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Jorge Álvarez Máynez, coordinador del Grupo Parlamentario del Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados, aseguró que el Estado mexicano cada vez más pierde el control de diversos territorios frente a la ola de inseguridad y violencia.

“Cada vez estamos perdiendo más el control del territorio en distintos estados del país y eso es muy preocupante, ese corredor entre San Luis Potosí y Zacatecas se está agravando, y más desde que hubo cambio en los gobiernos y tomó Morena el control de esos estados. Es muy preocupante”, dijo el legislador.

Atribuyó el fenómeno a la “estrategia fracasada” del gobierno de la 4T en materia de seguridad pública.

“Hay un total fracaso de la estrategia de militarización de la seguridad que ha seguido el Gobierno Federal y que es una continuidad de lo que hizo en su momento Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto”, acusó.

En ese sentido, llamó al gobierno federal a cambiar su estrategia y a optar por la vía civil.

Recordemos que se cumplieron 100 días del asesinato de su primo, Raúl Calderón, en Zacatecas, una de las zonas que acusa ha perdido el Estado el control ante la inseguridad. “Desde entonces no hay ningún avance por parte de la Fiscalía. Han sido 100 días de impunidad. 100 días sin justicia”, dijo en redes sociales.

Álvarez Máynez apuntó que todos los actores políticos deben asumir su responsabilidad en materia de seguridad, incluyendo los legisladores federales y locales.

Recordó que la reforma constitucional que amplió el plazo de las Fuerzas Armadas para realizar tareas de seguridad consideró la obligación de que los gobiernos estatales y municipales fortalecieran sus fuerzas policiacas locales “y no lo están haciendo”.

Las tropas ucranianas entraron este viernes en la ciudad de Jersón, donde volvió a ondear la bandera azul y amarilla poco después de que el Ejército ruso completara su retirada.

“Haga lo que haga Rusia, Ucrania ganará”, escribió en Twitter el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba.

Kiev abandonó así el escepticismo inicial con el que recibió hace dos días la noticia sobre la retirada rusa y clamó victoria en Jersón, la mayor que ha tenido en casi nueve meses de la intervención militar rusa.

Simultáneamente, funcionarios, periodistas y blogueros ucranianos comenzaron a publicar imágenes de la ciudad de Jersón y otras localidades de la región donde ya ondea la enseña ucraniana.

En particular, estas imágenes fueron difundidas en las redes sociales del Parlamento ucraniano. También el departamento de Defensa de Kiev publicó imágenes con ciudadanos de Jersón recibiendo a los primeros soldados que portaban en manos la bandera nacional.

Mientras, la Inteligencia Militar ucraniana emitió un comunicado en ruso en el que anunció que “Jersón vuelve a control de Ucrania” y las rutas de retirada de la ciudad están al alcance del fuego de su artillería.

“Cualquier intento de oponer resistencia a las Fuerzas Armadas de Ucrania será repelido. Todo soldado ruso que resista será aniquilado”, advirtieron los militares, que pusieron en duda la completa retirada de las tropas rusas y llamaron a las fuerzas del enemigo que presuntamente permanecen en la zona a “entregarse inmediatamente”.

Por su parte el Ministerio de Defensa de Rusia dio en su parte diario detalles del repliegue de Jersón que, según la versión oficial, concluyó en menos de 48 horas.

“Hoy, a las cinco de la mañana hora de Moscú, en el frente de Jersón concluyó el traslado de las unidades rusas a la margen izquierda del río Dniéper”, anunció el portavoz castrense, Ígor Konashénkov.

El general ruso precisó que “ni una sola pieza” militar había quedado en el lugar del repliegue, para evitar críticas como las que afrontaron por dejar una gran cantidad de armamentos tras una retirada caótica de la región de Járkov, en septiembre pasado.

En total, según el Ministerio de Defensa ruso, más de 30,000 soldados rusos abandonaron el norte de Jersón para ser desplegados en las posiciones defensivas erigidas anteriormente en el margen izquierda del río más grande de Ucrania.

En paralelo, en las redes sociales se filtraron imágenes del destruido puente Antonovski sobre el Dniéper, la única vía terrestre para la salida a pie de la ciudad de Jersón.

Pese a la entrada de los ucranianos en Jersón, Moscú descartó renunciar a la urbe y la parte norte de la homónima provincia, que fue anexionada por Rusia en septiembre.

“Es un sujeto de la Federación de Rusia. Esto está acuñado y definido por la ley, aquí no puede haber ningún cambio”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

Reiteró que “la operación militar especial” en Ucrania sigue en marcha y continuará hasta alcanzar sus objetivos.

También el expresidente ruso Dmitri Medvédev, autor de varias declaraciones polémicas sobre la campaña militar rusa, aseguró este viernes que “el concepto de la soberanía territorial no ha desaparecido” y que “todo volverá a casa, a la Federación Rusa”.

La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó este miércoles una resolución que condena el “intento de anexión ilegal” de cuatro regiones ucranianas por parte de Rusia, y exige que Moscú dé marcha atrás de inmediato a sus acciones.

La votación, entre los 193 miembros del organismo mundial, fue de 143 a favor por 5 en contra y 35 abstenciones.

Fue el respaldo más firme de la Asamblea General a Ucrania y en contra de Rusia entre las cuatro resoluciones que se han aprobado desde que las fuerzas rusas invadieron Ucrania el pasado 24 de febrero.

La resolución fue en respuesta a la anexión anunciada por Rusia el mes pasado de las regiones ucranianas de Donetsk, Luhansk, Jersón y Zaporiyia. Moscú tomó la determinación luego de que se realizaran referéndums orquestados por el Kremlin que el gobierno ucraniano y naciones de Occidente han calificado como fraudulentos.

Durante dos días de discursos en la sesión especial de emergencia de la Asamblea para tocar el tema de Ucrania, los oradores acusaron a Rusia de violar los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas: el respeto a la soberanía e integridad territorial de las naciones integrantes de la ONU.

Antes de la votación, la embajadora de Estados Unidos ante el organismo, Linda Thomas-Greenfield, dijo que cuando la ONU se creó sobre las cenizas de la Segunda Guerra Mundial, se concibió bajo un concepto: “que nunca más se permitiría que un país tomara el territorio de otro a la fuerza”.

Recordemos que el pasado 2 de marzo, la Asamblea General votó 141-5 con 35 abstenciones para exigir el cese de fuego inmediato de Rusia, el retiro de todas sus fuerzas y la protección para todos los civiles. El 24 de marzo, se votó 140-5 con 38 abstenciones a favor de una resolución que culpaba a Rusia de la crisis humanitaria en Ucrania y solicitaba el cese del fuego inmediato y protecciones para millones de civiles, residencias, escuelas y hospitales vitales para su supervivencia.

El margen fue menor en una votación de la asamblea del 7 de abril para suspender a Rusia del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas debido a las acusaciones de que soldados rusos en Ucrania participaron en violaciones a los derechos, que Estados Unidos y Ucrania calificaron como crímenes de guerra. Esa votación fue de 93-24 con 58 abstenciones.

Entre las sorpresas en apoyo a la resolución de este miércoles estuvieron los votos por el “sí” de Brasil, así como los de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y otros integrantes del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo. México también acompañó la resolución

El embajador de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, pidió a los países que votaran en contra de la resolución, a la que describió como un “documento abiertamente provocador y politizado”, y calificó a sus patrocinadores como “chantajistas sin escrúpulos de Occidente”. Lamentó que la votación no fuera secreta, como lo quería Rusia.

En tanto, los cuatro países que se sumaron a Rusia y votaron en contra de la resolución fueron Corea del Norte, Bielorrusia, Siria y Nicaragua. China, India, Pakistán, Sudáfrica y Cuba fueron algunos de los 35 países que se abstuvieron.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó este miércoles las leyes que incorporan oficialmente cuatro regiones ucranias al país, mientras su Ejército tiene problemas para mantener el control del territorio que se anexionó ilegalmente.

Los documentos que completan la anexión en desafío al derecho internacional se publicaron en un cibersitio del gobierno de Moscú la mañana de hoy.

A inicios de semana, ambas cámaras del Parlamento ruso ratificaron los tratados que convierten a Donetsk, Luhansk, Jersón y Zaporiyia en parte de la Federación Rusa.

Los trámites legislativos llegaron luego de los referéndums orquestados por el Kremlin en las cuatro regiones, que tanto Ucrania como Occidente han calificado de farsa.

Sobre el terreno, la guerra de Moscú en Ucrania ha entrado en una nueva fase más peligrosa. Rusia enfrenta cada vez más reveses mientras las tropas de Kiev recuperan más y más terreno en el este y en el sur, las mismas regiones que el Kremlin se ha apropiado.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, respondió a la anexión anunciando una solicitud de entrada rápida a la OTAN y descartando formalmente un diálogo con Rusia. El decreto de Zelenskyy, publicado ayer, afirma que mantener negociaciones con Putin es imposible luego de su decisión de tomar las cuatro regiones ucranianas.

Además, el presidente Putin aprobó un decreto nombrando a los líderes regionales de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, así como de las regiones de Jersón y Zaporiyia.

La orden de Putin contempla que Denis Pushilin continúa al frente de la región de Donetsk, mientras que Leonid Pasechnik seguirá al frente de Lugansk. Por su parte, Evgeni Balitski ha sido nombrado gobernador de Zaporiyia y Vladimir Saldo será el gobernador de Jersón.

En su mensaje, Putin dijo sentirse “sorprendido” y no solo “alegre” por los resultados los referéndums de anexión.

Explicó que “incluso él” se sintió “sorprendido” tras conocer la decisión de la población de los territorios en cuestión,
que han sido ocupados en gran medida por las tropas rusas.

Hizo hincapié en que los procesos de consulta se realizaron de forma “transparente” y “objetiva” a pesar del rechazo
de Ucrania y la comunidad internacional.

“La gente ha vivido y sigue viviendo en esas zonas en condiciones muy difíciles, y este es el resultado”, sostuvo antes de asegurar que “los observadores están convencidos de que no ha habido intención de corregir, limpiar o añadir cosas”. “Decidimos por nosotros mismos. Yo decidí que sería tal y como la gente quisiera. La gente habla y nosotros hacemos lo que dicen”, insistió.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó hoy los tratados de anexión con los líderes de las regiones ucranianas ocupadas de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.

En la ceremonia de la firma, que tuvo lugar en la sala San Jorge del Gran Palacio del Kremlin, participaron los líderes separatistas de los cuatro territorios ucranianos, Denis Pushilin, Leonid Pásechnik, Vladímir Saldo y Yevgueni Balitski, respectivamente.

Tras la firma, los centenares de invitados aplaudieron, mientras que el mandatario estrechó la mano a los cuatro jefes prorrusos y sonó el himno de Rusia.

Tras la última nota, Putin, Pushilin, Paséchnik, Saldo y Baliski juntaron sus manos y formaron un semicírculo al coro de: Rusia, Rusia, Rusia.

La firma de la anexión de estas regiones del este y sur de Ucrania, que Rusia solo controla parcialmente, se produjo después de que Putin pronunciara un discurso de 38 minutos de duración en el que defendió la elección “inequívoca” de los ciudadanos de las cuatro provincias.

Además, pidió a Ucrania que cese de inmediato el fuego y prometió que defenderá el territorio ruso con todos los medios.

El presidente ruso dio este paso después de reconocer la independencia de Zaporiyia y Jersón, algo que ya había hecho en febrero con las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk.

Previamente el mandatario ruso también informó al presidente de la Duma de la solicitud formal que le dirigieron el pasado día 28 los jefes prorrusos de las cuatro provincias ucranianas para integrar sus territorios en la Federación Rusa, tal y como le obliga la Constitución del país.

Se trata de la tercera anexión por parte de Rusia de un territorio ucraniano en algo más de ocho años, después de la que efectuó con la península de Crimea en marzo de 2014.

Entre el 87% y el 99% de los ciudadanos respaldaron la anexión de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón a Rusia, según las autoridades prorrusas.

Rusia se anexiona en torno al 15% del territorio de Ucrania o unos 100,000 kilómetros cuadrados, algo más que la extensión de países como Hungría y Portugal o algo menos que la de Bulgaria. La Federación Rusa, que cuenta con más de 147 millones de habitantes, superará los 150 millones tras el proceso de anexión

En su mensaje, Putin también acusó a países occidentales de estar detrás del sabotaje de los gasoductos Nord Stream y Nord Stream 2, en cuyas instalaciones se detectaron esta semana cuatro fugas en el mar Báltico.

“Las sanciones no son suficientes para los anglosajones, han pasado a un sabotaje increíble, pero esto es un hecho, habiendo organizado explosiones en los gasoductos internacionales de Nord Stream, que se extienden por el fondo del mar Báltico”, dijo Putin en su discurso.

“Prácticamente han comenzado a destruir la infraestructura energética europea común”, añadió el mandatario.

Para Putin es obvio para todos quienes que se benefician de la destrucción de los dos gasoductos. “Lo hizo el que se beneficia, por supuesto”, dijo en una referencia indirecta a Estados Unidos.

Putin considera las “explosiones” registradas en Nord Stream y Nord Stream 2 un “ataque terrorista internacional”, por lo que abrió un caso penal por terrorismo internacional después de denunciar que tuvieron lugar “acciones intencionadas encaminadas a dañar los gasoductos”.

Foto: Twitter @vaioantunez

Los líderes de las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, en el este de Ucrania, viajaron a Moscú para formalizar la anexión a Rusia tras los referéndums celebrados en cuatro territorios controlados por tropas rusas en los que la mayoría de los votantes apoyaron esta opción.

“Tengo el documento, el protocolo (final de los referendos sobre la adhesión a Rusia) y ahora me dirijo a Moscú”, dijo el jefe de la autoproclamada Donetsk, Denis Pushílin.

También el líder de Lugansk, Leonid Pásechnik, informó de que se encuentra de camino a la capital rusa con el objetivo de finalizar las gestiones jurídicas para la incorporación del territorio en Rusia.

Antes de partir a Moscú, Pásechnik se dirigió al presidente ruso, Vladímir Putin para pedirle la incorporación de Lugansk a Rusia.

“Estimado Vladímir Vladímirovich (patronímico de Putin), le escribo en nombre de la gente de la región de Lugansk. Teniendo en cuenta la aprobación por parte de la población de la república en el referéndum, le pido que considere el tema de unir la República Popular de Lugansk a Rusia como un sujeto de la Federación Rusa”, señaló Paséchnik, según la carta publicada por el centro de información del territorio separatista prorruso.

Entre el 87.05% y el 99.23% de los votantes en los referéndums en los territorios controlados por las fuerzas rusas en el este y sur de Ucrania apoyaron la anexión a Rusia, según los resultados difundidos hoy por la autoridades prorrusas con el 100% de la papeletas escrutadas.

El mayor apoyo a la anexión se registró en Donetsk, donde el 99.23% de los votantes habría respaldado la incorporación a Rusia. La cifra fue ligeramente inferior en Lugansk, donde a favor de esta opción se pronunciaron supuestamente el 98.42%.

En los territorios controlados por Rusia en las regiones meridionales ucranianas de Zaporiyia y Jersón a favor de la entrada en Rusia habrían votado el 93.11% y el 87.05% de los ciudadanos, respectivamente.

Según el diario ruso Kommersant, el proceso de la anexión de los cuatro territorios ucranianos a Rusia puede tardar 12 días. Se trata del doble del tiempo que requirió la incorporación de la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.

De acuerdo con las leyes rusas, Putin, tiene que reconocer primero la independencia de Jersón y Zaporiyia antes de aprobar su adhesión a Rusia.

La independencia de Donetsk y Lugansk ya fue reconocida por Moscú el 21 de febrero, tres días antes del inicio de la campaña militar en Ucrania.

Ayer se supo que el Senado ruso planea debatir la anexión de los nuevos territorios el próximo 4 de octubre. Antes la incorporación tiene que recibir el visto bueno de la Duma o cámara baja rusa.

Una vez que ambas cámaras del Parlamento den su beneplácito, el respectivo documento será ratificado por Putin, lo que puede ocurrir el mismo día.

Las autoridades afines a Moscú en las regiones ocupadas de Ucrania iniciaron este viernes los referendos de anexión a Rusia, considerados ilegales por Kiev y sus aliados occidentales, que han advertido no reconocerán sus resultados.

Las votaciones celebradas en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk y en las meridionales de Jersón y Zaporiyia empezaron a primera hora de este viernes, reportaron las agencias de noticias rusas. La consulta se extenderá durante cinco días.

Estos referendos añaden tensión a una semana marcada por la movilización de 300,000 reservistas anunciada por el presidente Vladimir Putin, que también amenazó con emplear su arsenal nuclear para proteger su territorio.

Las autoridades tienen previsto ir puerta por puerta durante cuatro días para lograr votos. Luego los colegios electorales abrirán el próximo martes para que los residentes depositen sus votos en la última jornada de votación.

El viernes, la agencia de noticias rusa TASS mostró imágenes de funcionarios en los patios de los edificios de Donetsk notificando a los residentes por megafonía que la votación había comenzado.

En Moscú también se puede votar en un edificio donde está la representación de la región autoproclamada de Donetsk.

A principios de mes, las fuerzas ucranianas recuperaron la mayor parte de la región de Járkov, en una contraofensiva que ha permitido a Kiev retomar cientos de ciudades y pueblos que estuvieron bajo control ruso durante meses.

“No podemos dejar al presidente Putin que se salga con la suya”, dijo en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, acusando a Putin de “echar leña al fuego”.

Los referendos recuerdan lo ocurrido en 2014 en la península de Crimea, anexada a Rusia después de un voto considerado fraudulento por los países de Occidente.

En la regiones orientales de Donetsk y Lugansk, reconocidas como naciones independientes por Moscú justo antes de la invasión, los residentes deberán responder si respaldan “la entrada a Rusia”, según la agencia rusa TASS.

En Jersón y Zaporiyia, las papeletas incluyen la pregunta: “¿Está a favor de la secesión de Ucrania, la formación de un Estado independiente y su unión a la Federación Rusa como miembro de la Federación Rusa?”.

Por su parte el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó los referendos de “farsa” y agradeció a sus aliados occidentales que condenaran “otra mentira rusa”.

Una hipotética anexión supondría una escalada mayor en el conflicto, especialmente después de que Putin dijera que protegería el territorio ruso con “todos los medios”. Implicaría que Moscú, siguiendo su doctrina, podría usar sus armas atómicas para defenderlas de la contraofensiva lanzada por Ucrania en el este y el sur del país.

El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció este lunes la independencia de las regiones separatistas prorrusas del este de Ucrania, según anunció el Kremlin.

Esta decisión agrava la crisis entre Rusia y Ucrania, en un momento en que Occidente teme una invasión rusa.

“Reconocer inmediatamente la independencia (de Donetsk y Lugansk)”, dijo Putin en un discurso dirigido a la nación, donde ha pedido a la Asamblea Federal rusa “ratificar los acuerdos de amistad y colaboración con ambas repúblicas”. “Serán preparados y firmados próximamente”, añadió.

En este sentido, Putin criticó que las autoridades ucranianas “no reconocen otra salida en Donbás que no sea la militar” y ha exigido al gobierno de Ucrania “cesar las agresiones” en la región.

“En caso contrario, toda la responsabilidad recaerá sobre las autoridades de Kiev”, ha añadido el mandatario.

Recordemos que los líderes de la República Popular de Donetsk, Denis Pushilin, y la República Popular de Lugansk, Leonid Pasechnik, habían pedido abiertamente a Rusia que diera el paso y reconociera la independencia de ambos territorios, tal como planteó la semana pasada la Cámara Baja del Parlamento ruso.

Los separatistas creen que es necesario que Moscú les conceda un nuevo estatus para proteger a la población y las infraestructuras civiles de la “agresión” del Ejército ucraniano.

Esta decisión pone fin al inestable proceso de paz bajo la mediación de Francia y Alemania, que preveía la vuelta de los territorios al control de Kiev a cambio de una amplia autonomía.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, respondió vía Twitter anunciando la convocatoria inminente del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional. Kiev reclamó además una reunión “inmediata” del Consejo de Seguridad de la ONU ante la amenaza de una invasión rusa.

La ONU pidió a “todos los interesados abstenerse de cualquier decisión o acción unilateral que pueda socavar la integridad territorial de Ucrania”, señaló este lunes su portavoz, Stephane Dujarric.

El jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, afirmó al término de una reunión de ministros de Exteriores de la Unión en Bruselas que pondrá “el paquete de sanciones sobre la mesa de los ministros europeos” por la declaración de Putin.

Rusia habían denunciado este lunes la eliminación de dos grupos de saboteadores ucranianos que habían penetrado en su territorio, y acusó a Ucrania de haber bombardeado un puesto fronterizo, afirmaciones que niega Kiev.

Los países occidentales temen que la intensificación de combates en los últimos días en el este de Ucrania con separatistas prorrusos le sirva de pretexto a Moscú, que desplegó 150,000 soldados en la frontera ucraniana, para invadir.

La presidencia francesa había anunciado el domingo una cumbre entre Putin y Biden pero el Kremlin calificó este lunes de “prematura” la idea. Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov afirmó que se reunirá con su homólogo estadounidense, Antony Blinken el jueves.

Por su parte, la Casa Blanca considera que la invasión de Ucrania es inminente, y acusa a Rusia de buscar “aplastar” al pueblo ucraniano. Moscú niega tener planes de invadir Ucrania, pero reclama garantías de que esa exrepública soviética no se unirá nunca a la OTAN y el fin de la expansión de esa alianza a sus fronteras.

Los separatistas prorrusos que se alzaron contra Kiev sostienen un conflicto en el Este del país que ha dejado más de 14.000 muertos desde 2014, tras la anexión por Rusia de la Crimea ucraniana.