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REFUERZO

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La aplicación de dosis iniciales de vacunas COVID-19 para grupos desprotegidos en todo el mundo debería seguir siendo una prioridad principal antes de ofrecer vacunas de refuerzo, dijo este martes el director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Mike Ryan.

“La gente siempre pregunta si deberíamos recibir una vacunación primaria o refuerzos, la realidad es que deberíamos hacer ambas cosas. Deberíamos centrarnos en vacunar a los que no están vacunados lo antes posible y luego poder darles dosis de refuerzo a grupos vulnerables”, dijo Ryan en un evento en línea.

Con eso, reclamó a los países que ya administran vacunas de refuerzo sin haber completado la vacunación de toda su población, o a aquellos países que aplican dosis de refuerzo mientras otras naciones no cuentan con las vacunas necesarias para proteger a su población.

Ryan dijo que lo más probable es que Ómicron reemplace a Delta como la variante globalmente dominante con el tiempo y que los gobiernos deben volver a centrarse en las medidas de protección básicas, como el uso de mascarillas y asegurarse de que sus hospitales estén listos.

Incluso si Ómicron resulta ser una enfermedad más leve en un paciente individual, no hay duda de que el rápido aumento de la fuerza de la infección generará más hospitalizaciones en las próximas semanas solo por el peso de las cifras, señaló.

“Todos y cada uno de los sistemas de salud deben prepararse”, dijo Ryan. “Probablemente veremos una ola Ómicron muy grande. Necesitamos proteger los sistemas de salud, necesitamos proteger a los que amamos. No es ciencia espacial, todos saben cómo hacerlo”.

La OMS advirtió que Ómicron avanza “a una velocidad nunca antes vista”, ya que se han detectado casos de esta variante en 77 países, aunque alertó que “está presente en más países pero aún no se ha detectado”.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom, mostró su preocupación porque la sociedad considere a Ómicron “como algo leve” y ha matizado que, aunque es cierto su carácter leve, su rápida propagación “podría afectar nuevamente a los sistemas de salud”, por lo que ha reafirmado que “las vacunas por sí solas no harán desaparecer la pandemia”.

Las declaraciones de la OMS coinciden con la publicación de un estudio que señala que dos dosis de la vacuna COVID-19 de Pfizer-BioNTech han brindado un 70% de protección contra la hospitalización en Sudáfrica en las últimas semanas, lo que sugiere una eficacia más débil contra la nueva variante de ómicron.

Estas conclusiones, que son preliminares, se basan en 78,000 casos positivos atribuidos a la variante Ómicron de un total de 210,000 casos registrados y analizados por la aseguradora privada Discovery y el Consejo de Investigación Médica de Sudáfrica (SAMRC).

Del total de esas infecciones, un 41% se registraron en personas vacunadas con la doble dosis de Pfizer.

Los datos recopilados apuntan a que la efectividad de esa pauta de inoculación cayó del 80% mostrado antes a la variante Delta, a un 33% contra Ómicron. Asimismo, la diferencia de protección contra la enfermedad grave y la necesidad de hospitalización entre los vacunados y no vacunados disminuyó del 93% a un 70%.

“Los datos indican que la gravedad de ómicron es un 29 % más baja que en la primera ola de infecciones de covid-19 en Sudáfrica”, señala también este primer gran estudio realizado con datos reales atribuidos al impacto de esta nueva variante.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue cuestionado este viernes sobre la posibilidad de aplicar una dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 a los maestros del país, luego de que les aplicaran la vacuna CanSino y, según los últimos estudios, esta podría estar perdiendo efectividad.

Al respecto, el presidente explicó que las dosis de refuerzo ya se comenzaron a aplicar en el país, y ahora se está vacunando a los adultos mayores de 60 años, y luego se ampliará a los maestros. Incluso adelantó que la dosis de refuerzo será “universal”.

“Va haber vacuna de refuerzo en todos los casos y tenemos las vacunas suficientes, porque también eso es importante informar. Hemos destinado alrededor de 40 mil millones de pesos a la adquisición de vacunas, ocupamos el lugar siete en el mundo en disponibilidad de vacunas, afortunadamente”, sostuvo el mandatario.

Con lo dicho por AMLO, toda la población recibirá su dosis de refuerzo, y lo hará de acuerdo a las etapas que se tuvieron para la aplicación de las primeras dosis.

El presidente dijo que ahora el prioridad es que todas las personas se vacunen, por lo que ahorita además de los refuerzos a mayores de 60 años, es atender a los rezagados, especialmente en todas las zonas en las que aún no ha llegado la vacuna o se han tardado en arribar, en estados como Chiapas, Oaxaca, Guerrero.

“Está demostrado es de que lo que protege es la vacuna y que tenemos que buscar que todos se vacunen, que no se quede nadie sin vacunarse. Está probado que los que lamentablemente se están hospitalizando y fallecen es porque no están vacunados, un porcentaje considerable. Entonces, los rezagados, los que lo están pensando, que ya no lo sigan pensando, que se vacunen porque hay que protegernos”, remató el presidente.

El gobierno federal anunció que este martes arranca a nivel nacional la aplicación de la dosis de refuerzo contra el COVID-19 a todos los adultos mayores de 60 años, a quienes se les aplicará AstraZeneca independientemente del tipo de vacuna que hayan recibido en las dosis iniciales.

“Las personas de 60 años y más serán revacunadas con una dosis adicional, no es un segundo esquema es solo una dosis adicional. Lo que utilizaremos es la vacuna de AstraZeneca para todos los casos”, detalló el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.

Durante la conferencia de prensa matutina del presidente, el funcionario anunció que el programa de dosis de refuerzo arranca hoy en seis de los 32 estados del país: Ciudad de México, Chiapas, Jalisco, Oaxaca, Sinaloa y Yucatán.

López-Gatell avisó que para recibir la dosis de refuerzo tienen que haber pasado al menos seis meses de la última vacuna, un requisito que cumplen casi todos los mayores de 60 años del país, según dijo.

El encargado de la estrategia de vacunación defendió que la dosis adicional “puede ser con otras vacunas” a las ya recibidas, por eso se aplicará a todos una dosis de AstraZeneca sin importar que su esquema fuera con Pfizer, CanSino, Sputnik V, Sinovac, Moderna o Johnson & Johnson.

Descartó por ahora “refuerzos en forma generalizada” a toda la población. “Los refuerzos deben enfocarse en los grupos de población más vulnerables, por ejemplo personas adultas mayores o que padecen enfermedades inmunodepresoras”, afirmó.

Luego de que se detallara la nueva fase de la estrategia, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) recibió su dosis de refuerzo de AstraZeneca, con lo que se manera oficial arrancó la jornada. Además, se procedió a vacunar a algunos miembros del gabinete que estaban presentes en la conferencia y que cumplían con los requisitos. entre los que destacó la titular de la Secretaría de Seguridad, el titular de Salud, el secretario de Marina y el titular de la Guardia Nacional.

Por su parte el gobierno de la Ciudad de México informó que inició este martes la aplicación de la vacuna de refuerzo, jornada que se extenderá hasta el próximo domingo 12 de diciembre.Fue el director general de Gobierno Digital de la Agencia de Innovación Pública (ADIP), Eduardo Clark quien explicó que se tiene estimado aplicar 59 mil 922 dosis de AstraZeneca durante los seis días de la jornada de inmunización. La aplicación será para las personas de 60 y más años, pertenecientes a la alcaldía Tlalpan.

“De parte del gobierno de la Ciudad y también de parte del Plan Nacional de Vacunación, y todos los que integramos este esfuerzo, estamos convencidos de la importancia de este refuerzo y en particular, debido a la entrada de la temporada invernal y por eso, llamamos a que todas las personas que están siendo citadas a su refuerzo puedan acudir”, dijo el funcionario.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció este jueves que la aplicación de las dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 arrancará este mismo mes y aseguró que el país cuenta con vacunas “suficientes” para suministrar las dosis que sean necesarias.

“Yo creo que va a ser ya en este mes porque queremos aplicar la dosis de refuerzo porque vienen los tiempos de frío, el invierno, que afecta mucho”, explicó el mandatario en su conferencia matutina.

Recordemos que el gobierno federal dio por concluida en octubre su meta de vacunar a todos los adultos mayores de 18 años, aunque recientemente arrancó la campaña de vacunación de adolescentes de 15 a 17 años, pero hasta ahora no se había planteado la aplicación de dosis de refuerzo.

La semana pasada, el presidente explicó que se estudiaba la aplicación de dosis de refuerzo para adultos mayores y para maestros.

“Lo importante es señalar que tenemos vacunas suficientes”, explicó el mandatario, quien aprovechó para agradecer a Estados Unidos por haber donado a México cerca de 10 millones de vacunas durante los últimos meses.

López Obrador aseguró que México está entre los 10 países “con más vacunas administradas”. De los 126 millones de habitantes, 77 millones de personas tienen al menos una dosis  solo 65 millones han completado su esquema de vacunación.

Ante la expansión de la nueva variable Ómicron detectada por primera vez en Sudáfrica, las autoridades han descartado restricciones y cierres de fronteras, pues consideran que las vacunas siguen siendo efectivas.

López Obrador dijo esta mañana que “lo de las variantes va a seguir pasando” y criticó que el cierre de vuelos de África por parte de algunos países.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) confirmó que se se alista todo para aplicar “lo más pronto” posible una dosis de refuerzo de la vacuna contra COVID-19 a todos los  adultos mayores y maestros del país.

“No se ha anunciado porque hubo mucha alarma con la nueva variante. Quisimos actuar con prudencia para no influir miedo, pero sí es parte del plan que se tiene, lo más pronto”, dijo López Obrador en su conferencia de prensa matutina.

El mandatario recordó que ya comenzó la inmunización de adolescentes y dijo que habrá un refuerzo para adultos mayores y también para los maestros que recibieron la vacuna chino de CanSino, que solo requiere de una dosis.

“Se van a reforzar algunas vacunas que de acuerdo a las investigaciones necesitan ese refuerzo. No va a tardar mucho”, afirmó.

Ante la extensión de la nueva variante del coronavirus Ómicron, detectada en Sudáfrica, el gobierno descartó cerrar fronteras y aumentar nuevas restricciones. López Obrador aseguró que en México “ni hubo ni habrá toque de queda”.

El presidente explicó que lo que está pasando con la nueva variante es debido a que no llegaron las vacunas a África. “No es que sea terrible la nueva variante, es que se abandonó a los pobres, como suele pasar”, criticó el mandatario.

El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, dio por hecho que Ómicron llegará a México y al resto de países del mundo pero consideró que la efectividad de las vacunas “sigue siendo vigente”.

“Las cancelaciones de viajes, cierres de fronteras no tienen ningún sustento científico, las medidas efectistas, no van a detener la propagación de esta ni ninguna otra variante, podemos garantizar que Ómicron será una variante predominante en el mundo”, apuntó López-Gatell.

Añadió que Ómicron no ha demostrado ser más virulenta, ni más transmisible, además de que no se ha demostrado que sea más grave; apuntó que así como las vacunas siguen siendo efectivas, las pruebas PCR siguen detectando esta variante. Pidió no “distorsionar la información”.

Un comité asesor de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos recomendó este viernes de manera unánime una dosis de refuerzo de las vacunas contra la COVID-19 de Pfizer y de Moderna para todos los adultos del país.

El Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP), un órgano independiente de los CDC, votó por once votos a favor y ninguno en contra a favor de esta recomendación.

La decisión tendrá que ser firmada ahora por la directora de los CDC, Rochelle Walensky, para que se haga efectiva de forma definitiva.

De esta manera, es posible que en las próximas horas todos los mayores de 18 años tengan acceso a la vacuna de refuerzo en Estados Unidos, aunque ACIP hizo especial hincapié en que todos los mayores de 50 deberían recibir la tercera dosis.

Dentro del proceso de aprobación de vacunas, la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) había autorizado previamente este viernes para uso de emergencia la dosis de refuerzo de Pfizer y Moderna para los mayores de 18 años.

Hasta ahora, las autoridades sanitarias de Estados Unidos habían aprobado el uso de esta tercera dosis para las personas mayores de 65 años, así como los adultos con problemas médicos o elevado riesgo de contraer la enfermedad.

A la espera de la decisión federal, varios estados del país habían permitido ya desde hace semanas la administración de estas dosis de refuerzo para la población adulta.

Recordemos que Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia de covid-19 con más de 768.000 fallecidos desde el marzo de 2020.

La Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de Estados Unidos autorizó este viernes las dosis de refuerzo de las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna contra la COVID-19 para todos los adultos del país.

La autorización para uso de emergencia de esta tercera dosis en la población mayor de 18 años solo necesita ahora la luz verde de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) para que estén disponibles de manera general.

Hasta ahora, las autoridades sanitarias de Estados Unidos habían aprobado el uso de esta tercera dosis para las personas mayores de 65 años, así como los adultos con problemas médicos o elevado riesgo de contraer la enfermedad.

Recordemos que el panel independiente que asesora a la FDA inicialmente votó en contra de tener refuerzos disponibles para todos, exigiendo criterios más estrechos para su suministro.

En su momento, Pfizer dijo que la eficacia de la vacuna contra la enfermedad sintomática se restauró al 95.6% cuando se administró un refuerzo en el marco de una prueba en la que participaron 10,000 personas mayores de 16 años.

Para reforzar sus argumentos, la farmacéutica puso el ejemplo de Israel, que luchó contra la aparición de la variante Delta con una campaña de refuerzo a nivel nacional.

Además, esta semana las autoridades sanitarias de Reino Unido publicaron un informe sobre personas mayores de 50 años que refiere la eficacia de la vacuna después de un refuerzo aumentó más allá del nivel de protección en las dos primeras dosis en su punto máximo.

Si bien las personas que se infectan mientras están completamente vacunadas tienen muchas menos probabilidades de enfermarse lo suficiente como para ir de gravedad al hospital o morir, nuevos datos de Minnesota muestran que “las muertes entre los vacunados no son cero”.

Actualmente, son de alrededor de uno por cada 100,000 por semana, en comparación con alrededor de 14 por cada 100,000 entre los no vacunados. Las personas con mayor riesgo de morir por COVID-19 después de la vacunación son las personas de edad avanzada e inmunodeprimidas, como las personas con cáncer o trasplantes de órganos.

Las autoridades sanitarias estadounidenses recuerdan que actualmente, la gran mayoría de los casos hospitalizados y las muertes son de personas no vacunadas.

La semana pasada, el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, condenó el hecho de que los países ricos están suministrando diariamente seis veces más dosis de vacunas que las dosis primarias aplicadas en los países de bajos ingresos.

“Sería realmente lamentable si hacemos todo este arduo trabajo de vacunación y luego nos encontramos retrocediendo una vez más, debido a una variante emergente en alguna otra parte del mundo”, sentenció Gounder.

Un panel asesor de Estados Unidos discutirá este viernes la posibilidad de ampliar la elegibilidad para la dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 a todos los adultos.

Algunas ciudades y estados ya permiten que todos los adultos reciban la dosis de refuerzo de la vacuna contra COVID-19 desarrollada por Pfizer, pero aún no es una política oficial federal. Durante la última semana, California, Nuevo México, Arkansas, Virginia Occidental y Colorado ampliaron la elegibilidad para incluir a todos los adultos. La ciudad de Nueva York adoptó una medida similar.

La semana pasada, Pfizer pidió a los reguladores estadounidenses que permitieran que las dosis de refuerzo de su vacuna contra COVID-19 sean administradas a cualquier persona mayor de 18 años. Se tiene previsto que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) apruebe la solicitud de Pfizer antes de que el panel asesor se reúna esta semana.

El último paso, la recomendación oficial de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), podría producirse poco después de la reunión.

La medida ampliaría considerablemente la elegibilidad. Actualmente, las dosis de refuerzo son recomendadas para personas que recibieron su segunda dosis de Pfizer o de Moderna hace al menos seis meses, si son mayores de 65 años o si corren un mayor riesgo de presentar síntomas graves de COVID-19 debido a problemas de salud preexistentes o por su trabajo o condiciones de vida.

Los refuerzos también son recomendados para la gente que recibió la vacuna de dosis única de Johnson & Johnson hace al menos dos meses.

Las autoridades han dicho que aunque las tres vacunas utilizadas en Estados Unidos siguen ofreciendo una fuerte protección contra los síntomas graves del COVID-19 y la muerte, la efectividad de la vacuna ante una infección leve puede disminuir con el paso del tiempo.

Pfizer ha presentado resultados preliminares de un estudio sobre la dosis de refuerzo que incluyó a 10,000 personas para sustentar su argumento de que es momento de ampliar la campaña de refuerzos. El estudio encontró que una dosis de refuerzo podría restablecer la protección contra la infección sintomática en un 95%, incluso cuando la propagación variante Delta estaba aumentando. Los efectos secundarios eran parecidos a los que se observaron con las primeras dos dosis de la vacuna de la farmacéutica.

Las autoridades reguladoras de Estados Unidos aprobaron este miércoles extender los refuerzos contra el COVID-19 a quienes recibieron la vacuna de Moderna o de Johnson & Johnson, y dijeron que cualquier persona que sea elegible para una dosis adicional puede recibirla de una marca distinta a la que se le administró en un principio.

Las decisiones de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) representan un gran paso para ampliar la campaña de refuerzos en Estados Unidos, la cual comenzó con dosis adicionales de la vacuna de Pfizer el mes pasado.

Sin embargo, antes de que más personas se puedan recibir la dosis adicional, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) consultarán con un panel de expertos mañana jueves antes de concluir las recomendaciones oficiales sobre quién debería recibir refuerzos y cuándo.

Las medidas más recientes ampliarían en decenas de millones el número de estadounidenses elegibles para refuerzos y permitirían formalmente la combinación de vacunas, haciendo que sea más fácil recibir otra dosis, en especial para la gente que sufrió efectos secundarios con una marca en particular pero igualmente desea contar con la protección que se ha demostrado que brindan las vacunas.

Específicamente, la FDA autorizó una tercera inyección de Moderna para adultos mayores y otras personas que corren alto riesgo de contagio de COVID-19 debido a sus problemas de salud, su empleo o las condiciones en las que viven, la cual se administraría seis meses después de su última inyección. Habrá un cambio importante: El refuerzo de Moderna será de la mitad de la dosis utilizada en las dos primeras, basándose en datos de la compañía de que esa cantidad es más que suficiente para incrementar de nuevo la inmunidad.

En cuanto a la vacuna de J&J de una sola dosis, la FDA dijo que todos los que la recibieron, sin importar su edad, deberían aplicarse una segunda dosis al menos dos meses después de la vacunación inicial.

Las decisiones de la FDA difieren debido a que las vacunas se fabrican de manera distinta, y con diferentes calendarios de dosificación, y la inoculación de J&J ha mostrado de manera consistente un menor nivel de efectividad que las vacunas de dos dosis de Moderna y Pfizer.

Un grupo de expertos recomendó este jueves una tercera inyección de la vacuna contra el COVID-19 de Moderna en Estados Unidos para determinadas poblaciones, un mes después de tomar la misma decisión respecto al inmunizante de Pfizer.

La opinión del comité dee la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) no es vinculante, pero es inusual que la agencia no la siga.

Tras una jornada de discusiones, los expertos acordaron autorizar la administración de una dosis de refuerzo de Moderna a tres categorías de personas: los mayores de 65 años, los que tienen alto riesgo de desarrollar una forma grave de la enfermedad, así como aquellos cuyo trabajo o situación implique una exposición “frecuente” al virus.

Esta última categoría incluye a trabajadores de supermercados, trabajadores de la salud, presos y personas sin hogar. Se tomaron las mismas definiciones para la aprobación de la tercera dosis de Pfizer.

Este refuerzo puede administrarse a partir de seis meses después de la segunda inyección de la vacuna Moderna; la dosis es de 50 microgramos, la mitad de lo que contienen las dos primeras inyecciones.

En su presentación ante el comité, una representante de Moderna argumentó que la dosis de refuerzo ayudaría a combatir la variante Delta en un momento en que la vacuna es cada vez menos eficaz contra las infecciones y los casos leves de la enfermedad, aunque sigue siendo eficaz contra los casos graves.

El comité se reunirá de nuevo mañana con el fin de emitir una opinión a la FDA sobre la conveniencia de una dosis de refuerzo de la vacuna de Johnson & Johnson.

También se debatirán los resultados de un estudio publicado esta semana en el que se analiza la posibilidad de utilizar, para la dosis de refuerzo, una vacuna diferente a las de la serie inicial de inyecciones. Esto es algo que no está permitido actualmente en Estados Unidos.

El estudio sugiere que las personas que recibieron la vacuna de Johnson & Johnson podrían beneficiarse de recibir una dosis de refuerzo de una vacuna de una tecnología diferente, como las de ARN mensajero.

Si la FDA autoriza oficialmente las dosis de refuerzo de ambas vacunas, un comité de expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) tendrá que emitir su propio dictamen la próxima semana, en una reunión prevista para el miércoles y el jueves.

El grupo asesor de expertos en vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó hoy que pacientes de determinados grupos en riesgo recibir una tercera dosis adicional de las vacuna contra el COVID-19, pese a que el organismo había pedido en agosto una moratoria a esas inoculaciones de refuerzo.

Alejandro Cravioto, presidente del Grupo Asesor Estratégico de Expertos de la OMS (SAGE), hizo este anuncio tras la reunión mantenida la semana pasada por este órgano, en la que se analizaron las estrategias de vacunación.

Los expertos recomendaron que la comunidad internacional se fije el objetivo de vacunar al 70% de la población mundial contra la COVID-19 a mediados de 2022.

“Es un porcentaje mucho mayor del que pensábamos antes, pero dado el desarrollo de la pandemia y la disponibilidad de nuevas vacunas para grupos de edad más jóvenes, es un objetivo posible”, subrayó el presidente de SAGE.

Sobre la tercera dosis, o segunda en el caso de la vacuna monodosis de Johnson & Johnson, en principio debe administrarse a personas con un “sistema inmunológico grave o moderadamente comprometido”, subrayó Cravioto en rueda de prensa.

“Todas las evidencias indican que se necesita una tercera dosis de estas mismas vacunas o de sus homólogas”, añadió el experto.

El mexicano aclaró que esta recomendación se aplica a todas las vacunas que la OMS ha aprobado para su uso de emergencia contra la COVID-19: Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca, Johnson & Johnson, Sinopharm y Sinovac. En los próximos días seguramente se unirá la del laboratorio indio Bharat, según adelantó Cravioto.

La luz verde a una tercera dosis, limitada a ciertos grupos, se produce después de que en agosto la OMS pidiera no administrar dosis de refuerzo hasta finales de septiembre dada la persistente desigualdad en la distribución de vacunas anticovid, un plazo que extendió, semanas después, hasta enero de 2022.

En más temas relacionados con la pandemia, la farmacéutica MSD anunció este lunes que solicitó la aprobación de emergencia en Estados Unidos de una píldora contra el COVID-19, un remedio fácil de administrar que se prevé que se convierta en una herramienta crucial en la lucha contra la pandemia, ya que complementa las vacunas.

El tratamiento de molnupiravir, administrado a los pacientes a los pocos días de dar positivo, reduce a la mitad el riesgo de hospitalización y muerte, según un ensayo clínico realizado por MSD.

“El extraordinario impacto de esta pandemia exige que nos movamos con una urgencia sin precedentes”, dijo Robert Davis, director ejecutivo y presidente de Merck (MS).

La compañía dijo que estaba trabajando “con las agencias reguladoras de todo el mundo para presentar solicitudes de uso de emergencia o de autorización de comercialización en los próximos meses”.

Se indicó que la eficacia es la misma frente a todas la variantes, incluida la Delta, y que el fármaco es seguro. Los expertos han dicho que no es una cura milagrosa y que debe complementar las vacunas, no sustituirlas.

Merck dijo en el comunicado que espera producir 10 millones de tratamientos para finales de 2021, mientras que Estados Unidos ya ha adquirido 1.7 millones de estos tratamientos de molnupiravir en caso de que se apruebe, con la opción de comprar más.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró este miércoles que la vacuna mexicana contra el COVID-19, Patria, sigue avanzando y ya se encuentra en una segunda fase de la investigación.

“Se está avanzando en la investigación de la vacuna Patria, que se va a producir en México. Ya está pasando a una segunda fase en el proceso de investigación. Hay buenos resultados en la primera etapa”, dijo el mandatario al ser cuestionado sobre el tema.

López Obrador reiteró que el próximo mes  comienza la vacunación de menores con enfermedades crónicas y aseguró que sigue “en pie” el compromiso de concluir la vacunación al menos con una dosis a todos los mayores de 18 años antes de que finalice octubre.

“Para poder lograr en un mes este objetivo ya tenemos toda una estrategia”, dijo el presidente, que afirmó que se respaldará de la Secretaría de Marina (SEMAR), así como de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Cuestionado sobre si se repetirá la vacunación el próximo año, López Obrador dijo que por el momento los médicos no recomiendan este refuerzo de inmunización, aunque precisó, lo están analizando. No obstante, puntualizó, ya se están haciendo “nuevos contratos” con las farmacéuticas, aunque no ofreció mayores detalles.

Sostuvo que no “van a faltar las vacunas” y que estas se aplicarán a “todos” y “sin distinción”, de manera gratuita.

Según cifras del gobierno, el 71% de la población adulta en el país cuenta con al menos una dosis de la vacuna contra el COVID-19.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió este lunes la tercera dosis, o dosis de refuerzo, de la vacuna de contra el COVID-19 de Pfizer/BioNTec, tres días después de que las autoridades sanitarias de su país autorizaran la administración de esta dosis para grupos poblaciones vulnerables.

En un auditorio de La Casa Blanca y con los periodistas y las cámaras presentes, Biden y la enfermera que le aplicó la vacuna batallaron para subirle la manga de la camisa, con el fin de descubrir la zona en que se le aplicaría la inyección.

Por el momento, la dosis de refuerzo se ha autorizado en Estados Unidos para las personas mayores de 65 años y otros grupos vulnerables.

“Sé que no lo parece, pero tengo más de 65, muchos más, y por eso me pongo hoy mi dosis de refuerzo”, afirmó el presidente, de 78 años.

Recordemos que los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EUA dieron luz verde el viernes pasado a la administración de una vacuna de refuerzo de Pfizer para unos veinte millones de personas que se pusieron la segunda dosis hace al menos seis meses y que cumplen una serie de condiciones.

En ese grupo entran los mayores de 65 años, los adultos con enfermedades como la diabetes o la obesidad y los trabajadores con mayor riesgo de contagio como sanitarios, profesores o empleados de tiendas de alimentación; siempre y cuando hubieran recibido antes la pauta completa de Pfizer.

Biden se puso la segunda dosis de la vacuna de Pfizer el pasado 11 de enero, hace más de ocho meses, por lo que cumplía las condiciones para obtener el refuerzo y lo hizo cuanto antes para animar a más estadounidenses a seguir su ejemplo.

“Las dosis de refuerzo son importantes, pero lo más importante que necesitamos hacer es conseguir que más gente se vacune”, subrayó, no obstante, el presidente.

Y es que alrededor del 25% de la población estadounidense que cumple las condiciones para vacunarse no se ha puesto ni siquiera una dosis, lo que equivale a unos 70 millones de personas y está entorpeciendo la lucha contra la pandemia en el país, especialmente contra la variante Delta.

La decisión de Estados Unidos de proceder con las dosis de refuerzo para ciertos grupos contradice las peticiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha pedido en reiteradas ocasiones a los países desarrollados que no tomen esa medida al menos hasta diciembre, dada la desigualdad de distribución de dosis en el planeta.

Preguntado al respecto, Biden insistió en que Estados Unidos está “haciendo más que todos los otros países del mundo juntos” por donar vacunas a países en desarrollo, tras adquirir más de 1,100 millones de dosis para compartir con otras naciones.

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) dieron la madrugada de este viernes luz verde a la tercera dosis, o dosis de refuerzo, de la vacuna de Pfizer/BioNTech para las personas mayores de 65 años, así como personas en situación de riesgo.

Como consecuencia, esta tercera dosis podrá estar disponible para estos grupos, que suponen millones de estadounidenses, en los próximos días.

La decisión de la CDC avala las recomendaciones previas de la Agencia de Medicamentos y Alimentos (FDA) que había aprobado su uso con estos límites.

“Creo que podemos servir mejor a las necesidades de salud pública de la nación ofreciendo dosis de refuerzo para los de mayor edad, las residencias de ancianos, la gente con condiciones médicas previas, y para los adultos con alto riesgo por su exposición por ocupación a la COVID-19”, señaló Rochelle Walensky, directora de los CDC.

Recordemos que el gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, había defendido que la tercera dosis de Pfizer fue administrada para el conjunto de la población de mayores de 16 de años, algo que las autoridades sanitarias rechazaron a falta de más datos.

La de Pfizer/BioNTech es la única vacuna que cuenta con aprobación total para su uso por parte de la FDA, ya que las otros dos disponibles en el país, las de Moderna y Johnson & Johnson, cuentan con autorización de emergencia.

Actualmente, el 64% de la población estadounidense se encuentra vacunada con esquema completo; el ritmo de vacunación ha caído en los últimos meses, lo que ha elevado la preocupación entre las autoridades sanitarias.

En las últimas semanas, Estaos Unidos registra una media de en torno a 150,000 contagios diarios y cerca de 1,500 muertes, cifras no vistas desde el comienzo del año.

La vacuna contra el COVID-19 del laboratorio estadounidense Johnson & Johnson (J&J), es más eficaz cuando se administran dos dosis, según nuevos datos publicados por la empresa el martes.

El fármaco de J&J se diseñó originalmente como una vacuna de dosis única. Pero con una segunda dosis inyectada unos dos meses o 56 días después de la primera, los niveles de anticuerpos observados aumentaron “entre cuatro y seis veces”, según un comunicado de la empresa.

La eficacia de la vacuna contra los casos sintomáticos de la enfermedad al menos 14 días después de la dosis de refuerzo fue del 75%, y del 100% contra los casos graves, según los datos de un ensayo clínico realizado en varios países en personas de 18 años o más.

En Estados Unidos, la eficacia contra los casos sintomáticos, de moderados a graves, fue del 94% con esta dosis de refuerzo.

En comparación, los últimos datos del ensayo clínico original, de una sola dosis, mostraron que la eficacia del fármaco en Estados Unidos contra los casos sintomáticos era del 70%. Según Johnson & Johnson, las variantes del coronavirus reducen la eficacia de la vacuna contra los casos graves.

La empresa dijo que había presentado los datos a la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y que pronto los presentará a otras autoridades reguladoras de todo el mundo.

Una revisión de expertos realizada por un grupo internacional de científicos, incluidos algunos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA), concluye que, incluso para la variante Delta, la eficacia de la vacuna contra el COVID grave es tan alta que las dosis de refuerzo para la población general no son apropiadas en esta etapa del pandemia.

La revisión, publicada en ‘The Lancet’, resume la evidencia actualmente disponible de ensayos controlados aleatorios y estudios observacionales publicados en revistas revisadas por pares y servidores de preimpresión. Un hallazgo constante de los estudios es que las vacunas siguen siendo muy eficaces contra la enfermedad grave, incluida la de todas las principales variantes virales.

Haciendo un promedio de los resultados informados de los estudios observacionales, la vacunación tuvo una eficacia del 95% contra la enfermedad grave tanto de la variante Delta como de la variante Alfa, y más del 80% de eficacia en la protección contra cualquier infección por estas variantes. En todos los tipos y variantes de vacunas, la eficacia de la vacuna es mayor contra la enfermedad grave que contra la enfermedad leve.

Aunque las vacunas son menos efectivas contra la enfermedad asintomática o contra la transmisión que contra la enfermedad grave, incluso en poblaciones con alta cobertura de vacunación, la minoría no vacunada sigue siendo la principal causa de la transmisión, además de correr el mayor riesgo de contraer una enfermedad grave.

“Tomados en su conjunto, los estudios actualmente disponibles no proporcionan evidencia creíble de una disminución sustancial de la protección contra enfermedades graves, que es el objetivo principal de la vacunación”, señala la autora principal, la doctora Ana-Maria Henao-Restrepo de la OMS.

A su juicio, el suministro limitado de estas vacunas salvará la mayor parte de vidas si se pone a disposición de las personas que corren un riesgo apreciable de padecer una enfermedad grave y que aún no han recibido ninguna vacuna. “Incluso si en última instancia se puede obtener algún beneficio con el refuerzo, no compensará los beneficios de brindar protección inicial a los no vacunados. Si las vacunas se implementan donde serían más beneficiosas, podrían acelerar el final de la pandemia al inhibir la evolución de variantes”, añadió.

Los autores señalan que incluso si los niveles de anticuerpos en los individuos vacunados disminuyen con el tiempo, esto no necesariamente predice reducciones en la eficacia de las vacunas contra la enfermedad grave. Esto podría deberse a que la protección contra enfermedades graves está mediada no solo por respuestas de anticuerpos, que pueden ser de duración relativamente corta para algunas vacunas, sino también por respuestas de memoria e inmunidad mediada por células, que generalmente tienen una vida más larga.

Por tanto, el informe afirma que si finalmente se van a utilizar refuerzos, será necesario identificar circunstancias específicas en las que los beneficios superen los riesgos.

Sin embargo, incluso sin que se pierda la eficacia de la vacuna, un mayor éxito en la administración de vacunas a grandes poblaciones conducirá inevitablemente a un aumento de la cantidad de personas vacunadas, a una disminución de la cantidad de personas no vacunadas y, por lo tanto, a una proporción cada vez mayor de todos los casos que serán casos innovadores, especialmente si la vacunación conduce a los cambios de comportamiento en los vacunados.

“Pero la capacidad de las vacunas para provocar una respuesta de anticuerpos contra las variantes actuales indica que estas variantes aún no han evolucionado hasta el punto en el que es probable que escapen de la respuesta inmune de memoria inducida por las vacunas”, advierten. Incluso si van a evolucionar nuevas variantes que pueden
escapar de las vacunas actuales, es más probable que lo hagan a partir de cepas que ya se han vuelto ampliamente prevalentes.

Por lo tanto, la eficacia de los refuerzos desarrollados específicamente para coincidir con posibles variantes más nuevas podría ser mayor y más duradera que los refuerzos que utilizan las vacunas actuales.

Así, recomienda una estrategia similar para las vacunas contra la gripe, para la cual cada vacuna anual se basa en los datos más recientes sobre las cepas circulantes, lo que aumenta la probabilidad de que la vacuna siga siendo efectiva incluso si hay una mayor evolución de la cepa.

“Las vacunas que están disponibles actualmente son seguras, efectivas y salvan vidas. Aunque la idea de reducir aún más el número de casos de COVID-19 mejorando la inmunidad en las personas vacunadas es atractiva, cualquier decisión al respecto debe basarse en pruebas y considerar los beneficios y riesgos para las personas y la sociedad. Estas decisiones de gran importancia deben basarse en pruebas sólidas y debates científicos internacionales”, añade el coautor, el doctor Soumya Swaminathan, científico jefe de la OMS.