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Este martes fue oficialmente inaugurada la XVI edición de los Juegos Paralímpicos de Verano, que se desarrollarán en la capital japonesa hasta el próximo 5 de septiembre.

La llama tricolor (azul, roja y verde) del movimiento paralímpico iluminó el cielo de Tokio durante la ceremonia de apertura de unos Juegos que no cuentan con la participación de deportistas afganos, homenajeados en la gala, pero sí con un equipo de refugiados que abrió un desfile que contó con la presencia de 162 países.

Sin público en el estadio por las medidas de seguridad para hacer frente a la pandemia de la COVID-19, los pocos asistentes a la ceremonia pudieron disfrutar de una historia desarrollada en un aeropuerto y con las alas de los aviones como protagonistas, como metáfora del impulso que mueve a los deportistas con discapacidad a cosechar éxitos extraordinarios en sus vidas.

La bandera nacional japonesa, que lució durante toda la gala en un lugar privilegiado cerca del pebetero, fue llevada hacia el centro del estadio por seis destacados deportistas paralímpicos: Miki Matheson, Mineho Ozaki Taiyo Imai, Erina Yuguchi, Kaori Icho y Lucha Takumi Asatani, al ritmo de la melodía de piano de Nobuyuki Tsujii, un joven pianista ciego que ya ha actuado en el Carnegie Hall de Nueva York. Después, Hirari Sato fue la encargada de poner voz al himno japonés.

Ese momento musical dio paso a la entrada en escena de una hélice gigante que fue enviando globos rojos, verdes y azules desde tres direcciones, mientras unos bailarines de danza contemporánea, dirigidos por Kaiji Moriyama, se movían con las ráfagas de viento.

378 fuegos artificiales, también de tres colores, cambiaron la sintonía del guión a la electrónica para empezar el desfile de los 162 países participantes en estos Juegos, tres más que en Río de Janeiro, incluidos Paraguay, Bután, Maldivas y las islas caribeñas de Granada y San Vicente y las Granadinas, que debutan en el mayor evento mundial del deporte de personas con discapacidad.

Los primeros en desfilar fueron los seis integrantes del equipo de refugiados, el nadador afgano Abbas Karimi, tres sirios, el nadador Ibrahim Al Hussein, la lanzadora Alia Issa y el piragüista Anas Al Khalifa, el taekwondista de Burundi Parfait Hakizimana y el lanzador de disco iraní Shahrad Nasajpour.

La delegación afgana, que no pudo estar presente en Tokio debido a la crisis migratoria y política que está sufriendo el país tras la llegada de los talibanes a la capital, Kabul, no quedó en el olvido. El Comité Paralímpico Internacional quiso tenerlos presentes luciendo su bandera en señal de solidaridad con sus deportistas y un voluntario fue el encargado de desfilar con ella.

Esa explosión de color que supuso el desfile siguió con otra en la que varios artistas disfrazados se dejaron llevar por el movimiento de la escenografía realizada por Yohei Taneda, director de arte de la película ‘El mundo secreto de Arriety’ y que ha trabajado con el estudio Ghibli.

Los discursos institucionales los abrió Seiko Hashimoto, presidenta del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, que puso en valor el protagonismo de Tokio como la primera ciudad de la historia que celebra dos veces estos Juegos tras hacerlo por primera vez en 1964.

Las guitarras eléctricas también tuvieron su protagonismo en la ceremonia con la actuación de un cuarteto de rock que lideró Tomoyasu Hotei, uno de los guitarristas japoneses más famosos, autor de la canción ‘Battle Without Honor Or Humanity’ para la película ‘Kill Bill’ de Quentin Tarantino.

El broche final lo puso el encendido del pebetero. Kuniko Obinata, triple medallista en esquí alpino, Takeuchi Mashiko, exjugador de tenis de mesa y medallista de oro en Tokio’64, y Mayumi Narita, ganadora de quince oros en natación, entraron al estadio portando tres antorchas, que se las dieron a tres ciudadanos anónimos. Éstos, a su vez, se las entregaron a los deportistas paralímpicos Yui Kamichi, Shunsuke Uchida y Karin Morisaki, que fueron los encargados de subir los últimos metros, en sus sillas de ruedas, para encender el pebetero, que iluminó el cielo de Tokio con un chispazo provocado por mil fuegos artificiales.

México ganó 3-1 a Japón este viernes en Saitama, Japón, colgándose la medalla de bronce del torneo olímpico de fútbol masculino, la segunda que consigue en este deporte tras el histórico oro de Londres-2012.

El triunfo obtenido este viernes es considerado una venganza de la derrota 2-1 que sufrió ante Japón en la fase de grupos.

“Me habría sentido decepcionado (por no ganar una medalla) porque somos el mejor equipo de Tokio 2020. Los jugadores lo saben también. Por eso salimos tan dolidos en la semifinal (perdida ante Brasil por penales). Esta generación es la mejor. Yo sabia que éramos un equipo muy fuerte y tenía plena confianza”, resumió Jaime Lozano, uno de los jugadores de la selección.

Mañana jugarán por la medalla de oro el campeón vigente, Brasil, que eliminó a México en penales en semifinales, y España, que disputó el lugar frente a Japón.

Tras definirse las posiciones entre Brasil y España, se llevará a cabo la ceremonia de premiación, en la que México subirá al podio.

“Una medalla en unos Juegos Olímpicos era lo que veníamos a buscar”, añadió Jaime Lozano, quien asumió las riendas del equipo en 2018. “Es un tercer lugar que me sabe a oro”.

Al final del partido, el entrenador Lozano, rodeado por los jugadores en la cancha, les agradeció el “sacrificio” y les pidió que disfrutaran de la medalla.

En una conferencia de prensa posterior, Lozano dio las gracias por el respaldo del director general de selecciones, Gerardo Torrado, y de los clubes por dejar participar a sus jugadores en el torneo olímpico, algo que no ocurrió en otros países, como Argentina, que fue eliminada en primera ronda.

“Si no fuera por el cuerpo técnico que tenemos, por estos grandes jugadores, esto no hubiera sido posible”, afirmó Lozano, también exjugador de la selección mexicana.

La obtenida por la selección de fútbol, es la cuarta medalla de la delegación mexicana en Tokio 2020, todas de bronce.

Los otros tres bronces fueron obtenidos por Aremi Fuentes en los 76 kilogramos de la halterofilia femenina; Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez en clavados, y Alejandra Valencia y Luis Alvarez en tiro con arco.

Al respecto, esta mañana el presidente López Obrador felicitó a la selección mexicana de fútbol por su triunfo.

“Expresar mi reconocimiento, mi felicitación a los integrantes de la selección mexicana de fútbol que obtuvieron una medalla de bronce, ganaron en Japón”, manifestó el mandatario desde Baja California Sur. “Esto anima mucho, el que nuestro paisanos mexicanos que nos representan en las Olimpiadas estén aplicándose a fondo con mucho profesionalismo y con mucho sentimiento, y esto ayuda a que se siga adelante”, añadió el presidente.

López Obrador expresó su confianza en obtener más premios. Dijo que “no terminan todavía las olimpiadas, y esto no se acaba hasta que se acaba”, abriendo la puerta a que aún se puedan ganar más medallas.

Foto: Twitter @seba_jurado

Millones de japoneses vieron la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos y muchos están animando a sus atletas, pero la sombra del COVID-19 está impidiendo que el primer ministro Yoshihide Suga reciba un impulso en su respaldo de cara a las elecciones de este año.

El apoyo de los votantes a Suga cayó nueve puntos porcentuales hasta el 34%, su nivel más bajo desde que asumió el cargo en septiembre, mostró este lunes una encuesta del diario económico Nikkei realizada del 23 al 25 de julio. Los Juegos, aplazados el año pasado por la pandemia, se inauguraron el viernes.

Casi dos tercios de los encuestados afirmaron que el despliegue de la inmunización contra el coronavirus en el país no avanza bien. Y es que el programa se ha visto obstaculizado por un comienzo lento y por problemas de suministro, y menos de una cuarta parte de la población está totalmente vacunada.

El escenario ideal de Suga habría sido contener el brote del virus, presidir unos Juegos exitosos y convocar elecciones generales.

Este sueño se vio truncado después de que el aumento de las infecciones por COVID-19 provocara el cuarto estado de emergencia en Tokio y obligara a los organizadores de los Juegos Olímpicos a prohibir el acceso de los espectadores a casi todas las sedes.

Tokio informó este lunes 1,429 nuevos casos de COVID-19, casi el doble que el mismo día de la semana anterior.

Muchos japoneses temen que la afluencia de atletas y funcionarios para el evento deportivo aumente las infecciones, y el 31% de los encuestados por Nikkei dijo que los Juegos debían haberse cancelado o pospuesto de nuevo. Un 56% opinó que las medidas de Japón para los atletas y equipos extranjeros eran “inapropiadas”.

Los Juegos se celebran bajo estrictas normas de cuarentena para evitar la propagación de las infecciones, pero han aparecido varios casos positivos de atletas y otras personas.

Los organizadores informaron este lunes 16 nuevos contagios de COVID-19 relacionados con los Juegos, incluidos tres atletas, lo que eleva el total desde el 1 de julio a 148.

Las estrictas normas para evitar el contagio en los Juegos incluyen la realización de pruebas frecuentes para detectar el virus, la restricción de movimientos y el uso de cubrebocas por parte de los atletas y otras personas en la mayoría de las situaciones.

Las autoridades han animado a los residentes japoneses a ver los Juegos por televisión, pero los aficionados se congregaron el lunes en el recorrido del triatlón al aire libre en la isla de Odaiba, en la bahía de Tokio, desafiando al personal olímpico que llevaba carteles pidiendo que no se reunieran.

El jefe del comité organizador de Tokio 2020 no descartó una cancelación de última hora de los Juegos Olímpicos, ya que más atletas dieron positivo por COVID-19 y los principales patrocinadores han abandonado sus planes para asistir a la ceremonia de inauguración programada para el próximo viernes.

Consultado en una rueda de prensa este martes, sobre si se podría cancelar el evento deportivo mundial, Toshiro Muto dijo que vigilaría las cifras de contagio y se pondría en contacto con otros organizadores si fuera necesario.

“No podemos predecir lo que ocurrirá con el número de casos de coronavirus. Así que seguiremos discutiendo si hubiera un pico de casos”, dijo Muto. “Hemos acordado que, en función de la situación del coronavirus, volveremos a convocar conversaciones a cinco bandas. En este momento, los casos de coronavirus pueden aumentar o disminuir, así que pensaremos en lo que debemos hacer cuando se produzca la situación.”

Y es que los casos de COVID-19 están aumentando en Tokio y los Juegos, aplazados el año pasado por la pandemia, se celebrarán sin espectadores.

El gobierno decidió este mes que los participantes compitieran en recintos vacíos para minimizar los riesgos sanitarios.

Japón, cuyo programa de vacunación ha quedado rezagado con respecto al de la mayoría de los países desarrollados, ha registrado más de 840,000 casos y 15,055 muertes; Tokio, la ciudad anfitriona de los Juegos, está experimentando un nuevo aumento, con 1,387 casos registrados el martes.

Los organizadores, para quienes el Presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, dijo que la cancelación del evento nunca había sido una opción, han prometido mantener los Juegos “seguros y protegidos”.

Sin embargo, los expertos ven lagunas en una “burbuja” olímpica que obliga a realizar controles frecuentes y que ha sido diseñada para limitar los movimientos de los participantes.

Bach, que se reuniría con el emperador Naruhito de Japón el jueves según reportes de Kyodo, declaró este martes que los organizadores nunca podrían haber imaginado los “desafíos sin precedentes” de llevar el evento global a Tokio , elogiando los “esfuerzos heroicos” del personal médico y los voluntarios.

Sobre los contagios que se han confirmado, se informó dos miembros del equipo olímpico de béisbol de México dieron positivo por COVID-19 en el hotel del equipo antes de su partida a Tokio.

Tokio reportó este jueves 1,308 nuevos casos de COVID-19, su peor dato de los últimos seis meses, mientras aumenta el temor a un posible incremento drástico que colapse los hospitales durante los Juegos Olímpicos que arrancan en ocho días.

La capital japonesa está bajo su cuarto estado de emergencia, que comenzó el lunes pasado. El conteo de hoy es el más alto desde los 1,485 positivos registrados el 21 de enero, también durante un estado de emergencia, y supone un notable incremento desde los 1,149 nuevos infectados previamente.

La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, destacó que el mayor aumento de casos graves y hospitalizaciones se produjo entre personas de unos 50 años o menores, que en su mayoría no están vacunados.

La mandataria se mostró preocupada por el impacto en el sistema de salud de los casos, que derivan de la variante Delta del virus, más contagiosa.

“Tenemos que estar alerta”, señaló Koike, que instó a la población a reducir las salidas y a cumplir las medidas básicas para evitar infecciones “para superar esta complicada situación”.

La cifra diaria de contagios ha subido de forma constante desde mediados de junio y los expertos apuntan que podría llegar a varios miles durante los Juegos.

La lenta campaña de vacunación nipona ha mejorado drásticamente desde mayo mientras el gobierno trata desesperadamente de mejorar la tasa de inoculación antes del inicio de las competencias, pero está volviendo a frenarse por la escasez de vacunas importadas.

Según los últimos datos oficiales, apenas el 19.7% de la población tiene las dos dosis de la vacuna.

Debido al estado de emergencia en Tokio y al miedo a que los contagios se aceleren durante los Juegos, los organizadores decidieron la semana pasada prohibir la presencia de espectadores en la mayoría de las sedes, a excepción de unos cuantos en las que las competencias serán al aire libre.

La primera dama estadounidense Jill Biden asistirá a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos en Tokio, anunció este martes La Casa Blanca.

La visita de la primera dama se dará a pesar de que la ciudad ha entrado nuevamente en estado de emergencia debido al aumento de casos de coronavirus.

Será la primera visita al exterior de Biden en calidad de primera dama, y lo hará a solas, ya que el presidente Joe Biden no asistirá. La ceremonia está prevista para el 23 de julio.

Los Biden encabezaron la delegación de Estados Unidos a los Juegos Olímpicos de invierno de 2010 en Vancouver, Canadá.

Debido al estado de emergencia, los juegos de este año se realizarán sin la presencia de público.

Japón, un aliado crucial de Estados Unidos, ha registrado avances notables en su campaña de vacunación contra el COVID-19, pero ésta ha perdido impulso debido a la escasez de vacunas.

Jill Biden recibió la vacuna en enero, antes de la juramentación de su esposo.

La secretaria de prensa de La Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a la prensa que un equipo fue a Tokio para evaluar la factibilidad de la visita. La semana pasada, dijo que a pesar del aumento de casos, el presidente apoya la participación de los deportistas estadounidenses en las competencias.

“Tenemos conocimiento de los preparativos cuidadosos, incluidas las medidas de salud pública necesarias para proteger a deportistas, personal y espectadores, que han emprendido el gobierno y el Comité Olímpico Internacional, y por eso, como dijimos, apoyamos el desarrollo de los juegos”, dijo Psaki.

El gobierno de Japón decidió hoy declarar un nuevo estado de emergencia sanitaria en Tokio debido al aumento de contagios de COVID-19, lo que complica aún más el panorama para los Juegos Olímpicos, que está previsto inicien en 15 días.

El estado de emergencia es el cuarto aplicado en Japón desde el inicio de la pandemia, y estará en vigor desde el próximo lunes hasta el día 22 de agosto, lo que coincidirá de pleno con la celebración del evento deportivo.

El gobierno ha vuelto a recurrir a esta medida excepcional debido al repunte del virus en la capital, y en especial por el rápido avance de la variante Delta, y con la idea de “evitar una expansión de los contagios a otras partes de Japón”, según dijo hoy el primer ministro nipón, Yoshihide Suga, en una rueda de prensa.

El líder nipón reiteró su compromiso para organizar unos Juegos Olímpicos “seguros” en plena pandemia, aunque admitió que van a celebrarse en un formato “anormal” que incluirá restricciones sin precedentes para los atletas y otros participantes extranjeros.

Los anfitriones ya habían decidido vetar la entrada al país de turistas foráneos durante los Juegos y celebrar los eventos con un número limitado de espectadores locales, aunque ahora se plantean que las competencias sean a puerta cerrada en la mayor parte de los casos.

“Dije anteriormente que si íbamos a estar bajo estado de emergencia, deberíamos considerar unos Juegos sin espectadores”, señaló Suga acerca de la cuestión del público.

Más tarde, la presidenta de los Juegos, Seiko Hashimoto, declaró en una reunión informativa que tras las conversaciones sostenidas este jueves entre el gobierno, organizadores y los representantes olímpicos y paralímpicos, se tomó la decisión de celebrar las competencias sin público.

Hashimoto sostuvo que era “lamentable” que el evento debiera celebrarse en un formato limitado y expresó sus disculpas a quienes habían comprado boletos.

Suga también quiso reincidir en el mensaje de que las autoridades niponas aplicarán férreos controles sobre todos los participantes extranjeros que viajen a Japón con motivo de los Juegos, desde atletas hasta representantes de comités nacionales y periodistas.

“Todos vienen a Japón después de realizarse dos pruebas PCR y más pruebas de forma diaria tras su llegada, de este modo prevenimos los contagios en Japón. La mayoría vienen también vacunados y estarán controlados porque se desplazarán solo por lugares como sus hoteles y otros sitios indicados con antelación”, dijo Suga.

Y es que son muchos los nipones que no se explican cómo el mismo gobierno que lleva meses pidiéndoles evitar desplazamientos no esenciales por el riesgo de contagios, sigue adelante con su plan de celebrar unos Juegos que conllevarán la llegada al país de unos 11,000 atletas olímpicos y paralímpicos y en torno a 80,000 participantes foráneos más.

Los expertos médicos que asesoran al gobierno ya habían advertido de que el movimiento de personas que acarrearán los JJOO combinado con la circulación de nuevas variantes del virus supondrá un riesgo excesivo, por lo que recomendaron la celebración del evento a puerta cerrada.

Japón, que desde el inicio de la pandemia nunca ha aplicado el confinamiento obligatorio de su población, lleva la mayor parte de lo que va de 2021 con Tokio y otras de sus principales regiones bajo estado de emergencia sanitaria.

En el marco de esta medida las autoridades locales han aplicado restricciones que han afectado sobre todo a los bares y restaurantes, que han visto limitados sus horarios de apertura o a los que se ha prohibido servir alcohol, algo que volverá a estar en vigor bajo el nuevo estado de emergencia.

La estrategia nipona, que también incluye el blindaje de sus fronteras desde hace más de un año, ha servido para evitar un colapso generalizado del sistema sanitario como se ha visto en otros países, aunque no ha impedido que el virus siga circulando ni ha evitado la entrada de las temidas nuevas cepas.

El Comité organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio indicó este lunes que podría modificar esta semana su política de venta de entradas a las competencias para los aficionados locales, a tres semanas de la inauguración del evento, aplazado por la pandemia.

El Comité Olímpico Internacional y otras autoridades tendrán una reunión esta semana para establecer nuevas restricciones debido a la cambiante situación de la pandemia del coronavirus.

La presencia de público del extranjero fue prohibida desde hace varios meses.

Dos semanas atrás, los organizadores acordaron permitir que en los eventos al interior y al aire libre tuvieran un máximo de 50% de la capacidad del recinto, con un máximo de 10,000 asistentes. De acuerdo con reportes de la prensa japonesa, el máximo podría ser reducido a 5,000 en todos los casos.

Otras versiones no confirmadas no descartan una prohibición total, y que las restricciones en las sesiones nocturnas serían más severas que las diarias.

Se teme que los Juegos se conviertan en un evento que propague masivamente el virus por la presencia de 11,000 deportistas olímpicos y 4,400 paraolímpicos procedentes de más de 200 países. También vendrán decenas de miles de jueces, periodistas, patrocinadores y personal de producción televisiva.

Según los organizadores, más del 80% de los atletas y acompañantes estarán vacunados.

El mayor problema es la mínima cantidad de gente vacunada en Japón, temiéndose que los eventos olímpicos provoquen que la población salga a bares y restaurantes, y hagan uso del transporte público.

No se ha confirmado el día exacto del día de la reunión en la que se tomará la decisión sobre las entradas, pero podría darse al mismo momento que el presidente del COI Thomas Bach llegará a Tokio el jueves. Bach pasará su tres primeros días bajo cuarentena en un hotel cinco estrellas de Tokio.

El ministro de Salud de Japón, Tamura Norihisa, ha advertido este viernes de que el gobierno podría declarar un nuevo estado de emergencia en la capital, Tokio, próxima sede de los Juegos Olímpicos, ante el aumento de casos de COVID-19 en la ciudad.

Tokio ha registrado 562 nuevos contagios en las últimas 24 horas, un centenar más que hace siete días.

Norihisa aprovechó su rueda de prensa para amonestar a los tokiotas que comenzaron a salir por la noche durante los últimos días del estado de emergencia que expiró el 20 de junio. Este comportamiento, señaló, podría desembocar en un posible aumento de los contagios en los próximos días.

Asimismo, la presidenta de la organización nacional de los JuegosOlímpicos de Tokio, Seiko Hashimoto, ha pedido a las autoridades nacionales un nuevo endurecimiento de las restricciones en la capital, tras conocerse la aparición de un caso en la capital de un caso de la temida variante ‘Delta’, identificada por primera vez en India.

Se trata, informaron, de un ugandés llegado al aeropuerto de Narita y que había estado en “estrecho” contacto con el equipo olímpico del país africano.

Para garantizar la seguridad de los Juegos, los atletas se mantendrán en un ambiente de “burbuja”, aunque la propia Hashimoto, en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias Kyodo, dijo que las medidas no son necesariamente cien por ciento efectivas.

Hashimoto también adelantó que las competencias podría acabar celebrándose a puerta cerrada si la situación de la pandemia no mejora, aunque por el momento se mantiene la actual limitación del 50% de la capacidad de las sedes, lo que permitiría hasta 10,000 personas, y respetando la normal de no admisión de visitantes extranjeros.

El comité organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 adelantó este viernes que sí planea permitir el acceso de público a los estadios, a pesar de que un grupo de expertos médicos ha desaconsejado esta medida por el riesgo de contagios de COVID-19.

En una rueda de prensa ofrecida tras mantener una reunión con un grupo de asesores médicos, los organizadores de Tokio 2020 informaron sobre su intención de que haya espectadores en las gradas de los estadios, de forma limitada, una decisión que se espera que se formalice el próximo lunes.

Durante la reunión, los expertos señalaron que “la mejor forma de celebrar los Juegos sería sin espectadores, para no expandir el riesgo de contagios”, según dijo la presidenta del comité organizador, Seiko Hashimoto.

El grupo de expertos, encabezado por el principal asesor del Gobierno para la pandemia, Shigeru Omi, alertó sobre el peligro de que durante el evento vuelvan a repuntar los contagios que se encuentran a la baja en Japón en las últimas semanas, así como de la propagación de nuevas y más contagiosas variantes del virus.

“Sin embargo, en caso de que se vayan a celebrar los Juegos con espectadores, los expertos señalaron que sería necesario hacerlo con medidas más estrictas”, dijo Hashimoto, quien afirmó que “esta es la misma posición de la organización”.

En este sentido, los organizadores prevén imponer medidas para restringir el movimiento de los espectadores antes de las competiciones, como desaconsejar los desplazamientos entre diferentes ciudades o regiones niponas para asistir a los encuentros deportivas.

También se pedirá a los espectadores “que se vayan directamente a casa” después de ver en vivo las competencias, y que eviten ir a bares o restaurantes, entre otras medidas dirigidas a restringir los flujos de personas durante los Juegos.

La responsable del comité organizador destacó que se tratará de “medidas más estrictas” de las que se vienen aplicando en las ligas profesionales de fútbol y béisbol, que desde hace meses celebran partidos con público en las gradas.

Hashimoto también señaló que la medida final sobre el acceso de público en las gradas se enmarcará en las directrices del gobierno para eventos multitudinarios, que fijan un nuevo y más estricto tope de 10,000 personas en los estadios. Hasta ahora, las autoridades niponas permitían que los estadios acogieran hasta un máximo del 50% de su capacidad, lo que supone que el Estadio Olímpico podía tener en sus gradas hasta a 34,000 espectadores.

El próximo lunes los organizadores celebrará una reunión a distancia con representantes del Comité Olímpico y paralímpico internacionales y de las autoridades niponas, con el fin de tomar una decisión definitiva sobre el público en las gradas.

Recordemos que los anfitriones ya han decidido vetar la entrada a Japón de público extranjero durante los Juegos, además de aplicar un estricto sistema de pruebas y de restricciones de movimientos de todos los participantes en Tokio 2020 para prevenir contagios de COVID-19.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo que “no hay problema” en que el Comité Olímpico Mexicano (COM) rechazó usar el polémico avión presidencial, que el gobierno federal no ha podido vender en los poco más de dos años de iniciada la administración, para viajar a los Juegos Olímpicos de Tokio.

“Si no acepta el Comité Olímpico nacional no hay ningún problema, ahí se queda el avión y de todas maneras nosotros vamos a apoyar para que lleguen los deportistas a tiempo y nos representen, que estoy seguro de que nos va a ir muy bien”, dijo el mandatario al ser cuestionado sobre el tema.

La controversia surgió el pasado lunes cuando el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, reveló que México enviaría a los atletas a Tokio en el avión presidencial. Horas más tarde, el presidente del COM, Carlos Padilla, rechazó el ofrecimiento al argumentar que “la logística” era “por demás complicada”.

La titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) del gobierno federal, Ana Gabriela Guevara, cuestionó el anuncio “sorpresivo” del COM al asegurar que la oferta del presidente era para evitar contagios de COVID-19.

López Obrador sorprendió este miércoles al afirmar que “no sabía del rechazo” del Comité. “Como está parado se pensó que vayan los deportistas en el avión, porque es un grupo, son alrededor de 300 deportistas, entrenadores y todo su personal, en varios viajes ir”, mencionó.

Y es que deshacerse del lujoso avión es una de las principales promesas de López Obrador, quien incluso intentó rifarlo el año pasado.

La aeronave fue adquirida por el presidente Felipe Calderón por 218.7 millones de dólares, aunque la aeronave llegó a México en 2016 por lo que fue utilizado por Enrique Peña Nieto.

“Era una opción, el avión no se usa ni se va a usar, lo que queremos es venderlo, pero no hay quien compre el avión porque es tan lujoso, tan lujoso, que les da pena que se sepa que alguien es dueño de un avión así”, justificó el presidente al tratar de explicar la razón por la que no ha sido vendido.

López Obrador aseveró que aún está en gestiones para comercializarlo. “Seguimos buscando la manera de venderlo, estamos hablando ya con líneas aéreas y voy a seguir insistiendo, pero que quede constancia, de que si lo tenemos con mantenimiento, parado, ahorramos”, sostuvo.

Finalmente, el presidente prometió que se apoyará a los atletas olímpicos, quienes ya recibieron la vacuna de COVID-19. Adelantó que se reunirá con ellos para ofrecerles ayudas adiciones y un incremento del premio económico que reciben por cada medalla ganada.

El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, dio a conocer este lunes que el gobierno federal está en disposición de prestar el avión presidencial para enviar a los deportistas a los Juegos Olímpicos de Tokio.

Es la aeronave que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se ha negado a usar, y que tras una rifa no rifa, su administración no ha conseguido vender.

“A finales de mes se tiene hasta ahora programado trasladar a los atletas a los Juegos Olímpicos de Tokio”, reveló el titular de Hacienda en un breve encuentro con los medios.

El secretario confirmó que el avión voló con destino a California, Estados Unidos, donde se le dará un mantenimiento rutinario, que fue “adelantado para que esté en las mejores condiciones posibles” para el traslado de los deportistas.

Sobre qué ha pasado con el proceso de compra del que tanto ha hablado el presidente López Obrador, el secretario explicó que “se acaba de iniciar un nuevo proceso de compra” y que el mantenimiento que se realizará en Estados Unidos servirá para “determinar el estado actual y los precios base” para la negociación.

Recordemos que cuando AMLO llegó al poder en diciembre de 2018, puso en venta el avión presidencial usado por su antecesor porque lo consideraba demasiado lujoso, sin embargo ninguno de los intentos han funcionado, aun con el acompañamiento de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyecto (UNOPS).

El presidente mandó el avión a un hangar de Boeing en Estados Unidos pero tras más de un año sin encontrar comprador regresó a México, donde López Obrador anunció un sorteo para deshacerse del aparato, que derivó finalmente en septiembre del año pasado en una rifa simbólica en la que solo se sorteó el valor de la aeronave.

Aunque fue adquirida por el presidente Felipe Calderón por un precio superior a los 218 millones de dólares, la aeronave llegó a México en 2016 y fue utilizada para las giras nacionales e internacionales de Enrique Peña Nieto.

La noticia de la intención del gobierno de utilizar la aeronave para trasladar a los deportistas a la justa olímpica rápidamente se viralizó y ocasionó diversas reacciones; una de ella fue la del Comité Olímpico Mexicano (COM) quien agradeció el ofrecimiento del gobierno federal, aunque de forma clara dijo que no será utilizado, esto al argumentar cuestiones de logística y medidas sanitarias.

“Es una buena intención en respaldo, pero será muy complicado viajar en él, porque no puede hacer los suficientes vuelos para llevar a los atletas, que tienen que estar cinco días antes y regresar al día siguiente de su participación. Es muy difícil”, comentó Carlos Padilla, presidente del COM a El Universal.

Hay que considerar que la delegación mexicana tiene un convenio con la aerolínea All Nippon Airways (ANA) para hacer los más de 120 viajes programados previo, durante y posterior a la competencia.

Los Juegos Olímpicos de Tokio seguirán adelante aunque la ciudad se encuentre en estado de emergencia debido al COVID-19, declaró este viernes un funcionario del Comité Olímpico Internacional (COI), quien subrayó los retos que enfrentan los organizadores de la cita deportiva.

A nueve semanas del comienzo de los Juegos de Tokio, el COI trató de calmar los temores en Japón de que la cita sea una carga adicional para un sistema médico, que ya está sometido a la presión de la pandemia.

Al término de una reunión de tres días para debatir los preparativos y las contramedidas contra el coronavirus, las autoridades afirmaron que más del 80% de los residentes de la Villa Olímpica serán vacunados antes del 23 de julio, la fecha de inicio de los Juegos.

El evento, que se pospuso un año debido a la pandemia de COVID-19, afronta una creciente oposición del público, y en una encuesta de Reuters publicada el viernes casi el 70% de los encuestados dijo que quería su cancelación o un nuevo aplazamiento.

Al ser consultado sobre si los Juegos Olímpicos seguirán adelante aunque Tokio esté bajo estado de emergencia, el vicepresidente del COI, John Coates, quien supervisa los preparativos, dijo: “Absolutamente sí”.

Añadió que todos los planes que se tienen en marcha para proteger la seguridad de los atletas y del pueblo de Japón se basan en las peores circunstancias posibles. “Puedo decir que ahora está más claro que nunca que estos Juegos serán seguros para todos los que participen y, lo que es más importante, para el pueblo de Japón”, remarcó Coates.

El dirigente añadió que las delegaciones olímpicas extranjeras contarán con personal médico adicional para apoyar las operaciones sanitarias y la aplicación de las contramedidas del COVID-19 en los Juegos.

Coates dijo que espera que la aceptación pública de los Juegos aumente a medida que más personas se vacunen.

Para minimizar el riesgo de infecciones, los organizadores han reducido el número de personas que llegarán a Japón a participar de los Juegos como parte de las delegaciones extranjeras a 78,000 desde unas 180,000, dijo a periodistas Seiko Hashimoto, que dirige el comité organizador.

La funcionaria sostuvo que los Juegos contarían con 230 médicos y 300 enfermeras al día, que se realizarían entre 50,000 y 60,000 pruebas de coronavirus cada jornada y que los organizadores han asegurado alrededor del 80% del personal médico que necesitan.

Una de las principales organizaciones médicas de Japón respaldó las peticiones para que se cancelen los Juegos Olímpicos de Tokio, afirmando que los hospitales ya están desbordados mientras el país lucha contra el aumento de las infecciones por coronavirus a menos de tres meses del comienzo de la cita deportiva.

La Asociación de Médicos de Tokio, que representa a unos 6,000 profesionales de atención primaria, afirmó que los hospitales de la ciudad “están desbordados y casi no tienen capacidad de reserva” en medio del aumento de las infecciones.

“Pedimos encarecidamente que las autoridades convenzan al COI (Comité Olímpico Internacional) de que la celebración de los Juegos es difícil y logren una decisión de cancelarlos”, afirmó la asociación en una carta abierta dirigida al primer Ministro, Yoshihide Suga.

El aumento de las infecciones ha avivado la alarma en medio de la escasez de personal médico y camas de hospital en algunas zonas de la capital japonesa, lo que ha promovido que el gobierno prorrogue el tercer estado de emergencia en Tokio y otras prefecturas hasta el 31 de mayo.

Otros expertos en salud y grupos médicos han expresado su preocupación por los Olímpicos, mientras que una petición en línea que pide la cancelación de los Juegos fue firmada por cientos de miles de personas.

Japón ha evitado la propagación explosiva del virus que han experimentado otras naciones, pero el gobierno ha sido objeto de duras críticas por su lenta campaña de vacunación. Sólo el 3.5% de su población, de unos 126 millones de habitantes, ha sido inmunizada.

Los preparativos para los Juegos, que tendrán lugar del 23 de julio al 8 de agosto y que fueron pospuestos el año pasado por la pandemia, avanzan bajo estrictos protocolos de COVID-19, como una prueba de atletismo con 420 atletas a principios de mayo.

Pero varios campos de entrenamiento preolímpicos se han cancelado, incluido el del equipo de atletismo de Estados Unidos, y muchos deportistas han expresado su preocupación por el hecho de que los Juegos se celebren en medio de una pandemia.

En virtud del estado de emergencia en algunas partes de Japón, los bares, restaurantes, karaokes y otros lugares que sirven alcohol permanecerán cerrados, aunque los grandes establecimientos comerciales podrán volver a abrir en un horario reducido. Tokio y Osaka, que han sido duramente golpeadas, seguirán manteniendo cerrados estos grandes establecimientos.

La capital de Japón pidió este jueves al gobierno que extienda hasta el 31 de mayo su estado de emergencia con el que busca frenar los contagios por coronavirus, una medida que podría generar más dudas sobre su capacidad para albergar los Juegos Olímpicos.

Japón espera que una medida de confinamiento “breve y poderosa” contenga una cuarta ola de infecciones cuando quedan poco menos de tres meses antes de que Tokio sea la sede de los Juegos Olímpicos, cuya inauguración está prevista el 23 de julio.

Si bien la medida, ahora vigente desde el 25 de abril hasta el próximo martes, no ha frenado los contagios, continuarla hasta el 31 de mayo deja un margen de menos de dos meses antes de los Juegos, ya pospuesto un año por la pandemia.

“Basado en los análisis desde varios ángulos, mi pensamiento es que necesitamos una extensión del estado de emergencia”, declaró la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike.

El primer ministro, Yoshihide Suga, dijo a los periodistas que el gobierno discutiría la extensión el viernes.

El estado de emergencia, el tercero de Japón desde que comenzó la epidemia, cubre las prefecturas de Tokio, Osaka, Kioto y Hyogo, y abarca casi una cuarta parte de la población de Japón. Los medios locales informaron que se agregarían dos prefecturas más al actual estado de emergencia.

Las prefecturas vecinas Kanagawa, Chiba y Saitama, que se encuentran bajo un estado de “cuasi-emergencia” de restricciones específicas, también quieren una extensión hasta finales de mayo. Medios locales reportaron que algunos otros se unirían a la lista.

A medida que se propagan las variantes del COVID-19, más personas jóvenes son víctimas del virus, lo que agrava el miedo a que la cuarta ola actual supere a la tercera, que se registró en enero, indicó Koike. Instó a la gente a reducir el movimiento como una forma de limitar la propagación.

Japón no ha sufrido tanto por el virus como otras naciones, pero su campaña de vacunación ha sido lenta, y muchas personas mayores todavía esperan las vacunas.

Aún así, Japón y el Comité Olímpico Internacional (COI) han insistido en que los Juegos Olímpicos continuarán.

Al respecto, se informó que el COI alcanzó un acuerdo con Pfizer para suministrar su vacuna contra el COVID-19 a los deportistas que participarán en la competencia deportiva. Los Comités Olímpicos Nacionales tendrán la misión de coordinar la distribución con sus respectivos gobiernos, indica el acuerdo.

Según el comunicado el acuerdo “no es solo para contribuir al entorno seguro de los Juegos, sino también por respeto a los residentes de Japón”.

Thomas Bach, presidente del COI, dijo que los deportistas al aplicarse la vacuna estarían enviandoun poderoso mensaje de que la vacunación no es solo una cuestión de salud personal, sino también de solidaridad y consideración del bienestar de los demás en sus comunidades”.

A tan solo tres meses del inicio de los Juegos Olímpicos, las autoridades de Tokio y de la segunda área metropolitana más grande de Japón, Osaka, establecieron órdenes de emergencia con la intención de frenar un aumento de casos de coronavirus.

Las medidas, que estarán vigentes durante el periodo feriado japonés conocido como la “Semana Dorada”, limitarán los viajes y la presencia de personas en espacios públicos.

Están programadas para culminar el 11 de mayo, justo antes de la visita a Hiroshima del presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach.

Bach dijo esta semana que la visita, planeada para el 17 y 18 de mayo, continúa en “fase de planeación”. Sin embargo, la presencia de Bach fue criticada de inmediato por legisladores de la oposición que señalan que los Juegos Olímpicos están siendo priorizados sobre la seguridad pública.

“Japón debería decidir sus propias políticas de salud pública. No hay una razón por la que el señor Bach nos diga lo que tenemos qué hacer”, sostuvo Yuichiro Tamaki, dirigente del Partido Democrático para el Pueblo.

Bach aseveró que la duración del estado de emergencia no tiene relación con su visita a la ciudad, donde se prevé que dé la bienvenida a la antorcha olímpica.

“Este (estado de emergencia) se apega absolutamente a la política del gobierno”, señaló Bach. “Pero no está relacionada con los Juegos Olímpicos. Está relacionada con la semana dorada”.

El tercer estado de emergencia de Japón implica el cierre de bares, tiendas departamentales, centros comerciales, parques de diversiones, cines y museos. Incluso los restaurantes que no venden bebidas alcohólicas recibieron la orden de cerrar antes, lo mismo que el transporte público.

Las escuelas seguirán abiertas, pero las universidades volverán a las clases en línea.

“Espero que la situación mejore lo más pronto posible”, dijo Seiko Hashimoto, presidenta del comité organizador, en una conferencia de prensa virtual el viernes.