La escena se repite alrededor del mundo: desde Estados Unidos hasta Australia, Francia o España, México no se ha salvado de estas escenas: los clientes han dejado vacíos los estantes de los supermercados destinados al papel higiénico, en medio del pánico por el nuevo coronavirus.

El desesperación por los rollos de papel trasciende las barreras culturales e incluso ha ocasionado violentos enfrentamientos que se han hecho virales en las redes sociales. Pero, ¿por qué?

Para algunos expertos la explicación está en la teoría de juegos: si cada uno compra solo aquello que necesita, no hay escasez. Pero si algunas personas comienzan a hacer compras de pánico, la mejor estrategia es hacer lo mismo para asegurarnos de que no nos falte.

Pero esa teoría no lo explica todo: el papel higiénico no protege del Covid-19 y las compras en grandes cantidades no han ocurrido con otros productos clave como la comida enlatada.

“Pienso que viene probablemente de las dramáticas imágenes difundidas en las redes sociales, que son muy claras: los paquetes (de papel) son muy reconocibles y en las mentes de las personas se ha convertido en un símbolo de seguridad”, explicó Steven Taylor, autor de “La psicología de las pandemias”.

“La gente siente la necesidad de hacer algo que los mantenga a ellos y a sus familias a salvo, porque ¿qué más pueden hacer aparte de lavarse las manos y aislarse?”, añadió el también profesor de psiquiatría de la Universidad de British Columbia en entrevista con la agencia AFP.

También mencionó otra teoría de la evolución: la aversión a aquellas cosas que nos disgustan, exacerbada por la amenaza de la infección. “Y creo que esta es una de las razones por las que la gente ha ido por el papel higiénico, porque es un medio para evitar cosas desagradables”, dijo Taylor.

Taylor recordó que los comportamientos actuales se asemejan a aquellos observados durante pandemias anteriores, como la gripe española en 1918 que dejó casi 700,000 muertos en Estados Unidos y llevó a las farmacias y tiendas a ciudadanos en estado de pánico que acapararon lo que pudieron.

Y, a diferencia de la pandemia del H1N1 en 2009, el nuevo coronavirus se propaga también en las redes sociales, lo que para Taylor tiene aspectos positivos y negativos. “Eso ha permitido la difusión masiva de imágenes y videos dramáticos alrededor del mundo, agravando el sentimiento de amenaza y urgencia”, dijo.

Los economistas también han apuntado a la teoría del “sesgo del riesgo cero”, que lleva a las personas a eliminar totalmente un riesgo pequeño y más superficial en lugar de hacer algo más sustancial para reducir un riesgo mayor.

“Queremos sentir que tenemos el control, con recursos limitados (…) entonces, compramos algo barato, que podamos almacenar y que en el fondo sabemos que vamos a utilizar de cualquier manera”, explicó Farasat Bokhari, especialista en economía de la salud de la universidad británica de East Anglia.

Según Bokhari, también se podrían almacenar productos no perecederos, como comidas congeladas, enlatados o sopa instantánea; pero, además de que su costo es mayor, existe el miedo a que si la situación mejora terminen eventualmente en la basura.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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