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El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) confirmó este jueves que el cadáver que fue encontrado en Choix, Sinaloa, sí corresponde a José Noriel Portillo Gil, alias “El Chueco”, presunto asesino de dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas en Chihuahua.

“Se confirmó que sí es José Noriel Portillo Gil la persona que encontraron muerta en Choix, Sinaloa, una comunidad rural, ya se confirma por los estudios, me acaban de pasar la información”, dijo el mandatario al interrumpir su conferencia de prensa.

Portillo Gil era el principal sospechoso de matar a los sacerdotes Javier Campos y Joaquín Mora, además del guía de turistas Pedro Palma, el pasado 20 de junio en la comunidad de Cerocahui, Chihuahua.

La confirmación de López Obrador llega después de que la Fiscalía General del Estado de Chihuahua (FGEC) había notificado el miércoles que estaba confirmando la identidad del cuerpo.

En su momento, AMLO comentó que “al parecer se trató de una ejecución” y que la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) revisarían si se trata del responsable de la muerte de los jesuitas.

Recordemos que el 20 de junio de 2022, los sacerdotes Campos Morales, de 79 años, y Mora Salazar, de 80, intentaron auxiliar y brindar protección al guía de turistas Palma, quien entró a una iglesia en la sierra Tarahumara de Chihuahua mientras huía de personas armadas, por lo que fueron asesinados los tres.

Organizaciones civiles y la comunidad jesuita en México condenaron el asesinato. Al menos siete sacerdotes habían sido asesinados durante la administración del presidente López Obrador.

El mandatario prometió una investigación “a fondo” y ofreció recompensa por el presunto homicida, pero también criticó a la Iglesia y a la comunidad jesuita por no denunciar la violencia en sexenios pasados.

Tras conocerse el hallazgo del cuerpo, que la hermana de “El Chueco” había reconocido en un inicio, la Compañía de Jesús en México emitió un pronunciamiento para advertir que su muerte no significaba justicia, por lo que pidió al gobierno acatar las medidas cautelares ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

“Su aparición sin vida de ninguna manera puede considerarse como un triunfo de la Justicia ni como una solución al problema estructural de violencia en la sierra Tarahumara”, sentenció la comunidad jesuita.

La comunidad jesuita en México lamentó que, después de cinco meses del asesinato de dos sacerdotes y un guía turístico en el norte del país, el caso siga impune y que la inseguridad prevalezca en el país.

“A cinco meses del asesinato de nuestros hermanos Javier (Campos) y Joaquín (Mora), junto con Pedro Palma, los jesuitas de México lamentamos que el caso siga impune y que la inseguridad prevalezca en la Sierra Tarahumara”, señalaron en un comunicado.

El 21 de junio, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) confirmó que un día antes los sacerdotes fueron asesinados dentro de una iglesia en Cerocahui, en el municipio de Urique, en el estado de Chihuahua.

“Es una zona de bastante presencia de la delincuencia organizada. Parece que se tiene ya información sobre los posibles responsables de estos crímenes”, sostuvo entonces.

Las muertes de los religiosos fueron condenadas por organizaciones civiles y la comunidad jesuita en México, que destacó que al menos siete sacerdotes han sido asesinados durante la administración del presidente López Obrador.

Días después del asesinato, el mandatario prometió una investigación “a fondo” y ofreció recompensa por el presunto homicida.

Sin embargo, la comunidad jesuita en México señaló que, “a más de 150 días de los dolorosos hechos, la paz no ha llegado a Cerocahui, como recientemente declaró la Secretaría de Seguridad Pública Estatal”.

En este sentido, los jesuitas enfatizaron que, “en la comunidad prevalece la inseguridad, el miedo de que la situación quede en el olvido y de que el perpetrador regrese a la zona”.

Además, reprocharon que mientras no haya justicia no se podrá hablar de paz y reconciliación, dos estandartes de la estrategia de seguridad del gobierno de la autollamada Cuarta Transformación.

También aprovecharon para insistir en su llamado a los diferentes niveles de gobierno, a fin de que se dé continuidad a la seguridad en el territorio serrano y se alcance la justicia que tanto añoran las comunidades.

“Nos sumamos al manifiesto de la Diócesis de Tarahumara, quien ha convocado a construir ‘un país donde verdaderamente reine la verdad y la justicia que nos lleven a la verdadera paz y amor’”, concluyeron los jesuitas.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) insistió este jueves en que hay una campaña en contra de su administración desde hace algún tiempo, en donde sus detractores son capaces de inventar cualquier cosa, apoyados por los medios.

Indicó que el caso más claro es el de los sacerdotes jesuitas asesinados, que si bien calificó como lamentables, sirvieron para que de inmediato se lanzara la campaña en contra del gobierno.

“Otros, incluso ahí en Chihuahua, que saben muy bien lo que sucedió, no fueron capaces de decir: ‘Esto se origina porque las autoridades locales protegieron a esta persona y, aunque había orden de aprehensión, actuaba con absoluta libertad y participaba en política, pero como ayudaba a los partidos conservadores tenía protección o actuaba con tolerancia’. Pero eso no son capaces de decirlo los sacerdotes, y no generalizo”, reclamó AMLO.

Criticó que los propios sacerdotes, compañeros de los que perdieron la vida, salieran con expresiones como “ya no nos alcanzan los abrazos”, cuestionando directamente la estrategia de seguridad del gobierno federal.

“¿Qué quieren entonces los sacerdotes? ¿Qué resolvamos los problemas con violencia? ¿Vamos a desaparecer a todos? ¿Vamos a apostar a la guerra?”, contestó el presidente

Preguntó por qué no actuaron o cuestionaron de esa manera durante el sexenio de Felipe Calderón.

“¿Por qué callaron cuando se ordenaban las masacres, cuando se puso en práctica el ‘mátalos en caliente’, cuando se decía a los altos mandos del Ejército: ‘Ustedes hagan su trabajo y nosotros nos encargamos de los derechos humanos’? ¿Por qué esa hipocresía? Eso no debe permitir a nadie y mucho menos a un religioso, sea pastor de una iglesia evangélica o sea sacerdote. La verdad”, añadió el mandatario.

En ese sentido, pidió tener cuidado con mezclar asuntos de otra naturaleza con la “politiquería”. Dijo que una cosa es que tengan simpatías con los partidos conservadores y otra mentir o levantar falsos testimonios.

López Obrador aprovechó para señalar que el Papa Francisco, un hombre con convicciones, un verdadero cristiano, y uno de los mejores Papas que ha habido en la historia de la Iglesia católica, es el único que ha actuado con prudencia en torno a este caso.

“Francisco, excepcional. Y es la primera vez que un papa actúa con respeto a un proceso de transformación en México, porque en la Independencia el Papa no estaba de acuerdo. Bueno, aunque existe la polémica, se excomulgo a Hidalgo y a Morelos, a los padres de nuestra patria (…) muy distinto a lo del Papa Francisco, un gran dirigente político, religioso, humano”, remató.

Autoridades localizaron la tarde de ayer los cuerpos de dos sacerdotes jesuitas y un guía turístico asesinados el lunes en una iglesia de Chihuahua, crimen que alcanzó réplica internacional al grado que el Papa Francisco lo lamentó en sus audiencias.

“Hemos logrado localizar y recuperar (…) los cuerpos de los sacerdotes jesuitas Javier Campos, Joaquín Mora y del guía de turistas Pedro Palma”, dijo en un video en redes sociales la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos.

La identidad de las víctimas ya fue confirmada por expertos forenses mientras que la fiscalía estatal anunció una recompensa de unos 5 millones de pesos por información que lleve a la captura del presunto asesino, quien ha sido identificado como José Noriel Portillo, apodado “El Chueco”, de 30 años de edad y quien ya era buscado por el asesinato de un turista estadounidense en 2018.

Los sacerdotes Campos, de 79 años, y Mora, de 81, fueron baleados el lunes en la localidad de Cerocahui “mientras intentaban defender a un guía turístico que buscaba refugio” en su parroquia, según la orden religioso a la que pertenecían, conocida como la Compañía de Jesús.

Tras asesinar a los dos sacerdotes y al guía de turistas, el agresor junto con otros hombres armados se llevaron los cuerpos de sus víctimas pese a las suplicas para que los dejaran a otro religioso que presenció los hechos.

El fiscal del estado, Roberto Javier Fierro Duarte, detalló que el pasado lunes se atendió el reporte de que “El Chueco”, arribó a un domicilio de Cerocahui, a fin de localizar a Paul “B”, un habitante de la comunidad, ya que un día antes se había llevado a cabo un juego de béisbol en el que participó un equipo patrocinado por el criminal, y tras haber sido derrotado, se generó una disputa con el otro equipo en el que contendían los hermanos Paul “B” y Armando “B”.

Aseguró que de acuerdo con versiones de un testigo, “El Chueco” detonó un arma de fuego en contra de Paul “B”, privó de la libertad a Armando “B”. y posteriormente prendió fuego a la vivienda. Horas más tarde, en un hotel del poblado, Pedro “P”, guía de turistas, interactuó con “El Chueco”, lo que terminó en el ataque.

Jorge Atilano González, también sacerdote jesuita, explicó a Milenio que los sacerdotes conocían al agresor pues era de la zona y por eso intervinieron para tratar de calmarlo.

“Se quiso confesar” luego de disparar, dijo Atilano González al citar el testimonio del tercer sacerdote que estuvo en el templo. “Lo que creemos es que estaba en estado alcoholizado o de adicción por la reacción que tuvo”, detalló.

Al tema ha escalado internacionalmente, y llegó a la audiencia general semanal del Vaticano, donde el Papa Francisco expresó tristeza y consternación por el crimen de sus compañeros de orden, a quienes llamó “hermanos” y que dijo, desarrollaban su labor en comunidades indígenas tarahumara.

“Hay tantos asesinatos en México. Estoy cerca, en afecto y oración, de la comunidad católica afectada por esta tragedia”, dijo.

Según la ONG Centro Católico Multimedial, unos 30 sacerdotes han sido asesinados en la última década en nuestro país.

Autoridades informaron esta tarde que fueron localizados los cuerpos de los dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas que fueron asesinados el lunes en la comunidad de Cerocahui, en Urique, Chihuahua.

“Hemos logrado localizar y recuperar los cuerpos de los sacerdotes Javier Campos, Joaquín Mora y del guía de turistas Pedro Palma”, informó la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos, a través de un breve mensaje publicado en sus redes sociales.

Sin ofrecer mayores detalles, la gobernadora indicó que habrá información más adelante, aunque destacó el “esfuerzo extraordinario” que la fiscalía estatal realizó para poder ubicar y recuperar los cuerpos. Dijo que fue corroborada la identidad de los cuerpos gracias a trabajos de medicina forense.

Previo al anuncio de la mandataria estatal, la fiscalía de Chihuahua informó que identificó a José Portillo “El Chueco” como sospechoso de los asesinatos. Ofreció una recompensa de 5 millones de pesos a quien proporcione información que lleve a su captura.

Las autoridades dijeron que Portillo estaría involucrado además en el tráfico de drogas en la región y otros delitos.

Hasta ahora no se ha informado sobre el paradero de otras cuatro personas que habrían sido secuestradas el mismo día de los hechos, incluida la esposa del guía de turistas asesinado.

Recordemos que por la mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reconoció que el atacante ya estaba identificado y que tenía una orden de captura desde 2018, nunca ejecutada, por el homicidio de un turista estadounidense.

Sobre el anuncio de la gobernadora, la compañía de Jesús informó que el padre Luis Gerardo Moro Madrid fue informado sobre el hallazgo de tres cuerpos.

Indicaron que se trasladarán al lugar donde se encuentran los cuerpos para su reconocimiento.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) afirmó este miércoles que el gobierno federal realiza una investigación a fondo sobre el asesinato de dos sacerdotes jesuitas y un civil en el municipio de Urique, Chihuahua, que ocurrió al interior de una iglesia.

Señaló que aunque se trata de un asunto del fuero común, instruyó a elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) asistir a la zona.

“Hay elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional; actuó de inmediato. Hay una búsqueda, ya se tiene identificado al responsable, al homicida y vamos a seguir con las investigaciones. (…) Se está haciendo el trabajo que nos corresponde con elementos suficientes del gobierno federal y vamos a tener resultados”, añadió AMLO.

El mandatario dijo que el caso lo lleva la Fiscalía del Estado de Chihuahua, aunque reiteró que habrá apoyo de la federación, pues lo que “importa” es encontrar los cuerpos y detener a los responsables.

En ese sentido señaló que el presunto responsable de los asesinatos está acusado y cuenta con una orden de aprehensión desde 2018 por asesinar a un turista estadounidense.

“Se está pidiendo que si se tienen los elementos en la Fiscalía de Chihuahua o la Fiscalía General puedan sacar una ficha para la búsqueda de los responsables, que ayude en este asunto”, apuntó.

Además, confirmó que hay dos personas desaparecidas, entre ellas, la esposa de una de las víctimas, del guía de turistas que fue asesinado, por lo que integrantes de la Sedena continúan las operaciones de búsqueda.

Sin embargo, como se ha vuelto costumbre, el presidente recurrió a señalar al pasado para tratar de justificar lo ocurrido.

“Esto de la sierra de Chihuahua, que duele tanto, pues esto no surgió ahora, esto viene de tiempo atrás, cuando existía un contubernio completo entre las autoridades y la delincuencia. ¿O el señor este acaba de empezar su carrera delictiva? No, y seguramente fue tolerado”, acusó el mandatario.

Incluso dijo que esta situación que imperaba, es algo que saben la comunidad jesuitas así como los pobladores de Urique, donde ocurrieron lo hechos. También señaló que estas conductas delictivas son sabidas por otras comunidades como Chinipas y Creel. “Saben perfectamente en Batopilas, en Morelos, saben muy bien cómo se fue creando toda esta organización y el contubernio con autoridades”, remató.

Añadió que la zona de la sierra tarahumara ha estado desde hace tiempo muy dominada por la delincuencia organizada. Puso como ejemplo lo sucedido en la Estación Creel, en 2008, cuando un comando irrumpió en una reunión y asesinaron a 13 personas.

En una carta dirigida a la opinión pública, Benedicto XVI culpó a la “revolución sexual” del incremento en los casos de abuso sexual infantil en la Iglesia Católica.

El sumo pontífice “emérito” señaló en una misiva que la “revolución sexual” de las últimas décadas llevó a “algunos” a creer que la pedofilia y la pornografía eran “aceptables”.

Tambien culpó a la “cultura abiertamente gay” de algunos seminarios católicos de las fallas en entrenar a los sacerdotes “adecuadamente”.

“Camarillas homosexuales se desarrollaron en diferentes seminarios, actuando más o menos abiertamente”, recuerda. Y un obispo decidió mostrar películas pornográficas a los seminaristas “con la idea de hacerlos más resistentes a los comportamientos contrarios a la fe”.

El papa emérito constata con amargura una “sociedad occidental donde Dios desapareció del espacio público” y donde la Iglesia es percibida como “una especie de aparato político”.

“Podría decirse que en los 20 años que transcurrieron de 1960 a 1980, los estándares previamente establecidos colapsaron por completo y una nueva normalidad surgió”, señaló Ratzinger en la carta.

Benedicto XVI estuvo a cargo de la Iglesia Católica cuando surgió la primera oleada de testimonios por caso de abuso sexual infantil en la institución religiosa.

La misiva de Benedicto, quien fue señalado por no emprender medidas suficientes para combatir el abuso infantil durante sus décadas en el seno de la Iglesia Católica, fue severamente criticada por expertos luego de ser difundida.

Cabe señalar que el exlíder religioso había jurado mantenerse en un completo silencio tras el anuncio de su retiro en el 2013.

De acuerdo con el reporte de un jurado investigador, más de 300 sacerdotes católicos del estado de Pensilvania utilizaron rituales religiosos, símbolos de la fe y la amenaza de una eternidad en el infierno para tocar, abusar y violar a menores, conducta que el principal fiscal del estado calificó de “armamentización de la fe”.

Los “sacerdotes pedófilos” emplearon la propia fe de las víctimas y su confianza en ellos como líderes religiosos para abusar de ellos y silenciarlos, según detalló un informe de 884 páginas sobre la investigación estatal.

Según el reporte, los curas también utilizaron el sacramento de confesión como una oportunidad para atacar a menores.

La investigación, realizada en seis de las ocho diócesis del estado de Pensilvania, es la más amplia realizada nunca sobre abusos de sacerdotes católicos en Estados Unidos, según los defensores de las víctimas.

Más de mil menores, y posiblemente muchos más, fueron abusados desde la década de 1940, concluye el informe.

El vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, encabezó esta tarde una conferencia de prensa, en donde indicó que luego de realizar una investigación, pericial y de inteligencia, la Fiscalía General del Estado pudo establecer que los sacerdotes Germaín Muñiz García e Iván Añorve Jaimes, asesinados el lunes 5 de febrero en Taxco, no pertenecían a ningún grupo delictivo.

El funcionario explicó a los medios de comunicación que se cuenta con  elementos para señalar que durante la celebración del baile a la que acudieron, se registró un incidente con un asistente al baile que se encontraba en estado inconveniente, aunque no fue ocasionado por los sacerdotes o sus acompañantes como inicialmente se había especulado.

Adicional, el vocero dijo que también se logró establecer que aconteció una fricción entre los conductores de algunos vehículos al momento de la salida del baile, entre los cuales se encontraba la camioneta en la que viajaban los sacerdotes y sus acompañantes.

Álvarez Heredia indicó que tras 10 días de investigación, se siguen diversas líneas de investigación como las descritas, por lo que se procederá para descartar aquellas que no sean corroboradas para lograr dar con los responsables de los hechos.

 

El Papa Francisco está muy preocupado por la violencia insólita que se vive en México, la cual ha alcanzado a miembros del clero, según explicó hoy la presidenta de la organización “Abuelas de Plaza de Mayo”, Estela de Carlotto.

 

La activista argentina mantuvo hoy un encuentro de unos veinte minutos en el Vaticano con el pontífice durante el cual hablaron sobre las violaciones de derechos humanos en el mundo y también sobre la situación en México.

 

“Él dijo que está muy preocupado porque lo que está pasando en México es insólito. Tanta muerte”, explicó en un encuentro con los medios a las puertas del Vaticano. Según las declaraciones de la argentina, el Papa está al tanto de las muertes de dos sacerdotes en Taxco, Guerrero el lunes pasado.

 

De acuerdo a la Fiscalía de Guerrero, los sacerdotes fueron asesinados por una organización criminal a causa de la presunta vinculación de unos de ellos con una banda rival, incluso han exhibido fotografías de uno de los párrocos con delincuentes y portando armas. En respuesta, la Arquidiócesis de Chilpancingo ha negado que los ministro de culto tengan relación con grupos de la delincuencia organizada.

 

Con información de EFE / Foto. Archivo APO

Roberto Álvarez Heredia vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, informó que la madrugada de este lunes un comando armado atacó a los pasajeros que viajaban en una camioneta por la carretera Taxco-Iguala, a la altura del poblado de Tehuilotepec, en el municipio de Taxco de Alarcón, dejando tres personas sin vida, dos de ellos sacerdotes católicos.

 

 

Adicional a las personas fallecidas, dos personas más fueron lesionadas y una resultó ilesa. Se sabe que regresaban de ofrecer un concierto con motivo del Día de la Candelaria del poblado de Juliantla.

 

El reporte presentado por Álvarez Heredia señala que cuando viajaban por la carretera rumbo a Iguala, un vehículo les cerró el paso, del cual inmediatamente descendieron sujetos armados y comenzaron a disparar en contra de la camioneta.

 

En el lugar perdieron la vida los sacerdotes Rogelio “N” y Germán “N” ambos sacerdotes de municipios de la entidad; además del profesor Iván “N”. Los dos lesionados responden al nombre de Arveli “N” y  Oscar “N”.

 

Hasta ahora se desconocen más detalles del ataque, sin embargo se realizan las investigaciones correspondientes para esclarecer el caso. La Arquidiocésis de Acapulco pidió a las autoridades que una vez conocida la verdad, se actúe en justicia.

 

Con información de La Jornada / Foto: Twitter

De acuerdo con el reporte anual de Fides, la agencia de prensa de la Santa Sede, y órgano de información de las Obras Misionales Pontificias, indicó que en el año 2017 fueron asesinados en todo el mundo 23 misioneros de la iglesia católica, y México se ubicó como el país con más asesinatos.

 

El reporte señala quede los 23 misioneros asesinados, 13 fueron sacerdotes, 1 religioso, 1 religiosa y 8 laicos. La agencia Fides aclaró que las muertes que han registrado para el conteo, no se trata expresamente de asesinatos por odio a la fe.

 

Sobre la división continental, por octavo año consecutivo, el número más alto de crímenes se ha registrado en América, donde han sido asesinados 11 misioneros (8 sacerdotes, 1 religioso, 2 laicos); junto al que se sitúa también África, donde han sido asesinados 10 misioneros (4 sacerdotes, 1 religiosa, 5 laicos); en Asia han sido asesinados 2 misioneros (1 sacerdote, 1 laico).

Sobre los países con más asesinatos, fueron:

  • México. Cuatro asesinatos
  • Colombia. Dos asesinados
  • Bolivia, Venezuela, Brasil, Argentina y Haití. Un asesinato

 

Con información de Fides / Foto. Twitter

 

El Papa Francisco aseguró que está dispuesto a considerar que hombres mayores casados se ordenen como sacerdotes en comunidades aisladas, pero descartó que el celibato se vuelva opcional como una forma de incrementar el número de clérigos, dijo en entrevista con el periódico alemán Die Zeit.

 

“Debemos pensar si el viri probati es una posibilidad. Luego debemos determinar cuáles tareas podrían realizar, por ejemplo, en áreas remotas”, indicó el Papa Francisco.

 

Sin embargo, descartó abrir el sacerdocio en general a hombres casados o flexibilizar el compromiso de la Iglesia católica con el celibato entre sacerdotes.

 

“El celibato voluntario es frecuentemente discutido en este contexto, especialmente en lugares donde hay escasez de clérigos. Pero el celibato voluntario no es una solución”, recalcó.

 

Esta propuesta se debe a la escasez de sacerdotes, que impulsó pedidos de algunos sectores progresistas de poner fin a la antigua tradición del celibato para los curas de la Iglesia católica.

 

Una medida como esta representaría un cambio revolucionario para la Iglesia y enfrentaría una gran resistencia, pero los reformistas han sugerido que el Vaticano podría ordenar “viri probati”, una expresión en latín que se refiere a hombres de carácter probado, que tienden a ser mayores y con hijos ya crecidos si están casados.

 

 

Con información de La Jornada / Foto: Facebook Papa FranciscoMX