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El primer ministro indio, Narendra Modi, le dijo al presidente ruso, Vladimir Putin, que “no es el momento de hacer la guerra”, en un encuentro durante la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en Uzbekistán, según reportaron este viernes medios indios.

“Excelencia, sé que ahora no es el momento de hacer la guerra”, le dijo Modi a Putin en Samarcanda, en el primer encuentro entre ambos líderes desde que Rusia inició en febrero la invasión de Ucrania, según imágenes difundidas por el canal público indio Doordashan.

Putin contestó que él quiere acabar “lo antes posible” el conflicto en Ucrania, y dijo entender las “preocupaciones” de India.

“Conozco su posición respecto al conflicto en Ucrania, sus preocupaciones (…) Lo haremos todo por tal de que se termine todo lo antes posible”, contestó Putin en su encuentro con Modi.

Recordemos que India se ha abstenido de condenar explícitamente la invasión lanzada por Rusia, que es de lejos el mayor proveedor de armas de Nueva Delhi.

Pero Modi se esforzó en destacar la importancia de “la democracia, la diplomacia y el diálogo”. Igualmente, el primer ministro indio dijo que hablaría con Putin de la forma de “avanzar en el camino de la paz”.

Previo al encuentro, Putin dijo entender también las “preocupaciones” de China, un importante aliado de Moscú, por el conflicto de Ucrania, que disparó los precios del petróleo y otras materias primas.

Sin embargo, en una intervención tras una cumbre, Putin minimizó la contraofensiva ucraniana y advirtió que Rusia respondería con más fuerza si sus tropas se ven sometidas a mayor presión.

Putin calificó la invasión como un paso necesario para evitar lo que, según él, era un complot occidental para dividir a Rusia, y dijo que no tenía prisa en Ucrania, además de que sus objetivos seguían siendo los mismos.

“Las autoridades de Kiev anunciaron que han lanzado y están llevando a cabo una operación activa de contraofensiva. Bueno, vamos a ver cómo se desarrolla, cómo acaba”, dijo Putin con una sonrisa.

“Recientemente, las fuerzas armadas rusas han infligido un par de golpes sensibles. Supongamos que son una advertencia. Si la situación sigue desarrollándose así, la respuesta será más seria”, advirtió el mandatario ruso.

El presidente de China, Xi Jinping, y su homologo ruso, Vladimir Putin, se reunieron este jueves para estrechar sus relaciones bilaterales, luego de que Rusia sufriera un importante revés en el campo de batalla en Ucrania.

Los dos líderes se reunieron en Uzbekistán al margen de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, una alianza de seguridad de ocho naciones creada para contrarrestar la influencia estadounidense. Sus otros miembros son India, Pakistán y cuatro antiguas naciones soviéticas.

Además del ataque ruso a Ucrania, la reunión se da con conflictos entre Armenia y Azerbaiyán de fondo, así como las tensiones entre China y Estados Unidos, Europa y Japón debido a disputas tecnológicas, de seguridad y territoriales.

Al inicio de su reunión privada con Xi, Putin acusó lo que calificó de esfuerzo “indignante” de Estados Unidos y sus aliados para mantener su supuesta dominación global.

“Los intentos de crear un mundo unipolar han tomado últimamente una forma absolutamente indignante. Son absolutamente inaceptables para la vasta mayoría de los países del globo”, aseguró el presidente ruso.

Más cauteloso, Xi dijo que China estaba dispuesta con Rusia a “dar un ejemplo de potencia mundial responsable y cumplir un papel de líder para llevar a un mundo que cambia rápidamente por el camino del desarrollo sostenible y positivo”.

La cumbre en la antigua ciudad de Samarcanda es una escala en el primer viaje de Xi al exterior desde el comienzo de la pandemia de coronavirus hace dos años y medio, en el que busca afirmar a China como potencia regional.

De acuerdo a especialistas, el trasfondo de la reunión fue la retirada forzada de tropas rusas de grandes territorios en el noreste de Ucrania la semana pasada ante la contraofensiva ucraniana lanzada a inicios de mes.

Ucrania recuperó el control de varias ciudades y aldeas ocupadas por Rusia, lo que significó el mayor revés para Moscú desde que sus fuerzas se retiraran de los alrededores de la capital Kiev a principios de la guerra.

El gobierno de Xi, que antes de la invasión de Ucrania dijo que su amistad con Moscú era “ilimitada”, se ha negado a criticar las operaciones militares rusas.

Beijing e India han incrementado sus compras de petróleo y gas ruso, lo que ha permitido a Moscú compensar el impacto de las sanciones impuestas por Occidente desde la invasión.

“Apreciamos la posición equilibrada de nuestros amigos chinos en relación con la crisis ucraniana”, dijo Putin.

Los países de la Unión Europea deberían poner un tope a los precios del gas natural ruso y solicitar un “aporte solidario” a las empresas europeas de petróleo y gas que están obteniendo ganancias a medida que la guerra en Ucrania eleva los costos de la energía, dijo este miércoles la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

De cara al periodo invernal, los 27 países miembros de la UE se esfuerzan por contener una crisis energética que podría conducir a apagones, fábricas cerradas y una recesión profunda.

Y es que Rusia ha cortado parcial o totalmente el suministro de gas a 13 países europeos que utilizan el combustible para calentar hogares, generar electricidad y hacer marchar las fábricas.

“Enfrentamos una situación extraordinaria porque Rusia es un proveedor en el cual no se puede confiar, pero también porque manipula activamente el mercado del gas”, advirtió von der Leyen en conferencia desde Bruselas.

“Debemos reducir los ingresos de Rusia, que (el presidente ruso Vladimir) Putin utiliza para financiar su guerra atroz en Ucrania”, añadió.

Sin embargo, se negó a recomendar topes de precios y dijo que estos se deben acordar durante las conversaciones de emergencia de los ministros de energía de la UE que tendrá lugar el próximo viernes.

El organismo ejecutivo de la UE someterá una serie de propuestas a debatir entre los ministros.

Y es que el gas que llegaba por el ducto ruso representaba el 40% del fluido importado por Europa hasta que Putin ordenó la invasión de Ucrania, pero ahora representa el 9%, según Von der Leyen. Ahora, Noruega vende más gas al bloque que Rusia.

Al respecto, el presidente Vladímir Putin amenazó hoy a Occidente con cortarle la llave del gas y el petróleo si pone un tope a los precios de los hidrocarburos de su país, y también con romper el contrato de exportación de cereal con Ucrania si no levanta las sanciones.

“Existen obligaciones contractuales, contratos de suministro. Y si se toma algún tipo de medida política que contradiga los contratos, simplemente no los cumpliremos”, dijo Putin durante el VII Foro Económico Oriental en Vladivostok, capital del lejano oriente ruso.

Rusia “no suministrará nada si va en contra de nuestros intereses, en este caso económicos. Ni gas, ni petróleo, ni carbón”, agregó.

Putin insistió en que el Kremlin tiene intención de cumplir con sus compromisos, pero si alguien intenta imponerle su voluntad al margen de los contratos adquiridos, advirtió que responderá como en el famoso cuento ruso popular ruso sobre el zorro y el lobo, en el que el primero invita al segundo a pescar metiendo la cola en un agujero de hielo en el río y al final lo pilla congelado por ingenuo.

“¡Congélate, congélate, cola de lobo!”, recitó, en alusión a los europeos.

El líder ruso no dudó en considerar una “tontería” la iniciativa de limitar el coste del gas suministrado por el consorcio estatal Gazprom, aduciendo que eso “únicamente provocará un aumento de los precios”.

Putin culpó del dramático encarecimiento del hidrocarburo a los propios clientes europeos de Gazprom, que les ofreció contratos con precios fijos a largo plazo cuando la tarifa era de 300 dólares, pero Europa optó por pagar al contado.

Recordó que durante décadas la UE contó con una “ventaja competitiva” gracias a los hidrocarburos rusos, ya que son mucho más rentables que el gas natural licuado de Estados Unidos.

“Si quieren renunciar a esa ventaja, nosotros no nos enfadaremos. El mercado de Europa siempre se consideró premium, pero la situación en el mundo cambia muy rápido y desde hace no mucho, al comienzo de la crisis en torno a Ucrania, dejó de serlo”, señaló.

Negó que el Kremlin utilice la energía como arma contra Europa, a la que acusó de meterse en un callejón sin salida debido a las sanciones adoptadas por la campaña militar rusa en Ucrania.

El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció este jueves un incremento del número de soldados que integran su Ejército justo cuando los ucranianos y sus aliados occidentales esperan un inminente cambio de estrategia de Rusia ante la estabilización del frente, luego de que se cumplieran seis meses de la invasión.

El Ejército ruso contará a partir del 1 de enero próximo con un millón 150 mil 628 soldados, es decir, se tendrá que reclutar a 137,000 elementos, en un momento en el que Moscú es incapaz de cumplir con su objetivo de “liberar” el Donbás y doblegar la resistencia ucraniana en el sur.

Con el decreto presidencial, el próximo año la plantilla de las Fuerzas Armadas, formada también por personal civil, superará los dos millones de personas, aunque poco más de la mitad serán soldados.

Desde hace ya un par de meses tanto la inteligencia ucraniana como la occidental denunciaron que el Ejército ruso sufría una falta de hombres, problema que se ve agravado por la negativa del Kremlin a declarar la movilización general.

Esto motivó la creación de decenas de patrullas de voluntarios, algunos de los cuales ya han sido desplegados en el este y el sur de Ucrania, aunque con escaso impacto en la marcha de la ofensiva rusa.

El hecho de que la medida no entre en vigor hasta 2023 podría significar el reconocimiento de que la campaña militar se alargará hasta el próximo año, ya que el invierno es un factor decisivo en esta parte del mundo.

La amenaza de un ataque a gran escala con ocasión el miércoles del Día de la Independencia de Ucrania y los seis meses de combates no se consumó, aunque la aviación rusa sí efectuó casi 200 vuelos, incluidos con bombarderos, muchos de los cuales no conllevaron el lanzamiento de misiles.

La orden de Putin sobre crecer su Ejército, llega a la par que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, garantizó este jueves a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, que su gobierno “seguirá ayudando a Ucrania y a su población mientras luchan para defender su soberanía”.

Los dos mandatarios hablaron por teléfono, un día después de la celebración del Día de la Independencia de Ucrania. Ayer, Washington anunció otro paquete de ayuda valorado en unos 3.000 millones de dólares.

Zelenski agradeció a Biden el “inquebrantable” apoyo demostrado desde febrero, cuando el presidente de Rusia dio
orden de iniciar una ofensiva militar que se mantiene hasta el día de hoy, y que según analistas está lejos de llegar a su fin.

Según el mandatario ucraniano, el respaldo norteamericano es tanto económico como de seguridad. “Hemos hablado de futuros pasos en nuestra senda hacia la victoria sobre el agresor y en la importancia de que Rusia rinda cuentas por los crímenes de guerra”, dijo Zelenski en su cuenta de Twitter.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ratificó este martes el apoyo de su país a la entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN y aseguró que su homólogo ruso, Vladímir Putin, no ha logrado dividir la alianza, sino fortalecerla.

“Putin pensó que podría dividirnos, y en su lugar ha conseguido exactamente lo que no quería”, dijo Biden en un acto celebrado en La Casa Blanca, donde firmó los documentos con el respaldo de Estados Unidos a la adhesión de Finlandia y Suecia, que el Senado estadounidense apoyó la semana pasada.

Biden ironizó sobre el hecho de que el presidente ruso “quisiera federalizar la OTAN, pero haya conseguido la ‘OTANización’ de Finlandia y Suecia”.

El mandatario consideró que, con su entrada en la alianza, Finlandia y Suecia contraen un compromiso “sagrado” y la OTAN, a su vez, se compromete a defenderlos.

“Atacar a uno es atacar a todos como dice el artículo 5”, dijo Biden, en alusión a la cláusula del tratado de la alianza sobre la defensa colectiva, y aseguró que en este momento dicho compromiso es “más fuerte que nunca”.

Recordó que la única vez en la historia en que se invocó dicho artículo fue tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos, y recordó que entonces los aliados brindaron su apoyo, algo que este país “no olvidará nunca”.

En el contexto actual de la guerra en Ucrania, recalcó el compromiso de reforzar el flanco este de la OTAN y fortalecer la defensa contra “cualquier amenaza de agresión” hacia los países miembros, añadió Biden.

Con la firma de Estados Unidos, el país se convierte en el vigésimo tercer país de la OTAN en ratificar la entrada de Finlandia y Suecia. Son 30 los miembros, y se convertirán en 32 con estos dos nuevos países.

El Kremlin afirmó este lunes que no existen condiciones para una reunión entre el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, después de que Turquía reiterara la disposición a acoger ese encuentro.

“Ahora no se dan las condiciones necesarias para la reunión mencionada por el señor (Recep Tayyip) Erdogan”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.

El mandatario turco dijo la semana pasada que había recordado a su par ruso durante una reunión entre ambos en Sochi que Ankara estaba dispuesta a acoger una cumbre entre Putin y Zelenski para resolver el conflicto ruso-ucraniano en la mesa de negociaciones.

Peskov indicó hoy que esa reunión sería posible solo después de que las delegaciones de las partes “hagan sus deberes” para preparar el encuentro.

El portavoz del Kremlin aseguró que actualmente la parte ucraniana “ha desaparecido de los radares” y el proceso de negociación se ha detenido, por lo que “la operación militar especial continúa hasta que se alcancen sus objetivos”.

Kiev dijo previamente que si Moscú organiza referéndum en territorios ucranianos bajo su control para unirlos a Rusia, “cerrará toda posibilidad de negociaciones con Ucrania”.

Adicional, el Kremlin informó que Putin no tiene previsto acudir presencialmente ni intervenir por videoconferencia en la próxima sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas, prevista para septiembre.

“No. No hay planes de viajar o intervenir”, ha señalado el portavoz a la agencia rusa de noticias TASS cuando fue consultado sobre este asunto.

Más tarde, el portal oficial del Gobierno ruso publicó un comunicado en el que recoge que el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, será el encargado de liderar la delegación rusa en la cita.

Junto a Lavrov, la delegación estará formada por el viceministro de Exteriores, Serfei Vershinin; el presidente del Comité del Consejo de la Federación sobre Asuntos Internacionales, Gregori Karasin; el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasily Nebenzia, y el presidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal, Leonid Slutski.

Asimismo, acudirá un grupo de asesores de departamentos del Ministerio de Exteriores relacionados con la cooperación humanitaria, la no proliferación de armas, sectores jurídicos o especializados en nuevas amenazas.

Y mientras el Kremlin sierra las puertas en estos dos frentes, el Pentágono de Estados Unidos informó que cerca de 80,000 militares rusos murieron o resultaron heridos en Ucrania desde que comenzó la guerra a finales de febrero.

“Los rusos probablemente han sufrido entre 70 y 80,000 bajas en menos de seis meses”, dijo el subsecretario de Defensa, Colin Kahl.

Kahl también aseguró que las fuerzas rusas han perdido “3,000 o 4,000” vehículos blindados y podrían estar agotando los misiles guiados de precisión disponibles, incluidos los de aire-tierra y los de mar-tierra, después de haber disparado a una gran cantidad de blancos en Ucrania desde el comienzo de la invasión el 24 de febrero.

Esas pérdidas son “bastante considerables teniendo en cuenta que los rusos no lograron ninguno de los objetivos de Vladimir Putin al comienzo de la guerra”, declaró a los periodistas.

Añadió que el hecho de que las tropas rusas usen menos misiles guiados de precisión y de mayor alcance es un indicador de que sus suministros han caído cerca de lo que se necesita mantener en reserva para “otras contingencias”.

Kahl reconoció que los ucranianos también han registrado bajas significativas en el campo de batalla, pero no dio cifras. Sin embargo, Ucrania informó de al menos 10,000 muertos y 30,000 heridos en sus tropas.

Según una fuente militar que pidió el anonimato, el ejército ucraniano, que contaba con 170,000 soldados activos y 100,000 reservistas al comienzo de la guerra el 24 de febrero se ha reforzado hasta alcanzar entre 300,000 y 350,000 militares.

El presidente ruso, Vladimir Putin, desafió este jueves a las potencias occidentales que dan apoyo militar a Ucrania frente a las tropas rusas, a enfrentarse directamente en “un campo de batalla” en ese país.

“Oímos actualmente que los occidentales quieren derrotarnos en un campo de batalla. ¿Qué decirles? ¡Que lo intenten!”, declaró Putin en una reunión con los líderes de los grupos parlamentarios rusos, retransmitida por televisión.

Además, Putin señaló que su Ejército aún no ha dado comienzo a “nada serio” en Ucrania.

En esta línea, Putin ha lamentado que Occidente quiera combatir a Rusia en el frente de batalla, pues esto supone una “tragedia” para el pueblo ucraniano. “Pero parece que todo se dirige hacia esto”, reconoció.

Sin embargo, el presidente ruso sostuvo que Moscú no rechaza las negociaciones de paz en el marco de la guerra, iniciada tras su orden de invadir el territorio ucraniano a finales de febrero.

Por otro lado, Putin señaló que la guerra en Ucrania ha sido originada realmente por las potencias occidentales, que “organizaron y apoyaron un golpe armado inconstitucional en Ucrania en 2014”, en alusión a las revueltas del Euromaidán.

“El Occidente colectivo es el instigador directo, el culpable de lo que está sucediendo hoy”, acusó el líder ruso, quien sin embargo ha reconocido el mérito de dichas potencias si su objetivo era pasar a una nueva etapa en la lucha contra Rusia.

“Si este mismo Occidente quiso provocar un conflicto para pasar a una nueva etapa en la lucha contra Rusia, a una nueva etapa en la contención de nuestro país, entonces podemos decir que lo logró hasta cierto punto (…) Se ha desatado la guerra y se han introducido sanciones. En condiciones normales, probablemente sería difícil hacer esto”, añadió.

Finalmente, Putin advirtió  a las potencias occidentales que “el curso de la historia es inexorable” y que los intentos de “imponer su propio orden mundial están condenados al fracaso”.

Según diversos analistas internacionales, Rusia podría detener de forma temporal su ofensiva en Ucrania mientras su ejército intenta reorganizarse para una nueva ofensiva.

Las fuerzas rusas no anunciaron avances en Ucrania el miércoles “por primera vez en 133 días de guerra”, indicó el Institute for the Study of War. El centro de estudios, con sede en Washington, indicó que Moscú podría estar en una “pausa operativa” que no implica “el cese completo de las hostilidades activas”.

“Probablemente, las fuerzas rusas se limitarán a acciones ofensivas de escala relativamente pequeña en un intento de sentar las bases para operaciones ofensivas más significativas y recuperar la capacidad de combate necesaria para emprender esos objetivos más ambiciosos”, señaló el instituto.

Un comunicado el jueves del Ministerio ruso de Defensa pareció confirmar ese análisis. El ejército dijo que se había dado tiempo para descansar a las unidades militares rusas implicadas en combates en Ucrania.

“Las unidades que realizaron misiones de combate durante la operación militar especial están tomando medidas para recuperar su capacidad de combate. Sus efectivos reciben la oportunidad de descansar, recibir cartas y paquetes de casa”, indicó el comunicado, citado por la agencia estatal noticiosa rusa Tass.

El presidente ruso, Vladimir Putin, no habría ordenado la invasión de Ucrania si fuera una mujer, estimó el primer ministro británico, Boris Johnson, que consideró que sería mejor que hubiera más mujeres en el poder.

“Si Putin fuera una mujer, lo que obviamente no es, no creo realmente que se hubiera lanzado en esta guerra loca de macho, de invasión y violencia de la manera que lo hizo”, declaró el primer ministro británico a la cadena de televisión alemana ZDF.

El inicio de esta guerra es “un ejemplo perfecto de toxicidad masculina”, prosiguió.

En la misma entrevista, el dirigente instó a una mayor educación para las niñas en el mundo y abogó para que haya más “mujeres en los puestos de poder”.

Sus comentarios fueron objeto de burlas por parte de las autoridades rusas. “A Freud le habría encantado tener en vida un tema así para sus investigaciones”, destacó el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, a la agencia de prensa Ria Novosti respecto al jefe del gobierno británico.

“Boris Johnson tiene una gran imaginación. ¿Qué demonios hicieron los Siete juntos?”, comentó por su parte Maria Zakharova, portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores ruso en Telegram, en referencia a la cumbre de los dirigentes de las siete principales potencias del G7.

En su entrevista a la cadena alemana, el jefe del gobierno británico también reconoció que “todo el mundo quiere que la guerra termine” pero, por el momento, “no hay acuerdo posible. Putin no hace una oferta de paz”.

El objetivo inmediato de la estrategia occidental es apoyar a Ucrania para que esté en la mejor posición estratégica posible el día en que puedan comenzar las negociaciones de paz con Moscú, añadió.

El presidente ruso, Vladímir Putin, consideró hoy como “prácticamente una agresión” la presión que ejercen algunos países inamistosos, como suele denominar Moscú a las naciones han adoptado sanciones contra Rusia por su operación militar en Ucrania.

“La ventajas de la política de integración son especialmente evidentes ahora en actual compleja situación internacional, en condiciones de prácticamente agresión por parte de algunos Estados que nos son inamistosos”, dijo Putin al participar en la cumbre de la Unión Económica Euroasiática (UEE).

En su intervención a distancia, el jefe del Kremlin recalcó que para Moscú profundizar la alianza con todos los Estados de UEE, que además de Rusia agrupa a Armenia, Bielorrusia, Kazajistán y Kirguistán, es una prioridad.

“Suscita satisfacción que, pese a la compleja situación internacional, a la confrontación desatada por el llamado Occidente colectivo, a que nuestros detractores intentan poner todo tipo de obstáculos a nuestra integración, para nosotros está claro que aumenta el interés de muchos socios extranjeros en la UEE”, dijo.

Putin respaldó la prolongación del acuerdo provisional de libre comercio con Irán actualmente en vigor.

Destacó que gracias a dicho acuerdo los intercambios comerciales entre la UEE e Irán aumentaron en 2021 en un 73.5%, hasta los 5,000 millones de dólares y que las exportaciones de la Unión se duplicaron y alcanzaron los 3,400 millones de dólares.

El mandatario ruso hizo un llamado a sus homólogos de la Unión a prestar especial atención a los asuntos relativos a la seguridad alimentaria, ya que en el mundo se enfrenta a una situación complicada.

“Nuestros países hacen un importante aporte a la solución de estos problemas, y Rusia y todos lo miembros de nuestra organización se comportan con la mayor responsabilidad”, añadió. “Tomando en cuenta que la UEE es el mayor exportador mundial de productos agrícolas, en la organización se adoptan todas las medidas posibles (…) para garantizar la estabilidad de las cadenas de suministro”, indicó.

La UEE se constituyó formalmente el 1 de enero de 2015 y abarca un territorio de poco más de 20.8 millones de kilómetros cuadrados con más de 182 millones de habitantes.

La economía rusa se contraerá un 7.8% en 2022, por debajo de las predicciones del Banco Central, según informó el Ministerio de Economía, atribuyendo el desempeño a las sanciones por la “operación militar especial” en Ucrania.

Según los parámetros económicos para los próximos cuatros años, la economía se recuperará en 2023 con una leve contracción del 0.7%, frente a las previsiones del 0.3% por parte del banco emisor.

El Producto Interno Bruto (PIB) crecerá ya un 3.2% en 2024 y un 2.6% en 2025, previsiones que han sido consensuadas con el Ministerio de Finanzas.

Las predicciones de contracción coinciden con el mayor descenso de la economía rusa -7.8% en 2009, desde que el presidente Vladímir Putin llegara al poder en el 2000.

La economía rusa ya ha notado los efectos de las sanciones occidentales sin precedentes debido a la invasión militar en Ucrania en el primer trimestre del año, en el que su PIB creció solo un 1.6%.

Se espera que el punto más bajo sea el tercer trimestre, tras lo que comenzará la recuperación, que no se notará en la vida de los rusos hasta la segunda mitad de 2023.

La inflación ascenderá a finales de este año al 17.5%, mientras que las inversiones en capital caerán un 19.4% y los ingresos reales descenderán un 6.8%. El desempleo aumentará hasta el 6.7%.

El Ministerio de Economía también pronostica que las exportaciones caerán un 14%, descenso que en el caso de la industria de hidrocarburos será del 8%.

En anticipación de un nuevo paquete de sanciones occidentales, el presidente Putin llamó “suicidio económico” la posible renuncia de la Unión Europea al gas y petróleo rusos.

En el plano diplomático, el Kremlin anunció este miércoles la expulsión de 27 diplomáticos españoles, 34 franceses y 24 italianos, medidas denunciadas por los países afectados.

En Kiev, la capital de Ucrania, un soldado ruso se declaró culpable ante un tribunal local en el primer juicio por crímenes de guerra desde el inicio de la invasión lanzada el 24 de febrero.

El sargento Vadim Shishimarin, de 21 años, admitió haber matado a un civil desarmado de 62 años en la región de Sumy el 28 de febrero.

“Con este primer juicio, estamos enviando una señal clara que cada perpetrador, cada persona que ordene o ayude a que se cometan crímenes de guerra en Ucrania no podrá evadir su responsabilidad”, dijo la fiscal ucraniana Irina Venediktova.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que su gobierno no tiene información sobre Shishimarin y aseguró que todas las acusaciones de crímenes de guerra en Ucrania son “falsas” o meros “montajes”.

Foto: Facebook Embajada de Rusia en México

Las cosas no van bien para Putin. No logró capturar la capital, Kiev, ni ninguna de las ciudades principales de Ucrania, como pretendía hacerlo fácil y rápido cuando invadió el país a finales de febrero.

Tampoco ha podido capturar más zonas del este de Ucrania de las que ya tenía con la invasión del 2014. Ha destruido, si. La ciudad de Mariupol parece que le pasó una aplanadora por encima.

Esta semana la información de parte del gobierno británico es que aparentemente Rusia ha perdido una tercera parte de las fuerzas militares que envió a Ucrania y las imágenes de tanques rusos hechos añicos en el río Donets son muestra clara del daño.

Más allá del fracaso en el plano militar, la invasión ha logrado lo opuesto de lo que Putin ha luchado por años en otros dos frentes, uno en cuanto a la cohesión de la alianza occidental y el segundo en el personal y lo celosamente que ha escudado su vida familiar.

En lugar de debilitar a la OTAN, la invasión ha generado nuevas adhesiones. Que Suecia y Finlandia hayan comenzado formalmente su incorporación a la alianza Atlántica es un tremenda derrota para Putin.

Simplemente la incorporación de Finlandia hace que la frontera de Rusia con la OTAN sea del doble de tamaño. Será la novena ocasión en que la OTAN crezca desde su creación en 1949 y esto ocurre cuando apenas hace seis años el presidente ruso se estaba saboreando la desaparición de la alianza con las amenazas que hizo Donald Trump como presidente al respecto.

La transformación del panorama de seguridad europeo es una pesadilla para Putin que él mismo generó. Así lo dijo claramente, Sauli Niinistö, el Presidente de Finlandia, al anunciar su incorporación a la OTAN.

Y en esta unión de occidente no se puede dejar de lado el enorme compromiso y esfuerzo por los Europeos y Británicos por terminar con su dependencia a los energéticos Rusos.

Pero la derrota que le debe doler personalmente mucho a Putin es como se ha venido derrumbando la muralla que tan cuidadosa y celosamente construyó Putin para mantener a su familia fuera de los reflectores.

El viernes pasado el gobierno británico anunció sanciones en contra de quien ha sido considerada su amante por varios años, Alina Kabaeva, y de su ex esposa Lyudmila Ocheretnaya.

Para un Putin que llevó a la desaparición de Nezavisimaya Gazeta, el diario que dio a conocer el divorcio de Putin y su relación con Kabaeva, una gimnasta olímpica que en ese momento tenía 24 años, la edad de sus hijas, no debe ser fácil aceptar que ahora gobiernos de occidente se metan en su vida privada.

Ahora, unos días después de la invasión, comenzó a circular una petición en Lugano para que el gobierno Suizo repatríe a Kabaeva a quien comparan con Eva Braun, la pareja de Adolf Hitler. Y en abril Estados Unidos le impuso sanciones a dos de las hijas del presidente ruso.

Evidentemente las sanciones a sus familiares no le causan gran daño financiero a Putin pero sí intentan mandar un mensaje de que la invasión ha sido la gota que ha derramado el agua.

Son tres derrotas para Putin en un contexto que aún no concluye. La gran pregunta es qué estrategia sigue para que el hombre fuerte de Rusia las pueda revertir.

Columna completa en El Universal

El presidente ruso, Vladímir Putin, denunció este lunes que en Ucrania se crean componentes de armas biológicas y que Rusia ha obtenido “pruebas documentales” de ello durante la que ha llamado una operación militar especial en su país vecino.

“Ahora, durante la operación especial en Ucrania, hemos obtenido pruebas documentales de que en la proximidad de nuestras fronteras se creaban en esencia componentes de armas biológicas”, dijo Putin en una reunión en el Kremlin con los líderes de la postsoviética Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC).

Según el presidente ruso, además de esas actividades, que violan las convenciones que prohíben las armas biológicas y tóxicas, en esas instalaciones “se elaboraban métodos y mecanismos para desestabilizar la situación epidemiológica en el espacio postsoviético”.

Putin insistió en que por ello hay que prestar mayor atención al problema de la seguridad biológica en el espacio de la OTSC, que agrupa, además de Rusia, a otras cinco antiguas repúblicas soviéticas: Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán.

“Hace tiempo que activamos las alarmas por las actividades biológico-militares de Estados Unidos en el espacio postsoviético”, dijo el mandatario ruso al comienzo de la reunión, dedicada al 30º aniversario de la OTSC, que fue transmitido en directo por la televisión rusa.

Añadió que en esta “región común” el Pentágono “ha creado decenas de laboratorios biológicos y centros que no se ocupan precisamente de prestar asistencia médica a la población de los países donde desarrollan sus actividades”.

Sostuvo que su principal tarea es recabar material biológico y estudiar, para sus propios objetivos, el carácter específico de la propagación de virus y enfermedades peligrosas.

Putin hizo un llamamiento a sus colegas de la OTSC a respaldar a la iniciativa rusa crear en el marco de la alianza un organismo dedicado a esta problemática.

El gigante estadounidense de comida rápida, McDonald’s, que cerró sus establecimientos en Rusia a inicios de marzo, anunció este lunes que se retirará del país y venderá todas sus operaciones luego de 30 años de presencia, en reacción a la invasión de Ucrania.

Muchas empresas occidentales se han retirado de Rusia desde la invasión de Ucrania iniciada por Moscú en febrero pasado.

Horas antes del anuncio de McDonald’s, el fabricante de automóviles francés Renault anunció que había entregado sus activos rusos al gobierno de Moscú, marcando la primera nacionalización importante desde la imposición de sanciones contra Rusia por la invasión.

La cadena de comida rápida cerró en marzo los 850 restaurantes que tenía en el país, donde emplea a 62,000 personas.

Pero este lunes dio un paso más: “Después de más de 30 años de operaciones en el país, McDonald’s Corporation anuncia que saldrá del mercado ruso y ha iniciado un proceso para vender su negocio en Rusia”, dijo la compañía en un comunicado.

“La crisis humanitaria causada por la guerra en Ucrania, y el precipitado e impredecible entorno operativo, han llevado a McDonald’s a concluir que la continuidad del negocio en Rusia ya no es sostenible, ni es coherente con los valores de McDonald’s”.

“Estamos comprometidos con nuestra comunidad mundial y debemos permanecer inflexibles en nuestros valores”, declaró el director general del grupo, Chris Kempczinski, citado en un comunicado de la empresa. “Respetar nuestros valores significa que no podemos seguir manteniendo” McDonald’s en Rusia, añadió.

La compañía informó de que está en negociaciones para vender toda su cartera de restaurantes en Rusia a un comprador local.

La empresa añadió que, tras la operación, los restaurantes no podrán usar el nombre, el logotipo, la marca ni ofrecer los productos de McDonald’s.

La compañía gestiona directamente más del 80% de los restaurantes que llevan su nombre en Rusia, donde obtiene el 9% de sus ingresos y el 3% de sus beneficios operativos.

McDonald’s se comprometió a seguir pagándole a sus empleados en Rusia hasta que se concrete un traspaso, y quiere asegurarse de que los trabajadores sean retomados por el futuro comprador.

Desde que el presidente Vladímir Putin ordenó la entrada de tropas en Ucrania el 24 de febrero, varios países occidentales impusieron sanciones sin precedentes contra Moscú, lo que desató un éxodo de empresas extranjeras como H&M, Starbucks e Ikea.

Las autoridades dijeron que estaban dispuestas a nacionalizar activos extranjeros, como ya ha ocurrido con Renault, y algunos funcionarios aseguraron a los ciudadanos que van a tener alternativas nacionales ante la huida de marcas extranjeras.

Foto: Twitter @NatalieSuB

El presidente ruso, Vladimir Putin, no tiene la intención de poner fin a la guerra de Ucrania con la campaña de Donbás, y quiere extenderla hacia Transnistria, una región de Moldavia que se separó en 1990, dijo este martes la directora de inteligencia estadounidense, Avril Haines.

“Estimamos que el presidente Putin se está preparando para un conflicto largo en Ucrania, durante el cual todavía tiene la intención de lograr objetivos más allá de Donbás”, declaró Haines ante el Congreso.

Los servicios de inteligencia estadounidenses consideran que el ejército ruso quiere “extender el puente terrestre (en el sur de Ucrania) a Transnistria”, añadió.

Es “posible” que las fuerzas rusas consigan este objetivo en los próximos meses, pero “no podrán llegar a Transnistria e incluir a Odesa sin decretar una forma de movilización general”, añadió.

Putin “cuenta probablemente con un debilitamiento de la determinación de Estados Unidos y la Unión Europea, cuando se agudice la escasez de alimentos y aumenten los precios de la energía”, advirtió.

Las ambiciones de Putin superan las capacidades del ejército ruso y eso probablemente significa que en los próximos meses evolucionaremos por una trayectoria más impredecible y potencialmente una escalada, agregó Haines.

La tendencia actual aumenta las posibilidades de que el presidente Putin recurra a medidas más drásticas, incluida la instauración de la ley marcial, la reorientación de la producción industrial o una posible escalada militar para liberar los recursos necesarios para lograr sus objetivos, dijo.

“Seguimos creyendo que el presidente Putin solo autorizará el uso de armas nucleares si percibe una amenaza existencial para el Estado o el régimen ruso”, añadió.

No obstante, el presidente Putin podría recurrir a ellas “si cree que está perdiendo la guerra en Ucrania y la OTAN interviene o se prepara para intervenir”, precisó. Pero, incluso en esta hipótesis, “es probable que envíe señales” antes de hacerlo, señaló Avril Haines.

En tanto, el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, afirmó este martes que la adhesión de su país a la Unión Europea (UE) es un asunto de “guerra y paz” en el continente europeo.

“Quiero destacar que la pertenencia de Ucrania a la UE es un asunto de guerra y paz en Europa”, dijo Kuleba en una rueda de prensa en Kiev junto a su par alemana, Annalena Baerbock, quien sumó su apoyo a Ucrania frente a la invasión rusa.

Kuleba consideró que una de las razones por las cuales esta guerra empezó, es que el presidente ruso estaba convencido de que Europa no necesitaba a Ucrania.

Kuleba se congratuló por otra parte por el “cambio de postura” de Alemania respecto a su oposición inicial al embargo sobre las importaciones de petróleo ruso y a la entrega de material militar al gobierno de Kiev.

Baerbock anunció que Alemania volvería a abrir su embajada en Kiev, cerrada poco después del inicio de la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero. La delegación contará en un principio “con una presencia mínima”, precisó.

Poco antes, Baerbock visitó localidades de los suburbios de Kiev donde los ucranianos acusan a los rusos de haber cometido atrocidades contra civiles.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, participó hoy junto a miles de ciudadanos, por primera vez desde 2019, en el Regimiento Inmortal, la marcha por las calles de Moscú y otras ciudades en las que los rusos portan retratos de sus familiares que combatieron en la II Guerra Mundial.

Es la sexta vez que el jefe del Kremlin participa en la marcha, dado que en 2020 y 2021 el Regimiento Inmortal se celebró únicamente en formato digital debido a la pandemia del coronavirus.

En esta ocasión se sumó a la columna en la Plaza Roja portando como ya es tradicional un retrato de su padre, un soldado que luchó en el frente durante la Segunda Guerra Mundial, según las fotografías distribuidas por el Kremlin.

La marcha, que se celebra anualmente con motivo del aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi, comenzó pese al mal tiempo -que ya impidió el sobrevuelo de aviones en el desfile militar previo en la Plaza Roja-, a las 12.00 GMT en una ruta que se extiende a lo largo de siete kilómetros.

Los participantes en la acción llevan impermeables, paraguas y banderas tricolor de la Federación Rusa, además de banderas rojas como la que se alzó sobre el Reichstag alemán y otras con el lazo de San Jorge de color negro y naranja, símbolo militar ampliamente reconocido en Rusia.

El presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó hoy que no hay duda de que Rusia conseguirá sus objetivos en su campaña militar en Ucrania, y aseguró que todos los planes para ello están siendo implementados.

En una reunión con el padre de Vladímir Zhoga, soldado ruso que falleció el 5 de marzo en Volnovaja, en la región de Donetsk, el mandatario sostuvo que los “muchachos están luchando con valentía, heroicidad, profesionalidad”.

“Todos los planes se están implementando. El resultado se logrará, no hay duda al respecto”, aseguró Putin tras el desfile militar en la Plaza Roja.

El mandatario hizo estas declaraciones pese a no haber logrado aún tomar el Donbás tras más de dos meses de ofensiva militar en Ucrania.

“Si hubiera una sola oportunidad de resolver este problema (del Donbás) por otros medios pacíficos, nosotros, por supuesto, la aprovecharíamos, pero no nos dejaron esta opción, simplemente no la dieron”, dijo Putin.

Momentos antes en su discurso, Putin acusó a Occidente y a la OTAN de haber preparado una “invasión de los territorios históricos de Rusia, incluida Crimea”, por lo que no tenía otra opción que efectuar un ataque “preventivo” en Ucrania.

El jefe del Kremlin entregó al padre del soldado fallecido la estrella de Héroe de Rusia.

El padre, por su parte, también militar, aseguró que la autoproclamada república de Donetsk, reconocida como independiente por Putin días antes de lanzar su ofensiva militar en Ucrania, “hará todo lo posible para llevar el asunto hasta el final y ganar”.

“Dios quiera que ya no perdamos a nuestros seres queridos y amigos, que el precio de esta victoria sea menor, pero la victoria será nuestra”, dijo, según la agencia Interfax.

Rusia no ha vuelto a dar cifras de los soldados fallecidos en Ucrania desde el 25 de marzo, cuando cifró en 1,351 efectivos a los muertos en la llamada “operación especial militar”. Posteriormente, el 22 de abril, admitió un muerto y 27 desaparecidos en el hundimiento del crucero de misiles “Moskvá”, hasta entonces el buque insignia de la Flota del mar Negro de Rusia.

El discurso de Putin en la Plaza Roja sorprendió, pues no hubo anuncios de guerras formales o movilizaciones adicionales como se esperaba, solo un aviso que continuará con la invasión a Ucrania a la que llamó “nuestra tierra”.

En Broojula, el ex embajador de México en Rusia, Rubén Beltrán, nos ayuda a entender qué significa el Día de la Victoria para Rusia y Putin, que este año se da en medio de la invasión a Ucrania.

El presidente ruso, Vladímir Putin, se disculpó hoy con el primer ministro israelí, Naftali Benet, por los comentarios que esta semana hiciera el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, quien aseguró que Adolf Hitler tenía sangre judía.

“El primer ministro aceptó la disculpa del presidente Putin por los comentarios de Lavrov y le agradeció haber aclarado la visión del presidente sobre el pueblo judío y la memoria del Holocausto”, señaló en un comunicado la oficina de prensa de Benet.

Las declaraciones de Lavrov, que llegó a afirmar que los peores antisemitas eran judíos, provocaron la reacción del ministro israelí de Exteriores, Yair Lapid, quien calificó esas palabras de “imperdonables e inaceptables”, y exigió una disculpa a todas las víctimas del Holocausto y convocó al embajador ruso en Israel.

Este intercambio de declaraciones ha provocado el momento más tenso en las relaciones entre los dos países desde que comenzó la guerra en Ucrania, sobre la que el Estado israelí ha mantenido una postura neutra para no afectar la alianza estratégica que ambas naciones tienen en Siria, por la que Moscú permite a Israel bombardear posiciones de milicias iraníes y de Hizbulá.

Según el Kremlin, Putin habló con Benet sobre “la memoria histórica, el Holocausto y la situación en Ucrania”, sin mencionar una disculpa.

Benet también propuso a su par ruso varias opciones para la evacuación de la planta de Azovstal en Mariúpol, el último reducto de la resistencia ucraniana en esa ciudad portuaria del sur de Ucrania donde se estima que han muerto más de 20,000 civiles.

Esa “petición humanitaria” se produce después de que Benet hablara ayer con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y Putin se comprometió a permitir la evacuación de civiles mediante un corredor humanitario de Naciones Unidas y Cruz Roja, según la oficina del primer ministro israelí.

El presidente ucraniano indicó ayer en su cuenta de Twitter que también había abordado con Benet los “comentarios escandalosos y completamente inaceptables” de Lavrov.