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Siete aspirantes a la candidatura presidencial republicana se enfrentan esta noche en el segundo debate de la contienda, donde buscar contrarrestar la ventaja que hasta ahora tiene el expresidente Donald Trump.

Trump conoce bien su ventaja que, por segunda ocasión, no se presentará en el encuentro, y en su lugar ofrecerá un mensaje desde Michigan, uno de los estados más afectados por la huelga de los trabajadores automotrices aglutinados en el United Auto Workers (UAW).

Los republicanos se encontrarán en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan en California, en un evento organizado por Fox Business.

Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora en las Naciones Unidas, ha atraído multitudes más grandes y mayor interés desde sus embestidas en el primer debate contra el empresario y político bisoño Vivek Ramaswamy.

Otro que necesita una gran noche es el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que ha perdido terreno a pesar de sus intentos de buscar posicionarse como la principal alternativa a Trump.

El exvicepresidente Mike Pence, el senador Tim Scott de Carolina del Sur y Ramaswamy también buscarán tener una noche estelar. Ramaswamy logró atraer los reflectores varias veces en Milwaukee, pero los otros aspirantes sacaron a la luz su falta de experiencia política.

Completan el elenco el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burkum, y el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, que se ha jugado sus aspiraciones en los ataques a Trump.

Sobre la contienda electoral en Estados Unidos, el presidente Andrés Manuel López Obrado (AMLO) denunció esta mañana que existe una “competencia para ver quién dice más barbaridades” y “para culpar a México” entre los aspirantes a la candidatura presidencial republicana.

“Como vienen las elecciones en Estados Unidos, hay como una especie de competencia a ver quién dice más barbaridades, quién es más atrevido para amenazar a México, para culpar a México, con juicios temerarios, esto es lo que está pasando en Estados Unidos”, dijo el mandatario.

AMLO reaccionó a las declaraciones de Vivek Ramaswamy, quien advirtió esta semana en una entrevista con Fox Business que invadiría México, si el Gobierno no acepta la cooperación de Washington para combatir a los cárteles que trafican fentanilo.

“Es como si tuvieses un vecino con un perro que viene a tu patio y sigue mordiendo a tu familia repetidamente. Si siguen haciendo eso, en algún momento puedes tomar una pistola y dispararle a ese perro”, dijo el empresario.

La propuesta de usar tropas estadounidenses para combatir a los cárteles de México también la han hecho otros aspirantes como el gobernador de Florida, Ron DeSantis.

“Hablan sin tener sustento porque piensan que así van a ganar simpatía, se compiten entre ellos para ver quién dice el disparate más extravagante sobre la migración, el fentanilo y sobre México, pero no hay que tomarlos en serio”, comentó López Obrador.

El expresidente Donald Trump no participará en el segundo debate republicano, programado para llevarse a cabo la próxima semana en California, Estados Unidos.

La razón de la ausencia de Trump: dar un discurso ante sindicalistas de Detroit, Míchigan, con lo busca robar una vez más los reflectores al encuentro de los republicanos.

Su visita incluirá un discurso ante aproximadamente 500 sindicalistas, según adelantó The New York Times (NYT).

Recordemos que Trump no asistió al primer debate republicano, celebrado en Milwaukee el mes pasado, y en su lugar ofreció una entrevista en “prime time” al expresentador de Fox News y reconocido periodista ultraderechista, Tucker Carlson.

La no asistencia de Trump al segundo debate se da a conocer durante el cuarto día de huelga de los trabajadores del automóvil en Detroit, representados por United Auto Worker (UAW), contra los principales fabricantes del país, a los que exigen un amento del 40% de sus salarios, mejorar horarios y condiciones laborales.

La noticia de la visita de Trump a Detroit llega en un momento clave para el sector automovilístico en dicha ciudad.

Centrado en una posible revancha con Biden en las presidenciales de 2024, recuperar el estado de Míchigan, que se tiñó de rojo republicano en 2016 y volvió a manos demócratas en 2020, parece fundamental para el eventual regreso de Trump a la Casa Blanca.

El Comité Nacional Republicano aún no ha confirmado qué candidatos se han clasificado para participar. Recordemos que los aspirantes deben alcanzar una intención de voto de al menos un 3% en dos encuestas a nivel nacional o alternativamente un 3% en un sondeo nacional más un 3% en dos encuestas en dos de los estados que primero celebran primarias (Iowa, Nuevo Hampshire, Carolina del Sur y Nevada).

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) criticó este jueves el debate de la semana pasada de los aspirantes del partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos, donde cuestionaron a México e insistieron en usar militares contra los cárteles de nuestro país.

“El otro día estaba yo viendo un debate de los precandidatos y hablaron de fentanilo, de las drogas y México. Aquí vamos a estar pendientes, cada vez que haya un cuestionamiento infundado hacia nuestro país va a haber respuesta porque no somos la piñata de nadie”, declaró el mandatario.

López Obrador se refirió al debate de los republicanos, cuando el gobernador de Florida y segundo en las encuestas, Ron DeSantis, insistió en que en caso de obtener la nominación y llegar a la Casa Blanca, enviaría desde “el primer día” Fuerzas Especiales de Estados Unidos a México para combatir a los cárteles.

AMLO acusó a los políticos estadounidenses de “no atender las causas” del consumo de drogas así como, según él, atender a los jóvenes y evitar la liberalización de sustancias como la marihuana.

“Hay que cambiar las prioridades, hay que cambiar las políticas para atender las causas y no estar con el discurso trillado de siempre, de los narcotraficantes mexicanos y que hay que utilizar el Ejército estadounidense para casi invadir México”, manifestó.

“(Quieren) meterse a buscar a narcotraficantes violando nuestra soberanía, cosa que no vamos a permitir nunca, pero se les hace muy cómodo, pero es muy inmoral, el decir: el problema está en México”, añadió.

Y es que las diferencias entre México y Estados Unidos han crecido en los últimos meses tras la propuesta de los republicanos de designar a los cárteles mexicanos como terroristas y de declarar la guerra contra ellos empleando a las Fuerzas Armadas para ello.

De acuerdo con diversos expertos y analistas, las tensiones entre ambos países subirían y ocuparán los reflectores, ya que el año próximo coincidirán las elecciones presidenciales de México y Estados Unidos, algo que no ocurría desde 2012.

En ese sentido, López Obrador insistió en que denunciará a los políticos que tengan propuestas “antimexicanas” y “antiinmigrantes” para pedir a los latinos que no voten por ellos.

El gobernador de Florida, y aspirante a la candidatura presidencial republicana en 2024, Ron DeSantis, afirmó por primera vez que el expresidente Donald Trump perdió las elecciones de 2020.

El gobernador fue más allá y dijo que Joe Biden “es el presidente”, lo que fue inmediatamente respondido por portavoces de su otrora mentor.

“DeSantis debería dejar de ser el mayor animador de Biden”, subrayó el portavoz de Trump Steve Cheung en reacción a los comentarios que el gobernador hizo en una entrevista con NBC News transmitida el ayer por la noche.

“Por supuesto que perdió”, dijo DeSantis cuando se le preguntó por el supuesto “robo” electoral que Trump dice haber sufrido en las elecciones presidenciales pasadas.

DeSantis, que llegó a la gubernatura de Florida en 2018 de la mano de Trump, y fue reelegido en 2022 por una amplia mayoría, compite ahora con el expresidente por la nominación republicana en 2024, pero está más de 30 puntos por detrás de él en las encuestas.

“El que coloca su mano sobre la Biblia el 20 de enero cada cuatro años es el ganador”, enfatizó DeSantis a NBC News.

El viernes pasado en un mitin en Iowa, DeSantis ya había señalado que está comprobado que la teoría sobre el robo de las elecciones de 2020 no corresponde a la verdad, pero fue en la entrevista con NBC News donde por primera vez dijo claramente que Trump perdió en las urnas.

Las declaraciones del republicano llega luego de que la semana pasada Trump fuera acusado formalmente de varios cargos penales en relación con la toma del Capitolio por una turba de sus seguidores el 6 de enero de 2021 con la intención de impedir que el Congreso certificara la victoria de Biden.

Trump se declaró no culpable como en los otros dos casos penales en los que está imputado, uno de ellos por los documentos clasificados hallados en su casa de Florida tras su salida de la Casa Blanca y otro por presuntas estrategias contables en 2016 para ocultar los pagos a una estrella “porno” con el fin de evitar que hablara de una supuesta relación que habría tenido con ella.

En sus últimos mensajes en Truth, Trump no ha hecho comentarios sobre lo dicho por DeSantis, pero su portavoz Steve Cheung dijo a NBC 6 que el floridano es un “cheerleader”, como se conoce a las animadoras de equipos deportivos, de Biden.

En las últimas horas Trump escribió en Truth del fiscal especial Jack Smith, que está al frente de las investigaciones que han llevado a las imputaciones por el 6 de enero y los documentos clasificados.

El gobernador de Florida y aspirante republicano a la Presidencia, Ron DeSantis, dio a conocer este lunes un extenso plan de política económica, fundamentado en un cambio en la relación comercial con China y la demolición de las regulaciones de la Administración Biden.

En un discurso en la ciudad de Rochester, New Hampshire, DeSantis abordó un programa dividido en diez partes que denominó “Declaración de Independencia Económica”, que apunta a China y busca, además, combatir la promoción del automóvil eléctrico y expandir la economía de la nación mediante la defensa de la clase media.

“El objetivo de nuestra ‘Declaración de Independencia Económica’ es simple. Nosotros, el pueblo estadounidense, ganamos. Ellos (China) pierden”, dijo DeSantis al detallar su plan económico en los almacenes de una compañía de logística de Rochester.

El candidato a las primarias republicanas subrayó que “revitalizar la libertad y las oportunidades económicas requerirá construir una economía en la que las preocupaciones de los ciudadanos promedio se eleven sobre las que se consideran demasiado grandes para fracasar”.

Añadió que Estados Unidos es una nación con una economía, “no al revés”. “Somos ciudadanos de una república, no somos engranajes en un imperio económico global”, aseveró.

El gobernador hizo el anuncio en momentos en que las encuestas le muestran en caída frente al expresidente Donald Trump en la carrera por la nominación republicana de 2024.

Una encuesta de New York Times/Siena College publicada este lunes arrojó que Trump supera a DeSantis por 37 puntos porcentuales entre los posibles votantes republicanos.

La respuesta del Partido Demócrata al plan de DeSantis no se hizo esperar y su Comité Nacional calificó de “desastroso” su agenda en materia económica.

A través de un comunicado los demócratas señalaron que se trata de un intento, por parte de DeSantis, de “darle un giro a la crisis económica que los floridanos están sufriendo bajo su mandato”.

“No es de extrañar que, después de años de llenar los bolsillos de las grandes corporaciones y los ultra ricos mientras los floridanos luchan con los crecientes costos de vivienda, atención médica y seguros de propiedad, DeSantis trate de ocultar su desastroso historial al pueblo estadounidense una vez más”, arremetió el Partido Demócrata.

DeSantis dijo en Rochester que su prioridad será acabar con el control económico de China poniendo fin al estatus comercial preferencial de la nación asiática.

También, de llegar a la Casa Blanca, prohibiría las importaciones de bienes fabricados con propiedad intelectual robada y evitaría que las empresas compartan tecnologías críticas con China.

Entre sus objetivos en materia económica destacan también su intención de lograr un crecimiento económico anual del 3%, mantener los impuestos bajos, eliminar la burocracia e incentivar la inversión.

En el terreno de la educación, DeSantis se mostró contrario a incentivar “títulos inútiles” y responsabilizará a las universidades de los préstamos que acumulen sus estudiantes.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) tachó este miércoles de “barbaridad” y “exterminio” los reportes sobre nuevas medidas antinmigrantes de Texas, en Estados Unidos, donde los medios señalan que agentes locales tienen la orden de empujar a los migrantes al río Bravo y no darles agua.

“Lo primero (de empujar a inmigrantes) no lo creo, sería una barbaridad, es extremo, es inhumano, es exterminio, no lo creo. Lo otro sí es posible, de que no se le dé agua a migrantes, y que incluso se les persiga”, expresó el mandatario este miércoles al ser consultado sobre el tema.

Sus declaraciones se producen después de que The Houston Chronicle y CNN reportaron, con base en correos electrónicos obtenidos, que la Policía estatal recibió órdenes de “empujar a los inmigrantes de vuelta al agua para que volvieran a México”, incluyendo bebés lactantes y niños.

Los correos, en los que un policía del Departamento de Seguridad Pública (DPS) describe los actos como “inhumanos”, también exhiben la orden de no dar agua a solicitantes de asilo pese al calor extremo.

López Obrador se mostró incrédulo ante los reportes de empujar a los indocumentados, pero recordó que en Texas “se llegó en un tiempo a cazar a migrantes”.

“Tremendo, porque fomentaron ese odio al migrante, que es lo que siguen haciendo”, manifestó.

El presidente reiteró sus críticas a los cercos de alambres con navajas y a la barrera de boyas en el río Bravo que ha colocado el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, en la zona fronteriza de Eagle Pass.

“No deja de ser propaganda, publicidad, porque es una franja muy pequeña, es para tomarse la foto y para sacar votos, o pretender sacar votos, porque también yo creo ya no les funciona eso, la gente de Texas no ve bien eso, puede ser que antes pensaban de otra manera, pero todo cambia”, añadió.

López Obrador ha confrontado en los últimos meses a los republicanos, como Abbott y el gobernador de Florida y aspirante presidencial, Ron DeSantis, por sus medidas antinmigrantes.

En cambio, reveló que se reunió de forma reciente con la nueva gobernadora de Arizona, la demócrata Katie Hobbs, a quien tildó como una “muy buena persona”, durante una visita que realizó a Sonora.

En ese sentido, adelantó que no aceptaría reunirse con el gobernador de Texas, pese a que recibiera la invitación.

“Y si a mí me invita, lo digo de manera respetuosa, a tener una reunión con él o a encontrarme con el gobernador de Texas, lo que diga mi dedito (no)”, sostuvo.

Y es que los republicanos han reforzado sus políticas antinmigrantes tras la expiración en mayo pasado del Título 42, una medida del expresidente Donald Trump que permitía la deportación inmediata de personas con el argumento de la pandemia.

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este martes haber recibido una carta de la fiscalía que sugiere que es probable que se le acuse penalmente por los disturbios durante el ataque al Capitolio.

“El trastornado Jack Smith, fiscal del Departamento de Justicia de (el presidente estadounidense) Joe Biden, envió una carta (…) que afirma que soy un OBJETIVO de la investigación del Gran Jurado sobre el 6 de enero”, dijo Trump en su plataforma Truth Social.

Recordemos que el 6 de enero de 2021, cientos de simpatizantes de Trump sembraron el caos y atacaron el Capitolio en Washington, para intentar impedir que se certificara la victoria electoral del demócrata Joe Biden.

El expresidente, favorito entre los republicanos para la nominación del candidato del partido de cara a las presidenciales de 2024, dijo que le dieron “un plazo muy corto de cuatro días” para presentarse ante un gran jurado, “lo que casi siempre significa un Arresto y Acusación”.

“Esta cacería de brujas tiene que ver con la interferencia electoral y un completo y total uso de la aplicación de la ley como arma política”, dijo el republicano, de 77 años.

En su publicación de Truth Social, Trump argumentó que tiene “derecho a protestar” por unas elecciones que está “plenamente convencido de que han sido amañadas y robadas” y se considera en el punto de mira debido a los próximos comicios.

El Departamento de Justicia ha “emitido efectivamente una tercera acusación y arresto del OPONENTE POLTICO NÚMERO UNO de Joe Biden que domina ampliamente en la carrera por la Presidencia”, sostiene Trump. “Nada semejante ha ocurrido antes en nuestro País”, añadió.

Una comisión parlamentaria, disuelta a principios de año por la nueva mayoría republicana en la Cámara baja, investigó si Trump desempeñó un papel en los actos violentos de ese día.

El panel, integrado sobre todo por demócratas, afirmó que el expresidente había incitado a sus partidarios antes del ataque y “falló en su deber de comandante en jefe” durante los actos violentos.

En su informe final hecho público en diciembre de 2022, la comisión concluyó que Donald Trump no debería volver a ocupar un cargo público tras incitar a sus partidarios a la insurrección. También recomendaron que la justicia federal iniciara procedimientos penales contra él, en particular por incitación a la insurrección.

Trump ya ha sido imputado en una investigación federal sobre documentos confidenciales, también dirigida por Jack Smith. Se le acusa de negarse a devolver documentos que supuestamente conservó cuando se fue de la Casa Blanca.

El equipo de reelección para 2024 del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este viernes que tanto él como su Partido Demócrata recaudaron 72 millones de dólares durante el primer trimestre desde el lanzamiento de la campaña, lo que refuerza sus esfuerzos por lograr un segundo mandato.

Biden, que lanzó su campaña el 25 de abril, disponía de 77 millones de dólares en efectivo a finales de junio entre varias entidades de recaudación de fondos afiliadas y el Partido Demócrata.

Estos fondos le permiten lanzar anuncios en los estados indecisos políticamente competitivos y empezar a formar un equipo antes de la que podría ser la contienda más cara de la historia, de 1,000 millones de dólares.

El candidato favorito de los republicanos, el expresidente Donald Trump, recaudó más de 35 millones de dólares entre abril y junio, según un funcionario de la campaña. Otro aspirante republicano, el gobernador de Florida Ron DeSantis, recaudó 20 millones en el mismo periodo, según su equipo.

Biden tiene además una ventaja clave ante sus posibles oponentes republicanos: el respaldo y la capacidad de recaudación de fondos de su partido.

No se espera que enfrente un serio desafío por la nominación, ya que sus aliados dirigen las operaciones del Comité Nacional Demócrata. Los republicanos, por su parte, están gastando parte de sus fondos en luchar entre ellos.

Las cifras de recaudación de fondos del mandatario, vigiladas muy de cerca, se consideran una prueba del entusiasmo tanto entre las bases como entre los donantes ricos por Biden, de 80 años, que luchó contra las dudas sobre su edad al decidir volver a presentarse en 2024.

Sus cifras se comparan con los 105 millones de dólares recaudados por el entonces presidente Trump y el Comité Nacional Republicano en el segundo trimestre de 2019, así como los 86 millones del presidente Barack Obama y el CND en 2011.

Aunque Trump lanzó su campaña en junio de ese año, ya había comenzado a recaudar dinero, mientras que Obama lanzó su campaña el 4 de abril. Eso significaba que Obama tenía más tiempo que Biden para recaudar dinero para el trimestre, aunque había límites más bajos en lo que los donantes estaban autorizados a contribuir bajo la ley en ese momento.

Una encuesta publicada este lunes por la Florida Atlantic University (FAU) indica que los republicanos del estado tienen un compromiso mucho más fuerte con el expresidente Donald Trump que con el gobernador de la entidad, Ron DeSantis.

El expresidente, nacido en Nueva York y que tiene su domicilio en Palm Beach, Florida, cuenta con el apoyo del 50% de los republicanos del estado, frente a un 30% de apoyo que tiene DeSantis, según los resultados del sondeo realizado por la canadiense Mainstreet Research para FAU.

Trump, que apoyó a DeSantis cuando se presentó como candidato a gobernador en 2018 y ganó el puesto, es el favorito a ganar la nominación republicana para las presidenciales de 2024, seguido de lejos por su antiguo discípulo.

“A Trump le va especialmente bien con los votantes blancos de la clase trabajadora, quienes han formado constantemente una base firme para el expresidente”, dijo Kevin Wagner, profesor de ciencias políticas en la Florida Atlantic University.

La encuesta revela además que 1 de cada 5 republicanos percibe que apoyar a un candidato que no sea Trump en las primarias es ser desleal.

Sin embargo, también indica una tendencia prometedora para DeSantis, pues la diferencia entre él y Trump en Florida se ha reducido en un 7% en comparación con los resultados de la encuesta de abril y eso indica que la pugna podría estrecharse a medida que se acercan las elecciones.

La encuesta muestra que DeSantis derrotaría a Biden por un 13% (49% frente a 36%) entre los floridanos, que es mayor que la ventaja del 10% que Trump tiene sobre el presidente.

La encuesta también encontró que el 54% de los floridanos aprueban “firmemente” o “algo” el trabajo que DeSantis está haciendo como gobernador.

Sobre los otros contendientes en las primarias republicanas, la encuesta indica que el interés por ellos es limitado.

El exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie y el exvicepresidente Mike Pence obtienen cada uno solo el 2% del apoyo. Les va un poco mejor a los candidatos minoritarios Tim Scott y Vivek Ramaswamy, con un 2.5% y 3.6% respectivamente.

La encuesta muestra que los electores afroamericanos e hispanos tienen un interés mayor que el de los otros grupos en los candidatos republicanos minoritarios.

El exvicepresidente de Estados Unidos Mike Pence realizó este jueves una visita sorpresa a Kiev y se reunió con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

Pence se convierte así en el primero de los aspirantes del Partido Republicano a la Presidencia de Estados Unidos en hacer una visita al país desde la invasión rusa.

Pence explicó a la cadena NBC, el primer medio de comunicación que informó de su visita, que viajaba como un “ciudadano privado” que quiere conocer de primera mano el “heroísmo” del ejército y del pueblo ucranianos.

El exvicepresidente subrayó su “determinación” por garantizar el apoyo estadounidense a los “amigos y aliados” de Ucrania.

Pence quiso mostrar con este viaje su posición respecto al conflicto ucraniano, como defensor del papel de liderazgo estadounidense en el apoyo a Kiev en su lucha contra la Rusia de Vladímir Putin, a pesar de que a las bases de su partido este apoyo no les parece un asunto importante.

La NBC recordó que, en una de sus últimas encuestas, más de la mitad de los votantes republicanos veían poco probable votar a un candidato que quiera seguir apoyando a Ucrania y enviando armas y ayuda económica al país, frente a un 28% que sí estaría dispuesto.

Un grupo de legisladores republicanos estadounidenses lanzó este miércoles una nueva investigación contra el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, por negligencia en el cumplimiento de su deber en la frontera con México.

El objetivo de esta investigación, según indicó el congresista Clay Higgins en una conferencia de prensa, es conseguir la destitución del político demócrata o su propia dimisión.

“Estados Unidos no es seguro y su labor es que lo sea. Ha fallado. Eso es incumplimiento de su deber. Vamos a hacer que rinda cuentas”, dijo el presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, Mark Green.

El “desastre” experimentado en la frontera con México, en su opinión, con el cruce “masivo” de inmigrantes ilegales o el tráfico de fentanilo, es consecuencia de la reducción de recursos de la patrulla fronteriza y de la eliminación de controles.

“Las políticas de Mayorkas son las responsables”, apuntó Green, según el cual el secretario de Seguridad Nacional ha permitido que los carteles entren en Estados Unidos y ha provocado además una “crisis humanitaria como nunca vista”.

“Y qué decir de los 10,000 ciudadanos chinos que cruzaron ilegalmente a Estados Unidos a lo largo de este año fiscal. Hoy empieza el proceso para ahondar en todos esos detalles”, recalcó el legislador.

No es la primera vez que Mayorkas está en la mira de los republicanos.

Estos habían prometido investigar la gestión de la frontera con México el pasado noviembre, antes de asumir el control de la Cámara de Representantes, y en pasado febrero presentaron dos resoluciones para someterlo a juicio político igualmente por negligencia tanto en materia migratoria como en cuestión de tráfico de drogas.

El exvicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, se subió a la pelea al arrancar formalmente su campaña para las primarias republicanas de cara a los comicios presidenciales de 2024.

“No creo que nadie que se anteponga a la Constitución debería ser presidente de Estados Unidos y nadie que pida a otra persona ponerse por encima de la Constitución debería ser presidente de Estados Unidos”, dijo Pence en su primer mitin en Ankeny, Iowa, en referencia a Donald Trump.

En su discurso el exvicepresidente dejó claro que quiere marcar distancias frente a Trump, favorito para hacerse con la nominación republicana en 2024, según las encuestas, y del que Pence se distanció tras el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

Pence se presentó como el candidato que hará que el Partido Republicano cumpla con la carta magna, en contraposición a Trump. Recordó lo sucedido el 6 de enero, cuando él ejercía de presidente del Congreso en una sesión para ratificar el triunfo de Joe Biden en los comicios de 2020 y el entonces mandatario republicano le instó a que suspendiera el proceso.

“El 6 de enero fue un día trágico en la vida de nuestra nación, pero gracias a la valentía de las fuerzas de seguridad la violencia fue reprimida y nos volvimos a reunir en el Congreso ese mismo día para completar el trabajo del pueblo estadounidense bajo la Constitución de Estados Unidos”, recordó Pence.

“Como he dicho muchas veces, agregó, en aquel día funesto las palabras de Trump fueron temerarias, hicieron peligrar a mi familia y a todo el mundo”.

Pence apuntó que el pueblo estadounidense “merece saber” que ese día Trump le pidió que eligiera entre él y la Constitución, señalando que ahora “los votantes afrontan la misma elección”.

En ese sentido, opinó que el Partido Republicano “debe ser el Partido de la Constitución de Estados Unidos”.

En su mensaje, Pence, hombre de profundas convicciones religiosas cristinas, lo que puede ser un reclamo para los votantes evangelistas, hizo numerosas alusiones a la Biblia, a orar y a la religión. “Soy cristiano, conservador y republicano, en ese orden”, se definió.

De hecho, en otro esfuerzo de marcar distancias respecto a Trump, habló del tema del aborto y mencionó que, cuando el expresidente se presentó por primera vez a los comicios para la Casa Blanca en 2016, prometió gobernar como un conservador.

Pence subrayó que él es alguien que siempre defenderá “la santidad de la vida”, frente a aspirantes como Trump, que, a su juicio, ven este asunto como “una inconveniencia” e incluso lo ven como el motivo del retroceso republicano en los comicios de medio mandato de 2022.

El republicano criticó la gestión de Biden y señaló que el país está “irreconocible” tras estos años de gobierno demócrata. Describió un panorama desolador con “crisis en todas partes”, como en la frontera, la elevada inflación y el aumento del crimen por culpa de la Administración demócrata.

Pence ha sido el último republicano en lanzar oficialmente su campaña, después de que lo hayan hecho otros once aspirantes, entre los que destacan como favoritos Trump y el gobernador de Florida, Ron DeSantis.

Otros conservadores que han dado un paso adelante son el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum; la exembajadora de EE.UU. ante la ONU Nikki Haley; el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson; el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie; y el senador por Carolina del Sur, Tim Scott. También los empresarios Vivek Ramaswamy, Ryan Binkley y Perry Johnson, además del locutor Larry Elder, se han sumado a la contienda.

El Senado de Estados Unidos aprobó la noche de ayer a favor de suspender el límite de endeudamiento del gobierno federal, tras semanas de tensas negociaciones y a solo cuatro días de la fecha límite para evitar la amenaza de caer en default.

Los economistas advirtieron que el país podría quedarse sin liquidez para pagar sus deudas el lunes próximo, dejando un estrecho margen para la promulgación de la ley de Responsabilidad Fiscal, que extiende la autorización de endeudamiento del país hasta 2024, a cambio de un recorte del gasto federal.

La cámara alta del Congreso aprobó el proyecto de ley después de que la Cámara de Representantes hiciera lo propio, con lo que no habrá un enfrentamiento por el tema de la deuda hasta después de las elecciones presidenciales.

El acuerdo, negociado directamente por el presidente estadounidense, Joe Biden, y los republicanos, fue aprobado en el Senado con una mayoría de 63 contra 36. Los demócratas encontraron los apoyos que requerían, y más, dentro de las filas republicanas.

“Nadie logra todo lo que desea en una negociación, pero no nos equivoquemos, este acuerdo bipartidista es una gran victoria para nuestra economía”, afirmó Biden en una declaración en redes sociales que llegó tan pronto se aprobó.

Dijo además que promulgaría la ley “tan pronto como sea posible” y además dijo que ofrecerá un mensaje a la nación. Se espera que eso suceda este mismo viernes.

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, señaló que el país podrá “tener un respiro de alivio” tras evitar un “catastrófico” colapso económico.

El límite de deuda de los Estados Unidos ha sido elevado más de 100 veces para permitir que el gobierno cumpla con sus compromisos de gastos, por lo general sin mayor contratiempo, y con el apoyo de los demócratas y republicanos.

Ambas partes consideran que aumentar el límite de deuda es políticamente tóxico, pero reconocen que no hacerlo hundiría la economía estadounidense en una recesión, sacudiendo además los mercados mundiales.

Los republicanos esperaban usar esta ampliación de la deuda para criticar lo que consideran gastos excesivos del gobierno demócrata de cara a las elecciones presidenciales de 2024, aunque los aumentos en el techo de deuda solo cubren los compromisos ya asumidos por ambos bandos.

Ayer, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó el acuerdo sobre el techo de endeudamiento acordado previamente entre el presidente, Joe Biden, y el líder del Partido Republicano en la cámara, Kevin McCarthy.

Con 314 votos a favor frente a 117 en contra, la Cámara de Representantes dio luz verde al acuerdo que busca evitar una gran crisis financiera en el país, y que ha resultado extremadamente difícil de negociar para el mandatario estadounidense, que incluso llegó a cancelar varios compromisos internacionales para poder atender este asunto.

Tan pronto como fue aprobado en la Cámara de Representantes, fue enviado al Senado donde también debe recibir el respaldo.

El Senado se dispone a dar tramitar este mismo jueves al proyecto de ley para suspender el límite de endeudamiento, que actualmente se encuentra en 31.4 billones de dólares.

De avanzar, se enviaría al presidente Biden para que lo firme, a cuatro días de que se venciera el límite y que con ello se cayera en incumplimiento de pagos.

El Departamento del Tesoro advirtió que no podrá pagar todas sus facturas el 5 de junio si el Congreso no actúa.

El proyecto de ley suspendería el límite de deuda hasta el 1 de enero de 2025, una vez pasadas las elecciones presidenciales, a cambio de limitar el gasto.

Los demócratas controlan el Senado por un estrecho margen de 51-49 votos. El reglamento de la cámara exige 60 votos para sacar adelante la mayor parte de la legislación, lo que significa que se necesitan al menos nueve votos republicanos para aprobar la mayoría de los proyectos de ley, incluido el acuerdo sobre el techo de deuda.

A través de un comunicado, Biden celebró el “crítico paso hacia adelante” que se logró tras la aprobación del proyecto en la Cámara de Representantes. Dijo que es “un compromiso bipartidista”. “Ninguno de los lados consiguió todo lo que quería”, añadió, “y esa es la responsabilidad que implica gobernar”.

Congresistas y senadores estudian el proyecto de ley para elevar el techo de deuda acordado entre la Casa Blanca y los republicanos, que según medios locales reportan que no termina de convencer a todos.

El presidente Joe Biden participó este lunes en un acto en el cementerio de Arlington, en la capital estadounidense, en el que visitó, junto a la vicepresidenta, Kamala Harris, y el secretario de Defensa, Lloyd Austin, la Tumba al Soldado Desconocido.

Aunque ofreció un discurso en el que llamó a la unidad, no tuvo ninguna referencia al asunto que ha tensado al máximo la política en las últimas semanas, la subida del techo de deuda para evitar la suspensión de pagos.

Tras anunciar ayer que había llegado a un acuerdo definitivo con el líder republicano en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, el proyecto de ley fue enviado a congresistas y senadores, y explicado por la Casa Blanca y por el propio McCarthy a los miembros de su partido.

Como advirtió la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, la semana pasada, será el 5 de junio cuando Estados Unidos se quede sin dinero para cumplir con sus pagos.

El tiempo es muy ajustado ya que la ley tiene que ser aprobada por la Cámara de Representantes, el Senado y firmada por el propio Biden antes de llegar a la fecha límite. Por ello, el Ejecutivo y los republicanos se han puesto en marcha para conseguir que salga adelante a tiempo.

Según fuentes de la Casa Blanca citadas por medios, hoy y mañana el Ejecutivo de Biden realizará llamadas con los demócratas de la Cámara de Representantes y habrá tres reuniones cada día centradas en la política energética o los cambios en los programas de asistencia para familias necesitadas, algunos de los puntos que se han modificado para satisfacer las demandas de recortes de los republicanos.

Las sesiones informativas estarán dirigidas por varios funcionarios de la Casa Blanca, que tendrán la misión de conseguir que los legisladores del partido admitan los recortes, que según Biden han sido necesarios pero protegen las “prioridades clave” de su gobierno.

El portal Axios publica la guía que circula entre los demócratas sobre el proyecto de ley, texto en el que se afirma que no se han aceptado las “demandas extremas” de los republicanos y en el que se llama a votar sí.

“Los demócratas de la Cámara de Representantes trabajan de manera responsable para evitar un incumplimiento devastador de nuestra deuda (…) Los republicanos extremos de MAGA (afines al expresidente Donald Trump) están amenazando imprudentemente con una recesión que acabará con el empleo”, afirma el texto.

El proceso para aprobar la ley arrancará mañana, cuando se reunirá el Comité de Reglas de las Cámara de Representantes, encargado de considerar los proyectos de ley, programar las votaciones y determinar el debate.

Este será un momento clave, ya que en el comité, con nueve republicanos y cuatro demócratas, están tres de los conservadores más acérrimos, Tom Massie (Ky), Ralph Norman (S.C.) y Chip Roy (Texas), quienes han criticado el proyecto de ley.

Este último ha afirmado que intentará detenerlo: “Antes de este acuerdo, el país se dirigía a toda velocidad hacia la bancarrota… después de este acuerdo, el país seguirá a toda velocidad hacia la bancarrota”, apuntó.

Sin embargo, McCarthy continúa afirmando que contará con el apoyo de la mayoría republicana en la Cámara baja. En una entrevista con Fox News aseguró que más del 95% de los republicanos de la Cámara están entusiasmados con el acuerdo.

En total se necesitan 218 votos para la aprobación en la Cámara de Representantes, que cuenta con 435 congresistas, 222 republicanos y 212 demócratas.

Si la ley se aprueba el miércoles en la Cámara Baja podría votarse en el Senado a partir del jueves. En la Cámara Alta demócratas cuentan con 51 escaños frente a los 49 de los conservadores y se requieren 60 votos para la aprobación.

Según fuentes de la Casa Blanca y una hoja informativa distribuida por los republicanos, el acuerdo suspenderá el límite de la deuda hasta el 1 de enero de 2025, tras las elecciones presidenciales de 2024.

El proyecto de ley mantiene el gasto no relacionado con la defensa en 2024 y lo aumenta solo el 1% en 2025, después de que se hicieran ajustes.

Los recortes no afectarán a programas de sanidad ni a la seguridad social, pero sí a algunos programas sociales como el de Asistencia Temporal para Familias Necesitadas.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, recaudó 8.2 millones de dólares para su campaña de cara a las primarias republicanas de 2024 en las primeras 24 horas después del anuncio de la candidatura, según medios locales.

La recaudación es una buena señal para DeSantis después del accidentado arranque de su campaña el miércoles pasado por Twitter Spaces junto al empresario Elon Musk y que estuvo rodeado de problemas técnicos.

Las fallas que se presentaron en la transmisión provocaron comentarios irónicos del expresidente Donald Trump, principal rival de DeSantis por la nominación presidencial, e incluso del presidente Joe Biden.

La campaña de DeSantis, que las encuestas colocan a una distancia de más de 30 puntos de Trump, dijo que los 8.2 millones de dólares son producto de donaciones en línea y las logradas en un evento que tuvo lugar en Miami entre el miércoles y el jueves.

Según la cadena CBS, la suma recaudada por DeSantis en las primeras 24 horas de campaña oficial es mayor a la del hoy presidente Biden, que en su primer día como candidato para las elecciones de 2020 logró 6.3 millones de dólares.

“El gobernador DeSantis ha construido la organización más fuerte y sofisticada de la historia política de Estados Unidos”, dijo el gerente de la campaña de DeSantis, Generra Peck.

Peck señaló en un comunicado que la suma recolectada para la campaña va a ser “crítica para impactar en los estados con nominaciones más tempranas”.

Precisamente, DeSantis hará la próxima semana su primera gira oficial de campaña, que incluye visitas a Iowa, Carolina del Sur y New Hampshire, estados que votan anticipadamente.

Con DeSantis son seis los republicanos que se han inscrito hasta ahora para las primarias en las que se elegirá al rival del demócrata Joe Biden en las elecciones de 2024.

Además de Trump y DeSantis compiten la exembajadora de Estados Unidos ante la ONU Nikki Haley, el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson, el empresario Vivek Ramaswamy y el senador afroamericano Tim Scott.