Un 14% de los rusos considera que la aeronave de Prigozhin se desplomó como resultado de un “atentado organizado por los servicios secretos extranjeros”, una de las versiones del siniestro sugerida por los medios rusos.

Recordemos que el avión privado Embraer Legacy 600 en el que viajaba Prigozhin se desplomó cuando viajaba de Moscú a San Petersburgo. En él viajaban 10 personas en total, tres de ellas eran tripulación  y el resto milicias de Wagner, incluido su fundador.

Hasta ahora no se ha informado de avances en la investigación de la causa del siniestro del avión. El Kremlin rechazó la participación de instituciones internacionales en la investigación.

Explicó que “existen diversas versiones, entre las cuales está un acto premeditado malintencionado”, por lo cual la investigación no se llevará a cabo del mismo modo que si fuera un simple accidente aéreo.

El Kremlin descartó este miércoles la posibilidad de la participación de instituciones internacionales en la investigación del desplome del avión en el que viajaba el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, que muchos señalan como un atentado.

“Las investigaciones están a cargo del Comité de Instrucción de Rusia, el presidente (ruso, Vladímir) Putin ya se refirió a esto. Por ello, en este caso no existe la posibilidad de una investigación internacional”, declaró en rueda de prensa el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.

Según el representante del Kremlin, “existen diversas versiones, entre las cuales está un acto premeditado malintencionado”, por lo cual la investigación no se llevará a cabo del mismo modo que si fuera un simple accidente aéreo. “Esperemos los resultados de la investigación”, añadió.

Hoy, el diario digital independiente Meduza informó, sin revelar sus fuentes, que el Comité Interestatal de Aviación, entidad con sede en Moscú que investiga incidentes y accidentes en la postsoviética Comunidad de Estados Independientes (CEI), no investigará este suceso acorde con las normas internacionales.

Posteriormente, el Comité Interestatal de Aviación emitió una nota informativa breve en la que aseguró que no investiga el siniestro, sin dar más detalles, y se negó a comentar “las circunstancias del suceso”.

Según medios internacionales, el Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aeronáuticos de Brasil (Cenipa) y la Empresa Brasileña de Aeronáutica (EMBRAER), fabricante de la siniestrada aeronave, expresaron su disposición a participar en la investigación del siniestro.

El avión Embraer en el que viajaba Prigozhin junto a otros nueve ocupantes, algunos altos mandos del grupo de mercenarios rusos Wagner, se desplomó la semana pasada en la región de Tver mientras se dirigía de Moscú a San Petersburgo.

Las autoridades rusas identificaron a todos los pasajeros y tripulantes, incluido Prigozhin, quien fue enterrado ayer en una ceremonia celebrada en secreto y entre estrictas medidas de seguridad.

Hasta el momento no se ha dado ninguna información oficial sobre las causas del siniestro, pero entre las principales versiones se encuentra el estallido de una bomba a bordo.

Algunos partidarios de Prigozhin, la oposición rusa en el exilio y medios internacionales responsabilizan a Putin de la muerte del jefe de Wagner, quien se había sublevado meses atrás contra el Kremlin.

Putin transmitió públicamente sus condolencias por los fallecidos, tras lo que Peskov negó categóricamente que el jefe del Kremlin diera la orden de liquidar a Prigozhin.

En tanto, los representantes del Grupo Wagner recomendaron hoy a los mercenarios que integran sus filas que se busquen otro trabajo, esto tras la muerte de Prigozhin.

“Varias decenas de miles de combatientes plenamente preparados están listos para trabajar y dispuestos a defender su patria (en Ucrania), pero debido a circunstancias bien conocidas por ahora no nos dejan”, señaló el representante de Wagner en un audio reproducido por el portal “Bashnie Istorii”.

Añade que los wagneritas se ven ahora obligados a buscar trabajo en África y Oriente Medio, pero que “la situación allí tampoco es fácil”.

“Tenemos una dura competencia por parte del Ministerio de Defensa y de la Guardia Nacional que también planean e intentan también acceder (a esas zonas) con actividades análogas a las nuestras”, apunta.

El portavoz de Wagner explicó que Prigozhin abordó ese asunto en su último viaje a África, donde varios países mostraron interés en sus servicios, aunque dichos contratos están en el aire.

“Intentaremos encontrar trabajo para nuestros miembros. Cuándo y cuánto, lo desconocemos. Por eso, esperar o buscar otro trabajo. Seguir de cerca la situación internacional. Si nuestro equipo recibe permiso para volver a la zona de la operación militar especial (en Ucrania), entonces reanudaremos activamente el reclutamiento de hombres. Trabajo habrá”, comentó.

El jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, fue sepultado este martes en San Petersburgo, su ciudad natal, a puerta cerrada y en medio de extremas medidas de seguridad, en un funeral al que no asistió el presidente, Vladímir Putin.

La ceremonia estuvo marcada por el secretismo, ya que las autoridades temían posibles incidentes por parte de los más radicales partidarios de Prigozhin, algunos de los cuales acusan a Putin de ordenar su asesinato.

Las muestras de duelo por la muerte del “Héroe de Rusia” no se limitaron a la antigua capital zarista, ya que en Moscú sus correligionarios han erigido un imponente altar a escasa distancia de la plaza Roja.

Menos de medio centenar de familiares y estrechos colaboradores pudieron despedirse del líder de los mercenarios wagneritas en el cementerio Porojóvskoye.

Según medios cercanos a Wagner, la familia eligió dicho ligar por ser donde yacen también los restos del padre del empresario.

Prigozhin falleció el pasado 23 de agosto cuando se estrelló el avión privado en el que volaba a unos 300 kilómetros al noroeste de Moscú.

La prensa local y extranjera no tuvo conocimiento en ningún momento del lugar del entierro hasta que éste ya se había consumado, por lo que incluso se especuló con que sería sepultado en el mismo cementerio que los padres de Putin, también oriundo de San Petersburgo.

En las escasas imágenes ofrecidas por la televisión se ve como la tumba de Prigozhin está presidida por una foto, varios ramos de rosas rojas y una cruz techada.

Las autoridades no informaron de incidentes en las inmediaciones del cementerio, donde la Guardia Nacional se encargó de la seguridad acompañada de perros detectores de explosivos.

Pese al reconocimiento que hiciera Putin tan pronto se conociera su muerte, no hubo funeral de Estado para Prigozhin, que protagonizó hace dos meses una fallida rebelión militar contra el Kremlin, que le acusó entonces de traición.

No hubo ni salvas de honor ni orquesta militar como es habitual en el entierro de un Héroe de Rusia, según informes de la prensa local.

El Comité de Instrucción de Rusia confirmó el pasado domingo la identificación del cadáver de Prigozhin y los de los otros nueve fallecidos en el siniestro de su avión Embraer.

Pero, por el momento, no hay avances en la investigación sobre las causas del siniestro, que Putin calificó en su mensaje de condolencias de “catástrofe aérea”.

La versión de un misil lanzado por error por las baterías antiaéreas rusas aún no ha desaparecido de las redes sociales, aunque las autoridades siguen inclinándose más por una explosión a bordo, por un fallo técnico o incluso un error de pilotaje.

La Comisión Investigadora de Rusia informó este fin de semana que confirmó, mediante pruebas de ADN, que el fundador del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, murió en el avión que se desplomó la semana pasada cerca de Moscú.

Svetlana Petrenko, portavoz de la Comisión, señaló en un comunicado que, por medio de exámenes forenses y genéticos, se identificaron los 10 cuerpos recuperados en el lugar de los hechos, y los hallazgos “coinciden con la lista” de pasajeros.

Pese al informe sobre la identificación de los cuerpos, no se ofrecieron detalles sobre las causas que podrían haber provocado la caída del avión.

La autoridad de aviación civil de Rusia dijo que Prigozhin, de 62 años, y algunos de sus principales lugartenientes, estaba en la lista de pasajeros que viajaban en el avión, además de los tripulantes.

Los siete pasajeros y tres miembros de la tripulación fallecieron cuando el avión se desplomó entre Moscú y San Petersburgo, ciudad natal de Prigozhin.

Recordemos que hace dos meses, Prigozhin orquestó una rebelión contra las fuerzas armadas rusas, y llevó a sus mercenarios desde Ucrania hacia Moscú. El presidente ruso Vladímir Putin señaló que la acción había sido una “traición” y prometió un castigo para aquellos involucrados.

En lugar de ello, el Kremlin llegó a un acuerdo con Prigozhin para poner fin a la revuelta armada, y le indicó que podría salir libre sin enfrentar algún cargo y que se podía reubicar en Bielorrusia.

Sin embargo, una evaluación preliminar de los servicios de inteligencia estadounidenses concluyó que una explosión intencionada provocó la caída del avión. Eso provocó que las sospechas de que el presidente ruso era el artífice del posible atentado, crecieran. El Kremlin las rechazó esto al calificarlo como una “completa mentira”.

Uno de los funcionarios occidentales que describió la evaluación inicial dijo que determinó que Prigozhin era “muy probablemente” el objetivo y que una explosión estaría en línea con la “larga historia de Putin de tratar de silenciar a sus críticos”.

El segundo al mando de Prigozhin, Dmitry Utkin, así como el cerebro de la logística de Wagner, Valery Chekalov, también murieron en el incidente. Se cree que Utkin fue el fundador de Wagner y bautizó al grupo con su nombre de guerra.

El destino de Wagner, que hasta hace poco desempeñaba un papel destacado en la campaña militar rusa en Ucrania y participaba en varios países de África y Medio Oriente, sigue siendo incierto.

En tanto, el Kremlin afirmó este lunes que no sabe cómo y cuándo se celebrará el funeral de Prigozhin, ya que dijo, las decisiones al respecto las toma la familia del empresario.

“Esas decisiones siempre se toman con los familiares y se basan, en primer lugar, en el deseo de los familiares”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su conferencia de prensa diaria.

Peskov agregó que por el momento no tiene información sobre el funeral de Prigozhin, distinguido con el título Héroe de Rusia. “Cuando haya una decisión, esta se hará pública”, aseguró.

Al ser cuestionado sobre si el presidente ruso, Vladímir Putin, planea asistir al entierro, el portavoz del Kremlin señaló que de momento no se sabe “cuándo y cómo” se celebrarán los funerales, por lo que “no puede haber ahora una respuesta a esa pregunta”.

Según canales de Telegram cercanos al Grupo Wagner, el último adiós a Prigozhin tendrá lugar mañana, martes, en San Petersburgo, su ciudad natal. Al funeral asistiría solo el círculo íntimo del jefe de Wagner, indicó VCHK-OGPU.

El Comité de Instrucción de Rusia (CIR) informó hoy de que ha encontrado las cajas negras del avión privado Embraer, en el que viajaba el  jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, que se estrelló el miércoles pasado cerca de Moscú.

“La investigación ha recuperado las cajas negras. Continúa el estudio pormenorizado del lugar del siniestro”, informó el CIR a las agencias locales.

Añadió que también se están recuperando diferentes objetos y documentos que son fundamentales “para esclarecer las circunstancias de la catástrofe aérea”.

La prensa local había especulado con que alguien había robado las cajas negras con el fin de impedir que se aclarara si se trató de un asesinato, como diversas voces lo han señalado y que se ha visto reforzado por la prensa independiente rusa.

A su vez, el CIR explicó que para, identificar a los ocupantes del aparato, se tendrán que realizar “exámenes genéticos moleculares” (de ADN). Pese a que en un inicio de informó que los cuerpos recuperado eran ocho, ahora se indicó que “en el lugar del accidente se encontraron diez cadáveres”.

Debido al impacto del avión, los tres tripulantes y los siete pasajeros resultaron carbonizados.

Por su parte el Kremlin negó hoy rotundamente las “especulaciones” de que el presidente ruso, Vladímir Putin, esté detrás de la tragedia.

“Es todo mentira”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en su primera rueda de prensa tras un paréntesis de casi tres semanas.

“Al abordar ese tema hay que basarse en hechos”, indicando que que éstos, por el momento, “no son muchos”, porque hay una investigación en marcha.

“Hay mucha especulación en torno al accidente de avión y la trágica muerte de los pasajeros, incluido Yevgueni Prigozhin, y ya sabemos en qué sentido se especula en Occidente”, agregó Peskov.

Y es que opositores al gobierno ruso o expartidarios caídos en desgracia fueron asesinados o sufrieron intentos de asesinato, aunque el Kremlin siempre ha negado su implicación en cualquiera de esos casos.

Según Peskov, la investigación sobre las causas de la caída del avión seguirá.

Mientras, fuentes oficiales estadounidenses informaron al Wall Street Journal que el incidente fue, en realidad, un asesinato, pero no con un misil tierra-aire, algo que también ha descartado el Pentágono, sino un sabotaje con una bomba colocada en la aeronave.

En tanto, Putin rompió ayer el silencio sobre lo ocurrido al avión de Prigozhin, al que recordó conocer desde hacía 30 años y cuya figura reconoció; destacó que los exámenes técnicos y genéticos que realizarán los especialistas requerirán “algún tiempo”.

Recordemos que el líder ruso le acusó de traición cuando el jefe de Wagner se sublevó hace dos meses y llegó con sus tropas a unos 200 kilómetros de Moscú, pero después lo recibió en el Kremlin y acordó que trasladaría a sus mercenarios a Bielorrusia.

Al respecto, el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko aseguró hoy que para las autoridades rusas “no tenía ningún sentido” liquidar a Prigozhin y también descartó la implicación del jefe del Kremlin.

“Para un jefe de Estado, eso es una locura. Y él no es un loco”, aseveró y tachó de “inadmisible” si se confirma que fue un asesinato.

El presidente ruso, Vladimir Putin, expresó este jueves sus condolencias a la familia del jefe de los mercenarios de Wagner, Yevgeny Prigozhin, tras su muerte en el desplome del avión en que viajaba la tarde de ayer, y se refirió a él como un “empresario de talento”.

Los investigadores del accidente aún no han identificado de forma concluyente los restos de las 10 personas que murieron en el accidente al noroeste de Moscú; incluso Putin dijo que el examen llevaría tiempo.

“En cuanto a la tragedia aérea, en primer lugar quiero expresar mis más sinceras condolencias a las familias de todas las víctimas. Siempre es una tragedia”, dijo Putin en declaraciones televisadas durante una reunión en el Kremlin con el jefe de la región de Donetsk, en el este de Ucrania, nombrado por Moscú.

“De hecho, si los empleados de la compañía Wagner estaban allí, y los datos preliminares indican que lo estaban, me gustaría señalar que estas personas hicieron una contribución significativa a nuestra causa común de combatir el régimen neonazi en Ucrania, lo recordamos, lo sabemos y no lo olvidaremos”, añadió.

Sus declaraciones confirmarían los reportes que, por ahora, solo han dado las autoridades rusas sobre la muerte del líder del Grupo Wagner.

El percance aéreo ocurrió exactamente dos meses después de que Prigozhin encabezó un motín contra la cúpula del Ejército ruso, un acto de rebelión que Putin condenó en su momento como una traicionera “puñalada por la espalda”.

Putin recordó este jueves que conocía a Prigozhin, un exconvicto que llegó a establecer una exitosa empresa de catering antes de fundar el grupo mercenario Wagner, de ahí el sobrenombre con que se le conocía: el cocinero de Putin; desde principios de la década de 1990, inmediatamente después del colapso de la Unión Soviética.

“Él (Prigozhin) era una persona con talento, un hombre de negocios con talento, trabajó no sólo en nuestro país, y consiguió resultados, sino también en el extranjero, sobre todo en África. Allí se dedicó al petróleo, el gas, los metales preciosos y las joyas”, detalló.

En tanto, Estados Unidos está analizando una serie de teorías sobre las causas en las que se estrelló.

Dos funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato con la agencia Reuters, dijeron que el causante del incidente probablemente fue un misil tierra-aire disparado desde Rusia.

Los funcionarios enfatizaron que la información aún era preliminar y estaba bajo revisión, y no descartaron un cambio en la evaluación.

Este jueves, el Wall Street Journal publicó una teoría diferente: que una bomba a bordo del avión o algún otro sabotaje causó el incidente.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo ayer que no le sorprendieron los informes de que Prigozhin había muerto en un accidente aéreo, y añadió que no suceden muchas cosas en Rusia en que el presidente Vladimir Putin no esté detrás.

Un avión privado Embraer se estrelló hoy en la región rusa de Tver con diez pasajeros a bordo, entre los que se encuentra el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, quien lideró una rebelión contra el gobierno de Vladímir Putin hace unos meses.

“Se ha abierto una investigación sobre la catástrofe del avión Embraer ocurrida esta tarde en la región de Tver. Según la lista de pasajeros, entre ellos se encuentra el nombre y apellidos de Yevgueni Prigozhin”, informó la agencia de aviación civil, Rossaviatsia, a agencias locales.

Por su parte, el Ministerio para Situaciones de Emergencia confirmó que el siniestro tuvo lugar cerca de la localidad de Kuzhenkino y que tres de las diez personas que viajaban a bordo del aparato eran tripulantes.

“Según datos preliminares, todos los que iban a bordo han muerto”, informó el Ministerio para Situaciones de Emergencia.

El avión se estrelló en Tver, que se encuentra a menos de 200 kilómetros de Moscú, cuando efectuaba un vuelo entre la ciudad de San Petersburgo y la capital rusa.

Efectivos de Emergencias se han desplazado a la zona del accidente para iniciar las labores de búsqueda y rescate .

En tanto, el gobernador de Tver, Ígor Rudenia, asumió el control personal de la investigación de lo ocurrido con el avión civil.

Los servicios de emergencia rusos rescataron ocho cadáveres en el lugar del siniestro. Por ahora, según informa la agencia oficial RIA Nóvosti, los servicios de salvamento no han confirmado la identidad de los cadáveres hallados cerca de la localidad de Kuzhenkino.

Según la prensa, los cuerpos están totalmente carbonizados, así que será probablemente necesario realizar una prueba de ADN para confirmar su identidad.El portal Baza asegura que uno de los pasajeros resultó decapitado en el accidente.

Prigozhin, de 62 años, protagonizó hace dos meses una fallida rebelión militar contra el Kremlin en la que llegó a tomar una de las ciudades más importantes del sur de Rusia, Rostov del Don.

Tras la mediación del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, Prigozhin aceptó replegar a sus mercenarios y trasladar su base a territorio de esa antigua república soviética.

Después de acusarle de traición, el presidente ruso, Vladímir Putin, lo recibió en el Kremlin, tras lo que Prigozhin anunció el reinicio de las operaciones de Wagner en África.

Prigozhin apareció este lunes por primera vez desde el motín en vídeo, en el que sugirió que había vuelto a África para hacer que Rusia sea “aún más grande en todos los continentes”.

“El Grupo Wagner hace que Rusia sea aún más grande en todos los continentes y que África sea aún más libre”, dice Prigozhin en la grabación, difundida por canales de Telegram próximos a la milicia rusa.

El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, aseguró este jueves que el jefe del grupo paramilitar Wagner, Yevgueni Prigozhin, que recientemente se rebeló contra los mandos militares del presidente Vladimir Putin, estaba en Rusia.

“En cuanto a Prigozhin, está en San Petersburgo. ¿Dónde está esta mañana? Puede haber partido a Moscú o a otro lado, pero no está en territorio bielorruso”, dijo Lukashenko en una rueda de prensa con medios extranjeros en Minsk.

Recordemos que fue Lukashenko quien medió el acuerdo que puso fin a la revuelta del 23 y 24 de junio de Prigozhin, cuyas milicias tuvieron un papel preponderante en la ofensiva rusa en Ucrania. Ese pacto incluía que el mercenario se exiliara en Bielorrusia, un país aliado y vecino de Rusia.

En ese sentido, Lukashenko había asegurado el pasado 27 de junio que Prigozhin había llegado a Bielorrusia.

“Sé con certeza que está en libertad”, añadió Lukashenko, afirmando que en una llamada que sostuvo con Prigozhin éste le aseguró que continuaría “trabajando para Rusia”.

Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, al ser interrogado sobre el paradero de Prigozhin, respondió: “No seguimos sus movimientos”.

Putin, que denunció a Prigozhin como “traidor”, dio a los combatientes de Wagner la opción de unirse al ejército regular, irse a Bielorrusia o regresar a la vida civil. Pero según Lukashenko, los combatientes de Wagner también están “en sus campamentos permanentes” en Ucrania y no en Bielorrusia, “por el momento”.

El presidente bielorruso aseguró también que la cuestión de la “reubicación” de Wagner en Bielorrusia “no está resuelta”, al tiempo que dijo estar convencido de que el grupo paramilitar ruso no se rebelará ni usará sus armas contra su gobierno.

Tras su motín de 24 horas que sacudió el Kremlin, Prigozhin aseguró que no quería tomar el poder sino proteger a Wagner del riesgo de ser desmantelado por el Estado Mayor ruso, al que acusa de incompetencia en el conflicto de Ucrania.

En medio de esto, medios rusos difundieron la noche de ayer imágenes del cateo a la casa en San Petersburgo de Prigozhin, realizado durante su intento de rebelión de finales de junio.

Las imágenes muestran una enorme y lujosa mansión, con un helicóptero en el jardín.

Durante el registro, según estas grabaciones, los agentes descubrieron fajos de dólares y de rublos, lingotes de oro, numerosas armas, varios pasaportes con distintos nombres y un armario repleto de pelucas.

La web de noticias Fontanka, con sede en San Petersburgo, indicó también que los investigadores encontraron una fotografía con “cabezas cortadas” en el domicilio. Los mercenarios de su organización a menudo son acusados de abusos.

Esta página también publicó una fotografía que muestra un enorme mazo en una habitación de la casa, cuya cabeza metálica lleva inscrito el mensaje: “En caso de negociaciones importantes”.

El mazo es uno de los símbolos del grupo Wagner, que se jacta de presumir este arma para ejecutar o torturar a sus enemigos.

El jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, planeaba capturar a líderes militares rusos como parte de la rebelión que puso en marcha el pasado fin de semana y que adelantó después de que la inteligencia rusa descubriese su plan, según The Wall Street Journal (WSJ).

Citando a fuentes occidentales, el diario informa que originalmente Prigozhin preveía capturar al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y al jefe del Estado Mayor General, Valeri Guerásimov, durante una visita que iban a hacer a una zona fronteriza con Ucrania, pero los servicios secretos rusos descubrieron el plan dos días antes de su ejecución.

Agencias de inteligencia occidentales, apunta el periódico, también tuvieron conocimiento de los planes del líder de Wagner y consideraban que tenía posibilidades de éxito, que se desmoronaron al filtrarse la conspiración y forzar a improvisar una alternativa.

El WSJ señala que fuentes occidentales creen que Prigozhin había comunicado sus intenciones al general ruso Serguéi Surovikin, una información también publicada por The New York Times y que ha sido calificada de “especulación” por el Kremlin.

Según las fuentes del diario, Prigozhin había acumulado armamento y munición y esperaba que parte de las Fuerzas Armadas rusas se sumasen al motín y se rebelasen contra sus comandantes.

Tras saber que su plan se había filtrado, el jefe del grupo de los mercenarios adelantó sus movimientos y capturó la ciudad de Rostov, para luego enviar una columna en dirección a Moscú, que se detuvo tras las negociaciones en las que medió el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko.

El acuerdo alcanzado entre el Kremlin y Prigozhin para detener el motín preveía la anulación del cargo penal por rebelión armada contra el jefe de Wagner a cambio de que se marchara a Bielorrusia.

El presidente ruso, Vladímir Putin, también ofreció a los mercenarios que se sublevaron junto a Prigozhin irse al país vecino o suscribir un contrato con el Ministerio ruso de Defensa u otras agencias de seguridad de Rusia para subordinarse a las estructuras legales y oficiales.

En sus mensajes de los últimos días, Prigozhin dijo públicamente que su rebelión tenía como objetivo desbancar a Shoigú y Guerásimov, como responsables de los problemas en la invasión de Ucrania, pero que no buscaba derrocar el Gobierno de Putin.

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, confirmó hoy que el jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, ha llegado al país, donde debe vivir exiliado tras la rebelión armada que encabezó el fin de semana en Rusia.

“Se proporcionaron garantías de seguridad, como prometió ayer (el presidente Vladímir Putin) (..) Sí, de hecho, hoy está en Bielorrusia”, indicó Lukashenko en una ceremonia de entrega del grado de general.

Lukashenko, que ejerció de mediador, defendió este martes que Prigozhin ha recibido “garantías de seguridad”, horas después de que las autoridades de Rusia anunciaran el archivo de todas las causas penales abiertas contra el Grupo Wagner, según informó la agencia de noticias oficial BelTA.

El presidente bielorruso había reconocido previamente que dio orden a su Ejército de estar listo para el combate ante la posible escalada de las tensiones que afectaban a su estrecho aliado.

Asimismo, advirtió del potencial beneficio para Occidente de este tipo de crisis y del riesgo de una crisis en el país vecino: “Si Rusia colapsa, todos moriremos”, señaló.

Lukashenko sugirió hoy que los mercenarios del Grupo Wagner que se exilien en su país podrían “ayudar” a la antigua república soviética con su experiencia como fuerza de asalto, técnicas de combate y el manejo de armas.

“Si sus comandantes vienen y nos ayudan… Es experiencia. Eran grupos de asalto en la vanguardia. Nos contarán lo que es importante ahora. Porque pasaron por todo esto (…) Sobre táctica, armamento, cómo avanzar y cómo defenderse. Es algo que no tiene precio. Esto es lo que debemos coger de los wagneritas”, afirmó.

Recordemos que tras la fracasada sublevación del Grupo Wagner, el presidente ruso, Vladímir Putin, propuso a los wagneritas sumarse a las Fuerzas Armadas de Rusia u agencias de seguridad del país, regresar a sus casas o irse al exilio en Bielorrusia, junto a su jefe, Yevgueni Prigozhin.

Según el mandatario bielorruso, supo de la rebelión desde el sábado pasado a primera hora, y casi inmediatamente, conversó con su homólogo ruso, Vladímir Putin, quien le informó “del modo más detallado” sobre la situación.

“Lo más peligroso, según comprendí, no era la situación en ese momento, sino cómo podía desarrollarse y su consecuencias (…) y también comprendí que se había tomada la decisión cruel de machacarlos. Propuse a Putin que no se apurara”, dijo Lukashenko.

El presidente bielorruso añadió que Putin no tenía muchas esperanzas en la posibilidad de un diálogo con Prigozhin, ya que el jefe de Wagner “no respondía al teléfono y no quería hablar con nadie”.

Tras recibir del Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia el teléfono de Prigozhin, Lukashenko contactó con él y lo notó “muy alterado”: “la primera ronda de conversaciones duró 30 minutos entre palabrotas exclusivamente”, recordó.

Lukashenko señaló que los combatientes de Wagner “recién venían del frente en Ucrania, donde vieron la muerte de miles de los suyos”. “Los muchachos estaban muy ofendidos, especialmente los comandantes. Y según comprendí, ellos influyeron mucho en Prigozhin”.

Prigozhin, según el presidente bielorruso, insistía en marchar a Moscú, ante lo cual Lukashenko le aseguró que nadie le entregaría ni al ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, ni al jefe del Estado Mayor, Valeri Guerásimov, contra los cuales lanzó Wagner su rebelión armada.

“Conoces a Putin tan bien como yo”, le dijo Lukashenko al jefe de Wagner, al señalar que aún si los mercenarios llegaban a Moscú el jefe del Kremlin jamás accedería a recibirle “en estas circunstancias”.

“Te aplastarán como a una chinche por el camino, pese a que el Ejército ruso está ocupado en el frente. Piensa en eso”, advirtió Lukashenko, quien aseguró a Prigozhin que estaba dispuesto a enviar una brigada bielorrusa “a defender Moscú, como en 1941”, en referencia a la Segunda Guerra Mundial.

En Broojula, Ana Paula Ordorica conversa con Brenda Estefan, analista internacional, sobre el enfrentamiento entre Prigozhin y Putin, y las consecuencias que tendrá para Moscú y sus efectos en el conflicto armando en Ucrania.