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El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) acusó este martes a Estados Unidos de “no respetar la soberanía” del país por el informe anual sobre derechos humanos del Departamento de Estado, en el que que se denunció la violencia y la impunidad que imperan en México.

“Ellos no están acostumbrados a respetar las soberanías de los pueblos. Ayer, por ejemplo, sacó el Departamento de Estado una resolución hablando de que en México se violan derechos humanos y ellos situándose como los jueces del mundo”, cuestionó el mandatario.

AMLO reaccionó al reporte de Washington, que señaló a México de no investigar ni enjuiciar la mayoría de casos criminales como homicidios, torturas, secuestros, trata de personas y extorsiones, debido a que los niveles de violencia y explotación en el país se mantuvieron altos.

La publicación periódica concluye que no ha habido “cambios significativos” en la situación de derechos humanos en México y precisa que, en muchas partes del país, las organizaciones dedicadas al tráfico de personas continúan actuando con connivencia con las autoridades locales.

El informe expone que entre las cuestiones importantes de derechos humanos en nuestro país figuraban informes creíbles de: ejecuciones ilegales o arbitrarias, incluidas ejecuciones extrajudiciales; desaparición forzada; torturas o tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes por parte de las fuerzas de seguridad.

También menciona condiciones penitenciarias duras y potencialmente mortales; arresto o detención arbitrarios; graves problemas con la independencia del poder judicial; graves restricciones a la libertad de expresión y la libertad de prensa, incluida la violencia contra periodistas y la aplicación o amenaza de hacer cumplir leyes penales sobre difamación para limitar la expresión.

A pesar de ser la principal bandera con la que López Obrador llegó al poder, el informe del Departamento de Estado señala una grave corrupción gubernamental; violencia generalizada de género, incluida la violencia doméstica o de pareja, la violencia sexual, la violencia en el lugar de trabajo, el matrimonio infantil, precoz y forzado, el feminicidio y otras formas de violencia de este tipo; delitos que involucran violencia o amenazas de violencia contra personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, queer o intersexuales; delitos que impliquen violencia o amenazas de violencia contra personas con discapacidad; y restricciones significativas o sistemáticas a la libertad de asociación de los trabajadores, incluidos delitos de violencia e intimidación contra los trabajadores.

López Obrador respondió que en su Gobierno “son respetuosos con ellos”, por lo que “ellos deberían ser respetuosos”.

“Nosotros no les decimos: ¿y por qué tienes a un candidato hostigándolo en los juzgados? ¿Y por qué destinas miles de millones de dólares para la guerra? ¿Y por qué no liberas a (Julian) Assange que lo tienen encarcelado injustamente?”, expuso.

También acusó a las autoridades estadounidenses de “no atender a los jóvenes de Estados Unidos que fallecen por la adicción a las drogas, al fentanilo” y de “reprimir y maltratar a los migrantes”.

“Nosotros no emitimos una carta de buena conducta porque no nos corresponde, pero ellos se quedaron con la manía de hace 200 años, desde la Doctrina Monroe. Ojalá y eso vaya cambiando porque no les ayuda, están anquilosados en el manejo de política exterior, con todo respeto”, terminó.

La tensión entre México y Estados Unidos crece este 2024, cuando coinciden las elecciones presidenciales en ambos países.

Reporte completo del Deperamento de Estado

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El Departamento de la Defensa de Estados Unidos defendió este miércoles la colaboración con México y el respeto a su soberanía, después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prometiera proteger los datos de las Fuerzas Armadas de su país ante el “espionaje” estadounidense.

Un portavoz del Pentágono indicó que el Departamento de la Defensa y las Secretarías de Defensa Nacional y de la Marina en México “disfrutan de una asociación colaborativa” centrada en “asuntos tradicionales de defensa” y en abordar los retos en este ámbito.

Destacó, en declaraciones a la agencia Efe, que esta cooperación se produce “mientras ambos respetan la soberanía del otro y sus agendas respectivas de política exterior”.

De esta forma, el Departamento de la Defensa estadounidense reacciona a las declaraciones de López Obrador, quien ayer advirtió que “protegerá” la información de las Fuerzas Armadas de nuestro país al argumentar que son “objeto de espionaje” por parte del Pentágono.

“Vamos a cuidar ya la información de la Secretaría de Marina y la Secretaría de la Defensa, porque estamos siendo objeto de espionaje del Pentágono, y muchos medios de información en México están filtrando información que les entrega la DEA”, afirmó el mandatario.

En ese sentido, México anticipado que solicitará a Estados Unidos un informe para aclarar el presunto espionaje contra las Fuerzas Armadas.

Hace dos días, López Obrador calificó de “intromisión abusiva, prepotente” el operativo que realizó la DEA para infiltrarse en el cartel de Sinaloa sin autorización de las autoridades de nuestro país..

AMLO también acusó a Estados Unidos de “intromisión” a raíz de las filtraciones de documentos del Pentágono en un chat de la aplicación Discord que evidencian los roces entre la Sedena y la Semar por las crecientes tareas que se asignan a las Fuerzas Armadas.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró este viernes que México no es “colonia de Rusia, ni de China ni de Estados Unidos”, esto al ser cuestionado sobre la posible presencia de espías rusos en nuestro país, tal como lo informó Washington.

“Hay que mandarles telegramas, avisándoles de que México no es colonia de ningún país extranjero, que México es un país libre, independiente, soberano. Que no somos colonia de Rusia, ni de China ni de Estados Unidos. Que México es un país independiente, libre y soberano”, afirmó el presidente.

Ayer, el jefe del Comando Norte estadounidense, Glen VanHerck, afirmó durante una reunión en el Senado de su país, que México es la nación con más agentes de inteligencia rusos desplegados en el mundo.

Cuestionado sobre el tema, López Obrador dijo: “Es una declaración, nosotros no vamos a cuestionar nada, somos respetuosos de la libre manifestación de las ideas”. Sin embargo, agregó que México es un país libre, independiente, soberano, donde toda persona, mexicana o extranjera, puede hacer actividades lícitas, mientras que a aquellos que pretendan hacer algo ilegal, se les detiene.

En referencia a la guerra en Ucrania, el mandatario pidió que se entienda que el Ejecutivo tiene como política en materia exterior la no intervención en conflictos.

“Nosotros no vamos a Moscú a espiar a nadie, ni vamos a Pekín a espiar qué están haciendo en China, ni vamos a Washington, ni siquiera a Los Ángeles. No nos metemos en esto”, concluyó el mandatario sobre el tema.

Recordemos que esta semana el tema ha causado polémica en México, luego de que la Cámara de Diputados instalara el Grupo de Amistad México-Rusia, lo que desató críticas por parte de algunos partidos de la oposición debido al conflicto bélico que se vive desde el pasado 24 de febrero entre rusos y ucranianos.

Un día después, los diputados decidieron instalar el Grupo de Amistad México-Estados Unidos, donde el embajador Ken Salazar afirmó que en se tiene que estar en solidaridad con Ucrania y contra Rusia.

“Tenemos que estar en solidaridad con Ucrania y contra Rusia, el embajador de Rusia estuvo ayer y dijo que México y Rusia son cercanos, eso nunca puede pasar, nunca puede pasar, Ucrania está peleando por la libertad, recuerdo que en la segunda guerra mundial no había ninguna distancia entre México y Estados Unidos, estuvimos unidos contra Hitler que estaba matando a inocentes por donde quiera, no podemos decir ‘eso está pasando en otro lado del mundo’, porque nos puede afectar aquí en México”, declaró el embajador.

La guerra en Ucrania ha hecho que suba el precio del petróleo a su nivel más alto desde el 2008. Esto evidentemente aumenta el precio de las gasolinas. En Estados Unidos, en donde no existe el IEPS, los precios de las gasolinas suben y bajan de acuerdo con el precio del barril del petróleo y lo hacen de forma muy rápida.

Ayer escuchaba el testimonio de un estadounidense que narraba como de ida al gimnasio en la mañana el precio del galón estaba en $4.065 dólares y para cuando salió de hacer ejercicio el galón ya había subido a $4.173.

A pesar de esta alza en los precios, que evidentemente no le gusta pagar a ningún consumidor, el presidente Biden anunció ayer la prohibición de importaciones de petróleo y gas natural proveniente de Rusia.

Aún cuando Europa quisiera unirse a esta prohibición anunciada por Biden, la dependencia que tiene el viejo continente a los energéticos se los impide. Una dependencia que ayuda a mantener y financiar al loco-carnicero de Vladimir Putin en el poder.

¿Cómo es que Estados Unidos sí puede aguantar vivir sin los energéticos de Rusia y Europa no? Muy fácil. EUA, bajo la presidencia de Nixon vio como los países árabes le recortaron el suministro de petróleo por el apoyo a Israel en la guerra de Yom Kipur. Desde ese año, 1973, se propuso lograr independencia energética. Y, aún cuando ningún país es cien por ciento autosuficiente en energéticos, Estados Unidos sí ha pasado de ser un país importador neto de éstos, a ser el segundo productor más importante del mundo.

Una envidia para alguien como Andrés Manuel López Obrador quien, un día sí y el otro también habla de que quiere lograr la soberanía energética de México. Pero, y este es un gran pero, Estados Unidos lo ha logrado de una forma radicalmente distinta a la que está intentando el presidente de México.

Mientras Andrés Manuel López Obrador le apuesta todas sus canicas a que una sola empresa paraestatal, Pemex, sea la que extraiga el petróleo necesario para nuestra demanda y se refine lo suficiente para no tener que importar gasolinas, en EUA la apuesta para lograr esa soberanía ha sido de dos pinzas: por un lado a que muchas empresas y empresarios inviertan, extraigan, refinen y vendan petróleo y sus derivados y por el otro a reducir la dependencia a las energías fósiles y a migrar a limpias y renovables.

El ‘Proyecto Independencia’ lo anunció Richard Nixon en 1973. En ese momento EUA importaba 2.1 millones de barriles al día. La idea era lograr autosuficiencia para 1980, algo que no fue posible por, entre otras razones, la Revolución Iraní. Aún así, Estados Unidos comenzó desde entonces a pensar en energías alternativas: solar, eólica y eléctrica, para reducir su dependencia a los vaivenes internacionales y para lidiar con el movimiento ecológico que despertó el derrame del Exxon Valdez en Alaska en 1989.

Entre la década de los 90s, que vieron el nacimiento de los ‘Super Majors’ del petróleo y 2014, EUA llegó a su punto más bajo de importaciones de petróleo: 260 mil barriles al día. Y la producción de petróleo pasó de menos de 1 millón de barriles al día en 2010 a más de 4 millones de barriles para 2015, excediendo así la producción individual de cada miembro de la OPEP salvo Arabia Saudita.

¿Cómo lo logró? Redujo la demanda al generar incentivos para migrar a energías limpias y renovables y permitió la exploración, explotación y fracking por parte de privados. Por eso es que hoy Estados Unidos tiene la autosuficiencia energética que le permite cortar la importación de petróleo y gas ruso.

Eso sí es autosuficiencia energética. Lo otro, lo que promete AMLO, es puro bla, bla, bla que por lo pronto nos cuesta a los mexicanos un dineral para financiar a Pemex, que pierde y pierde y pierde dinero.

Columna completa en El Universal

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) consideró este lunes una violación a la soberanía de México la financiación que reciben por parte de Estados Unidos organizaciones civiles en nuestro país, que él considera opositoras a su gobierno.

“Es una vergüenza para cualquier gobierno en el mundo, meterse a la vida interna de otro país”, dijo el mandatario en su conferencia de prensa matutina. “Es una demanda que tenemos pendiente (…) porque es un acto injerencista de violación a nuestra soberanía”, añadió.

Recordemos que el gobierno envío en mayo del año pasado una nota diplomática a Washington que nunca fue respondida para protestar por el apoyo financiero de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

López Obrador ha atacado duramente en las últimas semanas a periodistas tras la publicación de artículos que comprometen a su administración, suscitando críticas por ser México uno de los países más peligrosos para ejercer el oficio, con 150 asesinados desde el 2000, cinco en lo que va de año.

Además, MCCI y Carlos Loret de Mola, del portal Latinus, publicaron a finales del mes pasado una investigación conjunta sobre una casa en Texas alquilada por un hijo de López Obrador, que pertenecía a un exejecutivo de una firma contratista de Pemex.

El presidente ha asegurado que su hijo, al que el reportaje adjudica también una ostentosa mansión en Houston, no tiene influencia en su gobierno y ha explicado que al parecer es su esposa que “tiene dinero”.

USAID publicó en mayo de 2021 un resumen de sus actividades en México, donde detalló que financiaba con 2.25 millones de dólares a MCCI en “periodismo de investigación”, entre otras áreas. La organización aclaró que los recursos que recibe están amparados por la ley y son congruentes con su objeto social.

El enviado especial para el Clima del gobierno de Estados Unidos, John Kerry, afirmó este miércoles durante su visita a México que Estados Unidos respeta totalmente la soberanía de México, esto al hablar de la reforma energética impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

“Respetamos totalmente la soberanía de México. Sé que el presidente ha comenzado a hacer algunas reformas que son importantes para él y para su país y lo que nosotros queremos hacer es trabajar con México para reforzar (…) y fortalecer la posibilidad de que el mercado sea abierto, competitivo”, afirmó Kerry durante un acto en la cancillería.

Sin embargo, manifestó que el gobierno estadounidense quiere trabajar con México para promover energías renovables. Dijo que su gobierno está dispuesto a ser “tan útil como podamos” para promover que México incremente el uso de vehículos eléctricos y energía renovable.

“México puede desempeñar un papel vital y extraordinario en nuestros esfuerzos para combatir la crisis climática”, señaló Kerry.

Las declaraciones de Kerry se dan luego de que la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, manifestara la preocupación de Washington de que la iniciativa de AMLO “no crearía condiciones equitativas” para las firmas estadounidenses que quieran invertir en energías renovables en México.

Kerry aseguró que el gobierno del presidente Joe Biden estaba dispuesto a ofrecer financiamiento y ayuda tecnológica para acelerar los esfuerzos de México, lo cual sería un tema durante la reunión que tuvo este medio día con el presidente López Obrador.

Recordemos que López Obrador ha dicho en reiteradas ocasiones que su iniciativa busca cambiar la situación que permitieron los gobiernos corruptos del pasado, quienes modificaron el mercado energético nacional en favor del capital privado.

La iniciativa de reforma enviada al Congreso en septiembre pasado, limitaría a un máximo de 46% la participación privada en generación eléctrica para favorecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Además, eliminaría los reguladores autónomos de energía, tales como la CRE y el CENACE, revisaría contratos previos y priorizaría a las plantas fósiles de CFE sobre las renovables de privados.

Durante el acto, el canciller Marcelo Ebrard afirmó que “ciertamente” México se unirá a los “esfuerzos” contra la crisis climática, y agradeció el “respeto” a la soberanía que mostró Estados Unidos.

Más tarde, el presidente López Obrador confirmó el encuentro con Kerry, y dijo que como siempre hablaron con franqueza y respeto, aunque no compartió mayores detalles de lo conversado. Se espera que mañana en su conferencia matutina hable del tema.

El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, expresó ayer las “serias preocupaciones” de su país sobre la reforma eléctrica que propuso al Congreso el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), que señalan,  limitar la competencia en el sector de la energía eléctrica.

En un mensaje en su cuenta oficial de Twitter, el embajador dijo que mantuvo “importantes reuniones” con funcionarios del gobierno federal para discutir el cambio constitucional propuesto por el Ejecutivo y que restringiría la cuota de mercado de las energéticas privadas para favorecer a las compañías estatales.

“Quiero aprender más sobre el ímpetu de esta reforma constitucional”, indicó Salazar. “Nos comprometimos a continuar el diálogo sobre este crítico asunto los próximos días”, agregó.

Y es que la propuesta, enviada al legislativo en octubre, cancelaría los contratos mediante los cuales 34 plantas privadas venden electricidad a la red nacional. El plan declara ilegales otras 239 plantas privadas que venden directamente electricidad. Casi todas estas plantas generan electricidad con fuentes renovables o gas natural.

La iniciativa también cancelaría muchos contratos de abastecimiento de electricidad de largo plazo y los esquemas de compra preferencial de electricidad a plantas de energía limpia, lo que afectaría principalmente a empresas extranjeras.

Además, las plantas de gas natural serían casi las últimas en la fila para vender electricidad a la red nacional a pesar de que generan electricidad un 24% más barata. Las plantas de la CFE, que queman combustóleo, tendrían preferencia sobre las plantas privadas eólicas y solares.

La propuesta garantizaría a la CFE una cuota de mercado de “al menos” el 54%, aunque en el tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá, el T-MEC, prohíbe favorecer a compañías locales o gubernamentales.

Sobre lo expresado por Salazar, la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle, señaló que fue grato escuchar al embajador, sus dudas y comentarios. Sin embargo, precisó que México y Estados Unidos por años han colaborado en el sector “con absoluto respeto a sus leyes y soberanía de cada país”. 

Adelantó que el diálogo es abierto y continuo entre ambos gobiernos. 

Además, Salazar también acudió ayer a la sede de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde se reunió con el presidente del organismo, Arturo Zaldívar y el resto de la delegación del gobierno de Estados Unidos integrada por el diplomático, el procurador asistente adjunto de Estados Unidos Bruce Swartz, y funcionarios del gobierno estadounidense.

“Durante la reunión, que buscó estrechar el diálogo y la colaboración entre los sistemas de justicia de México y los Estados Unidos de América, se trataron temas prioritarios para el Poder Judicial Federal y el Gobierno americano, tales como los avances en la consolidación del sistema penal acusatorio y la implementación de la reforma en materia laboral”, informó la SCJN a través de un comunicado.

Arturo Sarukhán

EL UNIVERSAL

 

 

El arranque y la más que bienvenida transición a una nueva administración en Estados Unidos, encabezada por Joe Biden, está preñada de oportunidades para un retorno a la normalidad y para nuevas sinergias y colaboración bilaterales con México. El presidente y su equipo buscarán rápidamente revertir los efectos perniciosos del vandalismo diplomático de Trump estos últimos cuatro años y también intentarán apuntalar y relanzar relaciones bilaterales clave con aliados y socios que fueron dañadas y socavadas en el proceso. Ello incluso ya quedó de manifiesto desde un primer momento con el retorno a los ‘usos y costumbres’ de la diplomacia contemporánea estadounidense cuando Biden, seguido de su secretario de Estado recién confirmado, efectuaron como primer contacto con sus homólogos en el mundo, sendas llamadas con los vecinos y socios estadounidenses, Canadá y México.

Como ningún otro inquilino de la Casa Blanca, Biden llega -producto de sus años en el Senado y su papel como enviado de Obama a Latinoamérica particularmente en los últimos cinco años de su gestión como vicepresidente, con un bagaje de conocimiento y experiencia granulares sobre México y la relación bilateral con el que predecesor alguno en el cargo ha contado. Por si esto fuera poco, el período de dos años de México como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU ofrecería, en circunstancias normales, una legión de oportunidades para crear densidad en la colaboración regional y global entre EE.UU y México y sinergias para promover un sistema internacional basado en reglas. Y dado que Brasil en gran medida ha decidido arrinconarse, tanto en términos de sus ambiciones de política exterior como por el resultado de las políticas de afinidad y el apoyo de Bolsonaro a Trump, esto podría abrir una ventana de oportunidad singular para que México se posicione como el socio estratégico privilegiado de EE.UU en América Latina y el Caribe.

Desafortunadamente, es más fácil decir esto que hacerlo. Para empezar, reinicializar la relación Biden-López Obrador no será fácil, a pesar de las mejores intenciones en Washington y los esfuerzos deliberados de algunos funcionarios del gobierno mexicano. Como en la mayoría de las cosas en la vida, se necesitan dos para bailar el tango o, en el caso de nuestras dos naciones, quizá danzón. Por un lado, el Presidente López Obrador parece empeñado en pintar su raya -e incluso socavar- un relanzamiento de las relaciones con EE.UU. Y por el otro, lo que al principio de su relación con Trump podría haber sido explicado y justificado por algunos como pragmatismo o reflejo de la asimetría de poder entre ambas naciones, al final parece algo mucho peor. Solo hay que ponerse en los zapatos de los Demócratas y del equipo de campaña y transición de Biden para entender cómo se percibe el efecto cumulativo de la larga lista de acciones hostiles y miopes del mandatario mexicano a partir del verano pasado: su tozudez de viajar a Washington para reunirse con Trump en plena campaña electoral estadounidense, su decisión de no reunirse con líderes Demócratas del Congreso y sus declaraciones zalameras en la Casa Blanca; su obstinación en no felicitar (junto con Putin y Bolsonaro, dos lideres que jugaron abiertamente a favor de la elección y reelección de Trump) al presidente electo Biden hasta el 14 de diciembre y su hosca carta de felicitación (sobre todo si se le compara con la meliflua epístola de cuatro páginas enviada a Trump después de su triunfo en la elección mexicana de 2018) trazando líneas en la arena sobre la no intervención y la soberanía nacional; su oferta de asilo a Julian Assange, el hombre que hackeó la campaña Demócrata en 2016; su rotundo silencio y falta de repudio a la intentona de autogolpe de Estado el 6 de enero; y su defensa de Trump luego de que éste fuese expulsado de redes sociales.

Pero Biden no tiene gatos en la panza y su gobierno seguramente va a tener retos mucho mayores con México que potencialmente guardar rencor. Los próximos cuatro años podrían transformarse en una serie de tensiones y desafíos al sur de la frontera con un presidente mexicano que ve a su nueva contraparte con resquemor, sospecha y un dejo de resentimiento (por el hecho de que en su particular visión del mundo, los Demócratas debieran de haberlo apoyado en sus impugnaciones a los procesos electorales de 2006 y 2012). Ya sea en materia de derechos humanos y el Estado de derecho; la criminalidad y procuración de justicia; la erosión de contrapesos, equilibrios e instituciones autónomas; la falta de un piso parejo para empresas estadounidenses con inversiones en México; disputas ambientales y laborales en el TMEC; y políticas y paradigmas energéticos del pasado y basados en combustibles fósiles: todos estos temas que, a diferencia de Trump, ocuparán y preocuparán al gobierno estadounidense, podrían derivar -ya sin el temor pero también la empatía que el ex mandatario estadounidense generó en López Obrador- en posiciones espinosas y chovinistas desde Palacio Nacional en la relación con la nueva administración en Washington. Y por si fuera poco, la arquitectura e institucionalización de la relación bilateral -el andamiaje de mecanismos y protocolos que se han construido en las últimas dos décadas- que permiten que una de las relaciones bilaterales más complejas, fluidas y dinámicas en el mundo mantenga la tracción, el tono muscular y la capacidad de resolución de problemas, se ha ido desgastando durante los últimos cinco o seis años. Ciertamente comenzó con el gobierno de Peña Nieto, pero se ha profundizado con el de López Obrador.

Para un presidente que persiste en subrayar que la mejor política exterior es la política interna y que ve con recelo la posibilidad de que el nuevo gobierno estadounidense se pronuncie, en público o privado, sobre temas que él considera de política interna, la gran paradoja estriba en que son precisamente las debilidades internas -y muchas de sus políticas públicas- las que se erigen en flancos de presión desde el extranjero, particularmente desde Estados Unidos. Y pensar que en el siglo XXI se puede separar en compartimentos-estanco lo interno de lo externo en ambos países es no entender cómo se ha transformado la realidad de la relación entre México y EE.UU en las últimas dos décadas.

El refrán popular sugiere que no se puede mamar y dar de topes. Qué bien que el presidente subraye, con el inicio de la Administración Biden y los primeros contactos con quien será su homólogo durante el resto de su sexenio, que buscará una relación constructiva con EE.UU. Pero entonces sus acciones, decisiones y declaraciones -y las de algunos de sus colaboradores- tienen que ser congruentes con ello. Oportunidades para la sinergia y la colaboración real y efectiva, basada en el paradigma de responsabilidad compartida y en múltiples áreas de la agenda, desde la migración, la competitividad regional, las cadenas productivas y el manejo común de recursos acuíferos transfronterizos hasta la mitigación de la pandemia, la recuperación económica y la seguridad común, abundarán con este nuevo gobierno estadounidense, pero solo si se saben reconocer y aprovechar.

 

Columna completa en El Universal

Tras ser cuestionado sobre si había alguna respuesta por parte del gobierno de Estados Unidos sobre el llamado operativo Rápido y Furioso, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo que no, y aprovechó para reiterar que su gobierno ha defendido el derecho soberano a decidir sobre la política de seguridad que se aplica en México.

“Está abierta la investigación, como es de dominio público, en contra del que estuvo de secretario de Seguridad Pública, García Luna, que está detenido, ahí sí continúa la investigación, pero no hay respuesta sobre lo que nosotros consideramos fue una violación a nuestra soberanía: el que se haya permitido la introducción de armas teniendo conocimiento el gobierno de México”, respondió AMLO.

Explicó que aunque se ha negado, hay evidencias que apuntan a que el operativo se hizo de manera conjunta entre el gobierno de Estados Unidos y México respecto a la introducción de armas a nuestro país,  lo que causó innumerables muertes.

Fue en ese punto donde dijo que lo su gobierno está haciendo es defender el derecho soberano a decidir sobre la política de seguridad que se aplica en México, cosa que aseguró, no sucedía anteriormente.

Acusó que en administraciones anteriores, había mucha injerencia de agencias del extranjero en los asuntos internos de México.

Sostuvo que en la actualidad, hay relaciones de cooperación y respeto con el país vecino. Aseguró que aunque parezca increíble, el que ha dado el ejemplo es el presidente Donald Trump, quien en algunos temas delicados que se han tocado, respeto la decisión de México.

En ese sentido, recordó que uno de esos casos que comentó con su homólogo estadounidense, fue cuando se detuvo al hijo de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, a Ovidio Guzmán López; afirmó que fue él quien tomó la decisión de liberarlo, pues no estuvo dispuesto a poner en riesgo a la población.

“Para que no se afectara a civiles, porque iban a perder la vida si no suspendíamos el operativo más de 200 personas inocentes en Culiacán, Sinaloa, y se tomó la decisión, yo ordené que se detuviera ese operativo y que se dejara en libertad a este presunto delincuente”, añadió AMLO.

Otro de los casos que ha comentado con el presidente Trump fue lo sucedido en Bavispe, Sonora, donde asesinaron a mujeres y a niños de la familia LeBarón.

En ambos casos dijo que habló con Trump, quien ofreció ayudar a investigar los casos y a castigar a los responsables.

“De manera muy respetuosa le agradecimos su ofrecimiento y él entendió que nos correspondía a nosotros atender estos casos, como siempre. No vamos a permitir que ningún gobierno extranjero se inmiscuya en asuntos que sólo corresponde a las autoridades mexicanas. Eso es el respetar, hacer valer nuestra soberanía”, dijo López Obrador.

La diputada de Morena, Dolores Padierna, afirmó que las amenazas del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de incluir a los cárteles en la lista de “grupos terrorista”, es un “arrebato” y no debe generar alarmar.

La también vicepresidenta de la Mesa Directiva señaló que los cárteles de la droga son organizaciones criminales internacionales, no terroristas. Indicó que cualquier otra clasificación o etiqueta que le quiera imponer el mandatario estadounidense, sólo es parte “de su verborrea mediática a la cual ya deberíamos de estar acostumbrados”, aseveró.

Aseguró que los alcances de la eventual declaratoria unilateral no alterarían en nada la relación de colaboración y cooperación para combatir la delincuencia internacional.

Sostuvo que, en ningún escenario, al Presidente de EUA le interesaría iniciar una “guerra” a unos kilómetros de su frontera, así como tampoco abrir un nuevo frente de seguridad internacional a un año de que buscará la reelección.

Por su parte el diputado del PRI, Rubén Moreira, presidente de la Comisión Asuntos Frontera Norte, afirmó que la eventual declaración “no es un buen signo” para México, dado que implicaría intervenciones de ese país de diversos tipos.

“Rechacemos cualquier intervención en México, cualquier tipo. A nosotros nos toca resolver nuestros problemas”, subrayó el diputado al pedir a los tres órdenes de gobierno que colaboren entre sí para combatir al crimen organizado y demostrar que la paz es posible, “y para eso tienen la fuerza del Estado”.

Y aunque reconoció que los narcotraficantes actúan como terroristas, porque en muchas ocasiones generan terror a toda la comunidad; para lograr su cometido de infringir la ley, meten miedo a la comunidad; eso es indudable, insistió en que no es aceptable que Estados Unidos trate de interferir en nuestro país violando la soberanía.

El coordinador de los diputados del PT, Reginaldo Sandoval Flores, afirmó que Estados Unidos busca una forma de volver a intervenir en México con la eventual declaratoria de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, toda vez que el actual gobierno federal ya no permite la presencia de agentes estadounidenses, como sucedió en anteriores administraciones.

“El gobierno norteamericano siempre ha estado buscando el formato de cómo entrar a intervenir en México. Sabíamos que había en el país gente de la DEA armada, de la CIA, del FBI, y con el presidente (Andrés Manuel) López Obrador eso se fue”, subrayó en declaraciones a la prensa.

Ante esa intención de Estados Unidos, dijo, el gobierno mexicano se debe “parar con firmeza” y hacer uso del derecho internacional para garantizar la soberanía.

Finalmente, la coordinadora de los diputados del PRD, Verónica Juárez Piña, señaló que es indispensable que el gobierno de México fije una postura firme para no permitir la intromisión de Estados Unidos en los asuntos considerados de seguridad nacional, y así no se viole la soberanía del país.

Puntualizó que Trump busca utilizar este tipo de temas “en sus asuntos electorales como una moneda de cambio, que es en lo que no estamos de acuerdo”.

Tras las declaraciones del subsecretario de Asuntos de Narcóticos del Departamento de Estado de Estados Unidos, Richard Glenn, sobre que se necesita ver es un mayor compromiso político de los más altos niveles del gobierno de Mexicano para combatir al crimen organizado, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) emitió un posicionamiento.

López Obrador consideró que funcionarios de otros países no deben opinar sobre asuntos internos que solo corresponden al gobierno de México.

“Es hasta de mal gusto hacerlo, imagínense que yo declare que la estrategia en EUA está mal. Cada país tiene su independencia, lo que sí es importante, más si se trata de vecinos, es buscar la cooperación, pero no situarse como jueces y juzgar, indicó el mandatario federal.

En su conferencia de prensa matutina, AMLO indicó que si bien hace falta cooperación entre ambos países, ésta debe ser con respeto a la soberanía de cada nación; destacó que con el país vecino hay una muy buena relación, además de que “una golondrina no hace verano, pues la opinión del presidente Donald Trump ha sido de respeto hacia México.

López Obrador pidió que se proyectara el video del discurso de Trump en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde el mandatario estadounidense mencionó a México. “México nos está mostrando un gran respeto y yo los respeto igualmente”, se escucha decir a Trump en su discurso del pasado 24 de septiembre.

López Obrador adelantó que en los próximos días su gobierno anunciará los avances en las negociaciones con legisladores estadounidense para la aprobación del acuerdo comercial México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC).

Desde Zacatecas, el presidente Andrés Manuel López Obrador exigió respeto a la soberanía mexicana, luego de la advertencia de Estados Unidos de retirar la certificación de lucha contra el narcotráfico que se otorgó al país.

En una gira de trabajo por el estado, AMLO refirió que no busca confrontación, pero exigió que se respete la soberanía nacional como México respeta la de otras naciones.

“Queremos que se respete nuestra soberanía como también nosotros vamos a respetar la soberanía de otros pueblos y de otros países, el respeto al derecho ajeno es la paz”, dijo el mandatario.

Asimismo, enfatizó que mantendrá “una relación de respeto” con el gobierno de Donald Trump, y adelantó que el lunes hablará sobre el retiro de la certificación.

“Nosotros vamos a seguir manteniendo una relación de respeto, buscando que haya respeto mutuo a nuestras soberanías y no nos vamos a enfrentar con el presidente Donald Trump ni con el gobierno de Estados Unidos, queremos la cooperación para el próximo desarrollo”, señaló.

Luego de la participación de diversos líderes tanto políticos como religiosos y empresariales, el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador (AMLO)  dirigió un mensaje desde Tijuana, en el que aseguró que nunca permitirá que se atente contra México.

Al hablar sobre el acuerdo alcanzado con Estados Unidos, reiteró que el fenómeno migratorio no surge de la nada, sino que es originado por las carencias materiales y la inseguridad de los países centroamericanos y de sectores y regiones marginadas de México.

Señaló que tal como se lo expusieron a las autoridades estadounidenses, “lo más eficaz y lo más humano es enfrentar el fenómeno migratorio combatiendo la falta de oportunidades, de empleo y la pobreza, para lograr que la migración sea opcional y no forzada”.

Confirmó lo dado a conocer desde anoche acerca de que México estará ofreciendo ayuda humanitaria, oportunidades de empleo, educación, salud y bienestar a quienes esperen su solicitud de asilo para ingresar legalmente a Estados Unidos.

Esta medida ha sido una de las más críticadas por los detractores de AMLO, ya que afirman que en los hechos, México será tercer país seguro.

López Obrador señaló que con el acuerdo alcanzado se permitió seguir adelante con el proceso de ratificación del T-MEC. “Puedo decir que estoy casi seguro de la ratificación, en la Cámara de Senadores, del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá”.

El presidente dijo que México cumplirá con todos los compromisos adquiridos en las negociaciones con Estados Unidos. Respecto a las críticas que ha recibido por “ceder” ante Trump, AMLO dijo que si bien es pacifista, “no permitiré que se atente contra México”.

Repitió lo que horas antes dijo en su cuenta de Twitter, que fue lo que le habría dicho por teléfono a Trump, que no le levantaría un puño cerrado, sino la mano abierta y franca.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes un decreto por el que reconoce oficialmente la soberanía israelí sobre los Altos del Golán, y justificó esa medida por las “agresivas acciones” de Irán y grupos “terroristas” contra Israel.

En ese sentido, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanayahu, dijo que los ataques militares israelíes contra objetivos de Hamas en la Franja de Gaza son una represalia contra la “agresión sin sentido”.

“Mientras hablamos, Israel está respondiendo enérgicamente a esta agresión sin sentido”, dijo Netanyahu durante una visita al presidente Donald Trump en la Casa Blanca, en referencia a un anterior ataque con cohetes atribuido a Hamas. “Israel no tolerará esto, no lo toleraré”, añadió.

Al respecto, el Gobierno sirio calificó este lunes de “violación” el reconocimiento de la soberanía israelí sobre los Altos del Golán, arrebatados a Siria en 1967.

Una fuente anónima del Ministerio de Exteriores de Siria, citada por la agencia SANA aseguró que la decisión de Trump es “una violación de la soberanía y la unidad del territorio sirio”.

Por su parte, Rusia, aliada del régimen sirio de Bashar Al Asad, dijo que teme “una nueva ola de tensión” en Medio Oriente por el reconocimiento por Washington de la soberanía israelí sobre los altos del Golán.

“Desgraciadamente, eso puede conducir a una nueva ola de tensión en la región de Medio Oriente”, advirtió en una emisión de radio la portavoz de la diplomacia rusa María Zajarova, según las agencias de prensa rusas.

La ONU también reaccionó al anuncio hecho por presidente Donald Trump, y señaló que no cambia en absoluto el estatus internacional de la zona arrebatada a Siria.

“Para nosotros, el estatus del Golán ocupado está consagrado en las resoluciones del Consejo de Seguridad. La postura no ha cambiado”, dijo a los periodistas Stéphane Dujarric, el portavoz del jefe de la organización, António Guterres.

 

Durante la sesión de cabildo de este martes, la presidenta municipal de Tlalnepantla de Baz, Estado de México, Denisse Ugalde, dijo que la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México violentó al soberanía municipal de la demarcación.

“Condenamos los hechos suscitados del pasado 11 de Noviembre, en donde se violento la soberanía municipal y las garantías procesales de la ciudadanía”, dijo la alcaldesa.

Al hacer uso de la palabra, Ugalde manifestó la indignación de los habitantes del municipio, y exigió el pronto esclarecimiento de los acontecimientos por parte de las autoridades competentes.

Adicional reiteró su respaldo al pliego petitorio que los vecinos de San Juan Ixhuatepec alcanzaron la tarde de ayer y que fue entregado a las autoridades tanto capitalinas como del Estado de México, el cual afirmó busca garantizar el cumplimiento de los derechos humanos.

Algunos de los puntos que se estipularon en el pliego petitorio vecinal fueron:

  • Respuesta al modo violento y arbitrario con que actuó la policía de la Ciudad de México en contra de la población de San Juan Ixhuatepec.
  • Que sean presentadas las personas que dieron la orden a los cuerpos policiacos de la Ciudad de México de ingresar al pueblo de San Juan Ixhuatepec para agredir así a la población en general, niños, niñas, mujeres y hombres, agarraron parejo.
  • Que se deje de estigmatizar y criminalizar al pueblo de San Juan Ixhuatepec y se desmienta la versión de los medios masivos en cuanto a que los pobladores fueron quienes agredieron a los elementos de la policía de la Ciudad de México.
  • Que se deslinde en los medios de comunicación a los pobladores de San Juan Ixhuatepec de los actos vandálicos de personas ajenas en este caso infiltrados a la petición de justicia del pueblo.
  • La reparación de los daños materiales, físicos y psicológicos, directamente para cada uno de los agraviados.
  • La destitución del Secretario de Seguridad Pública, Raymundo Collins Flores.

 

El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, aseguró estar satisfecho con el acuerdo que se alcanzó entre México y Estados Unidos en el marco de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aunque enfatizó que es importante que Canadá forme parte del acuerdo.

AMLO calificó el acuerdo como un importante “paso da estabilidad” económica y financiera, e insistió en que el acuerdo debe permanecer como hasta ahora, de manera trilateral.

Al respecto dijo que “hay otras cosas que no nos satisfacen del todo (…) el que todavía no se incluya a Canadá”.

El tabaqueño dijo que Donald Trump escuchó y entendió la postura mexicana respecto al tema de los energéticos, uno de los temas que más le interesaban a su equipo.

“Estamos satisfechos porque quedó a salvo nuestra soberanía. México se reserva el derecho de reformar su Constitución, sus leyes en materia energética. Y quedó asentado que el petróleo y los recursos naturales de México pertenecen a nuestra nación”, dijo AMLO desde Chiapas.

“Pusimos el énfasis en defender la soberanía nacional en el tema energético y se logró”, finalizó.