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El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) volvió a criticar el gasto militar de Estados Unidos en Ucrania, insistiendo en que Washington debe destinar más recursos a ayudar a los países latinoamericanos y no al conflicto bélico.

López Obrador lleva tiempo pidiendo a Estados Unidos que dedique más fondos para apoyar el desarrollo económico de Centroamérica y el Caribe y aliviar las presiones migratorias.

Durante su conferencia de rueda de prensa matutina, criticó al Congreso de Estados Unidos por no liberar fondos para la región, y posteriormente hizo referencia a las disputas de la semana pasada sobre un proyecto de ley de financiamiento provisional que eliminó más ayuda estadounidense para Ucrania.

“Ahora estaba viendo que ya no están autorizando el apoyo para la guerra en Ucrania”, señaló. “Pero cuánto han destinado a la guerra en Ucrania, 30 ó 50 mil millones de dólares para la guerra, que es lo más irracional que puede haber, y dañino”.

El mandatario ha optado por mantener una postura neutral/ambigua sobre la guerra. Ha criticado la ayuda militar occidental a Kiev, se ha negado a sumarse a las sanciones a Rusia, aunque ha propuesto conversaciones de paz para poner fin al conflicto entre Rusia y Ucrania.

Sobre el tema, este lunes la Casa Blanca reafirmó que la ayuda estadounidense a Ucrania se mantendrá “el tiempo necesario”, pese a que la ley que el sábado pasado amplió la financiación de la Administración para asuntos clave durante 45 días no incluyó un aumento de ese apoyo.

“Ese compromiso va a continuar. Vamos a seguir ayudando a Ucrania el tiempo necesario”, dijo en su rueda de prensa la portavoz presidencial, Karine Jean-Pierre.

La resolución que evitó un cierre temporal de la Administración estadounidense a partir de la medianoche del sábado por falta de fondos dejó fuera la ayuda a Ucrania solicitada por el presidente, Joe Biden, que se elevaba a 24,000 millones de dólares.

El Senado había rebajado esos fondos a los 6,000 millones, aunque en su aprobación final, por 88 votos a favor y 9 en contra, esa prórroga no incluyó tampoco esa financiación.

Se espera ahora que la Cámara de Representantes someta a votación un proyecto de ley aparte con la ayuda a ese país para afrontar la invasión rusa.

La portavoz recalcó que hay apoyo bipartidista en el Congreso para continuar la financiación a Ucrania y subrayó que eso es lo que se espera desde la Casa Blanca.

El veto a la ayuda a Ucrania en la resolución aprobada el sábado partió del ala más dura del Partido Republicano, que considera que se está entregando un cheque en blanco a ese país sin comprobar el uso que se da a esos fondos.

Por primera vez, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acude a la Asamblea General de la ONU; el pasado año lo hizo por videoconferencia.

“Es muy importante que nuestra palabra, nuestros mensajes sean oídos por nuestros socios”, dijo Zelenski ayer durante una visita a un hospital neoyorquino donde se recuperan soldados ucranianos que han resultado gravemente heridos en la defensa de su país tras la invasión rusa hace año y medio.

El mensaje del presidente ucraniano comenzará alrededor de las 11:00 hora México.

“Ucrania presentará una propuesta concreta a los estados miembros de la ONU para reforzar el principio de integridad territorial y mejorar la capacidad de la ONU para impedir y parar una agresión”, dijo previamente en la red social X.

Con Ucrania, “queremos una paz justa”, dijo el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. “Aquí es el momento de hacerlo para garantizar un amplio apoyo a la fórmula ucraniana”, agregó en una conferencia de prensa.

Ucrania siempre ha encontrado en la Asamblea General un gran apoyo, ante la imposibilidad de hacerlo en el Consejo de Seguridad por el veto de Rusia.

Pero cada vez son más las voces del Sur Global que reclaman una solución pacífica tras un año y medio de guerra, que ha tenido consecuencias en todo el mundo con el aumento de los precios de los alimentos, en particular para los más vulnerables.

Recordemos que Ucrania es uno de los principales productores de cereales del mundo.

Más de 140 mandatarios desfilarán a partir de hoy por la tribuna de la 78º Asamblea de la ONU en un mundo fragmentado y asolado por crisis como la del COVID-19, la climática, la escalada de conflictos en África, en Ucrania, la crisis migratoria o la inflación.

A ello se suman las tensiones geopolíticas sin precedentes en décadas, que han transformado al mundo en un espacio “multipolar y menos multilateral”, como lo definió Borrell.

El primero en hablar este martes será Brasil, seguido de Estados Unidos, Colombia y Cuba, representados por sus respectivos mandatarios.

Los grandes ausentes de esta cita mundial serán los mandatarios de Rusia, China, Francia, Reino Unido, todos ellos miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Por América Latina no asisten los mandatarios de México ni Venezuela.

La participación de militares rusos durante el Desfile Cívico-Militar del sábado pasado desató nuevas críticas sobre la postura del país ante la invasión rusa a Ucrania.

La embajadora de Ucrania en México, Oksana Dramaretska, afirmó que el acto conmemorativo se vio “mancillado” por los militares rusos porque “sus botas y manos de criminales de guerra están manchadas de sangre”.

“¿Cómo de coherente es, señor Andrés Manuel López Obrador, su política de neutralidad y su condena de la agresión contra mi país?”, se preguntó Dramaretska en un mensaje publicado en X.

A las críticas también se sumaron diversas voces de la oposición, como el senador independiente Emilio Álvarez Icaza, quien expresó que “miles de ucranianos muertos bajo bombardeos rusos, y hoy el ‘humanismo mexicano’ se coloca del lado de Putin el invasor”, refiriéndose al presidente de Rusia Vladímir Putin.

Aunque López Obrador ha defendido en reiteradas ocasiones la neutralidad de México frente a la guerra en Ucrania, algunos han acusado al mandatario de tener preferencia por Rusia.

México tardó en expresar una postura clara de rechazo a la invasión rusa a Ucrania y se negó apoyar cualquier sanción sobre Rusia que no fuera aprobada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, lo que puso en duda la neutralidad del nuestro país ante el conflicto bélico.

El mandatario mexicano también cuestionó los envíos de armas y dinero de Estados Unidos y otros países a Ucrania, y propuso la creación de un comité internacional para promover un diálogo y lograr la paz en Ucrania.

La virtual candidata de la oposición a la Presidencia, Xóchitl Gálvez, también se manifestó sobre la polémica desatada.

En sus redes sociales, indicó que ella sueña que en el desfile del 2025, esté un contingente de Ucrania y no uno de Rusia ni de Nicaragua. “Los contingentes extranjeros deben ser digna compañía de nuestras fuerzas armadas”, señaló.

Y es que en el Desfile también intervinieron representaciones de China, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Venezuela, entre otros.

Estas últimas delegaciones, también ocasionaron críticas al gobierno, por haberles extendido una invitación a participar.

Al respecto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, defendió la participación del contingente ruso en un desfile Cívico-Militar, pues dijo, es tradición invitar a todos los países.

“En el desfile marcharon, desfilaron, contingentes de Rusia. Hicieron un escándalo. Me llamó la atención porque también desfilaron de China y no hubo tanto escándalo, todo fue Rusia. Se invitó a todos los Gobiernos con los que México tiene relaciones, siempre se hace”, respondió el mandatario al ser consultado sobre el tema.

López Obrador desestimó las críticas, al insistir en que es costumbre invitar a todos los países al desfile, como también lo hizo el expresidente derechista Felipe Calderón.

“Fue un escándalo, nosotros tenemos relaciones con todos los países del mundo, y a todos se invita, pero no es a partir de que estoy yo como presidente, siempre se ha hecho”, insistió.

El mandatario explicó que, en el desfile, las invitaciones están a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

“El día 15 (de septiembre) vinieron comisiones, incluso hasta secretarios de Defensa, de dos o tres países y representaciones militares de muchos países del mundo. Estuvo el comandante del Comando Norte de Estados Unidos el día 15, en entrevista con el secretario de la Defensa y así otros representantes militares”, añadió.

Rusia garantizó hoy el apoyo de Corea del Norte en su “lucha santa” en Ucrania en el marco del encuentro de Vladímir Putin y el líder norcoreano, Kim Jong-un, en la que ambos exhibieron su sintonía y el rechazo al imperialismo occidental.

“Rusia se ha levantado ahora en una lucha santa para la defensa de su soberanía y seguridad (…). Nosotros siempre hemos apoyado y apoyamos todas las decisiones del presidente Putin”, dijo Kim durante el segundo encuentro entre ambos desde 2019 en el cosmódromo ruso de Vostochni, en la región siberiana de Amur.

El dirigente norcoreano llegó al territorio ruso en medio de fuertes sospechas de Occidente sobre la intención de ambos países de reforzar la cooperación militar y espacial a través de un acuerdo de suministro de armas y tecnología.

Según fuentes occidentales, Kim estaría dispuesto a apoyar la guerra de Moscú con “millones” de proyectiles y munición para artillería.

Kim viajó a Rusia con una delegación que incluía a su hermana Kim Yo-Jong, y a los ministros de Defensa y de Exteriores, así como el director del Departamento Industrial de Munición y el secretario para Ciencia y Educación del Comité Central del Partido de los Trabajadores, ligado al programa espacial norcoreano.

Pese a las advertencias de Occidente y Asia de que puede haber nuevas sanciones para ambos países, Putin y Kim mostraron su disposición a reforzar los lazos militares.

“Hay ciertas restricciones. Rusia cumple todas estas restricciones, pero hay cosas sobre las que, por supuesto, podemos hablar (…). Aquí también hay perspectivas”, dijo el jefe del Kremlin al término de la cumbre.

El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, advirtió que, si Occidente pretende impulsar una nueva resolución de sanciones contra Corea del Norte en el Consejo de Seguridad, no contará con el apoyo ni de Rusia ni de China.

Mientras Rusia necesita a Corea del Norte para poder sostener su esfuerzo bélico en Ucrania, el régimen de Pyongyang busca el apoyo de Moscú para desarrollar su sector espacial.

El líder norcoreano de hecho mostró “un gran interés por los cohetes”, dijo el jefe del Kremlin, quien mostró a su homólogo en el cosmódromo de Vostochni el ensamblaje de los cohetes Angará y el complejo de lanzamiento de los portadores Soyuz-2.

Putin y Kim también hablaron sobre el desarrollo de la agricultura, sector en el que Rusia, “por supuesto, tiene algo que ofrecer”, indicó el mandatario ruso, que recordó que Moscú envía ayuda humanitaria a Corea del Norte.

Kim adelantó a Putin que las relaciones con Moscú son ahora la “máxima prioridad de Pyongyang”. “Espero que siempre luchemos juntos contra el imperialismo y la construcción de estados soberanos”, enfatizó.

Kim se mostró convencido de la victoria de Rusia en su “operación militar especial” en Ucrania, eufemismo con el que Moscú se refiere a la guerra que lanzó en el país vecino hace 567 días.

Estados Unidos advirtió este martes a Corea del Norte de que “pagará un precio en la comunidad internacional” si suministra armamento a Rusia destinado a la guerra en Ucrania.

El gobierno de Joe Biden llamó a Pyonyang a que respete su compromiso público de que no apoyará con armas a Rusia.

“Proporcionar armas a Rusia para usarlas en el campo de batalla contra silos de grano e infraestructura de calefacción de las principales ciudades mientras nos acercamos al invierno para tratar de conquistar territorio de otra nación soberana no va a dejar bien a Corea del Norte y pagará un precio por ello en la comunidad internacional”, indicó el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.

En conferencia de prensa, el representante estadounidense destacó Washington seguirá buscando oportunidades para disuadir a los norcoreanos de dar ese paso.

Estados Unidos ya había denunciado la semana pasado que la negociación entre Rusia y Corea del Norte para la compra de armas avanzaba activamente y que, de llevarse a cabo, permitiría a Moscú recibir múltiples tipos de municiones.

Ayer, los diarios The New York Times y The Washington Post publicaron que el líder norcoreano, Kim Jong-un, planea viajar a Rusia este mes para hablar con el presidente ruso, Vladímir Putin, y sellar ese intercambio militar.

El Kremlin se negó a confirmar ese posible encuentro, que según la información difundida, podría producirse en próximo domingo en la ciudad de Vladivostok.

Sullivan recordó que, aunque poseen información de que Jong-un “tiene expectativas de que la discusión prosiga, incluso entre líderes y tal vez en persona”, no puede “entrar en detalles” al respecto.

A su vez, el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Vedant Patel, subrayó que Estados Unidos “ha sido increíblemente claro sobre las potenciales consecuencias de que cualquier país adopte medidas que apoyen a Rusia a avanzar en su ilegal e injusta guerra”.

Estados Unidos afirmó este viernes que el avance de las fuerzas ucranianas “en las últimas 72 horas” ha sido “notable” en el sur del país y señaló que Washington está centrado en que estén preparadas para mantener ese progreso.

“Hemos visto un avance notable. Eso no quiere decir que todavía no les quede una dura lucha por delante a medida que intentan seguir avanzando más hacia el sur”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.

Y es que Ucrania ha expandido su contraofensiva en el frente suroriental, mientras que Rusia ha sufrido nuevos ataques con vehículos aéreos no tripulados ucranianos en cinco regiones, incluida la de Pskov, objetivo ya el miércoles de drones enemigos que Kiev lanzó desde territorio ruso.

“Estamos centrados en asegurarnos de que (los ucranianos) están preparados para mantener ese progreso y de que tienen las herramientas y técnicas. Tienen la formación, tienen las capacidades para continuar ese progreso al ritmo que ellos decidan apropiado”, añadió Kirby.

El representante de la Casa Blanca destacó que, independientemente de lo sucedido en las últimas 24 horas, “no se puede negar” que las fuerzas ucranianas han avanzado, aunque en algunas zonas se haya ido más lento de lo que se preveía.

“Ellos han peleado cada día con valentía y nosotros hemos intentado darles lo que necesitan”, aseguró.

Esta semana, el Gobierno de Estados Unidos anunció el envío de un nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania valorado en 250 millones de dólares que incluye gran cantidad de municiones para hacer frente a la invasión rusa.

Desde el inicio de la guerra en febrero de 2022, Washington ha destinado poco más de 60 mil millones de dólares a Ucrania, incluyendo más de 43 mil en asistencia militar.

Este viernes, las autoridades rusas anunciaron la puesta en servicio de los misiles estratégicos intercontinentales Sarmat, capaces de lanzar múltiples ojivas nucleares. Según dijo en abril el presidente ruso, Vladímir Putin, el Sarmat “garantiza de manera fiable la seguridad de Rusia de las amenazas externas”.

Kirby dijo no poder confirmar esa puesta en servicio, pero recalcó que si Moscú se apoya tanto en misiles balísticos es porque “no puede volar de forma segura e independiente en el espacio aéreo ruso o ucraniano”.

El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, admitió hoy por primera vez que varias unidades militares rusas penetraron en Ucrania desde territorio bielorruso en el marco de la operación militar que Rusia inició el año pasado..

“Sí, algunas unidades (del Ejército ruso) cruzaron la frontera de Ucrania”, afirmó en una entrevista con la exiliada periodista ucraniana Diana Pánchenko, antigua presentadora del canal prorruso NewsOne, clausurado por Kiev, publicada en YouTube.

Hasta el momento, Bielorrusia, el aliado más cercano de Rusia en su invasión a Ucrania, no había admitido públicamente haber permitido a Moscú usar su territorio para atacar el país vecino.

Lukashenko instó a la periodista a preguntarle al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, “por qué las tropas rusas cruzaron la frontera entre Bielorrusia y Ucrania por la región de Chernóbil”.

“Nadie puede reclamarme nada, ningún soldado bielorruso cruzó la frontera. Pero ustedes (los ucranianos) nos provocaron. Cuatro unidades ucranianas armadas con misiles Tochka U se emplazaron junto a nuestra frontera. Mucho antes del 24 de febrero”, fecha en que comenzó la ofensiva rusa, dijo.

Según el presidente bielorruso, “para muchos esto fue una sorpresa y para nosotros fue una sorpresa”, pese a que Occidente llevaba meses advirtiendo sobre las intenciones rusas de atacar a Ucrania.

Lukashenko denunció que estas unidades ucranianas apuntaron los misiles contra territorio bielorruso, pero “los militares rusos las destruyeron en cuanto entraron”.

“Nos acusan de que nosotros promovimos el comienzo de la guerra. Pero no, la guerra ya estaba en marcha. Y ustedes la desataron, los ucranianos la desataron, la guerra con Bielorrusia. La guerra económica, ante todo”, reclamó.

Recordó que Ucrania declaró el bloqueo aéreo a Bielorrusia “antes de que lo hicieran los europeos”, y requisó miles de vagones con fertilizantes bielorrusos en el puerto de Odesa, en el mar Negro.

Según el mandatario, “esto podía y debía de haberse evitado” y recalcó que cualquier negociación entre Ucrania y Rusia debe arrancar “sin condiciones previas”.

El ministro de Asuntos Exteriores indio, Subrahmanyam Jaishankar, confirmó este miércoles que Ucrania no fue invitada a la próxima Cumbre del G20 que se celebra en India los próximos 9 y 10 de septiembre, donde sí se espera que esté Rusia, miembro permanente.

En un encuentro en Nueva Delhi con medios internacionales, el ministro insistió que India ha invitado a 9 países: España, Bangladés, Nigeria, Islas Mauricio, Egipto, Holanda, Omán, Singapur y Emiratos Árabes Unidos, y fue enfático en señalar que ninguno más participará en la cita.

“En el G20 somos 20 países, todos están invitados, y hemos invitado a 9 países más, hay 195 en el todo el mundo, los demás no estarán”, se limitó a decir.

El funcionario recordó que el primer ministro indio, Narendra Modi, se reunió en varias ocasiones en el pasado con su homólogo ucraniano así como que ambos países mantienen “fuertes y sustanciales relaciones” en diversas áreas.

“Tomamos la posición (de no invitar a Ucrania) porque el G20 es una organización de crecimiento y desarrollo y queremos que el foco de la reunión sea ese, el G20 no es el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, su objetivo no es resolver conflictos”, aseveró.

El Grupo de los 20 (G20), creado en 1999, está formado por Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Corea del Sur, Rusia, Arabia Saudí, Sudáfrica, Turquía, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea.

Todos juntos representan alrededor del 85% del PIB mundial, más del 75% del comercio mundial y alrededor de dos tercios de la población mundial.

Recordemos que en la cumbre anterior celebrada en Indonesia en noviembre del pasado año, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sí estuvo invitado, aunque optó por enviar un vídeo grabado.

Como han venido diciendo varios representantes indios, el país pretende que la reunión de jefes de Estado y de Gobierno del G20 se centre en asuntos de desarrollo y que la guerra de Ucrania no ocupe el centro de la discusión.

En esa línea, el ministro precisó que las voces de todos los países del mundo -y no solo la de Ucrania- “deben ser escuchadas” para saber “los problemas que tienen” y los “factores comunes” que comparten las naciones.

Arabia Saudí confirmó hoy que se celebrará mañana una reunión de asesores de seguridad nacional y representantes internacionales para abordar la crisis de Ucrania, en la ciudad de Yeda, con el objetivo de restablecer una “paz justa” de acuerdo a la fórmula ucraniana.

Según un comunicado publicado por la agencia de noticias oficial saudí, SPA, este encuentro se enmarca en la continuación “de las iniciativas humanitarias y esfuerzos realizados por el príncipe heredero, Mohamed bin Salman”, y los contactos que realizó “con los líderes ruso y ucraniano desde los primeros días de la crisis”.

Además, el gobierno Saudí expresó su disposición para “contribuir a alcanzar una solución que conduzca a una paz duradera” y a “mitigar los efectos de la crisis y sus repercusiones humanitarias” a través del intercambio de puntos de vista, la coordinación y el debate a nivel internacional sobre las formas de resolver la crisis de Ucrania mediante vías diplomáticas y políticas.

El encuentro contará con la participación de asesores de jefes de Gobierno y de representantes de Ministerio de Exteriores para allanar el camino hacia una cumbre de líderes que Kiev aspira a organizar este otoño en torno a la Fórmula de Paz del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.

La cita reunirá a altos responsables de hasta 30 países, muchos occidentales, y también participarán Brasil y la India, entre otras potencias, y este viernes se confirmó además la presencia de China.

El portavoz de la oficina presidencial ucraniana, Andriy Yermak, apuntó esta semana en el portal Ukrinform que “la fórmula de paz de Ucrania contiene diez puntos fundamentales, que además de garantizar la paz para Ucrania crearán mecanismos para contrarrestar conflictos futuros”, entre los que se contempla la retirada de las tropas rusas de su territorio.

La reunión de Yeda daría seguimiento a otra celebrada en junio en Copenhague entre representantes de Ucrania, Estados Unidos, países europeos, Brasil, la India, Turquía y Sudáfrica y de la que apenas trascendió información.

Una serie de ataques rusos con drones causaron este miércoles daños en las infraestructuras portuarias de Ucrania en el Danubio, cruciales para el tránsito de granos tras el fin de un acuerdo de exportación con Rusia.

Kiev, la capital, también fue blanco de artefactos explosivos, pero todos fueron derribados, según las autoridades ucranianas.

Desde que Rusia puso fin en julio pasado al acuerdo que permitía a Kiev exportar pese a la guerra, dos pequeños puertos fluviales ucranianos fronterizos con Rumania, Reni e Izmaíl, en la región de Odesa, se han convertido en la principal ruta de salida para los productos agrícolas ucranianos.

Desde entonces, Moscú ha multiplicado los ataques contra las infraestructuras portuarias ucranianas.

Los drones del miércoles, de tipo Shahed y fabricación iraní, apuntaron al sur de la región de Odesa, dijo el ejército ucraniano en Telegram, sin especificar la ubicación, pero explicando que “el objetivo evidente del enemigo era la infraestructura portuaria e industrial de la región”.

Por su parte el fiscal general de Ucrania explicó en un comunicado que “las instalaciones portuarias y la infraestructura industrial en el Danubio” se vieron afectadas, dañando un elevador, varios silos de cereales, tanques de terminales de carga, depósitos y locales administrativos.

No se reportaron víctimas a pesar de los ataques que causaron un incendio, dijo el gobernador de la región, Oleg Kiper, en Telegram.

El ataque ruso con drones iraníes ha destruido 40,000 toneladas de grano destinado a África, China e Israel, según el Ministerio de Desarrollo Territorial de Ucrania.

“Los ataques contra los puertos ucranianos son una amenaza para el mundo”, afirmó el viceministro de dicho Ministerio, Oleksadr Kubrakov, a través de su cuenta en twitter.

Los bombardeos en esta zona comenzaron después del fin del acuerdo que, bajo los auspicios de la ONU y Turquía, había permitido la exportación de 33 millones de toneladas de cereales y oleaginosas ucranianos, a pesar de la invasión rusa.

En este sentido, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo a su homólogo ruso, Vladimir Putin en una llamada telefónica que “no se deben tomar medidas que aumenten las tensiones en la guerra entre Rusia y Ucrania”.

También enfatizó la importancia del acuerdo que considera un “puente para la paz”, según un resumen de la conversación de la oficina del líder turco.

En la misma llamada, Putin le pidió a Erdogan que ayude a Rusia a exportar cereales a los “países más necesitados” por la escasez de alimentos.

Rusia también dijo este miércoles que había empezado ejercicios navales en el mar Báltico, en los que participaron unos 30 buques de guerra. Durante los ejercicios, la armada practicará cómo proteger las rutas marítimas, transportar tropas y carga militar, y defender la costa, según el ministerio de Defensa ruso.

Antes de los puertos del Danubio, las fuerzas rusas habían atacado las infraestructuras portuarias ucranianas del Mar Negro varias veces en las últimas semanas, particularmente Odesa, desde donde se exportaba grano ucraniano.

Rusia ha incrementado en un 60% las exportaciones de cereales correspondientes a julio comparado con el mismo mes de 2022, coincidiendo con la renuncia del Kremlin a los acuerdos del grano con Ucrania, que tenía la mediación de Turquía y la ONU.

Las exportaciones de grano ascendieron a 5.68 millones de toneladas, según informó Yelena Tiúrina, directora del departamento de análisis de la Unión Rusa de Grano, a la agencia oficial RIA Nóvosti.

De ese volumen, 4.54 millones de toneladas correspondieron a trigo, lo que supone un alza del 50%, precisó la fuente

El principal cliente del grano ruso ha sido Arabia Saudí con 578,000 toneladas, seguido por Turquía, 518,000 toneladas; Egipto, 467,000 toneladas, e Israel, 345,000.

En cuanto a los países en desarrollo, Bangladesh importó 222,000 toneladas; Tanzania, 94,000 toneladas, y Sudán, 68,000.

“Nuevos compradores de trigo ruso son los países de América Latina. Por ejemplo, Brasil recibió 62,000 toneladas y Perú, 49,000 toneladas. El pasado año Brasil y Perú no compraron nuestro trigo”, explicó la funcionaria.

Un total de 33 países recibieron este mes cargamentos de trigo, siete países más que hace un año.

La Unión Rusa de Grano estima el potencial exportador de du país en 55-57 millones de toneladas de grano, lo que incluye 48-49 toneladas de cereal.

Según las estimaciones de Tiúrina, también aumentaron las exportaciones de maíz en un 40% (319,400 toneladas) y de cebada en un 160% hasta las 822,000 toneladas.

Por ello, el presidente ruso, Vladímir Putin, asegura que Rusia puede sustituir a Ucrania como suministrador mundial de cereal, aduciendo que produce mucho más cereal que su vecino.

La pasada semana durante la cumbre África-Rusia Putin prometió ayudar a seis países del continente: Burkina Faso, Zimbabue, Mali, Somalia, la República Centroafricana (RCA) y Eritrea, con cargamentos de cereales gratuitos, aunque el secretario general de la ONU, António Guterres, ya aseguró que dicha medida únicamente provocará un nuevo alza de los precios.

Putin recordó que Moscú ha enviado este año casi 10 millones de toneladas a África, de ellos 9 millones de toneladas de trigo, lo que demuestra su solidez como granero del continente.

Recordemos que Ucrania reconoció que la última semana los ataques rusos contra terminales portuarias en el mar Negro destruyeron 180,000 toneladas de grano destinado a la exportación.

Un ataque ruso destruyó este lunes un edificio residencial en el centro de Ucrania, dejando cinco muertos y decenas de heridos, en un momento en que Rusia intensifica sus bombardeos tras una serie de ataques con drones en su territorio.

Dos misiles rusos golpearon por la mañana la ciudad de Krivói Rog: uno impactó en un edificio de viviendas dejando cinco muertos, incluida una niña de diez años, y al menos 64 heridos, según el responsable de la administración militar de la ciudad, Oleksandr Vilkul.

“Bombardearon edificios residenciales, un edificio universitario, una intersección vial. Lamentablemente, hay muertos y heridos. Puede haber gente bajo los escombros”, dijo en Facebook el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, denunciando una vez más el “terrorismo ruso”.

En las imágenes difundidas por el mandatario, se podía ver un edificio de viviendas afectado en varios pisos. Otro misil impactó en un centro educativo que según las mismas imágenes, estaba completamente destruido.

El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, anunció que los ataques de Moscú contra infraestructuras militares ucranianas, habían “aumentado considerablemente” en respuesta a los ataques contra territorio ruso ocurridos en los últimos días.

Y es que la península de Crimea, territorio ucraniano anexionado por Rusia en 2014, así como otros territorios rusos, fueron atacados en las últimas semanas con drones; el domingo, un ataque con estos aparatos dañó dos edificios en un barrio de negocios de Moscú, aunque fueron daños menores.

Zelenski se mostró satisfecho el domingo por esos ataques, considerando que la guerra estaba llegando al fin “a Rusia”.

“Progresivamente, la guerra llega al territorio de Rusia, a uno de los centros simbólicos y sus bases militares. Es un proceso inevitable, natural y absolutamente justo”, declaró el mandatario ucraniano.

“Ucrania se está haciendo más fuerte”, agregó el presidente, advirtiendo que su país debía prepararse ante nuevos ataques contra infraestructuras energéticas el próximo invierno.

El ministro ruso de Defensa aseguró por su parte que la contraofensiva ucraniana, iniciada a principios de junio tras meses de preparación, estaba siendo “infructuosa” y que “las armas occidentales no están conduciendo al éxito” de Kiev, sino a “prologar el conflicto”.

El Kremlin consideró este lunes que los drones lanzados contra Moscú era un “acto desesperado” de Ucrania, cuya contraofensiva, según Rusia, es un fracaso.

Por su parte, la viceministra ucraniana de Defensa, Ganna Maliar, contradijo a Moscú calificando de “éxito” la actuación de las tropas ucranianas en el sur del país, donde han logrado recuperar nuevos territorios en los últimos dos meses.

Según Maliar, la contraofensiva en marcha ha permitido “liberar” 12.6 km2 de territorios ocupados, hasta un total de 204.7 km2 desde el inicio de la operación.

El sur de Ucrania sufrió su tercera noche consecutiva de bombardeos rusos que golpearon especialmente al puerto de Odesa, en el mar Negro, nuevo objetivo de Moscú desde que se retiró de un acuerdo de granos clave para la alimentación mundial.

Ucrania acusa a Rusia de atacar de manera específica sus infraestructuras portuarias con el objetivo de impedir cualquier posible reinicio de sus exportaciones de cereales.

Al menos dos civiles murieron en bombardeos en Odesa y Mikolaiv, otro puerto del sur de Ucrania, en la desembocadura del río Bug en el mar Negro, informaron las autoridades locales que difundieron imágenes de edificios en llamas y fachadas destrozadas.

La fuerza aérea ucraniana indicó que Rusia lanzó en total 38 misiles y drones contra las dos ciudades.

“Lamentablemente no es posible interceptar todos los misiles, en particular los misiles supersónicos Kh-22 y Onyx, que son muy difíciles de destruir”, precisó en Telegram Oleg Kiper, gobernador de la región de Odesa.

Estos misiles, que Rusia utiliza muy poco, ya fueron lanzados durante un ataque en la noche del martes contra terminales de granos e infraestructuras portuarias de Odesa y de Chornomorsk, destruyendo silos y 60,000 toneladas de cereales.

El ejército ruso informó hoy que “solo” atacó instalaciones militares en la región de Odesa y cerca de Mikolaiv.

Tras amenazas de parte de Moscú, Ucrania advirtió este jueves que todos los buques que naveguen el mar Negro hacia Rusia y zonas ocupadas por las tropas de Moscú podrán ser considerados “como transporte de mercancías militares con todos los riesgos asociados”.

Y es que recordemos que el inicio de la ofensiva rusa en febrero de 2022 provocó el bloqueo de los puertos ucranianos en el mar Negro hasta que en julio del año pasado se firmó un acuerdo mediado por Turquía y la ONU, que fue prolongado en dos ocasiones.

Sin embargo, el lunes pasado el Kremlin anunció que se retiraba del pacto después de meses quejándose del incumplimiento de una disposición del acuerdo para exportar sus productos agrícolas y fertilizantes.

Tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, la exportación de cereales por parte de Kiev se vieron fuertemente afectada hasta convertirse en un arma de guerra.

Con la mediación de Turquía y la ONU, Kiev y Moscú acordaron hace un año una serie de medidas para garantizar la seguridad de los buques que llevan granos ucranianos a los mercados internacionales, un pacto conocido como la “Iniciativa del Mar Negro”.

Dicho acuerdo expiró este 17 de julio, y aunque se esperaba una renovación, Rusia decidió suspenderlo con el argumento de que las sanciones que sufre debido a su agresión contra Ucrania impiden que se cumpla la parte del acuerdo que debe garantizar también las exportaciones de alimentos y fertilizantes rusos.

“En la práctica, los acuerdos del mar Negro expiraban hoy. Lamentablemente, la parte del acuerdo del mar Negro que se refiere a Rusia no se ha cumplido. Por ello, (el acuerdo) pierde su vigor”, dijo hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

El funcionario ruso se refería a la reconexión del banco agrícola ruso, Rosseljozbank, al sistema bancario internacional SWIFT, el levantamiento de sanciones a repuestos para la maquinaria agrícola, el desbloqueo de la logística y seguros de transporte, el descongelamiento de activos y la reanudación de la tubería de amoniaco Togliatti-Odesa, que explotó el 5 de junio.

Rusia rechazó así la prolongación del acuerdo, horas después de que drones navales atacaran un puente estratégico que conecta su territorio con la península anexada de Crimea, y que es clave para transportar suministros a los soldados rusos en Ucrania.

“Tan pronto como la parte del acuerdo relativa a Rusia esté satisfecha, el país volverá inmediatamente al acuerdo sobre los cereales”, advirtió.

El acuerdo ha permitido exportar más de 32 millones de toneladas de grano ucraniano.

El presidente Vladimir Putin denunció la semana pasada que los intereses de Moscú estaban siendo ignorados.

Al respecto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aseguró que nunca acordaron pacto alguno con Rusia para la exportación de grano y que el corredor abierto a través del mar Negro puede seguir utilizándose a pesar de la salida de Moscú.

“Teníamos dos acuerdos: Ucrania, Turquía y la ONU; y otro acuerdo, el de Rusia, Turquía y la ONU”, aseguró Zelenski en una entrevista con medios africanos y cuyas citas han sido difundidas por su portavoz, Sergi Nikiforov.

En ese sentido, Zelenski aseguró que cuando Rusia anuncia que pone fin al acuerdo de exportación de grano lo que está haciendo es “romper” sus acuerdos con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, y con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Aclaró que su gobierno “no tenía ningún acuerdo con ellos”. Zelenski informó que ordenó al Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania para que haga saber a las autoridades de Naciones Unidas y Turquía la predisposición de Kiev a continuar con dicha iniciativa.

Por su parte el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró este lunes que seguirá intentando reactivar el acuerdo para facilitar la exportación de cereal ucraniano a través del Mar Negro.

Erdogan se mostró optimista de que el presidente ruso, Vladímir Putin, accederá a reactivarlo.

“Creo que mi amigo, el señor Putin, desea que este puente humanitario (el corredor de cereales) continúe”, dijo el mandatario turco a la prensa en Ankara poco antes de partir en una gira por Arabia Saudí, Catar y los Emiratos Árabes Unidos.

En tanto, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó de “medida cínica” la decisión de Rusia de suspender el acuerdo de exportación de grano a través del Mar Negro, y añadió que la Unión Europea seguirá trabajando para garantizar la seguridad alimentaria de los países pobres.

“Condeno de forma enérgica la cínica decisión rusa de poner fin a la iniciativa de los cereales del Mar Negro, a pesar de los esfuerzos de la ONU y Turquía. La UE trabaja para garantizar la seguridad alimentaria de los más vulnerables del mundo. Los carriles de solidaridad de la UE seguirán sacando productos agroalimentarios de Ucrania y llevándolos a los mercados mundiales”, tuiteó Von der Leyen.

El responsable de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, calificó de injustificada la decisión de Moscú, a la que acusó de estar utilizando los alimentos como arma en el conflicto con Ucrania.

Finalmente, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, dijo que Rusia cometió “otro acto de crueldad” al suspender el acuerdo del mar Negro, ya que con ello dio “otro golpe a los más vulnerables del mundo”.

La embajadora dijo que los acuerdos del mar Negro han traído estabilidad a los precios de los alimentos en un mundo donde 345 millones de personas viven altos niveles de inseguridad alimentaria, una cifra que ha crecido con “la brutal guerra contra Ucrania”.

“Esto es lo que pasa cuando un país decide tomar a la humanidad entera como rehén (…) mientras Rusia se dedica a los juegos políticos, la gente de verdad sufre”, insistió, e instó a la comunidad internacional a obligar a Rusia a revertir si decisión, volver a las negociaciones y expandir el campo de aplicación de los acuerdos.

Los países de la OTAN decidieron este martes que invitarán a Ucrania a adherirse a la alianza “cuando se cumplan las condiciones”, pese a la presión del mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, para obtener una vía más clara a la membresía.

“Presentaremos una invitación para que Ucrania se una a la OTAN cuando los aliados estén de acuerdo y se cumplan las condiciones”, dijo el secretario general de la alianza transatlántica, Jens Stoltenberg.

El anuncio fue formulado al fin de la primera jornada de una cumbre de la OTAN en Vilna, la capital de Lituania.

Al ser consultado sobre las “condiciones” que deberían cumplirse, Stoltenberg mencionó la modernización de las instituciones de defensa y seguridad de Ucrania, el combate a la corrupción y la interoperabilidad logística con el resto de la alianza.

En la actualidad, añadió, hay una guerra “y, por lo tanto, creo que los aliados están de acuerdo en que mientras la guerra continúe, no es momento para hacer de Ucrania un miembro de pleno derecho de la alianza”.

Como gesto de buena voluntad, sin embargo, los países de la OTAN también acordaron remover la exigencia del Plan de Acción de Membresía (Membership Action Plan, MAP en inglés) ucraniano para acceder a la alianza.

El MAP, exigido a aspirantes a la adhesión, incluye asistencia técnica y política de la alianza y soporte práctico específico en áreas como defensa, economía, seguridad y normativa legal.

Zelenski volvió a defender su causa en un mitin público en Vilna, donde mañana participará como invitado de la cumbre.

“La OTAN dará seguridad a Ucrania, Ucrania fortalecerá a la OTAN”, proclamó junto al presidente lituano, Gitanas Nauseda, antes de que se izara una bandera ucraniana traída desde Bajmut, principal teatro de batalla durante meses entre las fuerzas rusas y ucranianas.

Antes de viajar a Vilna, Zelenski criticó amargamente la “incertidumbre” y la “debilidad” de la OTAN sobe definir el camino de Ucrania a la membresía e indicó que esa actitud estimula el “terror” ruso.

Rusia indicó que sigue “muy de cerca” la cumbre de Vilna, en la que ve “un fuerte carácter antirruso”.

Recordemos que cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció la intervención militar en Ucrania, el 24 de febrero de 2022, exigió entre otros puntos que la exrepública soviética tuviese un “estatus neutral” y garantías de que nunca entraría a la OTAN.

Finalmente, y como expresión de apoyo, varios países de la OTAN anunciaron más entregas de armas a Ucrania.