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La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos mantuvo este miércoles su tasa de interés de referencia sin cambios, en un rango de entre 5.25% y 5.50%, y confirmó que conserva la expectativa de realizar tres recortes en este 2024.

Mantener las tasas altas permite a los miembros del Comité de Política Monetaria (FOMC) “evaluar cuidadosamente los datos que llegan, la evolución de las perspectivas, y el balance de riesgos”, indicó el organismo en un comunicado tras dos días de reunión.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, reiteró que la inflación en Estados Unidos sigue siendo “demasiado alta”. Aunque el alza de precios se contuvo y el mercado laboral sigue fuerte, “los esfuerzos actuales para bajar” esa inflación “no son garantía de éxito”, matizó.

Y es que la inflación se ha moderado en el marco de la política monetaria de tasas elevadas promovida por la Fed para la mayor economía mundial. Tasas altas encarecen el crédito y desestimulan así el consumo y la inversión, lo cual permite reducir presiones sobre los precios.

Recordemos que la inflación en Estados Unidos llegó a alcanzar 9.1% en junio de 2022 y el descenso del índice en el marco de la política monetaria restrictiva adoptada por el banco central no llevó la economía a una recesión ni a un aumento relevante del desempleo.

Desde estos máximos, el índice de inflación PCE, que es el más seguido por la Fed, se ha moderado a 2.4% en la medición a 12 meses en enero, frente a 2.6% del dato de diciembre.

Sin embargo, este año, la inflación ha cobrado un pequeño impulso y el mercado temía que el banco central resolviera reducir su expectativa de recortes de tasas, cosa que finalmente no ocurrió.

Los miembros del FOMC mantuvieron sus pronósticos para la inflación general, pero aumentaron su previsión para la inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de alimentos y energía, a 2.6%. No prevén cambios en la proyección para los tipos de interés para fines de 2024 en un rango de 4.50% a 4.75%.

Esto significa que esperan reducir las tasas en 0.75 puntos porcentuales en total en lo que resta del año. En diciembre, la idea de la Fed de realizar tres recortes en 2024 levantó gran expectativa en los mercados, que evaluaron que una primera reducción podría darse este mes.

Ahora los mercados esperan recortes a partir de junio próximo, o incluso en los últimos anuncios del años.

La Reserva Federal ofreció también este miércoles sus previsiones para la economía de Estados Unidos. Revisó al alza su pronóstico de crecimiento del PIB a 2.1% para 2024. La tasa de desempleo aumentará menos de lo que esperaba la Fed, a 4% este año y 4.1% el año que viene.

La inflación en febrero en Estados Unidos repuntó, por lo que enfría las expectativas de un pronto recorte de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed).

El dato de febrero se conoce en plena campaña electoral, con el poder adquisitivo como uno de los temas centrales en la pugna por la Casa Blanca.

El alza de los precios al consumo fue de 3.2% en los últimos 12 meses, frente a una medición del 3.1% en enero, según el IPC publicado el martes por el Departamento de Trabajo.

Los analistas esperaban que la inflación a 12 meses se mantuviera estable en 3.1%.

La variación al alza se explica por los aumentos en los precios de vivienda, gasolina, y pasajes de avión. En la medición mes a mes la inflación pasó de 0,3% en enero a 0,4% en febrero.

Pese a la ligera alza, hay un dato positivo en el informe, la inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles, como alimentos y energía, se moderó en la medición mensual (a 0.4%) y en el dato a 12 meses a 3.8% en febrero frente a 3.9% en enero. El dato anual es el más bajo desde mayo de 2021.

Recordemos que la Fed subió sus tasas a un rango de entre 5.25% y 5.50% para hacer frente a la inflación. Y es que subir las tasas desestimula el acceso al crédito y con ello el consumo y la inversión, bajando así las presiones sobre los precios.

El banco central estadounidense sostendrá su próxima reunión de política monetaria los días 19 y 20 de marzo. La Fed ha señalado que espera señales de un descenso duradero de la inflación para comenzar con sus recortes.

La inflación en Estados Unidos, un asunto central de la campaña electoral, se moderó a 3.1% anual, menos de lo esperado según datos oficiales divulgados el martes.

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) tuvo un aumento de 3.1% interanual a enero, frente al 3.4% en la medición de diciembre, informó el Departamento de Trabajo.

El dato decepcionó al mercado, que esperaban una inflación por debajo de 3% por primera vez desde marzo de 2021, cuando la economía comenzaba a salir de la crisis provocada por la pandemia de COVID-19.

Los analistas apuntaban a un aumento del IPC de 2.9%, según el consenso reunido por el sitio especializado Market Watch.

“En momentos en que el crecimiento y el empleo se mantienen fuertes, la inflación cayó dos tercios desde su pico”, dijo el presidente Joe Biden en una declaración, en la que reiteró que “aún queda trabajo por hacer para bajar los precios”.

Y es que recordemos, que la economía es una de las bases de la campaña del demócrata, en la que basa sus deseos de reelegirse.

La inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles de alimentos y energía, y es un dato clave para los mercados, se mantuvo en 3.9% anual.

Así, el IPC se encamina hacia la meta de 2% anual, una buena noticia para la Reserva Federal (Fed). Luego de años de tasas bajas, el banco central estadounidense subió con fuerza sus tasas de interés de referencia en un intento por enfriar la economía.

Recordemos que las tasas altas encarecen el crédito y con ello desalientan el consumo y la inversión, bajando así la presión sobre los precios. Las tasas se ubican ahora en máximos en más de dos años, en niveles de 5.25% a 5.50%. La expectativa del mercado y de la propia Fed es comenzar a recortarlas este año.

Los datos de inflación mostraron que los precios aumentaron 0,3% entre diciembre y enero, por encima de la variación registrada entre noviembre y diciembre (0,2%), indicó el Departamento de Trabajo. Rubros como vivienda, cuidados personales y alimentación aumentaron de precio en la medición mes a mes, en tanto el costo de la energía bajó.

El banco central estadounidense considera prioritario otro índice de inflación, el PCE, cuyos datos se conocerán el 29 de febrero. En diciembre, el índice PCE se mantuvo estable en 2.6% en la medición interanual. Pero la inflación subyacente marcó 2.9%, su nivel más bajo en casi tres años.

El Banco de México (Banxico) mantuvo este jueves sin cambios, por segunda ocasión consecutiva, la tasa de interés en su rango actual del 11.25 %, el mayor nivel en su historia.

La decisión de la Junta de Gobierno de Banxico confirmaría el fin de su racha alcista, que inició durante la pandemia de la COVID-19 en junio de 2021, y que acumuló 725 puntos base.

El banco central “consideró que el proceso de desinflación continuó avanzando ante la mitigación de diversas presiones. Sin embargo, juzgó que siguen incidiendo sobre la inflación, de modo que esta permanece alta”.

El anuncio de Banxico llegó luego de revelarse que la inflación descendió en la primera quincena de junio a 5.18%, su menor nivel desde 2021.

“Desde la última reunión de política monetaria, las inflaciones general y subyacente anuales siguieron descendiendo”, argumentó la Junta de Gobierno del banco.

Banxico también ajustó sus perspectivas para la inflación, que ahora espera promedie un 4.6% anual en el último trimestre de 2023 tras la expectativa anterior de 4.7%. Ppara el cierre de 2024 mantuvo la expectativa en 3.1%.

A pesar de la mejora de previsiones e indicadores, el banco central aún “estima que el panorama inflacionario será complicado e incierto a lo largo de todo el horizonte de pronóstico, con riesgos al alza”.

La decisión del Banco de México se aprobó por unanimidad y llegó luego de que la semana pasada la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), también mantuviera la tasa sin cambios en un rango de 5% a 5.25%.

El presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, reconoció este miércoles que, tras la pausa que hubo en junio, durante los próximos meses es probable que sigan aumentando las tasas de interés.

Indicó que “casi todos” los participantes del Comité Federal de Mercado Abierto, el órgano de la Fed que decide las subidas de tipos, creen que será “apropiado aumentar las tasas de interés un poco más para fin de año”.

Powell compareció ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes estadounidense.

Señaló que la Fed continuará tomando sus decisiones “reunión por reunión”, basándose en “la totalidad de los datos entrantes y sus implicaciones para las perspectivas de actividad económica e inflación, así como el balance de riesgos”.

Reconoció que las “presiones inflacionarias” siguen siendo altas, además de que dijo que el proceso de lograr que la inflación vuelva a bajar al 2 % “tiene un largo camino por recorrer”.

La comparecencia se llevó a cabo una semana después de que el pasado 14 de junio la Fed decidiera dejar sin cambios las tasas de interés, que se mantienen en un rango entre el 5% y el 5.25 %, el nivel más alto desde mediados de 2007.

“Seguimos comprometidos a reducir la inflación a nuestra meta del 2 % y a mantener bien ancladas las expectativas de inflación a largo plazo. Es probable que la reducción de la inflación requiera un período de crecimiento por debajo de la tendencia y cierta relajación de las condiciones del mercado laboral”, remató Powell.

La próxima reunión de la Fed tendrá lugar el 25 y 26 de julio y antes de fin de año los miembros del comité celebrarán otras tres reuniones: septiembre, octubre y diciembre.

La Reserva Federal estadounidense (Fed) mantuvo sin cambios este miércoles sus tasas de interés de referencia, que se ubican en un rango entre el 5% y el 5.25%, lo que confirma la primera pausa de su ajuste monetario desde marzo de 2022.

Esta decisión unánime del Comité de Política Monetaria (FOMC) debe permitir “evaluar las informaciones (económicas) adicionales y sus implicancias para la política monetaria”, detalló el banco central en un comunicado.

La Fed aumentó a 1% su proyección de crecimiento de la mayor economía mundial en 2023, y rebajó ligeramente a 3.2% su pronóstico de inflación.

El FOMC adelantó que prevé nuevos aumentos de aquí a fin de año, e incluso uno de sus miembros señaló que se espera una tasa de interés de referencia entre el 6% y el 6.25% a fin de año. Esta previsión no cayó bien en Wall Street.

La inflación se moderó fuertemente en mayo en Estados Unidos a un mínimo en más de dos años, dato que se conoció ayer cuando la Fed inició su encuentro.

Los precios al consumo aumentaron 4% a 12 meses frente al 4.9% de abril, según el IPC publicado por el Departamento de Trabajo. En junio de 2022, la inflación estaba en un máximo en 40 años, en 9.1%.

La Fed llevaba diez subidas consecutivas de sus tasas de interés. El banco central busca desde hace más de un año detener la escalada de precios. Para eso dispone de una herramienta eficaz pero de efecto retardado, que es el aumento de las tasas.

Este mecanismo encarece el crédito para consumo e inversión, y baja así la presión sobre los precios en la economía. Recordemos que la Fed tiene un objetivo de inflación de 2% anual, considerado sano para la economía.

La tasa interanual de inflación en Estados Unidos volvió a bajar en abril, por décimo mes consecutivo, y se situó en el 4.9%, una décima menos que en marzo, según los datos publicados este miércoles por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS).

La ligera baja se produce tras la caída de un punto en marzo respecto a febrero, que fue el descenso más fuerte desde que el indicador comenzó a disminuir en julio de 2022. El 4.9% actual es la cifra más baja desde mayo de 2021.

En términos mensuales, sin embargo, los precios continúan su tendencia al alza y subieron cuatro décimas.

Estos datos serán definitorios para la que la Reserva Federal (Fed) decida, en su próxima reunión, si seguir subiendo las tasas de interés o hacer una pausa, como algunos analistas han señalado.

El índice de vivienda fue el que más contribuyó al aumento mensual de los precios, con un aumento de cuatro décimas. Interanualmente, acumula un alza del 8.1% respecto a abril de 2022.

También subieron considerablemente los automóviles y camiones usados, el 4.4%, aunque acumulan una caída interanual del 6.6%, y la gasolina, el 3%, con una caída interanual del 12.2%. El total de la energía aumentó el 0.6% en abril y acumula una caída del 5.1% interanual.

El índice de alimentos se mantuvo sin cambios en abril y en términos interanuales acumula un aumento del 7.7%.

La inflación subyacente, que mide la subida de los precios de consumo menos los de los alimentos y la energía, los más volátiles, subió cuatro décimas en abril y situó su tasa interanual en el 5.6%.

Los datos de la inflación se conocen en un momento clave, en el que se analiza de cerca si los constantes aumentos en las tasas de interés llevadas a cabo por la Fed están teniendo el deseado efecto de contención de los precios.

Desde que alcanzara su pico del 9.1% en junio del 2022, la inflación ha ido bajando, como consecuencia de los aumentos que buscan enfriar la economía.

La última, el décimo aumento, tuvo lugar la pasada semana y fue de 25 puntos base, por lo que la tasa de interés se sitúa actualmente en un rango de entre el 5 y el 5.25%.

La próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed tendrá lugar los próximos 15 y 16 de junio.

La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) considera que las presiones sobre la inflación “están moderándose”, aunque alertó que aún persiste la incertidumbre.

“Todos consideraron que el panorama inflacionario sigue siendo complejo e incierto, si bien reconocieron que algunas presiones están moderándose. La mayoría detalló que las presiones provenientes del exterior han disminuido”, indica la minuta de la Junta de Gobierno correspondiente a la decisión de política monetaria anunciada el pasado 30 de marzo.

Los miembros del organismo coincidieron en que la inflación general anual ha disminuido, por lo que la mayoría mencionó que los pronósticos para las inflaciones general y subyacente se ajustaron marginalmente.

Esta minuta contrasta con la publicada el 23 de febrero, cuando la Junta de Gobierno consideró “preocupante” la permanencia de los niveles altos de inflación en el país y advirtió de “una mayor persistencia a la esperada”.

Ahora la mayoría argumentó que se prevé que las presiones inflacionarias continúen disminuyendo hacia delante.

Recordemos que el 30 de marzo, la Junta de Gobierno de Banxico elevó la tasa de interés en 25 puntos base, para llevarla al 11.25 %, el mayor nivel en su historia. Además, fue el decimoquinto incremento consecutivo, aunque más moderado que los dos aumentos previos de 50 puntos y cuatro de 75 puntos.

En la sesión, Banxico previó que la inflación general promedie un 4.8% anual en el último trimestre de 2023 tras la expectativa anterior de 4.9%. Para el cierre de 2024 mantuvo la expectativa en 3.1%, un nivel cercano a su meta del 3%.

La minuta se difunde una semana después de reportarse que la inflación general descendió en marzo el 6.85% anual, su nivel más bajo desde octubre de 2021, tras el 7.62% en febrero, el 7.91% de enero y el 7.82% de diciembre, cuando la inflación tuvo su mayor cierre anual en 22 años.

Pese a esta disminución, “la mayoría consideró que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantiene sesgado al alza”.

Sobre la economía mexicana, la Junta de Gobierno señaló que siguió expandiéndose, a un ritmo moderado, en el primer trimestre del año.

El próximo anuncio de política monetaria de Banxico será el 18 de mayo, aunque anticipó que “se reduce el ritmo de incrementos” y “tomará su próxima decisión en función del panorama inflacionario, considerando la postura monetaria ya alcanzada”.

La tasa anual de inflación en Estados Unidos mantiene su tendencia a la baja, por noveno mes consecutivo, luego de ubicarse en 5%, en marzo, un punto por debajo de lo registrado un mes antes.

Según los datos publicados este miércoles por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), se trata de la caída más fuerte desde que el indicador comenzó a bajar en julio de 2022 y, según recuerda el organismo, la tasa de inflación del 5% es la más baja desde mayo de 2021.

Sin embargo, en términos mensuales, los precios de consumo subieron en marzo una décima, aunque el aumento fue menor respecto a las cuatro décimas que escalaron en febrero.

El índice de vivienda fue el que más contribuyó al aumento mensual de los precios, con una subida de seis décimas. Interanualmente, acumula un alza del 8.2% con respecto a marzo de 2022. Por el contrario, los precios de la energía bajaron mensualmente un 3.5% y, a nivel interanual, han caído el 6.4%, detalló la BLS.

Por su parte el índice de alimentos se mantuvo sin cambios en marzo, pero en términos interanuales acumula un aumento del 8.5%.

La inflación subyacente, que mide la subida de los precios de consumo menos los de los alimentos y la energía, que son los más volátiles, aumentó cuatro décimas en marzo y situó su tasa interanual en 5.6%.

Tras conocerse el reporte, el presidente Joe Biden valoró positivamente los datos y consideró que reflejan el “continuo progreso” que ha hecho su gobierno en la lucha contra la inflación. “Mi Administración sigue luchando para reducir los costes para las familias”, subrayó Biden.

Los datos de la inflación se conocen en un momento clave, en el que se analiza de cerca si las constantes subidas de tipos de interés llevadas a cabo por la Fed están teniendo el deseado efecto de contención de los precios.

Apenas el pasado 22 de marzo el regulador anunció el noveno aumento consecutivo, de 25 puntos base, ubicándose en un rango de entre el 4.75% y el 5%.

El regulador adelantó que “puede ser adecuado un cierto endurecimiento adicional” de su política monetaria para lograr su objetivo de inflación, aunque subrayó que seguirá vigilando las repercusiones que pueda tener.

La próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) del organismo tendrá lugar los próximos 1 y 2 de mayo.

El panorama de la economía mundial para este año luce incierto debido a la alta inflación, los aumentos de las tasas de interés y las repercusiones del colapso de dos grandes bancos estadounidenses, alertó el Fondo Monetario Internacional (FMI) este martes.

La institución redujo su pronóstico de crecimiento mundial para este año, y ahora espera que el crecimiento será de 2.8%, cifra por debajo del 3.4% registrado en 2022 y del 2.9% que había estimado para este año en enero pasado.

El fondo dijo que la posibilidad de un “aterrizaje duro”, en que el aumento de las tasas de interés inhibe el crecimiento económico al punto de causar una recesión, ha “aumentado marcadamente”, especialmente en los países más acaudalados.

“La inflación es más alta de lo anticipado hace unos pocos meses”, escribió Pierre-Olivier Gourinchas, el principal economista del FMI, en el más reciente informe “Panorama Mundial Económico” divulgado por la institución.

El FMI vaticina una inflación mundial de 7% para este año, una reducción comparada con el 8.7% de 2022 pero un aumento con respecto al 6.6% pronosticado a inicios de año.

La inflación persistentemente alta probablemente obligará a la Reserva Federal y a otros bancos centrales a seguir aumentando las tasas y a mantenerlas altas por más tiempo, indicó la organización prestamista de 190 países.

El encarecimiento del crédito probablemente inhibirá el crecimiento económico y podría desestabilizar a bancos que dependían de las tasas históricamente bajas, añadió.

Desde ya, advirtió Gourinchas, las altas tasas de interés “están empezando a tener efectos graves en el sector financiero”.

El FMI ve una probabilidad de 25% de que el crecimiento económico mundial caerá por debajo del 2% en 2023. Ello ha ocurrido solo cinco veces desde 1970, siendo la más reciente cuando la pandemia del COVID-19 frenó el comercio mundial en 2020.

El FMI también prevé una probabilidad de 15% de una “contracción severa”, comúnmente asociada con una recesión global, en que la producción económica mundial per cápita disminuiría.

La economía mundial, advirtió el FMI en su reporte “está entrando en una fase peligrosa en que el crecimiento económico sigue bajo según estándares históricos y los riesgos financieros han aumentado, pero la inflación aun no ha empezado a disminuir”.

Finalmente, el Fondo rebajó su previsión de crecimiento de América Latina y el Caribe para este año a un 1.6%, desde un 1.8% de enero pasado, pero elevó en una décima de punto porcentual sus expectativas para 2024 a un alza de un 2.2% del Producto Interno Bruto (PIB).

Brasil, la mayor economía regional, crecerá un 0.9% este año y un 1.5% el próximo, mientras que en el caso de México, la economía se expandirá un 1.8% en 2023 y un 1.6% en 2024.

La inflación en América Latina y el Caribe bajará a un 13.3% en 2023, según los datos del informe del FMI.

Luego de que ayer el Banco de México (Banxico) aumentara la tasa de interés en 50 puntos base, para quedar en 11%, el mayor nivel en su historia, como parte de los esfuerzos para hacer frente a la inflación, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) descartó que sea un asunto para alarmarse.

En su conferencia matutina, el presidente fue cuestionado sobre el comportamiento de la inflación, que si bien había comenzado a ceder a finales del año pasado, en diciembre y enero ha registrado un nuevo aumento.

El mandatario afirmó que este será el último incremento que se presente en la tasa de inflación, además de que dijo, el de enero fue muy bajo dicha subida.

“Yo creo que ya es el último incremento, que por cierto no fue superior a lo que se esperaba. No llegó ni un punto; está en 7.7% mensual. Entonces pensamos que ya va a bajar más. No vamos a dejar de enfrentar el problema inflacionario, nos preocupa y nos ocupa, pero no es para alarmarse”, planteó el presidente.

López Obrador afirmó que la política del Banco de México es autónoma, por lo que son ellos quienes deciden si se aumenta la tasa de interés y en que magnitud.

“Nosotros respetamos su punto de vista a lo que están llevando a cabo. (Sin embargo)  yo quisiera que el Banco de México no sólo se ocupara del control de inflación sino también que pensar en el crecimiento económico”, lanzó el mandatario.

Reclamó que la fórmula que se aplica en México y a nivel mundial, sobre que si hay incremento en las tasas de inflación se decide a aumentar las tasas de interés, “es lo ortodoxo”, y llamó a que se piense en otras acciones.

En ese sentido mencionó apoyos a la actividad productiva; no aumentar los precios de las gasolinas, del diésel, el gas, la luz; todas estas medidas insistió, es lo que el gobierno federal ha procurado en los últimos años.

“Eso no lo hace, no lo recomienda el Banco de México ni los bancos centrales en el mundo; entonces si deberían de ocuparse más en impulsar el crecimiento no sólo en el control de inflación”, añadió.

Pese a la crítica hecha, López Obrador afirmó que así como ha sucedido, su gobierno va a seguir siendo respetuosos de la autonomía del Banco de México.

En otro tema económico, López Obrador informó que instruyó a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) a que entre en contacto con los concesionarios de las autopistas que, arbitrariamente, decidieron aumentar las tarifas en un porcentaje mayor a lo que se autorizó.

“Se aumentó 7.8% de acuerdo a la inflación el cobro en casetas, pero hay dos, tres, cuatro autopistas en donde los concesionarios incrementaron más; ya se va a corregir”, dijo el presidente señalando que estos casos se presentaron en vías de Nayarit y en Sinaloa.

El Banco Central Europeo (BCE) aumentó este jueves las tasas de interés, en medio punto porcentual, y reiteró su intención de seguir haciendo frente a la inflación adelantado que aplicará el mismo incremento en marzo próximo.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde ya había anunciado en diciembre este aumento de 0.50 puntos porcentuales, que se confirmó esta mañana, pero la institución sorprendió anunciando que volverá a hacer lo mismo en marzo.

Las tasas de interés de la institución subieron así a un rango de entre el 2.5% y el 3.25%, la más alta desde noviembre de 2008.

Los “escenarios actuales”, sobre todo sobre la inflación, llevan a pensar que no ha llegado el momento de ralentizar el ciclo de aumentos, precisó Lagarde en conferencia de prensa.

El BCE se enfrenta a un aumento masivpo de precios provocada por la guerra rusa en Ucrania, que le llevó a lanzar en julio una serie de aumentos de tasas sin precedentes y que pone fin a casi una década de dinero barato.

A diferencia de la Fed en Estados Unidos, la institución con sede en Fráncfort cree que aún no es el momento de ralentizar su endurecimiento monetario.

En Estados Unidos, la Reserva Federal subió ayer su principal tasa de interés por octava vez consecutiva, solo que lo hizo en 0.25 puntos porcentuales, pero ralentizó el ritmo en comparación con los aumentos anteriores.

Por su parte, el Banco de Inglaterra (BoE) también subió este jueves su tasa de interés oficial en 0.5 puntos porcentuales, hasta el 4%, su nivel más alto desde 2008, con el fin de contrarrestar la inflación superior al 10% que hay en el Reino Unido.

Mientras que en Estados Unidos la inflación alcanzó su punto máximo en junio de 2022, en la eurozona la evolución ha sido mucho más lenta y los precios no alcanzaron su pico hasta octubre, con un 10.6%.

En enero, la inflación de la zona euro cayó por tercer mes consecutivo, hasta el 8.5%, más de lo que esperaban los economistas, gracias a la disminución de los precios de la energía. Pero se mantiene muy por encima del objetivo del banco central del 2% a medio plazo.

La Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) no permitirá que la economía caiga en un “régimen de inflación más alto”, incluso si eso significa subir las tasas de interés a niveles que pongan en riesgo el crecimiento, dijo este miércoles su presidente, Jerome Powell.

“El reloj está corriendo sobre cuánto tiempo uno puede permanecer en un régimen de baja inflación… El riesgo es que, debido a la multiplicidad de shocks, empecemos a hacer la transición a un régimen de inflación más alta y nuestro trabajo es, literalmente, evitar que eso suceda y lograremos impedirlo”, dijo Powell en una conferencia del Banco Central Europeo.

Si bien dijo que existe un riesgo de que se frene la economía más de lo necesario para llevar a la inflación de vuelta al objetivo del 2%, afirmó que la Fed “no estaría de acuerdo en que ese sea el mayor riesgo. El mayor error sería no restablecer la estabilidad de precios”.

Powell aprovechó su participación en la conferencia anual del BCE en Sintra, Portugal, para reafirmar lo que ahora se ha convertido en el principio rector de la política monetaria del banco central estadounidense: que recuperar el control de la inflación es necesario incluso si eso significa subir las tasas de interés a niveles que lleven a la economía hacia una recesión o que conduzca a un aumento del desempleo.

Analistas esperan que datos que se presentarán mañana muestren que el índice de precios de gastos de consumo personal se mantuvo en mayo en más del triple del objetivo de inflación.

Hace unos días, la Fed subió las tasas de interés en 75 puntos base. Sus autoridades han dicho que están preparados para aprobar otra alza de ese tipo en la reunión del 26 y 27 de julio.

Powell afirmó que la economía de Estados Unidos se mantiene “en una forma bastante sólida” y, en su opinión, podrá hacer frente a condiciones crediticias más estrictas mientras evita una recesión o incluso un aumento significativo en la tasa de desempleo.

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) mantuvo este miércoles sus tasas de interés en cero y señaló que un incremento ocurrirá “pronto”, en un contexto de persistentes niveles de inflación alta y mejoras en el mercado laboral.

“Con la inflación muy por encima de 2% y un mercado laboral fuerte, el comité (monetario) considera que pronto será apropiado subir el rango de las tasas” de referencia, indicó el Comité de Política Monetaria (FOMC) en un comunicado tras dos días de reunión.

Los responsables de la Fed destacaron que terminarán con sus compras mensuales de activos “a inicios de marzo”, condición para subir tasas, posiblemente en la reunión prevista para mediados de marzo.

Recodemos que las tasas de referencia fueron recortadas en marzo de 2020 para hacer frente a la pandemia de coronavirus, sosteniendo el consumo y la inversión.

Ahora el objetivo del organismo subiendo sus tipos de interés es incidir en los precios frenando la demanda. Tasas más altas encarecen el crédito a particulares y empresas.

La Fed también notó una reducción de los problemas de suministro, lo cual debería mejorar la oferta de bienes y materiales y contribuir a frenar la inflación.

La Reserva Federal dijo que podía aumentar sus tasas de referencia en su próxima reunión, programada para mediados de marzo.

“Diría que el comité es partidario de aumentar las tasas (…) en la reunión de marzo, suponiendo que las condiciones sean apropiadas para hacerlo”, sostuvo Jerome Powell, presidente de la Fed, en rueda de prensa posterior a la reunión de dos días del comité monetario del organismo.

Powell precisó que aún no se ha determinado la trayectoria de las próximas subidas de las tasas de interés, y añadió que no es posible predecir “exactamente” cuál será la senda del endurecimiento de la política monetaria.

La Fed también señaló que se está alistando para reducir su balance de casi 9 billones de dólares después de que empiecen las alzas de las tasas.

La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos decidió este miércoles rebajar las tasas de interés en un cuarto de punto, hasta el rango de entre 1.75 % y el 2 %, y prometió “actuar de manera apropiada para mantener la expansión”.

Se trata del segundo recorte del precio del dinero de manera consecutiva por parte de la Fed, tras el descenso anunciado a finales de julio.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, justificó el recorte de tasas de interés en la ralentización del crecimiento global, especialmente en China y Europa, y la “incertidumbre” por las tensiones comerciales.

“Tomamos esta medida para mantener la fortaleza de la economía”, indicó Powell en una rueda de prensa tras el anuncio de la rebaja del precio del dinero en EUA.

Powell subrayó que la Fed no estaba inclinada a usar tasas negativas en caso de recesión.

“No pienso que preveamos usar tasas negativas. No pienso que eso estará en el tope de nuestra lista”, aunque dijo, la Fed se preparaba para actuar en forma “agresiva si es necesario”.

Por su parte, el presidente Donald Trump criticó a la Reserva Federal por reducir la tasa de interés solo un cuarto de punto porcentual, al decir que el banco central y su líder no tienen “¡agallas ni visión!”.

“Es un comunicador terrible”, dijo Trump sobre Powell en su último ataque por Twitter al banco central. “Jay Powell y la Reserva Federal fallaron de nuevo”, sostuvo.

Este lunes, el presidente estadounidense, Donald Trump, urgió a la Reserva Federal (Fed) a no subir las tasas de interés en su reunión de esta semana dada la fortaleza del dólar y a que “virtualmente no hay inflación”.

“Es increíble que con un dólar muy fuerte y que virtualmente no hay inflación, que el mundo a nuestro alrededor está estallando, con París en llamas y China en descenso, la Fed esté si quiera considerando otra subida de tasas de interés”, dijo Trump en su cuenta de Twitter.

Y añadió: “¡Tomemos la Victoria!”

Trump retomó así sus ataques al banco central estadounidense previo a que inicie su última reunión del año de política monetaria, y en la que se prevé que aumente las tasas de interés en un cuarto de punto desde el rango actual de entre 2 % y 2.25 %.

El mandatario se ha quejado de manera reiterada de que el gradual ajuste monetario defendido por el organismo liderado por Jerome Powell supone una amenaza para la aceleración de la economía estadounidense.

Por su parte, Powell, quien precisamente fue nombrado por Trump, ha evitado responder al mandatario y ha insistido en que el buen momento económico que vive el país con una tasa de desempleo del 3.7 %, en mínimos de casi medio siglo, y una inflación cercana a la meta anual del 2 %, aconsejan la progresiva subida de tasas.