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Luego de que se conocieran los resultados de la prueba PISA 2022, que lleva a cabo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Gobierno federal respondió asegurando que las pruebas internacionales no consideran las realidades del estudiantado y docentes.

A través de la Secretaría de Educación Pública (SEP), el gobierno de López Obrador indicó que trabaja por el fortalecimiento de la escuela pública, para brindar una formación con enfoque humanista y científico, con equidad e inclusión que favorezca el bienestar de niñas, niños, adolescentes y jóvenes.

“Buscamos que las y los estudiantes aprendan para transformar la realidad y sean mejores ciudadanas y ciudadanos, más participativos, con respeto por las libertades, la cultura de paz, la solidaridad, la independencia, la justicia y amor a la patria”, señaló en un breve comunicado, más de 12 horas después de conocerse los resultados de la prueba internacional educativa.

La SEP precisó que la evaluación fue aplicada en los meses de abril y mayo de 2022, en el contexto mundial de la etapa final de la emergencia sanitaria por COVID-19; justificó que todos los países enfrentaron de manera diferenciada la emergencia sanitaria.

“Las pruebas internacionales estandarizadas no consideran las condiciones reales en las que se desarrolla el trabajo docente, así como los procesos situados de la enseñanza y los aprendizajes en las aulas de los distintos países”, añadió.

La dependencia, que comanda Leticia Ramírez Amaya, defendió que durante la pandemia se diseñaron estrategias de atención que privilegiaban la seguridad y el interés superior de las y los estudiantes, y una vez que se superó la contingencia, se realizaron esfuerzos para asegurar el regreso a las aulas de los estudiantes, lo cual dijo, se consiguió: “se recuperó el 100 por ciento de la matricula”.

Y aunque intentó minimizar los resultados de la prueba, la SEP dijo que los resultados que da a conocer PISA no demuestran cambios significativos respecto a las ediciones anteriores. Reconoció que los estudiantes mexicanos presentan retos en matemáticas, español y ciencias.

Sin embargo, ocupó dicho argumento para señalar que dicha deficiencia “confirma” que era necesario un cambio en el modelo educativo. En ese sentido recordó que se emprendió un profundo proceso de transformación en el sistema educativo, con la implementación del Plan de Estudio 2022 y la Nueva Escuela Mexicana.

Defendió que la evaluación muestra que México presentó un descenso menor en matemáticas y lectura que el promedio de los países que integran la OCDE. “Es necesario realizar un análisis considerando el contexto de los resultados de estas pruebas, como las condiciones socioeconómicas y culturales de cada país para evitar interpretaciones reduccionistas”.

La respuesta tardía de la SEP llega luego de conocerse ayer, a primera hora, los resultados de la Prueba Estandarizada de la Dirección de Educación de la OCDE, aplicado a estudiantes de 15 años aun total de 81 países. De los 28 países miembros del organismo, entre ellos México, más cuatro no miembros, nuestro país ocupó el penúltimo lugar.

Según el documento presentado, dos de cada tres estudiantes en México no lograron realizar operaciones matemáticas simples, mientras que uno de cada dos no comprendió una lectura y en ciencias uno de cada dos se ubicó en el nivel más bajo de competencia.

Pero, ¿qué significan los resultados de PISA 2022? ¿Cómo contribuirán a mejorar la educación en México? En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Marco Fernández, profesor-investigador del Tec de Monterrey e investigador asociado de México Evalúa, sobre los datos presentados.

El ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar, aseguró que desde siempre México ha sido un país profundamente racista, pero se niega a reconocer esta realidad.

Señaló que desde la época de la conquista, la colonia y todo el periodo de la independencia, “México ha seguido viviendo, creciendo, desarrollándose con un racismo que pretende ser imperceptible, que trata de ser negado, pero cuya realidad es cada día más viva, potente y que nos grita para que volteemos a verla”.

Durante la presentación del protocolo para juzgar con perspectiva intercultural: personas, pueblos y comunidades indígenas, Zaldívar expresó: “México es un país racista y clasista, que se niega a reconocer esa realidad”.

Además, dijo que más allá de romantizar la cultura indígena, hay que respetarla, cuidarla y, sobre todo, “impedir, con todos los elementos e instrumentos que nos dé el derecho y la política, que sigan siendo discriminados, discriminadas, abusados y abusadas”.

Recordó que en México las personas más discriminadas son las niñas y mujeres indígenas, por lo que llamó a no descansar y seguir adelante hasta que la igualdad y la dignidad se vuelvan costumbre.

“Tenemos que asumirnos como una nación pluricultural, porque hasta que no lo hagamos, no vamos a poder asumirnos como país, no vamos a poder asumir nuestra identidad y no vamos a poder avanzar para ser la potencia internacional a la cual estamos destinados a ser”, expuso.

El protocolo presentado tiene como objetivo dotar a las juezas y jueces de herramientas para poder juzgar de mejor manera el fenómeno intercultural, a partir de los compromisos constitucionales e internacionales, de la Constitución, de los derechos humanos internacionales, de los criterios de la Corte Interamericana y otros organismos internacionales y de la SCJN.

Estados Unidos emitió su primer pasaporte con designación de género “X”, un hito en el reconocimiento de los derechos de las personas que no se identifican como hombres o mujeres, informó este miércoles el Departamento de Estado.

Se espera que se pueda ofrecer esta opción a personas personas no binarias, intersexuales y no conformes con el género a principios del próximo año, informaron las autoridades.

La enviada diplomática especial de Estados Unidos para derechos LGBTQ, Jessica Stern, dijo que este paso es histórico, y agregó que coloca los documentos del gobierno en línea con la “realidad vivida” de que existe un espectro más amplio de características humanas que el reflejado en las dos designaciones previas.

“Cuando una persona obtiene un documento de identificación que refleja su verdadera identidad, vive con mayor dignidad y respeto”, dijo Stern.

El Departamento de Estado no dijo a quién se le emitió el pasaporte, argumentando razones de privacidad. Se negó a decir si se trataba de Dana Zzyym, una persona intersexual residente en Colorado que ha estado en una batalla legal con el departamento desde 2015.

Según medios estadounidenses, a Zzyym se le negó el pasaporte por negarse a marcar masculino o femenino en la solicitud. De acuerdo con documentos, Zzyym escribió “intersexual” sobre las secciones marcadas “M” y “F” y solicitó una marca “X” de género.

Zzyym nació con características físicas sexuales ambiguas, pero fue criado como niño y se sometió a varias operaciones que no lograron hacerle verse completamente masculino, de acuerdo con documentos en la corte. Zzyym sirvió en la Armada como hombre, pero más adelante comenzó a identificarse como intersexual cuando trabajaba y estudiaba en la Universidad Estatal de Colorado.

La negativa de pasaporte para Zzyym le impidió viajar a una reunión de la Organization Intersex International en México.

El Departamento de Estado anunció en junio que estaba dando pasos para incluir una tercera asignación de género, pero dijo que eso tomaría tiempo porque requeriría una extensa actualización de los sistemas de computadoras. Un funcionario del departamento dijo que la solicitud de pasaportes y la actualización del sistema con “X” aún tienen que ser aprobadas por la Oficina de Administración y Presupuesto, que aprueba todos los formularios del gobierno, antes de poder emitidos.

Con esto, Estados Unidos se suma a países como Australia, Nuevo Zelanda, Nepal y Canadá, en permitir que sus ciudadanos designen otro género, aparte de masculino o femenino, en sus pasaportes.

El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, afirmó que la visita del presidente López Obrador a Donald Trump se convirtió en un encuentro de elogios mutuos, que dejó de lado temas importantes sobre la realidad que viven ambos países.

Entre los temas que dijo no se tocaron fue el muro fronterizo, la migración, el medio ambiente, el tráfico de armas y de drogas, que aseguró, son temas torales en la relación bilateral.

Cortés Mendoza afirmó que el principal error del presidente mexicano en su visita a Estados Unidos fue no haberse reunido con los demócratas, cuyo voto fue crucial para la aprobación del Tratado comercial con Estados Unidos y Canadá, el T-MEC.

“La visita se queda como un evento electoral, un acto de campaña a favor del presidente de Estados Unidos y no en una verdadera visita de Estado. El Congreso de ese país es fundamental en la relación bilateral y por tanto hubo una omisión diplomática importante, al no reunirse con la representación demócrata”, comentó.

El dirigente panista señaló que López Obrador le quedó a deber un encuentro a las organizaciones de migrantes radicadas en ese país y que hoy enfrentan duras políticas, como la cancelación del programa para dreamers o la separación de familias.

Marko Cortés dijo que tampoco se habló de otros temas importantes como los efectos del deterioro del Estado de Derecho en México y su impacto en el comercio internacional, que inició con la cancelación del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, la cervecería de Mexicali, la cancelación de los contratos petroleros y los contratos en materia de energías limpias.

Como tampoco se abordó sobre los programas comunes de medio ambiente ni de la necesidad de frenar el trasiego de armas hacia México y de drogas hacia Estados Unidos, que es la fuente más importante de la violencia que provoca la delincuencia organizada en territorio mexicano.

“Mucho menos hubo dignidad ni reclamo alguno por las expresiones y declaraciones del entonces candidato y hoy presidente de Estados Unidos en contra de las y los mexicanos”, remató.

FEDERICO REYES HEROLES

EXCELSIOR

 

El principio de realidad está ausente en la 4T. La realización inmediata de todos los apetitos es una conocida fantasía que destruye. El recuento de realidades es obligado.

Ya no fue ejemplo de honestidad. Las irregularidades brotan a diario: súbita compra de pipas, empresas fantasma de nueva generación, protección subrepticia a productores de carbón, sistemáticas asignaciones directas, fármacos y ventiladores con sobreprecio y un largo etc.

Si de verdadera honestidad se tratara, la mentira hubiera sido arrinconada. Pero, por el contrario, al mundo le asombra la desfachatez para decir falsedades evidentes, ¿programas asistenciales como empleos? El manejo de la información del covid-19 se ha convertido en una patética danza de cifras que provoca la sospecha fundada. Ocultar infectados y muertos es macabro. Mentirosos, les dice la prensa internacional.

La 4T ya no fue una alternativa de desarrollo. La gestión entregará los peores resultados económicos de muchas décadas. Por supuesto, los estragos de la pandemia no son atribuibles a Morena, sí en cambio la fractura con el sector privado y la lógica caída en la inversión.

Son responsables de no haber sabido implementar una reacción gubernamental a la altura del colapso económico. Ejemplos hay muchos, países más ricos y más pobres. La defensa de los empleadores recibió una burda lectura ideológica. La falta de profesionalismo los ahoga. “¿Qué hacemos con los ricos?”. A qué viene la pregunta. La 4T ya no fue fórmula para combatir la pobreza que aumentará como nunca antes. Al no haber crecimiento, la desigualdad, como lo advierte Coneval, se disparará, así como otros indicadores. Al final del sexenio seremos mucho más pobres y mucho más desiguales. Incluso con un crecimiento magro a partir del 21, el PIB regresaría a niveles del 2013, en el 24.

La 4T ya no fue ejemplo de democracia. A dieciocho meses de gobierno la centralización del poder en el gran líder muestra una vocación claramente autoritaria. Si a ello agregamos los ataques a los órganos autónomos, el INE en primer lugar, o la imposición en la CNDH, o las varias intentonas fracasadas: reelección, Ley Bonilla, Tercera Sala en la SCJN, propaganda con programas sociales, control gubernamental de los medios estatales de comunicación, apropiación del presupuesto, etc., pues el expediente autoritario engorda por semana.

Ya no fue federalista, basta con ver la rebelión de los gobernadores. La militarización es ya parte de la 4T. Sus militantes tendrán que asumirse como los nuevos autoritarios. De alguien es la autoría.

La 4T ya no fue progresista, no hay en el horizonte una sola medida, fiscal, por ejemplo, que ayude a mejorar la distribución del ingreso y corrija el Índice de Gini, o quizá también deben salir de nuestro vocabulario. No fue progresista porque ninguna de las obsesivas obras faraónicas tendrá un impacto social relevante. No fue progresista porque, en lugar de apoyarse en la ciencia, como toda democracia, la ha despreciado. Combatir la ignorancia y el desconocimiento ayuda a paliar la desigualdad. No fue progresista porque su política energética está enfermando a millones de mexicanos, muchos de ellos pobres. No fue progresista por su incapacidad para avanzar hacia un sistema universal de salud que cambie la vida de los más pobres. Por el contrario, se le debilitó; el covid-19 tomó a México en el peor momento institucional.  No fue progresista porque han convertido ahorros de los mexicanos en gasto corriente. Ahora van por los fondos contra desastres, les faltaban. Tampoco podrán aumentar el ahorro público. La 4T nunca será progresista porque no entendió las luchas de las mujeres.

La 4T será referente de ilegalidad. Nunca antes tantos mexicanos y empresas habían acudido al Poder Judicial para defender sus derechos.

Ni honestidad ni legalidad ni nuevo desarrollo; ni democrática ni progresista ni federalista ni pacifista. ¿Qué será la 4T en la historia?

JESÚS SILVA HERZOG-MÁRQUEZ

REFORMA

 

Llega de mala gana. Está convencido de que el velorio es, en realidad, una distracción de lo que importa. Desviarse de sus temas es una pérdida tiempo. Eso es, además, lo que quieren los malos: que hablemos de sus temas y no del mío. ¿Qué sentido tiene hablar del dolor de los otros, qué valor tendría hablar de las vidas segadas si podemos seguir trasmitiendo la buena nueva? Lo que de veras importa es su ocurrencia más reciente, su último sermón, la edificante lección de esta mañana. Lo que importa es el recordatorio de las desgracias que padecíamos antes de su llegada. Si acude al velatorio es para pedirnos que no nos fijemos en la mujer o en la niña de la caja. ¿Por qué hablar de ellas si podemos seguir hablando de mí?

A los dolientes pide que dejen de hablar del árbol y vean el bosque. No hablemos de la mujer golpeada, no nos desviemos con las historias de la agonía, no divaguemos con los relatos del crimen. Hablemos de cosas trascendentes, como mi sitio en el altar de la historia. Está convencido de que los asistentes a la funeraria carecen de perspectiva y quiere ofrecerles, no consuelo, sino razón histórica y lecciones de moral. En el gran lienzo de nuestra historia esa niña que ustedes lloran no es nada. Ustedes lloran a una niña torturada, se lamentan de la impunidad, exponen el miedo que las asfixia, denuncian la ausencia y la complicidad de los poderes, pero no se percatan de lo felices que somos porque existo. Sí, es triste lo que ha pasado, concede brevemente. Pero estén tranquilos: ya no sucederán estas tragedias porque yo soy bondadoso. Soy único. No me parezco a nadie. No se repetirán estos horrores porque yo deseo el amor para todos.

No son tiempos para estar tristes. No son tiempos para permitir el miedo, nos dice en la casa funeraria. Debemos darnos cuenta de lo dichosos que somos, a pesar de que se acumulen los ataúdes. Dejemos las anécdotas luctuosas a un lado.  Aquí estoy y ustedes pueden verme. Son tiempos para la alegría. ¿No se percatan del privilegio que significa compartir el siglo conmigo? Ustedes pueden darse el lujo de despertar en la misma mañana que yo amanezco. No lo olviden: son mis contemporáneos. ¡Disfrútenlo! Son escasos los momentos en que la humanidad encuentra a alguien como yo que no soy siquiera propietario de mi mismo, sino simplemente el humilde vehículo que ustedes han encontrado para ser felices.

Se irrita el visitante cuando los afligidos regresan a su dolor y lo buscan con la esperanza de encontrar alivio o guía. Se siente ofendido cuando alguien se atreve a pedirle algo más que la enésima repetición de su empalagosa homilía. Yo no voy a cambiar mis convicciones por unas cuantas muertas, dice de pronto. No he caminado hasta este lugar para dejarme llevar por una queja de mis enemigos. No sería el héroe que soy y que ustedes tanto admiran si escuchara las voces de los perversos o si me dejara influenciar por el grito de quienes son manipulados. ¡Cuánto egoísmo, cuánta miopía en los dolientes! No son capaces de reconocer que el país está ya en camino de la gloria y que estos inconvenientes funerarios son vestigios de la era podrida. Son muy pocos y no son buenos quienes quieren empañar nuestra fiesta con lamentos. Y así repite su convicción esencial: porque existo, porque soy bueno, porque quiero el bien el mal desaparecerá. ¿Contentos?

Llama la atención de los deudos el que el visitante no pronuncie una sola vez el nombre de la persona que ha muerto. Quizá se deba a que no debemos hablar del árbol sino del bosque. Por eso no hay que hablar de la vida concreta que ha sido liquidada por el crimen, sino de la lucha del bien contra el mal, de los horrores del pasado reciente y del esplendor actual. Si todos en ese espacio de llanto repiten el nombre de la víctima, si tratan de rendir homenaje a la vida irrepetible terminada por la violencia atroz, resulta revelador que él no pronuncie las sílabas de sus nombres. Nada dice de sus vidas. Son “esa mujer;” es “la niña.” Fórmulas genéricas que le sirven para tomar distancia y repetir las cantaletas de su monomanía. Es que no acude al velorio para expresar su pena o para anticipar respuesta, sino para aprovechar la oportunidad de encontrarse de nuevo con el espejo y bordar sobre un tema importante: él mismo y su grandiosa epopeya.

Estamos en un punto de inflexión en la violencia, declaró el flamante Secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo. Lo dijo mostrando una gráfica durante la conferencia mañanera que transcurría en Palacio Nacional, en la CDMX. Y al mismo tiempo en La Aguililla, Michoacán, gritaban policías estatales desesperados: “¡K-8! ¡K-8! ¡Nos atacan!

El saldo de la mañanera de Palacio Nacional fue de complacencia. El de Michoacán de 13 policías muertos y nueve heridos en la emboscada. Además quedaron unidades policiacas calcinadas y en los parabrisas se podía leer “A todos los policías que apoyen a los lacras se los cargará la ve…Att. CJNG”.

En Palacio Nacional se escucha un día sí y el otro también al presidente decir que para combatir la inseguridad su gobierno dará abrazos, no balazos. En Michoacán y en gran parte del país la respuesta a esta ‘estrategia’ es la inversa: balazos, no abrazos.

Y es que el país que describe el presidente y sus invitados en las mañaneras de Palacio Nacional es muy distinto al México que vivimos el resto de los mortales.

Otro día más en Palacio Nacional. Ahora se reúne la primera plana de los empresarios gaseros. Sentados, un poco incómodos, aplauden al presidente López Obrador que habla de que la corrupción se está barriendo como las escaleras, de arriba para abajo, y que en su gobierno ya no hay tolerancia a la corrupción. Entre los sentados a lado de los empresarios está el Director de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett.

Terminada la conferencia matutina Manuel Bartlett regresa a su despacho. Pasan las semanas y los señalamientos de corrupción y enriquecimiento ilícito en su contra siguen brillando por su ausencia.

Por su parte los empresarios que aplaudieron y prometieron que van a invertir, siguen ideando estrategias para que su dinero esté a salvo. No quieren ni hablar en fuerte, ni escuchar en público sobre el panorama que vive el país. Quizás la idea es que si no se habla de los errores del gobierno, éstos no tendrán efecto. Una estrategia parecida a la que implementó el gobierno de Peña Nieto para ‘combatir’ la inseguridad: no hablemos del tema y así la seguridad quedará resuelta.

Estamos ante una emergencia en materia de seguridad que sin duda heredó el presidente López Obrador. A esa emergencia se le suma un panorama muy negativo en materia económica. Este cuadro no augura más que un círculo vicioso: si la economía empeora, la seguridad lo hará también.

Pero en Palacio Nacional dirán que, a pesar de la terrible herencia del pasado, todo mejora. Es la Cuarta Transformación.

Apostilla: Hoy Javier Bonilla ofrecerá una conferencia de prensa a las 11:45 de la mañana. Ayer el presidente López Obrador le envió un mensaje muy claro en su conferencia mañanera: que la Ley Bonilla con la que pretende ampliar su mandato de 2 a 5 años es una pena y que el expediente perdido para poder publicar el cambio debe de ser hallado. El documento apareció ¡oh sorpresa! unas horas después.

 

Columna completa en EL UNIVERSAL

JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ

EXCÉLSIOR

El 29 de mayo pasado, el presidente López Obrador recibió en sus oficinas en Palacio Nacional a Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), quien días después dejó ese cargo porque fue propuesta para encabezar el Banco Central Europeo. Lagarde es considerada una de las mujeres más influyentes del mundo y esa influencia crecerá con su nueva responsabilidad europea. Ese día, el presidente López Obrador escribió en su cuenta de Twitter que había acordado con la directora del FMI “aplicar nuevos enfoques en nuestras relaciones: honestidad, igualdad de género, respeto al medio ambiente y combate a la pobreza”.

Pero ayer, el Presidente aseguró que no confiaba en el Fondo Monetario Internacional, luego de que éste recortara sus expectativas de crecimiento económico para México para este 2019, a sólo 0.9 por ciento. Dijo López Obrador que mantenía su apuesta de que el país crecerá 2 por ciento este año y aseguró que “no les tengo mucha confianza a esos organismos (…) esos organismos fueron los que impusieron la política económica neoliberal que causó muchas desgracias en México (…) ¿Qué fueron las reformas estructurales del FMI? La destrucción de la petroquímica. ¿Sus recetas? El que se desatara la inseguridad, la violencia en el país. Entonces, ¿cómo van a estar ahí opinando? ¿Qué autoridad moral tienen?”, se preguntó.

Tienen mucha autoridad moral y con el FMI coinciden todas las instituciones financieras y de análisis económico dentro y fuera del país: México tendrá una tasa de crecimiento por debajo del uno por ciento para este año. Descalificar al FMI o a las empresas como Standard & Poor’s, cuando advierten del peligro de la baja de calificación para Petróleos Mexicanos o incluso el país, no tiene sentido, es pelearse con la realidad.

El FMI no es producto de una ocurrencia neoliberal. Esta semana se cumplieron 75 años de que se realizó la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas, que tomó el nombre de una localidad cercana: la reunión de Bretton Woods, donde 44 países (entre ellos México, representado en esa reunión por Eduardo Suárez y Víctor Urquidi, francos exponentes del desarrollo estabilizador) fundaron el sistema multilateral de comercio y finanzas, en torno a tres organizaciones: el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio. El objetivo de la reunión era evitar el unilateralismo y el proteccionismo, que habían ayudado a detonar la primera y la segunda guerra mundial, objetivos que sentaron, a su vez, las bases para la globalización económica mundial.

Paradójicamente, quienes intentan desconocer esas instituciones hoy son los que impugnan la globalización y apuestan por el proteccionismo, el unilateralismo y el nacionalismo exacerbado. Personajes como Donald Trump, que ve al sistema financiero internacional con desconfianza, o el nuevo primer ministro británico Boris Johnson, principal impulsor del Brexit.

No se puede desconfiar del FMI y al mismo tiempo pedir la confianza de los inversionistas internacionales que se rigen, en buena medida, por las recomendaciones de instituciones como el Fondo para tomar sus decisiones.

Dice el Presidente que los expertos deberían analizar desarrollo en lugar de crecimiento. Lo hacen, pero la tasa de crecimiento determina en buena medida el grado de desarrollo potencial de una economía. Pide que se analice el crecimiento del salario o los empleos, pero lo cierto es que el incremento a los salarios mínimos no compensa la pérdida de poder adquisitivo de los salarios en general, sobre todo en la clase media, y los números demuestran que no creció el empleo, al contrario. Bután, un país junto al Tibet, puede tener, según algunos estudios, la población más feliz del mundo, pero eso no lo hace un destino idóneo para los inversionistas.

El gobierno federal debe dejar de pelearse con la realidad y apostar, como quiere el propio Presidente, a transformarla. Pero eso no se hace descalificando a los críticos, sean instituciones financieras internacionales o medios locales. Nada está boicoteando el crecimiento del país tanto como las contradicciones que exhibe cotidianamente el gobierno federal. Son esas contradicciones las que, pese a avances y acuerdos, tienen frenadas las inversiones. En todo esto, el tema energético es clave, decisivo, y las últimas señales del gobierno federal, como el plan de negocios de Petróleos Mexicanos, no fueron buenas, son contradictorias. Por eso caen las expectativas de crecimiento.
Con orden, con más pragmatismo y menos ideología, con menos discursos y más políticas públicas coherentes, esa percepción puede ser modificada. Lo demás es pelearse con los molinos de viento.

En su editorial de este miércoles y que ha sido ampliamente difundida este jueves, el diario británico Financial Times (FT) exhortó al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a aceptar la realidad económica del país, esto luego de la renuncia de Carlos Urzúa a la Secretaría de Hacienda.

Indicó que luego de su triunfo, muchos de los inversionistas confiaron en que una vez que asumiera como presidente, modificaría su retórica respecto a los temas económicos. Sin embargo, dijo que, con la renuncia de Carlos Urzúa, a quien describió como “la voz más fuerte de prudencia fiscal dentro de la administración”, quedó claro que las esperanzas de los inversionistas no tenían razón de ser.

Señaló que, al darse a conocer la carta de renuncia de Urzúa, los mercados reaccionaron a la baja y el peso perdió terreno frente al dólar; sin embargo, AMLO prefirió reiterar su compromiso de “cambiar la política económica que se ha impuesto durante 36 años”.

Al respecto, el FT indica que no ha quedado claro que AMLO pueda cambiar la política económica que rechaza, por algo “mejor”.

Recordó que López Obrador ha dado malas señales a los inversionistas y empresarios al cancelar el aeropuerto de Texcoco que la administración de Peña Nieto comenzó a construir; además de insistir en la construcción de la nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco, para la que han destinado 8 mil millones de dólares.

El FT señala que la salida de Urzúa del gobierno federal “llegó en el peor momento”, pues México enfrenta las amenazas de una guerra comercial por parte de Donald Trump, quien busca presionar a México para detener la migración que llega a su Estados Unidos, además de que la inversión está estancada.

En ese sentido, reconoció que la designación de Arturo Herrera, una figura incondicional a López Obrador, ha logrado contener algunos daños.

Sin embargo, señaló que “el presidente debe demostrar que escuchará los consejos de Herrera y le dará espacio para restablecer la credibilidad en los mercados. También debe aceptar noticias desagradables, no seguir confiando en sus propios datos”, que dijo, son diferentes a la realidad.

El Financial Times añade que la incomodidad de Herrera al darse a conocer su nombramiento como titular de Hacienda era “visible” en el video que compartió AMLO,  lo que no dejó muy tranquilos a los inversionistas.

“El plan de negocios de Pemex se anunciará en los próximos días. El borrador del presupuesto 2020 debe presentarse a mediados de septiembre. Los mercados no perdonarán si estos documentos señalan más desviaciones de la realidad económica. El presidente mexicano aún puede cambiar las percepciones de los inversores, pero el tiempo se está acabando”, concluye el diario.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) habló este lunes sobre lo que los ciudadanos expresaron el año pasado en las urnas, que dijo, optaron un cambio de mentalidad.

Al decir que el país vive otra realidad, reconoció que hay descontrol, principalmente por los ajustes y reacomodos, pero que son necesarios.

En ese sentido, recordó lo que pasa con la Policía Federal, a quienes en los últimos días se les ha dado todas las libertades para expresar sus inconformidades, y hacia quienes se ha descartado la represión; dijo que no va a actuar de la misma forma que las administraciones anteriores, e indicó que se acabó el autoritarismo.

Sin embargo, dijo que todos los mexicanos tienen que actuar de manera responsable, ya que quien no tenga razón o no esté luchando por una causa justa, no va a tener apoyo y respaldo del pueblo.

“¿Qué dije cuando se presenta el movimiento de la Policía Federal? Que no había motivo, porque no se está despidiendo a nadie, porque no se les están quitando prestaciones. Sin embargo, quisieron presentar la inconformidad como una injusticia y no hay materia; al contrario, lo digo de manera respetuosa, cada quien es libre de sus actos y responsable de sus actos, pero imagínense una policía que se indiscipline y que tome las calles. ¿Qué imagen da? ¿Quién va a apoyar eso?”, acusó AMLO.

Remató diciendo que la nueva realidad debe ser entendida por todos, pues la mentalidad del pueblo ya cambió.

El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, aseguró que a casi seis meses de que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) asumiera como presidente y tenga las riendas del país, es claro el retroceso que se vive en varios aspectos, al grado que, en temas como seguridad, economía, empleos y salud, entre otros, el país está peor que antes.

“Las cosas en México siguen empeorando y los indicadores marcan una tendencia de riesgo en los próximos meses. Por eso pedimos al Presidente corregir de inmediato sus malas decisiones, sus políticas clientelares y estrategias seguidas por su gobierno, porque hasta el momento han mostrado ser un fracaso. Todavía están a tiempo de hacer bien las cosas”, dijo.

Marko Cortés insistió que durante el gobierno lopezobradorista se han agravado los problemas del país, como consecuencia de la incertidumbre e improvisación en la toma de decisiones.

Aseguró que realidad del país es perciba por todos los mexicanos, “pese a los sermones diarios” del presidente con los que se niega a reconocer la realidad, ocultar información, ofender a sus críticos y echar la culpa a los gobiernos anteriores.

Por ello, convocó a AMLO a que modifique cuanto antes sus políticas económicas, financieras y clientelares por aquellas que, sí den confianza a la inversión y permitan aumentar el ritmo de crecimiento económico y la generación de empleos, así como corregir las estrategias de seguridad para lograr la ofrecida pacificación del país.

“Los mexicanos esperan resultados, no culpas, ni pretextos. Es tiempo de tener más seguridad y mayor crecimiento económico. No más cancelaciones caprichosas de proyectos estratégicos como el Aeropuerto de Texcoco, ni de programas que permitían generar productividad como el de las estancias infantiles. El gobierno federal está obligado a corregir sus malas decisiones para que México no retroceda al Siglo XX”, remató.

LIÉBANO SÁENZ

MILENIO

El mayor desafío de ahora es entenderse y asumirse en los nuevos tiempos. Es mucho lo que cambia de forma vertiginosa y es natural, ante lo desconocido y la incertidumbre, optar por resistirse al cambio. Suscribir la nueva realidad es imprescindible para todos. Esto no significa desentenderse de lo bueno del pasado ni transitar en una contemplación negativa hacia todo lo que sucede. El país está inmerso en una nueva realidad. Hay signos de preocupación, pero más que ello, compromisos por identificar y asimilar.

Es preciso diferenciar las causas de los efectos, y también efectos que se vuelven causa. En términos políticos, el amplio descontento social de años pasados dio origen a un proyecto que contó con el aval de la mayoría de la población. Para bien se abre la puerta a un gobierno decidido a cambiar, con objetivos irrefutables, pero para mal, con métodos y estrategias dudosas y que resultan contraproducentes para el mismo proyecto en curso, y también para el país. La secuela del enojo social y el deseo de cambio echó abajo los contrapesos que habían caracterizado el régimen político desde que el gobierno dividido se instauró en 1997. Esta es nuestra nueva realidad. Hay que asumirla y actuar en consecuencia. Hoy, a lo social le corresponde hacer más, porque la política no está dando para los contrapesos.

Aunque los signos del cambio despierten incertidumbre y preocupación, lo importante es ser proactivos y positivos en el espacio que a cada quien corresponde. El país es mucho más que un proyecto político en particular, éste, por más pretensiones y respaldo que tenga, se inscribe en la circunstancia de nuestros tiempos. De hecho, lo político es más precario en su continuidad que lo económico, lo social o lo cultural. Por ello es preciso observar la realidad actual con perspectiva, con un sentido de lo importante y de lo que debe trascender y permanecer.

Asumirse positivo no es una forma de someterse, como tampoco lo negativo es por sí mismo resistencia. Cuidar lo importante obliga a la mesura y también a la paciencia. La persistencia ha probado ser una actitud válida, pero ésta debe tener propósito. Además, debe inscribirse en los mejores valores de la cultura liberal como es la tolerancia, el respeto a la dignidad de las personas, y el cuidado a las instituciones que dan vigor y vigencia a las libertades y a la contención al abuso del poder.

Es posible que conforme pasa el tiempo se acentúe en algún sector el sentimiento de que lo nuevo no muestra consistencia entre lo que se hace y lo que pretende, entre lo que se predica y lo que resulta, entre los compromisos y los hechos. El futuro no es fatalmente promisorio ni desastroso, es lo que cada quien, desde su propio espacio va construyendo y defendiendo. Si vale para lo individual, mucho más para lo colectivo.

La realidad de hoy día demanda un esfuerzo de adaptación. No es la primera vez que el cambio se impone. En otros momentos ha ocurrido a partir de la crisis con todas sus expresiones dramáticas y elevados costos sociales. Afortunadamente, ahora vivimos un cambio no accidentado y que obliga a una participación con entusiasmo, pero, sobre todo, con claridad de lo que se pretende. No es asunto de supervivencia, sino hacer que lo nuevo sea consecuente con lo mejor del ayer, que no es poco. A pesar de que los nuevos tiempos deslumbren e impidan ver con claridad lo mucho que hay por preservar y cuidar, al margen de la nostalgia o de cualquier interés particular, es necesario reflexionar que el futuro del país nunca se ha construido destruyendo el pasado, sino usando lo mejor de aquellos tiempos como piso firme para fincar hacia adelante.

La causa del cambio está en lo social y en lo económico. Se entreverán para transformar a las personas en sus ideas, valores y pretensiones. La realidad política de ahora convoca a la inclusión y a revisar mucho de lo que se daba por válido en el paradigma del pasado. Es muy positivo que los actuales tiempos convoquen a la equidad, a ampliar el bienestar y mejorar las condiciones de vida no solo de las mayorías, sino también de los por mucho tiempo olvidados. Eso es bueno, pero el reto está en lograr lo que se quiere; no es la pretensión ni la intención lo que convalida, sino los resultados, y es allí donde más dudas despierta lo que ahora desde el poder se instaura como método, causa y razón.

La voluntad cuenta y mucho, pero también el orden, la claridad y los medios para alcanzar lo que se pretende.En los mexicanos hay consenso en lo que hay que hacer, pero no así en la manera de lograrlo. No hay coartadas fáciles para cambiar lo que no nos gusta de la realidad. Además, no se debe desentender de los instrumentos ni siquiera a partir de lo elevado del propósito. La justicia no puede someter a la ley; tampoco la ley puede quedar a merced del calculado interés político.

Los nuevos tiempos convocan hoy más que nunca a la claridad de visión, al compromiso y a la persistencia con perspectiva del largo horizonte de nuestra historia.

@liebano

Tras la carta que envió el gobierno de Honduras a la cancillería mexicana, para externar su “malestar” por las declaraciones de la secretaria de gobernación, Olga Sánchez Cordero, sobre la formación de la “caravana madre” en dicho país, fue la Secretaría de Gobernación (Segob) quien emitió un posicionamiento.

A través de sus redes sociales, la Segob indicó que la migración tiene como causa la pobreza y la violencia, por lo que sólo con desarrollo, justicia y seguridad es que se atenderá la masiva salida de habitantes de Honduras y otros países de Centroamérica.

“México no provoca el fenómeno; coopera para atenderlo. La cooperación es la clave”, enfatizó la dependencia.

Al respecto señaló que la política del gobierno mexicano busca ordenar y registrar el ingreso de los migrantes, para que éstos respeten las leyes. “Para proteger a las personas migrantes necesitamos los datos de cada una”.

Recordó que en febrero pasado, más de 76 mil migrantes fueron detenidos en Estados Unidos, después de cruzar desde México. Adelantó que para Marzo, el número será mayor a los 100 mil, muchos de los cuales entraron a nuestro país en caravana.

“Las caravanas son una realidad, no un invento”, remató.

Jorge Suárez-Vélez

El otro día hablé con un colaborador de López Obrador quien resumió en una frase a este gobierno: “tienen muy claro qué hacer, no tienen la menor idea de cómo operar”. Este es un gobierno de viejitos, con perfil académico, que jamás han tenido contacto con la realidad y son incapaces de diseñar estrategias concretas. Pero, además, al declararles la guerra a tecnócratas y “fifís”, impiden beneficiarse de quienes sí tienen extensa experiencia operativa. La improvisación operativa provocó una crisis en el comercio de combustibles, y está por provocar un desabasto de medicamentos que dolerá más a quienes menos tienen.

Todos los días crece la distancia entre el sueño de AMLO y la realidad. En once semanas se ha hecho evidente la incompatibilidad entre su sincera aspiración de disciplina fiscal, su deseo de incrementar fuertemente el gasto social (para construir una base clientelar que le dé a Morena una presencia permanente), y el fondeo de disparates como Dos Bocas y el Tren Maya.

Se ha hecho evidente que al Presidente no se le da la aritmética. El costo de ejecutar su plan es monumental. Su capricho de cancelar el NAIM podría costar 145 mil millones de dólares (2.9 billones de pesos), de acuerdo a cálculos de José Antonio Meade que no han sido refutados. Esto es 18 veces el costo total de los programas de jóvenes, adultos mayores y discapacitados. Si hubiera hecho cuentas, vería que se hizo harakiri al cancelar una obra con un tercio de avance, cuyo costo de cancelación por muchos años será un pesado lastre que no le dará beneficio alguno.

Además está Pemex, elemento esencial en el sueño del tabasqueño. Lo han convencido de que esa empresa puede fondear todos sus programas, como PDVSA lo hizo para Chávez. Será un catastrófico error que use sus escasos recursos para capitalizar una empresa que será un barril sin fondo, dado que no están dispuestos al enfrentamiento con el sindicato para cambiar estructuralmente una empresa obesa e ineficiente, donde los trabajadores llevan décadas operando con todos los incentivos equivocados.

Si este gobierno cambia el régimen fiscal de Pemex, la disciplina fiscal prometida se evaporará. La reacción de las empresas calificadoras de riesgo será inmediata y despiadada. Esta administración enfrentaría algo muy similar a una tormenta perfecta que pondría el reflector sobre su ineptitud.

Primero, nos afectará la gradual desaceleración de la economía estadounidense. Muchos creen que la revaluación del Peso mexicano es un aval al nuevo gobierno. Nada más lejos de la realidad. La demanda por éste se detonó por un cambio de perspectiva global con respecto al dólar. Se esperaba que se fortaleciera conforme la Reserva Federal aumentara tasas de interés a lo largo de 2019. Después de un ajuste de 20% en las Bolsas y la repentina preocupación sobre una posible recesión, la Fed pospuso el ajuste monetario, provocando venta masiva de dólares. Al vender, hay que comprar otra moneda y el peso es la que ofrece la tasa de interés más alta entre las monedas de países que disfrutan de “Grado de Inversión” (es decir, una calificación de deuda superior a BBB).

Si AMLO hace que Hacienda absorba deuda de Pemex, perderemos esa calificación y el Peso se depreciará. Pero, además, crece la duda sobre la ratificación del T-MEC. Una Cámara baja en manos demócratas (partido no afín al libre comercio, que se ha movido claramente hacia la izquierda) tendrá nulo interés por confirmar lo ya hecho por Donald Trump, y puede aprovechar la ocasión para humillarlo. México requerirá de enorme pericia para navegar el Legislativo estadounidense, pero corrieron al equipo que la tenía. Seade no cuenta ni con equipo ni con recursos.

Aunque parezca increíble, estamos viendo a la mejor versión de AMLO. La peor vendrá cuando enfrente una crisis. Ahí, surgirán las fracturas en su equipo, y él acentuará su narrativa contra mercados y empresarios. El costo de la ineptocracia se hará evidente. La necia realidad será la cruel aguja que reviente el globo de su sueño tropical. Ojalá me equivoque.

Francisco Martín Moreno

EL UNIVERSAL

Al escuchar los interminables, agobiantes, aplastantes, avasalladores, apabullantes y atosigantes conceptos vertidos por AMLO a lo largo de horas y más horas de sus dos discursos interminables, inconmensurables, prolijos, repetitivos, ilimitados y hasta innitos, no pude dejar de pensar en los líderes políticos que hubieran ganado el título de campeones en materia de duración de sus peroratas, disertaciones o alocuciones. El triunfador fue Fidel Castro cuando habló por 7 horas y 45 minutos en televisión en 1960. ¿Los populistas tienen necesidad de atrapar a sus audiencias para convencerse de sus promesas de imposible realización?

¿Cuándo AMLO sostiene que “la crisis de México se originó por el fracaso del modelo neoliberal aplicado los últimos 35 años”, debemos entender el retorno al escandaloso desastre monetario, económico y social de Echeverría que lastimó a quienes más deseaba proteger? ¿Qué signica el rechazo tajante a las ideas neoliberales?

Veamos: Echeverría creó 504 empresas paraestatales, fideicomisos y organismos públicos, auténticas fuentes de corrupción y ejemplos inocultables de ineficiencia. Desquició el gasto público, aumentó irresponsablemente el número de burócratas al pasar de 826 mil trabajadores a un millón 315 mil. Intentó infructuosamente llevar a cabo «la segunda etapa de la reforma agraria», insistiendo (con la buena fe que conduce a la tragedia) en los errores
cardenistas al creer todavía en el capitalismo de Estado. Echeverría incrementó la deuda pública más de 200% en relación a la de Gustavo Díaz Ordaz. La demagogia financiera fue caótica. Estimuló las confrontaciones con empresarios, un atentado en contra del sector productivo con arreglo a un discurso populista anacrónico que creó desconfianza y parálisis en inversiones. Detonó un alarmante deterioro de la situación financiera, disparó la inflación
en 1973 como consecuencia del aumento del circulante, estimuló la emisión insensata de dinero fresco —AMLO prometió respetar la autonomía del Banco de México— sin los respaldos en producción. El desastre de la economía se evidenció cuando Echeverría largó a Hugo Margain y declaró: “Las finanzas públicas se manejan desde los Pinos.” ¿Cuánto resistirá Urzúa en el cargo, si Esquivel ya reventó antes de comenzar? ¿Las finanzas las manejará AMLO?

«La balanza de pagos, la disminución aguda de la producción agrícola e industrial, el endeudamiento, la fuga de capitales y, en general, el estancamiento en el crecimiento eran los signos más visibles. Echeverría disparó el déficit público al crecer de 2.5% en 1971 a 9.9% en 1976, deprimió el salario mínimo de 1975 de tal manera que sólo se podía satisfacer 36.2% de las necesidades de un obrero y de su familia», propició una escandalosa fuga de capitales, provocó un temerario déficit en la balanza comercial, despedazó 22 años de una estabilidad en la paridad peso-dólar de 12.50 para llegar a casi 20 pesos por cada unidad estadounidense.

Al final de su administración en 1976, México se encontraba atenazado en una profunda crisis, consecuencia de la demagogia, la torpeza y la ignorancia propia de una sociedad cerrada en la que solo una persona decide y piensa y ejecuta por los demás, reducidos a la triste ocupación de aplaudir, a diferencia de lo que acontece en una auténtica democracia participativa.

AMLO se equivoca al derogar la reforma energética y la educativa sin haberles dado tiempo para madurar. La primera podría reportar 200 mil millones de dólares en los próximos 6 años y la segunda, podría cambiar el rostro de México en el corto plazo, para dejar de ser un país de reprobados. Si requieren ajustes, ajustémoslas, pero no las deroguemos con ansias echeverristas.

Bien por la no reelección; bien la revocación del mandato siempre y cuando se instrumente sin tocar ni una coma del articulo 35 de la Constitución y no se practiquen las indigeribles pantomimas de las actuales consultas ilícitas y populacheras. Bien por la guardia nacional, pero bajo la supervisión del poder civil, no a la militarización. Bien por las ayudas a los ancianos y Ninis siempre y cuando éstos estudien y trabajen, pero sin desmantelar financieramente los presupuestos de la secretarías de Estado. Mal, muy mal lo de olvidar y perdonar a los presupuestívoros y peor, mucho peor, si no se perseguirá a los funcionarios del pasado, porque representa una traición flagrante al electorado, una renuncia a la aplicación de la ley y el rechazo público a la instalación del Estado de Derecho. Mal (fatal), prometer que se respetará el precio de las gasolinas, aunque suban en los mercados internacionales y se deprecie el peso. ¿Se subsidiarán las importaciones? Mal no haber abordado a fondo el tema del narcotráfico…

Mal, muy mal el hecho de comenzar una administración estimulando el nerviosismo, la inestabilidad, la desconfianza, la fuga de capitales, el miedo a los inversionistas nacionales y extranjeros, depreciando el peso y desplomando la bolsa de valores. Mal, muy mal, dejar en el aire aseveraciones como la siguiente: “el cambio será profundo y radical, estamos ante un cambio de régimen político.” ¿Cuál…?

Henry L. Mencken decía: “Populista es la persona que predica ideas que sabe falsas, entre personas que sabe idiotas.” ¡Clarísimo que AMLO puede tener razón en buena parte de sus deseos, sí, solo que parte de un singular concepto: La realidad para él no existe, las limitaciones presupuestales, tampoco…