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La nueva primera ministra británica, Liz Truss, anunció este jueves medidas contra la crisis energética que enfrenta el país, que incluyen la congelación de precios durante dos años para los hogares, el fin de una moratoria al fracking y reexaminar los objetivos climáticos del Reino Unido.

La congelación de precios representará un ahorro de unas 1,000 libras al año para un hogar medio, en comparación con la subida de 80% del tope tarifario que estaba prevista el 1 de octubre, precisó Truss en el parlamento dos días después de su nombramiento en reemplazo de Boris Johnson.

Las empresas e instituciones como las escuelas y hospitales recibirán por su parte una “ayuda equivalente durante seis meses”, precisó.

“Es el momento de ser audaz. Nos enfrentamos a una crisis energética (…) y estas intervenciones tendrán un costo”, advirtió después de haber eludido preguntas de la oposición sobre cómo piensa financiar unas políticas que se encaminan a incrementar la deuda pública británica.

El gobierno pagará a las empresas energéticas la diferencia de precios, precisó, sin dar una cifra de cuánto puede costar al erario público, a la espera de que su nuevo ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, presente este mes un presupuesto.

Truss, exejecutiva del gigante petrolero Shell, que durante su campaña para convertirse en nueva líder del Partido Conservador defendió políticas ultraliberales, se ha declarado férreamente en contra de aplicar más impuestos a las compañías energéticas para ayudar a los hogares.

Las medidas que anunció incluyen también suprimir temporalmente los impuestos sobre la energía destinados a financiar la transición hacia la neutralidad de carbono, que el Reino Unido se había comprometido a alcanzar en 2050 con una trayectoria que Truss dijo querer reexaminar.

Asegurando estar “totalmente comprometida” con la idea de alcanzar cero emisiones netas de CO2 en esa fecha, la nueva primera ministra explicó querer asegurarse de que no suponga una carga excesiva para las empresas y los consumidores.

Truss no precisó tampoco cuánto costará el paquete total, que varios medios británicos estimaron en 150,000 millones de libras.

Esta cifra es más del doble que los 70,000 millones de libras que se gastaron para pagar los sueldos de los empleados que se quedaron sin trabajo durante los confinamientos por la pandemia.

También supone un cambio drástico respecto a la campaña de Truss, que calificó las ayudas públicas de “apósito” inútil para resolver los problemas de fondo.

Reino Unido es muy dependiente del precio del gas, que se ha multiplicado por siete en un año, sobre todo por los problemas de suministro por la guerra en Ucrania.

Truss anunció también la creación de un fondo de 40,000 millones de libras con el Banco de Inglaterra para garantizar que los proveedores de energía no carezcan de liquidez ante la volatilidad de los mercados mundiales.

La primera ministra anunció también un incremento de las licencias para la extracción de petróleo y gas en el Mar del Norte y el fin de una moratoria sobre la fracturación hidráulica, mejor conocido como ‘fracking’, un controvertido método de extracción de combustibles fósiles que estaba hasta ahora prohibido en el Reino Unido.

Liz Truss asumió este martes como Primera Ministra del Reino Unido, en reemplazo de Boris Johnson quien también presentó hoy su renuncia formal.

Truss asumió en el castillo de Balmoral, en Escocia, donde la reina Isabel II le pidió formalmente que forme un nuevo gobierno, en una ceremonia cuidadosamente coreografiada de acuerdo con siglos de tradición.

Por primera vez en los 70 años de reinado de Isabel, la trasmisión del mando se realizó en Balmoral en lugar del Palacio de Buckingham en Londres.

La ceremonia se realizó en Escocia porque la reina de 96 años tiene problemas para trasladarse, lo que obliga a los funcionarios de palacio a adecuar los planes de viaje día a día.

Truss, de 47 años, fue elegida líder del Partido Conservador gobernante en una elección en la que participaron solamente los 172,000 afiliados. Como líder, Truss pasó a ser Primera Ministra automáticamente, sin necesidad de una elección general, porque su partido conserva la mayoría en la Cámara de los Comunes.

Pero habiendo sido elegida por menos del 0.5% de los adultos británicos, Truss está forzada a obtener resultados rápidamente.

Ed Davey, líder del partido opositor Liberal Demócrata, reclamó el martes una elección anticipada en octubre.

Aunque muchos observadores prevén que Johnson tratará de regresar a la política, él ofreció su respaldo a Truss y se comparó con Cincinato, un dictador romano que renunció a su poder y regresó a su granja para vivir en paz.

“Como Cincinato, regreso a mi arado”, dijo. “Y no ofreceré a este gobierno, sino mi más ferviente apoyo”.

Johnson aprovechó su discurso de despedida para presumir de sus éxitos, entre ellos un programa de vacunación temprana durante la pandemia de coronavirus y su apoyo temprano a Ucrania en su batalla contra Rusia.

Liz Truss llega al poder con el reto de dirigir el país en medio de una inminente recesión y una crisis energética que amenaza el futuro de millones de hogares y empresas.

“La reina recibió hoy en audiencia a la diputada Elizabeth Truss y le pidió que forme una nueva Administración”, dijo el Palacio de Buckingham en un comunicado. “La señora Truss aceptó el ofrecimiento de Su Majestad y besó las manos en su nombramiento como primera ministra y primer lord del Tesoro”.

Truss se enfrentará a una de las listas de problemas más desalentadoras de cualquier dirigente británico de la posguerra, con la inflación en dos dígitos, el costo de la energía disparado y la amenaza de una larga recesión para fines de año.

Su plan para impulsar la economía a través de recortes fiscales, al tiempo que aporta unos 100,000 millones de libras esterlinas para limitar los costos de la energía, ya ha sacudido los mercados financieros, haciendo que los inversores se deshagan de la moneda británica y los bonos del Estado en las últimas semanas.

Es la tercera mujer a la cabeza del ejecutivo británico, tras Margaret Thatcher y Theresa May. Truss representa al ala más derechista del partido.

Tras regresar de Balmoral, Truss ofreció su primer discurso desde Downing Street, donde dijo que se abocará “a los problemas que frenan” al país.

Añadió que se concentrará en la crisis energética, los problemas de la economía y el abrumado servicio nacional de salud.

Prometió que la economía crecerá y que Reino Unido será una “nación de aspiraciones”, pero reconoció que el país enfrenta “fuertes vientos globales en contra” debido al COVID-19 y la guerra en Ucrania.

Truss se negó a revelar su estrategia energética durante la campaña para suceder a Boris Johnson. Su plan, que daría a conocer mañana, consistiría en poner topes a las facturas de energía a un costo para los contribuyentes de 100,000 millones de libras, informó la prensa británica.

Mañana Truss presidirá su primer consejo de ministros y deberá enfrentarse en la Cámara de los Comunes al líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, que el lunes la acusó de “no estar del lado de la gente trabajadora”.

En su primer discurso de ayer, Truss descartó convocar legislativas anticipadas, pero prometió la victoria en las próximas, previstas en enero de 2025 a más tardar, contra un Partido Laborista que según especialistas, no deja de ganar terreno.

Liz Truss se convirtió este lunes como nueva líder del Partido Conservador británico, con lo que se convertirá en la próxima primera ministra en reemplazo de Boris Johnson.

Dos meses después de la dimisión de Johnson, orillado por múltiples escándalos, la formación gubernamental anunció que sus más de 172,000 afiliados eligieron a la hasta ahora ministra de Relaciones Exteriores para dirigir la formación y tomar las riendas del país.

La jefa de diplomacia, de 47 años, se impuso por 81,326 votos contra 60,399 al ex ministro de Finanzas Rishi Sunak.

Truss se convertirá en la tercera primera ministra del país, después de las también conservadoras Margaret Thatcher y Theresa May.

“Es un honor”, afirmó Truss visiblemente emocionada en un discurso en que el que reconoció la labor de Johnson a la cabeza del país desde 2019, llevando el Brexit a buen puerto, superando la pandemia y plantando cara al presidente ruso Vladimir Putin por su invasión de Ucrania.

Ante la división interna agravada por esta elección, Johnson llamó por su parte al Partido Conservador a la unidad con Truss. “Ahora es el momento de que todos los conservadores la apoyen al 100%”, tuiteó.

Johnson también aprovechó para expresar su “orgullo” por haber liderado el partido, destacando que bajo su mando la formación logró “la mayor mayoría en décadas” en la Cámara de los Comunes. Mencionó aciertos como el Brexit, la campaña de vacunación contra la COVID-19 y la entrega a Ucrania del “apoyo vital” que ha necesitado para hacer frente a la agresión rusa.

Por su parte, la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, reconoció que tiene “profundas” discrepancias políticas con Truss, pero espera mantener con ella una “buena relación de trabajo”. Como tareas urgentes, le ha exhortado a congelar la factura eléctrica, repartir ayudas y aumentar la financiación de servicios públicos, sin aludir a las reivindicaciones independentistas.

Y es que el país está acusando los efectos de una inflación de 10%, su mayor nivel en 40 años, alimentada por una escalada de precios de la energía inducida por la invasión rusa de Ucrania y el uso del gas como arma política.

“Me ocuparé de la crisis energética y de las facturas de los ciudadanos, pero también de los problemas a largo plazo que tenemos en el suministro de energía”, prometió Truss este lunes en un breve discurso tras anunciarse su victoria.

Según varios medios británicos, está contemplando congelar los precios de la energía.

Reiterando sus compromisos de campaña, Truss prometió presentar “un plan audaz para reducir los impuestos y hacer crecer la economía” británica, que se encuentra al borde de la recesión. Ayer había anunciado que presentaría dicho plan “en un mes”.

Y aunque ya fue electa y anunciada, el cambio de primer ministro no se producirá hasta mañana martes, cuando Johnson pronunciará su discurso de despedida en Downing Street.

Acto seguido viajará a Balmoral, residencia de verano de Isabel II en Escocia, 800 km al norte de Londres, para presentar su renuncia formal a la reina, que entonces nombrará oficialmente a Truss como su sucesora.

Hay que tomar en cuanta que por primera vez en sus 70 años de reinado, Isabel II, de 96 años, no viajará a Londres para esta ceremonia, debido a sus problemas de movilidad.

Truss, nueva jefa de gobierno, regresará a la capital para pronunciar su primer discurso ante la famosa puerta negra del número 10 de Downing Street y formar gobierno.

El miércoles prevé presidir su primer consejo de ministros y enfrentarse en el Parlamento al líder de la oposición, Keir Starmer, quien tras felicitarla aseguró que Truss “no está de parte de la gente trabajadora”.

Finalmente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, felicitaron a la nueva líder conservadora británica, y confiaron en una relación “constructiva” entre dos bloques que comparten “retos” e “intereses”.

“La UE y el Reino Unido son socios. Enfrentamos muchos retos juntos, desde el cambio climático hasta la invasión rusa de Ucrania. Espero una relación constructiva en respeto total de nuestros acuerdos”, escribió Von der Leyen en su cuenta de Twitter.

Por su parte, Metsola aseguró que “la UE y el Reino Unido son aliados y amigos naturales”, con los mismos intereses, y dijo que la Eurocámara “siempre acompañará” al pueblo británico.

“Las democracias deben permanecer unidas al hacer frente a la autocracia y agresión”, incidió la presidenta del Parlamento.

La reina Isabel II recibirá al nuevo primer ministro británico el próximo martes en su residencia escocesa de Balmoral en lugar de en el londinense Palacio de Buckingham, debido a los “problemas de movilidad” de la monarca.

Tradicionalmente la reina recibe a los nuevos jefes de gobierno en su residencia de Londres, a menos de 10 minutos en coche de la sede del gobierno.

Pero debido a sus dificultades para viajar la prensa se preguntaba si volvería a la capital desde su residencia de verano en Escocia para el anuncio, previsto el lunes, del sucesor de Boris Johnson.

Un portavoz del Palacio de Buckingham anunció hoy que, por primera vez, las audiencias tendrán lugar en Balmoral, castillo situado 830 km al norte de Londres.

Esta será la primera vez que la denominada ceremonia del “besamanos” tenga lugar fuera de Londres desde que el entonces primer ministro Winston Churchill recibió a Isabel II en el aeropuerto de Heathrow en 1952 cuando se convirtió en reina al fallecer su padre mientras ella estaba de viaje.

La ministra de Relaciones Exteriores, Liz Truss, y el exministro de Finanzas Rishi Sunak se enfrentan para convertirse en nuevo líder del Partido Conservador británico y por consiguiente en primer ministro.

Unos 200,000 afiliados de la formación han podido votar por correo y en línea en un proceso que termina este viernes y cuyo resultado se conocerá el lunes.

Gran admiradora de la difunta primera ministra Margaret Thatcher y defensora de sus políticas ultraliberales, Truss, de 47 años, aparece como la favorita, con más de 30 puntos de ventaja en las encuestas respecto a Sunak, un multimillonario exbanquero de 42 años, nieto de inmigrantes indios.

Recordemos que el controvertido Johnson, de 58 años, dimitió en julio como líder del Partido Conservador acosado por los escándalos y tendrá que dejar Downing Street para que su reemplazante se convierta en jefe de gobierno. También él viajará el martes a Balmoral renunciar formalmente ante la soberana.

La audiencia de Balmoral será el primer contacto formal entre la jefa de Estado y el nuevo jefe de gobierno, que asumirá el cargo en un contexto de creciente crisis por una carestía de la vida en el Reino Unido que amenaza con un otoño de protestas y huelgas.

La monarca mantiene semanalmente una audiencia con el jefe de gobierno, que desde el inicio de la pandemia en 2020 se celebra principalmente por teléfono.

Desde entonces, pasa la mayor parte del año en el castillo de Windsor, 40 km al oeste de Londres, y solo se desplaza a Buckingham para actos destacados.

Su salud es motivo de creciente preocupación desde que el pasado octubre se supo que había pasado una noche hospitalizada para someterse a “pruebas” médicas cuya naturaleza nunca se precisó. Sus apariciones en público son cada vez más escasas y en ellas se la ve a menudo caminando con dificultad ayudada por un bastón.

El ganador de las primarias del Partido Conservador británico, que sucederá a Boris Johnson como primer ministro del Reino Unido, se conocerá en una ceremonia el 5 de septiembre, según indicó este lunes el presidente de la formación, Andrew Stephenson.

Está previsto que la titular de Exteriores, Liz Truss, o bien su rival en las primarias, el exministro de Economía Rishi Sunak, tome formalmente posesión de la jefatura de Gobierno el 6 de septiembre, mientras que el día 7 debatirá por primera vez en la Cámara de los Comunes con el jefe de la oposición, el laborista Keir Starmer.

En una carta dirigida a los parlamentarios “tories”, Stephenson indicó que la localización exacta de la ceremonia en la que se anunciará el nombre del siguiente primer ministro se notificará a los asistentes con 48 horas de antelación y les animó a asistir el 31 de agosto en Londres al último acto de campaña de los dos aspirantes.

En 2019, cuando Johnson superó a su rival Jeremy Hunt para hacerse con el liderazgo de los conservadores, el evento se llevó a cabo en el centro de convenciones Queen Eliabeth II, frente al palacio de Westminster.

Según las encuestas, Truss cuenta con una ventaja abrumadora para ser la próxima líder “tory” y heredar el despacho oficial de Downing Street.

Sunak, por su parte, pareció descartar hoy en una entrevista que aspire a figurar entre los ministros que nombrará su rival en caso de que se confirme su victoria.

Cuestionado por la BBC por si evaluaría la posibilidad de formar parte de un gabinete comandado por Truss, el exministro rió y respondió: “No estoy centrado en eso y, francamente, dudo que Liz lo esté”.

En sus últimas dos semanas como jefe del Ejecutivo, Johnson, que acaba de regresar de unas vacaciones en Grecia, repartirá su tiempo entre la residencia campestre de Chequers y Downing Street, afirmó este lunes su portavoz oficial.

Su trabajo estará centrado en continuar organizando el apoyo a Ucrania en la guerra contra Rusia y las medidas contra el incremento del coste de la vida, agregó ese portavoz.

Reino Unido, el primer país en aprobar una vacuna contra el COVID-19 a finales de 2020, se convirtió ahora en el primero en dar luz verde a una fórmula adaptada tanto a la variante original como a la variante Ómicron del virus.

El organismo regulador de los medicamentos en Reino Unido (MHRA) dio este lunes la aprobación condicional a la llamada vacuna bivalente fabricada por la empresa farmacéutica estadounidense Moderna como refuerzo para adultos.

Ahora se espera que el Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización de Reino Unido emita pronto una recomendación sobre cómo debe desplegarse la vacuna en el país.

La decisión de la MHRA se basó en los datos de los ensayos clínicos que demostraron que el refuerzo desencadenó “una fuerte respuesta inmunitaria” tanto contra Ómicron (BA.1) como contra el virus original de 2020.

En junio, Moderna dijo que los datos del ensayo mostraban que, cuando se administraba como cuarta dosis, la inyección adaptada a la variante aumentaba los anticuerpos neutralizantes del virus en ocho veces contra Ómicron.

La MHRA también citó un análisis exploratorio en el que se comprobó que la inyección también generaba una buena respuesta inmunitaria contra las subvariantes de Ómicron BA.4 y BA.5, actualmente dominantes en todo el mundo, incluido México.

Según Moderna, los datos del ensayo mostraron que su refuerzo adaptado a la variante generó niveles de anticuerpos contra las subvariantes que fueron 1.69 veces mayores que los que recibieron el refuerzo original.

Sin embargo, la correlación entre los niveles de anticuerpos neutralizantes y la eficacia de la vacuna contra la enfermedad, en particular la enfermedad grave, sigue sin estar clara. La MHRA añadió que no se identificaron problemas graves de seguridad con la nueva formulación de Moderna.

Recordemos que el gobierno de Reino Unido dijo el mes pasado que un programa de refuerzo de la vacuna comenzaría a “principios de otoño” y que las vacunas se ofrecerían a los mayores de 50 años, a los individuos en grupos de riesgo clínico, a los trabajadores de primera línea y al personal de residencias para adultos mayores.

Aunque las vacunas existentes contra el COVID-19 siguen proporcionando una buena protección contra la hospitalización y la muerte, la eficacia de la vacuna se ha visto afectada por la evolución del virus.

“La primera generación de vacunas contra el COVID-19 que se está utilizando en Reino Unido sigue proporcionando una importante protección contra la enfermedad y salvando vidas”, declaró la directora ejecutiva de la MHRA, June Raine, en un comunicado. “Lo que esta vacuna bivalente nos da es una herramienta afinada en nuestro arsenal para ayudar a protegernos contra esta enfermedad a medida que el virus sigue evolucionando”, añadió.

El gobierno británico declaró este viernes estado de sequía en buena parte de Inglaterra, golpeada por una ola de calor que azota igualmente a buena parte de Europa y del norte de África.

La medida, declarada por primera vez desde 2018, incluye las áreas de Londres, el valle del Támesis y partes del sur, el centro y el este de Inglaterra.

El estado de sequía obliga a las compañías de agua a elaborar planes de contingencia para hacer frente a la escasez y prohíbe regar, lavar coches y llenar piscinas privadas.

Recordemos que Reino Unido vivió en 2022 el mes de julio más seco jamás registrado en ciertas regiones y el primer semestre más seco desde 1976.

La fuente del Támesis, el río que atraviesa Londres, se ha secado y su curso solo empieza unos ocho kilómetros más abajo.

Ayer se decretó alerta naranja por “calor extremo” en la práctica totalidad del sur de Inglaterra y en una parte del País de Gales, que en principio se extendería hasta hoy.

“Estamos mejor preparados que nunca para el clima cálido, pero seguimos vigilando de cerca la situación, incluido el impacto en los agricultores y el medio ambiente, y tomaremos nuevas medidas si es necesario”, dijo el Secretario del Agua, Steve Double.

Los científicos consideran que la multiplicación de las olas de calor y sequías es consecuencia directa del calentamiento del planeta.

Foto: Twitter @r_geranios

La contienda para sustituir a Boris Johnson como primer ministro británico alcanzó este martes un final imprevisible, al quedar tres aspirantes, incluidas dos mujeres, tratando de quedar entre los dos finalistas para cuando voten los miembros del Partido Conservador.

Después de la cuarta ronda de votación por parte de los legisladores del partido, quedó eliminada la exministra de Igualdad, Kemi Badenoch, una legisladora poco conocida previamente que se ha convertido en una estrella en ascenso del ala derecha del partido.

Tras la salida de Badenoch, queda el exjefe del Tesoro Rishi Sunak, el favorito de muchos; la secretaria de Relaciones Exteriores, Liz Truss; y la ministra de Comercio, Penny Mordaunt. Ahora los tres candidatos cabildearán entre los partidarios de Badenoch antes de la votación de eliminación final prevista para mañana.

La terna busca suceder a Johnson, quien renunció como líder del partido después de que crecientes escándalos éticos que provocaron renuncias masivas en su gobierno.

Dos finalistas irán a una segunda vuelta de votación entre los 180,000 miembros del Partido Conservador, y el ganador se anunciará el 5 de septiembre.

En la ronda de hoy, Sunak obtuvo 118 votos, dos menos que el número que le garantizaría ser uno de los dos candidatos que podrán elegir los miembros conservadores. Mordaunt recibió 92 votos, Truss 86 y Badenoch 59.

Los aspirantes que quedan en pie también estaban buscando convencer a los partidarios de Tom Tugendhat, un legislador influyente que fue eliminado de la contienda el lunes.

Tanto Mordaunt como Badenoch tuitearon elogios para Tugendhat después de la votación del lunes. Truss prometió aumentar el gasto militar del 2% al 3% del Producto Interno Bruto (PIB), un tema clave para Tugendhat, un exsoldado que preside la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes.

La contienda interna ha expuesto divisiones profundas en el Partido Conservador al final del reinado de Johnson, empañado por los escándalos. Los opositores han criticado a Sunak por aumentar los impuestos pese al daño económico que trajeron la pandemia y la guerra en Ucrania.

Sunak ha respondido que sus rivales están vendiendo “cuentos de hadas” económicos.

En una contienda donde cada voto cuenta, el electorado de 358 legisladores conservadores se redujo el martes a 357. Tobias Ellwood, un crítico de Johnson que apoya a Mordaunt, fue suspendido del grupo del partido en el Parlamento por no votar el lunes en una moción de confianza.

Olas de calor como la que actualmente vive Europa y otras tendencias negativas en el clima serán habituales al menos “hasta 2060”, advirtió hoy el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial de las Naciones Unidas (OMM), Petteri Taalas.

“La mayor frecuencia de estas negativas tendencias continuará al menos hasta 2060, independientemente del éxito o no a la hora de mitigar el cambio climático”, subrayó el experto en una rueda de prensa para analizar la actual ola de calor, celebrada conjuntamente con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Las olas de calor se están haciendo más comunes a causa del cambio climático”, añadió Taalas, señalando temperatura de más de 40 grados en Reino Unido mientras que en Portugal se han alcanzado los 47 grados, y ese y otros países del sur europeo han sido azotados por los incendios.

“Hemos ‘dopado’ a la atmósfera al ‘inyectarle’ más gases de efecto invernadero, en especial dióxido de carbono”, destacó el experto, quien señaló que en olas de calor como las de 2003 en el centro de Europa o la de 2010 en Rusia ya hubo decenas de miles de fallecidos, y las cifras podrían repetirse en esta ocasión.

“Los más vulnerables son, como en el caso de la covid, las personas con condiciones previas y los adultos mayores”, indicó Taalas, quien también advirtió de los efectos de estos fenómenos climáticos extremos en la agricultura, ya golpeada por la guerra en Ucrania, y en el turismo.

El informe se da mientras la Policía de Reino Unido informó este martes que se registró por primera vez en la historia 40.2 grados en el Aeropuerto de Heathrow de Londres, la temperatura más alta de la historia.

La cifra se ha alcanzado a las 12.50 a medida que Reino Unido atraviesa una fuerte ola de calor que ha llevado a algunas zonas de Gales a emitir la alerta roja por calor extremo, según informa el diario ‘The Guardian’.

El país registró ayer su noche más caliente con temperaturas que giran en torno a los 25 grados. No obstante, Scotland Yard ha alertado de que las altas temperaturas seguirán subiendo a lo largo de este martes.

El anterior récord, de 38.7 grados, se registró en 2019, aunque ha sido superado esta mañana tras detectarse 39.1 grados en Charlwood, en el condado de Surrey, al sur de Londres

El viernes, las autoridades británicas ya declararon por vez primera el estado de emergencia nacional de cara a las temperaturas récord que esperaban registrar esta semana.

Así, la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) decidió incrementar la alerta de “advertencia de calor y salud” al nivel 4, el más alto posible.

La directora ejecutiva de la organización, Penny Endersby, ha descrito el pronóstico de calor extremo como “absolutamente sin precedentes” y ha instado a la ciudadanía a tomar en serio las advertencias.

La primera ronda de votaciones para escoger al sucesor de Boris Johnson como primer ministro británico y líder del Partido Conservador concluyó este medio día (hora México), con el exministro de Finanzas, Rishi Sunak, como el aspirante con más apoyo.

El Partido Conservador presentó este martes el listado definitivo con los ochos nombres que optan a suceder a Johnson, un proceso del que se irán quedando fuera los candidatos que menos apoyos reciban en las sucesivas votaciones hasta quedar dos contendientes. El resultado final se dará a conocer después de verano.

En esta primera ronda de votación ya han quedado excluidos dos candidatos, que no han logrado recabar los 30 apoyos mínimos para pasar de ronda: el exministro de Sanidad Jeremy Hunt y el que fuera encargado de la cartera de Finanzas Nadhim Zahawi.

En tanto, Sunak encabeza las preferencias con 88 apoyos esta primera votación en la que la secretaria de Estado de Comercio de Reino Unido, Penny Mordaunt, una de las mejores valoradas según las encuestas, ha quedado en segundo lugar con 67 votos.

Tras ellos se sitúa la ministra de Asuntos Exteriores, Liz Truss, con 50 votos; la exministra de Igualdad Kemi Badenoch, con 40 votos; el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes, Tom Tugendhat, con 37 votos; y la fiscal general Suella Braverman, quien ha recabado 32 apoyos.

Una vez que la lista de aspirantes se reduzca a dos aspirantes, el próximo líder ‘tory’ y, por ende, primer ministro del país, saldrá de una votación más extensa realizada finalmente por correo postal y en la que participarán todos los miembros del Partido Conservador británico.

El exsecretario de Finanzas británico, Rishi Sunak, dijo este viernes que se presentará como candidato a sustituir a Boris Johnson, después de que contribuyó a una serie de acontecimientos que llevaron la caída del primer ministro.

Johnson anunció ayer que dejaría el cargo de primer ministro tras un desontento generalizado en el Partido Conservador, desencadenada por el último de una serie de escándalos que han socavado fatalmente la confianza pública.

La inminente salida de Johnson ha añadido incertidumbre política a una mezcla ya difícil de inflación al alza, desaceleración del crecimiento y malestar industrial, en medio de la guerra en Ucrania y la continua lucha de Reino Unido por adaptarse a la vida después del Brexit.

“Alguien tiene que aprovechar este momento y tomar las decisiones correctas. Por eso me presento para ser el próximo líder del Partido Conservador y su primer ministro”, dijo Sunak en un video de campaña publicado en Twitter.

Sunak y el secretario de Salud, Sajid Javid, dejaron el gabinete el martes pasado, con pocos minutos de diferencia, poniendo en marcha una cadena de dimisiones, cerca de 50 en total, que llevaron a la decisión de Johnson de renunciar.

Las reglas y el cronograma de la contienda para reemplazar a Johnson serán establecidos la próxima semana por un comité del partido.

El presupuesto elaborado por Sunak el año pasado puso a Reino Unido rumbo a su mayor carga fiscal desde la década de 1950, lo que, según sus críticos, socavó su pretensión de favorecer la reducción de impuestos.

Durante la pandemia del COVID-19, Sunak destinó unos 400,000 millones de libras a ayuda económica, evitando un gran salto en el desempleo, pero dejando que el endeudamiento público aumentara hasta un récord en tiempos de paz, con una caída histórica del PIB.

La popularidad de Sunak entre los legisladores conservadores se vio mermada después de que subió los impuestos a las nóminas de pago en abril para financiar un mayor gasto en salud y asistencia social, y después de que anunció planes para elevar fuertemente el impuesto de sociedades en 2023.

Sunak dijo en su carta de dimisión que quedó claro que su enfoque de la economía había sido demasiado diferente al de Johnson, luego de que ambos intentaron ponerse de acuerdo sobre los próximos pasos para el país. Sunak siguió refiriéndose al tema en el video de anuncio de su candidatura.

“Las decisiones que tomemos hoy determinarán si la próxima generación de británicos tendrá también la oportunidad de un futuro mejor”, dijo. “¿Afrontamos este momento con honestidad, seriedad y determinación? ¿O nos contamos cuentos de hadas reconfortantes que pueden hacernos sentir mejor en el momento, pero que dejarán a nuestros hijos en peor situación mañana?”.

Otro dato que se ha recordado es que Sunak votó a favor de abandonar la Unión Europea en 2016.

Sunak no es el único que ha levantado la mano para suceder a Johnson. El diputado conservador Tom Tugendhat, presidente de la comisión parlamentaria de Relaciones Exteriores, y la Fiscal General, Suella Braveman, ya anunciaron sus candidaturas.

Un sondeo del gabinete YouGov realizado entre votantes conservadores señaló al ministro de Defensa, Ben Wallace, y a la secretaria de Estado de Comercio Internacional, Penny Mordaunt, entre los favoritos. Sin embargo, ninguno de ellos oficializó su participación en la carrera por convertirse en el próximo inquilino de Downing Street.

Una de las figuras del Partido Conservador, el ex primer ministro John Major, elevó inmediatamente la voz contra la “insostenible” permanencia de Johnson en el cargo, sugiriendo que el vice primer ministro Dominic Raab actúe como jefe de gobierno interino.

Pero el portavoz de Downing Street descartó esta posibilidad, asegurando a los periodistas que Johnson “sigue siendo primer ministro hasta que haya un nuevo líder del partido y el trabajo del gobierno continuará mientras eso ocurra”.

Si los conservadores no expulsan inmediatamente a Johnson, la principal fuerza de la oposición lanzará una moción de censura contra el Ejecutivo, amenazó la número dos del Partido Laborista, Angela Rayner.

El Partido Laborista se vio legitimado el viernes cuando la policía anunció que tanto Rayner como su número uno, Keir Starmer, fueron exonerados en una investigación sobre si habían infringido las reglas anticovid con una cena de trabajo durante una campaña electoral en abril de 2021.

Ahora, ¿qué sigue para Reino Unido?, Ana Paula Ordorica aborda el tema en Broojula, junto a Julián Ventura, analista internacional, ex subsecretario de relaciones exteriores.

El primer ministro británico, Boris Johnson, presentó este jueves su dimisión, afirmando que es “claramente la voluntad” de su Partido Conservador que debe separarse del cargo.

Su renuncia al frente del Partido Conservador fue inmediata, pero planea continuar en el puesto de jefe de gobierno mientras se elige a la nueva dirección.

Dijo que ha designado un nuevo gabinete luego de una gran cantidad de renuncias, mientras muchos reclaman su salida inmediata del gobierno.

Expertos aseguran que se trata de una derrota humillante para Johnson, quien logró sacar a Gran Bretaña de la Unión Europea y a quien se atribuye el mérito de haber realizado una de las campañas de vacunación masiva contra el COVID-19 más eficaces del mundo.

El escándalo más reciente que reforzó las críticas y señalamiento a su liderazgo, hizo que cerca de medio centenar de legisladores abandonaran el gobierno.

En la puerta de su residencia de 10 Downing Street, Johnson dijo que estaba “enormemente orgulloso de los logros de este gobierno”, desde el Brexit hasta guiar el país a través de la pandemia y liderar la respuesta de Occidente a la invasión rusa de Ucrania, pero reconoció que “en política, nadie es ni remotamente indispensable”.

Johnson había dicho hasta ayer, en actitud desafiante ante el Parlamento, que tenía un “mandato colosal” de los votantes y que su intención era seguir adelante con las tareas de gobierno.

Sin embargo, esta mañana tuvo que reconocer la derrota tras la renuncia de dos miembros más del gabinete y la exhortación pública de uno de sus aliados más estrechos, el jefe del Tesoro, Nadhim Zahawi, a que dimitiera por el bien del país.

La elección interna de nuevo líder del Partido Conservador, que además será el próximo primer ministro, probablemente tendrá lugar durante los próximos meses. Y es que con la renuncia de Johnson, no se da paso a una elección general. El Partido deberá llevar a cabo un proceso entre sus filas, para  definir quién será su próximo líder, y con ello se convierta en el próximo primer ministro.

Recordemos que Johnson, quien gobernó Gran Bretaña durante el Brexit y la pandemia de COVID-19, obtuvo una victoria electoral por amplio margen en 2019, pero el líder, conocido por responder a sus detractores con grandilocuencia y bravuconería, también recibía críticas frecuentes por estar dispuesto a torcer y a veces violar las reglas con tal de conseguir sus objetivos.

Johnson, de 58 años, se mantuvo en el poder durante casi tres años a pesar de las denuncias de mantener relaciones demasiado estrechas con los donantes del partido, proteger a sus seguidores denunciados por abusivos y corrupción y engañar al Parlamento acerca de las fiestas en las oficinas del gobierno que violaban las normas de la cuarentena por la pandemia.

Las revelaciones recientes de que Johnson estaba al tanto de las acusaciones de abuso sexual contra un legislador conservador cuando lo nombró a un alto cargo en el gobierno fue la gota que derramó el vaso y que condujo a su renuncia.

El fundador de Wikileaks, Julian Assange, presentó ante el Tribunal Superior de Londres el recurso con el que intenta impedir que se haga efectiva su extradición a Estados Unidos, autorizada hace dos semanas por el gobierno de Reino Unido.

Assange tenía hasta este viernes para apelar el visto bueno de la ministra del Interior, Priti Patel, a su extradición. El Tribunal Superior confirmó a la radiotelevisión pública BBC que se concretó el recurso por parte e Assange.

Recordemos que sus abogados ya habían anticipado que agotarían todas las vías judiciales.

Un grupo de seguidores de Assange se ha concentrado precisamente este viernes ante el Ministerio del Interior para protestar contra la detención del fundador de Wikileaks y rendirle homenaje por su cumpleaños, ya que el domingo cumplirá 51 años.

Assange se enfrenta en Estados Unidos a 18 cargos penales y deberá responder por acusaciones de espionaje si finalmente es trasladado a dicho país. Se enfrenta a un total de 175 años entre rejas, aunque el gobierno estadounidense sostiene que probablemente sería condenado a una pena de entre cuatro y seis años.

Assange permanece encarcelado en Reino Unido desde abril de 2019, cuando fue arrestado después de casi siete años recluido en la Embajada de Ecuador en Londres.

El fundador de Wikileaks se refugió en un primer momento en la Embajada para evitar su posible extradición a Suecia, donde también estaba siendo investigado, y ante el temor de que fuese un primer paso hacia Estados Unidos.

La semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) afirmó que pedirá a su homólogo estadounidense, Joe Biden, mediar en el caso de Assange, luego de que el gobierno británico diera luz verde a su extradición a Estados Unidos.

López Obrador salió una vez más en defensa de Assange, al que consideró un “preso de conciencia”, y afirmó que era “decepcionante” que lo envíen a Estados Unidos para condenarlo a cadena perpetua.

“Quiero plantear que voy a pedir al presidente Biden que se atienda esta asunto, estoy consciente que va en contra de grupos duros, severos, que hay en Estadios Unidos, como en todos los países, pero también debe de prevalecer el humanismo.”, dijo AMLO tras cuestionar el proceso que se ha seguido en Estados Unidos contra Assange.

López Obrador reiteró el ofrecimiento de asilo para el fundador de WikiLeaks en caso de que sea liberado y exhortó a las Naciones Unidas (ONU) a pronunciarse sobre el caso.

“México le abre las puertas a Assange en el caso de que se resuelva liberarlo, hay mecanismos para hacerlo”, sostuvo.

El gobierno británico firmó este viernes el decreto de extradición del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a Estados Unidos, donde se le quiere juzgar por espionaje y la filtración masiva de documentos confidenciales.

Wikileaks y los allegados de Assange anunciaron que apelarán la decisión y lamentaron un “día negro para la libertad de prensa y la democracia británica”.

Recordemos que en abril pasado, la justicia británica emitió la orden formal de entregar a Washington al fundador de WikiLeaks, tras varios años en juzgados, pero correspondía a la ministra de Interior, Priti Patel, firmar el decreto, algo que hizo el viernes.

“En virtud de la ley de 2003 sobre la extradición, la ministra debe firmar una orden de extradición si no hay ningún motivo que la prohíba”, dijo un portavoz del ministerio de Interior.

Según el funcionario, “los tribunales británicos no concluyeron que fuera opresivo, injusto o un abuso procesal extraditar al señor Assange. Tampoco concluyeron que la extradición fuera incompatible con sus derechos, incluyendo el derecho de tener un juicio justo, y con la libertad de expresión y (garantizaron) que durante su estancia en Estados Unidos será tratado de manera apropiada, también con respecto a su salud”.

Estados Unidos quiere juzgar a Assange por espionaje y podría condenarlo a hasta 175 años de cárcel si es declarado culpable de la publicación a partir de 2010 en WikiLeaks de unos 700,000 documentos militares y diplomáticos estadounidenses secretos, sobre todo sobre Irak y Afganistán.

Assange permanecía recluido desde 2019 en la prisión londinense de alta seguridad de Belmarsh. Había sido detenido en la embajada de Ecuador en Londres, una vez que el entonces presidente Lenín Moreno le retirara la protección que le había concedido su predecesor Rafael Correa.

Violando las condiciones de su libertad condicional en Reino Unido, el fundador de WikiLeaks se había refugiado en la sede diplomática ecuatoriana en 2012 para evitar ser extraditado a Suecia por cargos de violación que después fueron abandonados.

Negando dichos cargos, ya entonces afirmó temer que todo fuese una estrategia para entregarlo a Estados Unidos.

En enero de 2021, la justicia británica decidió a su favor: la jueza Vanessa Baraitser rechazó la extradición por considerar que el australiano, de frágil salud física y psicológica, corría el riesgo de suicidarse en el sistema penitenciario estadounidense.

Pero en diciembre de 2021, Washington logró que la Alta Corte de Londres anulara esa decisión, asegurando que no sería encarcelado en la prisión de alta seguridad ADX de Florence, en Colorado, donde están detenidos miembros de la organización yihadista Al Qaida.

Y garantizaron que recibiría la atención clínica y psicológica necesaria, mencionando incluso la posibilidad de permitir que cumpliera su condena en su Australia natal.

Organizaciones de defensa de la libertad de prensa, como Reporteros Sin Fronteras (RSF) y Amnistía Internacional se oponen a esta extradición porque temen que Assange sea sometido a condiciones de aislamiento en prisión que agravarían el riesgo de un suicidio.

Stella Assange, abogada y esposa de Assange, había pedido al gobierno británico que no firmara el decreto de extradición a Estados Unidos. “Cualquier país que se preocupe por la libertad de expresión tendría que sentir vergüenza al ver que la ministra de Interior ha aprobado la extradición de Julian Assange a Estados Unidos, el país que complotó para asesinarlo”, dijo en un comunicado este viernes.

El primer ministro Boris Johnson de Reino Unido, sobrevivió ayer a un voto de confianza de su propio partido, activado por los diputados conservadores rebeldes debido a los escándalos como el “partygate”, las fiestas celebradas en Downing Street durante los confinamientos.

Aunque según las actuales reglas Johnson no puede ser objeto de otro voto de confianza interno durante un año, tiene la delicada tarea de recuperar a los integrantes de su partido, y a su electorado, indignado por los escándalos y estrangulado por la inflación, que está en su mayor nivel en 40 años.

Esta mañana, al comienzo de una reunión del consejo de ministros, Johnson aseguró que su gobierno puede por fin dejar de lado las polémicas y “seguir hablando de lo que la gente de este país quiere”. Su objetivo ahora, afirmó, es “hacer avanzar al país” apoyándose en medidas que beneficien a los británicos en plena crisis de poder adquisitivo.

Aunque ayer por la noche Johnson celebró el “convincente” resultado de la votación secreta, más del 40% de sus diputados (148 de 359) dijeron que no confían en él, lo que refleja la magnitud del malestar y el golpe a su autoridad entre sus filas.

En comparación, la ex primera ministra Theresa May sobrevivió a una moción de censura en 2018 por un margen más amplio, antes de verse obligada a dimitir unos meses después.

De haber sido Johnson derrotado, el partido habría convocado una elección interna para designar a un nuevo líder, que se convertiría automáticamente en jefe de gobierno. Pero aunque corren rumores sobre los posibles candidatos a sustituirle, ninguno de ellos destaca realmente, lo que beneficia a Johnson.

Johnson, que llegó al poder en 2019, debe ahora reconquistar el terreno perdido en un desplome de popularidad, subrayaban el martes los diarios. Un “Johnson herido está en peligro”, titulaba The i Paper mientras el periódico de izquierdas The Guardian calificaba el resultado del voto de “humillación” para el primer ministro. En el lado conservador, The Telegraph afirmaba que esta “victoria insignificante divide a los tories”.

A pesar del alivio que ha supuesto convencer a la mayoría de sus diputados, Johnson no ha terminado con las repercusiones del “partygate”. Tras las pesquisas de la policía y del informe interno de la alta funcionaria Sue Gray, está prevista otra investigación, esta vez parlamentaria. Si esta concluye que Johnson mintió a sabiendas a la Cámara de los Comunes al afirmar que no había infringido las normas, el código de conducta dicta que debería dimitir.

El príncipe Enrique y su esposa Meghan se sumaron este viernes a otros miembros de la familia real en una misa en honor a los 70 años de la reina Isabel II en el trono, realizando su primera aparición pública en Gran Bretaña desde que renunciaron a sus deberes reales hace dos años.

La monarca se ausentó de la misa en la Catedral de San Pablo en Londres, realizada en el segundo día de festividades para celebrar su Jubileo de Platino.

Isabel II de 96 años ha tenido problemas de movilidad en meses recientes y experimentó “cierta molestia”, después de sonreír y saludar a multitudes de simpatizantes desde el balcón del Palacio de Buckingham el jueves por la tarde.

Los entusiastas de la realeza rápidamente cambiaron su atención hacia Enrique y Meghan, quienes iban de la mano al caminar por el largo pasillo de la catedral acompañados por un oficial militar en una túnica escarlata. Otros invitados voltearon para ver a la pareja tomar sus lugares en la segunda fila, subrayando sus papeles menos destacados como miembros de la familia real fuera de servicio.

El príncipe Carlos, quien representó a la reina, y su esposa, la duquesa de Cornualles, tenían sillas especiales en la primera fila al otro lado del pasillo central. El príncipe Guillermo y su esposa, la duquesa de Cambridge, estaban sentados junto a ellos.

Enrique y Meghan desataron tensiones dentro de la familia real cuando se mudaron a California y firmaron lucrativos contratos con medios de comunicación. La desavenencia se acentuó después de que ellos afirmaron que hubo racismo y acoso dentro de la familia real. Pero volaron a Gran Bretaña para las celebraciones de jubileo, y llevaron a su hijo Archie y a su hija Lilibet, quien nunca había conocido a su bisabuela, la reina.

La misa de acción de gracias se realizó un día después de que comenzaron las celebraciones con el deslumbrante desfile militar conocido como Trooping the Color, una ceremonia para celebrar el cumpleaños oficial de los soberanos que se realiza desde hace casi 260 años.