Rosario Piedra Ibarra rechazó llegar “descalificada” a ejercer el cargo de presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), pues dijo, miles de ciudadanos en México están felices de que ella sea la nueva defensora del pueblo.

“No, ¿por qué voy a llegar descalificada?, el que alguien me quiera descalificar es diferente, pero yo no llego descalificada, porque hay miles de ciudadanos en este país que están muy felices con mi nombramiento, y mis propios compañeros del comité Eureka, también lo están”, dijo la ahora titular de la Comisión.

Piedra Ibarra informó que ya pidió licencia como militante de Morena, e indicó que la principal línea de trabajo que regirá su gestión es la autonomía, que enfatizó, nunca había tendido el organismo del Estado Mexicano; así como la eficacia y escuchar e ir siempre del lado de las víctimas.

Apuntó que la garantía de que se atenderán las quejas que presenten los ciudadanos es que ella es una víctima y lo primero que quiere es responderse a “mí misma, a mi consciencia, a mis compañeras, y a todos los demás ciudadanos que no han visto una respuesta justa de parte de esta comisión”.

Indicó que confrontara al Ejecutivo federal y toda autoridad que viole los derechos humanos, y que lo hará con pruebas para fortalecer las denuncias y así responder a las víctimas.

Pidió que le tengan confianza, pues aseguró que no va a fallarle a nadie, y que atenderá a todos los ciudadanos, y que si un senador del PAN, de los que la cuestionaros duramente e impugnaron, va y pone una queja, será atendido como corresponde.

“Si los senadores del PAN que me estuvieron impugnando aquí quieren ir a poner una queja, bienvenido, porque todos los ciudadanos van a ser escuchados, yo no voy a actuar como actuó durante varias décadas esta comisión que fue una creación de Carlos Salinas de Gortari, y fue una simulación a la justicia y la democracia de este país”, añadió.

Piedra Ibarra denunció también que sus invitados que estaban en las galerías, que es gente del pueblo, de redes de organismos y defensores de derechos humanos, así como familiares de desaparecidos, fueron agredidos durante las horas que duró el debate.