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La demócrata Alexandria Ocasio-Cortez fue nombrada este miércoles copresidenta de un grupo que compone un equipo especial de trabajo orientado a brindar recomendaciones que concilien los intereses del ala más liberal del partido con la moderada, en apoyo al aspirante a La Casa Blanca, Joe Biden.

“Un partido unido es clave para derrotar a Donald Trump en noviembre y hacer avanzar a nuestro país a través de una crisis sin precedentes”, dijo Biden.

El exvicepresidente de 77 años hizo el anuncio en una declaración conjunta con el senador progresista Bernie Sanders, quien también perseguía la candidatura presidencial pero retiró su precandidatura en abril pasado, respaldando la de Biden.

Sanders elogió a su otrora rival por trabajar junto con su campaña “para reunir un grupo de pensadores y activistas líderes” en busca de “unificar al partido en una dirección transformadora y progresista”.

Biden y Sanders anunciaron la creación de múltiples grupos de trabajo para abordar temas como el cambio climático, atención médica, economía e inmigración, que incluyen a destacados legisladores demócratas.

También se unen al equipo especial de trabajo figuras como el exsecretario de estado y partidario de Biden, John Kerry, quien copresidirá el grupo de trabajo sobre cambio climático con la congresista Ocasio-Cortez.

Sanders, de 78 años, está más a la izquierda que Biden y es significativamente más popular entre los jóvenes, algo que Biden necesitará para derrotar a Trump en noviembre.

Ocasio-Cortez, quien con 30 años es la joven progresista con imagen más fuerte en el partido, y otros copresidentes del grupo de trabajo presentarán sus recomendaciones de política a Biden y al Partido Demócrata antes de su convención nacional de agosto, que formalizará la candidatura presidencial.

Biden lidera las encuestas nacionales contra Trump, pero la carrera parece ser más dura en los estados bisagra, que a menudo determinan el resultado de la elección.

El exaspirante a la nominación presidencial demócrata, Bernie Sanders, le dio su apoyo este lunes a su exrival Joe Biden, en su intención de llegar a la presidencia de Estados Unidos.

Sanders hizo un llamado a todos los estadounidenses, a todos los demócratas,  a todos los independientes y muchos republicanos que se unan en la campaña para apoyar la candidatura de Biden, a la que dijo, “respaldo”.

“Tenemos que hacer que Trump sea presidente de un solo período”, agregó. “Te necesitamos en La Casa Blanca. Haré todo lo que pueda para ver que eso suceda, Joe”, dijo Sanders a Biden en la conexión remota que sostuvieron esta tarde.

El respaldo de Sanders a Biden llega a poco menos de una semana que el senador por Vermont suspendiera su campaña, en un intento de unificar las alas progresistas y moderadas al interior del Partido Demócrata.

Analistas señalan que el respalda también busca calmar las preocupaciones de que el partido no podrá unirse antes de las elecciones generales de noviembre y enfrentar así al presidente Donald Trump, quien busca su reelección.

Durante la primaria, Biden y Sanders se mostraron en desacuerdo en torno a una amplia gama de políticas, como por ejemplo la idea de “Medicare Para Todos”.

Sanders no reveló si continuará tratando de acumular delegados en las convenciones estatales, o si simplemente usará su alianza con Biden para influir en la plataforma del partido, esto luego de que cuando anunciara la suspensión de su camapaña, indicara que no renunciaría a los delegados que ha sumado.

El senador le dijo a Biden: “No es ningún secreto que tú y yo tenemos nuestras diferencias”, pero dijo, hay posiciones comunes, y la prioridad para el país en estos momentos es llevar a su fin la presidencia de Trump.

El senador Bernie Sanders anunció esta mañana su decisión de abandonar la contienda electoral por la candidatura presidencial demócrata de Estados Unidos.

Su decisión llega al reconocer que su rival, el exvicepresidente Joe Biden, está demasiado adelantado en el número de delegados que se necesita para alcanzar la nominación presidencial.

El anuncio del senador de Vermont convierte a Biden en el virtual candidato demócrata que competirá con el presidente Donald Trump en las elecciones de noviembre próximo.

Sanders compartió su decisión en una llamada telefónica a los miembros de su campaña electoral, tal y como han confirmado fuentes cercanas a cadenas de televisión estadounidenses. En estos momentos, el senador comparte un mensaje con sus seguidores.

Su salida de la carrera a La Casa Blanca ha tenido lugar a pesar de  los buenos resultados obtenidos por Sanders a principios de febrero; parecía el principal favorito para ganar las primarias.

Millones estadounidenses están llamados a las urnas en las primarias demócratas de este martes, en las que domina Joe Biden frente a Bernie Sanders. Son cuatro estados los que realizan votaciones, aunque uno de ellos,  Ohio, canceló de última hora su jornada por temor a la propagación del Covid-19.

“Si bien las urnas se cerrarán mañana, el Secretario de Estado @FrankLaRose buscará un remedio a través de los tribunales para extender las opciones de votación para que cada votante que quiera votar tenga esa oportunidad” (en una fecha posterior)”, dijo el gobernador de Ohio, Mike DeWine, ayer por la noche en Twitter.

Las votaciones previstas en otros tres estados, Arizona, Florida e Illinois, se mantuvieron con fuertes medidas de precaución. El lunes, Donald Trump consideró “inútil” aplazar las primarias, aunque dejó la decisión a los estados.

En Florida, las autoridades trasladaron decenas de centros electorales que estaban en casas de ancianos y distribuyeron abundante gel antibacterial en todos centro de votación.

Pero, entre los temores al contagio y el hecho de que dos millones de personas votaron con anticipación, las filas eran practicamente inexistentes.

Un grupo de organizaciones de derechos humanos de Florida exigió a las autoridades estatales que se extienda la posibilidad de votar por mail.

Luisiana, Georgia, Maryland y Kentucky, que debían votar en los próximos días (Luisiana el 4 de abril, Georgia 19 de marzo, Kentucky 19 de mayo y Maryland el 28 de abril) pospusieron sus primarias para mayo y junio. Otros podrían seguir el ejemplo, puesto que las medidas de prevención para evitar el contagio del coronavirus se están reforzando muy rápidamente en todo Estados Unidos.

Biden, que ya ha ganado más delegados, que son los que designan al candidato en la convención partidaria, está a unos veinte puntos por delante de Bernie Sanders en la mayoría de las encuestas nacionales.

Además, el exvicepresidente acaba de sumar una victoria en el estado de Washington, que celebró primarias la semana pasada, por un estrecho margen de 37.9% contra 36.4% para Sanders.

La votación de este martes, por lo tanto, podría otorgarle a quien fuera la mano derecha de Barack Obama una ventaja decisiva.

Biden, de 77 años, tuvo un buen desempeño en el debate demócrata del domingo pasado, impidiendo que Sanders, de 78 años, pudiera recuperar la ventaja.

Durante el encuentro, anunció que elegiría a una mujer como candidata a la vicepresidenta, lo que debería reunir suficiente apoyo entre los demócratas que quedaron decepcionados porque un grupo récord y muy diverso de precandidatos terminó decantándose por dos hombres blancos septuagenarios.

Después de una serie de fracasos, Sanders, quien se autoproclama socialista democrático, reconoció la semana pasada que había perdido, por el momento, el tema crucial de estas primarias: convencer a los votantes que él es capaz de impedir que Donald Trump logre un segundo mandato.

Todavía muy popular entre los jóvenes, el senador se aferra sin embargo a la contienda y aprovechó el debate para desafiar a Biden en ciertas posiciones de su larga carrera política, con más de 35 años en el Senado y ocho años en la vicepresidencia. Sanders reiteró que si pierde las primarias, apoyará al candidato nominado para desafiar a Trump.

En Florida, en particular, los demócratas de origen cubano tienen dificultades para digerir ciertos comentarios de Bernie Sanders considerados demasiado benevolentes hacia el régimen de los Castro.

Joe Biden y Bernie Sanders se enfrentaron la noche de ayer en un nuevo debate, en el que atendiendo las medidas sanitarias por el Covid-19, se celebró sin público y las posiciones de los candidatos estaban a 1.80 metros de distancia como medida de precaución.

Los rivales no se dieron la mano y prefirieron saludarse con un pequeño empujón de codos. La ciudad que albergó el  encuentro fue Washington.

Los aspirantes a la candidatura presidencial se criticaron mutuamente sobre algunas de sus políticas o posturas sobre temas como armas de fuego, gran plan de rescate bancario en 2008, guerra en Irak, entre otras, se unieron para denunciar la actuación de Donald Trump ante la pandemia del coronavirus.

Joe Biden se comprometió a escoger a una mujer para postularse a la vicepresidencia durante las elecciones presidenciales de noviembre contra el multimillonario republicano, si es que lograba hacerse de la candidatura.

Bernie Sanders aseguró que también elegiría “con toda probabilidad” un compañera para su fórmula presidencial.

La crisis sanitaria por el Covid-19 fue uno de los temas centrales del debate. Biden dijo que era necesario declarar la “guerra” contra el coronavirus y “hacer mucho más de lo que” ha hecho Trump.

“Habría recurrido al ejército de inmediato”, dijo en tono marcial el exvicepresidente de Barack Obama. “Los militares tienen la capacidad de construir hospitales con 500 camas” que el país “necesita”.

Sanders acusó a Trump de “socavar” el trabajo de los expertos. “Debemos silenciar a este presidente ahora (…) des inaceptable escucharlo gritar sobre información no objetiva”. Se apoyó en la pandemia para demostrar los defectos del sistema estadounidense y trató de demostrar los beneficios de una de sus propuestas más emblemática: la cobertura de salud pública y universal.

Aunque lanzaron acusaciones mutuas, Biden y Sanders prometieron un frente común contra el presidente republicano.

“Tenemos que vencer a Donald Trump”, dijo Biden, un político al que diversos analistas han señalado como un hombre que suele actuar con más errores y pasos en falso.

Después de un atropellado arranque, Biden despegó y consiguió el apoyo de los contendientes moderados que se retiraron de la carrera. Pasó a dominar las intenciones de voto, a menudo con más de veinte puntos por delante de Sanders.

El comienzo de Sanders fue al revés, de más a menos. El buen inicio que tuvo se truncó en los resultados del supermartes; sin  emabrgo, el senador no se rindió, y optó por participar en el debate de ayer.

Biden ha tomado una cómoda ventaja en la carrera para conseguir los delegados que le nominen candidato demócrata en julio. Y los estados que votan el martes (Florida, Ohio, Illinois y Arizona) deberían permitirle consolidar significativamente su posición.

En Florida en particular, donde hay una gran comunidad cubana, ciertos comentarios de Sanders se consideraron demasiado benévolos hacia el régimen de Castro, en el que aún tenía que justificarse el domingo por la noche.

El senador Bernie Sanders negó que se vaya a retirar de la contienda de las primarias por la nominación presidencial demócrata, indicando que participará en el debate del próximo domingo y afirmando que “hará todo lo posible por vencer a Donald Trump” en noviembre.

“El domingo espero con ansias el debate en Arizona con mi amigo Joe Biden”, dijo Sanders, después de que el exvicepresidente ampliara su ventaja en las primarias tras una serie de votaciones.

“Donald Trump debe ser derrotado y yo haré todo lo posible para que eso ocurra”, agregó.

Sin embargo, reconoció que la jornada de ayer no fue buena para su campaña desde el punto de vista de los delegados, que son indispensables para hacerse de la nominación de su partid,

En una conferencia de prensa desde la sede de su campaña en Burlington, Vermont, Sanders dijo que pese al tropiezo de ayer, está al frente de dos áreas importantes que determinarán el futuro de nuestro país: un amplio apoyo público para sus propuestas políticas, y el interés que ha despertado entre los votantes más jóvenes.

Reconoció que muchas personas con las que ha tenido contacto su campaña les han externado su apoyo y que están de acuerdo con sus propuestas, pero que votarán por Joe Biden porque creen que es el mejor para vencer a Donald Trump. “Estoy totalmente en desacuerdo con esa afirmación, pero eso es lo que dicen millones de demócratas e independientes. El domingo, espero con ansias el debate”.

Sanders reiteró que su compromiso primordial es garantizar que Trump no sea reelegido en noviembre, lo que ha sido interpretado por diversos analistas como una señal de que no tiene la intención de hacer nada que perjudique al partido o al probable candidato en caso de que él no logre el apoyo suficiente.

Finalizó su conferencia dirigiéndose al partido, a quien le dijo que para ganar en el futuro, debe ganar a los votantes que representan el futuro de nuestro país (los jóvenes), por lo que se debe hablar sobre los temas que les preocupan. “No puedes simplemente estar satisfecho ganando los votos de las personas mayores”, concluyó el senador.

Joe Biden consolidó su ventaja hacia la nominación del partido Demócrata con el triunfo en Michigan; el exvicepresidente tendió la mano a su rival, el senador Bernie Sanders, afirmando que juntos van a derrotar a Donald Trump en noviembre.

En una noche en la que votaron seis estados, Biden logró imponerse en Misisipi, Misuri, Idaho y en el estado clave de la jornada de ayer, Michigan, aumentando su ventaja.

En tanto, Sanders ganó en Dakota del Norte, mientras que la carrera era demasiado cerrada en el estado de Washington como para anticipar un ganador.

“Quiero agradecer a Bernie Sanders y a sus seguidores por su energía infatigable y su pasión. Tenemos el mismo objetivo y juntos vamos a vencer a Donald Trump”, dijo Biden desde Filadelfia. “Aunque todavía queda camino, parece que vamos a tener otra buena noche”.

Michigan es un estado columpio que optó por Trump en 2016, y donde Sanders triunfó frente a Hillary Clinton en las internas demócratas de ese año. Este estado ostenta más de un tercio de los 352 delegados que estuvieron en juego el martes.

Según las proyecciones, Biden sumaría la mayoría de los 125 delegados de Michigan; la mayor parte de los 68 delegados de Misuri, y una parte importante de los 36 que aporta Misisipi. Su contundente victoria en Misisipi, donde sumó cerca del 80% de los votos, reflejó su popularidad en un segmento clave: los electores negros.

Biden busca obtener una ventaja que lo acerque a los 1,991 delegados necesarios para ganar la investidura en la convención demócrata de julio próximo, luego de espectaculares resultados en las votaciones del “supermartes” la semana pasada, cunado ganó 10 de los 14 estados en juego.

En los últimos diez días, las primarias dieron un vuelco después que el triunfo de Biden en Carolina del Sur revirtiera la racha de victorias de Sanders, quien rozó el liderato en Iowa y se impuso en New Hampshire y en Nevada.

La campaña de Trump descalificó los resultados de este martes: “Nunca ha importado quién es el candidato demócrata (…) Son dos caras de la misma moneda”, agregó el directivo de campaña de Trump, Brad Parscale.

Sanders no habló la noche de ayer. Su campaña indicó que no tenía intenciones de retirarse y que estará en el debate del próximo domingo. Se sabe que esta tarde ofrecerá una conferencia de prensa para fijar postura.

La congresista Alexandria Ocasio-Cortez, una joven y carismática representante por Nueva York que es uno de los pilares de la campaña de Sanders, dijo que la jornada marcaba “una noche dura para el movimiento”.

Estadounidenses de seis estados votan este martes en la última fecha de las primarias que decidirá si Joe Biden o Bernie Sanders será el candidato demócrata a la presidencia, y quien enfrentará a Donald Trump en noviembre próximo.

Los electores de Michigan , Idaho, Misisipi, Missouri, Dakota del Norte y el estado de Washington participan en la contienda de hoy.

Michigan, con una gran bolsa de delegados a repartir y su historia de ser un estado “columpio”, es el gran premio de la jornada.

Analistas señalan que Sanders necesita un buen desempeño en Michigan para mantener su campaña a flote tras perder el liderazgo ante Biden, por lo que ambos candidatos han recorrido el estado en los últimos días para ampliar su base y movilizar a sus electores.

Los dos políticos veteranos luchan por la candidatura presidencial demócrata, tras el retiro de todos los demás aspirantes, que mayoritariamente salieron luego a dar su apoyo a Biden.

Sanders, el senador por Vermont que se autodenomina “socialista democrático”, lideró la carrera a inicios del año y tuvo un buen desempeño en las primeras internas, pero ahora se encuentra detrás de Biden, luego de que el exvicepresidente sumara una importante victoria en Carolina del Sur y en 10 de 14 de los estados la semana pasada en el llamado supermartes.

Michigan había votado demócrata en las seis anteriores elecciones a Trump, quien logró una victoria en este estado en 2016, conquistando a la clase trabajadora, particularmente del sector automotriz.

Según las últimas encuestas, Biden lidera en las intenciones de voto en Michigan, Missouri y Misisipi.

El escenario presidencial del Partido Demócrata, que contaba con más de media decena de candidatos hace una semana, se transformó en una competencia de dos: el exvicepresidente Joe Biden, de 77 años, y el senador Bernie Sanders, de 78.

Con Biden y Sanders, los demócratas tienen dos opciones muy distintas para elegir la clase de candidato que querrán presentar en noviembre.

Sanders, un socialdemócrata que cuenta con una enérgica coalición en el margen izquierdo de su partido para librar su batalla, iniciado hace décadas, por transformar los sistemas político y económico del país. Biden, un veterano político de la corriente tradicional del partido en Washington, defiende una estrategia más pragmática en temas clave como salud pública y cambio climático.

Un reanimado Biden se anotó victorias desde Texas hasta Massachusetts en las primarias celebradas ayer, en el llamado supermartes, revitalizando una candidatura presidencial que estaba al borde del desastre apenas unos días antes, pero Sanders se llevó el premio mayor con una victoria en California que aseguró que continuará la lucha por la nominación presidencial de los demócratas en el futuro inmediato.

Podrían pasar todavía semanas o meses hasta que el partido se incline por uno de ellos para enfrentar al presidente Donald Trump, pero el nuevo tono de la campaña empezó a tomar forma en las declaraciones que cruzaron el martes por la noche desde extremos opuestos del país.

“La gente habla de una revolución. Hemos iniciado un movimiento”, dijo Biden en los Ángeles, apropiándose de una de las frases características de Sanders. Y sin citarlo directamente, Sanders atacó a Biden en su discurso en Burlington, Vermont. “No puedes derrotar a Trump con la misma vieja política de siempre”, declaró Sanders, enumerando una lista de diferencias con Biden en temas como seguridad social, comercio y fuerzas armadas. “Esto se convertirá en un choque de ideas”.

A través de su cuenta de Twitter, Trump dijo esta mañana que el supermartes demócrata fue “una tormenta perfecta” y reiteró su viejo argumento de que el Partido Demócrata se movilizará para evitar que Sanders gane la nominación.

Las victorias de Biden fueron impulsadas por votantes demócratas que optaron por él apenas pocos días antes de emitir su voto, en una ola de impulso tardío que agitó la contienda interna en cuestión de horas. En algunos estados, los demócratas de decisión tardía constituyeron aproximadamente la mitad de todos los votantes.

Biden obtuvo el apoyo de una amplia coalición de moderados y conservadores, demócratas de raza negra y votantes mayores de 45 años. Por su parte, Sanders demostró que podía triunfar en la que quizá fue la mayor prueba de su larga carrera política. Sus victorias se debían a una base de progresistas, jóvenes y latinos, pero no logró ganar terreno entre mayores y graduados universitarios, que suponen una parte importante de los votantes demócratas.

Los otros dos aspirantes, el multimillonario neoyorquino Mike Bloomberg y la senadora de Massachusetts Elizabeth Warren, vieron muy reducidas sus opciones. Bloomberg incluso anunció el retiro de su candidatura dados los malos resultados que obtuvo.

Warren terminó en un bochornoso tercer puesto en su estado, mientras que Bloomberg logró una sola victoria: el territorio estadounidense de Samoa.

El balance del supermartes: Biden ganando al menos nueve estados y Sanders tres, planteó dudas sobre si las primarias demócratas se extenderían hasta la convención de julio o se decidiría mucho antes.

Gráfica: NYT

EstadounIdenses de 14 estados votarán hoy en el llamado ‘supermartes’, un día más importante para el Partido Demócrata, ya que se definirá en gran medida, al que será el candidato que disputará La Casa Blanca contra Donald Trump.

Según analistas, llegan un Joe Biden reforzado por el respaldo de tres exprecandidatos y tras la victoria en las primarias de Carolina del Sur.

Amy Klobuchar, Pete Buttigieg y Beto O’Rourke decidieron apoyar la campaña del exvicepresidente de los Estados Unidos en Dallas, Indiana y Texas, en respuesta a los llamados centristas internos que han pedido unidad para evitar que el senador de Vermont, Bernie Sanders, se convierta en el candidato presidencial.

Sin embargo, en su estado natal, California, Texas, Virginia, Massachussetts, Colorado, Maine y Utah, Sanders lidera las preferencias, de acuerdo con NBC News.

Por su parte, Biden lidera las preferencias en Carolina del Norte, Tennessee, Alabama, Minnesota, Oklahoma, con una ligera ventaja porcentual. Arkansas es liderado por Mike Bloomberg.

De acuerdo con una encuesta realizada por Univisión, Latino Community y North Star Opinión, Sanders tiene el triple de apoyo entre los demócratas latinos que Biden, mientras que un 42% afirma que votará por él en contraste con el 15% que lo hará por Biden.

El objetivo final de las primarias es alcanzar el respaldo de mil 990 delegados; este martes se otorgarán mil 357 de ellos. California y Texas aportan la mayor cantidad, estados de fuerte población hispana y afrodescendiente.

A las 23:00 horas cerrará la última casilla y los resultados deberían presentarse horas después. En los cuatro primeros comicios primarios, Elizabeth Warren, la cuarta candidata, no ha mostrado un buen desempeño, pues solo ganó ocho delegados el 3 de febrero en Iowa.

La salida del joven precandidato moderado Pete Buttigieg en la carrera por la nominación presidencial demócrata cambió este domingo el panorama para los contendientes, al reforzar las posibilidades de Joe Biden en su disputa con Bernie Sanders, ubicado más a la izquierda.

Esta situación se produce dos días antes de las primarias del supermartes, cuando los demócratas sean llamados a votar en 14 estados.

Joe Biden, exvicepresidente de Barack Obama, ya había recobrado las esperanzas el sábado gracias a su gran victoria en Carolina del Sur.

Buttigieg, de 38 años, primer político abiertamente homosexual en la competencia por la nominación de un partido mayoritario, anunció la noche de ayer su retiro de las primarias para designar al demócrata que se enfrentará a Donald Trump en noviembre.

“Nuestro objetivo siempre ha sido ayudar a unificar a los estadounidenses para derrotar a Donald Trump”, dijo a sus seguidores.

“Debemos reconocer que en este punto de la carrera, la mejor manera de mantener la fe en esos objetivos (…) es apartarse y ayudar a unir a nuestro partido y nuestro país”, añadió.

El exalcalde de la ciudad de South Bend, Indiana, se había posicionado como un moderado, advirtiendo contra los excesos del ala izquierda del partido encarnada por Bernie Sanders.

En la primera definición de Iowa a principios de febrero, había saltado a los primeros planos tras ganarle por poco a Sanders. Luego, logró el segundo lugar en New Hampshire, un excelente desempeño para alguien que hasta hace poco tiempo era un desconocido a escala nacional.

Su decisión de tirar la toalla se produce después de la severa derrota en Carolina del Sur, que dejó al desnudo sus dificultades para llegar al electorado negro, esencial para que un demócrata gane La Casa Blanca.

Como muchos, Donald Trump consideró que Joe Biden será el gran beneficiario de la partida de Buttigieg. “Todos sus votos del supermartes irán a Joe Biden, el dormilón”, tuiteó el mandatario recurriendo a uno de sus apodos burlones para nombrar a sus adversarios.

Impulsado por su clara victoria en las primarias de Carolina del Sur el sábado, Joe Biden se posicionó el domingo más que nunca como una alternativa a Bernie Sanders y cuestionó la capacidad de su rival demócrata para atraer votantes.

Después de decepcionar en las primeras tres elecciones de Iowa, New Hampshire y Nevada, el exvicepresidente finalmente logró detener la caída, obteniendo con casi la mitad de los votos emitidos (48.4%), más del doble de Bernie Sanders (19.9%), quien quedó segundo.

“Es un gran impulso para nosotros”, dijo Biden el domingo a la cadena CNN, poco más de 48 horas antes de las gigantescas primarias del supermartes.

Más de un tercio de los delegados (alrededor del 34%) que elegirán al candidato del partido en la convención demócrata a mediado de julio serán elegidos el martes.

“Marca el comienzo de un regreso”, dijo a Fox el candidato de 77 años, quien fue por mucho tiempo el favorito entre los demócratas, antes de ser superado en las últimas semanas por Sanders.

Con los otros aspirantes fuertemente rezagados, Biden se enfrenta el martes a un oponente que ha recaudado casi el doble de la cantidad por su equipo de campaña (134 millones de dólares contra 70 millones) y tiene una red innegable entre los demócratas.

Para amplificar su impulso, quien fuera senador de Delaware de 1973 a 2009 volvió a acusar a su principal competidor. Asegura que el programa de Sanders, que según él es demasiado izquierdista, corre el riesgo de espantar a una parte significativa de los electores.

“Será muy difícil mantener a la mayoría en la Cámara de Representantes y revocar el Senado”, que ahora tiene mayoría republicana, dijo Biden en entrevista con la cadena ABC.

Mal posicionado en muchos de los principales estados en juego este martes, incluidos California y Texas, Biden intenta proyectarse más allá de las primarias demócratas.

Ha presentado su capacidad de lograr atraer votantes en los estados que oscilan entre los dos partidos principales, como Georgia o Florida.

“Para vencer a Trump, vamos a necesitar la mayor participación en la historia de este país”, dijo Bernie Sanders, a ABC. “Y no creo que sea factible si no tienes un mensaje que resuene entre las clases trabajadoras y medias”.

Su oponente, el exvicepresidente de 77 años dijo que “la gente no quiere una revolución”, refiriéndose a las radicales propuestas de Sanders. “Quiere resultados”.

Superado en fondos y colaboradores por Sanders, Biden también ve como una amenaza a Michael Bloomberg, que ya ha gastado más de 500 millones de dólares en publicidad de campaña, una cifra nunca antes vista, y que se medirá por primera vez en las urnas el martes.

“El Partido Demócrata quiere un demócrata”, dijo. “Ni socialista, ni exrepublicano. Un demócrata, para ser su candidato y unir al país de la manera en la que lo he hecho a lo largo de mi carrera”, agregó.

El exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg fue el centro de ataques en el debate demócrata que se llevó a cabo la noche de ayer en La Nevada, Nevada. Esta fue el primer debate televisado en el que el millonario aparece como parte de la carrera por la nominación del partido.

De acuerdo a diversos analistas, antes de los caucus de este sábado en Nevada, el enfrentamiento de ayer fue el más polémico de los nueve realizados hasta ahora.

Bloomberg, que invirtió grandes sumas de dinero en publicidad que lo catapultaron al tercer lugar en la intención de voto de los demócratas en solo tres meses, fue catalogado de “millonario arrogante”, y cuestionado por “comentarios sexistas” y “políticas racistas”.

Sanders, que ganó en New Hampshire y quedó segundo por poco en Iowa, también fue blanco de los ataques, en particular por su plan de salud universal, pero también por el estilo de su liderazgo y sus propuestas económicas.

“No creo que haya ninguna posibilidad de que el senador venza al presidente Trump”, dijo Bloomberg.

Pero Sanders no se quedó atrás. “Mike Bloomberg posee más riqueza que 125 millones de estadounidenses abajo del todo”, dijo el senador en uno de los muchos golpes y contragolpes de la noche. “Eso está mal. Eso es inmoral”.

Con una fortuna estimada de 64,200 millones de dólares, el magnate de la información financiera es considerado la octava persona más rica del mundo según cifras actualizadas de Forbes.

Otro intercambio fuerte entre ambos aspirantes fue cuando Bloomberg cuestionó los planteos económicos de Sanders, quien se define como un “socialista democrático”.

“No vamos a tirar el capitalismo”, dijo el empresario. “Otros países lo intentaron. Se llamó comunismo y simplemente no funcionó”.

Sanders encabeza la contienda con 32% de apoyo, por delante del exvicepresidente de Barack Obama, Joe Biden, con 16%, y de Bloomberg, con 14%, según una encuesta del Washington Post-ABC News publicada el miércoles.

En cuarto lugar está la senadora progresista Elizabeth Warren (12%), seguida del exalcalde Pete Buttigieg (8%) y la senadora Amy Klobuchar (7%).

“No deberíamos tener que elegir entre un candidato que quiere quemar este partido y otro que quiere comprar este partido”, dijo Buttigieg, quien ganó en Iowa y quedó segundo por poco en New Hampshire.

“Elijamos a alguien que en realidad sea demócrata”, agregó, en un revés para el independiente Sanders y para Bloomberg.

En una inusual estrategia, Bloomberg decidió saltearse las primeras cuatro fechas de la competencia: Iowa, New Hampshire, Nevada el sábado y Carolina del Sur el 29 de febrero, para concentrarse en el “Súper Martes” del 3 de marzo, cuando votan 14 estados y se decide un tercio de la mayoría de delegados (1,991) que deben elegir al candidato del partido en la convención demócrata en julio.

Bloomberg, quien se perfila como un sólido postulante para enfrentar a Trump, otro septuagenario magnate blanco neoyorquino como él, también fue señalado por Warren, quien al igual que Klobuchar lucha por mantenerse a flote.

“Entiendan esto: los demócratas corren un gran riesgo si solo sustituimos a un arrogante multimillonario por otro”, advirtió, comparando a Bloomberg con Trump al recordar que el exalcalde alguna vez se refirió a las mujeres como “gordas” y “lesbianas con cara de caballo”.

“Los demócratas no van a ganar si tenemos un nominado que tenga un pasado de ocultar sus declaraciones de impuestos, de acosar a las mujeres y de apoyar políticas racistas”, dijo la senadora.

Durante su gestión en Nueva York, Bloomberg implementó una política de arrestos y registros arbitrarios (“stop-and-frisk”), que según sus críticos afectó mucho más a los negros y a los latinos y por la cual el candidato ha pedido disculpas.

Desde un mitin en Arizona, Trump aprovechó para burlarse de Bloomberg, a quien apodó “Mini” en alusión a su estatura. “Escuché que lo están golpeando esta noche”, dijo. Y después de desestimar al “Loco Bernie” como eventual contendiente, apuntó: “No nos importa quién demonios sea porque vamos a ganar”, mientras la multitud coreaba “¡Cuatro años más!”.

Bernie Sanders resultó ganador de la primaria demócrata de New Hampshire, en una mala noche para el exvicepresidente Joe Biden, por meses favorito, que quedó quinto en la carrera para elegir al rival de Donald Trump en noviembre.

Sanders, el abanderado del ala progresista del partido, obtuvo el 25.8% de los votos con el 91% de los votos contados, repitiendo así su triunfo de 2016, cuando venció a su rival Hillary Clinton.

“Esta victoria aquí es el principio del fin para Donald Trump”, dijo Sanders a sus seguidores, en medio de reclamos por impuestos más justos y una reforma del sistema de salud.

Dos moderados se ubicaron en segundo y tercer lugar: Pete Buttigieg, exacalde de South Bend, Indiana, cosechaba el 24.4% de las apoyos, y la senadora de Minesota, Amy Klobuchar, el 19.8%. Cuarta se colocaba la senadora progresista de Massachusetts, Elizabeth Warren (9.3%).

“Tantos de ustedes participaron. Demócratas de pura cepa. Independientes dispuestos a permanecer al margen. E incluso algunos nuevos exrepublicanos. Listos para votar por algo nuevo”, dijo Buttigieg, anunciando que su campaña se trasladará ahora a Nevada y Carolina del Sur, los próximos en decidir el 22 y 29 de febrero.

Los aspirantes demócratas a la Casa Blanca buscan afinar la contienda tras un caótico comienzo del proceso de nominación partidaria la semana pasada en los caucus de Iowa, donde Buttigieg y Sanders quedaron cabeza a cabeza tras un vergonzoso conteo de varios días.

Para algunos, sin embargo, los resultados en New Hampshire supusieron el fin de la carrera, dejando en nueve el total de aspirantes demócratas a derrotar a Trump.

Andrew Yang, un empresario tecnológico nuevo en la arena política, y el senador de Colorado, Michael Bennet, anunciaron su retiro luego de esta primera elección con voto secreto en el maratónico camino hacia la investidura demócrata que surgirá de la convención en julio.

Joe Biden pasó de estar en la cima de la contienda al borde del precipicio. En una semana.

Favorito durante meses para la nominación demócrata a La Casa Blanca, el exvicepresidente de Barack Obama se presentaba como un estadista de peso y el mejor preparado de su partido para derrotar a Donald Trump en noviembre.

Luego de liderar las encuestas a nivel nacional, el veterano político ha visto tambalear sus ambiciones. Tras quedar cuarto en Iowa, ayer se ubicó en un sorprendente quinto puesto en New Hampshire.

Fuente: NYT

Luego de una demora de todo un día, los resultados parciales de los caucuses de Iowa dan la delantera a Pete Buttigieg, con una leve ventaja sobre Bernie Sanders.

Según analistas, Buttigieg, de 38 años, y Sanders, de 78, no podían ser más diferentes. Son el aspirante más joven a la nominación presidencial demócrata y el de mayor edad.

Buttigieg se describe como una alternativa moderada, proponiendo mejoras escalonadas a los programas de salud y educación, en tanto que Sanders, quien se describe como un socialista democrático, plantea profundas reformas.

Los dos se presentan como antídoto al establishment de Washington, que son hoy mal vistas por buena parte del electorado de ambos partidos. Sus buenos resultados podrían ser un indicio de que los demócratas desean visiones nuevas, igual que los republicanos hace cuatro años, cuando desbarataron todos los pronósticos nominando a Donald Trump, una estrella de la TV sin experiencia como político.

El partido Demócrata dio resultados computados del 71% de los votos tras una demora causada por problemas técnicos que paralizaron el conteo. Aún no se declara un ganador.

Tanto Buttigieg como Sanders generan dudas acerca de sus posibilidades de ganar las elecciones presidenciales. Los rivales de Buttigieg en las primarias destacan su inexperiencia, dado que su principal antecedente es haber sido alcalde de una ciudad de apenas 100,000 habitantes. Los moderados temen que Sanders espante a los independientes y a los republicanos de centro cuyo voto necesitan los demócratas.

Buttigieg reiteró su llamado a un cambio el martes en New Hampshire, donde tendrá lugar la próxima consulta. Dijo que los demócratas deben seleccionar un candidato que “dé vuelta la página” y le abra camino a una nueva generación.

De ser elegido, Buttigieg sería el presidente más joven en la historia del país y el primer comandante en jefe de las fuerzas armadas abiertamente gay.

Sanders sería el presidente de mayor edad. El legislador leva tres décadas en Washington, primero como representante y después como senador. Pero ha sido siempre una figura más bien independiente, que se mueve en los contornos del Partido Demócrata y que en el 2016 estremeció el panorama político al dar dura batalla a Clinton por la nominación.

Elizabeth Warren, que también propone cambios radicales y comparte muchos puntos de vista con Sanders, se posicionó en tercer lugar.

El senador estadounidense Bernie Sanders suspendió temporalmente este miércoles su campaña por la que busca la nominación del Partido Demócrata en las elecciones presidenciales y enfrentarse así a Donald Trump.

“Durante un evento de campaña ayer (martes) por la noche, el senador Sanders experimentó algunas molestias en el pecho. Después de la evaluación médica y los exámenes, se descubrió que tenía un bloqueo en una arteria y se insertaron con éxito dos ‘stents'”, dijo el asesor principal de Sanders, Jeff Weaver.

Informó que el senador Sanders se encuentra bien y de buen humor, aunque aclaró que estará descansando en los próximos días, con lo que sus eventos serán cancelados “hasta nuevo aviso”.

Sanders, de  78 años, ha sido uno de los aspirantes más activos en la contienda demócrata.

El senador por Vermont realiza su campaña electoral en Nevada, en donde participó en un foro sobre Medicare para Todos y la seguridad social en Las Vegas, y este miércoles participaría en un foro seguridad de armas.

Sanders anunció en fecha reciente que recaudó unos 25.3 millones de dólares en el tercer trimestre, la cifra más alta para cualquier candidato demócrata en este año.

El aspirante presidencial independiente de Estados Unidos, Bernie Sanders, envió pizzas a varios mineros de Kentucky que protestan por la falta de pago.

El también senador por Vermont llamó el viernes a un establecimiento de Pizza Hut local y envió una pizza por cada día de protesta de los empleados: 18 en total, de acuerdo con Vice.

Los empleados comenzaron la manifestación el 29 de julio con cinco hombres parados en las vías del ferrocarril, bloqueando un tren con más de un millón de dólares en carbón de la firma Blackjewel.

Tres semanas después, el bloqueo se ha convertido en un campamento de 24 horas en el condado de Hantan, en donde los mineros tienen pancartas con la leyenda “sin paga, nos quedamos”.

Chris Lewis, uno de los mineros, dijo que había recibido pedidos de pizza desde fuera del estado: “nos han apoyado bien”.

Lewis agregó que un acuerdo tentativo para vender la mina y reservar dinero para el pago atrasado era un “paso en la dirección correcta”, pero probablemente solo cubriría hasta el 40 por ciento de los salarios adeudados a los trabajadores, reportó The Hill.

A principios de julio, Blackjewel se declaró en bancarrota y dijo que debía cerca 4.5 millones de dólares en pagos a cientos de trabajadores. Ahora los mineros buscan que el dinero por el envío de carbón sea utilizado para pagarles y no para otros fines de la empresa, según CNBC.