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Xi Jinping pidió a todo el pueblo chino que se mantenga unido como “una pieza de acero duro” bajo la dirección del Partido Comunista de China (PCC).

Xi hizo estas declaraciones cuando participó en un debate de grupo con los delegados de la región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi, en el sur de China, en el marco del XX Congreso Nacional del PCCh.

Xi indicó que el XX Congreso Nacional del PCCh señala aún más la dirección para el desarrollo de la causa del Partido y del país, y sirve como una declaración política y un programa de acción para que el Partido una al pueblo chino para defender y desarrollar el socialismo con peculiaridades chinas.

Cinco delegados de Guangxi compartieron sus opiniones sobre el informe presentado por Xi ayer al XX Congreso Nacional del PCCh en su sesión inaugural, y expresaron su respaldo unánime al informe.

El informe presentado al XX Congreso Nacional del PCCh subraya que todo el Partido debe persistir en la supremacía del pueblo, en la autoconfianza y el autosostenimiento, en la preservación de principios fundamentales y en la innovación, en tomar la resolución de los problemas como rumbo orientador, en una visión sistémica, así como en tener en cuenta al resto del mundo.

Xi instó a hacer esfuerzos para obtener un buen dominio de los seis puntos mencionados y hacer un buen uso de ellos mientras se implementa el trabajo del Partido y del país en diversos campos y durante todo el proceso.

El PCCh ha logrado avanzar y expandir la modernización china en la nueva era, dijo Xi, y agregó que el informe al congreso del Partido exponía las características chinas y los requisitos esenciales de la modernización china.

Pidió seguir adelante con confianza, defender los principios fundamentales y abrir nuevos caminos, y esforzarse por abrir nuevos capítulos en la construcción de un país socialista moderno en todos los aspectos.

La causa del Partido y del país ha resistido los peligros potenciales y ha superado las dificultades en la última década, logrando una serie de avances y cosechando resultados emblemáticos uno tras otro, sostuvo Xi.

Las principales políticas, principios, planes y decisiones del Comité Central del PCCh han demostrado ser correctos en todos los sentidos, defendió.

En el marco del Congreso, que se celebra cada cinco años, el subsecretario del Comité de Disciplina e Inspección del partido, Xiao Pei, anunció que más de 5 millones de sus miembros han sido investigados por corrupción en los últimos 10 años y que ha presentado cargos formales contra 553.

El partido tiene 96 millones de miembros y tradicionalmente mantiene la disciplina mediante un sistema combinado de ofrecer recompensas o aplicar castigos a todo el que acepte sobornos, venda favores o abuse de su poder.

Así, 207,000 funcionarios han recibido algún tipo de castigo en los 10 años desde que el actual líder Xi Jinping asumió el cargo.

Xi, quien ahora busca un tercer período como jefe del partido y gobierno, ha hecho de la lucha contra la corrupción una de las prioridades de su administración.

Xiao indicó que la mayoría de los investigados ya habían sido acusados antes, y que solo para un 11% de los castigados era la primera vez que incurrían en esas infracciones en los últimos cinco años.

“La propagación de la corrupción ha sido contenida decididamente”, expresó Xiao, añadiendo que “las políticas diseñadas y la alta presión” han llevado a 80,000 miembros del partido a admitir que violaron las normas en los últimos cinco años.

La lucha contra la corrupción ha sido sumamente popular entre la población, y además le ha servido de herramienta a Xi para hacer a un lado a potenciales rivales.

Además, China decidió este lunes aplazar la publicación de las cifras de crecimiento del tercer trimestre, así como de otros indicadores económicos, sin ofrecer una explicación de dicha decisión, sin embargo, llega a un día de haber iniciado el Congreso del Partido Comunista.

La Oficina Nacional de Estadísticas debía presentar este martes una serie de indicadores, entre ellos el dato del PIB para el tercer trimestre, que muchos analistas pronosticaron que será el más débil desde 2020, con la economía lastrada por las restricciones anticovid y una crisis inmobiliaria.

Para millones de chinos, los agotadores confinamientos aplicados para erradicar el COVID-19 han dejado un legado de miseria y sufrimiento. Pero para el presidente Xi Jinping, las restricciones sanitarias son un triunfo.

La política de Xi de cero tolerancia al COVID ha sido una herramienta fundamental de su campaña para afianzar su autoridad sobre China y el gobernante Partido Comunista (PCC).

La recta final de la campaña arranca este domingo, cuando miles de delegados del partido se congregarán en Pekín con motivo del Congreso del partido en el que Xi espera asegurar un inédito tercer período presidencial. El evento del Partido Comunista chino se prolongará hasta el 22 de octubre.

Mientras el resto del mundo pasó a convivir con el COVID-19, Xi se aferró a las políticas draconianas dirigidas a erradicar el virus.

Ese enfoque paralizó en buena medida la segunda economía mundial, ya golpeada por el endeudamiento de su sector inmobiliario y el elevado desempleo juvenil.

Pero Xi insiste en que la política de cero COVID es la ruta más “económica y efectiva”, mientras mantiene políticas que han profundizado el control estatal sobre la vida de los 1,300 millones de habitantes del país.

La parte más visible de la campaña son los confinamientos, a veces con decenas de millones de personas encerradas durante semanas o meses en casa.

Expertos también han señalado que durante la década de poder de Xi Jinping, China construyó la mayor flota militar del mundo, modernizó el ejército más numeroso del mundo y amasó un arsenal balístico y nuclear capaz de poner en apuros a cualquier enemigo.

Además, se menciona que entre los logros Xi  destaca haber sacado a decenas de millones de la pobreza con una economía efervescente gracias a la tecnología, las cadenas de suministro industriales y la energía.

Esto trajo nuevas libertades y oportunidades a la población, así como desafíos inesperados para un partido que prioriza el control y su supervivencia.

“Cada uno tiene sus propios ideales, aspiraciones y sueños”, dijo Xi en un discurso el 29 de noviembre de 2012, poco después de convertirse en secretario general del partido. “En mi opinión, realizar el gran rejuvenecimiento de la nación china es el mayor Sueño Chino”, afirmó.

Pero, ¿qué más hay detrás del Congreso del Partido Comunista? ¿Xi Jinping logrará mantenerse en el poder? Eso y más lo analiza Ana Paula Ordorica con Marusia Musacchio, maestra en estudios asiáticos por Harvard.

El Partido Comunista de China (PCC) abrirá el 16 de octubre su 20º Congreso, donde se definirá si el presidente Xi Jinping accederá un inédito tercer mandato al frente de la potencia asiática.

La fecha del Congreso, que se celebra cada cinco años, fue anunciada este martes por los medios oficiales chinos.

En el último congreso, en 2017, el PCC incluyó en sus estatutos el “pensamiento” de Xi Jinping sobre “el socialismo con particularidades chinas” en sus estatutos. Un rango que coloca a Xi, secretario general del PCC desde 2012, en el podio de los fundadores del régimen, junto a Mao Zedong (1893-1976) y Deng Xiaoping (1904-1997).

Meses después, China modificó su Constitución para eliminar el límite de dos mandatos presidenciales, ejercido en las últimas décadas por el mismo dirigente que ocupa el cargo de secretario general del PCC.

Esta enmienda abre la vía para que Xi, de 69 años, permanezca al frente de la República Popular de por vida.

El Congreso de octubre debería dar lugar igualmente a una importante remodelación del comité permanente del Buró Político, el poderoso órgano de siete miembros que ostenta el poder real en China.

Según una tradición no escrita, algunos de los actuales miembros de este órgano están llegando a la edad en la que deben retirarse.

El Congreso del PCC, en el que participarán 2,300 delegados, se celebrará en “un momento clave en el que todo el Partido y los grupos étnicos del país están comprometidos con la construcción de un país socialista moderno”, afirmó la cadena estatal CCTV.

Aunque el régimen quiere dar una imagen de unidad, analistas advierten que al interior hay muchas rivalidades y el presidente sigue tratando de consolidar su poder.

Desde que Xi Jinping se convirtió en el hombre fuerte de la segunda economía mundial en 2012, más de 1.5 millones de funcionarios fueron sancionados en una campaña masiva contra la corrupción, según datos oficiales. Expertos señalan que esta campaña le sirvió a Xi a deshacerse de opositores dentro del PCC.

El Partido sigue asentado su legitimidad en la mejora del poder adquisitivo de la población, pero el Congreso de octubre llega en un contexto de fuerte desaceleración económica y con un fuerte aumento del desempleo, especialmente en los jóvenes.

La política de “cero covid”, defendida duramente por Xi, es además cada vez más criticada por la opinión pública y sobre todo por los círculos empresariales, preocupados por las amenazas que suponen los confinamientos y el paro de la actividad económica.

A nivel internacional, los puntos de discordia entre la China de Xi Jinping y su gran rival, Estados Unidos, se han multiplicado: el comercio y la tecnología, el tratamiento de la minoría uigur en Xinjiang, la represión en Hong Kong y las tensiones en torno a Taiwán.

La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, defendió que su polémico viaje a Taiwán “ha merecido la pena” y cuestionó la respuesta de China, a cuyo presidente ha acusado de actuar “como un matón asustado” por ordenar las mayores maniobras militares recientes en esa zona.

“Lo que China está haciendo es lo que suele hacer”, dijo Pelosi en varias entrevistas televisivas, con las que ha intentado salir al paso de las críticas recibidas por un viaje realizado al margen de la Administración de Joe Biden y que, a ojos de Pekín, resultó una “provocación”.

La tercera mayor autoridad de Estados Unidos ha asegurado que ha recibido un apoyo “abrumador” por parte de los dos principales partidos de su país, señalando que Pekín no puede “aislar” a Taiwán limitando las relaciones de la isla con otros gobiernos.

Y es que recordemos que China reivindica como parte de su territorio Taiwán, que de facto funciona como país independiente.

Para Pelosi, si Xi ha reaccionado con negativamente a la visita se debe a “sus propias inseguridades”, ya que considera que el mandatario chino, que aspira a un tercer mandato, se encuentra en una posición “frágil”, con “problemas” principalmente en el ámbito económico.

El Ejército chino emprendió la semana pasada ejercicios militares sin precedentes en torno a Taiwán, hasta el punto de dejar bloqueada la isla.

El Gobierno taiwanés ha acusado a Pekín de preparar lo que podría ser una invasión, una hipótesis que el presidente Joe Biden descartó esta semana.

El presidente estadounidense, Joe Biden, habló este viernes con su homólogo chino, Xi Jinping, quien indicó que los conflictos y enfrentamientos como los que se están produciendo en Ucrania no benefician a nadie, según reportaron los medios estatales de China.

Las relaciones de Estado a Estado no pueden avanzar a una fase de confrontación, y los conflictos y enfrentamientos no benefician a nadie, dijo Xi a Biden en una videollamada. “La crisis de Ucrania es algo que no queremos ver”, sostuvo el líder chino.

Xi dijo que China y Estados Unidos deben guiar las relaciones bilaterales por el buen camino y que ambas partes deben también asumir responsabilidades internacionales y hacer esfuerzos por la paz mundial.

La comunicación entre Biden y Xi, dos figuras clave para el curso de una guerra al otro lado del mundo, se da en momentos en que La Casa Blanca trata de impedir que Beijing provea ayuda militar o económica para la invasión de Rusia a Ucrania.

“Como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y como las dos principales economías mundiales, nos incumbe no sólo llevar las relaciones chino-estadounidenses por el buen camino, sino asumir nuestras responsabilidades internacionales y trabajar para la paz y la tranquilidad en el mundo”, dijo Xi según citó la cadena CCTV.

La reunión, la cuarta desde que el demócrata de 79 años asumió la presidencia de Estados Unidos, comenzó a las 09:03 hora local, según La Casa Blanca. Biden tomó el enlace desde la “Situation Room”, una sala ultrasegura de la Casa Blanca desde donde Estados Unidos lleva a cabo las operaciones más arriesgadas y las negociaciones más difíciles.

La Casa Blanca informó que durante la conversación, Biden describió las implicaciones y consecuencias si China brinda apoyo material a Rusia mientras realiza ataques brutales contra ciudades y civiles ucranianos.

“El Presidente subrayó su apoyo a una solución diplomática a la crisis”, enfatizó el gobierno estadounidenses.

Además, Biden reiteró que la política de Estados Unidos sobre Taiwán no ha cambiado y enfatizó que Estados Unidos continúa oponiéndose a cualquier cambio unilateral en el statu de dicho territorio.

Desde el comienzo de la invasión rusa el 24 de febrero, el régimen comunista chino, que mantiene una estrecha relación con Rusia, con la que comparte una profunda hostilidad hacia Estados Unidos, se ha abstenido de pedir al presidente ruso, Vladimir Putin, que retire sus tropas de Ucrania.

Pero la “amistad sin límite” profesada por Pekín y Moscú está en entredicho por la guerra, y el gobierno del presidente Xi Jinping parece sorprendido por la resistencia ucraniana y la dureza de las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados para aislar a Rusia de los intercambios económicos y financieros mundiales.

El presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo Andrés Manuel López Obrador, intercambiaron este lunes mensajes de felicitación por el 50 aniversario de las relaciones diplomáticas entre los dos países.

En una carta eviada, Xi recordó que tanto China como México son países con civilización e historia de larga data, y que los intercambios amistosos entre sus pueblos se vienen llevando a cabo desde la antigüedad.

Señala que desde el establecimiento de relaciones diplomáticas hace medio siglo, especialmente tras constituir su asociación estratégica integral en 2013, China y México han desarrollado sus nexos de manera ágil, beneficiándose de una creciente confianza política mutua e intercambios amistosos y cooperación en multitud de campos.

El presidente chino también dijo que, ante la peor pandemia del último siglo, China y México se han mantenido unidos prestándose ayuda mutuamente, lo que ha dado un ejemplo al mundo de solidaridad internacional en la lucha contra la COVID-19.

“El árbol de la amistad China-México ha florecido, con frutos abundantes, beneficiando de manera tangible a los pueblos de ambos países” añadió Xi, quien expresó su disposición a trabajar junto con López Obrador para aprovechar el aniversario como una oportunidad para unir fuerzas, construir sobre los éxitos del pasado y avanzar hacia el futuro.

Por su parte, López Obrador apuntó que durante los últimos 50 años, México y China han forjado juntos una amistad inquebrantable, y llevado a cabo amplios intercambios y cooperación en política, economía, educación y otras esferas, tal como lo demuestra la lucha conjunta de los dos países contra la pandemia de COVID-19.

Expresó que México agradece sinceramente y siempre recordará la ayuda y el apoyo mutuo en la lucha contra la pandemia.

Para conmemorar los festejo, se emitieron los sellos postales que plasman el Observatorio de Dengfeng y la pirámide maya de Kukulkán, que circularán simultáneamente en ambos países.

Se trata de su segunda emisión conjunta de timbres postales después de la que se llevó a cabo en 2007 con el Monte Gongga y el volcán Popocatépetl.

“Representan el espíritu de dos culturas en diálogo gráfico y la alianza de dos pueblos unidos en la cooperación, el comercio, la amistad y el respeto mutuo”, afirmó hoy en la conmemoración del aniversario el embajador mexicano en China, Jesús Seade.

Dentro de los festejos se iluminaron con los colores de la bandera mexicana edificios de quince ciudades del país asiático.

Seade afirmó hoy que la relación entre México y China es, cincuenta años después, “madura y dinámica” gracias a “la construcción de una sólida amistad y una cooperación diversificada”.

“Queremos seguir fortaleciendo los lazos. En México estamos seguros de que aún hay mucho espacio que explorar y potencial que desarrollar”, sostuvo el diplomático, quien agregó que su país apuesta por expandir la buena relación bilateral a todos los órdenes, desde artísticos a empresariales y educativos.

El embajador mexicano recordó que China es el segundo socio comercial global para México, que a su vez es el segundo aliado comercial de Pekín en América Latina y el Caribe.

El presidente estadounidense, Joe Biden, se reunirá virtualmente con su homólogo chino, Xi Jinping, el próximo lunes, 15 de noviembre, en su primer encuentro formal en medio de las crecientes tensiones entre Washington y Pekín, confirmó este viernes La Casa Blanca.

En la cita, según una nota oficial, los dos líderes discutirán “modos para gestionar de manera responsable la competición entre Estados Unidos y China, así como las maneras para trabajar juntos donde los intereses confluyan”.

Asimismo, agregó, Biden dejará claras las intenciones y prioridades de Estados Unidos y será “franco” sobre sus preocupaciones respecto a China.

El encuentro, previsto para la noche del lunes, será el primero formal entre ambos mandatarios desde que Biden asumió la Presidencia en enero de este año y llegará después de la conversación telefónica que mantuvieron los dos dirigentes en septiembre pasado.

En ella, Biden y Xi reconocieron su responsabilidad de asegurar que las disputas entre sus respectivos países “no derive en un conflicto”.

El mes pasado, el asesor de seguridad nacional de La Casa Blanca, Jake Sullivan, y el máximo responsable de la diplomacia china, Yang Jiechi, sostuvieron un encuentro en Suiza para relajar las tensiones entre las dos potencias, con fricciones tanto en los planos comercial, tecnológico, de derechos humanos y de seguridad, entre otros.

Sullivan planteó su inquietud por los derechos humanos en la región de Xinjiang y en Hong Kong, así como por la situación en el mar de la China Meridional y las últimas incursiones aéreas chinas cerca de Taiwán, que han provocado que las relaciones entre Taipéi y Pekín atraviesen su peor momento en las últimas décadas, según las autoridades de la isla.

Además, Washington y Pekín han estado discutiendo sobre temas que van desde los orígenes de la pandemia de COVID-19 hasta la expansión del arsenal nuclear chino. Funcionarios estadounidenses creen que el compromiso directo con Xi es la mejor manera de evitar que los lazos entre las dos economías más grandes del mundo se conviertan en conflictos.

Pekín también desea evitar la confrontación, ya que Xi enfrenta un año crucial por delante con la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín y un Congreso clave del Partido Comunista en el que busca asegurar un tercer mandato.

El Partido Comunista de China (PCCh) celebra este jueves sus cien años de existencia. Durante más de una hora, el presidente de China, Xi Jinping, habló de la historia y del futuro del partido en un discurso pronunciado en la icónica plaza pequinesa de Tiananmen.

La celebración de hoy fue relativamente sencilla para lo que acostumbra China, y es que durante junio y lo que resta de este mes, se han programado infinidad de actos, conferencias y espectáculos por todo el país en torno a la efeméride.

Arrancó con unos helicópteros sobrevolando la plaza componiendo en el cielo un enorme 100, seguidos de una decena de aviones que dejaron una estela de colores en el aire. Después sonaron cien espaciadas salvas de cañón, con los asistentes en pie en completo silencio, solo interrumpido por algunos pájaros y el sonido de las botas de un grupo de soldados de los tres ejércitos que desfiló, al compás de los cañonazos, sobre una alfombra roja que cubría el centro de la plaza.

Hasta que cesaron las salvas, se izó la bandera china y comenzó a hablar Xi desde la Puerta de la Paz Celestial, flanqueado a su derecha por el primer ministro, Li Keqiang, y a su izquierda por su antecesor al frente del partido y del país, Hu Jintao.

El presidente de China destacó que su país, ya “moderadamente próspero”, “nunca” volverá a “ser sometido” ni permitirá que ninguna fuerza extranjera le intimide.

Xi también aprovechó la ocasión para declarar que el país ha logrado convertirse en “una sociedad moderadamente próspera a todos los niveles”, el principal objetivo fijado en 2012 para el centenario del partido, que rige desde hace casi 72 años.

“Esto significa que hemos logrado una resolución histórica al problema de la pobreza extrema en China, y ahora avanzamos con paso decidido hacia el objetivo del segundo centenario: convertir a China en un gran país socialista y moderno a todos los niveles”, dijo el mandatario.

Xi incluyó en su mensaje la “reunificación” de Taiwán, cuya soberanía reclama Pekín, con la República Popular; y aunque el mandatario exigió “aplastar cualquier plan para la independencia” de la isla, también recuperó la idea de una reunificación “pacífica” tras haber amenazado en los últimos años con una intervención militar.

También habló de garantizar que “los hongkoneses gobiernen Hong Kong”, pero la ley de seguridad nacional impuesta por Pekín hace un año y la reforma del sistema electoral de la antigua colonia británica prácticamente han excluido a la oposición prodemocrática del debate político.

Otra de las señales destacadas fue la ausencia del influyente expresidente Jiang Zemin (1993-2003) entre especulaciones sobre su estado de salud a sus 94 años.

El Partido Comunista, dijo Xi, “seguirá persistiendo en la cooperación, la no confrontación, la apertura, buscando el beneficio mutuo y oponiéndose al hegemonismo y las políticas de poder”; indicó que el PCCh debe “continuar desarrollando el socialismo con características chinas”, al que consideró “un camino chino único para la civilización” que “ha creado un nuevo modelo para el progreso humano”.

Sostuvo que China está dispuesta a “aprender las lecciones que pueda de los logros de otras culturas” y que recibirán con agrado “las sugerencias útiles y las críticas constructivas”. “Sin embargo, nunca aceptaremos el sermoneo de quienes se creen con derecho a aleccionarnos”, aseveró.

Xi destacó que “el sueño chino del gran rejuvenecimiento de la nación”, que definió como “históricamente inevitable”, está más cerca, y apuntó que para alcanzarlo los chinos deben “estar preparados para trabajar más duro que nunca”.

En mensajes enviados por el aniversario, el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, abogó por llevar las relaciones con China a un “nuevo punto estratégico”.

En un mensaje de felicitaciones enviado al presidente Xi Jinping, en una aparente referencia al empeoramiento de la relación entre Pekín y Washington, Kim ha indicado además que las “fuerzas hostiles” se han embarcado en una misión para ejercer “presión de todo tipo” sobre China.

“A pesar de la situación internacional tan complicada, los dos países, con total fe en la justicia y la causa socialista y comunista, han acelerado su paso hacia un futuro brillante”, añadió Kim.

En tanto, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, felicitó al Partido Comunista, destacando los logros de la organización política.

“Cuba comparte la celebración con sentimientos de amistad, admiración y respeto por una organización política que ha llevado al pueblo chino a índices de desarrollo impresionantes”, escribió Díaz-Canel en Twitter.

Manifestó su deseo “de que continúen multiplicando éxitos en el desarrollo socialista”, y publicó imágenes de encuentros anteriores entre autoridades de ambos países.

Recordemos que el PCCh se fundó el 1 de julio de 1921 y desde la proclamación de la República Popular China, el 1 de octubre de 1949, ha sido el único partido gobernante del país.

El presidente chino, Xi Jinping, felicitó este miércoles al demócrata Joe Biden por su victoria en las elecciones presidenciales estadounidenses, informó la prensa estatal.

Estados Unidos y China “deben comprometerse a no buscar conflictos ni confrontaciones, al respeto mutuo y a un espíritu de cooperación” para promover la “noble causa” de la paz mundial y el desarrollo, dijo Xi en su telegrama, citado por los medios.

También el vicepresidente chino Wang Qishan felicitó a la compañera de fórmula de Biden, Kamala Harris, por ser elegida como la próxima vicepresidenta de Estados Unidos.

El mensaje de Jinping llega después de que Pekín evitase dar este paso en los días posteriores a los comicios ante la polémica desatada por el presidente Donald Trump. El Ministerio de Exteriores chino evitó en un primer momento el
reconocimiento de Biden como presidente electo y la felicitación no llegó hasta el 13 de noviembre, diez días después de las elecciones.

El telegrama del presidente chino se da después de que la Administración General de Servicios estadounidense haya dado luz verde a la transición, pese a que Trump sigue sin reconocer una derrota y habla abiertamente de fraude en la votación.

Xi Jinping, al igual que los líderes de Corea del Norte (Kim Jong-un), de Brasil (Jair Bolsonaro), de Rusia (Vladimir Putin), y de México (Andrés Manuel López Obrador), eran de los pocos que no habían felicitado a Biden por su triunfo.

En el caso de nuestro país, AMLO ha insistido en que la postura del gobierno es la de esperar a que las autoridades encargadas del proceso electoral en Estados Unidos decidan sobre el ganador.

“Queremos actuar con prudencia. Esperemos que las autoridades resuelvan y entonces nos vamos a pronunciar y reconocer lo que se decida en instancias competentes en los Estados Unidos de América”, afirmó el mandatario en una de sus conferencias matutinas.

En el marco de la felicitación, se informó que Joe Biden ofrecerá un mensaje a la nación este miércoles sobre los desafíos que enfrenta el país de cara a la festividad del Día de Acción de Gracias, que este año estará marcada por un aumento de casos de coronavirus.

El discurso buscará dar ánimos a los estadounidenses y se concentrará en los sacrificios que están haciendo de cara a las festividades de final de año, dijo su despacho, en momentos en que funcionarios de todo el país han pedido a las personas que permanezcan en sus hogares y eviten grandes aglomeraciones que pueden propagar el COVID-19.

Biden, quien reveló el ayer a su equipo de política exterior y seguridad nacional, dando comienzo a la transición formal de poder en La Casa Blanca, ha prometido que su gobierno tendrá como prioridad la lucha contra la pandemia.

Durante la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), se destacó la importancia de un comercio “libre y abierto” para superar la crisis provocada por la pandemia del Covid-19.

De forma retoma, y desde Malasia, la cumbre se realizó este viernes con la presencia de los mandatarios Xi Jinping y Donald Trump.

“Reconocemos la importancia de un comercio e inversiones libres, abiertos, justos, no discriminatorios, transparentes y predecibles para impulsar la recuperación económica en un tiempo tan exigente”, indica el comunicado acordado por los líderes de las 21 economías integrantes del APEC.

La cumbre había creado expectativas por las tensiones entre el presidente chino Xi Jinping y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que llamó la atención pues a diferencia del resto de los mandatarios conectados que utilizaron el fondo oficial de esta edición, que mostraba la residencia oficial del primer ministro de Malasia, Trump prefirió usar el fondo de la oficina donde se encontraba.

El de hoy ha sido uno de los pocos actos de Trump desde su derrota en las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre ante el presidente electo, el demócrata Joe Biden.

Trump, que no había participado en la cumbre de APEC desde 2017, no ofreció ningún discurso público, mientras que Xi Jinping realizó la víspera una encendida defensa de la globalización y la apertura económica y garantizó que China no se desconectará de la economía global.

En su intervención en la cumbre de hoy, el líder chino hizo un llamamiento a las economías de Asia Pacífico a construir “un clima de negocios abierto, justo y no discriminatorio” en su defensa del multilateralismo y la apertura económica y aseguró que China “considerará activamente” unirse al Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (CPTPP).

El CPTPP, también conocido por sus siglas TPP11, entró en vigor en diciembre de 2018 y está integrado por once naciones, entre ellas Japón, la tercera economía mundial, Chile, México y Perú. Es una versión actualizada del TPP, firmado en 4 de febrero de 2016 pero que entró en crisis a raíz de la decisión del presidente Donald Trump de retirar a su país de esa iniciativa en 2017.

El primer ministro de Malasia, Muhyuddin Yassin, dijo durante la rueda de prensa posterior a la cumbre que la guerra comercial entre China y EUA ha quedado” eclipsada” por la pandemia y defendió una mayor integración económica en la región.

Es la primera vez en tres años que el APEC acuerda una declaración, ya que en la cumbre de Chile hace un año fue cancelada por las protestas antigubernamentales y en la de Papúa Guinea, en 2018, el enfrentamiento entre China y EUA impidieron un comunicado conjunto por primera vez en la historia del foro.

Las economías que integran el APEC son Australia, Brunéi Darussalam, Canadá, Chile, China, Hong Kong, China, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Perú, Filipinas, Rusia, Singapur, Taiwán, Tailandia, Estados Unidos y Vietnam.

El presidente Donald Trump afirmó este martes que la “gran” relación que tenía con su homólogo chino, Xi Jinping, ha cambiado en medio de la crisis desatada por la pandemia del coronavirus, de la que responsabiliza a Pekín por no haber controlado el brote en su inicio.

“Solía tener una muy buena relación con él. Tenía una gran relación con el presidente Xi. Le aprecio, pero ya no siento lo mismo ahora”, dijo Trump en una entrevista con Fox Sports radio.

El mandatario aseguró que el cambio en la relación con Xi se debe la crisis de la Covid-19, cuyo brote original se ubicó en la ciudad china de Wuhan y que ha provocado más de 160,000 fallecidos en Estados Unidos.

“Ciertamente mis sentimientos son diferentes. Tenía una muy, muy buena relación, y no he hablado con él desde hace tiempo”, agregó.

Las relaciones entre Washington y Pekín se encuentran en uno de sus momentos más tensos de las últimas décadas.

La pasada semana Estados Unidos trasladó al ámbito político y militar su estrategia de presión hacia China, con sanciones a la líder hongkonesa, Carrie Lam, y avisos sobre movimientos navales chinos cerca de Taiwán.

Poco después, Pekín anunciaba sanciones a once funcionarios estadounidenses, entre ellos los senadores Marco Rubio y Ted Cruz, por inmiscuirse en los asuntos de Hong Kong después de que Washington hubiese tomado medidas similares el pasado viernes contra otros tantos altos cargos de este territorio autónomo chino.

Todo ello, después de que Trump amenazase con prohibir las populares aplicaciones TikTok y WeChat, de capital chino y declaradas un peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos.

Trump, quien buscará la reelección en noviembre frente al virtual candidato demócrata, Joe Biden, ha criticado desde su llegada a La Casa Blanca a China por aprovecharse comercialmente de EUA y negoció un acuerdo comercial con el gigante asiático cuyo cumplimiento se ha visto alterado por la crisis económica desatada.

Sin embargo, China continúa comprando bienes estadounidenses y particularmente materias primas bajo el acuerdo comercial de Fase 1, pese al aumento de las tensiones sobre Hong Kong y otros temas, dijo este martes el asesor económico de La Casa Blanca, Larry Kudlow.

Consultado si los deteriorados lazos en otros frentes entre las dos mayores economías del mundo podrían provocar que el tratado comercial sea desechado, Kudlow afirmó, “No, no”. “La única área en la que estamos comprometidos es en comercio”, aseguró a periodistas.

Funcionarios de alto rango de ambos países se reunirán en una videoconferencia “de rutina” el sábado para evaluar la implementación del acuerdo Fase 1 seis meses después de que el tratado desactivó una guerra comercial que perjudicó a ambas naciones y a la economía mundial.

El presidente chino Xi Jinping, sorprendió esta martes al visitar Wuhan, epicentro del nuevo Covid-19. Ahí el presidente afirmó que el coronavirus está “prácticamente contenido” en la ciudad y su provincia, Hubei.

“Los primeros resultados fueron obtenidos estabilizando la situación y cambiando la tendencia en Wuhan y en Hubei”, donde 56 millones de habitantes están en cuarentena desde finales de enero, declaró Xi según la prensa local.

La visita de Xi Jinping coincide con el anuncio de nuevas cifras del ministerio de Sanidad, con solo 19 casos nuevos en las últimas 24 horas. Se trata de una caída espectacular en relación a los centenares de contaminaciones diarias durante el mes de febrero y una muestra que las drásticas medidas adoptadas por China están dando resultado.

Xi Jinping, quien portó un cubrebocas, llegó el martes por la mañana a Wuhan y luego visitó el hospital de Huoshenshan, el que fue construido en solo diez días para hacer frente a la epidemia. Según las imágenes de Xinhua, Xi habló con enfermos y personal médico por videoconferencia.

También visito un barrio residencial de Wuhan para hablar con habitantes en cuarentena y con agentes encargados de aplicar medidas de prevención.

“No hay que rebajar el esfuerzo”, aseguró el mandatario en su visita, añadiendo que la propagación del Covid-19 está “prácticamente contenida”.

Sin embargo, la visita de Xi desató críticas en internet. Le acusaron de que no haber visitado el epicentro del coronavirus en el puntó más álgido; pero ahora que la situación va mejorando, acude acompañado de los medios.

Recordemos que el nuevo coronavirus apareció en diciembre en Wuhan, antes de propagarse a la provincia de Hubei, y luego al resto del país y al mundo.

China tomó en enero medidas drásticas. La mayoría de ciudades de Hubei quedaron aisladas y en el resto del país millones de personas fueron puestas en cuarentena preventiva. Ahora, las autoridades anunciaron que las personas no contaminadas y que no hayan estado en contacto con enfermos podrían ahora viajar dentro de la provincia.

En contrate, sesenta millones de italianos recibieron este martes la consigna de quedarse en sus casas, una medida sin precedente para intentar frenar el avance del nuevo coronavirus.

“Todos a casa, todo cerrado”, eran los títulos de la prensa italiana este martes, con los que se resumía el decreto firmado por el jefe de gobierno Giuseppe Conte, que decidió extender a todo el país las medidas que ya habían confinado desde el domingo a la población del norte de la península.

“Voy a firmar un decreto que puede resumirse así: ‘Me quedo en casa’ (…) toda Italia será una zona protegida”, dijo el jefe de gobierno. Pidió a todos los italianos “evitar los desplazamientos” salvo para ir a trabajar, comprar víveres o recibir cuidados médicos.

Adicional, todas las reuniones multitudinarias de personas quedan también prohibidas.

Italia se convierte así en el primer país del mundo en extender a todo su territorio medidas drásticas para intentar contener la epidemia que ya se ha cobrado 463 vidas y ha contagiado a unas 9,000 personas.

Millones de personas en China regresaron este lunes al trabajo después de unas vacaciones que el gobierno decidió extender con el propósito de frenar la propagación del coronavirus, que ha causado más de 900 muertos en el país.

La situación obligó al presidente Xi Jinping a mostrarse por primera vez en público con una máscara (cubrebocas).

Y es que de acuerdo al último balance oficial, al menos 40,000 personas en China continental han sido infectadas por el virus, que se cree que surgió a finales de 2019 en un mercado de la capital de la provincia de Hubei, Wuhan.

Esta mañana, por primera vez, el presidente chino Xi Jinping apareció en público con una máscara de protección y dejándose tomar la temperatura, como hacen a diario millones de chinos.

Y aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que hay señales de que la epidemia se está estabilizando, su director general advirtió que puede haber más casos en el extranjero de personas que nunca han viajado a China.

“Es posible que solo estemos viendo la punta del iceberg”, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Un equipo de expertos internacionales de la OMS, dirigido por Bruce Aylward, un veterano de emergencias sanitarias, partió el domingo por la noche a China.

En un intento por contener el virus, las ciudades de Hubei están confinadas y se cortaron las vías de transporte en el país para detener el movimiento de cientos de millones de personas que generalmente visitan a sus familiares durante las vacaciones del Año Nuevo Lunar.

Oficialmente estas vacaciones se prolongaron solo tres días, pero muchas ciudades y provincias las alargaron hasta el 10 de febrero.

Estas medidas sin precedentes han convertido las ciudades en pueblos fantasmas. Pero algunas señales indican este lunes que el país vuelve a un amago de normalidad.

En las carreteras de Pekín y Shanghái hay bastante más tráfico que en los últimos días, aunque muchas tiendas siguen cerradas. La ciudad de Guangzhou (sur) informó que el transporte público se reanudará a partir del lunes.

El número de fallecidos por el nuevo coronavirus ha sobrepasado las muertes en todo el mundo por la epidemia de SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) de 2002-2003, cuando se acusó a China de encubrir los casos, y que dejó 774 muertos en todo el mundo.

Hasta ahora se tiene el registro de 908 muertos en China continental.

Primero fue el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, a quien nadie recibió a su llegada… Ahora, el Presidente Chino, Xi Jinping, fue confundido por la banda militar encargada de recibir a los jefes de Estado que participan en la cumbre del G20 que se realiza en Argentina.

Y es que, al llegar el avión con la delegación asiática a Argentina, la banda confundió a un funcionario de la comitiva con el Mandatario chino.

Cuando el funcionario descendía de la escalinata del avión comenzó la música, al tiempo que se escucha una voz anunciar que es el mandatario chino. Al percatarse de que no se trataba de Xi Jinping, la música fue cortada abruptamente.

Por si eso fuera poco, luego del error, uno de los periodistas ubicados en el lugar que cubría el evento para la televisión local aseguró es que “es difícil reconocerlos” (a los chinos).

El líder norcoreano Kim Jong Un se reunió con el presidente chino Xi Jinping durante una visita que efectuó a Pekín desde el pasado domingo hasta este miércoles, anunció la agencia oficial de noticias china Xinhua.

 

“Mantuve conversaciones exitosas con el presidente Xi Jinping sobre las relaciones entre los dos partidos y los dos países, nuestras respectivas situaciones internas, el mantenimiento de la paz y la estabilidad en la península coreana y otros asuntos”, declaró Kim Jong Un durante el banquete que le ofreció el presidente chino a él y a su esposa, Ri Sol Ju.

 

El líder norcoreano, Kim Jong dijo que Pyongyang está comprometido con la desnuclearización. “Nuestra postura es consistente en estar comprometidos con la desnuclearización en la península, de acuerdo con la voluntad del fallecido presidente Kim Il Sung y el difunto Secretario General Kim Jong Il”, a la vez que sostuvo que está dispuesto a  dialogar con Estados Unidos.

 

De acuerdo a la agencia KCNA, Kim Jong Un le dijo al presidente chino Xi Jinping que el hecho de que Pekín fuera el destino de su primer viaje al extranjero desde que asumió el poder era un deber solemne.

 

Con información de AFP /Foto: Twitter @CNNPolitics

La Asamblea Nacional Popular de China puso fin este domingo el límite impuesto hasta ahora a los mandatos presidenciales, dejando vía libre para que el presidente Xi Jinping imponga su visión a largo plazo de una superpotencia mundial sometida al Partido Comunista.

 

Xi Jinping, de 64 años, se convierte en el presidente chino con mayor poder desde hace al menos un cuarto de siglo y podrá permanecer a las riendas del gigante asiático más allá del término previsto de 2023.

 

Un total de 2.958 de los casi 3.000 delegados de la Asamblea Nacional Popular (ANP) aprobaron sin sorpresas la medida como parte de un paquete de reformas constitucionales. Sólo hubo dos votos en contra y tres abstenciones.

 

Hasta ahora los mandatos presidenciales estaban limitados a dos periodos de cinco años. Para modificar esta regla se necesitaba una mayoría de dos tercios. La enmienda introduce también en la Constitución “el Pensamiento Xi Jinping” y, en su artículo primero, “el rol dirigente” del Partido Comunista Chino (PCC).

 

Esta disposición puede dejar entrever un recrudecimiento de la represión contra los opositores al régimen, que podrían ser acusados de ataque a la Constitución simplemente por criticar el control del PCC.

 

Con información de AFP / Foto: Archivo APO